27 DE JUNIO DE 1973-2011: A 38 AÑOS DE LA HUELGA GENERAL CONTRA EL GOLPE DE ESTADO Y LA DICTADURA CÍVICO-MILITAR
Van a continuación los capítulos 7 (PCU) y 8 (MLN), de nuestro libro en preparación Autores: Roberto Sasiain y Cristina Carrera CAPITULO 7 LENIN: LA GUERRA CIVIL Y ARISMENDI Rodney Arismendi,Secretario General del Partido Comunista del Uruguay desde el año 1955 (en que sucedió a Eugenio Gómez), lo fue hasta su muerte el 27 de diciembre del 1989. Fue considerado por la URSS como uno de los principales teóricos latinoamericanos que seguían los lineamientos y directivas de ese país, junto con Victorio Codovilla, secretario Gral., del PC argentino desde antes de 1930 y hasta mediados de los ´70. Más allá de la aureola y fama que le creó la propia URSS a Rodney Arismendi, creemos que fue un fiel seguidor de los intereses planetarios de ese país, que una vez por allá por el 17 de octubre del 1917 realizó la 1ª.revolución socialista en la historia, liderada por Vladimir Illich- Lenin- y los bolcheviques. Esta revolución fue luego traicionada por José Stalin y sus seguidores, hasta culminar con la humillante rendición sin condiciones por Gorbachov en 1991, esgrimiendo las teorías de la “glasnost” (transparencia) y “perestroika” (reforma económica), que tanto engañaron, confundieron y desarmaron teóricamente a gran parte de la izquierda mundial, especialmente a los que no tenían claro los principios fundamentales del marxismo y de la revolución. Sobretodo en Uruguay se consideraba y se considera a Arismendi como un gran teórico. En realidad lo que hizo fue trasladar y traducir al lenguaje latinoamericano las teorías elaboradas por la Academia de Ciencias de la URSS, como son las teorías de la “profundización democrática” (burguesa) y “democracia avanzada” o “avanzar en democracia” (burguesa). La “revolución por etapas”, que tiene tantas etapas que nunca se llega a la revolución. El supuesto progresismo de un sector de las fuerzas armadas latinoamericanas, que fue el espejito de colores del “peruanismo” que les quitó parte de las banderas a las guerrillas y al APRA, que instauró un bonapartismo populista, pero que luego terminó entregando banderas a EEUU nuevamente, luego de la muerte del Gral. Velazco Alvarado en 1975. O lo que hizo en forma similar el Gral. Torres en Bolivia. Regímenes militares populistas para el pueblo pero sin el pueblo, al que siempre han mirado con desconfianza. O que en definitiva toman el poder para que no lo tomen los pueblos. Junto con la casi totalidad de los PC latinoamericanos, el PC uruguayo con Arismendi a la cabeza llevaron adelante el nuevo giro táctico ideológico impulsado por Stalin a partir del 1930 y expuesto analíticamente por Jorge Dimitrov en su libro de 1935: ”El Frente Popular” de alianza de los partidos de los trabajadores con los partidos pequeñoburgueses e incluso con algunos sectores burgueses supuestamente progresistas, en sustitución del clásico modelo anterior de “frente único”, integrado únicamente por los partidos y organizaciones exclusivamente de trabajadores, de proletarios. Este “frente popular” ya había sido teorizado e impulsado por la socialdemocracia europea (antes de la 1ªguerra mundial). Fracasó al ser llevado a la práctica, en su intento de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores pero sin embargo logró que los ricos acrecentaran sus ganancias y riquezas (ver Rosa Luxemburgo). Un ejemplo claro de “frente popular” es el Frente Amplio de Uruguay, que ya corre igual destino. Esta aureola tejida en torno a los aportes teóricos de Arismendi, ha podido prosperar porque Uruguay nunca tuvo un desarrollo importante de las ideas auténticamente marxistas, y el “comunismo” fue apropiado por el PCU, desprestigiando las ideas revolucionarias, las ideas del materialismo histórico. Además, este desprestigio creó anticuerpos y rechazos a todo lo que se llamara “marxismo” o “comunismo”. Rodney Arismendi era el Nº 1 del PCU en las postrimerías del golpe de estado del 27 de junio de 1973 y en una conferencia en el Teatro El Galpón, un mes antes del golpe decía textual: “...Si en un giro político negativo el país cayera en un gorilismo fascista, esta orientación popular es la que también permitirá combatirlo mejor o crear las condiciones para derrotarlo en otras instancias mediante la unión de todo el pueblo, incluidos militares”... “¿Hacia donde va la República? Por la vía de un programa de libertades y cambios, de los comunicados 4 y 7, de las reformas, de las transformaciones, de las conquistas, de una plataforma patriótica de reencuentro de los orientales”... “De otra manera será el hundimiento económico del país, que nos acecha con la tiranía y potencialmente la guerra civil”. (nota: los subrayados son nuestros). Transcribimos lo anterior textual de la Conferencia de Arismendi el 23 de mayo de 1973, tomado de Revista Estudios Nº67 junio 1973, pags.3-25, reproducido en el libro de Álvaro Rico:” 15 días que estremecieron al Uruguay”. En las palabras de Arismendi queda claro que la “guerra civil” es un mal a evitar. Veamos que dice o que le contesta Lenin a Arismendi 70 años antes, en su libro o folleto “La guerra de guerrillas”: “Un marxista no puede considerar en general anormales y desmoralizadores la guerra civil o la guerra de guerrillas, como una de sus formas. Un marxista se basa en la lucha de clases y no en la paz social”. “En ciertos períodos de crisis económicas y políticas agudas, la lucha de clases, al desenvolverse, se transforma en guerra civil abierta, es decir en lucha armada entre dos partes del pueblo. En tales períodos, el marxista está obligado a tomar posición por la guerra civil. Toda condenación moral de ésta es completamente inadmisible desde el punto de vista del marxismo. “Nuestras quejas contra la guerra de guerrillas son quejas contra la debilidad de nuestro Partido en materia de insurrección” “En una época de guerra civil, el ideal del Partido del Proletariado es un partido de combate” “Estoy de acuerdo en que esta cuestión debe ser resuelta por los militantes locales activos... Pero cuando veo que un teórico...no lamenta esta falta de preparación, sino que repite con orgullos suficiencia y entusiasmo narcisista las frases aprendidas en su primerajuventud sobre el anarquismo, el blanquismo y el terrorismo, me causa una gran pena el ver rebajar así la doctrina más revolucionaria del mundo”. “La socialdemocracia (POSDR) debe proponerse, en la época en que la lucha de clases se agudiza hasta llegar a la guerra civil, no solamente tomar parte en esta guerra civil, sino también desempeñar la función dirigente en ella. La socialdemocracia debe educar y preparar a sus organizaciones para que realmente sean capaces de actuar como una parte beligerante, no dejando pasar ninguna ocasión de asestar un golpe a las fuerzas del adversario”. (extractos de la “Guerra de Guerrillas”- año 1905, de Vladimir Ilich LENIN, biblioteca marxista, internet: www.marxists.org). (POSDR= Partido Obrero Socialdemócrata Ruso, que luego en 1917 sería denominado por Lenin Partido Comunista, para diferenciarlo de los Partidos Socialdemócratas como el alemán de Kautsky, Friederich Egbert y otros que habían abandonado las posiciones revolucionarias). El Partido Comunista del Uruguay y su principal dirigente histórico Rodney Arismendi se autodefinían como marxistas-leninistas. Si bien esto no implicaba cumplir a rajatabla con todo lo escrito por Lenin, era fundamental no contradecir en su práctica militante aquellos principios básicos de la teoría marxista y leninista como lo son la lucha de clases y la guerra civil revolucionaria, la insurrección popular para sustituir capitalismo por socialismo. Por el contrario, el PCU al igual que el resto de sus similares latinoamericanos y europeos fueron los paladines de la “conciliación de clases”, de la negociación y de los pactos con la burguesía y los militares. Al no cumplir con los principios rectores del marxismo se lo está falseando y tergiversando, en definitiva engañando al pueblo trabajador. Tal ha sido –mal que le pese a sus defensores- la práctica de los PC línea URSS desde la época de Stalin hasta la desaparición de la URSS en 1991, e incluso hasta el día de hoy Otro tremendo error en que cayeron las 3 tendencias históricas principales de trabajadores (PCU, MLN, anarquistas) en los 15 días de Huelga General a partir del golpe de estado del 27 de junio de 1973, fue considerar posible una alianza de civiles y militares. También vimos anteriormente que también lo consideraron así otras organizaciones populares con menor peso e incidencia en los trabajadores (ver Nº 373 postaporteñ@ 27 de junio de 2010) Veamos en ese sentido como se expresa el Editorial del Diario “El Popular”, órgano oficial del PCU, de fecha 27 de junio de 1973, el mismo día del golpe de estado: “...Dos caminos se abren ante la República: uno es el de la “salida a la brasilera”...”. ”El otro camino, es el auténtico pueblo, el de la coincidencia patriótica por un programa de bienestar, libertades y transformaciones. Es el camino de la unidad del pueblo, unidad que se expresó objetivamente cuando los sucesos de febrero, en una coincidencia no concretada con las Fuerzas Armadas que, enfrentándose a Bordaberry expusieron un programa positivo... La hora actual de América Latina es aleccionadora. Ahí están, junto a Cuba y Chile, las transformaciones que se están desarrollando en el Perú con militares patriotas que se enfrentaron con el imperialismo y el latifundio y acudieron al apoyo del pueblo o en otros países en que las fuerzas militares se colocaron en una actitud de defensa de la soberanía... Nada se puede lograr contra el pueblo y aún sin el pueblo. En esta grave encrucijada que vive el país, una vez más la decisión de la clase obrera y de las masas populares puede salvar a la república, empujando al logro de las coincidencias patrióticas de civiles y militares que dará una salida efectiva a nuestra patria”. (tomado textual del libro citado de Álvaro Rico, página 154). (subrayados nuestros en negrita)). El error del PCU, derivado de una estrategia equivocada proveniente y calcada de los manuales de la URSS, desde la época de Stalin, donde no se diferenciaba tiempo ni lugar, contraviniendo el ABC del marxismo, de estudiar siempre las condiciones y circunstancias históricas, sociales, económicas, políticas, concretas, para establecer luego las estrategias y tácticas concretas para cada pueblo y para cada época histórica de ese pueblo. Por ejemplo, no es ni siquiera lo mismo, para el Uruguay, los años que van del 1958 al 1973, que la época que se vive hoy en Uruguay.
CAPITULO 8: EL DOCUMENTO 5 DEL MLN y LAS FUERZAS ARMADAS También le erró feo el MLN en su Documento 5 (de principios del año 1971) al referirse a las Fuerzas Armadas. Algunos sostienen que era un “borrador” pero circuló y fue considerado un material de estudio lo que ya era una barbaridad. Uno de sus autores habría sido Eleuterio Fernández Huidobro. Parece un trasplante de una teoría para aplicar en África, y no de una situación como la de Uruguay. Ignora el nivel de organización y desarrollo alcanzado a nivel sindical y de las organizaciones de izquierda política en Uruguay. Todo ello revela un muy bajo nivel teórico. En todo caso parece un adelanto de las futuras conversaciones de algunos dirigentes del MLN presos, con integrantes del Ejército (en 1972) que los tenían cautivos y sometidos a bárbaras torturas (no nos podemos explicar como se puede llegar a tales niveles de sadismo) indignas de todo ser humano, o a las conversaciones mantenidas luego del 1985 entre similares interlocutores. En el punto 8 del Documento 5 del MLN de enero del 1971 dice: “Las Fuerzas Armadas de algunos países han demostradoque frente al atraso de las masas y a la inexistencia de un fuerte proletariado pueden asumir el rol de vanguardia y partido (por ser el sector más poderoso, moderno, templado ,coherente y disciplinado), desempeñando un buen papel en la defensa de la soberanía, la independencia y el desarrollo. Por ello las Fuerzas Armadas no pueden ser descalificadasmasivamente y no puede renunciarse a la política en su seno”. (citado por Jorge Torres en “La derrota en la mira”, página 296). Algunas críticas que hacemos a este documento del MLN o de algunos connotados dirigentes: 1) Ese documento ignora que después de la 2ªguerra mundial y con la creación de la JID (Junta Interamericana de Defensa) los ejércitos latinoamericanos han sido formados ideológicamente en la Escuela de las Américas (situada 1º en Panamá y luego en EEUU) para ser fuerzas de ocupación sometidas al gobierno de EEUU y actúan en defensa de los intereses imperialistas, con la aceptación de hecho de los gobiernos locales. Esto no fue más que la institucionalización de la política imperialista de EEUU desde que se autodesignó gendarme mundial del capitalismo, ante lo cual Simón Bolívar dijo su famosa frase:”Los EEUU parecen predestinados por la Providencia para plagar de miserias a América “. Prolongación también de la Doctrina Monroe (“América para los americanos”: quería decir para EEUU) y política del “gran garrote” de Theodore Roosevelt del 1900 y de todas las invasiones e intervenciones de EEUU en los siglos 20 y 21. 2) En el citado Documento 5, se pretende que las FFAA sustituyan a las organizaciones políticas o sindicales en su papel revolucionario de derrocar el capitalismo e instaurar el socialismo. Se deja de lado la importancia central de que son los propios trabajadores defendiendo sus intereses de clase, los únicos que llevarán adelante y hasta el final una revolución socialista consecuente. De lo contrario sería lo mismo que decir: “si no puedes con tu enemigo, alíate con él”. Concepto muy en boga en Uruguay luego de 1990 en los círculos sindicales y que hoy 2011 parece ser la ideología de este gobierno entreguista. O lo que es peor: si no puedes con tu enemigo, pásate a su bando. El Documento 5 va aún más lejos en su mimetismo con las FFAA que la alianza propugnada por el PCU de “civiles y militares”, pero ambos pasan por alto que los capitalistas y sus FFAA, están en contradicción antagónica con los trabajadores y que la superación de dicho antagonismo desde un análisis de clase es la lucha y triunfo de uno de los polos. La dictadura significó el triunfo del polo burgués. 3) Queda bastante claro entonces que ya en 1971, por lo menos un sector del MLN cifraba también esperanzas en una alianza con las FFAA uruguayas o que un sector se pasara a las filas de la guerrilla de liberación nacional para tomar el poder. Lo que si queda desdibujado después de leer el documento 5, es ¿para qué se quería tomar el poder? ¿Con qué objetivos? Porque una cosa está ligada a la otra. Para nosotros y tal vez para la mayoría de los militantes del MLN de aquella época, era para construir el socialismo en forma similar a Cuba y a lo propugnado por el Che y Fidel y sus barbudos. Pero para algunos dirigentes que orientaban la acción la cosa no estaba tan clara. 4) El documento 5 entra en contradicción flagrante con los 4 anteriores, más allá que concordemos con Jorge Torres que los otros 4 tampoco tenían mucha coherencia entre ellos pero éstas son minucias frente al contraste con el Doc.5. En los anteriores pesaban mucho más las luchas de los pueblos latinoamericanos y mundiales por su liberación del yugo capitalista y el ejemplo de Cuba y del Ché. En el Doc.5 entra a tallar el papel de las FFAA. Conceptos finales: En los capítulos 7 y 8 se ve claro que “aquellos lodos trajeron estos barros”. Y esto que significa, que para llegar a esta conclusión hemos hecho un análisis histórico concreto sobre a qué clase pertenecen las FFAA en el capitalismo: ¿a la clase obrera, a la clase burguesa, a la pequeño burguesía, o son supra clases, o no están en ninguna clase? Y en todo caso ¿a qué clase defienden y para qué fueron creadas y armadas? Para nosotros está claro que las FFAA son un aparato del Estado de la clase capitalista y defiende los intereses de esta clase ejerciendo el monopolio de la violencia. El único análisis que arroja luz sobre una realidad confusa, entreverada, aparentemente incoherente, es el análisis de clase, de la lucha de clases, que estudia los hechos de la historia en sus contradicciones, identifica polos y clases antagónicas. Es un faro que ilumina el camino para no perdernos de lo esencial, de lo fundamental. Ni el PCU ni el MLN han hecho este análisis de clase y se han perdido en el camino de la historia de estos 40 o 50 años en el Uruguay. Falta gente que analice y saque más conclusiones sobre estos años fundamentales. Para los que acometan esa difícil pero gratificante tarea les será útil la herramienta marxista para entender y transformar la realidad
Roberto Sasiain y Cristina Carrera - postaporteñ@ nº 577 - 2011-06-28
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