martes, 31 de mayo de 2011

" MaNgA dE HijOS dE pUtA mE DieRoN jUstO eN eL CoRaZoN"

Número 562 | MaYo 31 de 2011 | Año 6º




El Laberinto Despótico

de la

IMPUNIDAD



1ª parte


Compartiendo sentires en estos días convulsionados, una compa me tiró parte de una polémica que existe desde que los sobrevivientes a los campos de concentración, empezaron a ubicar a los genocidas nazis y estos empezaron a explicar el genocidio perpetrado. Y está claro que cuando los pueblos atraviesan esas impresionantes experiencias ellas, se reflejan en las polémicas y complejas reflexiones que le siguen.
Cuando los “monstruos” de la “monstruosa maquinaria” que son los ejércitos opresores hablan, se produce eso que llaman banalización, le agrego: de los exterminios.

En 1961 Hannah Arendt, escritora judía de origen alemán, después de cubrir el juicio contra Adolf Eichmann en la ciudad de Jerusalén publica un trabajo al que llama la Banalidad del mal.

Adolf Eichmann escribió el llamado popularmente “diario del demonio", donde él se presenta como un hombre normal, un ser obediente que sólo formó parte de una maquinaria; de una burocracia de exterminio.

¿Criminales en masa hablan de sí mismos como lo pueden hacer hombres comunes?
¿Cómo oírlos? ¿Qué reflexión hacer?

Esto no los libera de ser culpables, de haber sido genocidas, torturadores, violadores de niñas, mujeres y hombres.
Estos seres explican sus actos de terrorismo estatal, a través de hablar de la obediencia debida o su sumisión a la autoridad.

Luego de hacerlo pueden ir a sus casas besar a sus hijos…eso ¿de qué nos habla?
¿Cuándo los oficiales llevaban a sus hijos a jugar en el perímetro del alambrado de Punta de Rieles y les daban armas vacías para que jugaran a matar a Tupas y Comunistas, si estas aparecían por las ventanas, de que seres estamos hablando?

Volviendo a estos estudios sobre el comportamiento de los nazis: “en la revista británica de psicología The Psychologist, S. Alexander Haslam y Stephen D. Reicher argumentaban que los crímenes a la escala con que Eichmann los realizó no pueden ser cometidos por «personas ordinarias». Las personas que cometen ese tipo de crímenes «se identifican activamente con grupos cuya ideología justifica y condona la opresión y destrucción de otros». Es decir, saben que están cometiendo un crimen, pero simplemente encuentran un modo de justificarlo”.

Para Arendt, Eichmann, no era el «monstruo», el «pozo de maldad» como la gente común lo consideraba. Para ella:
Los actos de Eichmann no eran disculpables, ni él inocente, pero estos actos no fueron realizados porque Eichmann estuviese dotado de una inmensa capacidad para la crueldad, sino por ser un burócrata, un operario dentro de un sistema basado en los actos de exterminio.

Los individuos actúan, dice ella dentro de las reglas del sistema al que pertenecen sin reflexionar sobre sus actos. No se preocupan por las consecuencias de sus actos, sólo por el cumplimiento de las órdenes. La tortura, la ejecución de seres humanos o la práctica de actos «malvados» no son consideradas a partir de sus efectos o de su resultado final, con tal que las órdenes para ejecutarlos provengan de estamentos superiores. Hannah Arendt, plantea la complejidad de la condición humana y alerta de que es necesario estar siempre atento a lo que llamó la «banalidad del mal» y evitar que ocurra.

Este conceptoes hoy utilizado con un significado universal para describir el comportamiento de algunos personajes históricos que cometieron actos de extrema crueldad y sin ninguna compasión para con otros seres humanos, en los que no se han encontrado traumas o cualquier desvío de la personalidad que justificaran sus actos.
En resumen: eran «personas normales», a pesar de los actos que cometieron.

Una vez más recurro a la máxima premisa que rezaba en la puerta del S2 de Punta de Rieles:

“Un superior nunca se equivoca, y si un superior se equivoca solo un superior puede decirlo”

O cuando Silveira o Gavazzo, te tenían desnuda, encapuchada y te decían:

- Esto, no es una sala de tortura, esto es la Capilla, donde todos se confiesan conmigo…Te conviene hablar, soy especialista en torturas de mujeres…

Viernes 13 de mayo /11

“Hoy el día amanece justamente aborrascado…”

Hubo una generación que llevó a la praxis un potente sueño, encendiendo la hoguera de la libertad y la justicia. Muchos, muchas la pagaron con su vida.

Se que algunos de los sobrevivientes, aún amanecemos con voces roncas y dolidas. Impotentes e indignadas. Una voz que deseamos con todo nuestro ser que pudiera volverse eco. Una voz que viene de las entrañas.

Ellos los represores siguen cometiendo un crimen perpetuo.

Durante todas estas décadas de impunidad ellos enseñaron el credo de la mentira. Puras patrañas para negar lo que hicieron.
Para negar a Anatole a Victoria, a Mariana.
Para no sólo apropiarse de ellos, como seres humano, sino para convencerlos y convencer a la sociedad de que los habían salvado, “de energúmenos padres que los habían expuestos y luego abandonado”.

Así como ningún gurí pobre nace chorro, los hijos, nuestros hijos, tampoco nacieron para perdonar a los verdugos de sus padres, ni para indultar a los que condenaron a abuelas. Eso es solo un dogma de la impunidad para preservarse de los juicios históricos. Empezamos a contar y son muchas las madres y abuelas a los que dejaron morir en la tortura permanente:

Porque eso es la desaparición. La Tota, Esther, María

El crimen se sigue cometiendo a los hijos, a las hijas, que les quitaron la identidad y los llamaron con otros nombres.

La memoria es vida o no es memoria. Pero hoy el torturador se para ante la ayer niña, hoy mujer, que secuestró, formó otro torturador y hoy el abyecto y repugnante represor repite su sermón impune.

Ante la victima el sátiro mercenario, ex terrorista de Estado, metamorfoseado de viejo militar, venido a menos, presenta su tesis.

Es seguro que los hijos o familiares, en general, no piensan como sus padres, pero hay una frontera minada, que si la traspasamos salta en mil pedazos el corazón de la memoria.

Nosotros soñamos hijos con los ojos de Mariana, mientras la buscamos junto a Ester

Silveira, ese que hoy ofreció masitas, nos manoseó, nos violó, nos mató, los mató, nos torturó.

Y esto no nos contaron: somos muchos los hombres y mujeres que lo conocimos, somos testigos vivos.
A los cuales ÉL, NOS TORTURO. ÉL, NOS VIOLO. ÉL, SECUESTRÓ A ELENA Y A TANTOS COMPAÑEROS Y COMPAÑEROS QUERIDOS.

No repetimos vivencias. Tenemos las vivencias talladas en nuestros organismos. Nuestros cuerpos aún registran las huellas de la tortura, nuestros oídos aún oyen el roce lascivo de sus botas y su prepotencia, en nuestras sienes aún está el frío de su fusil al empujarnos en la oscuridad de las capuchas. La mentira sempiterna de Pajarito Silveira, Siete Sierra, Chimichurri es la voz de la dictadura en el presente.


Las palabras hoy son piedras que andan llorando


Él, al tender hoy su mano ensangrentada, acaba nuevamente de violar. El impune torturador acaba de fusilar la memoria, pero ella se levanta aunque sangre. Acaba de infligirnos una ofensa irreparable.

Desde hace un tiempo, hablamos de los padres de esas, ya mujeres, de esos ya hombres a los que les quitaron su origen. A los que el terrorismo de las dictaduras les quitó a sus progenitores.

Hablar de sus padres, es hablar de nuestros compañeros/as. Lo hacemos en la voz y la palabra de los que los conocieron y amaron.

Los torturadores desde la cárcel ratifican sus crímenes de estado. Desde allí, siguen apropiándose de los símbolos que en la lucha se van sembrando. Entre ellos los ojos de Mariana en aquel mural con Chaplin que simbolizó la búsqueda, junto a la foto de Simón con 20 días, la campaña contra la ley de impunidad en los años 1988-1989.


Con solo tres gotitas de perfume
y el dulce cucurucho de un helado.
Con dos o tres globos azules
y tenues lucecitas de un tablado.
Con unos cuantos gramos de ternura
y cuatro rojos pétalos de rosas*


Si los ojos de Mariana aún están en nuestras memorias, la niña que concibieron Emi y Charleta, aún está viva en nuestra memoria y vive en nuestro corazón.


Una curita en el dedo menique
y una pequeña y frágil mariposa

Con el rocío azul de las estrellas
y el viento que nació del infinito.
Con los matices de un Torres García,
un lápiz de color y un espejito
.*

(*Falta y resto)



La memoria se acurruca, nos habla bajito y luego grita. La distancia insalvable entre los verdugos y la ética de nuestras y nuestros compañeros, hace que hoy muchas/os compartamos que: ellos están tal cual fueron, como una joya que con el tiempo y su querencia brilla más, en nuestra memoria.

Los hijos encontrados, han cargado con todo el peso de haber sido unos y ahora se encuentran que son otros. Formados por represores, en familias de represores, cuando se los encuentra comienza otra búsqueda tanto o más dolorosa que la otra. A la búsqueda de la identidad biológica le sigue la azarosa búsqueda de la identidad social política cultural.
Fueron unos y hoy son otros, buscados por todo un pueblo. Eran símbolos y no lo sabían.

Pero seguís siendo quién fuiste con el agregado de que tus padres biológicos eran los enemigos de tus padres secuestradores. Maquiavélico escenario que la inteligencia de la impunidad, que sigue vivita y coleando, aprovecha.

Por eso a los hijos después de encontrarlos los seguimos buscando

Mariana está y la seguimos buscando. Simón está y lo seguimos buscando.

Porque ellos siguen sufriendo las horrendas secuelas del terrorismo de Estado porque no hay verdad, ni justicia

Y como no hay justicia seguimos terca, apasionadamente buscándola. Aunque eruditos, poderosos, gobiernos y milicos lo nieguen:

La ley de los impunes es indigna, es nula jurídica y éticamente

Estamos apasionadamente convencidos: ellos no vencerán

Aunque hoy hayan ganado esta cruzada la impunidad no vencerá.
Aunque los impunes se disfracen de amables viejitos: ¡Impunes son!
Y sentimos muy en el corazón y en nuestra conciencia que no olvidaremos, que no perdonamos y que no nos reconciliamos.

Porque las justas razones de nuestra lucha están cada día más vigentes

Parte 2


Emulando a compas de La Plata: Dudamos y si nos niegan ese derecho a la duda: Igual lo hacemos. ¡Condénennos!


PATÉTICA IMPUNIDAD


Mientras oía el debate del 19 de mayo de 2011 de Diputados, sonaba en mis oídos lo que cantó la Murga Agárrate Catalina en este carnaval, al final del cuplé de la violencia dicen:
“Pasa mi vida entera como un tornado escupiendo sangre, manga de hijos de puta me dieron justo en el corazón.”

Algo así le hizo este gobierno a este pueblo

Las nuevas generaciones van a tener que entrar a rebelarse contra la opción de sus padres (nosotros), para encontrar de verdad el camino de la revolución.
Cuando un sector importante de los luchadores ya son ex, ya sin ética (y hacen uso y abuso de las palabras), y todo les sirve para un barrido como para un fregado, se impone una antítesis.

El 20 de mayo en el CEIPA, hablábamos de cómo la generación que rondamos los 60/70 años nos rebelamos contra el batllismo de nuestros padres, contra el Uruguay de “mi hijo el Dr.” que se moría, pero la sociedad se negaba a aceptarlo.
Hoy, los jóvenes de este tiempo, van comprobando una vez más como el camino de los palacios se agota allí, en los palacios, porque si los que están allí salen, se ensucian los pies, porque fuera de ellos están los charcos que pisan los pobres.

Y las salidas están en otros sitios. Construyéndose en las bases. En los rincones. Aunque muchos aún gobiernen y dominen a la sombra de una leyenda que mancillaron.

Quedó Claro que a la Impunidad No se La Derrota Ni Plebiscitándola Ni Interpretándola

Hay algunos que creemos que una estrategia de olvido los llevó al olvido, amplificado, premeditado, consiente. Una estrategia tolerante con el poder, sostenedora del poder e intolerante con los de abajo, los llevó a que el llamado “gobierno de todos” sea más que nunca el gobierno del FMI y las 500 familias dueñas del Uruguay.
Y para “dar tranquilidad al capital” hoy larguen razias contra los pobres y amplíen sus cárceles de exterminio.
Y maten y ejerzan cualquier tipo de abuso en allanamientos y luego los jueces absuelvan a los que apretaron el gatillo, que son los mismos a los cuales, previamente ellos, los jueces, habían autorizado allanar.

A esta altura hacer una crónica de las últimas claudicaciones, es como entrar al laberinto del tren fantasma, con la diferencia que el tren es una fantasía, pero esto es la realidad.


EL 18 de mayo desfiló la impunidad blindada


La que mantiene secuestrados a nuestros compañeros/as desaparecidos/as.

En Las Piedras se esmeraron en que la impunidad desfilara disfrazada de festejos. Y que “nadie” quedara afuera, todos los que quisieron sumarse, tuvieron un sitio frente al estrado. Incluir para controlar. Excluir para que otros, no oigan la otra voz. La de los disidentes de hoy.

Previo, estuvo el fallo de la Suprema Corte de Justicia, como parte de la maquinaria de la impunidad, le hace los mandados a los dictadores y violadores de los derechos humanos, declarando que los ASESINATOS BAJO LA DICTADURA NO SON DELITOS de LESA HUMANIDAD.

Tratan de que todos caigan en la bolsa del olvido, ahora las víctimas son salpicadas de mierda por un puñado de traidores que aparentemente torturaron junto a los torturadores.

Es decir ¿alguien pasó de víctima a victimario?

No todo está bajo sospecha. ¡No!.

Las dignidades de los combatientes asesinados y desaparecidos/as están muy por encima de estas patrañas.
Y más allá que siempre hemos estado en contra de hablar de héroes en las torturas, porque no se ha profundizado que nos sucedió en esos límites humanos, hay algo de lo que estamos seguros: las decencias, de miles de ex presas/os están muy lejos de estas miserias.

El gobierno legitima al ejército genocida, golpista, torturador, a los que están al acecho de nuestras luchas, a los que impusieron por la fuerza el modelo exterminador del capital, legitiman y se abrazan al ejército y los envían a invadir a Haití, el Congo, Sinaí. Son esas tropas que violan a mujeres y niñas en Haití y el Congo.
Homenajean a los que dispararon contra nuestro pueblo bajo la dictadura y ahora lo hacen contra otros pueblos.

Homenajean a los que aún torturan manteniendo la desaparición de más de 200 compañeras/os.

Hoy desfilan y se abrazan a Julio María Sanguinetti que creó los escuadrones de la muerte junto a Acosta y Lara –y aún NADIE lo citó ni enjuició- quienes torturaron, asesinaron y desaparecieron a nuestros compañeros Ibero, Ayala, Filippini, Castagnetto y tantos otros. Se abrazan a Lacalle porque comparten el mismo
proyecto capitalista aunque Lacalle haya tirado contra ellos mismos hace 17 años atrás, y matado a Roberto Facal y Fernando Morroni.

Hoy desempolvan los pactos. Nosotros ratificamos lo que hemos sostenido:

Desde el pacto del Club Naval, desde la Comisión para la Paz, desde el punto Final de Tabaré Vázquez, los pactos están

Los represores les sacan los trapitos al sol a los actuales gobernantes y los tienen contra las cuerdas.

El Goyo y sus esbirros negocian desde una posición de fuerza para mantener su impunidad.

Niegan el pacto, para concretar el país del pacto.

Crean cortinas de humo, nada mejor para ello que confundir: hablar que anulan y no anulan

Ni el amor es ciego ni el odio es ciego; eso es simple y puro verso burgués que el folclore de Mujica reivindica, para negar la lucha de clases. El amor revolucionario tiene memoria y ve.
Y el odio, a este mundo de guerras, genocidios, hambre y saqueos es de ojos abiertos y se compromete a hablar y sostener en los hechos la búsqueda de otro mundo, como lo hacen “miles de indignados” en Europa.

No nos asombramos después que se abrazaron a Bush y plantean el perdón a Bordaberry y el Goyo.

No dudamos a esta altura de que todo es posible cuando el consenso social está articulado para salvar el modelo de las multinacionales y mantener la riqueza de unos pocos por los otrora “compañeros”.

El camino está trazado.
El carácter del gobierno se debe medir, sin duda por el contenido de clase de su programa.
Ellos son los que garantizan la recolonización.
Nosotros los que pugnamos por perfilar y concretar otro paradigma social.

No solo reprimen a los de abajo con sus políticas, socio-económicas, sino que tiran todo el peso del estado burgués dominante y por tanto represivo, contra las zonas donde viven los pobres, y los que lo hacen son los antiguos ex “revolucionarios”.
Y eso, sin duda, lo sostienen con el consenso provocado por la generación de un pensamiento monolítico, en el cual no hay cabida en los grandes medios de comunicación para los disidentes de este tiempo.
Los que queremos una memoria independiente de pactos y conciliaciones, autónoma, sin milicos sin patrones, sin gobierno, sin mandaderos.

El colmo: algunos de los que clamaron por la anulación de la ley de impunidad, PIT-CNT entre otros, dijeron el 19/5, en la voz de Fernando Pereyra: “si hoy no se aprueba la ley en diputados, seguiremos luchando por anularla.”

¿Quién dijo que hay algún proyecto en algún sitio del Parlamento que la anule? Patraña!!!


Operación CONTROL/ Operación DISCIPLINAMIENTO


Pocas horas pasaron de la parodia legislativa. La maratónica sección en Diputados concretó otra farsa antidisturbios.
A pocas horas de que Semproni (el potro de Mujica) le sacara las castañas del fuego al gobierno Encuentrista, ya salieron a plantear la derogación. Ahora, solo él es señalado socialmente como responsable de que no se anulara la ley de impunidad.


Tenemos la peor de las opiniones, de la coordinación Mujica-CAP- L –Huidobro-Semproni

Por tanto, esto no redime, no disculpa, ni perdona a Semproni. Es una condena, porque se prestó a ese juego político. Pero la responsabilidad histórica de este brete la tiene esta coalición, este gobierno. Pero preparémonos, ya saldrán de los que hablan de “gobierno en disputa” a plantear, a replantear la aprobación de la ley interpretativa a través de otro referéndum o la derogación tal y cual lo planteó Astori y Tabaré.

Una ley que ampara a los impunes SE ANULA. NO SE LA INTERPRETA, NI SE VOTA.
Más que nunca los DDHH no se votan se conquistan en las calles

El Encuentrismo debía mostrar su voluntad de que querían cumplir con la Corte Internacional de DDHH. El fallo plantea que “la ley no debe representar un obstáculo para la investigación y juzgamiento de los delitos de lesa humanidad” y que se repare pública y económicamente a las víctimas (Caso Gelman).
Por tanto entre la resolución acotada de la Corte y la resolución impúdica, de la Suprema Corte de Justicia uruguaya que los asesinatos bajo dictadura no constituyeron delitos de lesa humanidad sino delitos comunes junto con la aparición de milicos diciendo que hubo algún tupa que pasó a ser torturador, los sectores sociales afines al gobierno al frente de la movida en el Palacio, planteando que “al final de la votación o festejábamos o llorábamos” (Juan Castillo PIT-CNT), implica una gran parodia.

En el Palacio Legislativo NO HABÍA NINGÚN PROYECTO DE ANULACIÓN DE LA LEY DE IMPUNIDAD.


Había un proyecto de declararla inconstitucional, de dejarla en el Código penal, de decirle a jueces y fiscales queda en vuestras manos si la aplican o no, de decirles: no nos pidan más opinión de si está o no la denuncia dentro de la ley, resuelvan…

Por tanto acá el gobierno ha logrado entreverar todas las cartas. La lucha sigue siendo la misma.

Pero logran ponerle a la gente (que esperaba la salida parlamentaria) una lápida más en el ánimo ya deteriorado por el referéndum 2009.

Más temprano que tarde se abrirán los ojos para que podamos ver. Y nos deslumbrará la claridad de este tiempo.

Más temprano que tarde oiremos los gritos de los que sufren, reaccionaremos y dejaremos de esperar.

Más temprano que tarde diremos: estamos arrepentidos de no haberle podido ocasionar al sistema más derrotas y nos comprometeremos sin dudar. Y es de lo único de lo cual nos arrepentimos, para decir lo que dijo Toni.

Más temprano que tarde nos reuniremos en un gran conjuro para pelear y se terminará este tiempo de dudosas promesas.

En este largo camino de la emancipación lo único que no debemos perder es la conciencia y la voluntad de trabajo constante y lucha por ese objetivo.

Después podemos perder todo. Batallas. Huelgas. Conflictos. Derechos ganados a sangre y fuego. Podemos perder la vida.

Hemos perdido todo eso y más. Perdimos a Espartaco antes de su tiempo biológico.

Nos han robado la vida del Che tan temprano, la vida de Elena más temprano, la vida de Sendic, de Santucho, de Miguel Enríquez muy temprano… han asesinado y desaparecido a los más esclarecidos y comprometidos revolucionarios.

Han encerrado a los más queridos compañeros y compañeras.
En cárceles lejanas resisten y luchan compañeras y compañeros como lo hizo Gatza 31 años en las cárceles españolas, como lo hace Dimitris en Atenas. Hemos perdido pueblos originarios.
Pero la resistencia está de pie y necesitamos repensar las estrategias.

Vale, refirmar que los estados son los únicos que violaron y violan y violarán los derechos humanos. En la historia de la humanidad no han ningún ejemplo de que los estados hayan respetado, desarrollado y protegido luego los derechos de los más.
Hay ejemplos hazañosos de pueblos que aspiraron construir otra sociedad justa sin explotados ni explotadores, otros que hoy intentan romper esa regla opresora del Estado.
Pero el capitalismo dominante los ha acotado y malogrado en uno u otro aspecto.
El desafío por delante es una clara autocrítica de las derrotas sufridas, una más que clara definición de cuáles son los caminos que no debemos volver a transitar y cuales las sendas a andar.

Afirmamos que las zanahorias del sistema sobre los posibles cambios que plantean sobre la ley de impunidad solo nos distraen y envician las expectativas legítimas de los sectores que quieren verdad y justicia.

Nosotros sostenemos: toda ley, mecanismo, estado, gobierno o institución que ampare la impunidad tras el arcaico concepto de obediencia debida es terrorismo de estado, todo aquel que pacte con las violaciones de DDHH es cómplice.

Toda ley que los ampare es NULA.

Nos debemos el debate de los plebiscitos.

De los escraches, de los rescates, para mejor luchar.

El 1º de mayo le infligimos un golpe a los que solo entregan, realizando un acto que pasará a la historia –aunque hoy nos silencien- bajo temporal realizamos un acto de memoria y lucha que tuvo presente y viva la lucha de los Mártires de Chicago junto con la lucha de los trabajadores de Ta Ta hoy.

Y el 13 de mayo también el gobierno recibió una cachetada contra el saqueo del proyecto de minería a cielo abierto.

Como se hizo el escrache a Bonelli y el repudio en Maldonado a Ferro.

Y habrá más…Como vemos, una vez más:
la tierra se mueve.



- IRMA LEITES -
- postaporteñ@ nº 562 - 2011-05-31




La Renovada IMPUNIDAD...

de Ayer y

de Hoy

Derechos Humanos - Declaración



Como todos los 20 de mayo, decenas de miles de personas volvieron a recorrer la Marcha del Silencio. La consigna reclamaba “Verdad y Justicia, derecho de todos, responsabilidad del Estado”. La enorme frustración que se palpaba, aún en su cortante silencio, era una prueba irrefutable. Es que la inmensa mayoría de los que volvían a marchar exigiendo la condena al terrorismo Estado, son votantes del Frente Amplio, adherentes de su programa y, en definitiva, depositarios de una esperanza. Y, nuevamente, han sido estafados.

A tal punto, que desde Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, se denuncia categóricamente no sólo un “vacío aberrante” en la investigación de los crímenes de la dictadura, sino incluso un “retroceso” en la política de derechos humanos del gobierno de Mujica en relación al de Jorge Batlle:

“La discusión actual nos retrocede a antes de Batlle, porque se desestima algo que ya estaba saldado política y científicamente: no hubo una guerra y sí terrorismo de Estado”. (Entrevista a Ignacio Errandonea, Gimena Gómez Gadea y Eduardo Pirotto, semanario Brecha, 20-5-2011).

Esta frustración, no solo alcanza a la organización que, sin griterío de barricada ni exposición mediática, ha mantenido vigente a lo largo de los años la lucha contra la impunidad, demandando una y otra vez -tanto desde la movilización popular como ante distintos ámbitos institucionales-, Verdad y Justicia. Alcanza también a una generación de jóvenes que quieren enterrar la herencia impune del terrorismo de Estado. Son esos miles de jóvenes -comprometidos y militantes en el Plebiscito del 2009- que señalan con tono acusador al Presidente de la República:

“Mujica termina de militarizar el discurso desde la política. Pretende tener un sentido de unidad nacional, pero termina siendo una afrenta a la mitad de los uruguayos, que votamos por la anulación de la ley”. (“Jóvenes y Ley Caducidad”, nota y entrevistas en el semanario Brecha, 20-5-2001)

El vericueto politiquero del gobierno del Frente Amplio con relación a la “Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado” -que bien podría ser visto como un folletín de telenovela si no se tratara de una ley nefasta-, ha dado un golpe demoledor a esa conciencia democrática que reclama Juicio y Castigo a los culpables de crímenes de lesa humanidad. Porque buscó salvar en todo momento -bajo la coartada del “mirar al futuro”- la integridad del aparato policiaco-militar del Estado.
Es decir: no “demonizar” el de ayer, para legitimar el de hoy.


Buscando, otra vez, “dar vuelta la página”

De más de 400 represores involucrados en actos de violaciones de los derechos humanos durante la dictadura -según listas elaboradas por las organizaciones que han reunido información-, apenas un grupo muy pequeño de militares y policías (una docena de los más “quemados”), pasaron a ocupar la “cárcel especial” de Domingo Arena, donde disfrutan de un amplio régimen de comodidades, visitas, y hasta un sitio en Internet para comunicar sus infames opiniones.

A estos asesinos se les suma el encarcelamiento del ex canciller de la dictadura Juan C. Blanco (preso en Cárcel Central), el ex dictador Juan María Bordaberry (con “prisión domiciliaria”, o sea, en su propia casa), y el general Miguel Dalmao, acusado del asesinato de Nidia Zabalzagaray, y único militar en servicio procesado hasta el momento (detenido en la Guardia de Coraceros, quien recibió semanas atrás la visita de Mujica…“por razones humanitarias”).

En este cuadro general, una serie de hechos fueron sucediéndose.

El intento de Mujica de liberar “por cuestiones humanitarias de edad avanzada” a los represores detenidos; la resolución de la Suprema Corte de Justicia que decretó la inconstitucionalidad de la ley en algunos casos (aunque vale aclarar que para esta misma Suprema Corte de Justicia, ninguno de los asesinos alojados en Domingo Arena, cometió crímenes de lesa humanidad, sino “homicidios muy especialmente agravados”, los cuales “prescriben” a los diez años); y sobre todo, la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el “caso Gelman”, la cual estableció que “la Ley de Caducidad carece de efectos por su incompatibilidad con la Convención Americana y la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, en cuanto puede impedir la investigación y eventual sanción de los responsables de graves violaciones de derechos humanos”.

Como consecuencia de todo ello, apareció el “proyecto interpretativo” de la Ley de Caducidad” (que al pretender “interpretarla” en realidad la deja formalmente vigente) que se quiso hacer pasar como el equivalente a una anulación.

Ya conocemos los cabildeos posteriores, el faltazo de Nin Novoa para que votara el suplemente, el voto negativo de Saravia y la renuncia de Fernández Huidobro después de votar “por disciplina”.
A renglón seguido vinieron los chantajes de Mujica, Astori y Vázquez para que no se votara la anulación de la ley con el argumento de que se hipotecaban “las chances electorales futuras del FA”.
Una indecencia mayúscula.

Finalmente, Mujica (pese a las resoluciones de dos Plenarios Nacionales del FA,) encontró el mecanismo para detener este proyecto de falsa anulación, que igualmente molestaba a los militares.

En combinación con ellos (según lo que reporta el propio presidente del Centro Militar), acordó que la salida adecuada era encontrar un legislador del FA que aceptara cumplir el papel de “rebelde” y no votara.

La comedia que siguió entre Mujica y un Semproni dispuesto a “inmolarse”, sirvió al objetivo de encontrar un “chivo expiatorio” a la bronca y el desasosiego de miles de frenteamplistas y, al mismo tiempo, salvar la responsabilidad del presidente y del conjunto de dirigentes que defienden a capa y espada la continuidad de la impunidad en aras de la “unidad nacional”.

El 18 de mayo en Las Piedras, (un día después de condecorar con la “Orden del Ejercito” a Sanguinetti, Lacalle, Batlle y Vázquez), Mujica volvió a insistir con “dar vuelta la página”. Sin titubeos, dijo:

“Sabemos que hay dolores ocultos, viejas que lloran por los huesos de sus hijos, mucho dolor e injusticia, pero no podemos trasladarles a las nuevas generaciones de militares nuestras frustraciones”. (La República, 19-5-2011)

Atrapado en la complicidad con los militares (a quienes se les adjudica, aprovechando el Bicentenario, una falsa “raíz artiguista”); comprometido por lo acordado por el Frente Amplio en el Pacto del Club Naval de 1984 (pacto que el Partido Comunista y el Partido Socialista defendieron contra otras fuerzas de izquierda que se opusieron); cómplice del maridaje entre las logias militares y algunos jefes tupamaros; el gobierno busca mantener lo esencial de la impunidad del terrorismo de Estado.
Así haya que “explorar nuevos caminos”

Es lo que termina de proponer, con su proverbial falta de decoro, Tabaré Vázquez: un “gran acuerdo político y social” para llegar a la “derogación” de la Ley de Impunidad. Atrás, obviamente, está aquella idea fracasada del “nunca más” el 18 de junio 2008. Es decir, desarticular la lucha de las organizaciones populares contra la impunidad y empezar un proceso de “reconciliación” con las Fuerzas Armadas.

Criminalización de la pobreza y la protesta social

El gobierno, la derecha, los medios, hacen de la “inseguridad” el tema prioritario.

Evidente: no se refieren a la inseguridad que genera el empleo precario y los bajos salarios.
Tampoco a la inseguridad de una pobreza de masas, esa que afecta a más de 600 mil uruguayos debido a que la prometida “redistribución de la riqueza” todavía está en lista de espera.

Ni a la inseguridad económica que obliga a cientos de miles de adolecentes y jóvenes a la deserción educativa.
En resumidas cuentas: la terrible inseguridad de tener las “necesidades básicas insatisfechas” no integra el lenguaje de la seguridad.

El gobierno, claro está, no puede reconocer que la “inseguridad ciudadana” se deba a una fractura social cada vez más dramática. Sería como reconocer la culpabilidad de su programa económico neoliberal y, al mismo tiempo, el fracaso de sus “políticas sociales”.

Por eso, hasta las consecuencias de la miseria social son reformuladas por el “progresismo”.
Para el Ministro del Interior, Eduardo Bonomi, la pobreza y la marginación social ya no pueden considerarse causas del “flagelo de la delincuencia”. Nada menos que un acto recordatorio del revolucionario Raúl Sendic (29-4-2011), el Ministro dio a conocer la teoría oficial sobre el problema:

“Del robo para comer se pasó a la rapiña y al copamiento para satisfacer la necesidad de consumo. Hoy lo robos no son producto de la pobreza, son producto de la sociedad consumista”. (El País, 2-5-2011)

O sea que para el gobierno, esas personas (sobre todo “jóvenes que ni trabajan ni estudian”) que no se avienen a venderse por un salario mínimo (para el caso que obtengan un empleo), son una nueva categoría de “inadaptado social”: el lumpen-consumista.

Cruel paradoja. En los años de lucha guerrillera el MLN destapaba los “ilícitos económicos” de la burguesía. Asaltaba bancos, casinos y camiones con mercaderías. Repartía ropa y comida en los barrios más pobres. Practicaba la expropiación de los expropiadores.

Hoy, desde la fuerzas policiales que dirige uno de los suyos, lanzan “operativos de saturación” (razzias) contra las periferias de la desesperación donde se anida el “riesgo social de los excluidos”. Las armas, esta vez, sirven para atacar la “feudalización“ del delito y consolidar la autoridad del Estado (capitalista) en las “zonas rojas”, donde habitan cientos de miles de personas empobrecidas que, por lo general, “no respetan la propiedad y los bienes de los otros”.

Las declaraciones de Bonomi son toda una fotografía. Mejor dicho: expresan los límites de un modelo de “combate a la pobreza” cuando se renuncia, incluso, a distribuir una pequeña porción de la torta.

Los destinatarios de la política represiva son, en lo inmediato, las más pobres.

A falta de una radicalización social y política; en la medida que las luchas sindicales son mantenidas, por la dirección del PIT-CNT, en el terreno defensivo; ante la dispersión de las fuerzas de izquierda clasista y revolucionaria; la amenaza central pasan a ser las “minorías malvivientes” o, como decía Marx, aquellos que rompen la monotonía de la sociedad burguesa: los criminales.

¿Y donde se reproducen estos sujetos enemigos de toda “convivencia ciudadana”?

En los “guetos delictivos” de los barrios miserables y en los “asentamientos irregulares”.

Donde, al decir de Martín Aguirre, editorialista de El País, se desarrolla una “favelización a la uruguaya”. Hacia allí -como reclaman el editorialista y sus amigos de la derecha- deben apuntar las baterías represivas del Estado.

Los últimos datos prueban la espantosa crisis social: 256.958 uruguayos y uruguayas sobreviven como pueden en los “asentamientos irregulares”, 5.000 más que en 2008.
El 56% está “colgado de la luz”, más del 30% no accede al agua potable y apenas un 14% tiene saneamiento. (Estudio de la ONG “Un Techo para mi país”, 2010)

En Montevideo (cifras de la Intendencia Municipal), el 12% de la población total se encuentra en esa condición. Mientras tanto, el famoso “Plan Juntos” (que se iba a aplicar en los primeros 100 días de gobierno) espera de la filantropía de empresarios y otros “donantes”, para construir apenas 30.000 viviendas.

Como lo afirmábamos en nuestra Declaración Política de abril 2011:

“Lejos del discurso hipócrita de una ‘reducción de las vulnerabilidades sociales”, asistimos a una consolidación de la pobreza. Y las consecuencias ‘colaterales’ de este verdadero proceso de ‘desafiliación social’ están a la vista: marginación, mendicidad, insalubridad, desnutrición, analfabetismo funcional, prostitución, drogadicción”.

Es en esta geografía socio-urbana de inaudita pobreza, de familias quebradas por el hambre, de falta de presente y de futuro, donde se sitúa (y se reproduce) la raíz fundamental del llamado “problema de la inseguridad” y el “fenómeno de la delincuencia”.

¿“País de primera” dijeron?

¿Cómo pueden vivir decorosamente estos cientos de miles de compatriotas?

¿Donde están sus derechos a una vivienda digna, a la cobertura de salud, a la formación educativa, a los servicios públicos, a un salario que les asegure las necesidades sociales básicas?

Frente a ese horizonte de miseria, derivado de la persistencia del núcleo duro de la desocupación, los bajos salarios y el empleo precario, reivindicamos con firmeza la necesidad urgente de luchar por un

¡Salario Mínimo Mensual de 20 mil pesos, equivalente a media canasta familiar!

Unos y otros -gobierno, blancos y colorados-, profesan la misma religión: sin represión no hay orden. Ni “buen clima de negocios”.

En eso consisten las políticas de criminalización de la pobreza, las cuáles se apoyan en una estratificación social cada vez más elitista. Lo vemos en la segmentación urbana: por un lado los “barrios buenos” y por otro lado los “barrios malos”.

En unos viven los “ciudadanos de bien” (por encima de cualquier pertenencia de clase), y en los otros aquellos que “roban por consumismo” y cometen “delitos contra la propiedad”.

Demás estaría decirlo:

toda política de criminalización de la pobreza se asienta en la impunidad del aparato represivo.

Y en la legitimidad del monopolio de la violencia por parte del Estado. Alcanzaría como muestra, recordar lo de la cárcel de Rocha: doce presos dejados morir a fuego lento.

Ningún jerarca policial sancionado. Por el contrario, el gobierno rechaza la demanda judicial de los familiares alegando que como estaban dormidos al desatarse el incendio “no sintieron dolor”.

Una inmoralidad pocas veces vista.

Para las “clases peligrosas” que viven en los márgenes del “mercado”, hasta la “Justicia” resulta una broma macabra. Basta con ver como se violan sistemáticamente los derechos humanos en las cárceles y comisarías.

Hay que recordar el informe del relator especial de la ONU contra la tortura, Manfred Nowack, quien describió a las cárceles uruguayas como entre “las peores del mundo”
¿Dónde está entonces la supuesta “rehabilitación del delincuente” de la que hablan las autoridades del gobierno?
Mientras tanto, el 65% de los 9.000 presos que hay en el país ¡no conoce el nombre del abogado de oficio designado para defenderlo!

Las políticas de criminalización de la pobreza tienen un carácter contrainsurgente, de disciplinamiento social. Se trata de instalar en el imaginario popular el sentido de “orden” para que “nada se desmadre”; que todo transcurra en el marco del “Estado de derecho”; que ninguna acción de los y las de abajo rompa la “paz social”.

Tiene, también, el sentido de una amenaza latente: la penalización de las luchas.
Sobre todo de aquellas que transgreden la “auto-regulación” de las demandas y se zafan de las “negociaciones tripartitas” que se imponen en la “mesa de diálogo social”.

En este contexto, cualquier intento de radicalización política y social será reprimido a través de distintos mecanismos “institucionales”: declaración de servicios esenciales” (como en el conflicto de Adeom); a través de los decretos que permiten a la policía desalojar centros de trabajo ocupados; o por vía de leyes que penan las ocupaciones de casas y terrenos.
Por otra parte, sobran los antecedentes de represión y hasta judicialización de luchadores sociales a lo largo de estos seis años de “progresismo”:

Los procesamientos por “sedición” a cuatro compañeros por la protesta en la Ciudad Vieja; la persecución y procesamientos a trabajadores municipales en el marco de la huelga de 2003; el desalojo de los trabajadores de Coprograf; el encarcelamiento por varios meses de un joven manifestante en las manifestaciones anti-Bush; los procesamientos y sanciones a estudiantes y docentes movilizados contra la ley de educación y en el liceo 62; las citaciones judiciales a militantes de la Plenaria Memoria y Justicia y del sindicato del Taxi por protestar dentro del Ministerio de Trabajo; el desalojo de los caddies en huelga del Club de Golf; la represión contra integrantes del UCRUS (clasificadores); las amenazas de muerte y el procesamiento de la compañera Irma Leites, referente de la lucha contra la impunidad; el desalojo de los trabajadores de Ta-Ta que ocupaban un local.

El mensaje desde el poder es clarísimo.
Las alteraciones de la “legalidad vigente” no se toleran. Ni la más mínima.

Ahí está para demostrarlo el caso de Ney Thedy Pintos, “peludo” de Bella Unión, camarada de Sendic en las marchas cañeras.

Desalojado de su tierra por la policía ha pedido del Instituto Nacional de Colonización (INC). ¿El delito? No poder pagar una deuda. Como para darle toda la razón al compañero José Rodas, presidente de UTAA (Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas):

“En el gobierno hay una montaña de ex compañeros que anduvieron peleando con Sendic y que ahora están traicionando sus principios.

¿De qué izquierda hablan estos bandidos y sinvergüenzas?

¿Qué cambio han hecho?

Sacan a la calle a un hombre viejo pero no les da el cuero para expropiar a los que hacen grandes negociados con la tierra.

Los asalariados rurales son los últimos orejones del tarro en lo que tiene que ver con condiciones de vida, salarios, educación social y salud”. (Entrevista en El Observador, 30-4-2011).

Mejor definición del gobierno imposible. Por encima de cualquier necesidad social de de los trabajadores y de las capas más empobrecidas, se alza el interés del capital y la “garantía jurídica” de la propiedad. Ante cualquier “desborde del orden”, se impone el “principio de autoridad” del Estado.

En este engranaje coercitivo de la dominación, la IMPUNIDAD del aparato represivo, de ayer y de hoy, juega un papel decisivo.

- Anulación inmediata de la Ley de Impunidad;

- Juicio y Castigo a los culpables de violaciones de derechos humanos, tanto en el periodo previo a la dictadura, durante la misma, y a los registrados en el periodo posterior;

- Desmantelamiento de todos los aparatos represivos y de espionaje;

- Eliminación de las FFAA, no tienen valor como servicio de defensa del país en caso de conflicto internacional y solo se explica su existencia como instrumento de contrainsurgencia;

- Indemnización a las familias de los presos asesinados en la cárcel de Rocha y castigo a los responsables policiales del crimen;

- Basta de torturas en el INAU. Desmantelamiento del sistema de encierro inhumano contra niños y adolescentes. Eliminación de los contenedores de lata en el INAU;

- No a la criminalización de la pobreza, ni de la protesta política y social;

- No a la baja de la edad de imputabilidad. Basta de persecución a los jóvenes;

- Despenalización del aborto. Por el derecho de las mujeres a decidir. Aborto libre y gratuito

MAYO DE 2011


COLECTIVO MILITANTE – COMUNA- MILITANTES GUEVARISTAS – PROUNIR



POSTA - postaporteñ@ nº 562 - 2011-05-31



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