martes, 7 de febrero de 2012

Los altos cargos son como las rocas altas, sólo los pueden alcanzar las águilas y los reptiles



La caña, la ocupación de

 Colonia Mones Quintela

el
"Plan" Berterreche


 



Artículo sobre la Ocupación en

 Bella Unión 

por Pablo Díaz



En el marco de la expansión del cultivo de caña de azúcar, los trabajadores rurales han realizado varias acciones colectivas buscando ser incluidos como sujetos de la producción sucroalcoholera en la zona de Bella Unión.(1)


La ocupación de tierras de 2010,(2) reclamaba la pronta adjudicación del campo expropiado por el Instituto Nacional de Colonización (INC), bautizado como “Colonia Raúl Sendic”.


La respuesta llegó unos 10 meses después, y en la ocasión el sindicato de la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA) denunció a la prensa  que a los grandes productores de la zona, fuertemente endeudados, “se les dio la posibilidad de refinanciar sus deudas e instrumentos para que siguieran en carrera” y se reafirmó que “no ha habido una política de tierras asociada al proyecto industrial” sucroalcoholero (Brecha, 
18/11/2010:18)(3)


Ya en setiembre de 2007 UTAA realizó una “ocupación simbólica” del Campo del Sr. Almeida, exigiendo la “expropiación de más de 500 hectáreas [...] improductivas desde hace más de 10 años. Estas tierras están en el corazón del área de influencia del Ingenio sucro-alcoholero de ALUR y rodean la población de CAINSA” (UTAA, 2007).


El reclamo se basaba en:


“EXPROPIAR LAS TIERRAS IMPRODUCTIVAS DE CAINSA, PROPIEDAD DE ESPECULADORES.


Hace unos cuantos años atrás de estas tierras vivían decenas de familias: productores y obreros. Alrededor de 500 hectáreas pasaron a manos de un propietario que no las trabaja, que especula con la renta o el valor de venta. Desde hace 10 años las mantiene prácticamente  improductivas.


EXIGIMOS SU EXPROPIACIÓN POR EL INSTITUTO NACIONAL DE COLONIZACIÓN PARA RECUPERAR ESTA TIERRA PARA LA SOCIEDAD.”(Comunicado de UTAA, septiembre de 2007)(4)


El INC manifestó la imposibilidad de la expropiación de este campo (alegando trabas jurídicas para adquirir los títulos de tantos padrones pequeños que ha ido incorporando Almeida), por ello la misma estaría descartada o sustituida por la “expropiación” del campo del Sr. Pavanatto realizada en el 2008.


En definitiva el histórico planteo de la “expropiación” de campos privados para ser colonizados por el Estado es mantenido por el sindicato de UTAA en sus 50 años de vida.


 Pero también se reafirma la denuncia de que el proyecto sucroalcoholero prescinde de los trabajadores rurales para su expansión.


Cinco años después de la ocupación simbólica, 80 familias de la Comisión de Tierras de UTAA vuelven a tomar el 13 de enero de 2012 el campo de Almeida, pero esta vez por tres días.


Todavía se pueden ver en él los rastrojos de trigo de la última cosecha que habían estado precedidos por cultivos de sorgo y soja.


 Y además pueden identificarse los movimientos de preparación del sistema de riego para la caña de azúcar que realizarían algunos colonos y empresarios de la zona que le arrendaron el campo a Almeida, con un “supuesto” apuntalamiento de ALUR.SA (ANCAP).


Entre ellos se encuentra la familia de la diputada suplente (perteneciente al sector de Raúl Fernando Sendic y Leonardo De León de ALUR.SA) del representante por Artigas, desde donde se estima que llegó la denuncia penal ante el juez.


Por lo tanto la ocupación del campo privado es una denuncia no solamente hacia la concentración de la tierra sino también hacia la concentración de las oportunidades económicas en la expansión del cultivo de caña de los empresarios rurales capitalizados, y sus respaldos políticos.


Las dos puertas del Instituto Nacional de Colonización
 


Ante la ocupación, el día sábado 14 de enero, de la fracción B2 de la Colonia Mones Quintela, el presidente del INC (Andrés Berterreche) ha manifestado que ocupar es como pretender ingresar a las tierras del Estado por la “puerta del fondo”, y que existen ciertas normas para entrar por la “puerta del frente”.


En esa puerta hay una fila de más de 10 mil solicitantes de tierra, y seguramente se siga alargando según la tendencia que continúan reflejando los Censos Agropecuarios.


Con respecto a la “puerta del frente” el MPP, sector político del Presidente del INC, ha realizado un encuentro en Arerunguá (Salto) el mes pasado donde se discutía un documento que aseguraba que “si existen grupos bien organizados, con objetivos claros, exigiendo y 
construyendo propuestas de acceso a la tierra no sólo no cuestiona el accionar de los compañeros que trabajan en los puestos a nivel del Ejecutivo sino que además esto ayuda al cumplimiento de su compromiso”


.(El observador 10/12/11) (5) 


Desde el nivel “Ejecutivo” el “Plan” Berterreche (INC, Plan Estratégico 2010-2014) apunta a prevenir el conflicto por dos vías tácticas: promoviendo “grupos de aspirantes a tierras, en forma previa a su incorporación como colonos del INC” y exigiendo el uso de personerías jurídicas para el acceso a campos de forma colectiva(6)


La prevención del “Plan” tiene su razón de ser ante las ocupaciones de tierra y las resistencias pacíficas a desalojos que se están dando en el norte, las que han llevado al Directorio a contratar servicios policiales permanentes en Colonia España y Eduardo Acevedo con elevados costos económicos(7)


El pequeño grupo de “peludos” que ocupó la Fracción B2 del Padrón 4152 (120 há disponibles desde 2010) de la Colonia Mones Quintela, tipificada para caña de azúcar (cuyo último titular era el Sr. Sarasúa) se deslindó de la Comisión de Tierras de UTAA, anticipándose al sindicato que ahora acampa frente a la portera de esa misma fracción esperando, tanto ocupantes como acampantes, una respuesta del “Directorio de Montevideo”.


En definitiva el reclamo del sindicato de UTAA no solo apunta a la “expropiación”, la ampliación de la Colonia Mones Quintela con los linderos campos de Almeida, sino también a denunciar que a las oportunidades de la expansión de la caña de azúcar y al Instituto de Colonización los trabajadores rurales organizados logren ingresar por “la puerta del frente” sin necesidad de amparos partidarios.

[1]  Díaz, P., “Sociología de las ocupaciones de tierra. La acción colectiva de los trabajadores rurales de Artigas (2005-2007)”, Nordan/Nuestra América, Montevideo/Bs.As., 2009.



(2 )  Las ocupaciones de tierra de Bella Unión se realizaron en Colonia España (2006), Colonia Eduardo Acevedo (2007) y Colonia Raúl Sendic (2010). El campo del Sr. Almeida (en CAINSA) en dos ocasiones (2007, 2012), el campo del Sr. Norman Gutiérrez López (2011),  la Fracción donde fue desalojado Ney Thedy (Col. Eduardo Acevedo, 2011), y la Colonia Mones Quintela (2012) han sido tomados temporalmente de forma colectiva sin permanencia, como actos puntuales de protesta.


(3 ) Este campo se adquirió por el mecanismo de “expropiación” previsto en la Ley de colonización, y su anterior titular (el productor brasilero G. Pavanatto) figuraba en las listas del año 2006 de deudores contumaces del BROU.


 Por lo que el Estado olvidó su deuda y además le pagó la diferencia de precio acordado con el productor (aunque los montos exactos fueron guardados en secreto por las autoridades respectivas). 


En noviembre de 2010 se adjudica la Colonia Raúl Sendic Antonaccio (2033 há) en las cercanías de Bella Unión, a seis grupos de 51 productores.


En el “Informe Nº1” habíamos difundido un comunicado de la ocupación de esta Colonia por parte de los trabajadores de SOCA, APAARBU, UTAA y Gremial Granjera.


Luego de la medida las negociaciones llegaron a la “adjudicación definitiva de cuatro porciones de tierra y un llamado abierto a…dos parcelas más, apoyo en financiación, maquinaria, transporte y riesgo” (Informe Nº2, “Observatorio de Política de Tierra”, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, UDELAR).


(4)  En el año 2008 una de las “Propuestas de la Comisión de UTAA” era la de “Expropiar las tierras improductivas de CAINSA, propiedad de especuladores para repartirlas entre asalariados rurales y pequeños productores.


Expropiar, y que pase a propiedad del INC, las tierras del ‘Campo Placeres”, Comisión de Tierras de UTAA, Bella Unión, Febrero de 2008.


(5 ) “Es necesario que nuestros militantes se inserten en las organizaciones de base territorial, organicen, expliquen las políticas que queremos llevar adelante y levanten en el territorio las exigencias y necesidades que tiene nuestro pueblo”, indica el documento del MPP (El 
Observador, 10/12/2011).


(6 ) El primer lineamiento se encuentra dentro del Plan Estratégico en el Apartado “II.B.- Nuevas experiencias colonizadoras”.


El otro lineamiento se conoce por medio de un proyecto de modificación de la ley de 
colonización  que establece que solamente se aceptarían Sociedades Agrarias o agropecuarias, Cooperativas Agrarias, Sindicatos rurales y Sociedades de Fomento rural, aunque existen dificultades tributarias y de aportes a la seguridad social para efectivizarlo a través de varias de esas figuras (ACTAS del Directorio Nº 5037).


(7 ) En Eduardo Acevedo, donde se encuentra el predio del que fue desalojado el integrante de UTAA Ney Thedy el 28 de abril de 2011, el servicio 222 contratado las 24 hs por el INC ascendía los 6 primeros meses a 9 mil dólares mensuales.


Otro de los campos con custodia policial se encuentra en Colonia España, y era utilizado por el  Grupo ITACUMBÚ del sindicato de UTAA previo a su desalojo en 2011
   


posta - postaporteña nº 707 - 2012-02-03














 

La educación, la nueva izquierda 

demagógica
y la lógica del

 mercado




1. Voy a empezar con una de esas frases dramáticas que adoran los oradores. La verdad política de la próxima era se juega en la educación


La educación es el escenario en el que ha comenzado a exponerse hoy la lucha por el mañana político de la sociedad.


Quiero decir: ese escenario no es el trabajo, ni la infraestructura, ni la propiedad (todo eso quedará para más adelante, parece)


 Tampoco es, abstractamente, la economía.


Nada de orden político parece arriesgarse en el debate acerca del modelo económico A o B, o de tal o cual forma de conducir la megamáquina económica: estas cuestiones pragmáticas acerca de lo conveniente o lo beneficioso pueden ser importantísimas, pero no suponen ni se disputan necesariamente un concepto político ni un concepto de política. 


En el capitalismo contemporáneo, la economía y el mercado son juegos que han volcado global y masivamente su lógica sobre todo lo social, y por tanto, la única forma en la que la economía va a adquirir o a recuperar una dimensión política es cuando sea problematizada en bloque, cuando se suspenda y se socave su naturalidad, es decir, cuando se desmienta el carácter objetivo con el cual ejerce su tiranía y la neutralidad técnica del discurso experto a través del cual la ejerce (digamos que el derecho a la propiedad privada o exclusiva de medios o territorios, o el derecho individual o privado a la ganancia, el beneficio o la renta son esos nudos ciegos o esas conclusiones del discurso económico).


Político es un enunciado que se sitúa por encima de la esfera económica.
La política es un corte con la economía, como se define desde la Grecia clásica. La subordinación de los oikoi a la polis.



Es un corte y un lenguaje que nos permite situarnos por encima y pensar la voracidad de la lógica de los intercambios, la sobrevivencia, los negocios, la ganancia, etc., en términos de ideas de Justicia, Razón, Libertad, Verdad —conceptos que son completamente heterogéneos a la pragmática de la economía, y que, por otra parte, no surgen espontáneamente.


La única forma en la que un modelo económico A sea preferible a otro B, por razones políticas, es que exista ya un lenguaje que permita situar la práctica económica con arreglo a la praxis social, es decir, que ya exista un lenguaje capaz de conjurar el poder fascinante de la mercancía para impedir que la lógica de nuestra convivencia gire alrededor de ese poder y de esa fascinación —con su consecuente carga de ansiedad, de impaciencia, y de violencia en suma.


Y en este punto hay todo por hacer.


Hay que inventar o reinventar o recuperar ese lenguaje casi desde la nada, hay que postular el desequilibrio y la incomodidad de una universalidad creíble contra la felicidad inmediata del masaje global de los intercambios y la satisfacción de la necesidad o el apetito.



2. Y lo que se juega en y con la educación es, precisamente, la posibilidad de ese lenguaje.
La educación es el lugar en el cual todavía se puede esperar la aparición de un lenguaje sobre lo social (y cuando digo educación no hablo por fuerza de eso que se llama “sistema educativo”, hablo de una práctica universalizable que puede aparecer en cualquier sitio de la trama social: en el liceo fuera del salón de clases, en el club del barrio, en el hospital, en la familia, en el sindicato, en fin).


Si la economía es el tema del lenguaje político, la práctica educativa es su condición de posibilidad. Y no alcanza con decir que la educación es el corazón mismo del concepto clásico de política, ya que eso nos confina a una especie de alegato abstracto. Pues lo que ocurre, históricamente, es que en el campo de la educación (como concepto, como práctica, como sistema educativo y aún como aparato) se está exponiendo una batalla decisiva en esa dilatada guerra entre lo económico y lo político. Por eso la educación hoy (lo digo sin el menor ánimo retórico) es el lugar de una resistencia, el lugar de una esperanza.


Resistencia de lo político ante la embestida de la globalización en el capitalismo tardío.
Resistencia contra el empuje de la mera invasión sin cortes de la lógica carnívora del mercado a todos los órdenes de la vida social.



Resistencia al arribo triunfal incuestionado, en todos los ámbitos y las prácticas, de un discurso técnico-pragmático sobre desempeños, beneficios, crecimiento y desarrollo.


Resistencia, en fin, a la instalación definitiva de una economía ilimitada, sin política, sin conciencia y sin crítica.


El golpe al sistema educativo público en las democracias occidentales contemporáneas es, en principio, más bárbaro que estratégico: se lo ha traído brutal y masivamente como un nicho de mercado (igual que la salud, la alimentación, la seguridad), se lo expone como terreno a ser explotado por la voracidad extractiva del beneficio a través de matrículas, cuotas, esponsorización, participación de capitales privados en la gestión, etc.


Pero el verdadero daño, incuantificable, es lateral: se desarticula a la educación misma como posibilidad de producir lenguaje, autonomía y soberanía crítica. El virus acaba de atacar al último anticuerpo contra el virus.



3. En este punto, claramente, ya no nos sirven las categorías ideológicas clásicas de los sujetos como un mapa para intuir esa lucha. Izquierdas y derechas, progresistas y conservadores.


Estas categorías ya hace tiempo han sido confundidas, barajadas y vueltas a repartir en el gran juego y en la gran feria contemporáneos del mercado y el capital.


Tanto, por otra parte, que ocurre, paradójicamente, que desde hace un tiempo le toca a la nueva izquierda tener la coartada ideológica perfecta para justificar ese copamiento de la razón educativa por la pragmática y ese golpe del mercado al sistema educativo.


Fue la izquierda posmarxista la que argumentó en primer lugar acerca de la necesidad de democratizar el sistema (en el sentido no de criticar el sistema, sino de abrirlo horizontalmente al “flujo desterritorializado” de la gente), combatir el poder autoritario que se escondía detrás de la laicidad y del universalismo republicano, flexibilizar y modificar programas y curricula tradicionalmente resueltos en los oscuros gabinetes tiránicos de las élites sabias y cultas (esas élites que seguramente ya hacía tiempo que habían sido sepultadas por el tren-bala de la historia, dejando en su lugar el automatismo de los zombis burocráticos estatales que seguían ejerciendo póstumamente y sin ganas la banalidad del mal antidemocrático).


Debían soplar aires frescos y nuevos sobre la educación. Y esa utopía de novedad, libertad y frescura, ya no podía encarnar en otra cosa que no fuera el mercado y sus valores inherentes de competencia y creatividad pragmática.


Era simple: para la nueva utopía bastaba con despojar a la educación de toda pretensión pública universalista y entregarla a la lógica pragmática del mercado y a la iniciativa privada.


La promesa de los viejos modelos universalistas de producir sujetos políticos maduros y autónomos (promesa, por otra parte, siempre defraudada y siempre utilizada como enmascaramiento del poder y la hegemonía), parecía lograrse de un solo golpe con el mercado como nuevo principio de realidad: los estudiantes ya no se alienaban en el sistema y en el poder burocrático de la élite de prestigio: dibujados por la lógica de la participación democrática del usuario o el cliente en la empresa que le brinda servicios, podían exigir directamente nivel académico competitivo, incidir en los programas, demandar salida laboral, armar creativamente sus combos curriculares,  exigir que se respetaran sus peculiaridades locales, en fin.


Porque pagan por los buenos servicios.


Y si los servicios están por debajo de lo esperado se litiga y se hacen juicios.


La cultura pragmática de la impaciencia había suplantado a las viejas formas de la cultura crítica.


En Uruguay en los últimos tiempos la vieja demanda liberal de educar para el mercado laboral y para el desarrollo, y la exigencia, a partir de esta demanda, de una profunda revisión de los obsoletos modelos humanistas universalistas que corren a contramano de la historia, etc., hace 
una acrobacia creativa y se recicla en la exhortación populista o demagógica de la izquierda emepepista a revalorizar el trabajo manual y a celebrar la experiencia y el saber-hacer del baqueano.


Así, se comienza a mostrar la voluntad de poner al Estado a proveer herramientas prácticas para la vida y el rebusque, con la coartada siempre artiguista de favorecer a pobres y subprivilegiados.


Educación privada de alto rendimiento técnico o alto nivel académico para los clientes que pueden pagar, y una especie de bricolaje práctico para la sobrevivencia, el rebusque y la irrisoria calificación de la fuerza de trabajo para los que quedan del lado siniestro del sistema mercantil.


En otras palabras: le toca otra vez a la izquierda el triste papel de promover doctrinariamente una generalización obscena de la lógica pragmática de la mercancía.


Misiles para los que tienen plataformas de lanzamiento, y (curiosa piedad humanitaria) gasas y alcohol para aquellos a quienes les van a llover misiles: así se generaliza la lógica de guerra. Y dentro de la generalizada lógica mercantil, la comunidad puede incluso darse el lujo extravagante de tener su folclore bohemio de artistas ociosos, su club de nerds humanistas escribiendo sus tesis inverosímiles sobre la metonimia en Valery-Larbaud, o incluso sus intelectuales universitarios bienintencionados celebrando la biodiversidad y la descolonización de discursos y saberes.


Estas tribus pueden incluso, dentro de la doctrina populista chicotacista anti intelectual del emepepé, tener el valor de contraejemplos: son una prueba de que el intelectual (todo intelectual) es un mono barroco, improductivo y sobre educado contra el cual robustecer el mito de la mecánica simple, noble y sincera de la experiencia y el trabajo.


(Parte del problema queda cubierto por la propia agresividad de la estocada populista: los monos barrocos alpedistas existen y suelen estar alojados en la propia izquierda bienpensante.


Antes los llamábamos Rivarola.
Pero no insistamos con eso: sigamos nuestro camino.)


No estoy diciendo (aclaro) que no deban crearse o robustecer institutos politécnicos, o universidades técnicas o lo que sea.


Me resisto simplemente a que la alegre demagogia nacionalista de la izquierda gobernante, en perfecta sintonía con el mercado como nuevo principio de realidad social, ponga este tema como una clave para interpretar el concepto político de educación.


El tema educativo (al contrario del económico, en el que los debates sobre modelos y estilos no necesitan salir de la lógica económica) todavía tolera el planteo, por así decirlo, de un “plebiscito entre dos modelos”: ¿queremos una educación entendida como inteligencia al servicio de la producción, el mercado laboral y la economía, o una educación entendida como conciencia y como lenguaje de la sociedad que haga posibles a los sujetos políticos?


Este “plebiscito” no responde a una lógica electoral —lo que quiere decir, rigurosamente, que no hay tal plebiscito: el lenguaje mismo en el que se expone el dilema, por ser un lenguaje consciente, solamente puede ser el que considera a la educación como la conciencia de lo social.


La educación es un tema político, por definición. Porque pensarlo como tema ya es política.


4. Anteayer se podía pensar el tema educativo en términos de izquierda y derecha, de progresistas y conservadores.


Ayer se lo podía pensar en términos de democracia y autoritarismo, sin que estuviera muy claro ya si la izquierda o la derecha eran democráticas o autoritarias.


Pues el asunto, en realidad, enfrentaba siempre a pragmáticos y doctrinarios, y ahí la lógica (pragmática) ya funcionaba sola.


Pragmático es otro nombre para el demócrata liberal, y ahí no hay izquierdas ni derechas sino 
meramente un ejercicio de la ecuanimidad y el sentido común.


Doctrinario o ideológico en cambio es otro nombre que le ponemos al fundamentalista autoritario e irracional, y ahí no hay sino derecha o izquierda, excesos o extremos fanáticos y paranoicos que, sabido es, se tocan, se coquetean y se enamoran (esa despreciable ontología, por otra parte, es el norte de encuestadores, politólogos y analistas políticos).


Y hoy las cosas dieron un giro, por lo menos un giro circunstancial.
Ahora, en Uruguay, la utopía pragmático-liberal para la educación parece haberse quitado transitoriamente la máscara democrática —y no porque cambien los conceptos o el modelo, supongo yo, sino porque cambian las circunstancias prácticas en las que debe resolverse el planteo.



Hace un par de días, en el famoso acuerdo del sistema político (gobierno y oposición) sobre el sistema educativo público (Pedro Bordaberry lo bautizó, delicadamente, como es su estilo, “gobierno de la educación”), hubo una especie de golpe de Estado pragmático.


Esto no deja de ser un pequeño escándalo para los que consideraban que los golpes de poder sólo podían provenir de tiendas fundamentalistas y de ideologías paranoicas.


Todo el sistema político uruguayo ha entendido que para pragmatizar el proceso educativo, primero había que desenrarecer la democracia del aparato de la educación pública.


Y esto no puede ser hecho a no ser con un golpe de fuerza.


Pues ahora el problema había venido a situarse, transitoriamente por lo menos, en una especie de exacerbación de la democracia del aparato, una patología burocrática de la democracia que solamente puede provenir de prácticas de Estado y que impedía avanzar con ritmo y eficacia: oscuros automatismos y rituales corporativos de subsistemas y sindicatos, entidades a las que se les había conferido demasiado poder para decidir los destinos del sistema educativo y del concepto de educación.


De pronto toda la máquina empieza a aparecer (o empieza, mejor, a ser mostrada: los medios de comunicación son un engranaje vital en todo el gran dispositivo de globalización) como enferma de desgobierno, de descontrol, de desmadre, de vaciamiento de autoridad, de falta de respuestas firmes y de respeto a la cadena de mandos.


Todo estaba subvertido: el consejo desoye al presidente, el subsistema desoye al consejo, el sindicato desoye al subsistema, el docente desoye al sindicato, el alumno desoye al docente.


La cámara del teléfono celular de un alumno registra un griterío absurdo entre alumnos y directora de un liceo (Graciela Bianchi): un jerarca del MEC (Pablo Álvarez) cuelga el video en internet.


La televisión levanta el video y lo pasa en informativos centrales y todo el quilombo se multiplica en programas de opinión y debate.


Y ese gesto del jerarca, que debía tomarse como una modalidad ingenua e irresponsable de protesta contra el maltrato y el abuso de autoridad (la señora aparece gritando a voz en cuello, interrumpiendo a los muchachos, etc.), no tarda en revertir en lo contrario (estúpido no preverlo): el escándalo por el desgobierno generalizado y el irrespeto por las formas institucionales (el del propio jerarca, en primer lugar, que no tiene idea de cómo conducir su descontento), la irregularidad del procedimiento, la inmoralidad de la cámara oculta, la trampa a la señora gritona, la crisis generalizada de autoridad, los jóvenes que necesitan límites, en fin.


Es demasiado fácil reinstalar permanentemente en la opinión pública la oposición autoridad-desgobierno o autoritarismo-democracia (es la misma: el sesgo de elegir una u otra sólo depende de dónde esté situada la simpatía pragmática).


El caso es que ahora para fortalecer la democracia contra el autoritarismo es necesario primero fortalecer la autoridad contra el desgobierno.


Entonces es hora de pegar un par de gritos en algunas orejas necias.


“Es hora de que la política retome la conducción de la educación”.


Es lo que se proclama a izquierda y derecha.


“La educación es una razón de Estado”, se dice, “y por tanto es cuestión de un amplio acuerdo nacional, y ese acuerdo debe ser político”.
No puede uno estar más de acuerdo con esa obviedad conceptual.



Sobre todo si se tiene en cuenta que lo primero en subvertirse en tiempos del capitalismo liberal contemporáneo es la relación entre política y economía, entre lo público y lo privado, y que esa es la madre de toda subversión ulterior (la izquierda emepepista, por otra parte, simpatiza históricamente con esa subversión, y eso la hace perfectamente funcional a la lógica pragmática del mercado: adora el mundo privado del rumor caliente, del chisme, del escrache y del nombre propio: el jerarca del MEC que cuelga el video privatiza en la red y los medios una discusión que debía seguramente haber sido público-institucional).


Pero esta subversión estructural no es un irrespeto, un quiebre o una inversión en la cadena de mandos que se corrige o se endereza con un golpe de poder o de autoridad.
Es una subversión mucho más profunda, que proviene de la falta o de la retirada de un lenguaje o de una racionalidad (la política) para pensar la locura privada de la economía.


Y esa racionalidad y ese lenguaje es lo que algunos esperamos, precisamente, de la educación.


El problema entonces está en saber en qué están pensando el gobierno de izquierda y su oposición cuando hablan de “una conducción política de la educación”, o de “gobierno de la educación”.


Evidentemente no se habla del sentido político de la práctica educativa, y ni siquiera de una subordinación del sistema educativo a la política.


Se habla del control del aparato educativo por parte del poder de los partidos y del sistema de partidos. Y eso nos sitúa, desde el comienzo, en otro terreno.


Se cambian un par de consejeros, se neutraliza al voto sindical en el consejo, se duplican las potestades de la presidencia.


[No desconsideremos la circunstancia infeliz de que una práctica sindical torcida, caótica o irresponsable ejercida por aquellos que no entienden la política y que son en parte de las mismas filas que aquellos a quienes les toca ahora ser gobierno y Estado (y no sólo siguen sin entenderla sino que se diría que la entienden todavía menos), parece obligar a ese mismo gobierno, avergonzadamente, a entregar todo el sistema educativo en bandeja (como la cabeza del Bautista) a eso que con una especie de ingenuidad conmovedora todavía llamamos “oposición”.


No parece entenderse ya que una práctica sindical, por atroz que sea, no debería nunca afectar la idea de sindicato, o la de la participación del sindicato en la toma de decisiones para el sector.]


El sindicato entonces se queja del retroceso de una medida antidemocrática, anti participativa y que avasalla la idea de cogobierno (y en esto tiene toda la razón).


La oposición política habla de una medida desburocratizante destinada a rescatar la discusión del pantano corporativista mafioso e infantil del sindicato y otorgarle al Estado los recursos necesarios para que retome sin zozobra (y ya sin pretextos) la responsabilidad de conducir la educación.


El gobierno dice incoherencias, como de costumbre, y se sitúa del lado de la legitimidad del aparato y del poder político, y después lo desmiente a medias en el sinceramiento cara a cara de un show radial (ya que el gobierno siempre parece actuar como un perfecto advenedizo cuando se reúne con la prosapia política de la oposición, y luego no puede con la culpa cuando tiene que rendir cuentas a aquellos para quienes dice gobernar).


Y en el fondo lo que se juega es lo mismo que antes. No es la política sino la economía la está cada vez más cerca de hacerse cargo de la educación.


Me tocó oír a un diputado frenteamplista (Julio Bango) argumentando que en la Europa ultraliberal la liquidación privada de la educación había ocurrido por una retirada cómplice de la política de la educación (cosa del todo obvia), mientras que Uruguay, país serio, ya había alcanzado un acuerdo para darle mayor potestad a la política sobre la educación.


Esta observación no puede no descansar en la ingenuidad o el cinismo de confundir a la política con el aparato partidario de poder político.


Quiero decir: son los partidos, plenamente atravesados por la lógica pragmática del artefacto, del beneficio electoral, de los cargos y del poder económico, los que concentran y vuelcan ese poder sobre el sistema educativo —y lo que es peor, sobre la idea misma de educación.


Pues detrás de toda esta confusión que se resuelve en un golpe de orden y control está, mudo e impávido, el objeto parcial maravilloso y odiado: un proyecto del consejo llamado Pro Mejora, cuyo titular es un consejero del Partido Nacional (Daniel Corbo), y que resulta angelical en la blancura puritana de su enfoque tecnoyupi sobre la educación, el sistema y los centros, hablando de gestión, indicadores, autoevaluación, diversidad, coaching, etc. (habría que haberle hecho frente de otra forma, de una forma crítica, supongo yo).


5. Se ha impuesto así en Uruguay, después de una historia torpe y penosa, un golpe de poder de naturaleza pragmática para limpiar el campo quirúrgico y poner, de una vez por todas, al sistema educativo al servicio de la producción, del mercado laboral, del desarrollo, de los buenos indicadores (pruebas, calificaciones, porcentajes, rendimientos, evaluaciones: todos recursos expansivos de la cifra, la lógica misma de la economía).


Porque los partidos políticos, a izquierda y derecha, ya no son sino agentes técnicos de economía con el uniforme de una política que nadie sostiene —porque no sabe, no puede o no quiere sostener.


Y se diría que la nueva izquierda adoctrinal y con cierto apoyo popular es, si cabe, más puramente funcional al mercado que la derecha: en gobiernos de izquierda, en Uruguay, empieza a funcionar BOTNIA, crecen las zonas francas, se exporta más que nunca materia bruta sin valor trabajo ni inteligencia agregada de ningún tipo, se menciona la posibilidad de que Bush apoye a Uruguay en una guerra con Argentina, se aprueba la Ley de asociación público-privada, casi se firma un tratado de libre comercio con USA, en fin, la lista puede hacerse larga, deprimente



SANDINO NUÑEZ

http://sandinonunez.blogspot.com


enviado :
 

Ricardo Infante Caminal
- postaporteña nº 707 - 2012-02-03







 

¿Tupamaros, eran los de antes?


 

No es la primera vez que hemos afirmado, que el actual gobierno desde 2005 viene enterrando nuestros desaparecidos  o mejor dicho los entierran aun más profundo.
 

Nuestros desaparecidos, fueron luchadores antifascistas y anti dictatoriales del periodo 1973-1985… casualmente, cuando muchos de estos gobernantes  se llamaban rehenes y a través de familiares enviaban llorosos pedidos de que no se resistiera pues ellos pagarían las consecuencias, es decir mientras nuestros pueblo sufría tremendas palizas de los milicos, ellos reclamaban privilegios algo así se llamaba “no tires Campitos que soy el Ñato”……..tirales a los otros!!!!?????


Estos falsos tupamaros y comunistas  no eran otra cosa quemelenos , es decir arribistas en el MLN mal llamado tupamaros y revisionistas pro- soviéticos ,mal llamados comunistas que “preparaban” la lucha armada apoyando los comunicados 4 y 7 de los militares!!


Esta preparación seria para morir de risa, un cuento chino, si no fuera que TODOS LOS  DESAPARECIDOS DEL ACTUAL PCU ERAN MIEMBROS CON RESPONSABILIDADES DE ESE FALSO EJERCITO  QUE ARISMENDI NUNCA USO Y SOLO UTILIZO PARA ENGAÑAR A SUS MILITANTES


 Y estos llamados tupamaros como Bonomi y La Lucia Topo, ayer escudados en una chueca democracia burguesa  al decir de Raúl “se les ocurría tirar algunos tiritos” algunos por la espalda como Mujica y hoy a la fecha montados en el aparato burgués del Estado especializan, arman, entregan  fabuloso sueldos  y extranjerizan (Brasil, DEA Usa, Israel etc.) a esa misma  Policía y FFAA, que ayer decían combatir!!!


¿Es que alguna vez el MLN fue GUERRILLA?


Es que cierta parte de esta orga, incluso, fue dominada por infiltrados del Partido comunista pro-soviético, organización a la que siempre perteneció el  “Ruso” charleta  con pose de escritor, del amigo del general Medina un “tupamaro” que repartía bandejitas de plásticos con ensopado a los pobres


Febrero del 2012


A la prueba nos remitimos, todos estos tupamaros y comunistas de sillas y sofás parlamentarios burgueses no hacen otra cosa que volver a desaparecer a Julio Castro justamente mostrando un odio a todo lo que sea realmente revolucionario


 Luego de no hacer nada por su búsqueda, se tuvieron que comer el garrón,del zapatazo de Julio denunciando lo que Breccia   y resto de la patota gubernamental negaban: que la 
operación zanahoria no existe.


Los zanahorias son estos tupamaros y comunistas  que hoy son Tenientes de Artigas, con el síndrome Batallón Florida.


La enseñanza


 Estos mismos gobernantes extranjerizan y privatizan nuestra enseñanza asesinando lo más valioso que nos deja Julio Castro; su legado de una enseñanza al servicio del pobre, incluidos los peones de campo.


Mujica, Lacalle y Bordaberry es un triunvirato que no solo gobiernan el país sino que ejercen el verdadero poder burgués sobre nuestra sociedad para que el orden capitalista se mantenga y se sostenga con larga vida.


Este mismo triunvirato y toda su chusma tupamara y comunista se preparan  y preparan una de las más grandes matanzas que sufrirá (y que ya ha sufrido)  nuestro pueblo pobre.


Ya no les alcanza “hablar de cambio para que todo siga igual”, el pueblo los desenmascara, ya que la experiencia de estos años de Tabaré y Mujica muestra que solo gobiernan para el rico  y para el gringo.


Porque los grandes ricos saben que a pesar de ser pobres, los pobres piensan, que los pobres también son inteligentes


Y el triunvirato lo sabe… para mantener todos sus privilegios; no alcanza con negar la enseñanza al pueblo pobre , negar la salud al pueblo pobre , tirar pasta base a los gurises pobres , reventar más de 10.000 jóvenes pobres  en campos de concentración ( cárceles), instalar el gatillo fácil y ejercer la justicia por mano propia , propia del ricachón, contra el pobre, negar la vivienda y la tierra al pueblo pobre, obligar a los pobres a vivir en asentamientos de re-mierda ……




Ellos saben que los pobres están de más, que los pobres sobran  y que mañana cuando, los pobres saquen la mano fuera del plato…. ellos saben que el mejor pobre, es el pobre  que está muerto!!


Reflexión :




si en  el MLN y PCU  hubo traidores ,colaboradores , buchones , arrepentidos, chupados por los Tenientes de Artigas, trepadores  etc. etc.,  que daban asquito….los de hoy, ni te cuento..., son viejitos panzones y nuevos ricos al servicio del régimen burgués, que dan asco.



 Tiro Suizo 2/2/12

 


Tiro - postaporteña nº 707 - 2012-02-03




 

Postalinas y Chamuyos


 

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El Potrillo con el MauMau , en un profundísimo análisis, POLITICO, ECONOMICO,Y SOCIAL  otra entrega de los "mellis" en  Paso  de la Arena

Ortiba póstumo


No hay derecho a exigirle al Cro./Ministro Ñato que domine exhaustivamente todos los temas.            
Respecto a la DINACIA (una de las tantas marcas comerciales de nuestro avivado militarismo criollo), me permito aportar el siguiente material aclaratorio, histórico e informativo:
Hasta el año '73 la estupenda, numerosa, popular, barata y democrática aviación civil nacional fue creada, impulsada, sustentada y administrada exclusivamente por CIVILES.


 La actual DINACIA instalada en el Aeropuerto privatizado de Carrasco en su suntuoso, moderno y caro edificio, es el inútil pretexto para que 700 familiares de milicos estén prendidos de las jugosas tetas del estado; es la "versión militar" de la Dirección de Aviación Civil instalada en un modesto 2º piso de la calle Zabala que albergaba unos 30 empleados que administraban TODA la aviación nacional.


 Fueron justamente los pupilos del Cro./Ministro los que descubrieron y comenzaron a explotar el curro. Sobre el tema recomiendo el excelente libro de la autoría del propio Cro./Ministro sobre la privatización del Aeropuerto Nacional de Carrasco, actualmente en manos de capitales argentinos y regido por un General de aquél país.


 La aviación civil uruguaya está aniquilada, lo que hay - como muy bien señala el Cro./Ministro - es el negocio que se montó a partir de ella, lo que está demostrado y fue denunciado hasta el cansancio lo que explica que meritorios Coroneles de la FAU S.A. ahorren de sus sueldos y lleguen a poseer empresas de taxi-aéreo equipadas con costosos aviones.


 Sobre el tema existe un impenetrable manto de silencio porque hay mucha guita en juego.


Son SESENTA MILLONES DE DÓLARES ANUALES con lo que la FAU S.A sustenta su presupuesto de 123 millones.


Peso más, peso menos;¿no, Ñato?


Sería importante que el pueblo reflexione sobre el dicho popular:
"La culpa no la tiene el chancho, sino quien le da de comer".

                    MAU-MAU                             




 

DISCULPAS OFICIALES
y PÚBLICAS a TODAS las VÍCTIMAS


El 24 de febrero de 2011, la Corte Interamericana de DDHH de la OEA,  máximo órgano jurisdiccional en la materia por decisión adoptada soberanamente por el Parlamento uruguayo en 1985, condenó al Estado de nuestro país por violentar el derecho a la Verdad y a la Justicia de Juan y Macarena Gelman, suegro e hija de María Claudia García, secuestrada en la Argentina en agosto de 1976, trasladada clandestinamente a Uruguay por los servicios represivos y desaparecida hasta el día de hoy.


La sentencia de la Corte IDH impuso al Estado uruguayo una serie de obligaciones inexorables. Entre ellas, la de realizar una ceremonia pública y oficial en la cual se asuma la responsabilidad estatal por lo ocurrido y se ofrezca una disculpa a los demandantes.


El contenido de la misma debe ser acordado, además, con ellos. Voceros gubernamentales han anunciado recientemente que la ceremonia se llevará a cabo en el mes de marzo.


Cuando en julio de 2007 CRYSOL presentó su proyecto de Ley de Reparación Integral a las víctimas del terrorismo de Estado, implementando la Resolución 60/147 de la Organización de las Naciones Unidas, incluía un punto específico al respecto además de otras acciones destinadas a  homenajear, resarcir y dignificar a quienes sufrieron graves violaciones a los DDHH durante dicho período.


Las FFAA no quieren.


Esgrimiendo múltiples y esquivos argumentos, la iniciativa fue rechazada enfáticamente por el gobierno y los parlamentarios del partido de gobierno, con una única intención: eludir esta obligación que generaba y genera profundo rechazo en las fuerzas armadas contaminadas por la Doctrina de la Seguridad Nacional para no tensionar el relacionamiento con ellas.
Tanto el anterior como el actual gobierno han dado pasos positivos en la temática referida al pasado reciente que han sido, en la mayoría de los casos, cuestionados por los sectores sociales, económicos y políticos asociados a la impunidad.


Han tenido el respaldo y el apoyo de una amplia mayoría ciudadana que lo ha expresado de múltiples maneras, incluso electoralmente.


Lo cortés no quita lo valiente.


Lo positivo del accionar gubernamental dista mucho de lo deseable, de lo posible y de lo necesario para que Uruguay afirme plenamente la institucionalidad democrática, las normas de DDHH y democratice de una vez por todas a las fuerzas armadas liberándolas de quienes tienen, aún, profundos lazos ideológicos, afectivos y emocionales con el terrorismo estatal.


A 27 años del retorno a la vida democrática, ya es hora de que los poderes que conforman el Estado uruguayo, todos sus órganos e instituciones,  asuman firme y enérgicamente, discursiva y conductualmente, las obligaciones que imponen las disposiciones constitucionales y las normas de DDHH en materia de Verdad, Justicia, Memoria y Reparación para crear las condiciones que impidan que los hechos del pasado  reciente vuelvan a ocurrir.


Las máximas jerarquías tienen en dicho proceso la principal responsabilidad de liderar y conducir el mismo y deben actuar consistentemente.
Contribuyendo a la construcción de un Uruguay democrático, CRYSOL continuará reclamando por todos los medios que el Estado asuma su responsabilidad pública y oficial por las graves violaciones a los DDHH a todas las víctimas y al conjunto de la sociedad, tal como lo establece la Resolución 60/147 de la ONU en una ceremonia formal  con la presencia de representantes de los poderes republicanos.


Por mandato de la Corte IDH, Uruguay debe cumplir, a la mayor brevedad, con la sentencia Gelman. Sigue pendiente asumir su responsabilidad con el conjunto de las víctimas, acordando con las organizaciones sociales que las representan, y a toda la sociedad.


También debe establecer un día oficial de Homenaje y Recordación a las mismas tal como lo planteó en su momento CRYSOL entre otras materias que siguen sin resolverse y que nuestra organización ha puesto oportunamente en conocimiento de las autoridades.
 



CRYSOL Opinando 1/2/12












Respondiendo a:


LAS VOCES DE LAS VÍCTIMAS EN UN CORO GRIEGO


No sé si quien redactó este artículo o quien le puso el título estuvo presente en la obra... pero justamente una de las cosas que afirman en un momento es que NO SON/SOMOS VÍCTIMAS.


Quien decide luchar por otro mundo y enfrentar las fuerzas del Capital y el Estado (más allá de querer destruirlos o cambiarlo, según su propia ideología) no es jamás una víctima, asume el riesgo de sufrir las consecuencias terribles de dicha REBELIÓN. Claro está que esta decisión y esta postura de dignidad no implican que no sea injusta y asquerosamente repudiable y dolorosa la cárcel, la tortura, la desaparición, y esa larga lista de atrocidades perpetradas por el Estado, los Capitalistas y sus defensores.


Lo que sí implica el NO RECONOCERSE COMO VÍCTIMAS es la valorización de un@ mism@, una especie de amor propio, autoestima y orgullo (sano) de lo que uno decide ser.


El elegir libremente nuestro camino nos imposibilita el poder autoproclamarnos víctimas y nos transforma en PROTAGONISTAS.
 



Salú y ARRIBA L@S QUE LUCHAN!
Bruno


 


En la Argentina, Moyano, Napoleón y Jauretche
dan
lecciones de sindicalismo


Es fama que Luis XIV de Francia dijo «L'État, c'est moi» (El Estado soy yo), pero eso está controvertido, y al parecer es una exageración echada a rodar por sus opositores sobre la base —cierta— de que fue un arquetipo del monarca absolutista.


En cambio sí está probado, porque lo dejó escrito, que Napoleón sentenció: «Yo soy la Francia, porque sé mejor que todos sus supuestos intérpretes lo que ella necesita y apetece».


Como se sabe —como lo saben los que lo quieren saber, para decir mejor— el peronismo siempre ha sostenido la misma idea: el líder o la líder de esa fuerza política descubre y encarna infaliblemente aun las aspiraciones más ocultas o confusas del pueblo: desentraña “lo que necesita y apetece”.


Llevado esto al ámbito sindical, Hugo Moyano lo ha dicho con todas las letras anoche en un programa de TV*:

Una vuelta me preguntaron “¿y la asamblea?”.
¡La asamblea soy yo! “¿Y el congreso?”

¡El congreso soy yo!, porque si el que conduce una organización no tiene la responsabilidad y la autoridad para definir cuál es el salario se tiene que ir. Yo sé cuáles son los salarios para los trabajadores, yo sé cuál es el salario que el trabajador lo va a aceptar.


Todos notábamos que hasta ayer a la noche la estrella de Moyano estaba muy apagada en el oficialismo.
Pero esta categórica ratificación de lo mejor del ideario justicialista ha hecho remontar sus acciones hasta lo increíble.
Empezando por el ministro del ramo, Tomada, que descubrió hoy súbitamente que Moyano "jamás puede ser una 
piedra en el zapato para este proyecto político"; siguiendo por Aníbal Fernández, quien le reconoció ser “hiperconsecuente con el Gobierno”, y culminando con La Cámpora, que por intermedio del presidente de la Juventud Peronista bonaerense, Ottavis, en el apuro por dejar visible la huella de baba de su lamida, derrapó así: 
"En los ‘90, cuando esta patria era dividida, cuando era prostituida, cuando pasaban cosas terribles, uno de los pocos tipos que desde el movimiento sindical iba, protestaba, decía que no vayamos para allá, que vayamos para otro lado era Moyano".


Pues bien, los que “iban para allá” eran justamente los KK, según está sobradamente documentado.

Moyano, como dijo Fernández, ha dado pruebas de encarnar la mejor tradición del peronismo-kirchnerismo, aquella que tan bien describió Jauretche (sí, Jauretche, el que como presidente del Banco Provincia dejó cesantes a los huelguistas de esa institución en los ‘50) cuando dijo que “las montoneras eran el sindicato del gaucho”: por supuesto que esa comparación no va a transformar a las montoneras en una asociación de iguales, democrática, deliberativa, horizontal.


Pero sí dice mucho acerca de cuál era la idea de sindicato de Jauretche (y de Moyano, y del peronismo): un jefe, poderoso y rico, que piensa y decide por todos, y el resto, la masa amorfa, que calla y obedece.

juan-del-sur.blogspot.com


posta - postaporteña nº 707 - 2012-02-03



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