Número 1146 | abril 9 de 2014 | Año IX
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HAGAMOS EL 10/4 PARA ACTIVO
Con Cortes y Movilizaciones CONTRA el AJUSTE y la
REPRESIÓN
Desprocesamiento de más de 7000 Luchadores
Populares
Libertad a Todos Los Presos Políticos
No a la Criminalización de la Protesta
POR LA ABSOLUCIÓN DE LOS PETROLEROS DE LAS HERAS
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El paro
general del jueves
Compañeros de La Orquesta Roja me preguntaron acerca de mi posición ante al paro del jueves próximo, convocado por las CGT Moyano y Barrionuevo, y la CTA Micheli, con el apoyo de los partidos de izquierda. Mi postura es clara: adhiero al paro porque estoy de acuerdo con el reclamo principal, frenar el “ajuste” sobre los salarios y las jubilaciones que impulsan el Gobierno K y las cámaras empresarias. El conflicto está bien definido. El Gobierno y los capitalistas, vía devaluación e inflación, intentan realizar una gigantesca transferencia de ingresos desde los salarios a las ganancias. Toda la “ciencia” de la devaluación pasa por retrasar los salarios en relación a la suba de los precios y bajarlos en términos de dólares. Por eso, en estas instancias, se está de un lado o del otro; no hay términos medios. Frente a esto, los defensores del Gobierno K avanzan tres argumentos con los que llaman a la clase obrera a no parar. Dicen que el paro es político; que hay que ser “responsables”; y que Moyano y Barrionuevo son burocráticos y oportunistas. La respuesta es sencilla. Primero, todo paro general que cuestiona una política económica y social que apunta a redistribuir el ingreso en perjuicio de los asalariados, es un paro político. No hay por qué negarlo. Aunque distorsionado y semioculto detrás de discursos y propuestas de todo tipo –la lucha de clases nunca es “pura”- lo que emerge hoy es el antagonismo entre explotadores y explotados, la lucha de clases (esa misma que los teóricos de la posmodernidad decían que ya no existía porque había desaparecido la clase obrera). Segundo, acerca de la responsabilidad: como siempre, los oportunistas se refugian en abstracciones. Es que en una sociedad dividida en clases sociales la responsabilidad no existe en el aire. El Gobierno y los capitalistas asumen “su” responsabilidad velando por las ganancias. Para la clase trabajadora su “responsabilidad” es velar por los salarios. Los explotados, los asalariados, son los que generan la plusvalía de la que se apropian las clases dirigentes. Pedir “responsabilidad” al explotado por garantizar el fruto de su propia explotación al explotador, sólo es cinismo. Por eso también la clase trabajadora debería rechazar el chantaje de la clase capitalista, que amenaza con despidos “si los salarios superan cierto tope”. Es la amenaza de siempre del capital y de los gobiernos del capital. La respuesta a esta amenaza pasa por abrir una nueva perspectiva, programática y política, de la clase obrera. Por último, acerca del argumento “Moyano es un burócrata”, por lo tanto hay que estar con Caló, Andrés Rodríguez y demás “demócratas gremiales”, repito lo que ya expliqué en otra nota: los socialistas luchamos en unidad de acción por las demandas que son progresistas para la clase obrera, y planteamos programas y perspectivas estratégicas diferenciadas. Concretamente, si la clase obrera, con excusas divisionistas, se paraliza, el capital y el Gobierno tendrán vía libre para imponer una derrota de proporciones. El paro, aunque limitado, si se cumple masivamente mejorará la relación de fuerzas del trabajo frente al capital Puede verse que todos estos argumentos para sabotear y debilitar el paro del jueves son inconsistentes. El fondo del asunto es que esta gente está comprometida políticamente con el plan de ajuste, y hacen lo posible para que éste se consolide. Por otra parte, la coincidencia en la unidad táctica no significa confundir banderas. En este respecto, estoy de acuerdo con las críticas de varios dirigentes de la izquierda a la forma en que Moyano y Barrionuevo llamaron a la medida. El paro fue convocado de forma burocrática –las asambleas de las bases brillaron por su ausencia- y sin apelar a la movilización del activismo. Además, los dirigentes gremiales están comprometidos con diversas perspectivas patronales (Massa, De la Sota, Macri, Binner), y más en general, con la defensa del orden capitalista. Por eso, los socialistas, a la par que luchan en unidad de acción, presentan su programa, su alternativa, y explican que en tanto subsista la propiedad privada del capital, los males que están asociados a la explotación van a permanecer. En otros términos, en forma paralela a la defensa del salario y otras demandas elementales, hay que construir una alternativa política autónoma y de la clase trabajadora. Que a su vez, fortalecerá las luchas reivindicativas
Declaración
ante el paro del
10 de Abril
Omar L., Arístides L., Roberto P. (Rosario) Gremios opositores al gobierno, con Moyano, Barrionuevo y Micheli a la cabeza, convocan a un paro para el 10 de abril, sin piquetes,ni movilizaciones. Está claro que Moyano y cía. llaman a un paro de forma burocrática, pero el hecho clave es que la convocatoria pone en discusión el ajuste que está aplicando el gobierno y reivindicaciones sentidas que afectan al conjunto de los trabajadores: aumentos salariales por encima de la inflación, la ruptura del tope que quiere imponer el gobierno a las paritarias, la defensa del derecho de huelga, la eliminación del impuesto a las ganancias. En primer lugar, decimos que estamos a favor del paro porque las reivindicaciones que se plantean son justas. Con la devaluación y la inflación, el salario real cae. Y como los salarios suben menos que los precios, de hecho se está produciendo un ajuste. Lo significativo es que se trata de una política deliberada del propio gobierno nacional, como lo evidenció la decisión de devaluar, y la pretensión de contener los acuerdos paritarios. No olvidemos que hasta la misma Cristina retó a los docentes, ofertando un aumento miserable –más un presentismo que ni sus dirigentes más adictos pudieron defender-. Y si el mensaje desde arriba era “ser responsables en los reclamos”, por abajo el militante K -caso en un gremio telefónico- decía que había que reclamar menos del 28% y que los reclamos de más del 30% eran “desestabilizadores”. Todo esto con palabrerío de izquierda, que para mayor confusión se habla desde supuestos intereses “nacionales y populares”. La cuestión es que los aumentos logrados en paritarias son precarios frente a la inflación, que para peor no alcanzan al conjunto del pueblo trabajador y encima son en cuotas. Tampoco se sube el mínimo no imponible. Más del 70% de los jubilados reciben la mínima, o sea una miseria. Además, hay que destacar que las patronales están amenazando con despidos, y que crecen en cantidad junto a las suspensiones. El despido es un arma siempre en manos de los empresarios. Por eso hay que derrotar esta política de ajuste. En un país en que la diferencia de ingresos y riqueza entre las clases sociales es enorme, le quieren hacer pagar la crisis a los trabajadores, sea con baja de salarios o aumento de la desocupación. En segundo lugar, decimos que si bien coincidimos con las reivindicaciones, no estamos de acuerdo en que el paro sea “dominguero”. Estamos a favor de un paro activo, discutido desde las bases, impulsando en los lugares donde se puedan piquetes, asambleas y reuniones para informar a los trabajadores, que se encare la organización y las tareas necesarias de coordinación. Frente al cuestionamiento de los militantes K que dicen que la izquierda le hace el juego a burocracia sindical, entendemos que ninguna lucha se da de manera pura. Lo fundamental es que un triunfo de las reivindicaciones planteadas por los gremios opositores al gobierno beneficiaría al conjunto de la clase trabajadora. Obviamente que con el paro las distintas alas de Moyano, Barrionuevo o Micheli también se fortalecerían. Es inevitable que sea así, dada la debilidad de los sectores clasistas o antiburocráticos. Pero en la medida en que el paro sea contundente, se ganaría en resistencia al mismo tiempo que posibilitaría avanzar en el cuestionamiento a la burocracia. Por todo lo anterior, expresamos que sería conveniente que las fuerzas de izquierda y los activistas y militantes obreros y antiburocráticos, llamemos a parar por: contra los topes salariales, por aumentos de salarios, acabar con el impuesto a las ganancias, contra la precarización laboral y el trabajo en negro, el reclamo por las jubilaciones, contra los despidos, en defensa del derecho a la huelga y contra la criminalización de la protesta social. Es posible que en muchos lugares de trabajo donde la burocracia colabora con el Gobierno sea difícil parar. Frente a estas situaciones, lo importante es centrarnos en la necesidad del paro, esclarecer la situación y las perspectivas de los trabajadores, sin dejar de lado nuestras críticas
@PostaPortenia - postaporteñ@ 1146 -
2014-04-09
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Linchamiento si o linchamiento no, esa NO es la
cuestión
Mucho se ha dicho y escrito sobre los últimos casos del llamado “linchamiento”. Es un tema complicado y donde hay demasiado discurso sea facho o hipócrita. Muchos de los argumentos que se esgrimen no tienen ningún sentido, y trataré de marcar algunos. “los linchadores son burgueses y fascistas”. No sé de dónde sacan esto, que yo sepa, ninguno de estos hechos ocurrió dentro de un Country o barrios por el estilo. Al contrario, suceden precisamente en barrios pobres de gente trabajadora. “ponen la propiedad privada por encima de la vida”. Sería bueno preguntarse quién en realidad hace esto ¿los linchadores o los delincuentes? Lamentablemente ya no estamos hablando solo de robos, ahora además hay que soportar una golpiza terrible, y dar gracias si no te matan. Otra cosa, hubo 1 SOLO caso donde murió el delincuente, no se puede decir tan livianamente que se está saliendo a matar gente. “atacan solo por la presunción de que alguien dijo…” Por favor paremos con este chamuyo. Todos estamos de acuerdo con hacer un juicio justo, pero cuando roban y golpean delante tuyo no se actúa porque “alguien dijo” sino porque la realidad está sucediendo frente a tus ojos, no se puede dudar de lo que está pasando "porque si". Algo similar esboza el gobierno K cuando se acusa a un funcionario: “lo dice Clarín”, cuando todos sabemos que la acusación es cierta. “que vayan a linchar a los ladrones de guante blanco” Esto es interesante, se le pide a la gente trabajadora que se haga cargo de semejante tarea, pero vale preguntarse ¿por qué los delincuentes no van a asaltar bancos, políticos o multinacionales? “es más fácil linchar un chorro que un banquero o político” Por qué no roban ellos a los banqueros, políticos o multinacionales. Acaso es más fácil robarle a un pobre trabajador que labura todo el día para llegar a fin de mes. Como decía la murga “bronca porque roba el asaltante, pero también roba el gobernante” Creo que acá se está llegando a una situación de “pobres contra pobres”. Esto tiene que terminar de una vez, y la solución no está ni matando a los delincuentes ni tampoco salir a defenderlos con un decadente discurso progre. La única solución será atacar directamente a las causas, siempre se habla y se critica las consecuencias (en este caso linchamientos, pero podrían ser piquetes, paros, etc.). Hoy todos (me incluyo) estamos hablando de los linchamientos, pero nadie habla del verdadero problema de fondo que es la delincuencia. Tampoco se habla de cómo terminar con el narcotráfico, un olvidado en todo este problema. Los asaltos cada vez son más violentos y con víctimas fatales, ya no estamos hablando solo de la perdida material, la vida está en juego. Por supuesto que los capitalistas están seguros en sus mansiones en barrios privados, pero como siempre, el pueblo trabajador es el que sufre las consecuencias de este mal capitalista. Hay que tomar esto como una reacción (a lo mejor desmedida y justificada) de la gente más castigada. Lo que no se puede hacer es acostumbrase a estas situaciones de violencia, los encargados del poder y la justicia tienen que terminar con esta masacre de los pueblos Si seguimos con el discurso progre de que “la inseguridad es un tema de los ricos, los trabajadores tenemos otros problemas”, estaremos haciendo un análisis simplista y equivocado, y para colmo apoyando el discurso gubernamental de que todo esto es una “sensación”
FACUNDO
postaporteñ@ 1146 - 2014-04-09 |
SAQUEO FINANCIERO
Se analiza porque la deuda pública del Estado uruguayo es incalculable cuando se emite deuda en U. Indexadas, que fue lo que hizo el gobierno del Frente Amplio. El capital y los intereses que se van a pagar en varias veces lo que figura en el calendario de pagos del BCU, un verdadero saqueo financiero que tendrán que soportar nuestras arcas y el pueblo uruguayo, gracias al Frente Amplio ESTA OCULTO jcll-Polidoro 1/4/14 Si entiende por deuda pública la contraída por el gobierno central, el Banco Central del Uruguay, los entes públicos y las intendencias departamentales, se le llama deuda bruta cuando a la misma no se le descuentan las reservas internacionales, y cuando se toma la deuda contraída en los mercados local e internacional, es decir la deuda interna y externa, se le llama deuda global. Nosotros trataremos la deuda pública, bruta y global del Estado uruguayo. Veamos En marzo del 2005, cuando el Frente Amplio asumió el gobierno, la deuda pública era de: Capital: 13.200 millones de dólares. Intereses: 6.200 millones de dólares. Total: 19.400 millones de dólares De los U$S 13.200 millones adeudados de capital, U$S1.485 millones estaban nominados en Unidades Indexadas. Al 31/12/ 2013 y según el calendario de pagos publicado por el B.C.U., la deuda es de: Capital: 33.126 millones de dólares Intereses: 12.995 millones de dólares Total: 46.121 millones de dólares De los U$S 33.126 millones que hoy se adeudan de capital, U$S15.043 millones están hoy nominados en Unidades Indexadas. Si la deuda nominada en U. Indexadas era de U$S 1.485 millones y actualmente es de U$S 15.043 millones, vemos que la deuda en U. Indexadas se multiplicó por 10,13 Nosotros estudiaremos la diferencia entre emitir deuda en dólares y en U. Indexadas y veremos que si hacemos los cálculos en dólares, emitir deuda en U. Indexadas es MUCHO MÁS CARA que emitir deuda en dólares. Exactamente lo que hizo el gobierno del Frente Amplio estos 9 años, emitir mucho MÁS deuda y además MUCHO MÁS CARA En una deuda nominada en dólares, se pagan los intereses generados sobre el saldo en dólares, y al vencimiento se amortiza el capital adeudado en dólares, SIN NINGÚN TIPO DE REAJUSTE EN DÓLARES Se amortiza, se paga la misma cantidad de capital adeudado, el mismo capital prestado En una deuda nominada en U. Indexadas, se pagan los intereses generados sobre el saldo en U.I., y al vencimiento se amortiza el capital adeudado en U.I., en los dos casos se reajustan las cantidades en pesos por la inflación en pesos, pero si estas cantidades las llevamos a dólares, veremos que los mismas se REAJUSTAN CON LA INFLACIÓN EN DÓLARES Se amortiza, se paga un CANTIDAD MAYORal capital adeudado, al capital prestado En la planilla del Banco Central del Uruguay vemos que debemos en Unidades Indexadas: U$$ 15.043 millones Esta cantidad adeudada, cuando se vaya a cancelar, amortizar, pagar, como decimos que se reajusta con la inflación en dólares acumulada hasta el vencimiento, será mucho mayor. O sea que NO debemos U$S 33.126 millones de capital como publica el B.C.U., debemos una cantidad mucho mayor en dólares, porque de esa cantidad U$S 15.043 millones de dólares están en U. Indexadas y estas llevadas a dólares se reajustan con la inflación en dólares acumulada hasta el vencimiento. Un ejemplo matemático sencillo no permitirá ver cuál es la diferencia de emitir deuda en dólares o en Unidades Indexadas. 1. Emisión en dólares: Cuando el gobierno emite un bono por 1.000.000 de dólares, a una tasa anual del 6 % y con un vencimiento a 10 años, el Estado pagará durante 10 años un cupón semestral de 30.000 dólares (el 3% de 1.000.000) y al vencimiento, a los 10 años, amortizará el capital adeudado de 1.000.000 de dólares. Fácil, sencillo. 2. Emisión en Unidades Indexadas: Cuando el gobierno emite un bono por 8.000.0000 de U.I., a una tasa anual del 4 % y con un vencimiento a 10 años, el Estado pagará durante 10 años un cupón semestral de 160.000 U.I. ( el 2% de 8.000.000 U.I.) y al vencimiento, a los 10 años, amortizará el capital adeudado de 8.000.000 de U.I.. Igual de fácil y sencillo. El sistema de amortización es el mismo para los dos casos, veamos ahora la diferencia. Si suponemos que al momento de emitirse los 2 bonos, 1 U.I.=$3 y que un dólar=$24 (estos valores aproximados los tomamos para facilitar la explicación y no son los del mercado), tenemos que las 8.000.000 de U.I. x $3 = $ 24.000.000 y que este monto, si 1 dólar= $ 24, es igual a 1 millón de dólares. O sea que los dos bonos, uno en dólares y otro en U.I. son equivalentes en dólares y cada uno vale 1 millón de dólares. Supongamos ahora que durante estos 10 años la inflación en pesos fue del 200 % y que la devaluación del peso con respeto al dólar fue del 50%, más adelante veremos el porque de estos valores, entonces a los 10 años, 1 U.I.=$3 x (1+2)= $9 y un dólar=$24 x (1+0,5)= $36 En el momento de la amortización del bono en U.I., 10 años después y con estos valores de la U.I. y del dólar, tendremos que: 8.000.000 de U.I. a 1 U.I.= $9 son: 8.000.000 x 9= $72.000.000 $72.000.000 a 1 U$S= $36 son: 72.000.000 / 36 = 2.000.000 de dólares Que sorpresa no? Y que bruto negocio para los que compran estos bonos, NO? Emitir en U. Indexadas llevadas a dólares nos salió el DOBLE que emitir en dólares Entonces la diferencia está en que: 1. Si se emite deuda en dólares por 1.000.000, se amortiza al vencimiento por 1.000.000. 2. Si se emite deuda en U.I. por 8.000.000 de U.I., que al momento de emitirse equivalían a 1.000.000 de dólares, cuando se amortice 10 años después le costará al Estado el doble, 2.000.000. Dólares Esto sucede porque las deudas contraídas en U.I., no solo se reajustan con la inflación en pesos, cuando la llevamos a dólares, el capital a amortizar y los intereses generados se reajustan también con la inflación en dólares. La inflación en dólares se genera cuando el peso se devalúa con respeto al dólar un porcentaje menor que la inflación en pesos, se le acostumbra llamar atraso cambiario. La forma de calcular la inflación en dólares de nuestro ejemplo es: Inflación en dólares= (1+ inflación en pesos, 200%)/ (1+ devaluación del peso, 50%)-1 En números, inflación en dólares=(1+2)/(1+0,5)-1= (3/1,5) -1=2-1=1 Inflación en dólares= 100 % Por eso es que con una inflación en dólares del 100%, el capital a amortizar nos dio el doble: 2.000.000 de dólares El siguiente cuadro es un resumen de la inflación en dólares acumulada los últimos 42 años en Uruguay, para su cálculo tomamos la inflación en pesos y la variación del dólar publicado por el Instituto Nacional de Estadística. I.N.E.. El mismo nos permite ver cuál es la tendencia histórica de la inflación en dólares en Uruguay y por tanto como se reajustaría toda deuda emitida por el Estado uruguayo nominada en Unidades Indexadas y que actualmente es de U$S 15.043 millones Durante los últimos: La Inflación en dólares fue de: Método de cálculo Factor de reajuste en dólares es: 11 años 120% 1+1,2 x 2,2 22 años 210% 1+2,1 x 3,1 30 años 398% 1+3,98 x 4,98 35 años 472% 1+4,72 x 5,72 38 años 687% 1+6,87 x 7,87 41 años 1097% 1+10,97 x 11,97 Por ejemplo, según este cuadro vemos que si se hubiera emitido una deuda en U.I. hace 35 años el factor de reajuste por la inflación en dólares de una deuda en U. Indexadas hubiera sido de 5,72 Volvamos al principio Si la deuda emitida hubiera sido en dólares por 1.000.000 de dólares, 35 años después estaríamos pagando el capital por 1.000.000 de dólares, ni un dólar de más, sin reajuste. Si la deuda emitida hubiera sido en dólares por 1000 millones, estaríamos amortizando 35 años después ,1000 millones, ni un dólar de mas, sin reajuste alguno. PERO……. Si la deuda emitida hubiera sido en U.I. , equivalente a 1.000 millones de dólares, por la inflación en dólares acumulada ese tiempo, estaríamos pagando por el capital 35 años después, 5.720 millones de dólares. Recordemos que además de este reajuste del capital, los intereses también se reajustan. La inflación en dólares en Uruguay se genera por el atraso cambiario, cuando el peso no se devalúa con respeto al dólar el mismo porcentaje que la inflación en pesos , entonces los precios en dólares suben, y la tendencia histórica nos dice que a corto, mediano y largo plazo, la inflación en pesos siempre es mayor que la variación del tipo de cambio. En las grandes devaluaciones, en 1982 por la rotura de la tablita y en el 2002 por la salida de la banda de flotación el porcentaje que aumento el valor del dólar con respeto al peso fue mayor que la inflación en pesos, y hubo en un muy corto plazo, deflación en dólares. En estos cortos períodos, la deuda nominada en U. Indexadas llevada a dólares BAJA O sea que la inflación en dólares en Uruguay está instalada, y se va acumulando con el tiempo, por lo que a mayor vencimiento de una deuda nominada en U. Indexadas MAYOR será el factor de reajuste en dólares. Toda deuda emitida por el Estado uruguayo cuando vence, se cancela, se paga, con nueva deuda, y por más que los vencimientos sean a corto plazo, cuando se hace la "bicicleta" la deuda pasa a ser ETERNA, por lo que tenemos que pensar como si los vencimientos fueran todos a largo plazo, con factores de reajuste por inflación en dólares muy altos O sea que el Estado uruguayo pagará en el futuro deuda que contrajo el Frente Amplio en estos 9 años de gobierno: 3,4..,12 veces más de lo que dice el B.C.U. que debemos, porque el factor de reajuste será de 3,4…,12 y dependerá de la inflación en dólares los próximos 5,10, 20, 30,…... 40 años. Para peor también se corre el peligro que se siga emitiendo deuda en U.I. NO sólo para amortizar lo ya emitido en U.I., sino también para amortizar lo emitido en dólares, que como ya vimos no tiene reajuste, pero si lo tendría si se "bicicleteara" con nueva deuda en U. Indexadas. La solvencia de un deudor, su capacidad de pago, depende de sus ingresos. En el caso de los estados, se toma el cociente entre la Deuda y el PBI, este último indica la capacidad recaudatoria del deudor, sus ingresos. Cuento más bajo sea el cociente Deuda/PBI, más solvente es el deudor La relación Deuda/PBI que toma el gobierno uruguayo no es REAL porque toma el valor de una deuda mucho MENOR DE LA QUE REALMENTE ES, el gobierno se "olvida" que en el momento de pagar lo que dice que debemos, tendrá que hacerlo por un monto mucho mayor El gobierno del Frente Amplio en estos 9 años y según cifras oficiales, llevó: el capital adeudado de U$S 13.200 millones a U$S 33.126 millones. Y los intereses a pagar de U$S 6.200 millones a U$S12.995 millones. Y el total a pagar de U$S 19.400 millones a U$S 46.121 millones Estas cifras son de por si alarmantes, pero NO SON REALES, porque NO se van pagar los U$S 15.043 millones que están en U. Indexadas MAS SUS INTERESES, al vencimiento, se va pagar INEVITABLEMENTE UNA CANTIDAD MUCHO MAYOR, INCALCULABLE EL FRENTE AMPLIO MONTO UN VERDADERO SAQUEO FINANCIERO *Apéndice para profesionales La tasa interna de retorno (T.I.R) - yield to maturity (Y.T.M.): Tasa que iguala al flujo de los fondos descontados con la inversión o sea la RENTABILIDAD de los fondos no rescatados, en una inversión en UNIDADES INDEXADAS, llevada a dólares, es INCALCULABLE porque se desconoce el factor de reajuste que se le aplicará a dichos flujos, de intereses y capital, por inflación en dólares. Como a futuro no se sabe cuánto se va a pagar en dólares por el capital adeudado ni por los intereses que se generen, el gobierno del Frente Amplio contrajo deuda sin saber a qué Rendimiento(TIR) ni a que tasas(Tasas faciales, nominales) equivalentes en dólares emitía. *Estructura de la deuda pública en Unidades Indexadas. Emisión local: U$S 4168 Millones en bonos emitidos por el gobierno central. U$S 5.144 Millones en L.R.M. emitidos por el B.C.U. Emisión internacional: U$S 5731 Millones en bonos emitidos por el gobierno central. Total: U$S 15.043 Millones emitidos en Unidades Indexadas.
POLIDORO
postaporteñ@ 1146 - 2014-04-09 |
«Ya te lo dije»
Ucrania
intenta retomar el control del este del paísante amenaza
separatista prorrusa
En este intercambio de advertencias, la OTAN previno el martes a Rusia contra las “graves consecuencias” de una intervención en Ucrania, que sería según la Alianza Atlántica un grave “error histórico”. Los “separatistas” que “toman las armas, que invaden edificios, serán tratados como prevén la Constitución y las leyes, como terroristas y criminales”, declaró el martes el presidente ucraniano interino Olexandre Turchinov. Pero, las fuerzas de seguridad “no tomarán nunca las armas contra manifestantes pacíficos”, aseguró el mandatario ucraniano ante el parlamento, en lo que parecía ser una respuesta a las advertencias de Moscú sobre el riesgo de una guerra civil. Fuerzas del orden y fuerzas especiales “Jaguar” del ministerio del interior ucraniano lanzaron el lunes por la noche una “operación terrorista” en Járkov, una ciudad de 1,5 millones de habitantes fronteriza con Rusia, en donde cientos de manifestantes prorusos tomaron la sede de la gobernación local. Según la policía y responsables gubernamentales, los manifestantes lanzaron cócteles molotov contra el edificio y utilizaron “armas y granadas”. Tres miembros de las fuerzas de seguridad resultaron heridos, uno de gravedad, y 70 activistas fueron arrestados por “separatismo” y “disturbios masivos”, entre ellos su líder, informaron las mismas fuentes. En Donetsk, otra ciudad del este de Ucrania, los separatistas que proclamaron el lunes una “república soberana” seguían atrincherados en el edificio de la gobernación local. En cambio, la sede local de los servicios de seguridad (SBU) fue liberada, sin dejar víctimas, según las autoridades. La sede de los servicios de seguridad de Lugansk, otra ciudad del este ruso hablante de Ucrania, seguía por su parte bajo el control de separatistas Los manifestantes prorrusos exigen la celebración de referendos sobre una “federalización” de Ucrania o sobre la anexión de estas regiones a la vecina Rusia, aumentando los temores de que se repita el escenario crimeo, una península ucraniana que votó su adhesión a Rusia.
‘Guerra civil’
El presidente ruso,
Vladimir Putin, que se comprometió a proteger “a cualquier precio” a la
población ruso hablantes de la ex Unión Soviética, desplegó en su frontera
con Ucrania a unos 40.000 hombres, aumentando el temor de una invasión.Rusia instó el martes a las autoridades de Kiev a cesar cualquier preparativo de intervención militar en las regiones prorrusas del este de Ucrania, advirtiéndoles del riesgo de que derive en una guerra civil. El ministerio ruso de Exteriores afirmó además tener información de que 150 miembros de una empresa de seguridad privada estadounidense participan en la operación ucraniana, así como activistas de un grupo nacionalista ucraniano calificado de “fascista” por Moscú, lo que Kiev desmintió. Las autoridades ucranianas acusan a Rusia de querer “desmembrar” el país y boicotear las elecciones presidenciales previstas para el 25 de mayo. Aún más si se toma en cuenta que los favoritos de estos comicios son candidatos proeuropeos. Frente al repentino aumento de tensión en el este ucraniano, Estados Unidos instó el lunes al presidente Putin de dejar de “desestabilizar” a Ucrania y acusó a Moscú de “orquestar” las manifestaciones prorusas. A lo que Rusia respondió acusando a Washington de reprochar a los demás cosas que ellos mismos suelen hacer. Estados Unidos propuso además una reunión entre Estados Unidos, Rusia, Ucrania y Europa. El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, se dijo “dispuesto a considerar” negociar sobre Ucrania, siempre que “el sur y el este de Ucrania estén representados”. Por su parte, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, advirtió a Rusia contra las “graves consecuencias” de una intervención en Ucrania, que sería según él un grave “error histórico”. “Insto a Rusia a retroceder y a no agravar la situación en el este de Ucrania”, añadió el jefe de la Alianza Atlántica. Estados Unidos y Europa evocan además posibles nuevas sanciones contra Rusia en caso de intervención armadas en Ucrania. fuente AFP
posta - postaporteñ@ 1146 - 2014-04-09
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Paraguay:
CONVERSAR PARA CAPITULAR
José Antonio Vera Sería necesario remontarse a 1958, cuando se produjo una de las fases más represivas de la tiranía del General Alfredo Stroessner contra las fuerzas populares, para encontrar un episodio de retroceso sindical, parecido al que se está registrando estos días en Paraguay con la aceptación por los dirigentes del grueso de las centrales para integrar, ignorando el sentir de la ciudadanía, una mesa de diálogo propuesta por el Presidente Horacio Cartes. El encuentro se produjo al día siguiente de producirse, el miércoles 26 de marzo, la más exitosa huelga general de trabajadores urbanos y campesinos desde 1994. La adhesión ciudadana, expresada desde los patios y balcones en toda Asunción, habría superado el número de los miles que en las calles reclamaban el respeto a elementales derechos de convivencia en el país que, por lejos, traspasaban la mera reivindicación salarial. Miles de sindicalistas de la Función Pública, que aglutina unos 270 mil paraguayos, optaron por manifestar solidaridad con el paro nacional desde sus hogares, dado que, días antes, recibieron amenazas de despido por la presidencia del Partido Colorado, en uno de los tantos intentos de sabotaje y torpezas políticas que comanda la alucinación autoritaria de ese vetusto y cavernario aparato partidista que, con sus provocaciones generó mayor movilización popular, perdiendo una magnífica oportunidad de debilitar la convocatoria. La disciplina de una muchedumbre poderosa, encabezada por miles de familias de labriegos convocados por la Federación Nacional Campesina, apoyada en colectivos urbanos de diferentes orígenes, contestes en repudiar la política privatista del gobierno, contrastó con el despliegue policial, armado para la guerra, en un número cercano a 20 mil uniformados y civiles, más los francotiradores militares apostados en las terrazas de los edificios céntricos. Ese día fue de asueto para ellos, el pueblo administró sus fuerzas, sus actores y sus recursos, en una huelga que devino una fiesta. Las previsiones de Cartes y sus asesores fracasaron, porque nunca imaginaron tanta gente movilizada contra sus entuertos y, como los desmanes que esperaron para reprimir no se produjeron, entonces recurrieron a un Plan B que todo indica fue diseñado de urgencia, cursando una sibilina invitación a quienes encabezaron el paro, para “reunirse de inmediato y buscar entendimiento”, en lo que el mandatario llamó Mesa de Diálogo. La mayoría de los más visibles dirigentes sindicales, que en los discursos de cierre ya se habían separado de la Federación Campesina, con excepción de unos pocos oportunistas que aparecieron al final para las fotos, aceptaron de inmediato y, sin el mínimo rubor e intercambio de ideas y propuestas con el resto de los responsables de la movilización, corrieron a sentarse con el Vicepresidente Juan Afara, en su primer resbalón, pues ni siquiera reclamaron la presencia de Cartes, con lo cual ya entraron rebajados a la cancha, ni de los presidentes de Diputados y Senado, ni de ningún miembro del Poder Judicial. Al unísono, pisaron una segunda cáscara de banana pues persistieron en su fracasado reclamo de un aumento del 25 por ciento del salario, contra el 10 definitivo que Cartes decretó 15 días antes de la huelga con el fin de desinflarla. Resquicios de su papel, le recordaron al emisario del mandatario, que el pueblo está en contra de la Alianza Pública Privada (APP), un proyecto, convertido en ley, de concesión por 40 años (venta de hecho) de las principales empresas estatales a consorcios de inversionistas privados, en aplicación de la misma receta entreguista y remate de parte del patrimonio nacional, aplicada en el subcontinente por los mandatarios venales desde hace un cuarto de siglo. “Debemos socializar la APP, porque no hemos sabido explicarla y la gente no la ha comprendido”, dijo el confortable Afara. De lo conversado en la primera reunión de los sindicalistas con el Vicepresidente, que voceros del gobierno y la prensa afín presentan como etapa inaugural de una negociación entre los sectores más activos del país, nada se ha informado a las bases ni al numeroso colectivo campesino y urbano que protagonizó la huelga general, actitud que en ciertos círculos se califica de traición al movimiento popular en pleno reforzamiento y en una estimulante fase correctiva de viejos vicios. Silencio cobarde que oculta nueva derrota Esa impostura dirigencial golpea arteramente a la creciente voluntad popular de cambios en la política nacional, convertida en una capitulación frente a un gobierno represivo y fisurado, abierto a los capitales transnacionales y a la injerencia militar del Comando Sur de Estados Unidos, despreciativo de los anhelos de la ciudadanía, incluso de buena parte del millón y medio de paraguayos que permanecen inscriptos en las cada día menos creíbles listas de adherentes al ríspido matrimonio colorado-liberal. Hay objetiva incapacidad para enfrentar los graves déficits en los servicios sociales, de creación de empleos dignos y sin interés en frenar el encarecimiento del costo de vida, a lo que se suma pérdida de la poca credibilidad que había conquistado Cartes en los primeros meses de los ocho que lleva en el cargo, buena parte invertida en apaciguar la avaricia de los caudillos colorados, que reclaman toda la torta benéfica del Estado. El apresuramiento primero y la tozudez posterior de los dirigentes que se han prestado a la trampa del gobierno para enfriar el entusiasmo ciudadano, confirma entre otros temas el agotamiento de una generación de cúpulas sindicales como partidarias e incluso de ciertas organizaciones campesinas y sociales, en un mapa que, felizmente, se está recomponiendo con nuevas figuras, lo cual garantiza la continuación de las luchas. La coyuntura nacional es compleja desde todo punto de vista. Es innegable que la postura errática de la conducción sindical, debilita la movilización de las bases que, en una clara expresión de crecimiento político, trasvasan la mera reivindicación material y presentan otras ideas y proyectos de salida a la crisis interna y de desarrollo social. Ante ese panorama, el gobierno muestra un penoso vacío de respuesta, encapsulado en la demencia tecnocrática de sus componentes, que confunden la gobernanza del país con el gerenciamiento de empresas privadas que, al no comprender su nueva función, algunos ministros reaccionan con desdén ante los anhelos ciudadanos, y otros con tal ira que ven en la represión la única salida posible, reactualizando los métodos estronistas que hace seis décadas terminaron con cientos de muertos y miles de excluidos y exiliados, tras una heroica huelga general de dos semanas, traicionada por algunos representantes obreros. Desde hace 22 meses, hay decenas de campesinos presos, acusados de la muerte de seis policías y, como la fiscalía no puede demostrar su participación, tampoco los condena, aberración que los ha convertido en presos políticos, entre ellos cinco campesinos en huelga de hambre desde el 14 de febrero, trasladados de urgencia este fin de semana al Hospital Militar, donde está prohibido el ingreso de abogados y médicos amigos, sometidos a torturas sicológicas, según trascendidos de fuentes responsables
J.A.Vera - postaporteñ@ 1146 - 2014-04-09
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Uruguay : Árboles, negocios y desarrollo
La ley
forestal ya tiene 25 años y todos los gobiernos
la han impulsado
Pierre Gautreau nació en Cognac, Francia, en 1977 y vivió 10 años en Uruguay. Actualmente es profesor de geografía en la Universidad París 1 Panatheón Sorbonne. Su tesis de doctorado en la Universidad de Ciencias y Tecnologías de Lille, fue sobre la historia del bosque nativo uruguayo. En una consistente investigación acaba de publicar como libro: "Forestación, territorio y ambiente. 25 años de silvicultura transnacional en Uruguay, Brasil y Argentina" (Trilce, Montevideo). Su mirada es crítica sobre un modelo de desarrollo que, en muchos aspectos, se parece al de la megaminería que encara el gobierno del Frente Amplio. Habla de las promesas incumplidas y de una política de Estado que excede al neoliberalismo de la década de 1990 Fernán Cisnero Que Pasa, Montevideo, 29/3/2014-El País -Es bastante crítico sobre el papel de la forestación como modelo de desarrollo en Uruguay. ¿Este libro puede ser visto como una advertencia sobre cómo debatir el tema de la megaminería? -El libro no pretende ser un manual de advertencias, sino que junta evidencias aprovechando la distancia temporal de 25 años que nos permite medir los efectos de un modelo que vino con muchas promesas de la cuales muchas no se cumplieron. El modelo de la minería es semejante: se piensa que las empresas transnacionales son las mejor posicionadas -por experiencia o capacidad de inversión- para asumir el trabajo de valorizar los recursos naturales del país. Hasta ese punto, la forestación, sí, sirve para pensar la megaminería. Después, y es lo que intento hacer como geógrafo en el libro, los procesos, la forma de instalarse y la relación con el vecindario son completamente diferentes. -¿Quién nos convenció de la forestación como un modelo de desarrollo? -Fue un impulso de los organismos mundiales -el Banco Mundial en particular- aceitándoles los proyectos a los empresarios del norte que querían invertir en la región. Lo importante era aportar financiación a esas empresas para que puedan invertir en el sur y, con la ley forestal darles seguridad jurídica a las empresas. Enviar una señal política de que el país estaba pronto para recibir a esas empresas. -Por la misma razón que el actual gobierno necesita una ley de minería -Exactamente. Hay un debate muy interesante que en el libro lo abordo aunque hay material para profundizarlo más adelante sobre si esos incentivos fueron fundamentales para atraer a los inversores. Hoy el gobierno y las empresas madereras dicen que sin esa ley y el subsidio que ofreció no se hubiera creado el sector. Yo argumento que Uruguay en las décadas de 1990 y 2000 era un país de destino de la industria y hubieran venido sin subsidio o con una ley menos favorable que la que resultó. Pero lo fundamental de esa ley es que marcó un compromiso férreo de todos los gobiernos desde entonces con el proyecto de establecer un sector maderero. La ley forestal tiene más valor político que económico: manda una señal de que el Estado respalda esos proyectos. -¿Cómo es eso? -Porque apenas 10 años después de implementada, o sea en 1998, ya empieza a haber atrasos en los pagos de los subsidios e igual las empresas siguieron plantando. Los atrasos en los pagos del Estado mataron a muchos pequeños inversores forestales pero no a las grandes empresas. Esa es la prueba de que para esas empresas el subsidio no fue clave. -¿Los gobiernos podían haber dicho que no? -Todo se arma bajo una opción neoliberal clara pero hay que ubicarse en esa época en la que la productividad agrícola y ganadera del país era muy baja -es antes de 2000, no había entrado la soja- y por eso fue más fácil argumentar que la forestación iba a ser una alternativa a ese modelo productivo que no daba los réditos esperados. Además, la esperanza era crear un sector más diversificado de medianos y pequeños productores forestales. Algo que no se dio. -Por los atrasos en los subsidios que recién mencionaba. -Entre otras cosas. La ley permitió a pequeños propietarios entrar al sistema forestal pidiendo créditos blandos al BROU (Banco de la República) y beneficiando con un subsidio de plantación. Así mucha gente se abocó a plantar pero ese segmento desapareció porque además cuando salió la primera cosecha (10 años después de iniciada la inversión), los precios internacionales habían caído y Uruguay entraba en crisis por lo que tuvo que vender a precios bajísimos. Así la concentración aumentó. -La explotación forestal, está claro en el libro, trajo cambios sociales, económicos y territoriales en el Uruguay... -La agricultura y la ganadería cambiaron mucho y hay que evitar concentrarse en la forestación como el único factor de esos cambios. La forestación lo que hizo fue profundizar un modelo de cambio territorial en el que se vacía el espacio rural disperso a favor de pequeños pueblos y ciudades. En Uruguay crecen los pueblos de campaña (los de 500, 600 habitantes) y crecen capitales departamentales. Hay quienes dicen que el campo cambia y esa migración hacia centros poblados es positiva ya que significa mejor acceso a los servicios. -Y eso no estaría mal... -El tema es qué proyecto tiene el país en cuanto a permanencia de población en el campo y qué significa eso. A mí como francés me choca que se apueste a un modelo de segmentación espacial entre lugar de producción (al que llegan tipos de mañana, cosechan y se van) y zonas de vida puramente urbanas. Se pierde muchísimo del conocimiento íntimo de lo que es el ambiente al no haber más gente con apego al lugar y atenta a los temas ambientales. Eso se termina perdiendo. -O sea que el medio rural se vacía de gente. -Sí, hay una ausencia de presencia humana en el campo. La forestación aumenta eso en Uruguay porque la forestación llega a espacios donde no llega ni la agricultura. La soja, por ejemplo, ganó espacios sobre la pradera pero eran lugares que en la década de 1940 y 1950 se dedicaban, no sé, al trigo. No hay avance brutal de la frontera agrícola en Uruguay. Lo que sí hay es mucha parte de pradera natural que se convierte en pradera artificial y está la forestación que llega aún más lejos en suelos que nunca se cultivaron. Todas las sierras del este, por ejemplo, en Cerro Largo, Treinta y Tres, Lavalleja y Rocha. La forestación no es un factor decisivo pero sí adicional que ayuda al vaciamiento. -¿Quiénes se van? -El vaciamiento toca mucho a los productores que arrendaban un campo porque antes, en la zona de sierras, los pequeños productores se mantenían arrendando tierra en la vecindad pero cuando llegó la forestación, subieron las rentas y se taparon los campos de árboles. -¿Alguien se hizo rico con la forestación? Pregunto porque, en la década de 1990, destinar su campito a la forestación fue una opción de muchos uruguayos. Algo así como poner una cancha de pádel. ¿Fue un buen negocio? -Está todo el mundo de los contratistas. UPM es un grupo gerencial que mantiene el control directo de las cuestiones estratégicas (como la genética, gestión de tierras, algunos elementos de logística) pero todo el resto está tercerizado. Las empresas son coordinadores de otras empresas que hoy en Uruguay serían unas 800. Dos tercios de los empleados de UPM son a través de contratistas. Y a algunos contratistas les va muy bien y sí deben haberse hecho ricos -Claramente la forestación cambió el paisaje uruguayo pero eso de llegar a lugares donde antes no había llegado la agricultura debe haber influido en los ecosistemas, en el medio ambiente -No está medido el cambio medioambiental y la pregunta es por qué no se mide. Lo que se sabe es que la forestación reduce los caudales de los cursos de agua, sobre eso no hay controversia científica. En Brasil, las empresas decían que el eucalipto no hacía nada, hoy reconocen que hay un impacto sobre la biodiversidad y sobre el agua. En Uruguay aún no se dice abiertamente de parte del gobierno y las empresas que haya impacto. Y otra vez, hay que ver qué parte de ese impacto es culpa de forestación. El río Tacuarembó claramente se vio afectado, el tema es cómo se mide. Y que además se debe hacer un seguimiento a largo plazo y con datos anteriores Para mí, una consecuencia de la forestación es la retracción de los campos nativos y ese impacto se mide a lo largo de muchos años en términos de dinámica poblacional de animales o de flora. Y eso no se está midiendo. Uruguay es un anti-Amazonas: un frente de árboles que se plantan sobre un ecosistema nativo que es la pradera. Las praderas templadas como las que tiene Uruguay son un ecosistema muy escaso en el mundo -Entiendo, pero ¿qué hay que hacer entonces? ¿No forestar? -Uruguay ya tiene suficiente superficie forestada y las dinámicas de transformación de las praderas ya fueron bastante lejos. Se puede regular y mejorar el impacto ambiental. -Usted habla de promesas incumplidas por la forestación. ¿Una de ellas es el impacto ambiental? -Una promesa era "vamos ser ejemplo de una gestión responsable del medio ambiente". Pero las empresas forestales no mejoraron la capacidad de Uruguay de controlar los efectos ambientales. En el libro menciono un "memorándum secreto" entre el gobierno y Montes del Plata. Eso surgió en 2011 y es un contrato por el que Uruguay se compromete a ayudar a la empresa a maximizar su ganancia. El problema era que las plantaciones estaban en el norte y las plantas de celulosa en el sur. Montes del Plata le dice al gobierno "esta situación se heredó por el conflicto en Fray Bentos, yo no tengo la culpa, así que usted debe ayudarnos a acercar las plantaciones a la planta de Conchillas". El gobierno acepta pero al hacerlo estuvo dispuesto a crear una nueva categoría de suelo forestal para cumplir con eso. La política ambiental del gobierno es errática, no responde a criterios pre-establecidos sino que se adapta, por ejemplo, a un pedido específico de una empresa. No hubo aprendizaje colectivo en cuanto la capacidad de controlar socialmente los efectos medioambientales. Esa es la conclusión más pesimista que saco del libro. -Antes se había dado algo de eso con BOTNIA -Sí, pasó un poco lo mismo. Hasta el conflicto de Fray Bentos, había en Uruguay una discusión muy interesante sobre forestación. Uno puede pensar lo que quiera sobre las ONG ambientalistas pero habían logrado instalar el tema en la agenda. Pero después del conflicto todo Uruguay cierra filas detrás del presidente Vázquez porque pasó de ser un conflicto local a uno entre dos países y mucha gente en Uruguay se sentía como agredida por Argentina y todo eso para el sector forestal fue muy interesante. Vázquez empezó a defender la planta y a todo el sistema forestal como la bandera de la actividad que nos paraba como paisito frente al agresor argentino. Y fue contraproducente para un debate serio -En la introducción del libro usted cuenta una anécdota en la que una ingeniera de una forestadora se refería al sector como "los malos de la película". ¿Son realmente los villanos? -Son uno de los malos de la película. Ellos sienten, y tienen algo de razón, que fueron el foco de las críticas al modelo global neoliberal y se quejan, con cierta razón, que hubo épocas en Uruguay que se pensaba que los únicos problemas eran la forestación y la soja cuando la agricultura tiene otros problemas. Pero en donde comparto que son los malos de la película es en el modelo de enclave que desarrollan. ¿Quiénes sacan el mayor provecho del sector? UPM y pronto Montes del Plata y toda la plusvalía que se genera que es la producción de celulosa que se produce en zonas francas. El gran tema, más que el subsidio que se les dio, que fue un gasto social muy importante, es que se produzca en zonas francas y que el Estado uruguayo no tenga ninguna perspectiva de lograr levantar impuestos sobre esas ganancias que son increíbles. UPM empezó a pagar dividendos a sus accionistas a los dos años de haber instalado la planta en Fray Bentos y amortizó en tres años lo que había aportado a la multimillonaria inversión. Uruguay de eso con lo que único que se queda es con el impacto ambiental negativo. Es un sistema desigual. fuente Ernesto Herrera
@PostaPortenia
postaporteñ@ 1146 - 2014-04-09 |
SEMANA DE HOMENAJE A LAS
TRES MUCHACHAS DE LA
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jueves, 10 de abril de 2014
1146 * TODOS AL PARO CONTRA EL AJUSTE...
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