martes, 31 de mayo de 2011

"EMBRAGUE": primero mete la pata, y luego hace los cambios

Número 561 | MaYo 31 de 2011 | Año 6º



¡¡¡ Viv@n L@s Compañer@s!!!

por OLGUITA





Desde Mercedes-Soriano 25/5



Adiós a OLGA CARATTE, luchadora en décadas por los derechos humanos, por la vivienda cooperativa, por una sociedad sin clases sociales.

Hoy nos dejó físicamente, pero vivirá por siempre en cada lucha cotidiana y en cada sonrisa de un niño que nace hoy y que se merece una sociedad diferente, revolucionaria, donde los trabajadores sean dueños de su destino.

Con el ejemplo de Olguita, por la revolución internacionalista!!!

¡¡HASTA LA VICTORIA, SIEMPRE!!


Las Nuestras :


Olga Caratte, Luchadora Incansable, Compañera Solidaria, Mujer Integra

El pasado 25 de mayo, a los 62 años, murió la compañera Olga Caratte.

Ella tomó la decisión. Con la misma convicción inquebrantable que transitó la vida.

Feminista contra la corriente. Militante de las causas proletarias. Activista de los movimientos sociales. Integró en los años `80 el Partido Socialista de los Trabajadores, posteriormente el Movimiento de Participación Popular, y en los años '90 la Corriente de Izquierda.

Participante convencida de todos los procesos de reagrupamiento de la izquierda revolucionaria.
El sectarismo estaba borrado de su horizonte político.

Rompió con el Frente Amplio cuando sus jefes cambiaron las banderas y se convirtieron al orden del capital.

Tuvo una larga trayectoria de lucha junto a los trabajadores de su querido departamento de Soriano. Acompañó el desarrollo del movimiento cooperativo en FUCVAM. Fue allí que junto a otras familias trabajó en la construcción de Covianalpa 4, en la ciudad de Mercedes. En la edición de hoy del diario Crónicas (Mercedes, 30-5-2011), se da cuenta de ello: "José Montero integrante de la Mesa Regional de Cooperativas de Soriano y de FUCVAM a nivel nacional tuvo una mención especial para Covianalpa 4, grupo éste que en las últimas horas perdió a una de sus grandes militantes, Olga Caratte."

Incansable luchadora por los derechos humanos y contra la impunidad del terrorismo de Estado. Impulsora decidida de la lucha y organización de las mujeres en sus reivindicaciones de género.

Militó activamente en la campaña contra la instalación de la pastera Botnia, estuvo en las diversas manifestaciones de denuncia realizadas en Soriano, Río Negro y Montevideo.

La conocimos en la lucha clandestina contra la dictadura, cuando se reorganizaba el movimiento popular.
La recordamos en uno de sus últimos viajes a Montevideo, el 1º de Mayo de 2010, cuando vino a acompañarnos en el acto organizado por la Tendencia Clasista y Combativa.

Las y los militantes de nuestro colectivo sentimos el inmenso dolor por la pérdida irreparable.

Luchadora incansable, compañera solidaria, mujer integra, la despedimos con un fuerte
¡Arriba los que luchan!

Colectivo Militante, 30 de mayo 2011


RIÑÓN- COL.Militante - postaporteñ@ nº 561 - 2011-05-31




Plebiscito de Carne y Hueso:

SILENCIO HASTA ATURDIR




A casi diez días, el silencio majestuoso de la marcha del 20 de mayo sigue aturdiendo los oídos de la republica.

Más de cien mil personas se manifestaron por verdad y justicia. Silenciosamente.

No se quejaron de un parlamento inútil ni de una justicia invalida. Nadie aprovechó el borbollón para pedir aumento de salarios hasta igualar canasta básica, mucho menos… socialismo ya.

Nadie pedía utopías es decir que quienes se manifestaron no lo hicieron exigiendo caprichos proletarios imposibles de lograr bajo este gobierno; sino que marcharon por verdad y justicia.
Un pedido que no podría entrar en contradicción con las metas políticas blancas, coloradas o frentistas ya que apenas es una propuesta básica sobre la moral de una sociedad.

Si se quiere también fue un plebiscito de carne y hueso.

De democracia directa, no supuesta… No es necesaria la corte electoral para contar las voluntades presentes por verdad y justicia.
Tomen en cuenta los que viven a sueldo de la representación popular que: no hubo votos en contra.

Por otro lado escribo influenciado aun por la resaca de la”caducidad…” que no pudo ser ahogada en la bañera legislativa. “Nuestros” representantes decidían... Y luego de dar vueltas y vueltas por el salón de “los pasos perdidos” buscando argumentos, decidieron prolongarle la vida a la infame ley por 49 votos en contra y una abstención.

Un resultado que también, en el país de “cómo te digo esto te digo lo otro” puede leerse como cifra reversible, sin revés ni derecho… unisex.
Porque da lo mismo que se empiece o por la derecha o por la izquierda ya que: por 49 a favor y una abstención se decidió que ni la palabra justicia ni la palabra verdad integran (por ahora) el léxico del imaginario uruguayo. Hay quienes dicen que se decidió que no y otros que afirman que no se pudo decidir.

Sea como sea da lo mismo porque a igualdad de votos triunfa la injusticia.

Y la injusticia no triunfa sola por si misma sino que precisa apoyos, precisa miedos y sobre todo precisa la colaboración explicita y pública del gobierno.
Así y todo no alcanzaba…y como no alcanzaba precisó la cobardía activa de un diputado que se esconde en el baño para no votar a favor de la propuesta de justicia.

El diputado explica su abstención a la hora del voto… por problemas de conciencia.

¿Me entienden señores electores?...
no puedo votar a favor ya que perjudicaría a mi bancada y al frente amplio. Según el diputado 99, la conciencia se protege mejor en las cloacas.
A la hora de levantar la mano, se ausentó calladito y oportuno, rumbo al toilette y allí sí, puso su voto a pedido del presidente.

En la madrugada del 20 de mayo, a las 5.32…el diputado 99, no vota en contra, no vota a favor, se esconde en las letrinas del palacio “de las leyes” protegido por guardaespaldas.

No proponemos, pero estamos seguros que la tumba de este diputado será utilizada “in memorian” como letrina publica cada vez que los uruguayos queramos recordar su “hazaña” a favor de la justicia.


Pa’empezar “haremos justicia” meando su tumba.

No habían pasado doce horas cuando el parlamento quedó superado por la ciudadanía que en silencio seguía haciendo la misma propuesta de verdad y justicia, rechazada en la cámara de diputados.

A los silencios se fueron sumando más silencios y más y más y ya va en camino de romperle los tímpanos a la impunidad, a los torturadores y a la misma historia de este país.

Todos estas reflexiones están realizadas suponiendo que estamos bajo un gobierno del FA. No estamos

Después de la marcha y como no entendía la incongruencia entre el programa electoral y la conducta de algunos representantes del “frente progresista” pensé que sería bueno cotejar las famosas 30 Medidas de Gobierno con la actividad parlamentaria que lleva a delante el grupo cotidiana y metódicamente…

Por eso, para asegurarme que este frente amplio es quien dice ser, he tratado de comprobar su identidad actual con las huellas digitales de su fundación.

Estos datos sobre su identidad fueron obtenidos de su Partida de nacimiento el 25 de agosto de 1971. No coinciden.
No coinciden con los actuales

Las señas no coinciden y ya podemos adelantar la hipótesis de que nos cambiaron el bebé (presumiblemente mientras estaba en incubadora dictatorial)

Porque la partida de nacimiento del FA señala cuatro características básicas, reconocibles e inmodificables

A) Reforma agraria

B) Nacionalización de la banca privada

C) Nacionalización de los principales rubros del comercio exterior

D) Enérgica acción industrial del estado incluyendo la nacionalización de la industria frigorífica

Estas características identificadoras funcionan como marcadores y pilares del proceso transformador; es decir, serian como el grupo sanguíneo que no se puede cambiar y todos saben que con solo perder la mitad de ese compuesto vital, el organismo muere. Este organismo de color rosado aparentemente está vivo, por lo tanto no puede ser el mismo del 71.

Tampoco es asunto de que el organismo ha cumplido cuarenta años y de allí la imposibilidad de identificarlo con los retratos que guardamos de su niñez… No. No señor. No es un problema de envejecimiento y por eso no lo reconocemos,…porque el DNA seria el mismo.

Y si seguimos observando nos damos cuenta que los cromosomas no se parecen. Un análisis simple, a ojo nos lleva a determinar que las muestras pertenecen a especies diferentes.

En el mejor de los casos podría pensarse que las muestras que contrastamos con las originales son un producto hibrido entre blancos y colorados. Lo extraño es que este frente amplio al parecer posee un sistema inmunológico de inferior calidad a los partidos tradicionales. Un detalle que lo hace más proclive por ejemplo a los ataques de la impunidad cuartelera o de la celulosa transnacional entre otros agentes nocivos.

De acuerdo a las muestras que todos conocemos, la composición genética del organismo nacido en el 71 y bautizado como FA, difiere totalmente con el sujeto que ocupa el parlamento bajo el nombre de frente amplio.

Cualquiera que lea las 30 Medidas se da cuenta que los “genes” que componían cada una de esas medidas han sido modificados.

En biología eso resulta imposible por lo tanto la lógica nos lleva a suponer una sustitución de identidad seguramente con fines espurios de acceder a la herencia ideológicamente rica del FA. Herencia artiguista y popular. (Otro dato curioso y quizás relacionado con el robo de la herencia: en un giro más hacia lo irreal y absurdo…ahora los únicos artiguistas, son los integrantes de las FFAA)

Los autores de esta sustitución fraudulenta no podrían ser otros que los que hicieron lo mismo con cientos de niños en ambas orillas del Plata y del cono sur y con los mismos fines: impedir el acceso del pueblo al poder.

Por eso, además de ser imprescindible para la vida moral de la sociedad conocer la verdad sobre los desaparecidos; sería conveniente que los representantes y gobernantes del llamado frente amplio nos digan si saben quienes son realmente.

¿No sospechan que utilizan una identidad falsa?

¿Que es lo que quieren y defienden? Porque de las 30 Medidas históricas que identificaban al FA, no solo se han alejado sin aplicar una sola de ellas, sino que en la práctica hacen todo lo posible para qué nos olvidemos de ellas.

Evidentemente el frente amplio progresista nada tiene que ver con el FA de las 30 Medidas.

Es hora de empezar a descubrir las verdades que se le ocultan a esta sociedad y a partir de la verdad será posible construir la justicia…

Esta reivindicación por la verdad y la justicia ya forma parte de la identidad nacional y no va a desaparecer por un cambio generacional.

La dignidad de un silencio que crece y crece derribará la puerta de los cuarteles.

Seria mejor que las abrieran si no quieren que la onda expansiva de un silencio incontenible las derribe con paredes e integrantes incluidos.

Y por último, lo del comienzo:

No olvidarse que en la “marcha del silencio” el pedido de verdad y justicia se multiplicó por miles y miles: Que fue un plebiscito de carne y hueso. De democracia directa, no supuesta….

Un plebiscito que no puede ignorarse y que quienes viven a sueldo de la representación popular, sean los que sean, tienen la obligación de tomar en cuenta; un plebiscito que decidió sin votos en contra:
Silencio hasta aturdir.

Por verdad y justicia. Hasta aturdir....Hasta aturdir

jaime g - - postaporteñ@ nº 561 - 2011-05-31



EL FASCISMO CRIOLLO-HISPANOAMERICANO YA NO

PODRÁ HACER SU "AGOSTO"

ASÍ NOMÁS...





LOS HUEVOS CAEN FRESCOS, PODRIDOS Y HASTA BIEN FRITOS,

SOBRE LOS “POETAS DE LA FALANGE”


“Hablaremos, como dijera en uno de sus poemas Agustín de Foxá*, desde el “alfabeto de nuestras banderas”, aun a riesgo de que como les ocurriera a los poetas de la Falange, en su gira por Hispanoamérica, nos tiren huevos, porque confiamos en que el lector, ávido de información y con espíritu crítico constructivo, como ocurriera en Paraguay a dichos intelectuales, nos los tirare frescos”.

* Conde de Foxá y marqués de Armendáriz, (Madrid, 28 de febrero de 1906-30 de junio de 1959), escritor, periodista y diplomático español de irrecuperable ideología falangista-fascista.

La cita entrecomillada es parte del “¿Quiénes somos?” con que se presenta en la “sociedad virtual” la publicación de la “Agencia Nacional de Noticias Hispanoamérica”, organización neo-falangista nada virtual con sede central en España, muy activa y muy generosamente financiada por mega corporaciones multinacionales altamente comprometidas con los intereses imperiales a escala intercontinental. Anticomunista y anti obrero de alma, el sitio se nutre del aporte militante internacional de columnistas de la talla “moral” del que citamos a continuación, un pequeño personaje de la farándula fascista vernácula que de tanto jetear y jetear con sus veleidades de ingenioso intelectualoide post dictadura 1972/1985, se ha ganado un merecido sitial de “renombre” en la sublime carrera de simple torturador jubilado convertido ahora en locuaz adoctrinador de las nuevas generaciones represivas de la “Banda Oriental”.

Es cierto que hay que disponer de un buen aparato vesicular y un hígado muy resistente para introducirnos en el cavernícola palabrerío trascripto, pero vale la pena prestarle atención, porque nos abre bien los ojos como para corroborar que aquí también la defensa de los torturadores y asesinos del pueblo oriental, no es ni casual ni espontánea, sino que la misma es encarada concienzuda y organizadamente, como parte del rol asignado por la clase dominante a sujetos que no son tan sólo ejecutores pasivos de sus designios maquiavélicos.

Lo que se lee, demuestra claramente –más allá de subterfugios, eufemismos y citas pseudo filosóficas que ni el mismo Cantinflas hubiese podido improvisar- que las cúpulas militares del “proceso” asumen ese rol de guardaespaldas y sicarios activos del capitalismo, plenamente concientes de su corresponsabilidad en la ejecución de los más brutales delitos de lesa humanidad de los que hoy se los pretende desvincular manteniendo la Ley de Impunidad y acogiéndolos a una prescriptibilidad que de hecho nos convertiría a todos en verdaderos encubridores de una delincuencia frente a la cual la delincuencia del “rastrillo” que hoy produce la paranoia mediática de Canal 4 y compañía, es un verdadero juego de niños.

Para Uds., la palabra del coronel (r) Luis Agosto (Secretario General, Unidad Nacional, Partido Nacional), el mismo que para contribuir al mantenimiento de la Ley de Impunidad, se confiesa hoy culpable no de torturas, sino de “apremios”, por no haber empleado en su valiente labor “patriótica”, la picana eléctrica, sino otras “técnicas” más económicas y artesanales, que significaron la muerte temprana y estragos físico-psicológicos de por vida, en muchísima gente cuyo principal “delito” fue el de enfrentarse a la impunidad capitalista antes de que ésta tuviera su propia Ley de Caducidad, hoy ya muerta aunque aún sin cristiana sepultura, como sin duda la tendrá gracias a la dignidad combativa de un pueblo para el que el “agosto” del fascismo “criollo-hispanoamericano”, ya no podrá seguir vendiendo buzones ni obeliscos así nomás...

Todo lo que sigue, entrecomillado, y para ir llevando:

** Cartas a la Redacción de “Agencia Nacional de Noticias Hispanoamérica” (publicado a principios de 2011)

“Señor Director de Agencia Nacional de Noticias Hispanoamérica:

De mi consideración:

Remito a ese importante medio de difusión el siguiente comunicado, que hago público sobre asuntos de álgida actualidad uruguaya pero que reflejan una realidad que viven todas las naciones de nuestro Hemisferio. Para el lector de otros países, se trata de la acción de la partidocracia local de eliminar irregularmente normas de pacificación nacional refrendadas por dos actos plebiscitarios por nuestra población.

Saludo a ustedes como probados exponentes de la genuina libertad y veracidad informativa.

Coronel (r) Luis María Agosto Bessonart, Montevideo

A la hora del llamado a responsabilidades por una inestabilidad institucional sin perspectivas de amainar, dos personalidades o personajes merecerán recordarse como los que más eficientemente están desalojando al Derecho del debate sobre la Ley de Caducidad.
Uno, el Ministro Almagro, que intenta persuadir a la población de la inevitabilidad de acomodar nuestros instrumentos legales, constitucionales y supraconstitucionales de derecho interno, en que se basa la independencia --real y no sólo formal-- de nuestro Estado, a una soberanía supranacional no electa ni consentida por nuestro pueblo. Pueblo que se dio una constitución que eligió el término “jamás” (sic) para proclamar lo contrario, es decir que los orientales no debemos abdicar de nuestro derecho-deber de mandar en nuestra tierra.

Concibo el internacionalismo como ideología, plataforma o utopía de ciertos pensadores o partidos, pero repruebo que desde un cargo público expectable se intente vestir de dignidad jurídica esa vocación personal o partidista de “desalambrar” las fronteras de nuestro territorio nacional. Más sincero era Julio Herrera y Obes cuando confesaba quejumbroso que se sentía “como gerente local de una empresa con casa central en Londres”.

La segunda figura de no envidiable nombradía es el académico Martín Risso, cuya mediática “solución” al dilema de cómo emascular los pronunciamientos populares la describió con admirable exactitud Korzeniak como “ingeniosa”. Y por cierto lo es, ya que ultrapasando Risso la ingénita vocación cesarista del Frente Amplio, que apenas si osaba superponer la ley ordinaria a los instrumentos de democracia directa, aconseja, Risso, que la triste faena de “derogar” el mandato popular (ese que “se equivoca” cuando no coincide con el programa de mi partido) la cumpla, no el legislador… sino el Poder Ejecutivo.


Que tan pobres ideas y penumbrosas actitudes sean el terreno en que se debate cuestión tan fundamental como aquella de que dependen la estabilidad y la paz pública, me impide hacer más que mencionarlas, dada su insolvencia. Y si las menciono es sólo en honor a nuestro pueblo, para que conste que no es éste, sino algunos que abusan de su jerarquía gubernativa o académica, el que promueve tan inconvenientes cambios político-jurídicos.
El pueblo no se equivocó; sin vacilar se pronunció, y ante su presencia soberana no ceden quienes deberían hacerlo, en lugar de negarle acatamiento, pues ese pueblo los ha agraciado con su confianza y con los halagos del poder que disfrutan.


Igualmente importante –y no he visto que en ello hayan reparado aún quienes critican estas tentativas antijurídicas— es que en el escenario al que el oficialismo y una oposición sólo nominal han llevado al país, la existencia misma del poder político está comprometida. No hay en esto exageración, sino definición: la Política es la concreción del interés general, del bien común.

Ella concierta y equilibra los bienes privados de los grupos y de las personas, la constructiva relación entre las clases sociales, entre lo temporal y lo espiritual. Así lo enseñó Aristóteles a todas las edades, pueblos y estirpes, porque pertenece a la naturaleza humana, y ésta resiste, invariable en lo sustancial, a la usura de los tiempos, las costumbres, los estilos.

Lo decimos porque no es política, sino sectarismo –su antítesis—el abusar como hoy se abusa del Derecho para segregar y estigmatizar a la institución militar so pretexto hipócrita de sancionar conductas individuales con instrumentos cuya sola audaz invocación genera legítimas sospechas sobre la validez de los móviles (piénsese tan solo en esa invención diestra de los criminólogos cubanos que Korzeniak bautizaría de “ingeniosa”: la “autopsia psicológica” arte mediúmnico que se ha abierto paso a codazos de baja política en un derecho penal uruguayo que ha dado nobles y auténticos penalistas.


A la absurdocracia, opongamos la voz del sentido común: “Que el Estado no esté dividido y no correrá riesgo de perecer, que los cuerpos sociales naturales [como el Ejército, agrego, LMAB] no sean pisoteados ni desechados por el Estado…y el bien público se incrementará por ese mismo impulso” (Maurras, “Le Bienheureux Pie X, Sauveur de la France” Plon, Paris, 1953).
Todo depende y pivota sobre un factor: que sea eso –el bien común-- lo que se pretenda, y no exactamente lo contrario.

** Cartas a la Redacción (Montevideo, 23 de mayo de 2010):

Sr. Director de AGENCIA NACIONAL DE NOTICIAS HISPANOAMÉRICA:

Adjunto reflexiones que aunque originadas en mi evaluación de la situación de mi país, creo pueden reflejar un problema colectivo de nuestra Hispanoamérica.

Saludo a usted muy atentamente, Coronel (r) Luis María Agosto Bessonart

Señor Director:

¿VIVIMOS EN UN ESTADO DE DERECHO?

La pregunta no es ociosa como un confortable status quo mental pudiera sugerirlo, y como las ciencias sociales exigen una incesante verificación de sus leyes ante el tribunal de la Realidad, invitamos a las organizaciones cívicas, gremiales, religiosas, culturales que no hayan renunciado a pensar para no parecer asociales, a discutir serenamente tan espinosa cuestión.

Para tantos temas insípidos se invita a eso que llaman “un gran debate nacional”, que me siento legitimado para promover una reflexión sobre la cuestión –esta sí transcendental-- de si en el Uruguay de hoy, el Derecho sólo sobrevive en la atmósfera de incubadora de los códigos, alimentados hasta la obesidad por políticos que sueñan con ver inmortalizado su nombre en la ilustre compañía de Eduardo Acevedo, Gonzalo Ramírez, Espalter y demás codificadores vernáculos (cuyas luces y buen uso del idioma –admitámoslo—superaban los de los audaces legiferantes hodiernos).

¿Vivimos, pues, en un Estado de Derecho? Los síntomas no son alentadores. Los siguientes son un puñado de ejemplos de una lista que podría ampliarse indefinidamente.

Primero, la rendición incondicional del Estado frente a la delincuencia.

Es un hecho irrefragable que el sistema político está contumacialmente omiso en el cumplimiento de su obligación constitucional de proteger la vida de los habitantes de la República. Ahora bien, como enseña Bidart Campos, Estado ineficiente = Estado ilegítimo. Destitución, y responsabilidad civil, administrativa y penal de los jerarcas omisos son las respuestas, las cuales están escandalosamente ausentes.

¿Son, las que menciono, medidas extremas?

No: son mandatos constitucionales. ¿Reacción desmesurada, pasional? Pregúntese a las familias de los trabajadores asesinados en la tétrica rutina diaria ante la cual los hombres del sistema declaran estar –ah-- “preocupados”, o injurian a los pobres atribuyendo la criminalidad a la pobreza, como si el delito fuera monopolio de la clase menos pudiente.

Segundo, desnaturalización de la ley. La ley es, por definición, norma general, lo cual garantiza la adhesión voluntaria de los gobernados a su mandato, convencidos por ello, sin necesidad de coacción externa (que sería imposible si las mayorías sociales fueran infractoras) de que si se les recortan ciertos derechos es en aras del bien común, y no por arbitrariedad o interés personal de los que mandan.

Ahora bien, según la mitología esópica del Estado progresista, el fondo común de los gobiernos que lo precedieron fue la entrega del país a la alta finanza internacional. Pero he aquí que lo típico del sistema que supuestamente nos ha liberado de esa ignominiosa servidumbre económica, no ha sido amparar a los desprotegidos, aumentar el salario real (como señaló una agrupación nacionalista, el 15% de los trabajadores sobreviven con $5.000 mensuales), crear vivienda, amparar y no matar la producción granjera, abrir fábricas y promover el ahorro y la inversión local, y, en suma, suturar de una vez las famosas “venas abiertas”, sino una paroxística tendencia a la entrega de la soberanía económica del país, con extremos delirantes de “reprogramación” (perpetuación) de deudas a las que nunca llegó ningún gobierno que los precediera.

Genuflexión ante la usura que pareciera voluntario afán progresista de dar razón a Ezra Pound en cada uno de los versos de su Canto XLV, y diestro también en ponerse, como internacionalistas que son sus titulares, en las antípodas del Gral. Artigas, que se honraba en “no ser verdugo” de sus compatriotas.

Lo cual crea también a nuestros mitólogos alguna dificultad para que nos proclamemos Estado de Derecho, como que la Constitución manda que el Uruguay no sea patrimonio de ningún poder extranjero.

Leyes fundamentales, en suma, que en el sistema que nos rige han perdido generalidad, es decir calidad de leyes, como que se aplican según el dictado de las ideologías, con gravísimo riesgo de perturbación social por desobediencia colectiva.

Tercero, interpretación subjetiva, cuestionable, de las leyes por parte de la judicatura, último reducto de la legalidad frente a los abusos y negligencias de los demás poderes, según el conocido dogma del liberalismo político.

Particularmente en la órbita penal, impar custodio de la paz pública, la libertad y bienes que hacen la diferencia entre derecho o sumisión injusta, se da una invasión impropia de atribuciones legislativas por ciertos jueces.

La evaluación de lo que debe entenderse por “alarma social” es elocuente: ¿por qué hay alarma social –que obliga a procesar con prisión—en el caso de un ciudadano al que se imputa legítima defensa excesiva al ser rapiñado por enésima vez, y no hay alarma social cuando se paraliza un expediente penal para contemplar el turístico abandono del país por la Sra. María Julia Muñoz, testigo clave de una investigación judicial?

¿Tan embotada se juzga la conciencia pública que ve como intrascendente un caso de atraco a las arcas públicas hipotéticamente perpetrado por altos jerarcas oficiales? ¿Por qué no se aplicó a la Sra. Muñoz, el cierre de fronteras que –como corresponde— se impone a todo moroso en el pago de pensiones alimenticias cuando pretende abandonar el territorio nacional?

¿No consideró el juez actuante que la inexplicable excepción quebranta la confianza pública en la judicatura, con todas sus ominosas secuelas –justamente—para el Estado de Derecho?

Tenemos que formularnos estas preguntas sin prejuzgar sobre las respuestas, pero exigiendo, en nombre de la población, las respuestas que –sorprendente realidad—no reclama una oposición que falta a su obligación elemental de controlar.

Cuarto: constante violación de principios jurídicos supraconstitucionales, con entronización reptante del totalitarismo de Estado.

Basado en la mutilación del Derecho que ve en él exclusivamente el que ha cumplido los ritos formales de sanción, sin que importe un ardite la aberración que pueda encerrar su texto –atentando así contra las esencias de nuestra personalidad colectiva, que no nació de la indiferencia ética de doctores, sino de la doctrina de entrega total, a vida o muerte, de los gauchos, en cumplimiento de la norma eterna— nuestro Estado ¿de Derecho? expropia el derecho de los padres de orientar la educación de sus hijos, somete a estos al dogma oficial del agnosticismo, y avanza en la legalización del “derecho” del Estado-dios de determinar qué vidas no son “socialmente útiles” y es lícito suprimir.

Y es que Rousseau –la historia lo demuestra—acaba fatalmente en Hobbes.

Por todas las inquietantes consideraciones que anteceden, me parece vital ahondar el tema y no dar por sentada la vigencia de un Estado de Derecho que sólo podrá mantenerse con una celosa vigilia de las personas responsables.
Si el Uruguay no es ya la Suiza de América, si su seleccionado no es tan diestro como el de Maracaná, y si el Estado de Derecho que nos dio justo prestigio internacional sólo sobrevive en la denominación y el mito, más vale que reconozcamos el mal. Para curarlo.

Coronel (r) Luis María Agosto Bessonart - C.I. Nº 1.064.485-4, Secretario General, Unidad Nacional, Partido Nacional, Guayaquil 3378/801/Montevideo/Tel. 27081072.-“

Montevideo, mayo de 2011

GABRIEL CARBAJALES - postaporteñ@ nº 561 - 2011-05-31



UNA NUEVA TEORÍA

DEL IMPERIALISMO



Coincido una vez más con Jorge Maiki (Nº 555, mayo 21) en que otros temas demandan nuestra atención. Continuar nuestra polémica sobre aspectos de la retrospectiva histórica de la teoría leninista del imperialismo, cuando estamos de acuerdo en casi todo lo central de la lucha política contra el imperialismo hoy, no es lo más productivo.

Por lo tanto, aunque creo que hay temas importantes que quedaron en el tintero, haré yo también un alto provisorio en esta discusión. Ya habrá tiempo para todo eso.

No quiero sin embargo abandonar el tema sin señalar algo que puede interesar a los lectores. Dos artículos muy recientes de Claudio Katz que van de lleno al tema, han sido publicados en Internet en los últimos días, incluso después de iniciada nuestra discusión.

Estos son:

LA TEORÍA CLÁSICA DEL IMPERIALISMO

http://www.lahaine.org/b2-img11/katz_teoria1.pdf

EL IMPERIALISMO CONTEMPORÁNEO

http://www.lahaine.org/b2-img11/katz_impcont.pdf

En mi opinión Claudio Katz es un teórico marxista muy solvente, uno de los más destacados y prestigiosos. Eso no quiere decir que yo, que no soy ninguna de esas cosas, esté en un todo de acuerdo con sus posiciones. Incluso con algunas cosas que plantean estos dos artículos tengo diferencias.

Pero sus análisis son sin duda un punto de referencia obligado.

Estos dos artículos se refieren estrictamente a la teoría leninista del imperialismo, a su relativa obsolescencia, y a la necesidad de actualizar nuestra comprensión del capitalismo actual no limitándonos a lo que él llama (y comparto) una repetición ritual de los viejos textos.

Katz no entra aquí en el punto específico a los que me referí en mis notas sobre este tema, es decir, la posibilidad o no de procesos de nacionalismo burgués en la periferia capitalista y su carácter progresivo o no desde el punto de vista de la revolución socialista.

Pienso, sinceramente, que Katz no toca ese tema porque da por hecho que es un pensamiento ya totalmente descartado, y ni siquiera se detiene a considerarlo porque no vale la pena.

Pero es muy importante su análisis general sobre el problema del imperialismo, las diferencias entre la etapa que vivió Lenin y la nuestra, mostrando la complejidad de las polémicas entre los distintos teóricos revolucionarios que nos precedieron, desmintiendo la idea de una teoría infalible que pueda seguir vigente hasta hoy sin cambios.

Quiero compartir esta frase:

"El análisis del imperialismo contemporáneo requiere superar la simple repetición de la teoría tradicional y la asignación de vigencia infinita a una etapa específica de principio del siglo XX".

Pero también quiero agregar un punto.

Si no tiene sentido la repetición ritual de la teoría clásica del imperialismo, aun menos sentido tiene hoy la repetición ritual de las FÓRMULAS POLÍTICAS de aquel tiempo, que la realidad demostró que resultaron equivocadas AUN PARA AQUEL TIEMPO y que mucho más equivocadas lo son hoy.

Como dijimos, ya habrá tiempo.

FERNANDO MOYANO - postaporteñ@ nº 561 - 2011-05-31

LA TIERRA, LOS IMPUESTOS

Y YO


W.Yohai (miembro de la Red de Economistas de Izquierda del Uruguay)

26 de mayo de 2011

Corría el año 2003; el autor de estas líneas y un querido amigo y técnico recorrían el país en busca de un campo para arrendar.
Vieron no menos de 20 estancias en gran parte de los departamentos del país.
Casi ninguna se arrendaba completa.
El campo más barato que les fue ofrecido era una estancia sin instalaciones, con una vivienda precaria como única mejora, prácticamente sin divisiones internas, donde no llegaba la señal de telefonía celular ni la energía eléctrica, y con unos accesos diabólicos.

El precio 13 dólares por hectárea y por año.
Campo seguramente de los peores del país, cerros, monte natural intrincado, y, por supuesto, garrapata, con la resultante necesidad de bañar al ganado varias veces por año.

En las recorridas nos encontrábamos periódicamente con grupos de estancieros más o menos fundidos enarbolando la insólita consigna “rentabilidad o muerte”.
Ni “patria o muerte”, ni “libertad o muerte”...toda una una escala de valores al desnudo.

Pero el hecho de que la demanda de campos para arrendar superara ampliamente la oferta implicaba, sin lugar a la menor duda, que había en efecto rentabilidad.

O sea, si alguien estaba dispuesto a pagar una cifra de dinero significativa por arrendar algo es porque, salvando algún caso insólito de un capitalista tan generoso como para regalarle su dinero al dueño de un campo, evidentemente el “estudio de situación” enseñaba a los capitalistas futuros arrendatarios que, además de la renta obtendrían una ganancia para ellos después de la inversión que implicaba, además de la renta, la compra de ganado, mejoras imprescindibles a los campos y el trabajo de administrar los mismos.

Simple lógica burguesa, diría uno.

Ya para aquellos años el “adelantado” Correa, el brasilero dueño de una importante empresa fabricante de bienes de amplio consumo había adquirido más de 100 mil hectáreas de suelo nacional a precios de regalo.

Descubrimos, por esos tiempos, que el campo no pagaba impuesto de primaria, tal cual lo hacían las viviendas, incluso modestas en las ciudades.
Y que tampoco pagaba impuesto al patrimonio, como si lo hacía (bueno, por lo menos debía hacerlo) cualquiera que tuviera como patrimonio una casa más o menos buena, un auto y alguna casa en balneario.

Correa, por ejemplo, no pagaba ninguno de estos impuestos.

Tuvimos a este respecto una discusión abortada con el que después sería ministro de ganadería, el ingeniero Agazzi.
Que sostenía, de acuerdo a los versos que contaban los antesalistas (nos repugna un poco usar el término de origen inglés “lobbysta”) del siempre llorón “sector agropecuario”, que “una familia dueña de 2.000 hectáreas en el Norte obtenía apenas 16.000 pesos por mes”.

En aquel entonces eso equivalía a unos 6 a 7 mil dólares al año. Y sin embargo, después de nuestra amplia recorrida por el país estábamos en condiciones de afirmar, con amplio conocimiento de causa, que si esa “familia” (nótese el uso del lenguaje y su trasfondo ideológico, 2000 hectáreas constituía en el léxico de la izquierda tradicional un “latifundio”, y su propietario era un “latifundista” o “estanciero”) arrendaba el campo obtendría, siendo este realmente muy malo, no menos de 30 mil dólares al año. Y esto sin explotarlo, simplemente rascándose la panza.

Nuestra disposición a “pensar bien” de los compañeros nos inducía, entonces, a suponer que estaban simplemente equivocados.

Pero cada vez que intentábamos discutir el tema nos topábamos con una verdadera “muralla china”. Y claro, a medida que el tiempo pasó nos dimos cuenta de que algo “olía muy mal en el MPP”.
Y que se estaba produciendo, o, más aún, ya se había producido una alianza férrea entre los estancieros de este país y el MPP comandado por el entonces senador José Mujica.

Ya en aquella época propusimos a todo el que quiso oírnos que una primera medida para restablecer en algo la justicia tributaria en el país era, precisamente, que “el campo” volviera a pagar, como cualquier hijo de vecino, los impuestos de primaria y patrimonio.

Como es de pública notoriedad, no tuvimos suerte.

Pasó el tiempo, el frente amplio accedió al gobierno.....y en setiembre de 2005 el semanario “crónicas económicas” publicó una entrevista al entonces presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU) y connotado “familia” o sea, estanciero-latifundista, Fernando Matos en la cual éste afirmó: “Mujica es un aliado nuestro”.

Para mí, éste fue el fin de cualquier duda. Mujica, y el MPP, y el MLN se habían transformado en aliados de la oligarquía vacuna.

Pasa el tiempo, el “Pepe”, el que decía poco antes de las elecciones de 2004 que “llegamos al gobierno y yo me voy para la chacra” está en la Presidencia de la República.

En el ínterin este humilde escriba fue desarrollando una teoría sobre los impuestos a la tierra.
Después de proponer, con éxito nulo, que se gravara con un par de impuestos realmente menores al sector, propuso que se creara un impuesto similar al viejo (de 1967, época de Pacheco) impuesto a la producción mínima exigible (IMPROME).

Y cuanto más estudiábamos el tema más comprendíamos la sabiduría de aquel impuesto, que había logrado, en pocos años la mayor incorporación de tierra; 250 mil hectáreas, al patrimonio del Instituto Nacional de Colonización.

Nos orientó en este proceso el fallecido y gran amigo Ing. Agrónomo Ricardo Cayssials. Comprendimos también la importancia de la renta de la tierra y de las rentas en general como factores retardatarios del desarrollo capitalista en cuanto se permitiera que fueran apropiadas por un reducido sector de la sociedad.

En efecto, el proceso de transformación que ha cruzado el campo uruguayo en los últimos 10 años se ha caracterizado precisamente por la concentración y extranjerización de la propiedad de la tierra.

Y no solo de ésta, también la producción se ha concentrado. Un auge y una bonanza extraordinarios son visibles cuando uno recorre el interior del país.

Grandes máquinas, vehículos de lujo, cascos de estancias remozadas, y en los pueblos y ciudades más en contacto con la producción agropecuaria se observa el mismo fenómeno que superficialmente puede inducir a creer en una riqueza distribuida.
No es así.

En lo esencial, tanto en el campo como en la ciudad los frutos de tales despliegues en lo esencial son privativos de muy poca gente, tal vez no más del 20% de la población.

Pero la verdad detrás de todo esto es que esencialmente LA PRODUCCIÓN AGROPECUARIA, TAL COMO LO MUESTRAN LOS NÚMEROS DE LAS CUENTAS NACIONALES QUE PUBLICA EL BANCO CENTRAL, ESTÁ ESTANCADA.
Si, estancada, tal como lo estaba cuando los jóvenes de los años 60 pedíamos a gritos (y también a tiros) una reforma agraria.

O como cuando lo hacía en marzo de 1971 el general Seregni en el discurso fundacional del frente amplio.

La actual bonanza se debe, única y exclusivamente a los elevados precios de los commodities de exportación. Productos que se exportan, además, en su inmensa mayoría sin agregado de valor o con un nivel mínimo de procesamiento.

Por todo lo anterior es sorprendente que, así nomás, de la nada, el Presidente de la República salga, muy suelto de cuerpo él, a afirmar que instalará un impuesto progresivo a la propiedad de la tierra.

Lo han precedido unas declaraciones de un hombre que dicen que es de su confianza, el economista Frugoni que preside la OPP.

¿Deberíamos alegrarnos?

Claro,...pero...

Éste es el mismo personaje que ya dos veces les prometió a los burgueses de toda laya, nacionales y extranjeros que no habrá cambios significativos en el sistema tributario.

Después de su gráfico “no les vamos a doblar el lomo con impuestos”, ahora viene a proponer un “impuestito” para que, quienes tanto se han beneficiado (¿habrá leído “la torta y las migajas” el último libro de REDIU donde se demuestra que los terratenientes de más de 200 hectáreas se enriquecieron en más de 31 mil millones de dólares entre 2003 y 2010?) paguen “unos pesitos más”.

Específicamente quienes tienen más de 2000 hectáreas. Y quienes tienen más de 100.000 (tanto y tanto ha avanzado la “contra reforma agraria” en estos años) “algo más”.

Las citas no son textuales. Y en uno de los parlamentos, siempre informales que ha producido al respecto los últimos dos días ha incluso precisado “3 o 4 dólares más”.

Tratando de enfocar toda esta historia científicamente vemos dos posibilidades:

1) que el Presidente realmente esté pensando en poner algún impuesto modesto por sus alcances recaudatorios, casi insignificante a los latifundios.

2) Que todo sea nada más que una maniobra de distracción hacia sectores descontentos del partido de gobierno.

En efecto, demuestra la historia de los últimos años que la gente tiene memoria corta y fragmentaria. Cuando se habla repetidamente de algún tema, en especial propuestas de cambios en políticas, la mayoría se queda con la idea de que las mismas se han llevado a cabo, aunque éste no sea el caso.

Si lo que está sucediendo es esto, es claro que nada va a suceder.

Pero si la verdad es la primera opción, entonces llama poderosamente la atención, aunque no sea nueva en él, la forma en que el presidente presenta su idea “en sociedad”.

Es claro: están en contra, por supuesto, los terratenientes. Y ya han salido estentóreamente a proclamarlo.
Y, también muy previsiblemente, está en contra y anuncia que no votará una ley en ese sentido un extenso sector del partido de gobierno, además, seguramente, los parlamentarios blancos y colorados.

En suma: el presidente no ha movido un solo dedo para que un proyecto de esta índole parta con el único apoyo que podría tener: el del pueblo.

Y no podemos suponer que ignore que, sin un gran apoyo masivo es imposible que un proyecto de esta índole salga adelante.
El panorama político del país es demasiado claro al respecto.

No nos queda otro camino, por tanto, que pensar que la variante 2 es la única certera; o sea, se trata de una nueva maniobra de distracción para que algunos cientos de militantes piensen que “el Pepe quiere pero no lo dejan” y se termine de convencer de las reales intenciones del personaje.

Y también, en afán científico, no descartamos que al final se termine aprobando alguna imposición de ínfima significación cuantitativa con el fin de “llenar el ojo”.

La vida dirá.

WILLIAM YOHAI (Rediu) - postaporteñ@ nº 561 - 2011-05-31

No hay comentarios: