domingo, 27 de diciembre de 2015

1527* Levanto Mi vaso por las dudas A veces la suerte me ayuda Nadie golpea al zaguán

Número 1527 | sab 26 DIC 2015 | Año X


Solidaridad con Chicha Mariani





Desde la Asociación de Ex Detenidos - Desaparecidos, ante los últimos acontecimientos contradictorios con respecto al posible hallazgo de Clara Anahí Mariani Teruggi y el consecuente reencuentro con su abuela, queremos expresar nuestra total solidaridad con Chicha Mariani, poniéndonos a su disposición para lo que ella pudiera solicitar.

A la vez es altamente preocupante las formas en que se están comunicando los acontecimientos que tienen en vilo a una gran parte de la ciudadanía.

Una vez más denunciamos la responsabilidad incumplida por parte del Estado de investigar y encontrar a los más de 400 jóvenes a los cuales la dictadura genocida les robó y cambió su identidad.

EXIGIMOS LA INMEDIATA APERTURA DE TODOS LOS ARCHIVOS

EL ESTADO ES EL RESPONSABLE QUE APAREZCA CLARA ANAHI Y LOS MAS DE 400 JOVENES QUE FUERON APROPIADOS

SOLIDARIDAD CON  CHICHA MARIANI


             ASOCIACION DE EX DETENIDOS-DESAPARECIDOS






Chicha Mariani sigue buscando

 a su nieta:

"Todo fue un error comunicacional"





El colaborador de la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, Juan Martín Ramos Padilla, confirmó que de acuerdo a los estudios realizados por el Banco Nacional de Datos Genéticos "no hay relación filial" con María Elena Wehrlies. La referente de los derechos humanos está "muy triste" y hay "preocupación" por su salud

Infobae 26/12/15

La joven María Elena Wehrlies, cordobesa, de 39 años, no es Clara Anahí, la nieta que durante 39 años buscó incansablemente María Isabel "Chicha" Mariani, una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo.

Los dos informes que se acercaron a la Justicia desde el Banco Nacional de Datos Genéticos, única institución que por ley puede determinar la existencia de un vínculo filial entre ambos, arrojaron resultados negativos. Así lo confirmaron este mediodía desde la Fundación Anahí, en La Plata, donde el colaborador y biógrafo de Mariani, Juan Martín Ramos Padilla, aseguró que hubo "un error comunicacional bien intencionado".

"La búsqueda continúa. Se sigue buscando la verdad y se sigue investigando", declaró Ramos Padilla, y añadió que Chicha Mariani, de 90 años, está "muy triste": "Estamos preocupados por su salud", reconoció.

"Fue un error comunicacional bien intencionado de personas que quieren mucho a Chicha", sostuvo el periodista y biógrafo de la referente de derechos humanos. "Leticia (Finocchi) es una persona muy querida por Chicha y es una persona que la quiere mucho y trabaja permanentemente junto a ella. Lamentablemente se dejó llevar por la emoción, por las ganas de traer una buena noticia", señaló.

"El Banco Nacional de Datos Genéticos cuenta con dos informes que dicen que esa persona (que se acercó a Chicha Mariani) no es Clara Anahí", confirmó. Sin embargo, Ramos Padilla evitó hacer declaraciones en relación a lo que pudo haber llevado a María Elena Wehrlies a una confusión: "No queremos hablar en nombre de esta joven. Vinimos a transmitir el mensaje de Chicha Mariani", aclaró.

Consultado sobre el estado de ánimo de la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, Padilla indicó que Chicha está muy triste, dolorida". "Estamos preocupados por su salud, pero está con la misma fuerza de siempre para seguir luchando", subrayó. Y agregó que Mariani "insistió mucho con expresar su gratitud hacia todos los que trasmitieron su cariño".

Finalmente, manifestó que "hay un montón de cosas que no quedan claras" y se preguntó "cuál fue la sangre que se analizó en ese laboratorio" privado de la provincia de Córdoba que indicaba que había un 99,9 por ciento de probabilidades de que la mujer fuera la mujer desaparecida.

El fiscal a cargo de la Unidad Especializada en casos de Apropiación de Niños y Niñas, Pablo Parenti, aseguró hoy que "no hubo ningún error del Banco Nacional de Datos Genéticos" en la fallida aparición de la supuesta nieta de "Chicha" Mariani.

Parenti detalló que ayer se reiteró el estudio de compatibilidad con las muestras de sangre almacenadas "y el estudio está perfectamente hecho y volvió a dar negativo", por lo que "no hay ninguna correspondencia genética" entre la supuesta nieta y Mariani.

El fiscal explicó que la confusión se generó porque "la Fundación Clara Anahí de -Chicha- Mariani anunció un supuesto hallazgo a través de un laboratorio privado, que es un procedimiento que no corresponde", por lo que remarcó que "la lección de esto es que los análisis hay que realizarlos como corresponde".

También explicó que fue Mariani quien se presentó ante la Justicia para chequear los datos que figuraban en el estudio privado tras declaraciones del abogado de la joven que daban cuenta de un estudio realizado en el Banco que había dado negativo.

"Acá no hubo ningún error del Banco de Datos Genéticos, acá hubo una historia al margen del Estado", enfatizó el funcionario judicial, quien advirtió que el juez Ernesto Kreplak, quien está a cargo de la causa por la apropiación de Clara Anahí, la nieta de Mariani, "va a investigar lo que pasó".

La información se había dado a conocer el jueves por la Fundación Anahí, que creó Chicha Mariani en 1996 luego de separarse de Abuelas de Plaza de Mayo, donde además se difundieron fotos del encuentro en donde se ve a la reconocida dirigente de los derechos humanos con una joven de un notable parecido físico a su hija Diana Teruggi.

Clara Anahí Mariani Teruggi fue secuestrada durante la dictadura cuando tenía tres meses de vida, en medio de una balacera ocurrida en una vivienda donde funcionaba una imprenta oculta de Montoneros. Allí murieron cuatro jóvenes: Daniel Mendiburu Eliçabe, Roberto Porfidio, Juan Carlos Peiris y Teruggi, donde testigos vieron salir a un policía con la beba. 

El represor Miguel Etchecolatz, condenado a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad, aseguró que la beba había muerto carbonizada durante el ataque, pero Chicha Mariani no cesó de buscarla.

Incluso, el año pasado había escrito una carta abierta a la joven en donde le pedía que buscara fotos de niña y se comparara con los retratos de sus padres que acompañaban  la misiva.


 

- postaporteñ@ 1527 - 2015-12-26 




 

algo hay que hacer...


 

Pequeño relato de navidad
Parte -1-


Han sido liberados Gavazzo y Ramas



Están en sus fortines. Dicen prisión domiciliaria. Que ojalá los vecinos las transformen en sus celdas. La impunidad tiene de nuevo el prepotente rictus de Gavazzo.

Los vecinos que lo conocieron de niño –vivía ahí frente a la sede sindical del UNTMRA por Luis Alberto de Herrera- cuentan que él cazaba pájaros y los mataba lentamente.  La CIA, Mitrione y la Escuela de las Américas (según sus palabras en medio de la tortura) lo convirtieron en especialista en tortura de mujeres. Quién entre muchos organismos y grupos de tareas perteneció a la OCOA, a la División de los 300 del SID–unos 350 militares la integraron- Gavazzo era el 302. 

Para Gavazzo un regalito de navidad, una alegoría para todos los represores. Un beneficio para este traficante de crueldades, que instaló un altar en el hospital militar rezándole a todos sus santos y moviendo todos los hilos para quedar libre. 

¿Es esto un premio por seguir siendo procesados en Roma por ser parte del Plan Cóndor?  ¿Premio por seguir manteniendo secuestrados a los desaparecidos?

Pero la memoria no caduca

Está ahí: la  cara de Sara cuando le preguntó en el Penal de Punta de Rieles por su pequeño Simón, secuestrado con 20 días…su respuesta fue el sarcasmo.
Está ahí: la cara de Mabel cuando él le robó sus esculturas fantásticas en jabón bulldog. Mabel cada vez que tenía episodios de delirio creaba. 

Sus manos se movían en maravillosos movimientos tallando obras de arte a una velocidad increíble. Pensaba que venían los extraterrestres y nos liberaban, ella oía y describía sus naves que la venían a buscar.

 Ese día estaba muy mal.
 No supimos si le dieron mal la medicación o no se la dieron. La Dra. Marsiscano la había “atendido” en la enfermería muchas horas.

Creo que Mabel ni siquiera oyó los gritos de la PMF,  la soldado Dornelli que gritó ¡Atención Sector E! y había que pararse al lado de cada cucheta, porque venían los señores  oficiales. No nos dio el tiempo de esconder sus tallados. Entonces el Pajarito Silveira y Gavazzo vinieron y después de hostigarnos un rato, se llevaron al S2 las esculturas de Mabel y requisaron todos los jabones para que no siguiera tallando. 
Ella quedó desolada. Eran los obsequios que ella preparaba feliz para entregar a nuestros libertadores. Cuando se fueron Mabel  se agarró a la reja de la celda y grito y gritó. De sus gritos -que no preciso recordar porque no olvido- también son culpables.  De que Mabel haya entrado al mar y terminado con su vida también son culpables (1)

Está ahí: ese diciembre de 1973 en Artillería 1, mientras sonaban las bombas de navidad, Gavazzo y Silveira enloquecieron en la tortura al negro Richard de 19 años. Atormentándolo por Tupa y negro. Richard se quitó la vida pero ellos lo asesinaron, ellos son los culpables (2)

Muy largo prontuario tienen los beneficiados con prisión domiciliaria. Solo ponemos sus nombres y son infinitas sus “hazañas” terroristas.
¿Podemos hacer que cada una de ellas se convierta en piedras que terminen aplastándoles a través s de la condena social?

 El coronel Ernesto Ramas  alias Tordillo Puñales, fue Oscar 1, fue Cóndor, su  C.I. 707.695-5, vive hoy en Piriápolis. ¿Qué calle? Qué teléfono?
Está involucrado entre muchos otros vejámenes en el asesinato de Zelmar y el Toba. Condujo las torturas junto a Nino Gavazzo.

 ¿Todo puede ser tolerado?  
 La  impunidad tiene ese que se yo…se puede sentar a tu mesa sin permiso. El torturador Pajarito Silveira le escribió –hace un tiempo- públicamente,  a  Ernesto Rama: "Le solicito que cuando comande en el cielo esa brigada de fusileros que custodian las fronteras con el infierno, no permita que todos los que utilizaron la Justicia para vengarse puedan pisar ese cielo que el Señor nos brinda"

¡Nos deja tranquilos! Los impunes y sus dioses ya resolvieron que con nosotros no estarán en la muerte.

Pero lo más importante sucedió con las compañeras y compañeros desaparecidos: No fueron vencidos. Ni por Gavazzo ni por Ramas.  Y  sus sueños siguen vivos y acá están en la resistencia de cada instante.
El coronel Ramas está vencido. Porque toda su “cruzada” para hallar la bandera de los 33 no le dio resultado. Fue derrotado por Soba, por Gatti, por Elena (3)

Gavazzo está vencido cada vez que alguien vence su impunidad. Fue vencido por Nené la madre de Washington Barrios, cuando lo acusó de la desaparición de su hijo (4)

Esta hoy en su guarida  en José Martí 3077, 4to. Piso.

 Con tobillera o sin tobillera de la condena a social no escaparán.

 

25 de diciembre 2015

 

 (1) Mabel Araujo es una compañera que había escrito un libro (que nunca llegó a publicar) sobre las FFAA y fue presa y torturada sufría crisis depresivas profundas y al salir se mató. Con otras compañeras denunciamos al Estado por estas torturas que pocos denuncian. Duermen en un juzgado. Los milicos secuestraron ese texto y no se recuperó.


(2) Richard es Richard Piñeiro, un compañero con el que caí presa al cual lo destruyeron en la tortura. El era negro y Gavazzo junto a la patota de la OCOA se ensañaron con él igual que el Ku Klux Klan. El vivía en la cooperativa donde vivo y años después de arrastrar su enfermedad depresiva se mató. 


(3) Sobre la bandera de los 33 es un hecho histórico y Rama y Gavazzo torturaron y desparecieron a los compañeros para que les dijeran donde esta "la extraviada bandera".  Y creo que los torturadores fueron vencidos cuando los y las compañeras resistieron callando. 


(4)  Washington Javier Barrios Fernández compañero desaparecido en Argentina detenido por Policía Federal  el 17 de setiembre de 1974 en  la ciudad de Córdoba. Aun nadie está juzgado aunque se conocen todos los nombres de quienes lo fueron a buscar. Y de los que luego mataron a su compañera Silvia Reyes que estaba embarazada con 21 años. Su madre Nené y su hermana tuvieron un careo con Gavazzo, Armando Méndez  y Silveira hace unos años. Nene murió sin saber de Washington nada. 


 

IRMA LEITES
 postaporteñ@ 1527 - 2015-12-26 







 

Brasil / Es hora de organizar el partido de las luchas reales

 


Entrevista a  Plínio de Arruda Sampaio Júnior, economista y profesor de la Unicamp



Alexandre Haubrich * | Correio da Cidadania

Traducción de Ernesto Herrera – Correspondencia de Prensa

 

El cierre de un año turbulento, marcado por una infinidad de crisis, exige el análisis del cuadro general y una reflexión sobre sus causas y consecuencias. A continuación, editamos los pasajes más destacados de la entrevista que el periodista Alexandre Haubrich le realizara a Plínio de Arruda Sampaio Júnior, economista y profesor da Unicamp (Universidad Estadual de Campinas). 

En ella, Plinio analiza la coyuntura política económica de 2015, debate la actual crisis de la izquierda recurrente del quiebre del pacto lulista, y propone la unidad en torno del “partido de las luchas reales”.

(Redacción de Correspondencia de Prensa)


- ¿Cuáles las diferencias más importantes entre el inicio del segundo gobierno Dilma y los tres primeros gobiernos del PT?

El segundo gobierno Dilma sufre las consecuencias de las graves contradicciones acumuladas en los tres gobiernos anteriores. Los problemas de agravaron por la metástasis de la crisis económica y por la absoluta falta de liderazgo y creatividad de la presidente. El agotamiento del ciclo de crecimiento impulsado por la bola especulativa internacional destruyó las bases del llamado neodesarrollismo, dejando como legado una crisis económica de gran envergadura y difícil solución.


El fin de la “paz social”, cuyo marco puede ser asociado a las revueltas urbanas que paralizaron el país en 2013, solapó el apoyo del llamado lulismo, desatando una monumental crisis política institucional, cuya esencia radica en el quiebre espectacular del sistema de representación que sustentaba la Nueva República. Las falsas soluciones del modo petista de gobernar explotaron en las manos de Dilma, probando que es imposible resolver problemas fundamentales de la sociedad sin enfrentar sus causas estructurales, la segregación social y la dependencia externa. La fantasía construida por Lula se deshizo en las manos de Dilma.


- ¿El segundo gobierno de Dilma te sorprende?

Para quien observa la realidad desde una perspectiva crítica, era previsible que, para la clase trabajadora, el segundo gobierno Dilma sería más desastroso que el primero. La campaña de 2014 fue una disputa cerrada entre candidatos comprometidos con el status quo, donde cada uno buscaba calificarse delante de la burguesía nacional e internacional como el mejor apto para hacer el “ajuste” de la economía y de la sociedad bajo las exigencias del capital en tiempos de crisis económica mundial.

Cuando la Dilma candidata decía que no haría el “ajuste” contra los trabajadores ni que la vaca tosiese, camuflaba sus compromisos con los dueños del poder. Su programa electoral se encuadraba integralmente en la agenda liberal. Las grandes constructoras, mineras, empresas de agronegocios e instituciones financieras sabían de eso y no ahorraban recursos para financiar su elección. Tampoco le faltó apoyo de la comunidad internacional (eufemismo para designar el imperialismo). Por tanto, era previsible que Dilma estaba comprometida hasta el pescuezo con el “ajuste neoliberal”. Reconozco, sin embargo, que no esperaba una rendición tan rápida a la pauta reaccionaria, su patente cobardía y su total falta de sensibilidad para con el sufrimiento de los trabajadores.


- ¿Cuál es el momento de inflexión que llevó a la ofensiva conservadora que hemos visto en la sociedad brasileña?


La giñada conservadora fue doblemente condicionada. Por un lado, la sociedad brasilera recibió los eventos del “régimen de austeridad” que se impuso sobre el mundo capitalista a partir de 2010. La “solución norteamericana” para la crisis económica supone una brutal ofensiva sobre el trabajo con los retrocesos democráticos correspondientes.

 El deterioro del nivel tradicional de vida de los trabajadores requiere de un padrón de dominación más duro y autoritario. No por casualidad, las calificadoras internacionales de riesgo incluyen en su análisis la presencia o no de leyes antiterroristas que criminalizan la lucha social. Por otro lado, el giro conservador responde a la necesidad de contener los vientos de cambios provocados por las revueltas urbanas de 2013.

La polarización de la lucha de clases, provocada por el agotamiento del ciclo de crecimiento y por la quiebra del lulismo, queda patente cuando se observa el contenido de la lucha de clases. Para los de abajo, el “mejorismo” de los años Lula fue poco. La juventud fue a la calles para exigir políticas sociales y reformas democráticas. Para los de arriba, el “mejorismo” petista fue mucho. Sintiendo que sus privilegios seculares pueden ser amenazados, la plutocracia brasilera muestra los dientes y afilas sus uñas.

La clase dominante sabe que el ajuste ortodoxo implica grandes sacrificios para la población y ve con miedo la emergencia del pueblo en la historia. Juventud luchando por la movilidad urbana, estudiantes ocupando aulas para exigir enseñanza pública, trabajadores haciendo huelgas por salarios y derechos, indios luchando por su tierra y sus ríos, protestas contra la falta de agua, sin techos ocupando terrenos, etc. Todo eso es altamente subversivo y aterroriza a las clases dominantes.


- ¿Cuáles las raíces de las crisis económica y política? ¿Alguna vino antes de la otra?


Las crisis económicas y políticas se condicionan recíprocamente, pero poseen dinámicas propias no pueden ser reducidas una a la otra. La crisis económica es determinada en última instancia por la necesidad de “ajustar” la economía brasilera a una posición todavía más subalterna en la división internacional del trabajo. La crisis política, evidencia la quiebra del sistema de representación y es determinada por el fin de la “paz social”.

La primera queda patente con el fiasco del llamado neodesarrollismo. Donde una nueva rodada de modernización de los padrones de consumo, profundizó el carácter subdesarrollado y dependiente de la economía brasileña. La segunda es caracterizada el agotamiento del “mejorismo” lulista, cuya esencia consistía en aprovechas el pequeño aire generado por el crecimiento económico para reforzar las políticas asistencialistas y mitigar (no revertir) el proceso de concentración de ingreso característico del modelo económico brasilero.

La crisis política extrapola el problema de la crisis insoluble del gobierno Dilma. Es el régimen instaurado en la Nueva República que ya no agrada a los de abajo, que exigen que las promesas de la Constitución Ciudadana sean cumplidas; ni a los de arriba, que precisan erradicar lo que resta de contenido democrático de la Carta de 1988 para tener condiciones de profundizar la reversión neocolonial exigida por el ajuste liberal.


- ¿Cuál es la mejor forma de que los trabajadores y la izquierda se organicen para enfrentar tanto el avance conservador como en general el ajuste fiscal?


La lucha de clases se polariza entre dos partidos: el partido del “ajuste” y el partido “contra el ajuste”, el polo conservador y el polo de la transformación democrática. Las formas más eficaces de frenar la ofensiva del capital serán definidas concretamente en el proceso de la propia lucha. Algunas directrices generales, no obstante, pueden ayudar a la tarea de la reorganización de la clase trabajadora.

Para vencer al partido del “ajuste” es preciso, en primer lugar, salir de la trampa que reduce la política a las opciones binarias, dejando a la sociedad brasilera entre la cruz y la calderita, la opción del ajuste duro y franco y la opción del ajuste un poco menos duro y disimulado. En tanto el horizonte político siga monopolizado por las propuestas del orden liberal, el radio de maniobra de los trabajadores es mínimo. Para salir de ese antro estrecho, es preciso dejar de lado cualquier ilusión de una vida mejor sin romper con los parámetros del orden global.

Esto coloca la necesidad de radicalizar la crítica y crear instrumentos políticos necesarios para el cambio. Es el proceso de lucha y aprendizaje que hace avanzar la constitución de un sujeto histórico capaz de abrir nuevos horizontes para la sociedad. En términos prácticos, los trabajadores precisan comprender que para derrotar el ajuste, precisan derrotar la política económica, precisan derrotar el modelo económico, precisan cambiar las bases del Estado brasilero y crear alternativas económicas concretas. No es una tarea fácil, pero es la tarea histórica que se coloca (…)


- ¿Cómo ves la formación de los frentes como el Pueblo Sin Miedo y el Brasil Popular, en la actual coyuntura?


La iniciativa del Pueblo Sin Miedo de organizar a la población para enfrentar el ajuste neoliberal es positiva, pero insuficiente. El ajuste no es una política del ministro Levy que puede eventualmente ser derrotada con su sustitución (1) por un nombre más potable. Es un engaño imaginar que el gobierno Dilma esté en disputa. Dilma está totalmente sometida al gran capital y actúa de acuerdo con los dictámenes del ajuste neoliberal.

Por tanto, es imposible estar contra el ajuste y apoyar veladamente al gobierno. El hecho de que Dilma sea un “mal menor” comparada a Aécio (Neves) y Temer no cambia en nada la situación.

Si los que combaten el ajuste quedan presos de la disyuntiva del “mal menor”, el partido “contra el ajuste” -el partido de las víctimas del capitalismo- no tiene como afirmarse como una referencia capaz de abrir nuevos horizontes para la sociedad brasileña


Los que luchan contra el ajuste no pueden quedar rehenes del Estado.

El Frente Brasil Popular es una iniciativa desesperada de los petistas para intentar salvar a Dilma. Compuesto de movimientos sociales y sindicatos enroscados al Estado, el Frente no dio ninguna señal de vigor para liderar grandes movilizaciones de masas.

El agravamiento de la crisis económica y del desempleo debe disminuir todavía más su capacidad de convocatoria. No creo que consigan ir más allá de un amague.



- ¿Qué alternativas ofrecer hoy a los partidos de izquierda y movimientos sociales? ¿Están prontos para hacer ese enfrentamiento?


La izquierda precisa organizar a los trabajadores para resistir la nueva ofensiva del capital y crear una alternativa al capitalismo. 
Sin lucha, el costo de la crisis será volcado en las espaldas de los trabajadores. 
Sin grandes transformaciones sociales, no hay como evitar el avance de la barbarie. 
Lo fundamental es crear una fuerza política para que la economía y la sociedad sean organizadas en función de las necesidades efectivas del conjunto de la población.
El punto de partida es superar cualquier ilusión de que los problemas graves de la población brasileña pueden ser resueltos con crecimiento y “mejorismo”
. El crecimiento y el “mejorismo” mitigan los problemas del pueblo, pero son funcionales a la reproducción del subdesarrollo y de la dependencia. El compromiso de la izquierda es con la “revolución brasilera”.


- ¿La socialdemocracia en Brasil llegó a su límite?


La socialdemocracia no llegó al límite porque ella en verdad nunca existió en Brasil. No hay bases objetivas y subjetivas para una política reformista en Brasil. De un lado, el capitalismo brasilero depende de un padrón de acumulación que se sustenta en la superexplotación del trabajo y en la presencia dominante del capital internacional.

En esas condiciones, no hay espacio para políticas que pretendan enfrentar la segregación social y la dependencia externa, las dos causas fundamentales de los males del pueblo. De otro lado, la sobrevivencia del capitalismo dependiente requiere de un padrón de acumulación que funciona como una democracia restringida, herméticamente cerrada a las demandas de las clases populares.


En tales circunstancias, no hay espacio real para que la lucha política institucional avance al punto de poner en riesgo las estructuras del capitalismo dependiente: la segregación social y la dominación imperialista. La intolerancia en relación a la movilización del conflicto social como forma de conquista de los derechos colectivos -la esencia de un régimen político democrático- cierra las puertas a cualquier tipo de experiencia reformista.


En Brasil, el compromiso de la burguesía con la democracia acaba en el momento en que ella pone en riesgo sus privilegios. El “mejorismo” de Lula pasó muy lejos de cualquier propuesta socialdemócrata. Lula no reformó nada. Su gobierno profundizó el subdesarrollo.

El PT representa la “izquierda” del orden, el orden comprometido con la reproducción del capitalismo dependiente.



- ¿Cuáles son los elementos que ya tenemos para desencadenar la Revolución Brasilera y cuáles nos faltan?



La revolución brasilera está en curso. Ella es impulsada por las luchas reales de todos los que se baten con intransigencia contra la intolerancia de los ricos en relación a cualquier cambio que amenace sus privilegios.

 En perspectiva histórica, ella debe ser entendida como el desenlace de un largo proceso histórico, impulsado por la necesidad de concluir la larga transición del Brasil-Colonia de ayer al Brasil-Nación de mañana. 
Su punto culminante es la superación definitiva de las estructuras económicas, sociales, políticas y culturales responsables por los dolores del pueblo (…)

Las condiciones objetivas que determinan la revolución brasilera ya están maduras hace algún tiempo y quedan patentes en la relación perversa entre desarrollo capitalista y reversión colonial.

 En otras palabras, es la absoluta incapacidad de la burguesía brasilera en defender los intereses nacionales y resolver los problemas fundamentales de la población lo que pone a la revolución brasilera en el orden del día. La revolución social es el único medio de evitar la barbarie.

Las condiciones subjetivas de la revolución brasilera todavía faltan construirse. El sujeto de la revolución está ahí para quien lo quiera ver. Son los trabajadores sin tierra que luchan por un lugar al Sol, son los sin techos que luchan por vivienda, son los estudiantes y los profesores que defienden la escuela pública, y la juventud que exige movilidad urbana, son los indios que luchan por su sobrevivencia, son las mujeres que batallan contra la doble explotación, son los trabajadores que no aceptan el quite de derechos sociales.

 En fin, es el pueblo brasilero que lucha por una vida digna.

Las formas de la revolución también ya fueron esbozadas en la Jornadas de Junio de 2013. La fuerza propulsora de la transformación social es la revuelta avasalladora del pueblo contra sus opresores.

Eso ya existe de manera difusa y fragmentada. 


Falta unificar los sujetos dispersos en torno de un programa revolucionario. 
Falta crear instrumentos políticos que permitan transformar la energía difusa de las masas inconformes en fuerza política condensada. Falta organizar el partido de las luchas reales.
Esto está siendo construido lentamente por todos los que luchan con intransigencia en defensa de los intereses estratégicos de los trabajadores.

 Es imposible prever cuando tal construcción sufrirá un salto de calidad.
 Si demora mucho, Brasil se hundirá en un dantesco mar de barro.


* Alexandre Haubrich es periodista de los sitios Jornalismo B y Jornal del Sintrajufe.


Nota de Correspondencia de Prensa


1) La entrevista fue realizada el 8 de diciembre de 2015 para el Jornal del Sintrajufe, unos días antes de que Joaquim Levy fuera remplazado por Nelson Barbosa como ministro de economía


 

- postaporteñ@ 1527 - 2015-12-26 






 

Tragedia de Once:
un tío en los tribunales







Leonardo Menghini es tío de Lucas, el chico de 20 años encontrado muerto en una cabina dos días después del accidente. Pero también es abogado de la querella.


En cada audiencia, se enfrenta a los 28 acusados de ser responsables de la muerte del hijo de su hermano mayor, Paolo, y de medio centenar de personas más


 23 de Diciembre de 2015
MLEWIN TN.com.ar



“Cuando encontraron el cuerpo, estábamos todos en la comisaría de la estación Once. Sabíamos dónde estaba Lucas, porque habíamos conseguido las grabaciones de la municipalidad de Merlo que mostraban que había entrado al cuarto vagón, o sea que ya no teníamos esperanzas de que apareciera con vida. Estábamos resignados”, recordó Leonardo Menghini, tío de Lucas, la víctima 51 de la tragedia. La vida de este hombre moreno, de 47 años cambió desde la muerte de su sobrino.

-¿Por qué decidió hacerse cargo de representar a la familia?
-Yo me dedico al derecho comercial. Después del entierro, nos dimos cuenta de que nos estábamos enfrentando a gente de mucho poder. Y que nos habían elegido para golpearnos, porque habíamos hecho pública nuestra posición.

“El motorman Andrada dijo que el tren tenía problemas de frenos y apareció con cuatro balazos en la espalda”

La cuestión era entonces en quién podíamos confiar que fuera incondicional. Mi hermano Paolo (Menghini, papá de Lucas) me preguntó si yo podía. Necesitábamos de alguien que no fuera a traicionar nuestra confianza. Me puse a estudiar derecho penal y llevé adelante la querella con la Doctora Leila, en representación de mi familia otras 10. Somos la número 3.

-¿Qué dificultades fueron las primeras que enfrentaron en la causa?
-Nos encontramos con que en 15 días se hizo la pericia, lo había pedido en un discurso Cristina Kirchner.
 Nosotros recién el 22 de marzo empezamos a vincularnos con otros familiares y el juez Claudio Bonadío ya había mandado hacer las pericias. La causa había avanzado sin darles vista a los familiares directos. Por eso nosotros empezamos a correr la pericia desde atrás, sin estar representados, esa fue la sensación que tuvimos.

-¿Hubo presiones a los testigos?

El peor antecedente es la muerte de Leonardo Andrada, el maquinista que le entregó el tren a Marcos Córdoba. Andrada dijo que la formación tenía problemas de freno y apareció muerto de cuatro balazos por la espalda.
 A partir de ese momento todos los testigos estuvieron condicionados.

-¿Qué opinión tiene sobre los estudios hechos por los peritos?
En la pericia se esconde la verdad. Había dos posturas bien claras y diferenciadas, la del ingeniero Juan Brito y la de los otros dos peritos oficiales, Néstor Luzuriaga y Díaz, que dicen que Córdoba no hizo nada para que el tren se detuviera.


“Había una capacidad económica real para que los trenes estuvieran bien. El dinero estaba, pero era volcado a las empresas del grupo Cirigliano”


Pero cuando los peritos quisieron defender en el juicio oral lo que habían escrito, no podían ponerlo en palabras. Porque ellos no lo habían escrito, ¡simplemente lo habían firmado! Luzuriaga fue preso por falso testimonio y Díaz evitó seguir el mismo camino porque declaró que en realidad no sabía demasiado y que lo que habían hecho era volcar la opinión de los peritos de parte, es decir de los de los empresarios de TBA, el concesionario, de la Secretaría de Transporte y la CNRT ¡los acusados! La pericia estaba digitada y manipulada para volcar sobre Córdoba la responsabilidad de la tragedia. Pero el choque no se da por lo que pasa en el momento, sino porque lo que venía pasando desde hacía 10 años y por lo que pasó en el r escate, después.

-¿Qué pudo probarse acerca de la malversación de los subsidios del estado al grupo TBA?

-El tema de los subsidios que recibía TBA y su manejo no es tema de esta causa. Lo que nosotros tratamos de demostrar es que había una capacidad económica real para que los trenes estuvieran bien. Que el dinero estaba, pero era volcado a las empresas del grupo Cirigliano. Eso es parte de los mecanismos de silencio de los organismos de control que no hacían nada frente a los continuos incumplimientos de la concesionaria de los trenes, TBA. Por eso nosotros decimos que para entender la tragedia no hay que mirar solo el 22 de febrero. Durante 10 años se desmanteló el servicio y los organismos de control fueron cómplices.

-¿Por qué cree en la pericia del ingeniero Brito?

-La pericia de Brito tiene la lógica del que analiza el manejo desde la ingeniería de frenado y que toma un dato del GPS, que marca que la velocidad baja de 26 a 20 km por hora en los últimos metros, o sea que el maquinista frenó y el freno no respondió.

“Yo considero que pedir para el motorman 22 años es un despropósito. Y que tiende a exculpar a Ricardo Jaime, a Juan Pablo Schiavi, a los Cirigliano”

Los otros peritos dicen que el GPS se equivocó. Pero ese dato del GPS no es falso, ese dato es cierto. Córdoba no frena 10 metros antes. Aplica la emergencia y esa emergencia degradada se activa 10 metros antes.


-¿Usted cree que el tribunal va a tomar en cuenta la pericia del ingeniero Brito?

-Nosotros la tomamos en cuenta, la fiscalía también. La querella cuatro a cargo de la doctora Patricia Anzoátegui la tomó en cuenta. Es la más ajustada. Las cartas están sobre la mesa y creemos que la prueba es totalmente concordante y sobreabundante. Yo considero que el tribunal va a opinar de la misma manera.

Pero, futurología sobre la justicia argentina, yo no hago. Nosotros pedimos condenas por estrago doloso en concurso real con administración fraudulenta. Al maquinista Córdoba no lo acusamos, hizo lo que pudo con el tren que tenía. Consideramos que pedir para el motorman 22 años, como hizo otra de las querellas, la del doctor Gregorio Dalbón, es un despropósito.

 Y tiende a exculpar a Ricardo Jaime, a Juan Pablo Schia vi y a los Cirigliano


FACUNDO
postaporteñ@ 1527 - 2015-12-26 




 

Balance "progresista"




INDISCIPLINA PARTIDARIA, la columna de Hoenir Sarthou:

16 dic. 2015 por Semanario Voces


El año 2015 se cierra con una oleada de crisis políticas y derrotas electorales para varios gobiernos “progresistas” o “de izquierda” de América Latina.
Las izquierdas gobernantes se ven en problemas. En Brasil, el gobierno de Dilma está en entredicho por el interminable asunto de la corrupción en Petrobras. En Argentina, contra lo que pronosticaban las encuestas, la derrota electoral del kirchnerismo determinó ya un cambio de orientación  económica y política. Y, en Venezuela, las elecciones legislativas fueron una señal muy clara de lo que pasará con el gobierno de Maduro si no media algún cambio, que no se ve en el horizonte.  

El Uruguay tampoco es completamente ajeno al fenómeno. La “desaceleración”, o crisis económica, comienza a vislumbrarse y trae recortes. Tras ella, asoma una deuda pública enorme, sobre todo para una perspectiva de vacas flacas. El gobierno tiene el menor índice de aprobación de los últimos once años y chapotea en un nuevo pozo embarrado, que esta vez se llama “Ancap”, pero antes se llamó “PLUNA” y dentro de no mucho podrá llamarse “regasificadora”.
El pozo debe de ser hondo, porque los gobernantes han perdido la elegancia y se arrojan la culpa entre sí como si fuera una papa caliente.


Alentado por esas señales críticas, el viejo discurso del liberalismo económico toma fuerza y embiste, desde dentro y desde fuera de fronteras. Así, volvemos a oír hablar de “eficiencia”, de “gestión”, de “desregulación”, de “modernizarse”, de “competencia”, de “libertad de comercio” y de “libertad del consumidor”.
Quien no haya vivido los años 90, podrá creer que se trata de ideas nuevas. Quienes vivimos esos años sabemos que, cuando fueron puestas plenamente en práctica, generaron en nuestros países enorme riqueza para muy pocos y una terrible miseria popular, que, curiosamente, desembocó en la apuesta generalizada a los gobiernos “progresistas”. 


¿Qué ha pasado en estos años con los gobiernos “de izquierda” y “progresistas” de Latinoamérica? ¿Por qué este reflujo político e ideológico que amenaza con devolvernos al pasado?

Para responder a esas preguntas conviene recordar primero qué es el “progresismo” y en qué forma y por qué fue sustituyendo al término “izquierda”.
El “progresismo” es un nuevo nombre y una nueva actitud que adoptaron muchas fuerzas de izquierda para sobrevivir a la caída del “socialismo real” (la URSS y sus satélites). Desacreditado el socialismo estatista como vía para la reorganización social, muchos partidos de origen marxista asumieron que el capitalismo era una realidad a la que no se podía rehuir. Se postularon entonces para el gobierno ofreciendo dos cosas:

a) vía libre para el ingreso a sus respectivos países de capitales e inversiones y el acatamiento de las reglas de juego del mercado global;


b) políticas sociales que suavizaran los efectos más dañosos del sistema económico, especialmente para los sectores excluidos por el mismo sistema.


En algunos casos (Uruguay es uno de ellos) el “progresismo” se alió con los defensores de causas que no contradicen frontalmente al sistema económico, feminismo, movimiento gay, grupos raciales, dando lugar así a cosas como la llamada “nueva agenda de derechos”, que ha revestido al progresismo de cierto aire de “corrección política”.

Si bien el régimen chavista no calza exactamente en ese modelo, en algunos aspectos, justamente los que me propongo señalar en este artículo, su diferencia con el “progresismo” es en cierta medida retórica. Ya veremos por qué.

¿Cuál es el problema del “progresismo”?    

 Una primera mirada hace pensar que el problema es una combinación de ambigüedad ideológica, corrupción, soberbia y desprecio por el marco institucional.

Tal vez la gran convicción –no dicha- del “progresismo” es que teniendo buenos números macroeconomicos, posibilitados por la inversión extranjera o por la venta de materias primas y de recursos naturales, y dando cosas, servicios médicos, canastas de alimentos, transferencias económicas, permitiendo el acceso de los más pobres a ciertos niveles de consumo, es posible hacer cualquier cosa desde los cargos de gobierno. 

Y la realidad, en particular los resultados de las elecciones hasta ahora, parecía confirmar esa tesis.

Pero, como bien dice el refrán, “no hay tiempo que no se acabe ni tiento que no se corte”. El talón de Aquiles del “progresismo” es la falta de recursos. La baja de valor de sus recursos naturales, o las crisis de los mercados que los compran, deja a esos regímenes privados de su arma preferida y casi única: la transferencia de recursos para calmar los conflictos y las disconformidades sociales.

No es casualidad que el desarrollo cultural y educativo, así como la formación política, hayan sido descuidados por los regímenes “progresistas”. Es que resulta mucho más fácil conseguir la conformidad social mediante la transferencia de recursos económicos.

Quizá el gran drama de la era “progresista” –y esto es aplicable también al chavismo- sea que acostumbró a la población de sus países a ser satisfecha con cosas materiales, con consumo, con la sensación de prosperidad. 

 En lugar de formar ciudadanos, formó consumidores y público aplaudidor, mientras que los gobernantes se iban acostumbrando a disfrutar de los privilegios del poder

 Pero, ¿qué ocurre cuando los recursos dejan de ser tan abundantes? 
¿Qué pasa, incluso, cuando los consumidores ven que sus gobernantes abusan de los bienes de todos y a la vez entonan discursos de austeridad?
El drama de los gobiernos “progresistas”, y de algunos otros que no se autocalifican así, pero en estos temas actúan igual, es que creen en la omnipotencia de la política, entendida como ejercicio del poder estatal.

 Olvidan que la verdadera batalla, la que puede determinar que un pueblo sea libre y se autogobierne, se libra en el plano de la cultura y de la formación como ciudadanos.

Prometer la abundancia interminable y el goce de nuevos e infinitos derechos es todo lo contrario de promover la ciudadanía y la cultura. Porque la ciudadanía es ante todo responsabilidad. Y la cultura es indispensable para ejercer la ciudadanía.
La crisis que parece afectar a los gobiernos “progresistas” puede ser una buena oportunidad para reflexionar sobre el futuro. Porque no todas son pálidas.
Las recientes experiencias electorales en Argentina y Venezuela demuestran que algo nuevo se ha incorporado a la cultura política de esos pueblos.

 Atrás quedaron los tiempos mesiánicos en que la izquierda creía que “La Revolución” era un cambio irreversible, insometible a voluntades populares o a consultas democráticas.
 Los gobiernos de Argentina y Venezuela, pese a sus tremendos conflictos con la oposición, reconocieron su derrota y acataron la voluntad popular.

Ese acatamiento, curiosamente, también legitima sus triunfos anteriores. Y anuncia la posibilidad legítima de triunfos futuros.


Las conquistas y los triunfos políticos, que se materializan y dependen de controlar el aparato del Estado, son logros efímeros. 

En cambio, las convicciones que se encarnan en la cultura de un pueblo son conquistas duraderas.
La era de los gobiernos “progresistas”, si acaso concluye, dejará pocas innovaciones duraderas en la cultura de sus pueblos.

 No ha aparejado un nuevo concepto de ciudadanía, ni una revisión de nociones como la de propiedad de la tierra y de otros recursos naturales, ni nuevos valores culturales y artísticos, tampoco dio lugar a una revolución educativa, capaz de modificar nuestra mirada sobre la realidad.

Son temas enormes, sobre los que deberíamos reflexionar, en lugar de concentrar siempre y exclusivamente la atención en el juego político electoral


- postaporteñ@ 1527 - 2015-12-26 




 

América del Sur/Debates
El agotamiento de un modelo



Cansados



Los síntomas del agotamiento de un modelo son la honda crisis política que golpea en Brasil a Dilma Rousseff y al Partido de los Trabajadores (PT) y sus aliados parlamentarios, la derrota de la tensionada alianza entre kichneristas y algunos peronistas en Argentina, y el descalabro de Nicolás Maduro y su Partido Socialista Unido de Venezuela.


Eduardo Gudynas *


Brecha, Montevideo, 23-12-2015


Estas circunstancias han de­sembocado en un debate por momentos muy entreverado. No faltan voceros conservadores que predigan la muerte de la izquierda, como dogmáticos progresistas que se niegan a ver los problemas y defienden ciegamente a sus gobiernos. Dejando de lado esos análisis superficiales, podemos encontrar una discusión más sustantiva.
En ese terreno ya no pueden negarse las dificultades de los progresismos tanto en la práctica, como puede ser en la gestión gubernamental, como en los conceptos, como ocurre frente a muchas ideas de políticos e intelectuales progresistas.

Los análisis parecen dividirse en dos posibles evaluaciones. Por un lado, están los que afirman que estamos frente a un “final” de ciclo de los progresismos, y por otro lado, quienes consideran que es más exacto hablar de su “agotamiento”.

Entre los que señalan un “final” progresista se invocan argumentos muy distintos y se siguen senderos de pensamiento diversos, como puede verse en Maristella Svampa (para el caso argentino), Edgardo Lander (Venezuela) o Raúl Zibechi (apelando a varios ejemplos sudamericanos). Como no puede ser de otra manera, los intelectuales y funcionarios progresistas rechazan esas evaluaciones, y sostienen que no hay ningún “final”.

La otra mirada, enfocada en el “agotamiento” del progresismo, sostiene que es difícil hablar de una finalización ya que existen distintos progresismos que siguen en los palacios de gobierno (por ejemplo Rafael Correa en Ecuador, Evo Morales en Bolivia y Tabaré Vázquez en Uruguay). Además, incluso allí donde sus gobiernos están arrinconados (Brasil y Venezuela) o perdieron las elecciones (Argentina), el progresismo subsiste en sus grupos parlamentarios y sus apoyos ciudadanos.

Esta posición parece más acertada, y es la que se sigue en este artículo. Es que más allá de esas distintas permanencias, es evidente que los progresismos actuales tienen otros contenidos políticos, han perdido sus capacidades de renovación e innovación y encuentran enormes dificultades.
Este es un entendimiento que también es esgrimido por otros analistas, quienes a su vez expresan énfasis y antecedentes variados. Son los casos de Juan Cuvi y Pablo Ospina para Ecuador, Salvador Schavelzon sobre el kirchnerismo o de algunos integrantes de Correio da Ciudadania para Brasil.

Dimensiones


El agotamiento de los progresismos puede ser descrito en tres dimensiones. La primera es la pérdida de su capacidad de innovación o renovación en las ideas y prácticas; la segunda está en que finalmente asumen como fatalidad no poder resolver una serie de cuestiones clave que habían prometido solucionar; y finalmente, un cambio en el balance de las prioridades, donde se ponen casi todas las energías en permanecer con el poder estatal.

En el primer caso, en los progresismos languidece la innovación política y a algunos se los ve exhaustos. Años atrás, ofrecían múltiples ideas renovadoras. Por ejemplo, proponían radicalizar la democracia y ensayaban instrumentos como plebiscitar decisiones clave o armar presupuestos participativos.
Ese tipo de medidas se ha deteriorado, y hay algunos progresismos que las combaten (sin ir muy lejos, en Uruguay las consultas ciudadanas departamentales contra la megaminería fueron rechazadas, y en unos casos anuladas, bajo el gobierno de José Mujica).


De manera muy similar, encontramos muy poca o ninguna innovación sobre los fundamentos del desarrollo, ya que todos siguieron una política de dependencia de exportar materias primas. Hoy, ante la caída de su valor, siguen sin ensayar alternativas productivas y se esfuerzan en extraer todavía más recursos naturales o en darles más ventajas a los inversores.

Casi todos caminan hacia gestiones económicas más ortodoxas, como los planes de austeridad de Rousseff en Brasil, o las alianzas público-privadas de Correa en Ecuador.


Es cierto que la gestión progresista todavía está lejos de los extremos neoliberales, y por ello no puede sostenerse que exprese un fundamentalismo de mercado. Pero también hay que reconocer que esa escasez de ideas los lleva a usar instrumentos de gestión convencionales. Son gobiernos ensimismados en la cotidianidad, y algunos de ellos, o sus partidos, han abandonado o cerrado sus centros de estudios.

En la segunda dimensión recordemos que los progresismos habían prometido solucionar problemas persistentes en cuestiones como educación, salud, vivienda popular, violencia y criminalidad urbana, y corrupción. Se podrá discutir los avances, estancamientos o retrocesos en cada uno de esos aspectos en los diferentes países, pero lo cierto es que, en general, la situación no ha mejorado sustancialmente en la mayoría, y que incluso hay retrocesos.
Hoy parecen haber aceptado que no podrán solucionar sustancialmente esos problemas, los asumen como una fatalidad inescapable y admiten que habrá que convivir con ellos.


Esta resignación es clara ante la corrupción, como ocurre en Brasil en torno al caso Petrobras, que involucra a políticos con empresarios de corporaciones que Lula da Silva llamaba “campeonas” del desarrollo nacional. Pero lo mismo se repite en otros gobiernos.

Por ejemplo, en estas semanas en Bolivia la administración de Evo Morales debe lidiar con el más grave caso de corrupción de los últimos años. Allí se descubrieron usos ilegales de dineros que provenían de los impuestos sobre las petroleras y que debían destinarse a comunidades campesinas o indígenas pero eran aprovechados por líderes tanto de organizaciones ciudadanas como de partidos políticos, y que según las denuncias, también incluyeron apoyos partidarios.

Lo llamativo es que ahora el progresismo parece aceptar que la corrupción es endémica a los sistemas políticos y abandona la pretensión de erradicarla. Aparecen explicaciones sorprendentes, como los que dicen que nada se le puede reprochar al PT porque todo el sistema político brasileño es corrupto. Hay en esto un ánimo fatalista, se bajan los brazos a la tarea de erradicar la corrupción y sólo se miran sus costos electorales.

La tercera dimensión es un cambio en el balance de los esfuerzos políticos. A medida que se reducen las capacidades para nuevos ensayos e innovaciones y se aceptan problemas recurrentes, cada vez se dedica más energía a retener el poder estatal.

Esto incluye gastos enormes en publicidad, intentos de encauzar los medios de prensa, controles sobre ONG, reformas electorales, buscar reelecciones presidenciales e incluso modificaciones constitucionales.
Un caso extremo acaba de ocurrir en Ecuador, donde el presidente Correa impuso varios cambios constitucionales, incluyendo la reelección presidencial, esquivando la consulta ciudadana por medio del uso de su mayoría parlamentaria.


Planos que se cruzan


Para entender cómo se intersectan estas tres dimensiones es apropiado observar la problemática del desarrollo. Estamos ante progresismos que finalmente quedaron atados a las ideas clásicas del desarrollo, como crecimiento económico y progreso material, motorizado por las exportaciones de materias primas y la atracción de inversiones.

El desarrollo lo organiza e instrumentalizan de otro modo, a veces con más presencia del Estado, otras con mayor cobertura social, usando casi siempre otros discursos de legitimación.


Pero siguen siendo desarrollistas

A medida que esas estrategias se vuelven más inestables, los progresismos recurren a medidas económicas más convencionales, aceptan alianzas políticas con actores conservadores o pactos empresariales, y se obsesionan con retener el gobierno.

En Uruguay hay varios ejemplos.

El progresismo no logra entusiasmar con nuevas ideas, no hay muchos espacios de debate, pero en cambio tienen mucha energía para sostener una agropecuaria trasnacionalizada, amparar la megaminería o darles facilidades a los inversores extranjeros.


Varios progresismos no toleran que la izquierda que no está en los gobiernos les advierta sobre sus contradicciones o les señalen su cansancio. Les responden con eslóganes, tildan de neoliberal a muchos cuestionamientos, apelan a las burlas y las descalificaciones (llamando a los críticos “infantiles” o “deslactosados”, como es común en Ecuador o Bolivia). 
Esto muestra que como los progresismos tienen cada vez menos argumentos, no les queda más remedio que reaccionar con adjetivos o burlas.

El agotamiento progresista por un lado permite mayores opciones de reorganización de la política conservadora, pero por otro crea escenarios a veces muy limitantes como para repotenciar una izquierda democrática e independiente que pueda retomar la tarea de la transformación.


Este es, posiblemente, el problema más crucial que se abre ante nosotros en el futuro inmediato





ErnestoHerrera
postaporteñ@ 1527 - 2015-12-26 






 

"La idea de cambiar al FA desde adentro ya está medio gastada"




ENTREVISTA A JORGE ZABALZA



Carlos Peláez / Eespectador


 

Zabalza presento  su último libro, “La experiencia tupamara. Pensando en futuras insurgencias"

 

“Hay que tener un mínimo de dignidad porque si llamaste a hacer política con las armas y después renuncias a todo eso, no se puede asumir la jefatura del lado contrario”, dijo a Rompkbzas el ex dirigente tupamaro Jorge Zabalza sobre el actual ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, a quien calificó de “demagogo de palabra barata y un apóstata”

“La idea de cambiar al FA desde adentro ya está medio gastada” porque la coalición de izquierda “gobierna para el gran capital”, afirmó Zabalza.

Escuche audio de la entrevista


http://www.espectador.com/politica/328789/la-idea-de-cambiar-al-fa-desde-adentro-ya-esta-medio-gastada/descargar/audio/1


Los buenos, los malos y la revolución


la diaria  24/12/15


Zabalza dice en un libro que Fernández Huidobro y Mujica son “apóstatas” que serán recordados como “los Malinche del siglo XXI”

Es otro libro escrito por un ex tupamaro. Otro libro que narra desde la memoria detalles de acciones y pensamientos del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros. Otro libro que coloca el episodio de la extradición de los vascos y el hospital Filtro en la categoría de hito de la lucha popular. La experiencia tupamara: pensando en futuras insurgencias, de Jorge Zabalza, es todo eso y también una reflexión sobre las transformaciones ideológicas del Frente Amplio y sobre los resultados de los gobiernos “progresistas”, con un foco particular, marcado por la experiencia personal del autor: el papel desempeñado por José Mujica y Eleuterio Fernández Huidobro en todas esas historias.

Zabalza sostiene que hay dos hechos o procesos que dan la pauta de un quiebre ideológico en el Frente Amplio.
 El primero tiene lugar en los 90, con la asunción de Tabaré Vázquez como intendente de Montevideo: Vázquez cambia en lo departamental el horizonte de “Uruguay productivo” por el modelo de “neoliberalismo con políticas sociales”. “La práctica del gobierno municipal fue un ensayo de las políticas que impulsaría un gobierno nacional con el vasquismo como fuerza hegemónica. Por la vía de los hechos fue la cabecera de puente para la ‘renovación ideológica’ del Frente Amplio, eufemismo con el que se encubrió el recorte del programa y el corrimiento hacia el centro”, dice Zabalza.

En paralelo, con la muerte de Rodney Arismendi, “todo el Comité Ejecutivo del Partido Comunista, casi todo su Comité Central y todos sus parlamentarios abandonaron la lucha por el comunismo y pasaron a ser los principales sustentadores del progresismo y su modelo de ‘neoliberalismo con políticas sociales’. La cúspide del mayor aparato de izquierda se pasó, con armas y bagajes, a la socialdemocracia. Ya nada podría detener la metamorfosis del Frente Amplio y su nuevo rol amortiguador político de la lucha de clases”, señala.

Otro punto de quiebre es, en opinión de Zabalza, el episodio del Filtro. Desde su creación en 1989 y hasta entonces, el Movimiento de Participación Popular (MPP) se había involucrado “decididamente en todas las luchas sociales”.

 El “lacallismo creó las condiciones para la radicalización social y política”, en la que el MPP -“integrado al Frente Amplio pero ideológicamente afiliado a lo social y la acción directa”- comenzó a “cosechar lo sembrado por la militancia desde 1983”. “La ‘intención revolucionaria’ desarrolló considerable fuerza militante”, valora Zabalza.


Pero luego sobreviene el episodio del Filtro, en el que se manifiesta la tensión dramática de la historia y se explicita la puja entre dos fuerzas: la revolución y el pragmatismo socialdemócrata.


Para el autor, lo sucedido en ocasión de la manifestación frente al Filtro, que concluyó con dos manifestantes asesinados por la Policía, dio cuenta de un “horizonte revolucionario, clasismo, combatividad y convocatoria de masas, proceso en curso ascendente que escapó al control de los aparatos partidarios”
. “El peligro lo calibró de inmediato el sistema. Los partidos y la prensa de la derecha lanzaron una campaña contra los ‘radicales’.


 Empujado desde la reacción, el Frente Amplio procuró separar aguas de inmediato y atribuyó la derrota electoral de 1994 a las movilizaciones de los ‘insoportables’ que no se dejaban disciplinar”, sostiene Zabalza.

Afirma que “los asesinatos policiales en Jacinto Vera atemorizaron a la gente, la horrorizaron, generaron el rechazo irracional a toda forma de lucha”.

Triunfó el pragmatismo, y con él la traición a la revolución -en una buena historia de guerra siempre hay traidores y héroes que adquieren esa cualidad cuando están muertos-, sintetizada en dos rostros: los del ex presidente José Mujica y el actual ministro de Defensa Nacional, Eleuterio Fernández Huidobro. “Tienen el poder de investigar y no lo hacen, prefieren mirar para el costado, hacerse los distraídos, mantener la verdad oculta y proteger a los responsables de la masacre de Jacinto Vera

. ¿Por qué no investigan?


¿Qué les pasó?”, se pregunta Zabalza, quien acusa a ambos dirigentes de involucrarse en “la domesticación y el disciplinamiento del germen de rebelión”.
“En este 2015 han quedado muy en evidencia las relaciones clandestinas entre oficiales de las Fuerzas Armadas y Eleuterio Fernández y José Mujica. Tampoco es noticia su producto, el pacto cívico militar para mantener impunes los crímenes de lesa humanidad cometidos por militares y policías entre 1968 y 1985”, continúa.



Después vinieron los gobiernos del Frente Amplio, y, con ellos, el auge del agronegocio y la inversión extranjera, la intensificación de la concentración de la riqueza, la pobreza infantil, la pobreza cultural, la segregación territorial.
“La población empobrecida ha sido empujada hacia los barrios que rodean Montevideo, zonas que parecen trasplantadas del África pobre y están cuidadosamente separadas de las zonas donde los ricos viven como en el Primer Mundo”, señala Zabalza. 


Concluye que “el síntoma más grave de la degradación ética y moral de Mujica y Huidobro es la forma en que cumplen su compromiso de proteger a los criminales de delitos de lesa humanidad”, y entiende que han retomado la tesis del “nacionalismo revolucionario con las Fuerzas Armadas como partido de vanguardia”.

“Son apóstatas, y si logran sobrevivir a sus conciencias, serán recordados por la historia como los Malinche del siglo XXI. Imperdonables”, finaliza. 


 Más allá de la personificación del mal y la añoranza de los “gérmenes de rebelión” anteriores a 1994, hay pocas pistas que ayuden a pensar futuras insurgencias.



posta - postaporteñ@ 1527 - 2015-12-26 





 

postalinas




El amodismo sin Amodio

Un puterío de familia o una disputa entre pares



En Brasil, en los ríos que hay pirañas, se sacrifica un buey aguas arriba para poder pasar la tropa entera.

La misma táctica viene empleando lo que resta del MLN desde que Amodio y el Tino implantaron el "amodismo". No es original ni reciente el cómodo expediente de los chivos expiatorios para aplacar los dioses. El régimen también lo emplea con la 1/2 docena de genocidas presos en la cárcel VIP, para salvar la tropa de los 70.000 torturadores, ladrones, chantajistas, violadores y mentirosos que asoló y liquidó al paisito. Y que siguen en el poder, claro.
Consiente que voy a seguir horrorizando a los cómodos ortodoxos, digo que he leído con atención los 2 libros que escribió Amodio que se sedimentarán en el tiempo como documento histórico. Descubrí que tal vez sin proponérselo deja una valiosa lección que ojalá sea comprendida y aprovechada X las próximas generaciones que escribirán las cada día + necesarias páginas de nuestra historia.

Parece pedantería, pero comprendí que no le es posible a muchos apreciar los matices de la verdad que a mí me importan como amante de la justicia que soy, engrupiéndome de ser 1 aristócrata de la ética

Las comparaciones son odiosas pero publicitar el absoluto monopolio de la traición para el Negro y atribuirle la total responsabilidad del derrumbe del MLN es una injusticia. La gloria está repartida; no basta con ningunearlo, ignorarlo y horrorizarse X que el periférico sin importancia del MAU-MAU fue a hablar con él.

¿ Por qué no se hacen públicos los archivos de los interrogatorios?

En su momento me sorprendió mucho la poca trascendencia que tuvo la "Carne Podrida" del año 1977 publicada X los milicos, 5 años DESPUÉS de Amodio;dónde nuestro Ministro de Defensa de la élite, el sistema y el imperio apuntala a 44 compañeros....es injusto que el Negro siga con la malla Oro!!!.-


               MAU-MAU                                                                    


El pueblo HAITIANO vive un verdadero INFIERNO


por culpa de EEÚU y muchos países COMPLICES, como URUGUAY.
Un territorio súper rico, una historia importante, y un pueblo SALVAJEMENTE TORTURADO por gobernantes títeres y tropas de "elite" costosísimas ,que van ,llevan violencia ,violaciones, enfermedades(cólera etc.),y mientras los haitianos sufren horres! Me dirijo a gente de conciencia sana, y les ruego LUCHEN en la interna de sus organizaciones políticas, gremiales, sociales, barriales, culturales, artísticas, deportivas, etc. PIENSEN! 

En lugar de TROPAS, Uruguay debería mandar LECHE EN POLVO,UPAS(potabilizadoras de agua),baños químicos.
Eso sí seria verdadera ayuda al sufriente pueblo haitiano! Aun con la última votación CONTRA HAITI,


Se puede sacar LEY SUSTITUVA ,diciendo "se limitara al mínimo el No de tropas, incluyendo (asimilados)personal de salud, leche en polvo, UPAS, baños químicos, expertos en construcción en gral., para que vayan a escuelas policlínicas a dar leche, ayudar a construir, etc. ,y ayudar con dinero ! YA?



SOLEDAD


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