EL 6 DE ENERO ESTARAN OTRA VEZ EN LA CALLE RECLAMANDO LOS QUE SE LE QUITO DESDE LA DICTADURA HASTA AHORA; NO NUEVOS BENEFICIOS 6/01/08 A LA HORA 11 FRENTE AL EDIFICIO LIBERTAD; EN LA PLAZA DE “ LOS CUERNOS DE BATLLE” (..PARTE DE UNA CARTA AL PRESIDENTE TABARÉ).
Es el interés de quienes SUSCRÍBEN, denunciar la situación a la que se verán enfrentados el próximo 29 de febrero unos 1500 docentes quienes, al cumplir 35 anos de trabajo serán cesados en forma compulsiva y condenados a recibir jubilaciones que van a reducir en el 50% aproximadamente, su ya menguado salario. La razón es que comienzan a darse los efectos de la Ley 17.613 votada en 1996. Es de conocimiento de todos y muy especialmente de los senores que integran la “clase política” que el salario de los docentes es una vergüenza nacional. Los que van a ser cesados han escuchado desde el momento en que se recibieron, promesas electorales de aumento de rubros para la educación en los presupuestos y, concomitantemente en los sueldos, que se quedan en eso: promesas cumplidas a medias o ignoradas.Los salarios se han devaluado en sus dos terceras partes si los comparamos con los que se re-cabían 35 anos atrás. No escapa esta administración de las generales de la ley puesto que está muy lejos de cumplir con lo prometido a tres anos de haber asumido el gobierno. En este marco se da la situación de cese de los primeros docentes que les hubiere correspondido jubilarse por el régimen de transición que, dado lo poco beneficioso del mismo no pudieron, en su mayoría, hacer uso del mismo y han quedado sujetos a la vigencia plena de la ley, tanto o más nefasta que el régimen que les hubiere correspondido .El mantenerse por un tiempo excesivo en el ejercicio de la docencia, una de las profesiones consideradas de mayor riesgo por el estrés que produce, significa perjuicios para sí mismos en cuanto al fuerte desgaste al que se ven expuestos, para la calidad de su desempeno que repercute en los aprendizajes de los ninos y para el organismo que no puede hacer un recambio que antes se producía naturalmente. Es necesario aclarar que, dado las exigencias que conlleva la docencia, quienes la ejercen han tenido medidas de excepcionalidad que posibilitan un retiro anticipado, derecho que se ha ido acotando en sucesivas leyes y que la nueva ley ha desvirtuado totalmente. Antes de la dictadura un docente se retiraba a los 25 anos de trabajo con el 100% del sueldo, más un premio por reconocimiento a su dedicación y por un sistema llamado de “escala móvil” su jubilación aumentaba en la misma proporción que el salario en actividad. Con el Acto 9 de la dictadura se retiraba a los 28 anos de trabajo con el 75 % del promedio de los 3 últimos anos y se perdió la correlación con el salario del activo. Cuando un docente era cesado aumentaba el porcentaje en un 5% Ahora le corresponde, a los 35 anos de trabajo una jubilación que, en el mejor de los casos llega al 50% de su último salario nominal y no existe compensación alguna por cese compulsivo pese a que equivaldría en los hechos, si no en la norma, a un despido. El retiro anticipado compulsivo a los 35 anos impide llegar a más, pese a las bonificaciones que se conceden (cómputo de 4 anos por 3). Cabe aclarar que los docentes no están en contra del retiro a los 35 anos, es más: se considera que, por su propia conveniencia y sobre todo por las de los ninos, debería ser antes, como estaba posibilitado en leyes anteriores. El problema está en irse en el momento adecuado y con una jubilación digna, lo cual esta ley imposibilita. Por dos anos se han entrevistado a autoridades del Poder Ejecutivo y Legislativo para pedir soluciones antes de que se diera el cese compulsivo de los primeros docentes en esta situación, pero hasta el presente no hay ninguna senal concreta de haber sido oídos, más allá de buenas intenciones de algunos legisladores, de nuevas promesas y de la presentación de un proyecto que no convence y que está “durmiendo” en la Cámara de Diputados y de una propuesta de retiro incentivado que no conviene por ser una solución para lo inmediato sin proyección de futuro que además no contempla a quienes ya tienen el cese pendiente. Dado los antecedentes expuestos corresponde hacer varias consideraciones: 1- De persistir la insensibilidad de las autoridades se dará la paradoja de que, bajo un gobierno progresista los docentes se jubilan peor que en la dictadura. Sería interesante que los Sres. Senadores y Diputados, miembros del Poder Ejecutivo y del BPS contestaran si es cierta o no esta INFORMACIÖN y de ser cierta, qué les parece. A los que fueron maestros y/o sindicalistas y los que se manifestaron contrarios al régimen jubilatorio que nos rige o dieron su voto negativo les preguntamos: ?ahora, es bueno? Y si no lo es ?por qué no lo mejoran ya que tienen el poder para hacerlo? 2- Una nueva paradoja es que al mismo tiempo que se pretende sacar de la pobreza a una franja de la población en aras de la equidad, se condena a los docentes que son profesionales de carrera a ser parte de los nuevos pobres de esta sociedad, más pobres aún en los hechos, en algunos casos, que aquellos a quienes se pretende apoyar. 3- Las autoridades del gobierno tienen un compromiso con los docentes a los que se los ha condenado por décadas a sueldos y condiciones de trabajo indignas, pero muy especialmente tiene una deuda con los docentes de la generación que va a ser más perjudicada con esta ley porque son aquellos que en la época más oscura en que vivió el país resistieron silenciosamente para impedir que los déspotas destrozaran la educación pública. ?Está dispuesta a hacerse cargo? 4- Las dos únicas respuestas públicas hasta el presente han sido más que lamentables. Por un lado el CODICEN frente a la demanda de no cese compulsivo a los docentes a los 35 anos sin soluciones previas sobre una jubilación digna ha contestado con una reglamentación que permite el reintegro inmediato del cesado, al grado más bajo del escalafón. Por otro el Sr. Presidente del BPS, el maestro Ernesto Murro, asevera que los docentes somos privilegiados porque el promedio de sus jubilaciones es de $ 13 000. Ante el primer caso, consideramos esta resolución un insulto a la inteligencia y una burla porque un docente que por haber cumplido 35 ya no estaría en condiciones por su desgaste y su edad de solicitar prórroga y es cesado, sí puede volver a trabajar en peores condiciones. Y además. ?dónde están los cargos para tantos? Ante lo segundo, o el Sr. Murro no sabe hacer cálculos o desconoce la realidad sobre la cual toma decisiones porque la grandísima mayoría de las nuevas jubilaciones docentes van a ser cercanas a los $5000 o $6000. Cansados de tantos anos de sueldos bajísimos y conscientes de que la madurez y vejez que los espera merecen ser vividas digna-mente y no a expensas de la caridad en un asilo público o de la familia, los docente uruguayos exigen que en este gobierno les sean devueltos los derechos adquiridos antes de la dictadura con respecto a su jubilación y que se haga antes de que comiencen a ser cesados compulsivamente.
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