miércoles, 16 de diciembre de 2009

Por Siempre, POR nuestros IMPRESCINDIBLES

13 de Diciembre de '09 - Año 4 - Nº 243

ELENA, TOTA y un 16 de Diciembre

Las casualidades-causalidades a veces se ponen caprichosas, al punto, de sentirlas como ocasiones imperativas que se te presentan en la vida para expresar cosas, que tenés adentro y debes sacar.
Justo un 16 de diciembre fue programado un sentido y siempre merecido homenaje a una de nuestras heroínas, "Elenita" Quinteros.

Un 16 de diciembre de 1954 nacía a la vida en la calle Dolores Pereira de Rossell, a cuadra y media de Ramón Anador, otro gurí de barrio como ella, con las mismas pasiones, cuyos testimonios de vida mostraron siempre una humanidad y tenacidad indoblegable e innegociable. La ascendencia anarquista, hizo buscar el nombre fuera del santoral y se llamó Helios como su padre.


Otro 16 de diciembre, 24 años más tarde, algo ocurriría en la exclusiva playa de Pinamar, en la costa argentina.
Los niños que jugaban en la orilla nunca olvidarían como creyeron que había aparecido en la costa un lobo marino y lo tocaban con los piecitos hasta descubrir espantados un cuerpo compactado por el frío y depredado por las aguas oceánicas. Habían pasado diez días del Vuelo de la Muerte del Ex-Olimpo, esa especie de nueva "solución final" pergeñada por los genocidas con una supuesta inspiración de hombres de la Iglesia.


Era su penúltimo testimonio, que quiso ser exactamente en el día de su cumpleaños: la Naturaleza ? la Marea ? la Sudestada ? quién sabe... Su último? testimonio vendría con la repatriación de sus restos en los albores de la recolección de firmas contra la Impunidad, diciembre del 2007.


Todos estaremos contestes que ese testimonio como el de muchos otros "aparecidos" vino a darle un rotundo "mentís" a tanta historia de mentira, crueldad y cinismo! que sirve y servirá de mucho en las causas, es la "prueba del delito", la Verdad al desnudo.

Este 16 de diciembre se me impone, personalmente, recordar a una especie de amiga, hermana, madre, amor como "Tota" y... diré todo ello junto si digo COMPAÑERA.
La compañera que volvió de su pelea en París y tantas veces en las citas de Ginebra, a esa Buenos Aires que valía la pena, la de principios de los 80' con esa primavera cultural y que desbordaba lucha en los Organismos de Derechos Humanos. Fuimos AFUDE (Asoc.Famil.de Urug.Det-Desap) confeccionando las listas, amplificando las denuncias del Penal de Libertad y Punta de Rieles; allí fuimos una y otra vez para arriba y para abajo...

recuerdo ahora mismo su voz aguardentosa, cervecera, diciéndome: "hay que hacer una adhesión para...".

Una y otra vez llevando la película "Y mañana serán grandes" a La Pampa, a todos lados y siempre lleno todo, teatros, universidades, la lucha había alcanzado un punto máximo. Llenamos Obras con "Los Olimareños" en solidaridad con los rehenes y la lucha dentro de Uruguay de los Familiares de Deten-Desaparecidos.


Esta inmensa leona herida, esta madraza símbolo de pelea, de coraje, seguramente -en esta particular e increíble parábola- "parida" por su Elenita, fue agraviada hasta su muerte por los comentarios de las hienas, Silveira, Gavazzo, Medina, Cordero... la ofendieron de la peor manera en vida y se siguen riendo de todos nosotros aún hoy.
El primer 20 de mayo que pude estar presente, una vez radicado nuevamente en mi deseada y añorada tierra, fui con desesperación a buscar las pancartas de Elena y Helios.

Las llevé juntas. Quise, humildemente, sentir que estaba cumpliendo con mi "Totina" querida, esa gigante que parió nuestra tierra y que por siempre, sostenida en su bastón, nos pedirá que nos miremos en su espejo para no aflojar, "ni aunque vengan degollando...", como ella nunca se permitió.

Después de toda esta inmensa crueldad, parece raro, casi loco, darle gracias a la vida por haber conocido de esta manera y en estas circunstancias a todos estos inmensos compañeros. Y a aquéllos otros... que dieron mucho más que su vida, y que, como dice el gran Silvio, "menos mal que existen" y que, pasaron a ser, por siempre, nuestros IMPRESCINDIBLES.

JUICIO Y CASTIGO A LOS CULPABLES !

VIVAN LOS COMPAÑEROS
!

Ariel Serra Silvera.

postaporteñ@____________________________________________________________________

PARA ENTENDER GUALEGUAYCHÚ.

Tres días después de electo, ya Mujica debía negar sus negociaciones con los Kirchner sobre Gualeguaychú.

Alguien reveló la naturaleza de las conversaciones para complicarlas. ¿Quién? Busquemos en el periodismo más conservador la fuente de la infidencia.

El desmentido forzoso complica, además los planes gubernamentales rioplatenses, un tanto disparatados, de pedirle a Chávez que cumpliera un papel de presión indirecta sobre los protagonistas colectivos del corte de ruta que la Casa Rosada y el Palacio Estévez desean liquidar. Pensaban ambos gobiernos, en su desesperación, que el revolucionario venezolano se vería obligado a aceptar un papel "pacificador" a cambio del apoyo crítico que (Argentina más, Uruguay menos) le dan a sus proyectos de consolidación de la paz y la soberanía continentales.

Botnia (o como se llame) sí contamina. Si no la echamos a tiempo será la muerte irreversible del Río Uruguay. Ese Río Uruguay donde Mujica no descarta seguir colocando pasteras (que no estén pegaditas, eso sí, a la manzana a de la discordia).

Pero quiero centrarme en el aspecto político y no en el ambiental

Lo cierto es en vísperas del -seguramente ambiguo- fallo de La Haya, vuele a ponerse en el tapete la historia de este peculiar "soviet" gualeguaycheño, que no tiene un "partido bolchevique" que lo conduzca... y que, para la fase puramente de resistencia, tampoco lo necesitó hasta ahora. Su lúcida autogestión sin embargo no responde aún a una inquietante pregunta: ¿podrá la Asamblea de ciudadanos, órgano soberano, navegar las aguas cada vez más complejas a las que están arribando? ¿Podrá sobrevivir a las crecientes presiones externas e internas que lo acosan?

De todos modos lo que ya ha hecho la Asamblea de Gualeguaychú perdurará por siglos en la mejor historia del Continente.

Es ante todo un episodio más de la lucha planetaria entre pueblos y trasnacionales, en estos tiempos en los que el imperialismo incorpora el saqueo ambiental sistemático y la exportación de capitales contaminantes como parte de su estrategia exterminadora.

Pero desde este punto de vista la lucha contra Botnia (y contra la ya derrotada Ence) no es más dramática ni más acuciante que otras tantas luchas que se dan simultáneamente en la región.

En cambio su masividad, su creatividad, su presencia mediática, su capacidad de jaquear a poderosas trasnacionales y hacer que ambos gobiernos rioplatenses pierdan la iniciativa por años, todo eso es lo que nos exige un atento estudio de sus características... y nos debería hacer pensar a los orientales si estamos haciendo todo lo que debemos por Gualeguaychú y por nosotros mismos.

La histórica resistencia de Gualeguaychú a las trasnacionales del papel suntuario exhibe una serie de aspectos sumamente complejos.

El conflicto parte de una equivocada evaluación previa de las trasnacionales, por desconocer

a) que la orilla argentina del río iba a recibir los impactos sin que su clase política ni sus empresarios se beneficiaran directamente;

b) que ya había fuertes inversiones del lado argentino para un "turismo verde";

c) que existían movimientos agro ecológicos locales ya enfrentados a la expansión de la soja y otros monocultivos;

d) que la clase política entrerriana permitiría demagógicamente que se organizara el movimiento popular de resistencia local advirtiendo demasiado tarde que ya era incontenible.

La profundidad inesperada del conflicto exhibió las contradicciones entre el gobierno vacilante de los Kirchner y el gobierno pro-trasnacionales de Vázquez, contradicciones que no se deseaban mostrar. Y saca a luz, desarrolla, una confusa mezcla de sentimientos localistas, de indignación ética ante la mentira política, de mística religiosidad ecologista, y conflictos de la pequeña y mediana empresa local junto a expresiones de auténtico antimperialismo. Todos estos elementos subjetivos se suman a las claras definiciones de clase y antiimperialistas de una minoría de los asambleístas y de un sector muy activo de jóvenes anti-sistema. .

En estos días se presentó un importante libro sobre el corte y su protagonismo ciudadano. Su autor, Fabián Magnotta, nos da algunos datos interesantes sobre este conflicto.

En "2000 días de conflicto" Magnotta hace un seguimiento a los cien asambleístas más destacados.

En la Asamblea Ciudadana de Gualeguaychú no hay líderes explícitos ni jefes, pero hay gente de una militancia más constante y Magnotta advierte que en el grupo más activo hay 35 mujeres y 65 hombres; que 30 son profesionales universitarios y sólo 16 son obreros y empleados, y otros tantos docentes. El pequeño empresario local juega un papel muy activo en la Asamblea Ciudadana.

En cuanto al origen político de "los cien" sólo quince se autodefinen como de origen "de izquierda".

Advierte este autor que si se exceptúan las grandes movilizaciones como los "abrazos al puente", es más usual ver automóviles y motos cubriendo los 30 km entre el corte de Arroyo Verde y la ciudad de Gualeguaychú, que camiones con trabajadores o estudiantes.

El libro refleja los hitos centrales de este conflicto y desentraña las causas externas (IIRSA, Consenso de Washington, resignación de los gobiernos al saqueo ambiental de las trasnacionales). Hace énfasis en el masivo apoyo popular a la Asamblea.

En efecto: aún aquellos pocos ciudadanos que quieren levantar el corte (sea por presiones políticas, por conveniencia mercantil o por convicción propia) se apresuran a declarar que apoyan la lucha contra Botnia ·"por otros medios".

Los orientales que hemos tenido el honor de acompañar esta lucha (casi exclusivamente somos militantes de Asamblea Popular) podemos atestiguar esta inmensa adhesión ciudadana, a la que no se pliega (según Magnotta), una parte de los residentes orientales allí pues sufren según sus palabras "una confusa noción de patria".

Quisiera detenerme en esa "confusa noción de Patria".

Cuando la Provincia Oriental se separa del resto de las provincias en 1828 y jura su Constitución separatista, antiartiguista en 1830, sobre su población comienza una exaltación chovinista que el Partido Colorado introdujo en los programas de estudio. Este esfuerzo colorado lo refuerza el gobierno del FA transformando su servidumbre ante Botnia en "nacionalismo antiargentino".

La dócil historiografía oficial miente y atribuye a los entrerrianos la traición a Artigas que en realidad encabezó el oriental Rivera.

La enemistad argentino uruguaya así manipulada es un nuevo servicio de Vázquez al imperialismo.

Otro tema que el conflicto desnudó es el ambiguo papel de las ONGs ambientalistas. Primeras en la lúcida denuncia a Botnia, se vuelven agentes del apaciguamiento cuando su propio financiamiento entra en riesgo. El pueblo organizado sencillamente las ignora, pero no debemos subestimar su capacidad de disfrazar las fachadas claudicantes y llamarlas "mesas de diálogo".

Los conflictos sociales nunca son "puros". En el 2008 estalló el conflicto del campo y la política contradictoria de Kirchner permitió una alianza circunstancial entre los pequeños productores endeudados y los grandes empresarios de la soja. La alineación de fuerzas contaminó circunstancialmente la lucha de la Asamblea pero no la destruyó. La sabiduría ciudadana recuperó los ejes de la lucha sin agotar el debate sobre las (esencialmente justas) detracciones (retenciones) y el (perverso) abandono gubernamental a los pequeños productores.

Hay quien objeta que la lucha de Gualeguaychú no la dirige el pueblo sino un puñado de pequeños empresarios e intelectuales.

En algunos momentos de merma militante puede ser así. Pero en los momentos duros está el pueblo caminando, majestuoso, sobre el puente, porque no hay doscientos mil empresarios en esta ciudad; y cuando hay que ir a Buquebús o navegar desafiando el territorio ocupado por Finlandia, no son empresarios los que se juegan. Además no olvidemos que la lucha de Gualeguaychú, que es la lucha de todos, no es por el socialismo; es parte de las tareas impostergables de liberación nacional.

En lugar de mirar con lupa el origen de clase de algunos dirigentes, o su actitud ante el conflicto del campo, pensemos que en este conflicto ellos están haciendo lo que los orientales deberíamos hacer...

Gonzalo Abella

postaporteñ@_________________________________________________________________

ES PELIGROSO TENER RAZÓN

CUANDO EL GOBIERNO ESTÁ EQUIVOCADO

Si bien discrepo con algunas de las afirmaciones de Daniel Caserta coincido bastante con otras.
Hace bastante tiempo que vengo hablando y escribiendo sobre cómo somos en el presente los uruguayos.

¿Cuánto horror habrá que ver?
¿Cuántos golpes recibir?

¿Cuánta gente tendrá que morir?
¿Lograremos alguna vez cambiar; o seguiremos estancados hasta el fin de nuestros días?


Es indignante las cosas que ocurren en nuestro país, pero seguimos indiferentes andando por la vida, el no ver o el no querer ver, es ya un sello propio en nuestro idiosincrasia o incultura actual. La impunidad nos dominó totalmente, nos hizo jaque mate o no supimos o no pudimos dar vuelta la jugada, patear el tablero.


Aprendimos a convivir con Doña Impunidad y nos ganó la pulseada.
Se arraigó a nuestras vidas como pa' quedarse definitivamente.

Ella está presente en todos nuestros movimientos cotidianos.

Cuando subimos a un ómnibus amontonado como ganado, y el guarda nos grita "al fondo", "sigan pasando".
Y apretados como sardinas en lata seguimos empujando, pisoteando, dando codazos al de al lado; allí está presente.
Cuando sube una mamá con un bebé en brazos o una viejita, todos se hacen los boludos y miran para afuera de la ventanilla, mientras el guarda acomoda las monedas. Y si alguien de los que vamos colgados en la montonera, no pega un grito, nadie levanta el culo del asiento. Eso es impunidad.


Cuando vas hacer un trámite a una oficina pública y el funcionario te ladra, no pone voluntad para buscar vías de que el trámite camine.

Preocuparse por los problemas que reclaman una solución urgente, OLVIDATE, no lo hacen; es el sistema, no les interesa. Allí está presente Doña Impunidad.
Cuando se le delega un poco de poder a un compañero tomará todo el comando de las acciones sin consultar a nadie, sintiéndose AMO Y SEÑOR ABSOLUTO, de la situación y se sentirá muy incomodo si alguien le sugiere una idea propia o intercepta su camino, pues en su mente no se le ocurre que haya alguien que lo pueda hacer mejor que él o que sea más eficaz y honesto en su trabajo.

Tampoco falta Doña Impunidad. Vivimos en un tiempo de desestructuración. El fin justifica los medios.
La deshumanización es un factor importantísimo, el egoísmo, el pensar solamente en lo personal, el vivir dentro de una Sociedad de Consumo nos vacían. De ahí que no nos importe nada y tal vez sin darnos cuenta, fortalecemos la Impunidad.

El comportamiento que mostramos hoy los uruguayos representa el inconsciente, lo imposible, lo prohibido, el acertijo que nos devuelve lo que más odiamos y amamos de nosotros, para que hagamos algo con eso, o lo ignoremos, lo desperdiciemos, usufructuemos o lo regalemos a otros para que se hagan cargo.

¿Por qué crece la violencia a todo nivel?

Hoy van a robar un kiosco, una casa, un trabajador que viene caminando o un supermercado; menores armados, y matan nomás.
Aprietan el gatillo y la bala se dispara sin destino cierto. Al que le toca, le toca.


Lo más triste que la mayoría de las veces son gurises los protagonistas de estos hechos. Y más allá que se caguen la vida para siempre, no surgen soluciones para parar estos actos tan execrables como los que vienen ocurriendo, más que adjetivos merecen un reclamo pero preferimos callar, el "hace la tuya" nos convierte en cómplices de la Impunidad del Sistema.

El odio global nos va arreando como ovejas en manadas y todos seguimos balando, no surgen ovejas negras que se salgan del montón y busquen cambiar la historia. Impunidad son las privatizaciones.

El deporte, el carnaval, al privatizarse, todo se pudre. Todo aquello que ah sido popular, incluso despreciado por la clase media y media alta, le fue arrebatado al pueblo, al pobrerío. Está en manos de corruptos de antes, y los nuevos herederos del Sistema, al tener menos posibilidades de socialización nos obligan a aislarnos. Vivimos de la puerta de casa para adentro; eso nos va marginando convirtiéndonos cada vez en personas más solitarias.

Los valores, y códigos de barrio en mi niñez inalterable, se diluyeron en el tiempo. Fueron desaparecidos. Pobres contra pobres no existía. Hoy nos matamos entre nosotros. Le erramos de cabo a rabo cuando intentamos elaborar o formar un grupo de alternativas a este Sistema perverso, no tenemos capacidad de integración, de llegar a los demás, y ampliar las respuestas.

En lugar de abrir la cancha por el contrario se marca la cancha y ya entramos perdiendo. Cuando hay que salir a ganar de forma urgente.
Es que hay una mentalidad de pequeño burgués, en expansión por el Uruguay.
Conozco a unos cuantos que mucho hablan de la Clase Obrera, pero poco han trabajado, menos de obreros. Hablan en contra de la burguesía, pero de alguna manera pertenecen o pertenecemos a ella.

Es como una zona en medio de algo, ni burgués ni proletario. ¿Qué diablos somos? No tengo respuestas.

Marina.-

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Las leyes mineras no son de Menem, sino nuestras

Nuevamente, personas aparentemente ilustradas se apuran a echarle las culpas del pillaje y la contaminación a que nos someten las mineras a "las leyes de Menem".

Pero Menem hace diez años que no gobierna. Es más, se nos dijo que teníamos que votar a tales y tales para derrotar a Menem. Y los votamos. Y las leyes siguen.

Y no sólo siguen las leyes, tema que se podría decir que tiene sus complejidades (que para nada justifican su perduración), sino que las autoridades siguen aprobando emprendimientos, a lo cual las leyes no las obligan.

Después de Menem vinieron

-De la Rúa

-Duhalde

-Néstor Kirchner

-Cristina Fernández de Kirchner

Y desde 1995 se han sucedido siete (SIETE) composiciones distintas de las Cámaras del Congreso Nacional (ocho, con la que acaba de jurar). En catorce años no hemos podido clarificarnos políticamente para que las autoridades que elegimos nos representen y estén a nuestro servicio y no del de los negocios de las transnacionales mineras (y de los negocios de los personeros de los gobiernos con esas empresas). Esos cuatro gobiernos han mantenido la Ley de Minería y el Tratado de Complementación Minera con Chile. Ya no son "de Menem", por lo tanto. Son menos de Menem (que ya fue) que de De la Rúa, Duhalde, Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.

Y menos de Menem que NUESTRAS, también. Nosotros votamos a quienes las vienen sosteniendo durante catorce años.

La cómoda lógica de la "traición"

Si lo vemos así ya la responsabilidad no es de algún otro, sino nuestra. Ya no podemos decir, tan frescos, que "nos han traicionado": hemos abusado demasiado de ocultar errores propios usando la "lógica de la traición". De acuerdo con sus antecedentes, y no con sus promesas altisonantes, aquellos a quienes hemos elevado a la función pública, ejecutiva o legislativa, ¿podrían haber hecho algo distinto de lo que hicieron? ¿Lo harán sus clones, a quienes estamos entregando la iniciativa política?

No nos traicionan; son absolutamente fieles a lo que han hecho siempre.

Acá no hay una dictadura opresiva que nos imponga las leyes; los que las hacen y las mantienen son los que nosotros votamos.

En nuestro movimiento se afirma una tendencia a seguir buscando la solución revolviendo en la basura. Vamos, como la mosca a la leche, a nuclearnos con quienes nos han metido en todos estos bailes, aunque es obvio que de la basura no vamos a sacar la solución, sino nuevas derrotas y frustraciones.

Como ha sucedido ya en las OCHO elecciones que ha habido desde 1995 hasta hoy.

juan-del-sur.blogspot.com

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Respuesta a NO TE VA A GUSTAR, SI TE PONES EL SAYO

Solo quiero responder al Sr. Caserta que, no todos los que no nos fuimos del país fue porque no pudimos, o porque tuvimos miedo de "quemar las naves".

Muchos, entre los que me cuento, nos quedamos por opción, ya que gracias a la educación pública de este país, tenemos la formación profesional suficiente como para vivir muy bien en el extranjero. Nos quedamos porque queremos cambiar nuestro país viviendo en él, compartir con nuestros conciudadanos las buenas y las malas. Aunque no lo crea es una opción.


En mi caso personal, soy nieta de quienes hicieron el camino inverso al que Ud recorrió. Mis abuelos vinieron huyendo del hambre española. Y aquí construimos nuestro lugar, aquí tenemos raíces, aquí nos quedaremos, porque hay cosas que no se venden por unos euros. Aquí no somos sudacas ni nos persiguen para deportarnos, ni nos dan la limosna de los trabajos que los naturales no quieren hacer. Este es nuestro lugar en el mundo. Lo siento por usted, que se ve que ya no tiene uno.


Con respecto a los inundados, gracias, guárdese su aporte, la Cruz Roja acaba de anunciar que ya alcanza con lo que el pueblo uruguayo donó para los inundados, en todo caso colabore con los que viven en las chabolas de Madrid, que también son pobres...Yo voté a favor de los dos plebiscitos, lamentablemente no salieron, sobre todo la anulación de la ley de caducidad. Respecto a lo otro, Uruguay sigue siendo el lugar de asilo, que recogió a mis abuelos y que defendimos en el Filtro..No sé si Ud. participó de las luchas populares aquí...
MARGA

postaporteñ@___________________________________________________________

La Argentina K de Los DDHH :

A PROPÓSITO DE LOS POMAR Y LA MALDITA POLICIA.
UNA MIRADA DIALÉCTICA DE LAS CAUSAS Y SOLUCIONES AL PROBLEMA DE LA INSEGURIDAD

Por Dr. Hernán Jaureguiber y Bernardo Alberte (h)

El llamado "misterio de los Pomar" nos ha brindado una muestra mas de nuestra patética realidad.

Hallados los cuerpos y el automóvil a la vera del camino, en el lugar mas obvio para encontrarlos a las pocas horas del accidente, su demora de 24 días es la muestra mas palmaria del siniestro accionar policial y de su descontrol.

Huelgan las palabras para describir la inutilidad de las fuerzas policiales para cumplir sus elementales tareas.

¡Que huérfanos de musas inspiradoras han quedado quienes se atrevan a abordar el genero literario de la novela policial.!

Lejos del genial Sherloock Holmes, nuestros sabuesos han demostrado que sólo tienen olfato para la muzzarela y los delitos de la prostitución y el narcotráfico, claro que en estos casos como socios del crimen.

Las autoridades políticas, muestran su inaniedad de recursos para conducir a los delincuentes de uniforme.

Estas líneas no intentan teorizaciones sobre criminología, ni recetas contra la inseguridad, porque sus autores no tienen el conocimiento para brindarlas.

Sin embargo, sumando todos los casos irresueltos de investigación, prevención y represión del delito, resulta evidente que los agentes del órden vernáculos, únicamente sirven para reprimir protestas estudiantiles, sociales o desórdenes en recitales, sin siquiera lograr los básicos fines de dispersión de la multitud, pese a que en sus fallidos intentos, siempre despuntan su vicio de golpear salvajemente a individuos desarmados.

A la lista de fracasos policiales debe agregarse la impunidad y el escándalo en el procedimiento, que incluye sospechar a las propias víctimas, citando por caso, el del padre de la niña Sofía, detenido y sospechado al igual que ocurrió con Fernando Pomar durante estos 24 días.
Que decir del destino del testigo Julio López. O de José Luis Cabezas. O de la Masacre de Ramallo. O el crimen de Kosteky y Santillán. Siempre la maldita policía involucrada directa o indirectamente. Imposible no sumar a la lista las vinculaciones en el caso AMIA en donde se sospecha del Comisario Palacios, devenido en la respuesta del Jefe de Gobierno Porteño para garantizar seguridad a sus vecinos.

Y entonces, frente al reclamo incesante de sectores de la población clamando ¡ SE-GU-RI-DAD, SE-GU-RI-DAD¡ resulta una obviedad concluir que no puede esperarse un éxito en la materia, contando como sujetos activos de las medidas reclamadas a estos agentes impresentables.

¿Cuantas muestras mas se precisan para saber que quiénes deben garantizar la seguridad, no saben absolutamente nada sobre el tema, ni son idóneos y además están involucrados en los peores crímenes que deberían combatir.?

No se trata de razones ideológicas de izquierda o derecha, como podría suponer un análisis sobre las causas del delito; o la necesidad (o vocación) de algunos sectores de reprimirlo a costa de cualquier medio.

Se trata simplemente del análisis de la segunda opción, no respecto de su legitimidad ética, sino de su efectividad, aún prescindiendo de la exégesis moral.

Darle mas poder de fuego o de operatividad a los elementos policiales, es como darle un cuchillo a un simio, que sin dudas atacará a cualquiera, incluido su amo.

De quienes no encuentran a 4 cuerpos disperdigados en 40 Km, mal puede esperarse que encuentren a un asesino y mucho menos que lo aprehendan en movimiento.

Es inconsistente cualquier argumento que se dirija únicamente contra las autoridades civiles para fundar el descontrol de estas fuerzas, puesto que las condujeron desde menemistas fiesteros, hasta militares fascistas como el caso Rico, llegando a recontras derechosos como Macri, que se topa desde el inicio con el nada fino de Palacios y sus escandalosos espionajes sin poder controlarlo. Tampoco resultaron acertadas las políticas cuasi-progresistas como las intentadas por Arslanian, Juanpi Cafiero, entre otros.

Es notorio que no depende de la conducción política, ni judicial, porque no esperarán que un ministro reemplace al custodio de una sucursal bancaria mientras este manda mensajes de texto en vez de estar atento a la circulación de personas.

Como tampoco puede pedírsele a la fiscal que recorra, a pie o a caballo, los 40 Km. donde fueron encontrados los cuerpos de los desdichados Pomar.

Se podrá decir que las fuerzas deben ser purgadas, pero resulta a todas luces una tarea, por lo menos, sumamente extensa en tiempo que no evacuará las necesidades urgentes de los atemorizados clamantes de seguridad.

Por lo demás, la nobel policía de la Ciudad de Buenos Aires, es el caso mas patente de la imposibilidad de la purga, cuando la corrupción existe antes de que nazca la criatura.

Por lo tanto es notorio que, si existen soluciones, estas no son sencillas ni pueden ejecutarse con la celeridad que espera parte de la población, mediante reclamos amplificados por los tendenciosos medios de comunicación.

Estamos frente a un problema serio, que no parece de breve resolución.

Entonces, admitiendo que la apuesta es a largo plazo se impone el deber de analizar si no es mas conveniente (por supuesto que además de ético) suprimir las causas que producen el delito antes que atacar al hecho ya consumado, puesto que esta tarea, aunque lenta también, parece menos difícil que enderezar a las fuerzas policiales.

EL PROBLEMA NO ES LA POBREZA SINO LA RIQUEZA


Llegado al punto de buscar las causas del delito, cada uno mira para el lado que le parece y algunos para cualquier lado.

A nuestro criterio se equivocan quienes señalan la causa principal del delito en la droga, puesto que drogones hay en todas partes y sin embargo, no siempre en esos lugares existe el mismo tipo de delito que alarma a la clase media argentina. Aún en la clase media local, corre falopa a lo pavote, sin perjuicio de lo cual no todos los faloperos de medio pelo, asesinan ancianas o catequistas, aunque muchos viciosos bursátiles o de otras disciplinas cometan delitos graves como vaciamientos de empresas, tráfico de medicamentos truchos, etc., Pero eso es "harina de otro costal."

Tampoco aciertan quienes apuntan a la falencia educacional, mientras ellos mismos o su prole, escriben con errores de ortografía o ignorando las efemérides básicas de nuestro calendario, aunque tengan aprobadas sus étapas educativas primarias y medias o inclusive terciarias.

Los brutos, cometen un sin fin de equivocaciones, entre otras, adherir con facilidad a cualquier consigna facilista, arreados por sus miedos y por los medios de comunicación masivos. Sin embargo, tampoco salen a asesinar a mansalva, a tontas y a locas.

Finalmente, y a veces con buena voluntad, muchos señalan a la pobreza como causante del brote de violencia, amparados en la estadística ligera que muestra a los pibes chorros como estereotipados en personas humildes.

Y frente a esta estadística, mas o menos veraz, están los que concluyen que hay que acabar con la pobreza y los que con cinismo sostienen que hay que acabar con los pobres (aunque no se diga directamente, estamos convencidos en la numerosidad de este último segmento de opinión.)

Pero bien, sin querer polemizar con estas opiniones, advertimos que la pobreza no es, en si misma, la causa de tanta violencia, aunque esta la protagonicen a simple vista los pobres.

A mayor abundamiento, muchos de los crímenes recientes, son cometidos por individuos de clase media baja y no por el último escalón social, de lo cual debe descartarse el delito famélico.

La pobreza se encuentra en relación dialéctica con la riqueza y es en este vínculo en donde debemos depositar la síntesis.

En Cuba, mal que le pese a la gusanada, no hay índices delictivos severos, como tampoco los hay en la Suecia Socialdemócrata ni en la Suiza Ultra capitalista.

En uno habrá balseros y jineteras, pero no chorros. En otro, hay suicidios, pero no homicidios a quemarropa por una moto o un celular.

Cómo rezaba el memorable tango de José María Aguilar, aquel guitarrista de Gardel, que con aguda ironía advertía en la crisis del 30 que "...el ladrón es hoy decente, a la fuerza se hizo gente, ya no encuentra a quien robar; y el honrao se ha vuelto chorro porque en su fiebre de ahorro, él se afana por guardar..."

Mas acá en la geografía y mas allá en la historia, en las décadas del 40, 50, 60 y 70, superada la crisis del '30 que abordó el poeta mencionado, (mas allá de los crímenes políticos), no encontramos antecedentes que se parangonen con el problema actual, pese a que, como lamentablemente opinó Menem, pobres siempre existieron.

Y es cierto. Mas o menos, pero pobres siempre existieron en las pampas.

Lo que no existía entonces, era la exposición impúdica de la riqueza, sustentada no solo por poderosos ricachones, sino por clasemedieros con un poco de viento a favor y mucho de negocio non sancto.

Basta con encender el televisor para tener como única realidad a vedetongas con autos descapotables, romances confesados al calor del dinero, conductores con muy poco glamour y mucho de estruendo.

Ascensos sociales con poco merito y con bastante desparpajo en cuanto a la fuente inmoral del mismo.

Si con solo recorrer un barrio de clase media porteño, cualquiera se dá cuenta que, cualquiera, tiene un auto cero kilómetro o una casa que sus padres o abuelos laboriosos no pudieron conseguir al cabo de un vida de trabajo.

Y frente a esta vidriera, la pobreza. La misma que antes, pero mas extensa en su número y mas ansiosa de tomar revancha por un destino que no pudieron evitar.

Repetimos. En las escuelas públicas, a las que concurrimos los firmantes de esta nota, también había chicos pobres llegados de villas de emergencias cercanas, pero todos jugábamos con las mismas bolitas junto al hijo del médico y el portero.

Además, las villas se concebían como lo decía su nombre, en una situación de emergencia y no en un destino inexorable..

Y el que tenía un poco mas, lo vivía con recato, aunque conciente de la diferencia, no abusando hasta el hartazgo de ella.

Por lo tanto y como llegamos al desenlace de estas líneas, pensamos que el problema del delito, si este guarda relación con la pobreza, no se soluciona eliminando pobres, sino curando la pobreza y esta última no tiene remedio si no se ataca a la riqueza.

Son los ricos, no solo en su apropiación, los que producen pobres, tanto por lo que le sacan al miserable, como en la impotencia que en este provocan.

A nadie le gusta ver comer caviar a un semejante, mientras él solo procura un mendrugo.

Nadie soporta con equilibrio ser maltratado en su intento de limpiar un parabrisas de un auto que jamás podrá adquirir y que la publicidad lo muestra como una condición indispensable para ser feliz.

No hace mucho, una publicidad de automóvil mostraba a un horrible narigón, acompañado de una cálida señorita, mientras le dejaba una propina a otra persona igualmente narigona que servilmente le habría las puerta del flamante rodado. En la ocasión el primero se compadecía de la triste situación del segundo, confesando que el coche que adquirió le cambió su autoestima.

Mensaje publicitario vomitivo por donde quiera mirarse.

Nada bueno puede esperarse de una sociedad así concebida.

Aunque eliminen pobres físicamente, otros tantos aparecerán si el sistema consiste en la producción de estos.

Y si del resentimiento se trata, ningún futuro promisorio puede esperarse si quienes lo producen, no echan mano a la humildad en vez de pensar en tanta violencia represiva para paliar lo que ellos mismos generan por su propia naturaleza.

En síntesis, el problema no es la pobreza, sino la riqueza.

La solución no radica en atacar a los humildes, sino en bajarle el copete a los fanfarrones embriagados de bienestar económico.

No ingresar a las villas para encontrar delincuentes, sino ingresar a la AFIP para descubrir ingresos de dinero ilícitos mas importantes que las obtenidas en un arrebato callejero.

No detenerse tanto en el episodio del robo de un automóvil, cómo en la comercialización de las autopartes, efectuadas en lugares bien visibles y consumidos por conciente clientela que no le importa el origen sangriento de lo que pagan mas barato.

No horrorizarse tanto con el patotero, tan difícil de buscar en la multitud, sino con el jefe de la patota, tan fácil de descubrir en las jefaturas de sindicatos.

Estas no son mas que sugerencias no taxativas, pero ejemplificativas para pensar en los verdaderos culpables de tanta violencia y encontrar soluciones, no tan ligeras como las que suponen el grito vacío de SE-GU-RI-DAD, pero mas duraderas y éticas como edificar una sociedad justa, libre y soberana. Consolidada esta sana realidad, la consecuencia será esa seguridad a la que todos anhelan pero que no todos merecen.

Dr. Hernán Jaureguiber;

Bernardo Alberte (h)

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