miércoles, 6 de julio de 2016

1629* "No guardo rencor, tengo buena memoria"

Número 1629 | mart 5 jul de 2016 | Año X

      El Paisito : CON RUMBO HAITIANO


Tanto Sixto  Amaro (ONAJPU)  como  Pereira (Pit-Cnt) ambas organizaciones han quedado como botellas de jardín con el culo pa arriba!

Les gustaba ser oficialistas y  ocupar carguitos, pero el aumento de $7 por día (a cuenta de) para jubilados y la rebaja salarial para el PIT, no les da ni para comprar una vela y metérsela en el c…!!


A los jubilados ni para dos boletos, si van a cobrar van a tener que volver a pie,  si van a ASSE también y lo tendrán gratis por 6 meses ¡
DE continuar así Astori y todo el Frente Amplio muy pronto terminaran pidiendo un préstamo a los jubilados, un 50% de lo que cobran, para MANTENERSE  ELLOS!!!?


El PIT Y ONAJPU prestará plata al gobierno del FA?

Hacia dónde va el Uruguay con el Frente Amplio?


Seremos el país de primera o vamos rumbo a profundizar un Haití Suramericano?!!
Soldados de ONU ya tenemos para tirar pa´ arriba, pobreza crece sin parar e indigentes están ocupando kilómetros de calles en las ciudades. Ranchos de costaneros y nylon se levantan como leche hervida, la droga entra como Juan por su casa, el hambre y miseria haitiana crece y crece en todos los barrios populares de todo el Uruguay!

Y el Frente Amplio va rumbo a ser el Gobierno;

-MÁS  soberbio e hipócrita
-que se burla del pueblo pobre.

-el fiel representante de la oligarquía de la vieja y de la nueva.
-el más represor y gatillo fácil, usando a los gurises pobres de blanco mortal, ayer en Toledo otro asesinato de la policía “nueva” de Bobomi.

- el más entreguista, agua, tierra suelo, producción, frigoríficos, zonas francas banca etc., en manos extranjeras.

-el que más endeuda el País y con mas deuda extranjera en estos dos últimos siglos”

-que ha fundido Salud Publica.

Que ha liquidado la enseñanza pública.

-que ha echado a la calle a miles de jóvenes ni-ni.
-a indigentes.
A enfermos psiquiátricos comidos por perros.
A ciegos a la calle que mueran atropellados.

A miles de niños comiendo basura y ahora les tira la competencia por la basura, a más de 100 mil jubilados.

 A miles de mujeres “trabajando” en la prostitución.

-un GOBIERNO QUE CIERRA ESCUELAS RURALES por que ha expulsado a los productores de la tierra a un promedio de más de 20 familias por día, para que los gringos compren e inviertan sus riquezas.

-el gobierno que mas a metido la mano en la lata, SUPERANDO A LA DICTADURA (1973-85)

- EL QUE HA CONSTRUIDO MAS CÁRCELES QUE LA DICTADURA!!

.EL QUE HA ENTERRADO MÁS HONDO A LOS DESAPARECIDOS!!!!!



Que dicen los representantes oficialistas de ONAJPU  y PIT-CNT?



 Pereira dice que hará algo gigante???’ tal vez era porque no quedó como botella de jardín sino como damajuana de jardín??

Sixto ya medio viejo choto dice que el gobierno, que es el ¿?!!, no se comunican con ellos!! , que están ladeado como chiripa pa´ mear o mejor dicho el Gobierno los mea por televisión  con aumentos que no esperaban que él tiene “la sensación de decepción” ( votara a blancos y colorados o a la UP?), que el gobierno “se aleja de los jubilados” ¿cuando estuvo cerca?

 Que tratara de “hacerse visible”, tal vez se monte al caballo de Artigas o a la del Gaucho, monumentos tan al pedo como don Sixto EN EL BPS!!
Pereira termina reconociendo toda la entrega que han realizado en estos últimos 10 años afirmando “que esta pautas salariales son peores y más malas que la de años anteriores”!!

Lo demás es puro humo ya que se ven jaqueados por una NUEVA CENTRAL OBRERA QUE NO DEJA DE CRECER Y MILES DE OBREROS QUE EXIGEN dentro y fuera del PIT que “YA NO AGUANTAN MÁS TANTA EXPLOTACIÓN frente amplio”
A Pereira como a toda la burrocracia del PIT se le termino, el juego se ponían la camiseta “de obreros “ y siempre pateaban para el gobierno y las patronales haciendo goles en contra y gozando salarios sindicales de lujo

Hoy el Gobierno que los usaba de goleros, les pito penal y los mandó a la paliza
SI NO ATAJAN LA MAREJADA TSUNAMI QUE SE VIENE Y FRENAN EL ENORME DESCONTENTO DEL PUEBLO TRABAJADOR ,JUBILADOS Y DEMÁS SERÁN DECLARADOS DESOCUPADOS Y A LA BASURA

EL FRENTE AMPLIO NO  PERDONA, HACE LOS MANDADOS A LA CLASE DOMINANTE Y A OTRA COSA MARIPOSA.

 Algo semejante sucede en la tropa de diferentes listas en el Frente Amplio, comunistas, Constanza, MPP, y otros como José Que –Jeta (711) jetonea que “van a buscar recursos” para los jubilados Constanza agitada por tantos rulos afirma muy suelta de cuerpo que “el gobierno está cerrando el Parlamento” esta señora vive en la luna, ya que no sabe qué el parlamento burgués que habita, 

NUNCA ESTUVO ABIERTO PARA EL PUEBLO POBRE!!

Toda esta gente, colgada las tetas del gobierno, NUNCA ABANDONARAN NI EL FRENTE AMPLIO NI SU CARGUITO. Agitan la ANEP, EL INAU Y LA UNIVERSIDAD DE UN, RECORTE DE $ 1400 CUANDO SABEN MUY BIEN QUE YA ESTAS, INSTITUCIONES CON EL GOBIERNO DE TABARÉ  YA SON UNA TORTA FRITA!!
O SE PRIVATIZAN O SE CIERRAN!


ASÍ QUE ATENCIÓN ¡!...SI NO LOS ECHAMOS VA A ACABAR CON NOSOTROS!

5/07/16

De taquito militar

 Blog verdeoliva .com.uy




 


taquin - postaporteñ@ 1629 - 2016-07-05 







      ROSENCOF, la historia oficial y el hombre del paraguas (2)



Hace unas cuantas postas pregunté si alguien sabía quién era el hombre del paraguas que se menciona en el libro Seregni-Rosencof. Mano a mano (2002 F. Butazzoni) Como no he recibido respuestas, voy a aclarar el misterio, si es que lo hay.


Pero antes quiero dejar aclarado que no me interesa su actuación más allá de lo que realmente significa, para mí y a estas alturas: para demostrar que no solamente el MLN sino que también la jueza Julia Staricco y la fiscal Stella Llorente han utilizado diferentes raseros para considerar mi actuación allá por 1972 y la de otros, que habiendo realizado las mismas acciones de las que se me acusa sin pruebas se han ido de rositas, mientras que yo he sido procesado hace diez meses, en tiempo récord.

Mientras Staricco y Llorente citaron a declarar a varios de los que yo mencionaba en Palabra de Amodio, -libro que le obsequié autografiado a Staricco, respondiendo a su solicitud y que utilizó como pieza del sumario- no lo hicieron con Píriz Budes, pese a estar citado, ni con el hombre del paraguas, pese a que yo lo señalo en la página 182.

El MLN ha tratado, dentro de lo posible, minimizar el papel de Píriz Budes, Mario Arquímedes,“Tino”, (y ha ocultado la participación de otros, de manera deliberada, para poder mantener la acusación que pesa sobre mí. Tal es el caso del hombre del paraguas, Donato Marrero, que ha sido confundido conmigo en varias oportunidades y del que no ha sido posible encontrar fotografías en los archivos de prensa. Han desaparecido.

Donato Marrero que  estaba casado con una sobrina del coronel Ramón Trabal y que fue compañero de trabajo de una de mis hermanas en la compañía  Cooperativa de Seguros Surco, durante unos cuantos meses; lo que derivó en una relación de amistad que incluyó a su esposa. Sin embargo, nunca le mencionó que fuimos compañeros en la columna 15 y que juntos formamos el comando general de Montevideo. Mi hermana se enteró leyendo el libro, en agosto de 2015.

Marenales, tan proclive a irse de la lengua, en el libro que le escribió Sergio Márquez Zacchino, así como quien no le da importancia, señala “lo que hizo Mauro” (Marrero), pero no aporta más detalles. Ya ha quedado establecido el interés de Rosencof en que su nombre no apareciera en el mamotreto de Butazzoni. Si alguien tiene dudas, dirigirse a Marenales y a Rosencof


Amodio
postaporteñ@ 1629 - 2016-07-05 







       

      Brexit : ¿Revuelta obrera o marea fascista?



Excelente


Gustavo Melazzi, Voces 30/6/16  
                  
¿Qué va a pasar con la UE? Por abrumadora mayoría, en las noticias y comentarios hay una ausencia: las consecuencias de la decisión sobre los trabajadores; lo que puede pasar con los trabajadores y el pueblo de la UE.

Ante las masivas referencias en los medios de difusión al nacionalismo; la xenofobia; la ultraderecha; etc., sonará extraño, pero en función de dos razones centrales, considero la decisión de excelente. Primera, las posibilidades a futuro que se abren a los pueblos. Segunda, las enseñanzas que podemos extraer de esa experiencia de integración y las gestiones de gobierno.

1) La campaña en contra fue feroz. Amenazó con desastres; implantó el miedo a una salida de la UE con base en que era ineludible permanecer en ella; que era impensable violar los acuerdos de Bruselas y herir el “sentirse europeos”.
Esta idea de que fuera de la UE serían parias tiene años. En varias ocasiones, movimientos sociales; partidos políticos, e incluso gobiernos, plantearon alternativas sobre deuda externa; privatizaciones; derechos sindicales; impuestos; política social; política exterior; inmigración. Siempre la amenaza giraba en torno a que eso implicaba “salir de la UE”. El máximo ejemplo: Grecia y el triunfo de Syriza, y el “miedo al demonio” funcionó para disciplinar sociedades.
Pues bien, ese miedo se ha roto; las élites ya no lo pueden invocar. Y no por causa de un país marginal sino por Gran Bretaña. Las luchas sociales se desarrollarán en un ámbito más “cercano”; en alguna medida, dentro de cada Estado; se potencian; será más fácil decir “se puede”, y menos argumentos tendrán la élite de Bruselas para imponerse.


2) Muchas y variadas son las explicaciones de parte del establishment del triunfo del brexit pero, lógicamente, sólo marginalmente hablan del descontento británico, generalizado también en el continente.

El rechazo no es a los procesos de integración, sino a esa integración; al servicio del capital financiero y las empresas transnacionales; gestionado en Bruselas por una élite antidemocrática; que pone y saca gobiernos. Lo que fracasa es el experimento de un gobierno supranacional por parte del poder económico dominante, y ya ni repiten las añosas promesas de un “mundo feliz” con que fundamentaron el proceso.

En la medida que impulsa un duro neoliberalismo, el descontento de los trabajadores es inmediato. Incluso ante medidas como las del Tribunal de Justicia de la UE, que en 2007/2008 aprobó que la libertad económica de los empresarios en Europa tenga prioridad sobre los derechos sindicales a los convenios colectivos. Las privatizaciones; la destrucción del Estado de Bienestar europeo; la migración de industrias hacia el este y el lejano oriente, etc. explican que el voto por la salida haya sido muy mayoritario en las clases bajas, y minoritario en los sectores de alto ingreso (situación que, con variantes, repite el resto de Europa).

Por último, es ilustrativo que gobiernos denominados socialdemócratas; progresistas; de izquierda; acompañaran a Bruselas. Lógico; hoy cosechan un descrédito descomunal. No debe sorprendernos. Movimientos que se presentan de izquierda pero gobiernan con los programas de la derecha no tienen otro futuro.

Ante el beneficio al capital extranjero; ajustes que castigan a los sectores populares; debilitan el peso estatal; concentran riqueza e ingresos, etc. los pueblos se rebelan y reclaman presencia. En definitiva, la defensa de “el mercado” como único orientador, es decir, dueño de vidas y conciencias.
La enseñanza europea, sumada a la situación en América Latina, nos debe poner en alerta.

 


 El Brexit lo confirma: El centro neoliberal no se puede sostener

 


Jerome Roos, Revista Roar [Rugido], 29 de junio de 2016

El caos post-Brexit tiene menos que ver con la relación de Gran Bretaña con Europa que con que las élites pierdan el control de los monstruos que han creado.

Gran Bretaña se encuentra en un estado general de caos. El Reino Unido está en una crisis constitucional en toda regla, el primer ministro David Cameron ha renunciado, y ambos partidos, el del gobierno y el de oposición, están en una feroz lucha interna de poder.

A medida que el coro de la campaña "Leave" se muestra sin un plan claro sobre cómo avanzar, las consecuencias financieras continúan creando tensión: en cuestión de días la libra cayó a su nivel más bajo desde 1985, la calificación de crédito del gobierno se redujo en dos puntos, y los mercados mundiales entraron en picada con un récord de $ 3 trillón de valores perdidos en acciones tan solo entre el viernes y el lunes. Como si las cosas no pudiesen ir peor, los últimos días también han visto una epidemia de crímenes de odio se extienden por el Reino Unido.

Por la lectura de los titulares, se podría experimentar la sensación de hormigueo ante este equivalente posmoderno del apocalipsis: la prensa financiera está proporcionando cobertura minuto a minuto del "maltrato" de los mercados mundiales; los columnistas de los medios liberales declaran constantemente que se trata de "la peor crisis" en Europa y Gran Bretaña desde la Segunda Guerra Mundial; el New York Times ya ha declarado al Brexit como signo revelador de un orden mundial que poco a poco va cayendo a pedazos.

Para colmo de males, un histérico Tony Blair hizo el pasado fin de semana un pedido desesperado en defensa de la globalización, y otra vez con su fallida receta de Tercera Vía, recurriendo a sus característicos lugares comunes de "el centro sostenerse" - como si Yeat anunciase la "lenta marea de sangre" y la "anarquía" desatándose nuevamente sobre el mundo [1]

La causa inmediata de toda la conmoción es clara: la riesgosa apuesta de Cameron de celebrar un referéndum sobre la adhesión de Gran Bretaña de la UE ha fracasado estrepitosamente. La inesperada victoria para el campo "Leave" ha sacudido ambas Uniones a su esencia misma, dividiendo a la izquierda y la derecha en cualquiera de los lados del Canal y ha quemado todos los puentes sobre él. No se puede negar el carácter histórico de estos acontecimientos; el mundo es un lugar diferente después del jueves pasado, y está claro que Europa y Gran Bretaña ahora se encuentran ante un territorio desconocido.

Sin embargo, la verdad impronunciable, en un nivel más profundo, es que la caída financiera y el caos político de los últimos días tiene menos que ver con el lugar de Gran Bretaña en Europa que con la brecha cada vez mayor entre las élites políticas y los ciudadanos europeos en general. Mientras que el racismo y el sentimiento anti-inmigrante han sido el centro de la campaña "Leave" desde el principio, es difícil creer que todo ese 52% de los británicos que votaron "Leave" sean fascistas decididos.


Muchas de estas personas son gente de clase obrera comunes y corrientes que se enfrentan a la erosión de sus niveles de vida, la desintegración de sus comunidades, y la falta de capacidad de respuesta de sus representantes políticos y de la tecnocracia que inexplicablemente ha "tomado el control" de sus vidas.

El Brexit fue, ante todo, una declaración política por parte de los desposeídos y sin poder


La razón por la que esta sentencia ha resultado ser tan explosiva es que el referéndum se posó en la punta de varias líneas de fractura social y política profundamente inestables, todas los cuales se venían sacudiendo antes del Brexit, todas las cuales habrían convergido incluso en ausencia del Brexit, y todas las cuales seguirán con el sismo y el trueno durante mucho tiempo después del Brexit. Es muy poco probable que una victoria del "Remain" hubiese producido un resultado muy diferente en el largo plazo; ciertamente no habría ni en parte el descontento, pacificado ninguna de esas  tensiones sociales, o resuelto ninguno de los conflictos políticos que subyacen bajo el resultado del referéndum.

Mientras el Brexit da claramente la victoria a los fanáticos de UKIP y la derecha Tory, una victoria del "Remain" simplemente habría perpetuado el masoquismo neoliberal antidemocrático que trajo la motivación para que la gente se sumase a esos fanáticos.
En este sentido, tenemos que dejar de ver el nacionalismo rabioso de la extrema derecha y el cosmopolitismo neoliberal del campo pro-UE como polos opuestos.


En  realidad, el primero es la consecuencia lógica de este último; su hermano siamés deforme en carne y hueso.
Lo único que el campo pro-UE fue capaz de ofrecer a los votantes británicos era una continuación de las condiciones estructurales que llevaron al Brexit, combinados con fanático alarmismo sobre las consecuencias de ese resultado.

En última instancia, el voto británico para salir de la UE, si finalmente se materializa o no (y no hay garantía de que así sea), es sintomático de una crisis mucho más profunda y mucho más debilitante: una crisis estructural del capitalismo democrático que viene en los últimos años evolucionado a partir de una crisis financiera global, una crisis de legitimación de la clase política, y que ahora explora en una crisis de gobernabilidad del orden social y político existente.


Las líneas de falla en la política británica y europea habrían finalmente asolado a la estabilidad del orden de posguerra del continente, independientemente del resultado de esta consulta en particular. El Brexit simplemente acelera la llegada del actual proceso de descomposición política.

Es importante recordar a este respecto que David Cameron no convocó este referéndum porque realmente se preocupase por la opinión de la gente común sobre la UE.
Al igual que Alexis Tsipras el año pasado, llamó a la consulta como una táctica arriesgada y desesperada por mantener unido su convulsionado partido, para silenciar a la derecha euroescéptica de los Tories, desarmar los constantes retos de los "backbencher" a su liderazgo [2], e inmunizar al gobierno contra futuras deserciones hacia el UKIP.


Ese voto nunca fue realmente sobre la UE; se trataba de uno de los mascarones del desmoronamiento del centro neoliberal de Europa tratando de reafirmar su control sobre un partido que una vez fue el lecho de roca estable del Reino Unido, de la aristocracia terrateniente y su burguesía metropolitana, pero que ahora se desintegra rápidamente ante el resurgimiento de una derecha reaccionaria.

El golpe de estado en curso contra Jeremy Corbyn tiene, de forma similar, poco que ver con Europa. Como lo confirma un artículo en el Telegraph del 13 de junio, el ala de Blair del Partido Laborista ha preparado una revuelta anti-Corbyn durante semanas, si no meses, con el objetivo de derribar a su líder de izquierda con "un bombardeo de 24 horas" después del referéndum, independientemente de su resultado.


Una vez más, no se trata de la UE; se trata de los lacayos incompetentes de un centro neoliberal en desmoronamiento tratando de recuperar su dominio sobre un partido que fue una vez animadamente entusiasta de la Europa del neoliberalismo, la financiarización y la intervención militar en el extranjero, pero que ahora se desintegra rápidamente - o se reestructura a sí mismo- frente a un insurgente "duro" por la izquierda.

A este respecto, la referencia apocalíptica de Blair a Yeats en su artículo de opinión del New York Times fue muy torpe al ir al punto: las cosas se caen a pedazos; el centro no se puede sostener.
Este es el quid de la cuestión, y ayuda a explicar ese discurso histérico del fin del mundo de su sistema centralista: su globalizado mundo de fantasía post-democrática se desmorona ante sus ojos, ya que su base de anteriores votantes-consumidores pasivos, de pronto se rebelan arrastrados por un grupo heterogéneo de "populistas furiosos" que aprovechan el descalabro electoral de una crisis de legitimación paralizante y el surgir del descontento popular sembrado por años de austeridad y décadas de reestructuración neoliberal.

La respuesta a la desintegración constante del orden político establecido no puede ser de nuevo más de lo mismo. Contra los gritos desesperados de Blair que "el centro se debe mantener", y en contra de las conspiraciones escasamente veladas de sus acólitos neoliberales en el Parlamento - que ahora se están acercando a Jeremy Corbyn en un último intento de recuperar el Partido Laborista y destruido desde dentro-, de una vez por todas, como la única fuerza política que podría suponer un contrapeso electoral a la extrema derecha en este momento decisivo en la historia de gran Bretaña, en contra de todos estos tránsfuga, la izquierda debe mantenerse firme e insistir:

EL CENTRO CAERÁ.


Pero para evitar ceder el vacío resultante a los racistas y reaccionarios, las débiles y dispersas fuerzas de la izquierda tendrán que marchar de frente a la batalla histórica que ahora viene. Desesperarse, alguno puede hacerlo.
Significa que la elección es ahora un camino recto: Corbyn o nada.
Y no porque este asediado líder del Trabajo vaya a traer un socialismo democrático, o un comunismo automatizado de lujo a una Gran Bretaña de reciente independencia, sino porque este hombre decente, con principios de izquierda, es ahora el único bastión que permanece en pie entre la gente común y trabajadora de todos los colores, y los monstruos que están a punto ser liberados.
 

[1] Es una alusión al poema de W.B.Yeats "El Segundo Advenimiento", en la que anuncia un Apocalipsis hablando de marea de sangre, anarquía desatada sobre el mundo, el centro no se puede sostener, las cosas se desmoronan, etc.[NT]


[2] Backbancher: término británico en el ambiente parlamentario para referirse a figuras políticas de segunda línea en un partido, por oposición a los "frontbencher", diputados de primera línea. [NT]




Traducción F.Moyano
 



¿Nostalgia por la pregunta embarrada en un referéndum?



 



Alan Freeman 

periodista canadiense publicado en el portal iPolitics


Nunca pensé que iba a terminar viendo el valor de la pregunta embarrada en un referéndum. Pero a partir de la catastrófica herida auto-infringida de Gran Bretaña el jueves 30, es esa una de las conclusiones a las que he llegado, tratando de explicar lo inexplicable.

Como tantos otros, he visto las consecuencias del resultado impactante del referéndum en Gran Bretaña la semana pasada con una mezcla de fascinación y horror.
¿Cómo podía la dirección política de una de las grandes democracias del mundo conducir a su público a los acantilados de Dover teniendo abajo las aguas turbulentas abajo, sin pensar nunca había en dar a nadie un chaleco salvavidas?



¿Qué estaban pensando esos 17,4 millones de británicos cuando decidieron cortar sus lazos con el bloque comercial más grande del planeta, aparentemente sin medir las consecuencias?

Como periodista que cubrió crisis de la unidad de Canadá durante 20 años y vivió en el Reino Unido por otros seis, he tratado de encontrar de una forma natural el sentido oculto en elecciones, referendos y trampas políticas que he conocido y cubierto en el pasado, y lo que una vez pensé que era la buena comprensión característica de los británicos.



En primer lugar, creo que la idea de que el Brexit de alguna manera vuelva a encender el separatismo de Quebec es, para usar una frase de Boris Johnson, el líder cínico y despreciable del Movimiento Leave, "una pirámide invertida de pifias". El Brexit, y un probable segundo referéndum escocés seguramente prestarán alguna ayuda al envejecido y aislado Partido Quebequiano pero es poco probable que cambie un solo voto en Quebec.


El separatismo está en una espiral de muerte, luego de su "explosión de natalidad" ahora  tiene poco o ningún interés para los quebequenses menores de 35 años, cuya pol&iaciacute;tico favorito no es otro que Justin Trudeau.

Dicho esto, nuestra experiencia canadiense con las crisis de unidad nacional es instructiva y debe hacernos sentir muy bien acerca de la forma en que la manejamos.
Puede que haya habido una gran angustia en Quebec y especialmente en Montreal, pagado un costo por los años de incertidumbre, pero terminamos evitando un desastre de estilo Brexit. Por un lado, nuestra dirección política nacional nunca fue tan irresponsable como en Gran Bretaña bajo el primer ministro David Cameron, quien pensó que podía jugar con futuro del país en una consulta innecesaria para resolver las batallas políticas internas del Partido Conservador.
Y nuestro liderazgo nunca hizo ningún movimiento que fuese tan irreversible como él en que el Reino Unido se ha comprometido.

Lo que me lleva a la pregunta del referéndum. Siempre he tenido problemas con la redacción de las preguntas de referéndum de Quebec, en particular el de 1995. Un párrafo confuso, de 43 palabras en inglés que nunca mencionó la separación o la independencia y de alguna manera  vinculaba la eventual soberanía de Quebec a un nuevo acuerdo económico con el resto de Canadá.

La pregunta Brexit fue, por el contrario, un modelo de simplicidad y "claridad", un concepto que puede favorecer a los federales canadienses:


"Debe el Reino Unido seguir siendo miembro de la Unión Europea o salir de la Unión Europea?"


A los votantes se les pidió que pusiesen una X junto a "Quedar" o "Irse".

Muy claro. El problema es que la respuesta no deja margen de maniobra para segundos pensamientos. En Quebec, siempre había espacio para un segundo referéndum y si hubiera habido una victoria estrecha del "SÍ" y las negociaciones saliesen mal, la no clara pregunta podría haber dado al gobierno una excusa para demorar las cosas y buscar escapes.


Y debido a esa falta de claridad, los votantes de Quebec con remordimientos del día después podrían haber argumentado con cierta credibilidad que en realidad no habían votado en principio por una separación.


Por supuesto, la redacción enredada era una admisión de antemano por el PQ de que sabían que estaban vendiendo algo peligroso, pero lo hacían  para ganar tiempo.

En Gran Bretaña, los "Bregretters" [juego de palabras de Brexit con regretters, de regrett, lamentar. NT] sólo pueden aducir estupidez por votar "Leave" cuando en realidad su intención era optar por "Remain" .
Si el sucesor de Cameron como primer ministro británico trata de mantenerse de algún modo en la UE, lo hará negando claramente la voluntad democrática del pueblo. Así pues, en este caso, tal vez un poco de una confusión no habría sido tan mala idea.

Lo que también me llama la atención es el margen de victoria. Aunque en un 52% es más amplio de que lo que el lado federalista logró en Quebec en 1995, no se puede dejar de pensar que cuando se trata de un problema de esta magnitud e importancia, 50% más uno de alguna manera alcanza para los que quieren cambiar el status quo.


Para el nuevo primer ministro de Gran Bretaña, el resultado significará entrar en duras negociaciones con la UE que casi la mitad de la población que se opone. Desde el principio, incluso antes, que las cosas se le complican.

No estoy seguro de lo que es un margen razonable para la victoria es en estas circunstancias. ni si se lo debe establecer en la ley, pero el 50 más uno ciertamente no es suficiente en el contexto Brexit, donde muchos votantes claramente no entendían que es lo que la Unión Europea hace y lo que quiere decir un voto por "salir".

Por último, creo que es digno de ver el papel de las encuestas de opinión en el resultado Brexit. No me sorprendería que una proporción significativa de los votantes optara por "Leave" porque estaban convencidos, como los expertos, los analistas del mercado de valores y los políticos decían, que ganaría la opción "Remain". Incluso Nigel Farage, líder del Partido Independencia del Reino Unido y un líder de "Leave·, no creía que su bando fuese a ganar.
"Parece que Remain tiene ventaja", dijo a la prensa al cierre  de las urnas, un extraño comentario de un político antes de los votos siquiera se cuentan.

Confiando  en que de cualquier manera Gran Bretaña se quedaría en la UE, muchos votantes probablemente pensaron que podían votar Leave y meterle un dedo en el ojo a la clase política sin costo económico para sí mismos.
Un movimiento tonto pero que plantea preguntas sobre el papel de las encuestas en los días inmediatamente previos a la votación.

En el lado positivo, el voto Brexit dará un nuevo impulso a los columnistas políticos y periodistas, no sólo en el Reino Unido sino en todo el mundo. La libra puede estarse hundiendo, pero el precio del grano a moler, probablemente que sólo pueda subir.



Traducción: FMoyano



 

La lucha de clases detrás del Brexit



Harrison Samphir  




Winnipeg Free Press 04/07/2016


Dependiendo de quién hable, el referéndum sobre la adhesión a la Unión Europea por el Reino Unido fue, o bien una victoria de la democracia, o un recordatorio espantoso de las fuertes divisiones en una de las economías más globalizadas del mundo.

Brexit fue un llamado, una campaña apasionada por una plataforma nacionalista de xenofobia, a "personas reales" - los descontentos por décadas de creciente desigualdad de ingresos, la desindustrialización, y una cultura política que se mantiene en pie pese a las dificultades socioeconómicas.

Complacido por la victoria de "Leave", líder del Partido de la Independencia del Reino Unido Nigel Farage se plantó en el Parlamento de la UE el 28 de junio para reprender a sus diputados.

Los "pequeños" habían rechazado "gran política", les dijo con una mueca a los miembros del Parlamento Europeo. "La razón por la que están tan enojado está perfectamente clara con las duras discusiones de esta mañana. Ustedes, como proyecto político, están fuera."

Para el campo "Remain", Farage no es más que un craso oportunista.
El ex vendedor de commodities convertido en campeón de los euroescépticos aparece ahora como la figura clave del "Leave", avivando los temores a la migración y la fractura de la soberanía británica por los burócratas auto-electos de Bruselas. Sus estridentes ataques racistas contra los inmigrantes, deplorables como eran, desprendían un hedor a histeria convocando a los votantes a que vuelven en contra del proyecto de integración de posguerra.
Al jugarse de esa manera, entran juntos en un abismo insondable.
Deje o no el Reino Unido la UE, el problema seguirá. Quien suceda al primer ministro David Cameron deberá invocar el artículo 50 del Tratado de Lisboa para formalizar una salida legal.

Es incierto (y de hecho poco probable) cualquier representante conservador vaya a arriesgar su carrera política con una decisión de este tipo. Añádase a esto la posibilidad inminente de una elección general, donde, con el apoyo del Partido Nacional Escocés y del Partido Liberal Demócrata, el Partido Laborista podría salir victorioso y renegociar la pertenencia europea de Gran Bretaña.
Pero el Brexit es mucho más que una postura política y la retórica de los demagogos como Farage.

Incluso frente a una población mundial de refugiados de 65 millones, el record de  migración y lo que subyace por los cambios demográficos en el país, los desafíos más profundos que enfrenta el Reino Unido tienen que ver con las clases.

El referéndum sobre la UE, después de todo, era una oportunidad para que los personas expresasen su voz, esa  que ha sido ignorada por la marcha de la globalización y la internacionalización que hace mucho tiempo ha despojado a los sindicatos de trabajadores y disuelto los lugares de trabajo que formaban la columna vertebral de las comunidades.

En Gran Bretaña hoy en día, más de 13 millones de personas viven en la pobreza. 

Alrededor de la mitad de ese número se tienen trabajos precarios, temporales y no calificados.


Los antiguos núcleos industriales de la Northeast- Sunderland, Gateshead, Darlington, Durham, Hartlepool y el Middlesbrough entre ellos - todos votaron por "Leave", en la mayoría de los casos por un amplio margen.
Estos bastiones tradicionales del Partido Laborista no pudieron sucumbir, y se resistieron activamente, a las advertencias implacables de "Remain".

Los alarmismos cayeron en oídos sordos. Para aquellos con una fuerte desconfianza hacia Westminster y el status quo, el  temido "Leave" proporcionaba una salida conveniente a su antipatía por el extremo abandono de las ciudades y pueblos que quedaban atrás en la carrera hacia el fondo del abismo.

Dejando las quejas económicas por las nociones patrióticas de un retorno a los viejos tiempos, los oprimidos y marginados se quedaron con la opción de abandonar el sistema, o lo que imaginan que eso es.

Las élites detrás de "Leave" tenían sus propios intereses, engañar a un gran sector de la población para que creyesen que anulando la mitad del comercio de Gran Bretaña, la prosperidad de alguna manera regresaría.


Como ha escrito el periodista irlandés Patrick Cockburn este referéndum no sólo ha "ampliado las divisiones políticas y sociales dentro de la sociedad británica existente, también ha hecho que estas diferencias se hagan más divisionistas y venenosas".


El asesinato de la diputada Jo Cox sólo una semana antes de la votación fue un mórbido preludio. Recordó a todo el mundo occidental la explosividad del nacionalismo y su amenaza al pensamiento racional. Su muerte, una tragedia mundial, refleja el grado de ansiedad de la vida británica, que ahora se tambalea al borde de la implosión.

Académicos y periodistas escriben a menudo acerca de la división norte-sur, un fenómeno global impulsado por la desigualdad social, política y económica. En Gran Bretaña, la separación ha asumido una forma extrema y localizada. Se necesitará algo más que el voto para resolverlo.


Traducción: FMoyano

Académicos y periodistas escriben a menudo acerca de la división norte-sur, un fenómeno global impulsado por la desigualdad social, política y económica. En Gran Bretaña, que la separación ha asumido una forma extrema y localizada. Se necesitará algo más que el dominio de un solo voto para resolver.


Harrison Samphir es el editor web en Canadá Dimensión Magazine y un estudiante graduado de completar una maestría en relaciones internacionales en la Universidad de Sussex, cerca de Brighton, Reino Unido


 

Viendo el cuadro completo después del referéndum


Charlie Hore


28 de junio de 2016 - Socialist Worker 


"Me encanta el olor del napalm por la mañana - huele a victoria." -- Apocalipsis Now



La izquierda necesita con urgencia una evaluación honesta sobre dónde estamos y lo que tenemos que hacer a raíz del referéndum de Reino Unido en la Unión Europea. 

El punto de partida debe ser la comprensión de lo que impulsó la campaña. Por supuesto que hubo antirracistas que votaron Leave, y racistas que votaron Remain. Sin embargo, la fuerza impulsora de la campaña Leave siempre fueron las ideas racistas, y se hizo cada vez más tajante a medida que la campaña avanzaba.

Igualmente, cuando la campaña Remain comenzó a recuperarse en la última semana, uno de los principales impulsos fue la repulsión, primera por el poster del Partido de la Independencia en el Reino Unido (UKIP) sobre los refugiados sirios, y luego por el asesinato de la diputada laborista Jo Cox.
La campaña contra Jeremy Corbyn deja esto bien en claro. Corbyn está en la mira de la derecha porque no respondió a las "preocupaciones legítimas sobre la migración" expresadas por "los votantes tradicionales del Laborismo" En lugar de combatir a los conservadores, la derecha del Laborismo prefiere hacer caer al líder de su propio partido.

El problema es que, desde su punto de vista, tiene sentido. La crisis de liderazgo conservador de Cameron hace que una elección inmediata sea menos probable. Si realmente creen que Corbyn no puede recuperar esos votantes "tradicionales" - en la jerga política de los laboristas, los trabajadores blancos y de más edad - mejor removerlo ahora y conseguir a alguien que complazca a la atmósfera tóxica del racismo que la campaña y su resultado han producido.
Un compañero socialista británico, Pete Gillard, hizo ver un punto importante en las redes sociales, tenemos que distinguir entre los racistas duros y las personas que tienen ideas racistas. Y también tenemos que entender los cambios del racismo.

Las dos formas principales en este momento son la islamofobia y el racismo contra los migrantes de la UE. Este último se expresa a menudo en sentimientos económicos, no como intolerancia "Ya estamos completos.
No hay más espacio. Debemos cuidar de nosotros primero", que parece muy distante de la intolerancia abierta, aunque el aumento de agresiones físicas a las personas de Europa del Este y Asia luego del resultado electoral muestra que esas dos formas tienen una conexión.


Por supuesto, tenemos que entender que gran parte de los votos Leave salieron de una repulsa contra la pobreza y la austeridad, pero eso está lejos de ser imagen completa. El racismo que impulsó la campaña no es una chapa delgada que simplemente se puede despegar.

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Debemos ser muy cuidadosos acerca de celebrar el resultado como una simple revuelta de la clase obrera contra la élite, especialmente teniendo en cuenta los resultados de la encuesta de Ashcroft. Lord Ashcroft es un miembro de la Cámara de los Lores británica. Su organización encuestó a más de 12.000 personas preguntando si votaron Leave o Remain, es hasta ahora el mejor conjunto de datos para la comprensión de los resultados.

La encuesta muestra el voto dividido a la mitad de la clase trabajadora. Y debemos ser igualmente cuidadosos de la forma en que las categorías ocupacionales ABCDE están siendo utilizadas para reforzar este argumento.
AB incluye un 25% de la población, incluido los grupos fundamentales de los trabajadores que han estado en lucha recientemente - maestros, enfermeras, médicos y otros profesionales de la salud - y, de hecho, la mayoría de los miembros de sindicatos. La mayoría de las personas con trabajo de tiempo completo o tiempo parcial votaron Remain. En C2 -trabajadores manuales cualificados- fue 50/50. Y la cifras en DE están sesgadas por la gran participación de jubilados.

Es revelador que, según el informe de la encuesta, "Los votantes blancos votaron Leave en un 53% contra 47. Dos tercios (67% de los que se identifican como asiáticos votaron Remain, al igual que las tres cuartas partes (73%) de votantes negros. Casi seis de cada 10 (58%) de los que identifican a sí mismos como cristianos votaron Leave; siete de cada 10 musulmanes votaron Remain".
Esto nos dice tanto que el racismo como la experiencia del racismo fue un factor real, pero también que esto tiene una fuerte contraparte. Tenemos que estar preocupados, pero no estamos frente a una ola contra la cual seamos impotentes.

El voto dividió a la clase obrera, y por lo tanto la izquierda, por supuesto, tiene que llegar a los que votaron Leave y no dejarlos de lado, en las muchas luchas por venir, una gran de los votantes Remain van a ser nuestros aliados.

Otros dos aspectos.

El primero es el voto de la juventud - el 75% de Remain, aunque en medio de una baja participación - y su ira general de "los viejos deciden nuestro futuro." No debemos dar la espalda a eso.

El último punto es el de Escocia e Irlanda del Norte - con más clase obrera que Inglaterra y Gales, y algunos lugares muy pobres.

Pero todos los distritos de Escocia votaron Remain, al igual que las áreas nacionalistas / republicanas de Irlanda del Norte. 


Es una extraña "revuelta de la clase obrera" esta que no incluye Escocia, West Belfast, Liverpool, Manchester, Leeds, Bristol, Londres, la mayoría de los miembros de sindicatos, la mayoría de los votantes negros, étnicos y de minoritarias, y las tres cuartas partes de los votantes jóvenes.

La triste realidad es que las prioridades inmediatas de la izquierda son defensivas - defender a los refugiados, los migrantes, y parar el golpe contra Jeremy Corbyn. 
Nada de esto significa restar importancia a la verdadera crisis a largo plazo de los conservadores y del capitalismo británico. 
Pero en lo inmediato, nuestro bando está en mala posición para sacar ventaja de eso.
No es de ninguna manera imposible que Corbyn se vaya antes de Cameron. Esto huele a algo, pero no a victoria.


[Charlie Hore es un miembro de Socialismo Revolucionario del Siglo XXI]

Traducción: FMoyano
 

envióFernando Moyano
postaporteñ@ 1629 - 2016-07-05 











       

      La democracia más allá 

del mito liberal



4 Jul. 2016| Por: Hemisferio Izquierdo



A mediados del siglo pasado, en plena vigencia del relato de la Suiza de América, Mario Benedetti impugnó con “El país de la cola de paja” a la mitología democrática nacional. Visualizó sus dobleces, corrupciones y complicidades, y la llamó “cascarodemocracia” sostenida por  “la solidaridad de los cola de paja”. 
La generación de izquierdas revolucionarias que surgió en nuestro país algunos años después, sostuvo que capitalismo y (verdadera) democracia eran dos pares irreconciliables, y la democracia era algo a conquistar ya sea contra la pseudodemocracia, o por vía de conquistas progresivas desde las instituciones de la democracia.

Lo que pasó luego lo sabemos: las (heroicas) luchas contra la dictadura se articularon como luchas por la democracia, y luego las luchas por la democracia se sintetizaron como luchas por la reinstalación de las instituciones de la democracia liberal. La democracia como conquista se instaló como nuevo sentido dominante en el pensamiento de la izquierda, y progresivamente dicho sentido fue hegemonizado de acuerdo al pensamiento liberal.

Desde entonces, el credo del buen demócrata (expresado en la prédica sanguinettista) sustituyó a las cartas de fe democrática de la dictadura, continuando simbólicamente aquel papel policial: demarcar un adentro y un afuera de lo político.

 Así, en su proceso de ascenso al gobierno, la izquierda progresista fue incorporando el credo democrático liberal hasta asumirlo como propio.
La caída del muro de Berlín y la sucesión de derrotas históricas de las izquierdas del siglo XX hicieron lo suyo. El imperialismo norteamericano desplegó su estrategia intervencionista en torno al discurso de “defensa de la democracia”.
Y la racionalidad tecnocrática neoliberal redujo a la democracia a una serie de procedimientos administrativos donde el poder está siempre en otra parte, configurando una era que Slavoj Zizek llamó “pospolítica”. Desde entonces, “democracia” ha quedado ideológicamente definida en nuestro país como lo opuesto de “dictadura”, y pragmáticamente reducida a votar cada cinco años en elecciones (la “fiesta de la democracia”) cada vez más concebidas y realizadas como campañas de mercadeo.


Así las cosas, reflexionar críticamente en torno a “la democracia uruguaya más allá del mito liberal” puede parecer un anacronismo.

Tanto más en plena era progresista de indudable avance en materia de derechos sociales.


Sin embargo, en momentos en que en todo el continente las empresas de comunicación de masas tienen cada vez mayor influencia fáctica en decisiones (y cambios) de gobiernos, y en nuestro país se perpetúa un oligopolio mediático.


Cuando la impunidad muestra sus ribetes más cínicos en las cómodas prisiones domiciliarias del puñado de militares torturadores procesados, contrastando con el hacinamiento infernal de los presos “comunes”.


Cuando se nos presenta a la inclusión financiera como un avance democrático y a la macroeconomía como una externidad inalcanzable para la política.

 En momentos en que los avances en legislación consagratoria de nuevos derechos se combinan con el avance de la sociedad de control hipervigilante, la política del miedo y la criminalización de la pobreza. En momentos en que la economía (la desigualdad, las clases, la propiedad) aparece como el gran ausente en la reflexión democrática.

En momentos como los actuales, entonces, vale la pena volver a impugnar, como Benedetti hace medio siglo, a nuestra “cascarodemocracia”. Mostrar sus sótanos inconfesables, sus impensados y sus impensables.

Es que preguntarse por la democracia tiene sentido siempre que se interrogue por los otros de la democracia.
Siempre que se convoque a los expulsados y a los convidados de piedra del “gobierno del pueblo”. Siempre que se enuncie (politice) a los impensados y a los impensables del discurso democrático, y se busque con ello la re-politizacion democratizante de la democracia.


 Se trata de relanzar el problema de la democracia como un problema de izquierda anticapitalista.

Sin omitir el registro estratégico del problema: ¿cómo orientar una acción política de izquierda transformadora (en, ante, desde, por fuera de) los escenarios y reglas de juego de la democracia liberal realmente existente?

Sobre estos temas convocamos a reflexionar al hemisferio de las izquierdas
 

HemisferioIzquierdo - postaporteñ@ 1629
- 2016-07-05 









      Debilidades de izquierda y ascensos neoconservadores


Explicaciones para el declive del progresismo


La llegada al poder de los neoconservadores se explica, en buena medida, por problemas propios de los progresismos y las izquierdas


 Esteban De Gori Julio 2016

revista Nueva Sociedad /nuso.org




El triunfo de Macri en las elecciones presidenciales argentinas del año 2015 produjo una onda expansiva sobre la región. Sin embargo, la política muestra que el de la irreversibilidad es solo un mito.

El «sí se puede», coreado por los adherentes de Cambiemos como por los propios candidatos, se convirtió en un impulso para erosionar las miradas continuistas y para desinstalar políticas públicas anteriores.


Y, pese a su voluntad, Macri se transformó en un referente regional para espacios neoconservadores lanzados a confrontar con los gobiernos progresistas. «Más Macri, menos Maduro», indicaban algunas pancartas de manifestantes brasileños meses atrás. La propia Lilian Tintori –esposa del dirigente opositor venezolano Leopoldo López– participó en el festejo electoral de Macri.


La regionalización de la victoria macrista permitió la resignificación de otros sucesos, como la derrota del chavismo en las elecciones legislativas, la de Evo Morales en su referéndum y el acceso de Temer a través de un impeachment contra Dilma Rousseff.

Pero lo que parece una «bola de nieve» no responde ni a un camino necesario ni a un «viento de cola» del neoconservadurismo regional, sino a dilemas o contrariedades generales que han atravesado a todos los gobiernos y, principalmente, a aquellos que buscaron ampliar los horizontes de bienestar. Tampoco debemos restar importancia a la acción política de los espacios neoconservadores que han logrado interpretar más eficazmente las transformaciones sociales, económicas y subjetivas de los últimos años que los propios progresismos desde el poder.

Recordando a Wright Mills, es dable afirmar que tuvieron una imaginación sociológica más potente al «calibrar» mejor al individuo en el conjunto de transformaciones que la posmodernidad y la globalización habían introducido. Aprovecharon el impacto fiscal sobre los gobiernos progresistas que trajo la reducción de los precios de los commodities y del petróleo, ciertas políticas públicas que erosionaron el apoyo ciudadano y, fundamentalmente, lo que denominaría una desestabilización del precario equilibrio entre el Estado y la globalización, así como entre el orden estatal y el individuo, que los mismos progresismos habían logrado antes de la crisis internacional.


En definitiva, los neoconservadores parecen haber construido una lectura más aguda sobre las transformaciones operadas en la subjetividad tras el ciclo posneoliberal.

Comprendieron –sobre todo, en su pugna por acceder al poder–el impacto de las transformaciones globales y posmodernas en las ciudades latinoamericanas, así como las crisis que estas provocaron en los gobiernos.

En términos generales, es posible indicar que los gobiernos progresistas hicieron, tomando el concepto de Daniel Bensaïd, una «apuesta melancólica» por la modernidad, por el Estado-nación, por sus memorias y sus relatos. Intentaron resolver la disminuida capacidad de sus Estados para establecer medidas económicas con cierta autonomía –frente a las corporaciones y al capital financiero global– y acrecentar políticas públicas que integren a individuos que en sus GPS imaginarios reconocían la derrota del comunismo y de los Estados de Bienestar.


La reactualización del soberanismo (nacional, popular y estatal) en el espacio progresista sudamericano se intentó expresar en políticas concretas: la apropiación de la renta por parte de los Estados para establecer una mayor distribución y el pago de las obligaciones con el Fondo Monetario Internacional, la ampliación del consumo como una suerte de «pasaporte» a la expansión de derechos sociales y civiles y la instalación de un vocabulario que ponía en el escenario la idea de pueblo, las memorias bienestaristas o revolucionarias. 

Las viejas derrotas políticas fueron transformadas en victorias discursivas para fundamentar un nuevo rumbo político.
Pero tal vez la máxima expresión de esta reactualización soberanista fue el intento de «romper» las rutinas y legitimidades de la estructura económica latinoamericana, fundamentada en una alianza policlasista.

Las clases medias, los sectores populares y una parte del empresariado construyeron y sostienen esa estructura y se socializan en ella.
El imaginario industrialista y neodesarrollista habitó las agendas económicas del progresismo latinoamericano, aún cuando la economía acabara en un proceso de reprimarización y transnacionalización.


Por tanto, las grandes promesas de reparación debieron ser administradas entre la tensión que suscitaba el neodesarrollismo y el peso de las rutinas históricas, siempre avalado por el mercado mundial. Nunca existió –y esta fue una interesante lectura interna del progresismo– un «margen» real de libertad o de posibilidad para salir de esta tensión en este contexto global.

Los gobiernos intentaron plantear una hoja de ruta moderna en un territorio posmoderno y establecieron así una disputa hacia el interior de los Estados, así como con otros gobiernos e instituciones internacionales.

El gran logro de estas ingenierías gubernamentales –dirigidas por Néstor Kirchner, «Lula» da Silva, Hugo Chávez, Evo Morales, Pepe Mujica y Rafael Correa–fue una suerte de equilibrio precario con la globalización. Incluso, este equilibrio tuvo cierta legitimación y apoyo en una «rentabilidad» para todos los actores sociales (empresarios, trabajadores formales e informales), y contribuyó a una suerte de pax romana y a un continuismo ganador.

Pero esto no se mantendría por mucho tiempo. 

El pacto saltaría por los aires no bien se hicieran presentes la crisis financiera de 2008 y la reducción del precio de los commodities y del petróleo.
Sin embargo, no existió un solo pacto.

 Al provisorio equilibrio entre Estado y globalización, le siguió otro entre el orden estatal y el individuo. Las izquierdas y los progresismos llevaron adelante una «operación durkheimiana». Intuyeron que de la crisis neoliberal podía salirse reestructurando dicho vínculo, tonificando el lazo entre el individuo y el Estado a partir de una propuesta gubernamental y económica en la que uno y el otro acrecentasen sus capacidades.

Que el Estado ganase en «soberanismo» frente al «mundo» y a su sociedad, y que el individuo ganase en capacidades de consumo y de acceso a lo público.

Pero la estatalidad latinoamericana no resistió el embate. La crisis de 2008 le recordó su histórica posición en el mercado internacional y lanzó a esos ciudadanos a exigir la realización de su propia posmodernidad e individuación.

 El consumo –disparado por los propios gobiernos progresistas– se volvió un derecho civil, una forma de presentarse en la ciudad (gusto, estatus y distinción) y de mostrar sus distancias y semejanzas con otras clases.

A su vez, el consumo reactualizó la potente cultura política liberal de nuestra región. El «individuo» consumió la política progresista –como modelo societal que le ofrecía la clase política y como practica erosiva– con la misma virulencia que lo hicieron las presiones corporativas.

La crisis descolocó al Estado y a los individuos. Los puso en un nuevo lugar y los gobiernos progresistas no supieron qué hacer ante este suceso. La respuesta moral los atravesó. Los nuevos reclamos y la sustracción de adhesión política fue interpretada, en diversas ocasiones, de manera reactiva.

«Egoístas», «desconsiderados», «llegaron a clase media y se volvieron conservadores»; estas fueron algunas de las expresiones empleadas, en las que no faltó la declaración de «traidores».

Caídas las garantías iniciales, el individuo se rebeló (reveló) en su propia condición posmoderna. Sin barreras. Y como «emprendedor de sí mismo» –como advierte Wendy Brown–, arremetió contra el Estado, contra la política y contra lo público. Mientras dominaban la explicación moral y la búsqueda de los culpables internos, los espacios neoconservadores «tocaban timbre».


Iban en búsqueda del individuo y de su potente eticidad: cálculo económico y más vida.


Más allá de las particularidades económicas y políticas de los diversos gobiernos progresistas y de izquierda, se han puesto sobre el escenario regional dos cuestiones significativas. Por un lado, se registra la disolución de una imaginación de ascenso social continuo.

El «evolucionismo» progresista está en crisis. No pudo erigir horizontes de expectativas más allá de las configuraciones y promesas que dispone el mercado.


Puede resignificarse el progresismo como aspiración o destino, pero en estos momentos ha sido expulsado de la «zona de confort» que mantenía en Sudamérica.

Por otra parte, la oposición neoconservadora es avalada por amplios sectores de estas sociedades. Esta situación no se explica tan solo por los equilibrios rotos entre Estado/globalización y Estado/individuo, ni por políticas que han suscitado la rebelión de lo privado sobre lo universal, sino por un proceso que no es menor y que, en diversas oportunidades, ha sido y es banalizado por el análisis político: la distancia comprensiva que se establece entre los gobiernos y la vida cotidiana.

La idea repetida hasta el hartazgo de que los políticos «no escuchan» o «no dialogan», que regularmente es asociada por los neoconservadores con una disfuncionalidad de la ingeniería republicana, es la marca de esa distancia.

Una distancia que asedia a presidentes progresistas y que puede transformarse en ruptura (como lo observamos en Argentina). 

Hay algo de admiración y extrañeza (desconfianza) cuando piensan las vidas ciudadanas.

El individuo –pese a los avances– sigue siendo uno de los grandes problemas del progresismo cuando este quiere pensar la Realpolitik. «Bajar» a la vida cotidiana y «poner la oreja» en sus demandas no ha sido una tarea sencilla. Estos gobiernos encontraron una subjetividad ciudadana «reinventada» por ellos, pero también por la potencia de lo global que los interpela.


La mirada estatalista, que tanto han puesto en práctica los dirigentes, observa a la sociedad como un ente fácilmente decodificable. Por eso traduce todo en política pública, como si eso constituyese la totalidad de la acción. Así, deja de lado la multiplicación de intereses colectivos e individuales que sortean la capacidad de representación estatal. 
El Estado no puede ser un actor atrapalotodo cuando se trata de intereses. Muchos de estos se escapan de sus miradas.

Pero, cuando aparecen o impactan en la opinión pública, las respuestas gubernamentales giran en torno de posiciones moralistas o «hiperideologicistas», como si ambas construir un lazo político, clausurar las distancias o establecer adhesiones sólidas.

Para decirlo rápidamente, la estrategia del neoconservadurismo frente a los gobiernos progresistas de la región se fundamenta en la vuelta al individuo.
Explorar qué dimensiones se encuentran en esa subjetividad y qué materiales de ella le permiten formular una propuesta de poder que articule a empresarios, sectores medios y bajos. En la lógica del consumo existen dimensiones como la distinción y la individuación in extremis que pueden ser interpeladas por una propuesta que quiere sacarse de encima «el exceso de colectivismo y de derroche de ingresos realizado por el populismo».


Mientras tanto, los oficialismos todavía en pie buscan respuestas en una caja de herramientas que está en crisis. Algunos tienen mayores posibilidades de «recalibrar» –lo vemos en el gobierno de Rafael Correa–mientras otros todavía lidian o se autobloquean en la apelación a principios fundacionales o recetas que no poseen el músculo estatal ni social para sostenerlas.

En Argentina y Brasil se han puesto en marcha procesos neoconservadores. Pese a sus particularidades, ambos casos muestran que los gobiernos precedentes no dejaron un escenario de actores con capacidad de defender las viejas conquistas. 

Los progresismos y las izquierdas tuvieron algo de gobiernos clintonianos. Hicieron un fetichismo de la economía.

Consideraron que la política pública podía cubrir el amplio espectro de la adhesión electoral y soslayaron los dilemas subjetivos y políticos que se expresaron con una fuerza inusitada desde el año 2008. «Economizaron» la política y descuidaron la reconfiguración del lazo político y el problema de la obediencia.
Paradójicamente, el neoconservadurismo busca recrear –como actor opositor– un imaginario político en torno a los problemas que la globalización colocó en las economías de los gobiernos progresistas. 


Busca volver a lo real, al mundo.

Ajustar cuentas con la «fantasía» de la igualdad y de la movilización continua, sacar fuerzas de la distinción, de la asimetría entre grupos sociales y de los beneficios de articularse con las fuerzas ganadoras de la globalización
 


- postaporteñ@ 1629 - 2016-07-05 



      

LOS PALOTINOS ASESINADOS POR LA DICTADURA


SE cumplieron  40 años  de la MASACRE DE SAN PATRICIO

Los sacerdotes Alfredo Leaden, Alfredo José Kelly y Pedro Eduardo Dufau, y los seminaristas Salvador Barbeito Doval y José Emilio Barletti fueron víctimas de un grupo de tareas el 4 de julio de 1976. 
La causa judicial, la posición de la Iglesia Católica y el proceso de canonización

Alejandra Dandan- Pagina |12 - 4/7/16 (extractos)

Se cumplen 40 años de la masacre de los sacerdotes Alfredo Leaden, Alfredo José Kelly y Pedro Eduardo Dufau y los seminaristas Salvador Barbeito Doval y José Emilio Barletti de la comunidad de los Palotinos de la parroquia San Patricio, en el barrio de Belgrano. La comunidad preparó durante meses un homenaje que ayer incluyó, por primera vez, un mensaje político hacia el interior de la iglesia, con la salida al espacio público de una “caminata” cuyo punto de origen fue el espacio Patrick Rice de la ex Escuela de Mecánica de la Armada.
El llamado “Camino de los mártires”, con un recorrido de cinco “estaciones” en distintas parroquias que evocó a cada uno de los asesinados, concluyó en la sede de Estomba y Echeverría y fue a la vez la búsqueda –de parte de las comunidades de base– de un emparentamiento explícito de los curas asesinados con los 30 mil desaparecidos.


El homenaje central se hará hoy, durante una misa convocada a las 20, que estará encabezada por el arzobispo porteño, cardenal Mario Aurelio Poli. Ese escenario también será un espacio de mensajes subterráneos. Los palotinos esperan numerosa presencia de obispos.
Entienden que esa presencia, en el contexto del papado de Francisco, puede ser un gesto que convenza al aún poco convencido arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires de impulsar una consulta todavía pendiente para la declaración de los cinco palotinos como mártires.

En el año 2001, el entonces arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio hizo un reconocimiento a los cinco religiosos e impulsó la creación de un tribunal y la apertura de la causa canónica.
De acuerdo a las leyes católicas, ese proceso tiene dos vías: la constatación de la existencia de milagros o la designación de los muertos como mártires.


En 2009 y 2011, Bergoglio buscó consensos entre los obispos argentinos para la declaración del martirio. Pero ninguna de las consultas prosperó. Hubo obispos que no se manifestaron favorables a la causa y Bergoglio decidió esperar mejores vientos, según una fuente de los Palotinos.


Desde que Poli asumió no volvió a hacer esa consulta. Es en ese contexto en el que también deben leerse la espera de los obispos y el escenario de esta noche.


Otro de los datos que los organizadores señalan en clave política es la decisión de esta primera salida a la calle.

Hasta ahora los actos se realizaron puertas adentro, cada 4 de julio, y sólo a modo de recordación.
El destinatario de la caminata de ayer no es sólo el cardenal Poli, sino la propia comunidad del barrio de Belgrano.
A esa comunidad que llegó a dejar balas entre las ofrendas de las misas antes de la masacre, el padre Kelly le dedicó un recordado sermón cuando exhortaba a los fieles a no comprar bienes de los desaparecidos y dijo que quienes medraban con esa persecución “dejan de ser para mí ovejas para transformarse en cucarachas”.

Leonardo Orlando es un joven de la comunidad. “Me crié y me formé en San Patricio”, dice. “Lo que me parece importante de todo esto es sacarlos a la calle.

Que los Palotinos no sean algo que todos los 4 de julio, cuando lo conmemoramos, abrimos una cajita y los mostramos a los que vienen a la misa, y después los volvemos a guardar, sino sacarlos a la calle. Que la sociedad toda conozca su historia, que fue la de un proyecto de comunidad.”


Ese tránsito por la calle, al que los integrantes de la comunidad no llaman “marcha” sino “caminata”, es también entendido por ellos en clave de filiación con las víctimas de la dictadura. “El asesinato fue un mensaje a la Iglesia en general y a la comunidad, quisieron desarticular cualquier tipo de comunidad, también las que estaban viviendo el Evangelio como en este caso y peleando contra las injusticias. Lo que nosotros queremos decir es que ellos son parte de los 30 mil”.
Carlos Loza no es de la comunidad.

Es sobreviviente de la ESMA, parte del colectivo de Justicia Ya! Y uno de los impulsores de la reactivación de la causa judicial que aún no tienen ningún dato sobre los autores de la masacre.


“Esta ceremonia tiene una importancia política superlativa”, dice. “Porque por primera vez públicamente se va a reivindicar a estos sacerdotes y seminaristas, cosa que la comunidad se negó por siempre a hacer.


Nunca quiso colaborar, nunca aportó nada. Es una comunidad que apoyaba el golpe de Estado, que denunciaba, que tenía personas activas que juntaban firmas para desplazar a los religiosos y a Kelly, que en sus últimos escritos está denunciando amenazas. Todo esto nunca fue reivindicado. Hoy es importante que ese compromiso se reivindique y no quede oculto.”


La masacre se produjo en la madrugada del 4 de julio de 1976.
Los vecinos vieron un Peugeot negro estacionado con cuatro hombres y un patrullero que se detuvo y luego se alejó. Rolando Savino, el organista que encontró los cuerpos, contó lo que vio aquel día: “Cuando llego al primer piso veo una escena rara, era todo un desorden. Toda la casa tirada por el pasillo.


Había colchones, papeles. La puerta escrita con la leyenda que decía: por los camaradas dinamitados en Coordinación. Insultos.
Y yo no salía de mi asombro hasta que llego y veo la habitación, los cuerpos. Yo pensé que estaba soñando. 

Me tomó casi diez minutos cerciorarme que no era un sueño, una pesadilla. Atino a bajar despacio las escaleras. Salgo y toda la gente me pregunta qué pasó”.

Los pasos pendientes


El caso tiene dos caminos abiertos. Uno en el terreno de la Iglesia, que está dado por la apertura del proceso de canonización. La postulación fue hecha por el responsable de la Orden padre Juan Sebastián Velasco y el laico Francisco Chirichela.
 El otro camino está abierto en la Justicia penal argentina desde la dictadura.
Esa causa estuvo originalmente a cargo del juez Guillermo Federico Rivarola que “cumplió con la mayoría de los requisitos formales de la investigación, aunque resulta ostensible que una serie de elementos decisivos para la elucidación del asesinato no fueron tomados en cuenta”, describió el periodista Eduardo Kimel en su libro La masacre de San Patricio.


En 2013, el juzgado de Sergio Torres a cargo de la causa ESMA retomó la investigación al tener en cuenta el testimonio de dos sobrevivientes que escucharon al marino Antonio Pernías jactarse de haber participado en el operativo de San Patricio.


En 2006, Torres procesó a 17 integrantes del Grupo de Tareas 3.3.2 de la ESMA, pero la Cámara Federal porteña consideró que no estaba probado que los autores hayan partido de la ESMA. Torres desistió su competencia, pero la Cámara volvió a darle la causa en carácter transitorio.


La semana pasada, el juzgado envió a Roma un exhorto vía Cancillería para pedir la desclasificación de archivos del Vaticano en busca de la identidad de dos supuestos excomulgados de la comunidad de San Patricio como autores de la masacre.

Los Palotinos nunca se presentaron en la causa penal. 
Este es un dato importante dado que habla del silencio público de la jerarquía de la Iglesia católica ante la masacre y la posición de complicidad con la dictadura.

Y el debate interno que esta masacre generó y aún genera, al interior de la orden.


Los Palotinos anunciaron en la conferencia de prensa de la semana pasada que finalmente se presentarán como querellantes en la causa. Para hacerlo necesitaban el acuerdo por unanimidad de todas las congregaciones.

Según explica una de las fuentes, ese acuerdo recién se obtuvo en la reunión anual de 2015.


Desde entonces, abogados del colectivo Justicia Ya! trabajaron en un borrador para la presentación que se concretará en los próximos días.

El avance de la causa por el asesinato de Enrique Angelelli en La Rioja, pero sobre todo la posición que en ese caso asumió el obispado de la provincia son dos antecedentes que habilitaron internamente la posición que ahora asume la Orden de los Palotinos también en el escenario penal.
En 2010, el obispado de La Rioja se presentó como querellante ante la Justicia y fue uno de los principales impulsores de la causa que culminó con la sentencia del juicio oral de 2014 y la condena a prisión perpetua del vicecomodoro Luis Fernando Estrella, jefe de Escuadrón de Tropas en la Base Aérea y segundo jefe de la ciudad de Chamical. Y de Luciano Benjamín Menéndez. La sentencia fue confirmada este año por la Cámara de Casación Penal.


En marzo de este año, en el contexto de los 40 años del golpe y cuando Estados Unidos anunció una nueva desclasificación de documentos de la dictadura, el Vaticano anunció la desclasificación de sus propios archivos.

El secretario general de la Conferencia Episcopal Argentina, Carlos Malfa, informó sobre la decisión luego de un encuentro con el Papa. Dijo que el “el ordenamiento” de la documentación archivada “llevará su tiempo” porque algunas “estaban más ordenadas y otras necesitan más atención”. 



andrea la turca
 postaporteñ@ 1629 - 2016-07-05 




POLÍTICA DE HIDROCARBUROS      

 

COMISIÓN DEL PARLAMENTO RECIBE A URUGUAY LIBRE Y ORGANIZACIONES CONTRA EL FRACKING


Comunicado de prensa

 
Mañana miércoles 6 de julio a las 11 horas presentaremos a la Comisión de Industria Energía y Minería de Diputados, junto con representantes de organizaciones sociales del interior del país, nuestra postura en apoyo a la prohibición por ley del uso del FRACKING.

A  las 12 recibiremos a la prensa para exponer sobre lo planteado a la comisión en el subsuelo del Anexo del Palacio Legislativo.


Movimiento Uruguay Libre


Paysandú Nuestro


Paysandú Libre de Fracking


 

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