domingo, 2 de septiembre de 2012

lindo comun desperezo saboriao con dispacio, gozando hasta del ruidito que hacen las costiyas al estirarse

Número 827 | agosto 27 de 2012 | Año 7º


ESTRATEGIA, TÁCTICAS Y 

OTROS ASUNTOS (5)


Ultimo aporte


Todos los procesos de cambio profundo y revolucionario que hemos conocido hasta ahora registran la actuación de dos componentes fundamentales: por un lado, los movimientos sociales populares y dentro de los mismos, las organizaciones de la clase trabajadora de las ciudades y del campo y por el otro lado, partidos, frentes o movimientos revolucionarios.
Luego, según las particularidades de los países y los momentos históricos vividos (por Ej. en casos de luchas antidictatoriales) se han tejido acuerdos puntuales o de más largo alcance, aunque limitados, con sectores de oposición burguesa.
En Cuba, a título de ejemplo, en las primeras etapas de lucha antidictatorial participaron sectores burgueses y pequeño-burgueses antibatistianos, incluso en el propio movimiento 26 de Julio, luego con la radicalización revolucionaria rompieron y pasaron a apoyar al imperialismo.

Los dos componentes son importantes y un cambio revolucionario es imposible si no se avanza en los dos terrenos: en la elevación de la organización, movilización, politización y conciencia política de grandes sectores populares y al mismo tiempo en la creación de una real alternativa en el campo político
.
Uno de los elementos es entender la relación entre lucha social y lucha política y el papel que las organizaciones políticas deben cumplir en ambas.
Toda lucha social (en el sentido más amplio) es una expresión de la lucha de clases.
Pero solo cuando la lucha social pasa a expresarse en la lucha por una plataforma política de cambios en las relaciones de poder es cuando se convierte en  lucha política.

Por lo tanto, la lucha política no es privativa solo de los grupos o partidos políticos (valga la redundancia); puede ser encarada por grandes movimientos sociales, que en el curso de su pelea superan el horizonte meramente economicista y muchas veces solo defensivo, de las luchas parciales.

Pero también la historia nos enseña que los movimientos sociales insurrecciónales  (cuando no se presenta una alternativa política que permita canalizar y aunar la voluntad de los revolucionarios que actúan en su seno) terminan no alcanzando los objetivos propuestos, más allá de la creatividad que desarrollan

Un ejemplo lo encontramos en el Argentinazo del año 2000, en las revueltas ciudadanas que voltearon tres presidentes en Ecuador y( hasta ahora) los movimientos de indignados en Europa y EEUU.
No basta para ello que existan grupos de izquierda. Si esa izquierda de intención revolucionaria está dispersa en una gran cantidad de grupos, no va a pesar para nada y no será vista por los grandes sectores populares en lucha como una alternativa.
Los mismos seguirán desconociendo sus disputas (a veces bizantinas) y hasta su propia existencia como tal.
Ello nos lleva a la tarea de encarar la unidad de los revolucionarios como la vía para construir esa Alternativa o referencia política necesaria.

La unidad de los revolucionarios como vía necesaria


Decimos alternativa o referencia política, para ser amplios en el significado de un término que puede englobar la constitución de un Frente político, un Movimiento unitario o incluso un Partido, según el grado de unidad y evolución orgánica que se vaya logrando, incluyendo la posibilidad de pasar por todos o algunos de esos estadios.
Señalamos unidad de los revolucionarios y no simplemente creación de un ámbito unitario de acción común de los grupos políticos existentes.
 Si bien la participación de grupos políticos ya constituidos es necesaria, en virtud del aporte ideológico y de experiencia organizativa que pueden agregar, no se debe reducir a ello y se debe abrir un ancho cauce a la participación de todos los no sectorizados, sobre todo de cros comprometidos con las más recientes y combativas experiencias de lucha sindical y social, de los más diversos ámbitos.

De lo contrario, si la unidad  se reduce a un mero acuerdo superestructural entre los grupos existentes, tendrá un muy corto techo de desarrollo
No lograra conectar con miles de reales  o potenciales futuros luchadores, no lograra ser reconocida masivamente como una referencia política.
Incluso en el limitado terreno electoral, no se podrá lograr ningún avance apreciable, si no se superan esos límites.

La izquierda radical ( más concretamente los grupos que la integramos) tiene que entender que no se puede crear ninguna forma de unidad política que le sirva al pueblo, si la misma ya viene atada desde arriba por un cerrado acuerdo que la reduce a una mera superestructura formal.
Por ello una coordinación unitaria de grupos (como lo es en estos momentos la Coordinación por la Unidad Popular) solo puede ser un estadio transitorio, si realmente pretende convertirse en un paso adelante para la creación de una alternativa política real
Solo si avanza hacia la constitución de un verdadero Frente Político con una organización de base, una estructura de asambleas periódicas en el ámbito nacional y local, comisiones de trabajo abiertas y con cierta autonomía (dentro de los lineamientos generales que se vayan aprobando) es que se puede alcanzar la integración de muchos cros no sectorizados, que son la gran mayoría.

Sobre todo a nivel de jóvenes que hacen sus primeras armas en la lucha social y política

¿Cuantos jóvenes militan hoy en día en movimientos de DDHH, contra la megamineria y el saqueo de los recursos minerales y la afectación del medio ambiente?

¿Cuántos de ellos son activistas y parte de movilizaciones sindicales de trabajadores de supermercados y tiendas, sectores de trabajadores rurales, etc.?

Sin duda una cantidad importante, aunque sea minoritaria en el conjunto de la juventud de esta época
¿Cuántos de ellos están adscriptos a algún sector radical? Muy pocos.


Y sin jóvenes no vamos a ningún lado
¿Qué revolución fue protagonizada por veteranos, incluso a niveles de liderazgo?
Ninguna
Si no logramos construir un instrumento unitario y participativo (sobre todo participativo) que atraiga a esos compañeros, a esas nuevas generaciones y otros muchos de todas las edades, estaremos fracasando
 Basta ir a una reunión de cualquier coordinación de grupos de izquierda radical o a las reuniones de los propios grupos constituyentes de las mismas: somos la inmensa mayoría unos sesentones ya endurecidos en nuestra propia “experiencia” militante.
 Lo malo no es que esa experiencia no tenga valor; lo es nuestra incapacidad de  atraer jóvenes y hasta de expulsar a veces a los pocos valiosos que tenemos.
Por otra parte una buena parte de los militantes de estos grupos carga con una serie de prejuicios en el terreno de las cuestiones de género, sexuales, costumbres actuales, etc. que no la pone en las mejores condiciones de entender a veces a una nueva generación
Recién después de mucho tiempo, la izquierda radical está haciendo un esfuerzo por entender el valor de la cuestión de la destrucción del medio ambiente por la depredación capitalista y salir de cierto “marxismo” productivista, a ultranza.
Por supuesto que este camino no es fácil y muchos obstáculos nacen en el seno de los propios grupos
El primero de todos es que hay grupos que no creen necesaria la creación de ámbitos permanentes de unidad política. Aceptan las coordinaciones puntuales, por ej. para hacer una marcha o movilización, pero luego se desactiva todo ello, sin ningún avance aparente.

El resultado es un activismo sin fin ni sentido.
Una especie de “luchismo” irreflexivo
Se pasa de una tarea a otra, sin ningún norte estratégico común, ni siquiera un objetivopuntual a largo plazo
.

Algunos tienen una estrategia de autoconstrucción que se privilegia como un elemento esencial para la construcción del “Partido” o  la "Orga revolucionaria”.
 Se ven iguales a Jehová que creó al hombre (y después a la mujer, de su costilla) a su imagen y semejanza.
Entonces esta estrategia de acuerdos y coordinaciones puntuales solo está al servicio de esa autoconstrucción Y así pasan los años, envejecemos y somos  casi siempre los mismos.
Algunos cros  tienen una definición muy acotada de lo que se debe considerar como revolucionarios.
Por Unidad de los revolucionarios entienden la unidad con los que no son objeto de especial rechazo

 Así hay quienes rechazan a los trotskistas, por ser tales, trotskistas que no quieren saber nada con los que definen como” estalinistas”, anarquistas que juzgan a todo marxista como ”autoritario”, compañeros que juzgan que cualquier militante que forme parte de un grupo político es un oportunista que busca labrarse un futuro de diputado( con un discurso revolucionario de ocasión para engrupir “giles”), tupamaros que rechazan a “puntistas” y estos que rechazan a tupamaros, aun los combativos( y no frentistas) por cierto.
Esa densa red de prejuicios (me permito definirla como tal, porque se basa en parte también, en hechos y contradicciones de los 70 que ya no están operando en el panorama actual, a diferencia de otras que si hunden sus raíces en ese periodo y se han prolongado en la actualidad) es todo un bosque de obstáculos, desconfianzas y reticencias a vencer y atravesar.

Lo vemos en la Posta Porteña

Hay toda una variedad de discusiones que giran en torno al pasado como el burro gira alrededor de la noria

Y eso no quiere decir que debamos ignorar los errores y enseñanzas del pasado; sería suicida e irracional.

Leo todos los artículos de  cros sobre esas cuestiones, que a veces aportan costados que no conocía de muchos hechos; es como un manantial inagotable de experiencias singulares y visiones de ese pasado.
Esta muy bien que sean conocidas, hay que mantener la memoria de las luchas, el valor o las debilidades de quienes se empeñaron en las mismas, hasta las piruetas de los que se fueron con al tiempo dando vuelta, las enseñanzas que de ellos se pueden derivar en la situación actual, esa sería también su utilidad.

 Pero a veces me da la impresión que vivimos solo para clausurarnos en ese pasado, prolongando y justificando nuestras reticencias presentes en base a todas esas diferencias pretéritas, entre los que pensamos y actuamos parecido.
(Y así somos percibidos por la generalidad de la gente que nos conoce)
A muchos jóvenes no podemos pedirles que concedan el mismo valor que le damos nosotros a ciertas polémicas

No les interesan. Les puede interesar el pasado, pero no el “ajuste de cuentas fino” que practicamos entre nosotros.

Y hacen muy bien.

A los grupos y militantes nos faltan humildad ( que no es lo mismo que falta de dignidad) para reconocer que cada uno de los grupos  y cada uno de los militantes que lo constituyen, es solo un potencial pedazo de esa gran organización que debemos construir, de ese “partido” ( con comillas y minúsculas) al servicio de los Trabajadores y el Pueblo ( sin comillas y con mayúsculas) para servirlos y no terminar ( como en la antigua Unión Soviética y ahora en la Rusia capitalista) sirviéndonos de ellos.

Nos refugiamos en nuestro propio bagaje “doctrinal” donde ya está todo el futuro previsto y resuelto en sus más mínimos detalles

A esa pretensión anti-científica le llamamos “estrategia”

El resultado es que hay tantas estrategias inconmovibles como grupos existentes
No se hace un esfuerzo para hacer una apertura intelectual de apreciar los puntos de vista de los demás, ver que pueden evolucionar y que uno mismo también puede hacerlo, sin sentirse violentado o que viola algún principio.

Las experiencias revolucionarias de todos los países demuestran que los hechos y experiencias que terminaron ocurriendo no se ajustaron  siempre a los derroteros estrictos ni a las previsiones exactas de los partidos o grupos que se empeñaron en las mismas, aun los que aparecían como más revolucionarios.
Hay cros que aceptan la unidad de los revolucionarios, como un proceso necesario, pero dicen que eso será generado por un auge de la movilización y lucha obrera y popular, que aun no está presente.
Si bien la ausencia aun de un auge de dicha luchas no brinda un mejor clima a la izquierda radical para salir del impasse de fragmentación  y dispersión de esfuerzos en que todavía está sumergida, sería un error esperar que esa unidad sea sellada “automáticamente” por un aumento sustancial de esa lucha

Ese sería un punto de vista mecanicista, desmentido por la realidad de muchos países (aquí al lado tuvimos el aludido Argentinazo del 2000 y la izquierda radical siguió casi igual que antes).
Hay que ir dando los primeros pasos, ir avanzando con tacto, pero con persistencia y firmeza todo lo que se pueda.

Hay también cros, que señalan la imposibilidad de realizar avances primarios en ese camino, mientras no se despejen las diferencias tácticas acerca de cómo actual en los movimientos sindicales u sociales y como vincularnos con las estructuras orgánicas existentes; por ej., el PIT-CNT y otras.
Aquí igualmente no sería correcto esperar que se zanjen las mismas para avanzar en el terreno político

Sin dejar de reconocer su papel de limitantes, se debe avanzar en ese terreno y discutirlas en sus ámbitos específicos, con una actitud abierta a los que vaya señalando la propia practica y el devenir de los hechos

Tratando, a pesar de las visiones tácticas diferentes, de apostar a apoyar todos los procesos de lucha y en especial aquellos que se despliegan con una línea combativa, no conciliadora e independiente de los sectores mayoritarios dominantes en el movimiento sindical y social

Con esto finalizamos nuestro modesto aporte, a partir de la inquietud de un cro que propuso debatir sobre ese tema.
El interés que suscita el mismo va mas allá de ese hecho puntual
Cuando alguien larga un tema de interés para que se intercambie y polemice, ya no puede exhibir ninguna paternidad sobre el mismo

Pasa a ser materia de todos los que deseen intervenir o leer las intervenciones que se den en el mismo


 Pero no deja de sorprenderme el hecho de que el mismo cro que motivo esta temática, no intervino en la misma con algún aporte fuera del inicial.
Todavía tengo esperanza que lo haga



JORGE MAIKI


URGENTE, REPRESIÓN Y 

DETENIDOS EN ROCHA



La Paloma, 27 de agosto 2012.


En la mañana de hoy cuando un grupo de personas se encontraban manifestando pacíficamente fueron reprimidas violentamente por la guardia Republicana y hubo varios detenidos.
Desde hace ya días un grupo importante de vecinos de La Paloma y zonas aledañas vienen manifestando y repartiendo volantes  para impedir que se abriese un camino de acceso al puente maderero para el cual no se han presentado los estudios de impacto ambiental requeridos por la ley.

En la mañana de hoy, los manifestantes fueron reprimidos por la Guardia Republicana y sabemos
que al momento fueron detenidas varias personas . Se nos ha informado que fueron detenidos, trasladados a Rocha e incomunicados Martín Abreu y Cecilia Ilundain.
Entre las otras personas detenidas, que no sabemos exactamente cuantos son se encuentra un joven y su hijo de dos años.


Por mayor información directa sobre los hechos dirigirse a

Diego Garcia 094450187 o
Marcelo Rachetti 099184353

Área de Comunicación
 

MOVUS - Movimiento por un Uruguay sustentable

 PUERTO LA PALOMA

Vecinos de La Paloma expresaron su rechazo

 al puerto de El Palenque

Cuatro personas detenidas tras intentar paralizar construcción de nuevo camino
Este lunes los operarios que trabajan en las obras que facilitarán el acceso a la nueva terminal portuaria, lo hacen bajo la custodia de la Policía Metropolitana
Cuatro personas fueron detenidas en la mañana de este lunes en La Paloma, luego que trataran de impedir la construcción de un nuevo camino que permitirá el transporte de camiones, con maderas, hacia la nueva terminal portuaria.

Tal es así que esta mañana los operarios debieron trabajar bajo la custodia de la Fuerzas de choque. Un hecho similar ocurrió la semana pasada, cuando un grupo de manifestantes – arengados por el propio alcalde de La Paloma - se congregó junto al camino con el objetivo de paralizar las obras.
En esa oportunidad la empresa vial suspendió sus trabajos.
Con este antecedente, el gobierno tomó las providencias del caso y envió a Rocha un grupo de efectivos de la Policía Metropolitana, que enseguida actuaron posibilitando que continúen los trabajos, dijeron a El Observador fuentes locales.
“Uno de los manifestantes se tiró delante de una motoniveladora.

El ambiente estaba muy complicado”, dijo a El Observador uno de los testigos presente durante los incidentes.
 

 MAIKI - postaporteñ@ 827 - 2012-08-27
 

UNAS PALABRAS DE ALIENTO

 Y DE MODESTA COMPLICIDAD


A las Compañeras y los Compañeros de 

“Impresora Polo” / “Ultimas Noticias”


Compañeras y Compañeros de “Impresora Polo” / “Ultimas Noticias”,
Compañeras de APU y SAG,

PRESENTE:

Permítanme hacerles llegar estas palabras de aliento y modesta complicidad, en ocasión de uno de estos momentos en los que –lo sé muy bien, lo sabemos muy bien- cada expresión de comprensión y solidaridad que nos llegue, representa un motivo más para asumirnos y reafirmarnos con total convicción como lo que realmente somos: los únicos que aportamos algo positivo desde nuestros cerebros y nuestros brazos, los únicos que podemos actuar en defensa de nuestra integridad digna de trabajadores, sin esperar nada bueno de los que se han acostumbrado a llamarle “pérdidas” y “crisis” a lo que en realidad no son otra cosa que mezquinos pretextos para “reorientar” inversiones corporativas en pos de nuevos negociados en los que para nada importan las penurias de nuestras familias ni el “bienestar social”, ni, mucho menos, el falso “amor a la profesió ;n del periodismo” o fantasías semejantes de hipócrita grandilocuencia.

Por mi propia experiencia, me siento moralmente obligado a tratar de entender esto que a ustedes afecta hoy muy directamente, como una cuestión de “periodista” y de “gráfico” que soy y al que lo que más le atormenta es la idea de que, una vez más, no podamos encontrar la sintonía racional y emotiva que nos permita ver que tanto “informando” como industrializando la “información”, somos un mismo y único gremio de gente explotada y oprimida por igual por una misma casta de chupasangre, que lo es y lo seguirá siendo, tenga o no algo que ver con tal o cual secta empresarial o con tal o cual corporación político-económica en particular.
Sinceramente, hago votos para que Uds., periodistas y gráfic@as compañer@s, puedan percibir que aún con interpretaciones distintas y emprendimientos particulares distintos en esta lucha, es posible –y más que posible,  imperioso, elementalmente imperioso- desarrollar una resistencia creativa y fecunda, común, férrea, invencible, si nuestras visiones distintas son concebidas en definitiva como complementarias y sintetizables en una línea de acción defensiva capaz de confluir en beneficio de un capital que es el único que no poseen las ruines patronales de la industria gráfico-periodística aquí y en todas partes, y que nosotros sí poseemos en demasía desde el principio de los tiempos y poseeremos hasta la victoria final:
Este capital es el de no vivir de otros y saber que la verdadera “información” que necesita y merece el pueblo trabajador, siempre, es la que podemos brindarle únicamente nosotros –las trabajadoras y los trabajadores-, emancipados de los grupos de poder, independizados de logias y sectas o enjuagues parecidos, a los que la única “información” que les interesa es la que les sigue permitiendo consagrar el abuso y el atropello como razón de ser perpetua y sólo en apariencia “omnipotente” e infranqueable.

Desde 1967 –desde aquella ejemplar resistencia APU-SAG a los primeros despidos masivos de “La Mañana” y “El Diario”-, esta patronal sabe muy bien que “vender diarios” ya no es negocio

Sabe, sí, que siguen siéndolo los favores publicitarios de su misma “gran secta” diversificada, sobre el papel o virtualmente; desde la rotativa o desde la pantalla chica; desde el simple “aviso económico” o desde la campaña mediática para “justificar” la instalación de sus congéneres expoliadores, contaminadores y saqueadores de nuestro suelo y de nuestra soberanía.

Saben, también, que esta industria es pasible de actuar como cobertura o disfraz de otras matufias nada santas por más que se invoquen exóticas y exitosas filosofías pseudo religiosas muy en boga.
La “prensa” es nada más que una parte visible del gran festín de los haraganes y vividores crónicos diseminados por el planeta entero, incluido el Uruguay.
Para nosotros, en cambio, esta industria gráfica, lo sabemos muy bien, no es solamente nuestra fuente de trabajo que debemos defender con uñas y dientes como un solo mortal
Es también, potencialmente, una fuente invalorable de verdad, razón y valores humanos, que nos ha sido y nos sigue siendo negada, a todos los trabajadores, por aquellos que se han comportado y lo seguirán haciendo como nuestros verdaderos enemigos de por vida y empleando hasta los más inimaginables recursos para vernos invariablemente aplastados y sin chistar, y, por cierto, sin poder difundir la verdad aunque seamos los que ponemos toda la industria en movimiento desde el primer dedazo en el teclado hasta el último chorro de tinta en la rotativa.

No conozco en detalle todo el contexto de vuestra situación particular

Pero sí me atrevo a opinar, no obstante, que esta es otra de esas situaciones coyunturales históricas, que, intermitentemente y claramente, se han presentado desde 1967 y que ponen a nuestro alcance la posibilidad cierta de pelear para que ese capital exclusivamente de los trabajadores que es el de ser los únicos que crean valor y riqueza reales, produzca de una buena vez bienes culturales y espirituales que jamás nos brindaran ninguna de las sectas parasitas de la “gran prensa” -y alguna no tan grande- que periódicamente “quiebran” para obtener nuevos subsidios estatales, más prebendas financiero-tributarias, más rebaja salarial y más publicidad oficial, impresa o sencillamente virtualizada en la súper explotación de un par de digitadores o digitadoras mezcla rara de “periográficos” de la mentada y súper mercantilizada “revolución inform&a acute;tica”.

Sé bien que estas líneas son, además de un saludo fraterno, la expresión de un deseo/sueño tal vez caprichoso y en apariencia utópico, y que atrás de lo que se está viviendo hay intereses más bien disimulados, que apuestan a nuestro sacrificio y nuestras buenas intenciones, especulando con que ellas arrimen agua para el mismo molino vividor del que aquellos son piezas secundarias pero no menos mezquinas.

Pero también sabemos que sin estos sueños y sin algo de utopía, nuestra realidad seguirá siendo indefectiblemente la misma, estallando de cuando en cuando, con más despidos, más persecución antisindical y más cuentos, promesas y papeluchos firmados, para dividirnos y debilitarnos frente a enemigos que viven arrancándose las muelas entre sí, pero que cuando nos atacan, son un único par de colmillos afilados y crueles, sin piedad y sin más valores que la ese con las dos barras verticales al centro.

¡Qué sé yo!!!...

Pese a las dificultades y los mil escollos previsibles, les daré esta carta, estas sinceramente humildes palabras, con la ilusión y la esperanza de que tal vez un día de estos podamos amanecer o recibir la tarde con una modesta pero sentida publicación popular, que nos llamará a adquirirla y leerla y pasarla de mano en mano, en el barrio, en el bondi, donde sea, con un nombre parecido al de “Primeras Noticias”, que anuncie la prensa de un mundo que todavía está por venir, y que vendrá, hecha por y para trabajadoras y trabajadores que no deban sacrificar sus horas y sus días ocupando instalaciones industriales con medios de producción de los que somos reales poseedores, aunque vivamos bajo la amenaza de ser desalojados por la taquería como si en lugar de laburantes, fuésemos los delincuentes que no somos precisamente nosotros.

¡No le aflojen, compañeras y compañeros!

No deleguen en nadie ni la fe ni el aguante; el secreto de la gran secta está en entreverarnos, dividirnos y desgastarnos para volver a estafarnos una vez más

¡Mi más grande deseo de que aunque todavía no podamos leer las “primeras noticias del otro mundo posible”, sí al menos podamos saber que Uds. siguen día a día enriqueciendo el concepto de que somos una misma multitud de seres que en tareas distintas y con visiones distintas, tenemos un vínculo profundo e indisoluble en lo laboral y en lo moral, que no se reduce al hecho de ser, todas y todos, explotados y humillados, sino que nos une también la misma certeza inquebrantable de que nada podemos esperar que no sea de nosotros mismos, el pueblo trabajador!.
Para colaborar con Uds. humildemente, hoy por hoy, cuento tan solo con este resquicio de la virtualidad informática que pretenden los “moon” y los “moonchitos” para seguir la joda, y que nosotros también podemos emplear para aguarles la fiesta y atemperar nuestros sufrimientos, gritando las razones y la verdad desde aquellos rincones tecnológicos que también quisieran monopolizar como lo hacen con todo.

¡Abrazo y firmeza, Gente!

Estos son tigres de papel a los que también se les puede torcer la muñeca y limarles las pezuñas. Ni lo duden.

Gabriel Carbajales, 26 / 8 / 2012

gabriel - postaporteñ@ 827 - 2012-08-27

 

BRUTAL REPRESIÓN CONTRA TRABAJADORES en SALTA


 Son de Tabacal Agroindustria  en 

el DEPARTAMENTO DE ORÁN


Una jornada de extrema tensión se vivió el sábado último en el Departamento de Orán debido a la brutal represión que sufrieron trabajadores de la compañía Seaboard Corporation-Tabacal Agroindustria por parte de efectivos de seguridad.
Los obreros cortaban la ruta 50 en reclamo de la reincorporación de 57 compañeros despedidos por la empresa. La CTA que lidera Pablo Micheli llamó a una concentración para este lunes 27, a las 12.30, en el obelisco para marchar hacia la Casa de Salta.
Liliana Giambelluca (Especial para Agencia Walsh)
Desde hace más de una semana que los trabajadores de Seaboard Corporation-Tabacal Agroindustria cortaban la ruta de manera intermitente porque en el medio del reclamo de mejoras salariales y negociaciones paritarias, la multinacional envió 57 telegramas de despido e inició causas penales contra los delegados y dirigentes del Sindicato de Trabajadores del Azúcar (STA).
Durante el transcurso de la semana, las negociaciones entre los dirigentes gremiales y las autoridades de la empresa habían fracasado.
Pese a que los cortes de ruta que realizaban los trabajadores del ingenio eran intermitentes, la Cámara de Comercio e Industria de Orán emitió un comunicado donde rechazó la metodología elegida por los trabajadores para hacer su reclamo, a la vez que pidió al Gobierno provincial que garantizara la libre circulación por la ruta 50.
El Gobierno de Juan Manuel Urtubey solicitó al juez de la Cámara Civil y Comercial de Cuarta Nominación, Dr. José Ruiz, que ordenara el desalojo de la ruta.
Para garantizar la medida, la orden autorizaba el uso de la fuerza por parte de los efectivos presentes en el lugar.

El sábado al mediodía, más de 300 efectivos de infantería, caballería, gendarmería y policías, además de camiones hidrantes, llegaron a la ruta con el fin de despejarla.
Los trabajadores se mantuvieron firmes y comenzó sobre ellos una feroz represión con gases lacrimógenos, balas de goma, palos y chorros de agua de los tanques hidrantes.
Más de veinte trabajadores sufrieron heridas y principio de asfixia por los gases lacrimógenos, por lo que fueron hospitalizados.

En medio de los incidentes, más de 3000 vecinos se acercaron a apoyar a los obreros, quienes pese a la violencia ejercida por los uniformados, resolvieron no despejar la ruta.
Dadas las repercusiones en los medios locales y algunos nacionales, el ministro de Gobierno de la provincia de Salta, Julio César Loutaif, durante la tarde desmintió que la orden de represión fue dada por el gobernador Juan Manuel Urtubey.
Sin embargo, el diario El Tribuno informó que el primer parte de prensa que dio a conocer el Ejecutivo Provincial fue titulado "El Gobierno de la Provincia tomó medidas para garantizar la libre circulación en la ruta 50".


Ante los hechos represivos

 de Salta y Córdoba:


declaración de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre

Declaración de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre ante los actos represivos sufridos por los trabajadores de Salta y Córdoba, las provocaciones contra los pueblos originarios de Formosa y las acciones intimidatorias contra los maestros en la ciudad de Buenos Aires.
Repudiamos la represión a los trabajadores que luchan por sus derechos en Salta y  Córdoba por parte de las fuerzas policiales. 
Exigimos que el poder político de cada provincia y los ámbitos estatales nacionales correspondientes asuman la responsabilidad de garantizar el derecho obrero y popular a expresarse, protestar, organizarse y luchar contra las injusticias cotidianas
Alertamos sobre el crecimiento de una tendencia a criminalizar las luchas y judicializar las protestas sociales por parte de los gobiernos de Salta, Formosa, Córdoba y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ante el silencio y la pasividad del gobierno nacional quien es responsable del cumplimiento de las leyes, disposiciones constitucionales y pactos internacionales que garantizan los derechos ciudadanos que hoy son avasallados en la Argentina. 

La vida confirma una y otra vez lo que advertimos hace seis años:

Sin Julio López, no hay Nunca Más.


  La impunidad de ayer alimenta la represión de nuestros días.


Los últimos disparos de bala de goma fueron contra los trabajadores tabacaleros del Ingenio San Martín del Tabacal  que reclamaban por aumentos salariales y contra los despidos de sus compañeros; pero pocos días antes habían sido aporreados los trabajadores estatales de Córdoba y casi en simultaneo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se pretendía legalizar la delación macartista contra los trabajadores de la educación que impulsen un pensamiento críticos en sus educandos y busquen ampliar la perspectiva cultural en las aulas
Los últimos hechos borraron de los medios la vergüenza de las fotos que ilustran sobre la tortura en las cárceles y seccionales policiales de casi todo el país.
No son hechos aislados ni casuales; ni tampoco se pueden atribuir exclusivamente a los gobiernos provinciales “feudales” y/o “derechistas”: las prácticas represivas y discriminatorias nunca cesaron del todo en ningún lugar de la geografía nacional  dado que hay una cultura represiva que no ha sido erradicada, persiste falta de conducción política de las fuerzas armadas (y no solo hablamos de las policías provinciales, también de la Federal, la Gendarmería y Prefectura, el Servicio Penitenciario y las Agencias Privadas que constituyen en su conjunto un enorme conjunto de personas armadas y con permiso para agredir a los ciudadanos argentinos) que presagia y prepara un salto en la limitación de los espacios democráticos que tanto le costó al pueblo argentino conquistar en su lucha contra la dictadura primero y contra los gobiernos neoliberales después.
Entendemos que no alcanza con repudiar los hechos puntuales: el movimiento de derechos humanos, el movimiento sindical y social, todas las organizaciones sociales y todas las fuerzas políticas que no desean que tal tendencia se concrete y genere una nueva frustración, deben abocarse a un debate sobre los caminos para terminar de una vez por todas con la represión y la persecución a los que luchan, empezando por exigir, en cada caso, que asuman responsabilidad sobre los hechos represivos las autoridades políticas que formalmente “conducen” las fuerzas de seguridad.
Lo primero, entendemos, es terminar con esta situación de grosera impunidad en que nadie responde por nada y el resto mira para otro lado como si la garantía de los derechos humanos de cada uno de los habitantes del suelo argentino no fuera la primera responsabilidad de todo gobernante, funcionario o legislador sea del ámbito que sea.
A casi seis años de la desaparición forzada de Julio López nos unimos a las voces que ayer y hoy dicen que sin Julio López no hay Nunca más.


Liga Argentina por los Derechos del Hombre
CORRIENTES 1785- 2ºC  (1042)  
Buenos Aires República Argentina

 
walsh - postaporteñ@ 827 - 2012-08-27

POR EL DERECHO AL TRABAJO

 Y AL USO DE LA CIUDAD


Hablamos desde los “cantegriles”, desde las manos sucias de trabajar con los residuos pero limpias de ganarnos el pan con el sudor de nuestra frente y no con el ajeno.
Hablamos desde los barrios que carecen de los servicios básicos, de donde se sostiene el sustento con el mercado informal de trabajo.
Desde hace un buen tiempo hay una fuerte disputa por el uso de la ciudad entre los sectores más acomodados y los más postergados. Esta tensión encuentra un blanco privilegiado: los clasificadores de residuos.
El ensañamiento mediático no tiene límite.
La persecución es total.

El punto máximo llegó cuando ocurrió un desgraciado accidente mortal que involucró a un carro tirado por un caballo.
Esta tragedia fue el pretexto para descargar la presión sobre las autoridades municipales para que salgan a perseguir a los clasificadores y limpiar de pobres las calles céntricas y de barrios privilegiados.

El origen

Cabe recordar el origen de una situación que se extiende en nuestra ciudad y en otras del interior del país.
En nuestro país, dirigido desde el exterior, siempre existió un pequeño grupo social privilegiado que se benefició con el negocio de empobrecer al país y a los uruguayos.
Muchos lograron mantenerse prendidos al mercado de trabajo formal y otros, cada vez más, quedaron condenados a buscar sustento en la informalidad.

Este sector fue creciendo a medida que arribaban a la ciudad los desplazados del campo o de los pequeños pueblos.
Estos desplazados en su propio país llegaban a la ciudad con sus conocimientos ligados a las prácticas rurales.

En los pequeños predios que encontraron criaron animales para consumo familiar y como carreros (carro con caballo) salieron a buscar el ingreso para parar la olla.
Esto tuvo una severa modificación cuando empezó a crecer el “negocio de la basura”.
El instrumento de trabajo sirvió para trasladar hasta el hogar los residuos del consumo del resto de los ciudadanos.

Allí, separando lo que puede reutilizarse de lo que no, en esa tarea de clasificación, fue naciendo un oficio.
De esta se beneficia la sociedad toda ya que recupera para la actividad productiva cantidades impresionantes de materia prima, reduce la cantidad de residuos a enterrar y le ahorra costos a la Intendencia Municipal en la recolección de residuos.
A pesar de la necesidad social de la clasificación, los clasificadores siguen manteniendo su actividad en la informalidad
De esto se benefician directamente los grandes empresarios del negocio, y se perjudican fuertemente los que realizan el trabajo con sus manos, soportando las inclemencias del tiempo y los accidentes laborales más variados, recibiendo un ínfimo porcentaje de lo que se vende por el material que el juntó, debido a una cadena interminable de intermediarios
Como siempre, en una sociedad librada a la voracidad de los que más tienen el que menos se lleva es el que está de último en la pirámide.
Esta situación creció durante la década de los 90’ cuándo se destruyó el aparato productivo nacional y se condenó a la desocupación a un amplio número de trabajadores y explotó durante la crisis del 2002 cuando el número de compatriotas que se volcó a esta tarea aumentó notoriamente.
Muchos obreros o desplazados del medio rural tuvieron que aprender las vicisitudes del oficio. A lidiar con un caballo unos, a lidiar con la ciudad otros, para seguir aportando el pan a los hijos.
Si bien surgen changas o trabajos temporales, lo que siempre está ahí como garante es el carro.
Ser carrero es la garantía del ingreso y ya forma parte de la identidad de los barrios periféricos de Montevideo y de las ciudades más habitadas del país.


Una coyuntura

Para analizar esta situación hay que analizar algunas cosas.
Esta tarea es socialmente necesaria.
Por lo tanto, la sociedad como tal, y a través del Estado, se tiene que hacer cargo de garantizar que se desarrolle en las condiciones correspondientes a cualquier trabajo

Y se debe reconocer a los que hasta ahora lo han desarrollado permitiéndoles continuar con su tarea y participar en los beneficios del producto de su trabajo a través de una justa redistribución de las ganancias.
A su vez, la Intendencia más que perseguirlos tendría que retribuirlos ya que se ahorra de recoger incontables toneladas de residuos, y por lo tanto, reduce los gastos de la recolección.
Los sectores más humildes somos tan uruguayos como el que más y tenemos los mismos derechos. Sin embargo, los derechos al trabajo, a la vivienda digna, al acceso a los beneficios sociales, han sido esquivos para nosotros.
El derecho al trabajo aparece escrito en la Constitución de la República, sin embargo no se cumple.
Pero mientras unos tenemos que hacer malabares para sobrevivir porque no se cumple con el derecho al trabajo, los que mejor viven por ser cómplices en el empobrecimiento del país pretenden exigirle a los clasificadores una rigidez estricta en el cumplimiento de las normas.
Cómo se le puede pedir a una persona que tiene que juntar los recursos para comprar abrigo para sus niños o bloques para sustituir las chapas en un invierno como este que invierta en un vehículo como el carro, en la pintura, en arreos nuevos, etc.
Primero hay que garantizar el derecho al trabajo
Lo mínimo para poder plantearse otros asuntos.
La Intendencia sin embargo quita carros por no estar pintados de colores claros, por no tener el carné de clasificador, la vacuna antitetánica, etc.
Otro elemento que plantean estos ciudadanos que viven en un país aparte adentro del Uruguay real es la situación de los caballos.
Se olvidan de plantear la situación de los humanos que tienen que trabajar en esas condiciones.
Olvidándose del ser humano plantean que se prohíba la tracción a sangre acusando maltrato animal. Estas personas pasan por alto muchas cosas.
Que para el carrero el caballo es un importante integrante de la familia, que mantiene un vínculo afectivo con él que tal vez no lleguen a conocer.
Pero además, interesadamente pasan por alto la tracción a sangre que desarrollan niños, adultos, ancianos, hombres y mujeres, cinchando un carro de mano.
Parece que esa tracción a sangre no les incomoda. Esta gente progresista que reconoce derechos en los animales no los reconoce en los pobres.
Si se le quita el carro a una persona que vive de ello o se lo condena a tener que hacerlo a pie o se lo empuja a la delincuencia común.
Lo peor de todo es que existen siniestras protectoras de animales que operan con la policía quitándole los caballos a los carreros para llevarlo a sus campos particulares. Robo descarado.
La prensa se hace eco de los reclamos de las protectoras contra los pobres que trabajan en esto pero nada señala si estos animales van a un matadero o se los mata en un hipódromo.
Otro capítulo de esta campaña es el que coloca a los carros como un problema para el tránsito.
El accidente antes mencionado pareció ser la sentencia.
En Uruguay entre las principales causas de muerte están los accidentes de tránsito ocasionados por vehículos motorizados

Nunca escuchamos que se planteara eliminar de circulación el creciente parque automotor. Nuestra pequeña ciudad está saturada por la exagerada importación de 0 km...
¿Quién decide que esa es la prioridad y que por ello tienen que dejar de circular los vehículos (carros) que utilizan compatriotas para trabajar?
¿Quién decide que nuestro país necesita importar más autos 0 km.qué esa es la prioridad?
Tal vez, precisaríamos máquinas para volver a poner en pie la industria nacional para generar puestos de trabajo genuino, no el temporal que manejan los ONGs para servir a la contención social. Evidentemente que en este país que no goza de libertad para decidir su destino está primero la industria automotriz que los orientales que vivimos de nuestro trabajo.

La ciudad para todos
La Patria para todos

Lo que todo esto expresa es la disputa tenaz por la ciudad. Los sectores de los barrios privilegiados quieren que nos limitemos a circular por los márgenes cada vez más lejos del centro que ellos usufructúan.
Que puedan circular cómodamente con sus autos lujosos, que no tengan que ver la pobreza que genera la sociedad que los mantiene, que puedan seguir soñando con su ilusión europea tirando la realidad al fondo, cada vez más al fondo.
Nosotros, mientras tanto, tenemos derecho a usar la ciudad para obtener nuestros ingresos, para habitarla y para disfrutarla, para ir a las playas, a los parques, sin que la prepotencia policial lo dificulte. Y lo seguiremos haciendo.
Frente al problema de la clasificación de residuos hay dos asuntos a considerar.
Esta tarea tiene que ser reconocida, formalizada y retribuida socialmente.
Es una deuda pendiente tras haber hecho usufructo del producto de un trabajo realizado, durante muchos años, en terribles condiciones.
A su vez, no se puede excluir a los clasificadores del “negocio de la basura” para que se beneficien los grupos económicos que exportan la materia prima.
Tienen el principal derecho por haber puesto en pie y desarrollado esta industria con su sacrificio.
Por otro lado, hay un problema que tiene que ver con la destrucción del aparato productivo nacional.
Esto llevó a que desaparecieran muchos puestos de trabajo.

Ahora se impulsa hacia nuestros barrios trabajos temporales que tienen como fin la contención.
Hasta que no se recupere el trabajo genuino no se puede pedir a nadie que abandone otro.
Hasta que no se ponga en pie un proyecto nacional que ponga en el centro al pueblo será para nosotros tiempo de defender con uñas y dientes nuestro derecho al trabajo.
A ganarnos el pan honestamente. Este es un espacio organizado para hacerlo.

Sabemos que esto no lo lograremos en un barrio aislado, será necesario una patria libre, justa y soberana.
Hacia ese objetivo queremos aportar con nuestras humildes fuerzas. Aspiramos a que un día en la tierra de Artigas se haga realidad su sueño de “que los más infelices sean los más privilegiados”

 Centro Barrial

LA BOMBONERA

www.centrolabombonera.blogspot.com


laBombonera - postaporteñ@ 827 - 2012-08-27 


 

Los VUELVISTAS se salen de la

 Fuga Occidental y Echan Raíz


Daniel Tirso Fiorotto

de la Redacción de UNO publicado 26/8/12

En un reencuentro con antiguas sabidurías, por actuales inquietudes ambientales y sociales, algunos vecinos advierten los riesgos del sistema y retornan a las fuentes.
Vienen de historias distintas, y confluyen en dos puntos: una aguda crítica al sistema y un regreso a la armonía del hombre en la naturaleza.
Pero se mantienen más o menos dispersos, en soledad o en distintos grupos.
En el fondo, coinciden en que el sistema occidental está pateando los problemas para el futuro y que esa acumulación de tensiones no es halagüeña para la vida en el planeta.
La humanidad, dicen, en vez de encarar los problemas ya inocultables se fuga hacia el mañana, a ver si el tiempo por obra de magia disuelve esos problemas.
Muchos de ellos, en vez de volcarse a instituciones para competir por el poder, se salen de toda competencia porque entienden que eso de competir está en el alma del capitalismo que, precisamente, combaten.
Competir en todos los órdenes en vez de compartir: he ahí uno de los vicios de la modernidad, que los vuelvistas denuncian.
Pero veamos otros: gastarse la energía de una, cualquiera sea el costo de extracción; consumir sin límites en los países centrales, tener fe en un crecimiento eterno por más que los datos objetivos demuestren que es una fantasía…


En el centro la tierra

Son los vuelvistas, frutos de la confluencia de antiguos conocimientos de este continente y del resto del mundo, con las muy contemporáneas y crecientes inquietudes por el estado del ambiente y las acechanzas de la tecnología, y por la condición de la humanidad que parece más cerca del abismo cuanto más humanista se llama.
La confianza en el hombre está matando al hombre. Por eso los vuelvistas no comulgan con el antropocentrismo ni con el eurocentrismo, y menos con la apoteosis (tan propia de occidente) de los títulos de propiedad y las patentes, pero su enorme y crucial enfrentamiento con el sistema no ha logrado unirlos.
Es decir: se saben ante una acelerada destrucción, con multinacionales patentando y gobiernos convalidando, pero la dimensión del problema no avienta los personalismos, las disputas que parecen menores, la desconfianza.
Ocurre en distintos ámbitos, y se trasluce entre ecologistas, porque algunos observan que el sistema, el capital financiero, el poder económico y bélico mundial, el imperialismo en suma, se camufla y roba discursos para enderezar a sus fines las reflexiones y las luchas.
Así es que los vuelvistas conviven en un mar de desconfianza.
En Entre Ríos este estado de cosas se palpa a pleno.
Es el poder, y las multinacionales en primera línea (pero no sólo esos grupos), tomando frases, símbolos, luchas, atacando por distintos flancos para quedarse no ya con el sistema sino además con la “oposición”, y para eso se vale de un ejército de quintacolumnistas.
¿Quieren verde? Seremos más verde que el loro. 

Pero más allá de los mil obstáculos y cantos de sirenas, los vuelvistas siguen desarrollando conocimientos, encuentros, muchas veces atomizados y con diagnósticos parecidos en torno del plano inclinado en que nos deslizamos.
Y siguen, más allá, también, de los distintos gobiernos (en apariencia), los múltiples proyectos de ley o las reformas constitucionales que, en el mejor de los casos, se aprobarán para no cumplirse o cumplirse a medias.

Sobre el Titanic

Uno de los temas centrales del vuelvismo es la tenencia y el uso de la tierra.
Aunque suelen enfrascarse en asuntos puntuales, y a veces por influencias del entorno local quedan un poco encerrados en batallas demasiado focalizadas, puede observarse una cierta coincidencia de muchas personas y muchas organizaciones en eso de volver a antiguas convicciones sobre la armonía del hombre en la naturaleza.
Hay un reverdecimiento de la necesidad de reforma agraria, pero no ya como en las décadas anteriores que involucraba una distribución lisa y llana, o una propiedad colectiva, sino con el aditamento, que pasa a ser esencial, de que la tierra no es del hombre sino el hombre de la tierra. Y con una expresión bastante nueva pero perfectamente ensamblada con la cosmovisión de los pueblos antiguos de este continente: la economía sustentable.
Los enemigos: el capital financiero, las multinacionales, la industria sucia, el baño con sustancias químicas para los agronegocios; la fractura hidráulica, la megaminería, la petróleo-dependencia, las centrales atómicas, los represamientos, la propaganda consumista, el hipermercadismo, las megaobras, la industria bélica...
Los vuelvistas saben que el actual sistema necesita esas cosas para subsistir, pero a la vez entienden que en este sistema se navega como en el Titanic…
Entonces, muchos sin saberse ni decirse vuelvistas han vuelto la mirada a la vida austera, y a las enseñanzas de la naturaleza, y del hombre que supo ensamblar en el entorno
. Y conscientes de que esos enemigos enunciados pueden ser causas pero también emergentes.

En tanto se sostenga el sistema actual, demandará metales en forma voluminosa, petróleo, gas a cualquier costo, hidroelectricidad, agua y agua, y una maquinaria infernal para el extractivismo en el subsuelo y en el suelo, lo que diríamos: plan sojero con tecnología Monsanto.
La cosa se parece, entonces, a las luchas contra el narcotráfico: ¿le hacemos la guerra a los que cultivan y trafican, o miramos para el lado de los que promueven a tracción ese negocio, porque consumen?

El que siempre vuelve

Desde agrupaciones entrerrianas y orientales se promovió, desde hace un lustro, la consigna “Artigas vuelve”. Y el vuelvismo echa raíz allí también.
Sabemos que el aprecio por el artiguismo se origina en la mirada integral que heredamos de la revolución federal, una visión que reunía a los pueblos, las historias, los valores trascendentes, y respetaba los modos de cada cultura.
Al decir “Artigas vuelve”, estamos volviendo nosotros a bañarnos en ese universo indio, africano, gaucho, criollo, intransigente con el colonialismo.
A empaparnos de arriba abajo en la austeridad, en la valentía de las determinaciones, y en la necesaria correspondencia unívoca entre el discurso y los hechos, como es ley en una rueda de mate.

Volver a Artigas (y nos referimos a la expresión sincera), es volver al espacio cercano más transparente de la revolución libertaria en nuestra región, asociado en su espíritu a otras revoluciones como las de Túpac Amaru y de Haití.
Volver al tejido de fibras de Abya Yala (América), devolver a la mujer y al hombre las expectativas por una vida tan amable como esforzada, con lugar para el aire puro y el silencio (donde las cosas se acomodan solas), porque la trama misma es armoniosa: eso es el vuelvismo, ahí abrevan los vuelvistas.
Volver no es repetir, no es reinstalar el pasado: volver es quitarse los ropajes, los ruidos, los engaños en que hicimos hábito por el apuro, el facilismo y los afanes  de apariencia y consumo y competencia que nos colgaron.
Volver es no correr esa carrera.
Volver es no consumir esa estupidez, es mirarnos desnudos y en soledad en medio de la cárcel de asfalto y cemento que naturalizamos, y en donde sólo podemos andar a los empujones, los que podemos andar; mientras miles se pasean por el frío en el invierno, el calor insoportable en el verano, y por los tachos de la basura cada noche.

El vuelvismo podría sorprendernos pero no por rebuscado sino por explicar con otras palabras lo que ya sabemos.
Dos personas son amigas y es posible que no lo hayan dicho jamás.
Porque, aparte, esa palabra “amigo” quizá resulte insuficiente.
De ahí el uso de amigo-hermano, hermano-amigo.
Y bien: muchos somos vuelvistas sin decirlo, y a veces sin darnos cuenta.

Podemos ser ecologistas, cooperativistas, filósofos, historiadores, militantes sociales, artistas, pensadores, agricultores, obreros o todo eso a la vez; podemos ser urbanos o rurales, folcloristas o rockeros, sociables o ermitaños, profesar las creencias que nos plazcan, afiliarnos a un partido, en fin, y a la vez sentirnos comprendidos en este estado integral, con esta visión de cuenca donde no hace mella el paso de los años, y donde las fronteras ficticias se desvanecen: en eso andan los vuelvistas.
Vale subrayarlo: no se trata de volver al pasado o volver al futuro.
Esa línea nos confunde.
Por ejemplo, si la revolución artiguista es el “pasado”, ¿cómo llamar al tiempo de la mujer y el hombre en la edad de piedra?

Si tomamos sólo los 20 mil últimos años del hombre en Abya Yala como “pasado”, veremos que José Gabriel Condorcanqui y Micaela Bastidas fueron ejecutados bajo tortura hace cinco minutos.
Entonces el verbo volver se entenderá mejor para el vuelvismo en la acepción de volver la mirada, tomar asiento y aliento, salir del encierro y el apuro, quitarnos las anteojeras, mirarnos adentro, bajar el copete, analizar la diversidad de universos posibles, y ser conscientes de que el sistema único no es más que una creencia y que hay quienes pagan bien para que esta creencia se haga carne.

No más fantasmas

En una región que expulsa a los seres humanos o los amontona, donde el paisaje hiere por la proliferación de taperas, y antiguas localidades pujantes se convirtieron en “pueblos fantasmas” a raíz de la abrupta caída demográfica, los vuelvistas vuelven la mirada al suelo.
Cuando las consecuencias de la soberbia del hombre-rey y sus atropellos quedaron ya a la vista, los vuelvistas van por las grietas, van por las aldeas vivas, protegidas de los vientos globalizadores por la conciencia de las personas y la fibra de los lazos de unidad; con ciudadanos integrados al mundo y capaces, a la vez, de una vida autónoma, sea en el plato del mediodía como en el encuentro artístico del atardecer. 
El blindaje no será entonces sólo externo como un caparazón porque debemos reconocer nuestra vulnerabilidad interior.
Ese blindaje debe ser desde adentro.

En nuestra región hay departamentos que tienen menos habitantes hoy que hace sesenta años.
Los números del destierro de mujeres, hombres, niños, y el contenido de esos números en familias completas desterradas, nos exigen una respuesta severa.

Algunos harán oídos sordos, otros amagarán combatir el cáncer con aspirinas, y todos ellos serán más o menos cómplices de la estructura expulsora de esta región.
Pero la naturaleza llama al arraigo.
Es el sistema impuesto por el hombre el que facilita el acaparamiento de las riquezas naturales por unos pocos, que echan a sus vecinos para seguir medrando.

Esos pocos están enganchados a un sistema que en el fondo se define como imperialismo, en una cadena vertical que sirve a pocos y sujeta a las mayorías.
Los vuelvistas definen el éxodo planificado como crimen social, y se obligan a pensar y actuar en consecuencia.

Rotular al Flaco

Nuestros vecinos, primos, hermanos, parientes, compañeros, no se fueron por voluntad propia sino empujados.
¿Quién asume el deber de resistir, esclarecer y revertir el proceso?

El destierro es un crimen, peor aún si va acompañado por el desmonte, y eso ha ocurrido aquí. ¿Cómo explicar esta paradoja?
¿Menos biodiversidad, para menos seres humanos?

Una palabra lo resume: saqueo
. Y es que unos poquitos capturan el territorio y lo usan no de hogar sino de cancha para sus negocios millonarios.

Otra palabra sintetiza las razones de la continuidad del sistema: indolencia.
Y allí están los vuelvistas, tratando de superar la desidia para hacer frente al saqueo, pero lo que quieren de entrada es trabajo, trabajo decente, para una vida sana y austera.

Así es que los vuelvistas deciden volver a la tierra con todo lo que eso significa, y lo hacen con felicidad y firmeza a la vez.
Producción orgánica y en cercanía, permacultura, soberanía alimentaria, sumak kawsay (vivir bien), ayllu, decrecimiento, pensamiento de-colonial, hendijas, rueda de mate, son conceptos vivos que los vuelvistas conocen y realimentan a diario porque en esa conciencia y en esas prácticas está el otro universo.
Del mismo modo, conocer el encadenamiento de sabidurías milenarias y luchas independentistas, obreras y ambientales, es un sostén para no quedar a merced del primer viento o la primera reacción.
Pero lo explica mejor el pensador Flaco Claret, que llama a buscar no adelante sino al costado.
Ahí está, lo que decimos, un vuelvista.

“y, aunque va contra el sentido común, en este retorno a la semilla, voy pudiendo. Sin poder”.
Así, sin mayúsculas, ¡qué Flaco, ese Claret, y cómo se burlará del rótulo!
---

¿Desierto para quiénes?

No hay que ver en el vuelvismo una salida individual o grupal, sino un estado, en la cadena histórica milenaria de Abya Yala.
Ni siquiera salida o entrada, sino atmósfera.
Para los vuelvistas no basta modificar artículos de algunas leyes, o gestionar espacios, uno a uno, en este sistema. No: esos pueden ser placebos.
Saben que en nuestro continente están las raíces de todos los tiempos y no menosprecian ninguna de las culturas del planeta pero empiezan por mirar las estrategias de vida de la mujer y el hombre en Abya Yala, en nuestro suelo. (Abya Yala, tierra en plena madurez, tierra de sangre vital, llamaban nuestros antiguos pobladores al continente que el europeo rebautizó América).
Los vuelvistas vuelven, pues, a un lugar de donde jamás debimos salir: la relación amorosa con la naturaleza, como naturaleza que somos.
Los vuelvistas comprenden que hay razones para que nuestra región se vaya despoblando, que el éxodo no es fruto del azar.
Una provincia poblada, una localidad poblada, generan un movimiento interno y una trama.
El poblamiento beneficia a los propios hijos de esta tierra, a sus vecinos, a las organizaciones locales y regionales, a los trabajadores y a las pymes, e incluso a los organismos estatales cercanos (aunque tantas veces sirvan al gran capital).

¿Quiénes se benefician con un desierto, aunque el desierto sea verde?
----

¿Vos de qué lado estás?

Pongamos nombres de vecinos a los vuelvistas. María dice, por ejemplo, que hay que volver a la complejidad y al sabroso universo de las escuelas granja y marchar a las huertas cercanas y a las cooperativas. Juan suscribe eso de las quintas de proximidad, y habla de volver a los frutales y a la producción orgánica con semillas sin modificación genética y sin más fumigaciones de sustancias químicas.
Antonia señala antiguas tradiciones milenarias, sabidurías que el modernismo esconde con sus cáscaras.
Para Nahuel hay que volver a los modos de Abya Yala, a los 40.000 años de historia acá, a los ayllus, curados del vicio del europeísmo.

Lautaro nos anima a revisar las revoluciones de Túpac Amaru y José Artigas, y a quitarnos de encima el lastre del centralismo metropolitano y la sumisión.
Reneé nos invita a volver la mirada a los africanos y afroamericanos en la región, a los guaraníes, charrúas, chanás, qom, wichís, mocovíes.
Chelo vuelve con los ritmos, las melodías, las poesías de la región, al rescate de leyendas, modos, costumbres, expresiones, historias lugareñas milenarias como el mate, identidades en fin. Ernestina nos muestra los resultados del neoliberalismo, los extractivistas al acecho; nos pasea por taylorismos, fordismos, toyotismos, y nos llama a volver la mirada a la vida de alpargata y gallinero, sin más derroches de energías, sin poner en riesgo a la vida en el planeta.
Facundo vuelve a Peyret, a Jauretche, a Mariátegui, a Kusch, a Ugarte, a Milcíades Peña
. Adriana, después de sus clases, ha encontrado su modo de volver a la tierra a través de las danzas nuestras.

Beatriz nos invita a degustar los platos propios, la comida con alma, y recibe de nuestros abuelos y difunde las recetas de ayer y de siempre.
Pablo lucha contra la apropiación de espacios comunes; estudia, escucha, y cuando puede da clases en la costa sobre alfarería.
Su amigo dice curupisiar, como decía el Zurdo, volver a la isla, al agua, volver a los maestros que le dan al pueblo “lo que el pueblo merece, o sea, lo mejor”.

Carlos ofrece una casa vieja para las obras artísticas y en cada reunión pierde en plata lo que gana en dignidad. Hugo se jubiló y está volviendo a la tierra sana
. Ernesto practica la permacultura y lee a Boff y algo puede decir de la Gaia.
María José planta semillas, Analía habla de volver los ojos al barrio y sus claroscuros.

Así podríamos seguir con nombres, inquietudes, valores que se cruzan y nos cruzan.
Son ejemplos, y bastan. No hay fundamentos para hablar del crecimiento sin límites, para menospreciar las raíces.
En la región que expulsa a sus hijos, la misma que los pueblos originarios defendieron con su sangre durante siglos; en este territorio que aún luce la banda roja charrúa y el sol inca, nos inclinamos ante la madre tierra lavados de soberbia. Eso es vuelvismo.
---
Volver es no correr esa carrera, es no consumir esa estupidez, es mirarnos desnudos.
---
El sistema impuesto facilita el acaparamiento de las riquezas naturales por unos pocos
----
Los vuelvistas deciden volver a la tierra y lo hacen con felicidad y firmeza a la vez.
-----
No comulgan con el antropocentrismo y menos con la apoteosis de las patentes

 


TIRSO - postaporteñ@ 827 - 2012-08-27 

 

postalinas


Sobre  el autor de los Borradores de Ángela Álvarez  


Ricardo:
 Alguna vez leíste a Mandela?
Hoy es un viejo enfermo y solo, pero cuando salió de la cárcel escribió  una autobiografía en la cual cuenta su vida, su inicio en la lucha, su prisión durante 27 años sometido a trabajos forzados, tuberculoso. Si lo hubieras leído no escribirías lo que escribís. Cuantas cosas que tal vez hasta hoy la represión desconocía, paso a conocer ahora a través tuyo. Porque motivo?
Escribís bien, podrías hacerlo con más responsabilidad.
Un abrazo
 Teresa

 

posta - postaporteñ@ 827 - 2012-08-27

No hay comentarios: