Número 459 | 23 DE NOVIEMBRE
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Caso Chiquito Perrini
El escrito, Pruebas y pedidos
“Vengo a presentar denuncia”
EL ECO expone textualmente lo que Pepe Perrini, junto al doctor Oscar López Goldaracena, presentaron ante la Justicia. Son los primeros capítulos de la denuncia presentada ante la sede judicial. Dice así:
“Nino Piero PERRINI SANTAMARÍA, C.I. 3.575.837-3, domiciliado en Sarandí 513, Carmelo, Colonia, tel. 45425909, constituyendo domicilio en MISIONES 1321 Of. 002 a la Sra. Juez DIGO:
Que vengo a formular denuncia contra los involucrados que a cualquier título, tengan responsabilidad por acción u omisión, ya sea en calidad de autores mediatos o de coautores, en el CRIMEN DE LESA HUMANIDAD del HOMICIDIO POLÍTICO bajo TORTURAS de mi padre ALDO PERRINI GUALA, todo en mérito a las consideraciones y fundamentos que se expondrán.
A.- Sobre la competencia de la Sede y Fiscalía
Que se tendrá presente que esta denuncia se presenta ante el Juzgado Letrado de Primera Instancia en lo Penal de 7º Turno correspondiendo la Fiscalía Letrada en lo Penal de 5º Turno, en virtud de su conexión con los hechos que se investigan en la causa antecedente ante dicho Juzgado Exp. IUE 2-21986/2006 y especialmente porque en dicha causa recayó sentencia de la Suprema Corte de Justicia Nº 1525 del 29 de octubre de 2010 por la cual se declara inconstitucional la ley de caducidad relacionada con la muerte de la víctima que se denuncia en el presente, ALDO PERRINI GUALA.
I.- MUERTE POR TORTURAS DE ALDO PERRINI
1.- Aldo Perrini Guala, C.I. 22.377 (Colonia), Credencial Cívica NHB 11.484, nació en Carmelo y al momento en que ocurrieron los hechos que se narrarán y su homicidio, en 1974, tenía 34 años de edad. Se adjunta foto numerada A
Por entonces vivía en Carmelo, calle Sarandí 513, trabajaba como comerciante en el ramo de venta de helados (Heladería Perrini, ubicada en el centro de Carmelo) y era el sostén de una familia con tres hijos menores. Estaba casado con Amada Susana Santamaría Galeano desde hacía 9 años (contrajeron matrimonio el 25 de mayo de 1965) y tenía tres hijos Aldo, Dino y Piero (el denunciante), de 5, 6 y 1 año de edad, respectivamente (adjunto testimonios de partida de nacimiento de la víctima, copia de cédula de identidad, copia de credencial cívica, copia de libreta de matrimonio y testimonios de partidas de nacimiento de sus hijos, todo numerado numerados 1 a 5).
En su actividad política destaca haber sido frenteamplista, sin militancia política activa.
2.- Luego del golpe de estado, en el año 1974, en la ciudad de Carmelo, hubo una especial represalia de la dictadura contra opositores a la misma, especialmente contra jóvenes de ideología política de izquierda que se les sabía identificados con el Frente Amplio.
Tenga especialmente presente la Sede y la Fiscalía que tanto el Frente Amplio como los sectores que lo integraban (que luego fueron ilegalizados por la dictadura) habían participado en las elecciones nacionales y departamentales de 1971 y, tratándose Carmelo de una ciudad "chica" donde "todos se conocían", luego del golpe de estado sus simpatizantes quedaron "expuestos" a la persecución política.
3.- Aldo "Chiquito" Perrini fue detenido de su domicilio en Carmelo, donde ingresó personal militar y lo retiró esposado, el 26 de febrero de 1974. Fue trasladado con otras personas detenidas al Batallón de Infantería Nº 4 de Colonia, con frente a la avenida Baltasar Brum.
Entre las personas que también fueron detenidas junto con Perrini o en igual contexto represivo, pueden identificarse a Jorge Raúl Ferrari Silva, José Antonio Valente, Román Chipolini, Carlos Pereira Bozzino, Margarita Castillos Luzardo, Ruth Castillos Luzardo, Daniel Gastón Conde, Abraham Alfredo Bermúdez Buela, Graciela Castillo Sallé, Roberto Melo Rodríguez y Ana Telma Delpratti (entre otros que se aportarán llegado el caso), todos los cuales serán llamados a declarar como testigos.
4.- Todos los detenidos fueron encapuchados, esposados y brutalmente torturados mediante la práctica sistemática de la época: picana eléctrica, submarino mojado en tacho; potro o caballete; plantones y amenaza sicológica permanente cuando sentían los gritos y el pedido de clemencia de las compañeras para que no fueran llevadas nuevamente a salas de tortura o de que no fueran violadas.
Narran los sobrevivientes que los torturadores se ensañaron particularmente con ALDO "Chiquito" PERRINI, hasta que cayó muerto por la tortura.
Especialmente señalan –y lo corroborarán a la Sede – que los torturadores se habrían ensañado particularmente con dos personas: Aldo Perrini (el Chiquito) y Pacheco Oroná. El mencionado Pacheco Oroná era un contrabandista de botellas de ginebra y los militares lo habrían confundido con otra persona del mismo apellido que, en su versión, habría ayudado a escapar a la Argentina a perseguidos políticos, desde Carmelo, por el río.
5.- Si bien todos los detenidos estaban encapuchados y esposados, pueden reconocer que Aldo Perrini estaba siendo torturado porque sentían sus gritos. Perrini era dueño de la heladería más popular de Carmelo y entonces, para identificarse, gritaba "¡Helados, helados!". Los testigos narran que estaba totalmente quebrado, golpeado y seguían torturándolo. Asimismo señalan que "un día no lo escucharon más".
Algunos sobrevivientes lo ubican tirado en el suelo a raíz de los golpes recibidos en la tortura, quejándose de un dolor agudo en la zona ventral y gritando sobre "la venta de helados", para que de esa manera los compañeros lo identificaran.
6.- Cuando se produjo la muerte de Perrini por torturas, el Cuartel del Ejército de Colonia del Sacramento estaba a cargo en su mando, del Comandante Boscan Hontou.
Según trascendidos de la época, se comentó que a Perrini lo habrían matado de noche y que en dicho momento la unidad militar estaba a cargo del coronel Boscan Hontou quien, cuando se produjo el hecho, estaba en un domicilio particular, compartiendo un asado con un grupo de civiles. Lo habría ido a buscar un soldado que pidió hablar con Hontou, con quien se reunió en un aparte. Al cabo de unos minutos el Coronel Hontou habría regresado al Salón y dicho: "Voy a tener que retirarme, se armó problema allá (en el cuartel)". Se comenta que habrían llevado el cuerpo de PERRINI a Montevideo, al Hospital Militar, pero luego lo tuvieron que regresar a Carmelo porque en Montevideo no quisieron hacerse cargo. (Ver ejemplar del Diario La República, domingo 16 de julio de 2000, "El caso Aldo Perrini Guala conmocionó a Colonia", se adjunta copia obtenida de internet numerado 8; en
http://www.larepublica.com.uy/politica/16557-el-caso-aldo-perrini-guala-conmociono-a-colonia.
7.- En su afán por ocultar la causa del fallecimiento, el médico militar Dr. Solano habría firmado un certificado por el cual PERRINI habría ingresado herido al Batallón y que habría sido derivado al Hospital Militar de Montevideo, a fin de presentar su muerte como acaecida en la sala de operaciones. En el Hospital se habrían negado a darle entrada al cadáver y el médico habría renunciado en "Muertes en Prisiones Uruguayas", Serpaj, noviembre de 1984. en
http://www.scribd.com/doc/28615170/Muertes-en-las-prisiones-uruguayas.
Los represores pretendieron justificar su muerte diciendo que "por culpa del cigarrillo", Perrini había sufrido una afección cardiaca, pero sucede que Aldo Perrini nunca fumó. El 4 de marzo de 1974, los militares devolvieron el cadáver a su familia. El velatorio y su sepelio fueron multitudinarios (el cajón, cuando se cerró, estaba lleno de tarjetas de condolencias), en señal de lo querido que era Perrini, en repudio a su homicidio y a la dictadura militar.
Tanto el velorio como el sepelio transcurrieron bajo fuerte vigilancia militar en actitud intimidatoria. El hecho fue una verdadera conmoción para la ciudad de Carmelo.
8.- La partida de defunción de la víctima que se adjunta numerada B da cuenta que el fallecimiento habría ocurrido 4 de marzo de 1974 en el Hospital Militar (8 de octubre 3020) como consecuencia de “edema agudo de pulmón” basándose en un certificado del Dr. José Cambón.
Estando a la información recabada de testigos su muerte habría ocurrido en el Batallón y no el Hospital Militar. El hecho de que se haya estampado como causa “edema agudo de pulmón” estaría indicando que podría haber sido asesinado con la práctica del “submarino”. Será parte de la indagatoria
Es de destacar el involucramiento de médicos militares en la tortura (Comisión de Ética Médica del Colegio de Abogados del Uruguay y del Sindicato Médico del Uruguay), siendo común la práctica de médicos militares supervisando la tortura. Hay testigos que señalan que, en el caso del cuartel de Colonia, existieron dos médicos militares de Colonia supervisando la tortura y un testigo afirma que “cuando estaba en enfermería porque por la tortura le habían fracturado tres costillas, dicen que lo fajaron y que luego el médico –a quien puede identificar- dijo "ya pueden seguir".
9.- El caso de homicidio político de ALDO PERRINI fue denunciado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA (caso 2524).
La respuesta oficial del gobierno uruguayo de la época a los requerimientos del organismo internacional admite que se practicó autopsia y que la causa de la muerte sería "Edema agudo de pulmón y Stress."
10 La muerte de ALDO PERRINI GUALA fue un homicidio político por torturas que, como se verá, califica de crimen de lesa humanidad y deberá ser indagada y determinadas las responsabilidades penales de sus autores, coautores y cómplices
Asesinato de Chiquito Perrini
¡POR FIN! a la Justicia
El jueves pasado 11/11 Piero PEPE Perrini y el abogado Oscar López Goldaracena presentaron en el Juzgado de 7mo. Turno de Montevideo la denuncia penal para conocer cómo y quiénes asesinaron a Aldo Chiquito Perrini en el año 1974. El escrito señala tanto la búsqueda de los responsables como investigar el Cuartel Nº 4 de Infantería de Colonia.
A partir del jueves pasado se comenzó a develar el homicidio de Aldo Chiquito Perrini; en la ciudad de Carmelo existía un manto de impunidad y de rabia contenida ante aquel asesinato atroz perpetrado en el lejano 4 de marzo de 1974, cuando en el Cuartel de Colonia Chiquito dejó de vivir bajo los tormentos de los militares. Este jueves 11 de noviembre, histórico para la democracia y para la justicia en nuestro departamento de Colonia, junto al doctor Oscar López Goldaracena, Perrini presentaba la denuncia para saber “lo qué paso, cómo mataron a mi padre, y por eso comencé a andar”. Y lo primero que hizo fue hablar con su mamá, y ella le dijo lo siguiente: “Si vos querés hacélo Pepe, estás en todo tu derecho de saber cómo murió tu papá”. en todas las charlas que EL ECO mantuvo con Pepe en este proceso, se llenaban los ojos de lágrimas porque sentía en lo más profundo la valentía y el sufrimiento de su mamá. “Yo quiero saber, quiero saber, pero también tengo que cuidarla, por eso hicimos todo despacio”, dijo Pepe Perrini
Mucha agua ha pasado bajo el puente. En aquellos días en que los militares secuestraron de su domicilio a Aldo Perrini en la ciudad de Carmelo hubo arrases y detenciones como en pocas ciudades del interior. Aquí los soplones locales hicieron muy bien el trabajo, y personas como Chiquito que sólo era “adherente al Frente Amplio, sin militancia activa”, como dice la denuncia, terminaron en los cuarteles, sometidos a torturas y también encontraron la muerte.
El Caso Chiquito Perrini era un misterio a develar, estaba ahí, con más o menos detalles pero faltaba la denuncia oficial. Años atrás EL ECO tuvo encuentros con la familia, intensos, pero respetó el deseo de mantener el silencio y dejar que la historia continuara, con un velo que impedía la luz, sabiendo que el momento llegaría y el momento llegó. De la mano de Nino Piero Perrini Santamaría, Pepe para todos, que comenzó a desandar un camino doloroso, de testigos y documentos, de tener que enfrentar y ver con ojos de hijo y ojos de querellante, la violencia y el sadismo militar de la dictadura.
Supo de golpes al “heladero”, de ensañarse con su padre, de que la muerte de su papá detuvo en parte el sadismo, de médicos que certificaron “muerte por edema pulmonar”, de la ironía y conoció más que nunca el sufrimiento de su propia familia.
Con Pepe Perrini
Pepe Perrini recuerda que él supo de la verdad de cómo había fallecido su papá cuando tenía 11 años. Con ese dolor atravesó su adolescencia y su juventud. Hasta que llegó el momento de enfrentar y conocer la verdad. Y aquí fue muy enfático: “Esto es un hijo que está buscando justicia, que no haya más impunidad, y queremos que se conozca la historia”.
También Perrini indicó a EL ECO que ha tenido todo el apoyo de todas las personas que ha convocado y conversado sobre el esclarecimiento de la muerte de Chiquito. “Te diría que el cien por cien, todos me han dado su apoyo, me han dicho ‘estamos con vos Pepe’”. Y preguntado por qué recibió esta solidaridad, señaló porque “muchos pasaron lo mismo que mi padre, pero ellos por suerte pudieron contarla, y también porque quiero que paguen los que mataron a mi padre”. Con dolor atravesó su adolescencia y su juventud. Hasta que llegó el momento de enfrentar y conocer la verdad. Y aquí fue muy enfático: “Esto es un hijo que está buscando justicia, que no haya más impunidad, y queremos que se conozca la historia”.
A continuación en el escrito presentado el jueves pasado en la sede judicial de 7mo. Turno de lo Penal de Montevideo, que fue elaborado por el doctor Oscar López Goldaracena, existe un capítulo denominado Prueba, donde expone todas las apariciones y denuncias públicas que tuvo el caso de Chiquito Perrini. Textualmente dice así:
“51.- Prueba documental. La que se glosa al presente según se relaciona en el cuerpo de esta denuncia, especialmente: foto, testimonios de partidas, copia de libreta de matrimonio y demás según se relaciona y enumera en el cuerpo de esta denuncia. Sin perjuicio y además:
a) Recorte de prensa del Diario La Hora, de marzo de 1985, con foto de la víctima: “A 11 años del asesinato de Aldo –Chiquito- Perrini. (numerado 9).
b) Copia de recorte de prensa con foto de la víctima, “Recordatorio; (numerado 10).
c) Boletín del Frente Amplio de Carmelo, Año 1, Nº 3, del 31 de agosto de 1985, cuya contratapa refiere a la víctima (numerado 11).
d) Copia página del Diario El País del 6 de octubre de 2006 "Período con 28 muertos" (numerado 12).
e) Nota del Diario El Eco, del sábado 21 de agosto de 2010, narrando el testimonio de Graciella Castillo Salle en el artículo “Forjando la Memoria: El Bote”, donde cuenta haberse topado con el ataúd que contenía el cadáver de la víctima (numerado 13).
f) Nota recordatorio de la muerte de la víctima, con foto, a un año de su asesinato, muestra del cariño que le profesaba la sociedad de Carmelo, en diario “El Municipio”, febrero 1975, página 3 (numerado 14).
g) Nota publicada en el diario “El Municipio”, marzo de 1986, titulada “CHIQUITO PERRINI. Siempre la Vida más alta que la muerte” reproduciendo mensaje leído por el Frente Amplio en Plaza Independencia de Carmelo, solicitando que el nombre de la calle Roosevelt se denomine “Aldo Perrini” (numerado 15).
h) Nota publicada en el diario “El Municipio”, marzo de 1988, recordando en el 14 aniversario de la muerte de la víctima, la represión de la dictadura en Carmelo y el asesinato bajo tortura de Perrini (numerado 16)
52.- Prueba por oficios / informes. Se libre oficio a las siguientes dependencias y organismos para que remitan la información que se solicita:
a) A la Suprema Corte de Justicia para que remita actuaciones de la época referidas a la muerte de la víctima que se substanciaron ante Juzgado Letrado de Instrucción de 5º Turno u otras si las hubiere.
b) Al Ministerio de Relaciones Exteriores - Archivo Administrativo y Diplomático y dependencias relacionadas a efectos que remitan toda la información sobre las denuncias internacionales relacionadas con las torturas y muerte de la víctima a nivel de OEA y de NNUU (caso 2524 Comisión Interamericana de Derechos Humanos).
c) Al Ministerio de Defensa Nacional, 8 de Octubre 2628, para que informe:
• acerca de: lista de los mandos militares vigentes entre junio de 1973 y marzo de 1974, especialmente en relación con Batallón de Infantería Nº 4 de Colonia y dependencias militares de Carmelo (sin perjuicio de que se disponga una mayor extensión del período) e informe sobre el último domicilio que figure en sus registros, muy especialmente y en detalle, informe sobre todo el personal militar que en los meses de febrero y marzo de 1974 estuvo afectado, de cualquier manera al Batallón de Infantería Nº 4 de Colonia y dependencias militares de Carmelo, quienes serán citadas a declarar, remitiendo copia de sus legajos personales funcionales.
• Remita toda la información que obre en archivos, de cualquiera de las dependencias, relacionada con la víctima Aldo Perrini Guala. Especialmente legajos, informes de inteligencia y actas de la Junta de Oficiales Generales respecto de las acciones militares de las FFAA en el Departamento de Colonia, especialmente en Colonia y Carmelo e informes y actas del Batallón de Infantería Nº 4 de Colonia y dependencias militares de Carmelo en los meses de febrero y marzo de 1974.
Mújica: El caso Perrini “es de la Justicia”
“Le corresponde a la Justicia” proceder en el caso del asesinato de Aldo Chiquito Perrini, ocurrido durante la dictadura en una sesión de tortura, en el Batallón de Infantería Nº 4 de Colonia del Sacramento. Así lo dijo el presidente José Mujica a EL ECO el jueves pasado cuando estuvo en el departamento de Soriano, en la inauguración de una planta industrial cercana a Nueva Palmira.
Al citarle EL ECO que el caso Perrini fue presentado esta semana por el abogado Oscar López Goldaracena a la Justicia, el presidente de la República, José Mujica, reafirmó: “con más razón le corresponde a la Justicia”. Y agregó: “En el mundo hubo revolución hace mucho tiempo que dejó a los tres poderes separados y yo no quiero que quede la impresión que me entrometo en algo que le corresponde a la Justicia”
. en base a lo Publicado en El Eco por Daniel Roselli 15 de Noviembre de 2010
DEDICADO A “CHIQUITO” PERRINI,
DETENIDO EN CARMELO EN 1974,
TRASLADADO AL CUARTEL DE COLONIA,
DONDE FUE TORTURADO HASTA LA MUERTE.
(este relato ya había sido publicado en posta, pero nos parece imprescindible reiterarlo en estos días)
Forjando la Memoria: “EL BOTE”
Aquella tarde me tocó ir entre las primeras. A las mujeres nos llevaban a bañar a la enfermería, que quedaba bastante lejos del barrancón, donde nos habían trasladado, pasado poco más del primer mes. Nos separarían dos cuadras o tal vez tres, no puedo establecerlo con precisión, cualquier distancia resultaba fatigosa, para alguien que pasaba todo el día en custodiada inmovilidad.
A esta altura, por lo menos para los que estábamos en el barracón, el baño era un acontecimiento, si no diario, frecuente y ya incorporado a la rutina de aquellos días, que empezaron siendo de pesadilla, de caos, siguieron interminables, y ahora eran sencillamente de espera.
Es curioso, pero así, sentado de cara a la pared, los ojos vendados, incomunicado, uno espera, más que algo trascendental, algo nimio, pequeño, apenas capaz de posibilitar un cambio de posición, la comida, la ronda del enfermero, el baño.
El baño era obligatorio y contra-reloj.
-Rápido, ¡tenés diez minutos y van nueve!
Nunca llegué a ubicarme con cierta satisfactoria exactitud en aquel inmenso cuartel de Colonia; a mi naturalmente escaso sentido de la orientación se sumaba la ceguera de la venda. Sin embargo, la enfermería me resultaba inconfundible. Allí había pasado el primer mes, y evidentemente algún misterioso mecanismo de conservación hacía que la reconociera. El baño estaba pegado al consultorio del médico. En frente a la puerta de entrada estaba la bañera, a la izquierda, un retrete, y contra la pared del medio, una pileta. Una vez adentro, sin la venda, las manos sueltas se deshacían con rapidez de la ropa, la camisa colgaba del picaporte, tapando el ojo de la cerradura, una toalla se extendía a modo de cortina, colgada de un alambre que –pasando por delante de la bañera- atravesaba la pieza.
Algunos soldados, no todos –es justo recordarlo- matizaban la guardia con incursiones al baño de las “pichis”. Nos afanábamos en defender una privacidad que ya no existía.
Un preso es un invadido, deciden por él el momento de ir al baño, le eligen la ropa que puede usar, leen y censuran sus propias cartas, lo desnudan, lo golpean y tratando de penetrar en sus secretos más queridos, le rompen el alma.
Bordeando o atravesando el casino de tropa, se llega, siempre demasiado pronto, a la sala de tortura. Se puede reconstruir el camino que lleva hasta allí, pero nunca el de regreso, no recuerdo haber vuelto una sola vez, sobre mis pies.
Han dejado de trompearme la cara, el tibio sabor de la sangre que me llega hasta la boca, es lo único familiarmente humano en aquella atormentada oscuridad. Desnuda, las manos atadas en la espalda, miro con los ojos vendados hacia la voz que me interroga, sonora, inconfundible, correcta dicción de un oficial.
Una patada me sorprende de atrás, levantándome hasta hacerme caer, pero ya me levantan para atarme –ahora sí hasta inmovilizarme totalmente- a un tablón; trampolín de la muerte, el tablón me sumerge en el horror del submarino, me inundo, me ahogo, pero la muerte se detiene…
-¿Sabés qué son estas gomas?, otra vez la voz. – Aire comprimido, no te va a poder co… ni un elefante – sentencia inconfundible, sonora, prolija, la correcta dicción de la voz del torturador.
Marzo recién empezaba, caluroso ese año, el calor estaba a mi favor, caminaba despacio, el soldado no me apuraba. Robándole siempre una rendijita a la venda, mis ojos saltaban de un escalón a una zanja, del pasto a las baldosas, un olor me distraía hasta la cocina, que debía estar allí nomás, el ruido de un motor que se aleja, voces de soldados cera y lejos…
-¡Hay tuco! ¡Qué tuco! ¿Cómo la metiste? –grita la voz de un bayano-.
-Como con arroz, responde entre risas la voz del que me lleva.
En el 4º Batallón de Infantería de Colonia funcionaba un centro de instrucción de reclutas (CIR). Pululaban por el cuartel soldados de todos los rincones del país, por supuesto, no todos tenían contacto directo con los presos, pero para la gran mayoría los presos éramos una atracción, un pasatiempo.
A los compañeros hombres los humillaban por estar presos, en el caso de las mujeres, no sé si nos humillaban por presas o sencillamente, por mujeres.
-¿Cuántos años tenés? –oigo la pregunta en el mismo momento en que me levantan la capucha.
-Diecinueve, -contesto mirando la cara del oficial que tengo enfrente.
-¿Cuánto te dieron? Continúa el oficial visiblemente molesto.
-De seis a dieciocho años, -respondo.
-¡Estas son cosas para hombres! ¡No te das cuenta! –termina gritándome, con incompresible indignación, al tiempo que me hace desaparecer nuevamente debajo de la capucha.
Subí los tres últimos escalones que me separaban del piso rojo de la enfermería. Doblamos a la derecha, caminé por el ancho pasillo de distribución de los consultorios, de repente, mis ojos se toparon incrédulos con un bote. No podía darme vuelta para confirmarlo.
¿Un bote? No, no podía ser, el infierno tiene también su coherencia, y estaba segura de no tener una alucinación (¿de qué color era?, el piso de la enfermería es rojo, el bote ¿verde?). Llegamos a la puerta del baño.
-Mirá la pared –ordena el guardia- mientras se separa para meter la cabeza y medio cuerpo dentro del baño, para inspeccionar.
-Entrá, -dice- y dame la venda. Sale y se ubica del otro lado de la puerta.
Estaba nerviosa, la idea del bote me inquietaba más a cada momento. El agua caía ruidosamente, el jabón, como un pescado, resbalaba entre mis manos distraídas, ¿un bote?, mi cabeza recorría el camino del regreso.
-Guardia, estoy pronta- avisé golpeando la puerta. El soldado abrió la puerta. –Date vuelta, indicó, y me colocó la venda. –Vamos, ordenó con aburrimiento.
Mis ojos, una cámara fotográfica a punto de ser disparada, enfocando cada tramo del lado izquierdo del corredor de la enfermería, por la rendija de la venda.
Ahí estaba, casi sobre mis pies, no lo habían sacado, lo pude recorrer en todo su largo, ¡un bote!, ¡cómo no lo vi desde el primer momento! ¿cómo se me ocurrió pensar en un bote?
Tal vez no quise verlo. ¡Asesinos! ¡Bestias!
Sigo caminando con aquella imagen aplastándome el corazón. Como una piedra cae rompiendo la superficie del agua en círculos de estupor, la imagen del ataúd me llegó hasta el fondo, trastocándome, dejándome rota, perpleja. Una pregunta empezaba a ocupar toda mi cabeza ¿quién? ¡quién! Sabía una sola cosa, y aquella única certeza, dolía más que cualquier duda.
Uno de nosotros había muerto en la tortura.
Del libro: “Memoria para armar – 1”
Testimonios coordinados por el Taller de Género y Memoria ex- Presas Políticas.
Marys Yic
Golondrina (por opción propia)
Sobre CRYSOL
Lo que se necesita en CRYSOL son compañeros que estén siempre y no sean militantes golondrina que aparecen en noviembre de cada año para cuestionar lo que se hace. Siempre viene con muchas ideas, pero son muy efímeras ya que el compañero en enero desaparece y no vuelve hasta noviembre.
Actualmente no quedan más de 3000 expresos políticos vivos.
Tampoco sabe que ya existen Crysoles en distintos lugares del país.
Lo de la asociación de jubilados ya está en marcha hace tiempo, nuestro escribano ya tiene los estatutos, aprobado en un plenario de militantes, y ya hemos tenido reuniones con el BPS a través de Murro y ahora con la escribana del BPS.
Tampoco sabe que lo del memorial ya presentamos el proyecto al ministro Rosadilla, para eso estamos pidiendo el Calen hace años.
También ya tuvimos reuniones de nuestra comisión de memoria con otras organizaciones de victimas. El paso siguiente va a ser reunirnos con las organizaciones de DDHH.
Todos los puntos que menciona el mico ya están encaminados, pero quien milita en forma zafral poco conoce.
Un abrazo
Baldemar Taroco
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Estimado Baldemar:
Te escribe Estrellita Núñez, golondrina, requerida 348, exiliada.-.- (Gracias a la ayuda de muchísimos laburantes que me bancaron 9 meses de clandestinidad, sobreviví y pude ir a dar a Cuba)
.-Golondrina también, pero en fecha inversa a la que tu mencionas (o sea de abril a Noviembre del 2008) estuve firme con la gente de Crysol juntando firmas frente al Palacio Legislativo, lloviera, tronara, hiciera un frío de la gran puta, pero estuve ahí.-
Y por supuesto, apoyando el proyecto de Reparación Integral, que junto con Crysol, redactara el Dr. López Goldaracena.-
Tal vez, por tus responsabilidades frente a la directiva de Crysol, no recuerdes esos pequeños detalles, pero había también cros. de otras organizaciones que apoyaban los mismos objetivos que Crysol.-
El quid de la cuestión (me parece a mí) no debe encararse por el tema de "los militantes golondrinas".
-Esta inservible golondrina considera que la directiva de Crysol debe tener una visión retrospectiva de lo actuado en los últimos años.-
Tal vez, esto ayudaría mucho a que giles de cuarta (como esta golondrina que no fue en cana) y otros héroes que ustedes dicen que ni siquiera saben que Crysol existe (me consta que no es así, que los conocen) nos acercáramos a Crysol y diésemos mucho de lo que aún nos queda para dar.- Como seres humanos, como personas que fuimos víctimas del terrorismo de estado, como profesionales, como familiares y aún se podría involucrar a nuestros hijos en muchas actividades.-
Pero falta eso Baldemar, una visión retrospectiva de ustedes mismos como organización, para que haya espacio para las golondrinas y todos los demás que mencioné en el párrafo anterior.-
Gracias por el tiempo que te robé, disculpá, pero tengo que salir volando.
- E. Núñez, requerido 348, columna 7.-
UN "ALERTA TRICOLOR"
CON SENSACIÓN TÉRMICA DE
POPULISMO IRRESPONSABLE Y SUICIDA
Un inquietante “alerta-tricolor” asoma en el horizonte, al menos en el de Montevideo:
El sábado 20 de noviembre, la ciudad amaneció con la novedad de unos cuantos muros con gigantescas pintadas como “ANESTESISTAS, VERGÜENZA NACIONAL” / “ANESTESISTAS JODEN AL PUEBLO”, sin firma, pero con letras enormes, bien negras sobre fondo blanco, bien legibles hasta para los que no quieren ver.
El domingo 21, los “informativos” de los canales privados, de tarde, anunciaron que el MPP, luego de un encuentro de “militantes”, llamaría a la movilización popular contra el gremio médico. Confirmó tal anuncio, una fugaz entrevista al Dr. –médico, precisamente, y diputado mepepista, precisamente- Álvaro Vega (el mismo que se negó a firmar el conforme garantizando la entrega de parte de sus retribuciones, “al partido”).
El lunes 22–hoy- algunos buzones electrónicos recibieron la siguiente comunicación:
Comité Allende-Cavani
Justicia y Nueva Palmira- Barrio La comercial - Montevideo - Uruguay-22/11/10
Nº 5 / Alerta — Detener la ofensiva lumpen-gremialista — La oleada conservadora
El Comité Allende-Cavani asiste con asombro a un pacto de facto entre las gremiales empresariales (SAQ, SMU), oposición parlamentaria, sindicatos estatales (ADEOM, COFE y directiva de la Central) y operadores mediáticos, contra la acción de gobierno.
Nuestro Comité convoca al presidente del Frente Amplio, Sr. compañero Brovetto a recordar que el gobierno no manda al Partido, antes bien a la inversa, y que los votantes de la fuerza política no lo hicieron para presenciar el desacato interno de la fuerza y menos, la conciliación con corrientes gremiales y sindicales antipopulares que atentan contra la unidad del pueblo.
Los casos paradigmáticos de los senadores Fernández, Nin y Saravia, aliados a la oposición conservadora desacatan al partido en un punto capital, como es la Ley Interpretativa sobre la ley de Caducidad.
Convocamos al presidente del Frente Amplio a participar en favor del 1.300.000.- votantes.
Por Comité Allende-Cavani Encargado de propaganda: Daymán Cabrera
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La suerte está echada, evidentemente, y todos –todos, sobre todo, ellos, los que se pintan los muros para “la guerra”- necesitaremos mucho de ella, de la suerte, para que la cagada en ciernes, en el mejor de los casos, no pase de la diarrea de “sinceramiento ideológico” que por lo menos sirva para tener bien claro quiénes somos quiénes y qué pito quiere tocar cada cual en las que se vienen, que, sí o sí, se vienen, y esta vez, se vienen en serio.
¡Que nadie se sorprenda de que una mañana de estas las pintadas aparezcan con la palabra “anestesistas” o “médicos”, tachadas, y encima alguien, anónimamente, también, escriba las palabras “alcahuetes” o “progresismo”, así nomás, con la misma ligereza de los que hoy planifican el populismo salvaje tratando de ocultar las insolvencias y el fraccionamiento de lo que pudo ser una “fuerza política” y que los hechos, los porfiados hechos, convirtieron en la “debilidad política” que hoy hasta el menos “preparado” puede advertir en la superficie de una estrategia “salomónica”, cuyo ejercicio real produce todo lo contrario: polarización social, bronca y un divisionismo del movimiento popular del que ya la historia pedirá cuentas
¡Arriba los que luchan contra lo que hay que luchar!
¡Habrá patria para todos, pero no para todos los que han
devaluado la causa de la clase obrera!
¡Venceremos, les haremos meter en el culo sus “alertas tricolores”!!!.
2): Porque todo?
¡todo queda registrado en la memoria!
2): Porque todo?
¡todo queda registrado en la memoria!
Cuando se apuesta fuertemente al futuro de un “mundo nuevo” –implícitamente- estaremos asumiendo los riesgos de una circunstancial derrota. Llegado el momento decisivo de someter a prueba la palabra empeñada y refrendarla en los hechos con nuestro comprometido sacrificio… ése: ese es el crucial momento en que se develará la verdad, la firmeza de nuestras convicciones y (pero) también la cobarde traición de quienes –coherentes con sus claudicaciones tras la consumada derrota- hoy negocian el olvido hipotecando el soñado futuro al que tantos compañeros dedicaron ejemplarmente sus vidas.
Así las cosas: a la luz de “la memoria como herramienta de lucha”, no habremos de resignar el desafío militante: antes bien –de cara a la circunstancial derrota- habremos de empeñar nuestros mejores esfuerzos en forjar la “cultura de la resistencia”. (Lo destacado en “negrillas” corresponde a los títulos de las referidas notas publicadas en “Lucha Libertaria”).
“cómo forjar una `cultura de resistencia…”
Cabe insistir en la no confusión de la resistencia con la mera negatividad… como tampoco se debe confundir con la simple queja. La real actitud de resistencia implica herramientas de análisis a través de las cuales se pueda llegar a elaborar una crítica y la consecuente propuesta, es decir: pautas de acción para la tarea militante. Cuando hablamos de herramientas de análisis, estamos hablando de “ideas guía” y descartando de plano las ideologías derrotistas que aceptan el capitalismo como el único sistema posible. Esas ideologías decadentes, a veces se disfrazan de resistentes, pero en los hechos se manifiestan en aplicaciones prácticas de adaptación al capitalismo… a pesar del nombre artístico de “productivo” con que a veces se le disfraza”…
*a propósito: "no seamos nabos" y leamos los más recientes discursos de Mujica rescatando y ponderando al ‘capitalismo productivo y su maravilloso aporte a la humanidad’.
“La actitud de resistencia y sus consecuentes análisis generan un fructífero proceso de elaboración capaz de generar fermentos de resistencia, cuando se da en ámbitos colectivos. Dichos ámbitos colectivos y su fortalecimiento son tarea prioritarias de las organizaciones en el movimiento popular, independiente de los resortes del sistema (tanto en lo económico, político, ético y moral… En el campo de los valores –tan atacados en cuanto a identificación subjetiva- el rescate de la solidaridad y del sentimiento de pertenencia a la clase oprimida se torna hoy en tarea prioritaria y urgente… aunque sabido es que la moral y la ética no se decretan sino que se aprenden en el contacto cotidiano tanto en relación con esos valores como con la práctica generadora de una mejor convivencia entre iguales. De tal modo, nuestros lugares de militancia deben ser escuelas sin aulas donde eduquemos a través de la práctica sistemática de los valores de nuestra clase… ámbitos de militancia donde se fomente una cultura de la resistencia aportando los mejor de lo que somos y pensamos, haciendo que la fraternidad de los que luchen se respire en el ambiente”.
Un reajuste necesario
“en el marco del movimiento popular se ha producido un debilitamiento no sólo en la cantidad movilizada, sino que también (y esto es lo más preocupante) en el descenso del nivel de discusión y combatividad… situación generada desde los centros de poder y los medios masivos de incomunicación, con la complicidad de la seudo-oposición. La cultura del ‘no te metás’, de la pacífica convivencia y la adaptación al capitalismo como única realidad posible ha calado hondo y penetrado aún en sectores del movimiento popular. De cara a esta realidad se hace cada vez más urgente y necesario rescatar los valores y las utopías en aras del fermento de la Resistencia… plantear la discusión, encarar el debate político e ideológico de cara al sistema (pero) sin caer en desviaciones que sólo conducen a profundizar el estéril divisionismo, olvidando que la unión hace la fuerza, que la lucha organizada es la única herramienta capaz de generar espacios para desarrollar una cultura de resistencia. La cuestión quizás comience por generar esos espacios de encuentro entre los que luchan, cada uno con sus aportes y experiencias desde lo específico, buscando el elemento común que una a las diversas expresiones en un solo puño para enfrentar el común enemigo… “sólo el pueblo salvará al pueblo”.
*fuente: “Lucha Libertaria”, Nº 8, Octubre/2000
por la “casi” trascripción de la referida documentación:
Hébert Mejías Collazo - postaporteñ@ -
Pozo de Arana El destacamento policial de Arana está ubicado en la calle 640 a la altura de 131, en La Plata, y fue uno de los centros de detención, tortura y exterminio que integró el denominado circuito Camps, y donde si se encontraron restos JUSTICIA YA, La Plata presentará una carta al gobernador Scioli reiterando el pedido de desalojo del Destacamento Policial ubicado en el edificio donde funcionó el Centro Clandestino de Detención de Arana. El objetivo es preservar lo que queda del lugar y permitir la continuidad de los trabajos realizados por el Equipo Argentino de Antropología Forense. Solicitamos a todos los organismos y personas que quieran acompañar el pedido, que envíen su adhesión a justiciayalp@yahoo.com.ar La Plata de Noviembre de 2010 Sr. Gobernador de la Provincia de Buenos Aires: Daniel Scioli S______/____D Motiva la presente carta la necesidad urgente de reiterar el pedido que oportunamente realizamos desde Justicia Ya La Plata, con fecha 30 de julio del corriente año donde se le manifestara verbalmente a Ud. y al Dr. Carlos Alberto Stagnaro, Subsecretario de Seguridad, entre otros funcionarios acerca del desalojo del destacamento policial ubicado en lo que fue parte del Centro Clandestino de Detención de Arana. El mencionado predio se encuentra al día de hoy ocupado por la Policía de la Provincia de Buenos Aires. El desalojo resulta imprescindible siendo que es necesaria la conservación de las excavaciones efectuadas como así también para poder avanzar en la realización de las que quedan pendientes y en las tareas sobre el interior del lugar, todo lo cual resulta imposible en el estado actual de ocupación del inmueble. Desde Justicia Ya La Plata queremos recordarle que a la fecha, el Gobierno Provincial ha incumplido la orden judicial emanada por el Juzgado Penal Federal Nº 3 a cargo del Dr. Corazza solicitando el desalojo del Destacamento de Arana. En la misma el titular del mencionado juzgado, además, emitió la orden de efectuar tareas en el predio de Arana. A partir de esta orden hemos mantenido sucesivas reuniones con el EQUIPO DE ANTROPOLOGIA FORENSE y luego con miembros de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, el Ministerio de Infraestructura y Planeamiento y del Grupo Proyectar-Construir-Identidad. En ese sentido, tanto el Lic. Castillo como los miembros presentes de Planeamiento, aseveraron que la primera etapa de todo plan de conservación era el desalojo del lugar, tal como sucediera en el denominado Pozo de Banfield. El 25 de Marzo de 2009 se llevó a cabo frente al Destacamento de Arana un acto de señalización del Centro Clandestino de Detención, organizado por Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Resulta paradójico que el Gobierno señalice el lugar y anuncie la intención de construir allí un espacio de memoria, sin reparar en la violencia simbólica de la presencia de la misma fuerza represiva que lo habitaba durante la dictadura militar. Sorprende sobre todo, porque al momento de desalojar el Pozo de Banfield y otorgarle su custodia a la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, el Ministerio de Seguridad fundamentó tal decisión en la necesaria preservación de una dependencia que funcionó como Centro Clandestino de Detención, y sobre el cual pesan todavía medidas judiciales diversas, habida cuenta que a la fecha no han sido juzgados ninguno de los responsables de los delitos que se cometieron en dicho Centro Clandestino de Detención.- . Resulta escandaloso que a la fecha el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires no haya dispuesto de oficio el desalojo del predio para dejar una mera custodia, mínima y elemental medida de resguardo ante la magnitud probatoria hallada, aún más, siendo el primer centro clandestino donde se producen hallazgos de restos humanos. Por todo lo expuesto, y visto que el Gobierno Provincial del cual Ud. es titular no ha tomado ninguna medida en ese sentido, atento el tiempo transcurrido, debemos reiterar que resulta imprescindible que de manera urgente a fin de garantizar la preservación de pruebas judiciales realizadas y pendientes, el Poder Ejecutivo provincial disponga el inmediato desalojo del predio ¡Justicia YA! La Plata-POSTA- - postaporteñ@ - |
¿Hasta cuándo durará elmilagro en Santa Catalina? Santa Catalina es una hermosísima zona costera de lo que en los mapas oficiales del Uruguay figura aún como “Rincón del Cerro”, precisamente detrás de éste, mirando desde el puerto de Montevideo hacia el litoral oeste del país. Pertenece a la capital, y durante décadas tuvo el rango de “balneario” de fin de semana para trabajadores y “capas medias” que disponían de reservas económicas adecuadas para encarar modestas construcciones sobre predios municipales que iban ocupándose sin que a nadie se le ocurriera denuncias por “usurpación” o cosa parecida. Así fue hasta que la agudización de la crisis social dejada por la aplicación a rajatabla del modelo neoliberal, fue arrastrando a esos mismos trabajadores –y a muchísimos cientos más- a vivir permanentemente en el “balneario” con sus familias, por no poder seguir alquilando a precios impagables en el casco urbano de la ciudad. En 20 y pico de años, Santa Catalina se transformó en un pequeño barrio súper poblado, con casi un 60 % de niños y adolescentes, y características no muy distintas desde el punto de vista sanitario y otros servicios, a las demás zonas periféricas de la capital, hoy también súper pobladas por vía de la ocupación masiva de predios de hecho abandonados y baldíos. Un número importante de habitantes “catalinenses”, vive de la pesca artesanal en precarias barcazas que realizan su faena en las proximidades de la costa o internándose mar adentro a distancias considerables. Hay, además, pesca más artesanal todavía, también desde un par de improvisados muelles y desde las mismas rocas, cuando el tiempo lo permite. Santa Catalina tiene como “apéndice” una península pequeña y alargada, de la que se apropió la “Armada Nacional” -al igual que vastísimas extensiones linderas- y en la que, intermitentemente, se realizan “prácticas de tiro” con armas largas automáticas y semiautomáticas, por parte de soldados de esa fuerza militar. Los polígonos de tiro están orientados de tal manera, que, con frecuencia, las balas zumban y pican a escasísima distancia de los pescadores, tanto en las barcazas como en las rocas. Por milagro, no ha habido hasta ahora nadie alcanzado por los disparos, y si los pescadores no han formulado denuncias, es por temor a que ellas les signifiquen poner en peligro su fuente de sustento diario o alguna otra represalia peor aún. Algunos han abandonado el lugar, pero otros –la mayoría, sin más posibilidades que ésa- siguen allí, pescando con el corazón en la boca y sin que los “francotiradores” acusen recibo de los gritos advirtiendo del peligro, que se oyen de todas partes cada vez que hay entrenamiento “para la guerra” (¡¿?!). Cabe agregar que Santa Catalina es un punto clave de nuestro territorio en los esquemas bélicos de los EE.UU. y el Pentágono, formando parte de la cadena geográfico-militar diseñada por el imperio en el sur del continente. No hace mucho tiempo se inauguraron un policlínico y una escuela pública a la entrada del “balneario”, cuyas obras fueron financiadas desde la embajada yanqui. Recientemente, se colocó la “piedra fundacional” de un futuro polideportivo al costado del policlínico, que también se construirá con la generosa colaboración del Estado yanqui. Lo que está faltando es un cementerio también bancado por EE.UU., destinado a sepultar a quienes empiecen a morir baleados por la “Armada Nacional”, no solamente en la zona de pesca, sino también en cualquier otro lugar del barrio (hasta puede haber entre virtuales heridos o muertos a tiros, también familiares de los mismos “francotiradores”, pues buena parte de la tropa instalada en dependencias de la marina al costado de Santa Catalina, vive con sus familias en el “balneario”; son también ocupantes). Los saluda una vecina de este barrio donde encontré mi lugar en el mundo Sara González - postaporteñ@ - Posta Porteña con Corazón ARTIGUISTA y SURAMERICANO en el RIO DE LA PLATA |
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