PORQUE HAY QUE MILITAR
CON UNA LÍNEA CLASISTA EN LOS SINDICATOS EXISTENTES En la Posta Porteña No 616 se publicaron dos documentos de la Tendencia Clasista y Combativa (TCC) donde en uno se hacia un análisis político general de la situación del movimiento sindical uruguayo y en el otro se fundamentaba la no participación en el próximo Congreso del PIT-CNT
Antes de entrar en polémica, quiero manifestar que conozco a varios de los cros con notoria militancia en la TCC Con algunos inclusive, estamos sacando a un nivel político sectorial el bimensuario En Lucha
Nos encontramos en reuniones, marchas y actos y respeto y aprecio su honesta militancia, su apego a concepciones revolucionarias, el hecho de que formemos parte de ese espacio de luchadores que (con aciertos y con flaquezas) no nos hemos dejado arrastrar por los cantos de sirena del “posibilismo”, del renegar de los principios, del doble discurso y el correr atrás de los honores y cargos, que dispensan los “administradores” del Poder
Porque eso son ahora el FA y el gobierno de Mujica: “administradores”, el poder lo tiene la oligarquía de siempre y sus socios extranjeros
No es posible en una sola nota analizar en detalle todo lo que se afirma en ambos documentos; solo abordaré en esta lo que me parece más esencial
La tesis de los cros es que se ha procesado (en particular desde que el FA arribo al gobierno) una ruptura histórica de la “Central” obrera con el Programa de transformaciones votado en el Congreso del Pueblo y adoptado por la CNT como su programa fundamental
Esa ruptura “histórica” hace (siempre según ellos) imposible la convivencia de dos tendencias antagónicas, en particular por aquellos que defienden un sindicalismo revolucionario, los principios de independencia de clase, un horizonte de ruptura con el orden hegemonizado por el Gran capital y administrado hoy por el gobierno del FA, etc.
A continuación, matizan, diciendo, que no están planteando la ruptura “política” ahora, sino que (a partir de este momento) se plantea un “horizonte de ruptura”
En cuanto a los plazos de la misma, ya el enfoque se hace mas vago y se habla de un tiempo “difícil de determinar” y que vinculan a contingencias que lógicamente no se pueden definir plenamente de antemano
Hasta aquí, la posición de estos cros; he tratado de reproducirla lo mas fielmente posible, tal como la exponen en documentos como estos o anteriores que he podido leer
Considero que esta posición es un error y no solo teórico No es una especulación teórica lo del “horizonte de ruptura”
Si así lo fuera, sería solo un ejercicio de “futurismo político-especulativo”, sin mayores consecuencias prácticas
Pero no lo es
Esta posición explica la no participación en el Congreso del PIT-CNT (otro error, que abordaremos en un siguiente artículo)
Explica cierto discurso, que minimiza la posibilidad de construir mayorías clasistas ( no solo ni principalmente electorales) en los sindicatos existentes, la posibilidad de que en algunos al menos, se puedan dar luchas confrontativas con el modelo de política privatizadora y social-liberal impulsada desde el gobierno y las patronales
Se critican con toda razón los paros parciales que impulsa la burocracia dominante en el PIT-CNT y hasta las incongruencias de las plataformas, que mezclan el rechazo genérico a las privatizaciones y la impunidad de los violadores de los DDHH, con el apoyo al Sistema Integrado de Salud, que es una privatización mas o menos disimulada de la Salud, al servicio de 4 o 5 grandes Instituciones mutuales
Pero en lugar de impulsar una estrategia que permita aprovechar esas jornadas, donde igual se juntan varios miles de trabajadores en las concentraciones e incluso impulsar de hacerlas aun más “activas”, con actos o acciones adicionales en otros horarios o incluso en los barrios, se emplea un discurso de “no sirven para nada y por lo tanto (ahí viene el error) no tenemos que intervenir”
Esto es distinto a los actos “oficiales “ de los Primero de Mayo, donde los gremios en lucha están radiados y muchas veces no van, donde hay un cambalache de burócratas sindicales, con soporíferos discursos, mezclados con representantes del gobierno, de la fuerza política que los respalda y hasta de la derecha
Lo más negativo, sin embargo de este discurso “rupturista”, es que desalienta a los cros que están en un sindicato y tratan de construir una organización militante clasista, bajo la forma de una agrupación y atraer a la mayoría de los trabajadores de ese lugar, a una concepción de lucha, no solo contra la patronal de esa empresa, sino del conjunto de la clase, de la cual esa patronal forma parte y del Estado y gobierno que la respalda
O sea crear conciencia de clase, que en última instancia es “conciencia política por el Socialismo”
¿Para qué preocuparme de crear una agrupación clasista en ese lugar, dar la disputa con los reformistas, armar una lista para la elección sindical, participar en reuniones en distintos ámbitos del sindicato, si estoy a las puertas de una “ruptura”?
En esa lógica, trabajo por la ruptura por vías directas o más o menos indirectas
Le trasmito a mi cros de trabajo, que el dominio de los burócratas que dirigen el sindicato es de tal magnitud, que el mismo es irreversible y que no queda otra, que ir pensando en armar "otro sindicato”, ese sí que va a ser representativo, que no va a vender a los trabajadores, porque lo va a dirigir gente clasista, etc., etc.
La inmensa mayoría de los trabajadores, que voto (o si no voto, tolera) a los “conciliadores” que dirigen la mayoría de los sindicatos (mal que nos pese, están ahí porque los afiliados a los sindicatos los siguen votando, esa es la cruda verdad que vale para el 90 % de los casos) te va a mirar como un bicho raro
En primer lugar, tienen que digerir demasiadas cosas, para el actual nivel de conciencia existente en la mayoría
Primero, descubrir que el conjunto de dirigentes a los cuales ve reunirse a negociar como sus representantes con la patronal y a veces hasta impulsar un paro u ocupación (sobre todo en la actividad privada) contra la misma, es en realidad el representante de una línea conciliadora con la propia patronal y el gobierno
Es muy difícil que esa conciencia se llegue a dar, por ahora, cuando la cantidad y profundidad de los conflictos y confrontaciones sociales que se han dado en los dos gobiernos del FA han sido muy limitados
Después tienen que darse cuenta además, de que hay que abandonar la estructura sindical que siempre apoyaron, para crear otra
¿Y por qué no tratar de desplazar a tales dirigentes en una asamblea o en las siguientes eleccionesy así no debilitar a los trabajadores frente a la patronal con la presencia de dos sindicatos?
A los cros no se les ocurre, que si confrontaran sus opiniones, no en los círculos militantes, sino frente a un auditorio de trabajadores comunes y corrientes (al día de hoy) se encontrarían, al menos en lo que respecta a aquellos a quienes motiva su organización como sindicato, con estas preguntas y cuestiones
Ello no es obstáculo para reconocer, que hay y pueden darse casos de fracturas sindicales que dan origen a dos organizaciones
Siempre por otra parte se dieron en la historia del movimiento sindical, en casos muy especiales y puntuales
Ese es su error fundamental hacer política (o sindicalismo) no teniendo en cuenta la subjetividad de la gran mayoría de los trabajadores y el pueblo
Reconocer el estado de esa subjetividad al día de hoy es el punto de partida ineludible, si no queremos aislarnos y fracasar en el intento de ayudar a que los más amplios sectores populares avancen hacia la adquisición de una conciencia revolucionaria y socialista
El predominio de la burocracia conciliadora no es solamente el producto de su prolongada hegemonía en el movimiento sindical
Menos aun es por la acción de artimañas (que en algunos casos se presentan) o maniobras o aparateos (que existen, no se pueden negar)
La explicación además debe verse en el estado de ánimo actual de la mayoría de los trabajadores y sus expectativas (esto último está ligado a su nivel de conciencia política)
Desde el 2003 a la fecha y luego del piso catastrófico del 2002, el FA (luego de “salvar” al gobierno de Jorge Batlle de la debacle, brindando “gobernabilidad”) aprovecho que el Uruguay retomo un ciclo de crecimiento macroeconómico, similar o superior en sus guarismos, al que se registro en el periodo denominado “del neo-batllismo”
Este ciclo está basado en el crecimiento enorme de los precios de los 5 grandes rubros de producción exportable del país (cárnicos, granos y en particular arroz, madera y pasta de celulosa, soja y lácteos)
A ello se agrega una gran entrada de capitales, algunos especulativos y otros orientados a las actividades extractivas (y también depredatorias del medio ambiente) como las producciones ya nombradas, a la que se agrega ahora la minería a cielo abierto
Este crecimiento económico fue usufructuado en su inmensa tajada por el gran capital: de ahí la gran polarización social del país, con todas sus secuelas
Pero quedo una pequeña tajada para repartir a través de políticas asistenciales como los planes de Trabajo por Uruguay, el MIDES, el aumento de las Asignaciones, ciertos aumentos módicos a través de los Consejos de Salarios, sobre todo en ciertas ramas de la actividad privada, la baja del desempleo se cubrió con la creación de miles de trabajos con baja remuneración, hasta el punto de que 815 mil trabajadores (el 52,5 %) de la PEA ganan menos de 10 mil pesos
Muchos de esos trabajadores, que laboran en empresas particularmente explotadoras, estaban hace unos años atrás desocupados
Otros agregan a su paupérrimo salario una canasta o un poco más de ingreso por la Asignación o una tarjeta para comprar alimentos
Para muchos de estos trabajadores la “sensación” es que han mejorado su situación y en función de ello es que actúan y si están sindicalizados, es lógico que voten las opciones que “menos olas hagan”, poniendo en riesgo, a través de conflictos su puesto de trabajo
Todo esto habilita las condiciones para que el viejo discurso de la “conciliación” los “pactos sociales” las ventajas de lo que se pueda obtener por “las vías del dialogo frente a la incertidumbre de la confrontación” se refuerce nuevamente y habilite un ancho campo a la acción de un “modelo de sindicalismo economicista y conciliador” a que aluden los cros de la TCC en su documento general
Este es el nivel de conciencia y aspiraciones de la mayoría de la clase
Tal vez algunas cosas estén empezando a cambiar y además sabemos que esta estantería se mantendrá hasta que una caída de los precios de exportación u otro conducto, haga sentir finalmente en el país la crisis mundial capitalista y este ciclo de “bonanza” se clausure ; pero todavía este espíritu es el que sigue predominando
Entonces y en esta situación ¿cómo es posible estar trabajando para ganar a la mayoría de los trabajadores y aun a un sector importante, aunque no sea mayoritario, con un discurso de este tipo?
Hemos oído a algunos cros (no de la TCC, pero que tienen concepciones similares en este tema) decir que “así como nos fuimos del FA es lógico que nos vayamos del PIT-CNT, que se está convirtiendo en una sucursal del gobierno”
La historia de las izquierdas radicales del mundo está llenas de esta forma de razonar por medio de “falsas analogías”
No se discierne la diferencia entre irse del FA e irse de un sindicato y formar otro
Muchos grupos son los que forman la izquierda radical
Demasiados a mi entender (sin excluir al que pertenezco, la Agrupación ProUNIR)
Algunos nunca formaron parte del FA, otros se fueron hace muchísimos años, bastante antes que el FA llegara al gobierno y otros nos fuimos cuando juzgamos que la prueba de lo que se hacía en el gobierno y la inutilidad de seguir confrontando internamente, nos obligaban a alejarnos
Alguien puede irse de una fuerza política, con diez cros, para poner un ejemplo.
Te organizas afuera de alguna manera y funcionas, aunque sea en la escala reducida de un grupo político pequeño
Pero es absurdo formar un sindicato con esa cantidad de adherentes, sobre todo si el lugar de donde sales, tiene cientos o miles de afiliados
Se necesita una cantidad mínima de apoyo de masa y además argumentos fuertes para legitimar ante el conjunto de trabajadores esa opción (pues ese otro sindicato y los trabajadores que lo respalden conviven cotidianamente en un mismo espacio ocupado por los demás trabajadores, incluidos el sindicato “oficial”)
Algunos cros en los debates en que hemos participado, mencionan los casos de Argentina, con la formación de la CTA y en Brasil, con CONLUTAS e Intersindical, que salieron del tronco de la CUT, afín esta ultima al PT en el gobierno
Pero se olvidan de que en Argentina la CTA incluye en su seno a todos los trabajadores públicos del país y además a la CTERA (trabajadores de la educación Pública, organizados con filiales en todas las provincias de la Argentina)
En Brasil tanto Conlutas como Intersindical tienen en su seno a sindicatos unitarios y confederaciones estaduales enteras de trabajadores, con muchas decenas de organizaciones adheridas
¿Cuantos sindicatos importantes en Uruguay tienen una mayoría más o menos “estable” o relativamente consolidada por parte de una orientación clasista?
Incluso en las últimas elecciones sindicales el clasismo ha retrocedido - p.ej. ADEOM, UTHC y hasta cierto punto AEBU -
¿Cuantas agrupaciones sindicales clasistas bien organizadas existen y aun cuantas que unifiquen en un solo espacio por lugar de trabajo a los clasistas? Más bien en algunos lugares tenemos dos, tres y hasta cuatro agrupamientos clasistas p.ej. ADEOM, AFCASMU, etc.
¿Cómo afrontar ese pretendido “horizonte de ruptura” que pregonan estos cros, con esa realidad?
Tuve ocasión de participar en la Conferencia de Trabajadores y Militantes Sociales Clasistas que se realizo recientemente en el local de la Coordinadora de Jubilados Fue una buena instancia de intercambio y participación, donde se dio también este mismo debate (para simplificarlo “adentro o afuera “)
De entre los 200 a 250 cros que representaban en gran parte el espectro de militantes de la izquierda clasista sindical, solo muy pocos podían exhibir la existencia detrás de ellos, de una agrupación en su lugar de trabajo
Muchos de los que expusieron eran cros meritorios, pero “sueltos”, algunos incluso señalaron que no iban a las reuniones del sindicato
Fue un muestrario de las fortalezas y las debilidades de la izquierda clasista
Como es natural en esa reunión hubo cierto debate (se dieron las dos líneas), mucha “catarsis” en algunos discursos y algunas orientaciones interesantes, que podrían servir para trabajar en común (dejando para otras instancias o ámbitos como este, la discusión “si adentro o afuera”)
Algunos cros, en particular algunos estudiantes se quejaban que los “oficialistas” de la FEUU ponían obstáculos tales, que era poco menos que imposible trabajar sindicalmente en los gremios Eran estos Cros los que hacían los discursos “rupturistas” más fuertes
Ello nos suscitaba la pregunta de cuáles eran esos “obstáculos” tan grandes
¿Acaso le impedían formar una agrupación?
¿O los agredían físicamente?
¿Hacían fraude en las elecciones estudiantiles?
¿Desconocían eventuales victorias de las agrupaciones radicales en asambleas u otros ámbitos?
No nos quedaba claro y veíamos un interés de fundamentar de alguna manera la necesidad perentoria y subjetiva de romper (ya no con el oficialismo pro FA, lo cual era correcto) sino abandonar la organización estudiantil a la influencia absoluta de estos sectores (mas allá de que esa no fuera su intención)
¿Como continuar trabajando mancomunadamente para crear un espacio clasista unificado, mas allá de estas discrepancias?
En la Conferencia se presento una propuesta interesante de crear una Comisión o grupo de trabajo que se encargara de instrumentar la intervención y el apoyo a los conflictos
Los Cros que la formularon señalaron la necesidad de que tuviera un número no inferior a quince cros
A nuestro entender no se trata de crear un grupo que se ilustre acerca de los conflictos obreros o sociales existentes y se limite después una declaración de apoyo para difundir por Internet
Se trata de tomar contacto con los trabajadores en conflicto, respetando sin aparateos sus mecanismos propios de organización, respaldando su lucha por medio de medidas solidarias (campañas del kilo, dinero, participación en marchas de solidaridad y actos y otros tipos de apoyo)
E intervenir de manera correcta y unificada en los lugares donde la lucha de clases se manifiesta en su nivel más elemental
Solo así este espacio constituido por la Conferencia Sindical Clasista (que se está planificando continuar el 1º de Octubre con una segunda instancia) se puede organizar como un aglutinador unitario desde el punto de vista social y político de gran parte de la izquierda con intención de transformación revolucionaria
Combinar la discusión periódica y democrática de las grandes orientaciones con el trabajo concreto de esos grupos y comisiones de intervención allí donde las luchas se manifiesten, abiertos a la participación de todos los cros que quieran hacerlo, sin “feudos” de ningún tipo
Si la izquierda radical no combina sus fuerzas para intervenir de esa manera, seguiremos haciendo discursos de “análisis” y también “autoproclamatorios”
Haremos en el mejor de los casos una “campañita política”, (y las Conferencias se terminaran reduciendo a ello o un lugar de mero discurseo) pero no un esfuerzo serio de intervención, lento, difícil, que requiere mucha tenacidad y persistencia, para cambiar el rumbo de nuestro país y de su clase trabajadora
Eso hay que llevarlo adelante con el apoyo de los cros que actúan (y quieren seguir actuando) dentro de los sindicatos que forman parte del PIT-CNT, con aquellos que actúan en los pocos que están por fuera y aquellos que quieran construir nuevos sindicatos y organizaciones sociales, en el gran sector de los trabajadores no sindicalizados Con todos los que están por una orientación clasista y combativa para el movimiento sindical
En un próximo artículo nos referiremos a otros puntos pendientes del citado documento de la TCC y también a lo relativo al próximo Congreso del PIT -CNT, dado que este ya ha resultado demasiado extenso JORGE MAIKI - postaporteñ@ nº 618 -
2011-09-07
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