Comunicado:
Ante el desalojo de la Solidaria
Ante las mentiras reiteradas
queremos ser bien precisos:
2- Nuestra organización social de DDHH decidió concurrir solidariamente entendiendo que este desalojo atentaba contra las organizaciones sociales que allí existían desde hacía 5 años.
3- Por tanto es una patraña decir que La Solidaria era la sede de Plenaria Memoria y Justicia. La intencionalidad está clara: generar quiebres entre las redes de diferentes organizaciones sociales. Quita el protagonismo de ese proyecto de 5 años a otras personas y colectivos y adjudica públicamente a Plenaria Memoria y Justicia esa obra social destruida por el interés mezquino de unos pocos. Ese sitio cuando fue ocupado hace 5 años era una tapera y poco a poco se convirtió en un sitio de referencia de vecinos y organizaciones sociales. Las plantas asomaban por sus ventanas y allí funcionaba una biblioteca y se realizaban diversas actividades artísticas entre otras. ¡Qué pecado! El martillo fatal del progreso le dio el ultimátum en el día de hoy.
4- Aclarado esto que La Solidaria NO es nuestra sede, por lo tanto no hemos protagonizado los hechos del día de hoy, todos los que han mentido deberían otorgarnos el derecho de réplica y leer nuestro comunicado en el espacio central de todos los que repitieron la mentira. No sabemos quién la tiró a la cancha pero sin confirmar nada muchos la repitieron.
Plenaria Memoria y Justicia desde su fundación siempre se ha reunido en diferentes sindicatos que solidariamente nos han abierto sus puertas para llevar adelante nuestra lucha.
5- Solicitamos, sin mucha confianza que esto suceda, que cese la caza de brujas.
6- Exigimos la libertad de los detenidos/as que fueron bajados de un ómnibus al que fuerzas policiales detuvieron al mejor estilo de la dictadura
Plenaria Memoria y Justicia
21 de marzo de 2017
Partido Comunista denuncia ataque a su local central por parte de desalojados de La Solidaria
22.03.2017
MONTEVIDEO (UyPress) —
El Partido Comunista emitió una declaración condenando el ataque a su local central por integrantes de la marcha que se oponía al desalojo de La Solidaria, centro generalmente asociado a actividades de la Plenaria Memoria y Justicia.
El texto completo del comunicado es el siguiente:
En la tarde de hoy nuestro local central fue blanco de un nuevo ataque.
En esta oportunidad el ataque partió de una marcha que se desplazaba por Fernández Crespo, con carteles y consignas rechazando el desalojo del Centro La Solidaria. Al pasar frente a nuestro local, ubicado en Fernández Crespo y Asunción, empezaron los insultos, las pedradas e incluso fueron arrojadas bombas Molotov y bombas de humo.
Los compañeros que estaban en el local salieron a intentar frenar la situación, las agresiones se intensificaron, los compañeros fueron agredidos a golpes, con piedras, con cascotes, palos, hierros y también con bombas Molotov contra su cuerpo. Los compañeros respondieron la agresión y la repelieron.
Las agresiones y el ataque lo llevaron adelante personas encapuchadas, que luego agredieron de palabra y de hecho a vecinos, comerciantes, trabajadores y trabajadoras del comercio y obreros de una obra en construcción.
Repudiamos estos hechos y la cobarde agresión a nuestros compañeros y el ataque contra nuestro local.
Este cobarde ataque se suma a los más de una decena de atentados fascistas contra este mismo local, la casa central de la UJC, Nibia Sabalsagaray (asesinada en la tortura), el histórico Seccional 20ª, el local Centro, el local del Seccional Félix Ortiz (desaparecido por el Terrorismo de Estado), entre otros.
La metodología de agresión cobarde y patotera no tuvo, no tiene, y nunca tendrá nada que ver con la lucha popular.
Es la metodología de los enemigos del pueblo. No se defiende ninguna causa popular agrediendo cobardemente a trabajadoras y trabajadores, a vecinos y atacando como una horda a locales donde se organiza la lucha.
El PCU tiene una larga historia de lucha en defensa de los derechos de los trabajadores, de la unidad del pueblo, de las libertades. Pagamos un alto precio en compañeras y compañeros desaparecidos, muertos, torturados y presos, enfrentando a la dictadura y el Terrorismo de Estado.
Seguiremos luchando por la unidad y el avance en democracia hacia la liberación social.
Y queremos dejar muy claro, ante los ataques y agresiones, que defenderemos a nuestras compañeras y compañeros y a nuestros locales, herramienta de lucha popular, en cualquier circunstancia.
21 de marzo de 2017
Comité Ejecutivo Nacional
Partido Comunista de Uruguay
- postaporteñ@ 1743 - 2017-03-23
URU |
Académicos del mundo exigen a Vázquez una investigación
"seria y efectiva" sobre amenazas del Comando Barneix
En la nota brindan su apoyo a las personas amenazadas y le exigen al Estado uruguayo que “a través de sus representantes, exprese su más firme condena ante estas nuevas amenazas, que los poderes competentes las investiguen seria y efectivamente para dar con sus responsables, y que se aplique la ley como corresponde en un Estado de derecho, ya que de acuerdo a la legislación uruguaya la amenaza constituye un delito”.
Las amenazas llegaron en un correo electrónico difundido con la plataforma Tor, que protege la identidad del emisor y dificulta su localización, y hasta el momento la Justicia, la jueza Julia Staricco y la fiscal Mónica Ferrero, en conjunto con la Dirección General de Información e Inteligencia policial, no han podido rastrear el origen del correo.
Entre los amenazados están el ministro de Defensa Nacional, Jorge Menéndez; el fiscal de Corte, Jorge Díaz; la directora de la Institución Nacional de Derechos Humanos Mirtha Guianze; los abogados Juan Errandonea, Óscar López Goldaracena, Federico Álvarez Petraglia, Juan Fagúndez, Hebe Martínez Burlé y Pablo Chargoñia; el magistrado francés Louis Joinet; el activista brasileño Jair Kirshke; la ex canciller Belela Herrera y la investigadora italiana Francesca Lessa.
Martes 21 • Marzo • 2017 la diaria
Carta de apoyo internacional
ante amenazas
Texto completo y firmantes
http://www.agesor.com.uy/noticia.php?id=29109
Comisión Interamericana de Derechos Humanos condenó amenazas del “Comando Barneix”
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó este miércoles las amenazas de muerte a personas que han tenido algún papel en el procesamiento de causas judiciales por violaciones de derechos humanos ocurridas durante la dictadura de Uruguay (1973-1985).
Se trata de amenazas contra autoridades, operadores de justicia y defensores de derechos humanos de Uruguay, según explicó la CIDH en un comunicado.
La CIDH urge al Estado a “adoptar medidas urgentes a fin de proteger a los operadores de justicia”, “toma nota del inicio de investigaciones judiciales sobre estas amenazas” y “espera que se establezcan las responsabilidades materiales e intelectuales que correspondan y que se sancione a esos responsables de manera efectiva”.
“Si el Estado no garantiza la seguridad de sus operadores de justicia contra toda clase de presiones externas, incluyendo estas amenazas de muerte, el ejercicio de la función jurisdiccional puede ser gravemente afectada, frustrando el acceso a la justicia para las víctimas de graves violaciones a los derechos humanos perpetradas durante la dictadura”, indicó el organismo.
El relator de la CIDH para Uruguay, el comisionado Francisco Eguiguren, consideró que “es importante que se hayan iniciado investigaciones con prontitud”, pero que “es igualmente importante que se conduzcan con debida diligencia hasta sancionar a los responsables”.
Por su parte, el relator sobre Defensores de Derechos Humanos, el comisionado José de Jesús Orozco, destacó la importancia del trabajo de los jueces, fiscales y defensores que “con determinación han seguido buscando justicia a pesar de todos los obstáculos, incluyendo la vigencia de una ley de amnistía de 1986, llamada Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado”.
La CIDH es un órgano autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), ambas con sede en Washington, que tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia.
La Comisión la integran siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
(Fuente: EFE)
- postaporteñ@ 1743 - 2017-03-23
Peludos de Bella Unión en
huelga de hambre por tierra
Somos un grupo de trabajadores del sindicato UTAA (Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas).
Nuestro grupo se llama “Seu Pedro Bandera Lima“, nos encontramos acampando frente al Palacio Legislativo desde hace 9 días y nuestras familias se encuentran sosteniendo la ocupación de la tierra en Bella Unión hace 45 días.
Ocupamos la tierra reivindicando la consigna histórica de UTAA de “Tierra para el que la trabaja“. El predio ocupado se encuentra en la Colonia Eduardo Acevedo, son tierras del Instituto Nacional de Colonización.
Acceder a estas tierras solucionaría la vivienda, la alimentación y el medio de vida de 6 familias.
Nuestro proyecto es totalmente sustentable y viable, incluye plantación de morrón en invernáculo, una quinta con verduras varias, crianza de animales para chacinados, cría de gallinas por la demanda de huevos, y maíz para molino. También arrendaríamos una porción de la tierra para plantación de arroz, con lo que pagaríamos la renta al INC. Además ya tenemos un comprador para la pesca de peces del arroyo.
Construiríamos nuestras propias casas porque tenemos una bloquera y el conocimiento para hacerlo.
En el proyecto también está la idea de hacer cursos para aprender a realizar productos lácteos artesanales y luego venderlos en las ferias vecinales.
Nuestras familias se encuentran en el predio ocupante y el resto de Montevideo acampando y permaneceremos hasta obtener respuestas favorables.
Hemos decidido comenzar con una medida de lucha como es la HUELGA de HAMBRE por parte de algunos de nosotros.
Para nosotros no es fácil pasar esta situación, pero creemos que el esfuerzo hay que hacerlo porque detrás nuestro no solo están nuestras familias, sino también para generar impulsos para que otras personas luchen por acceder a la tierra en cualquier lugar del país.
Solicitamos a las organizaciones sociales el apoyo y solidaridad no solo con aportes materiales, sino que también pueden pasar por nuestro campamento. Los alimentos que recibamos no solo los utilizaremos en el campamento, sino que también los enviaremos a nuestras familias que están ocupando.
Entre otras cosas precisamos conservadoras, platos, cubiertos, frazadas, colchones y camas para los compañeros que comenzarán la huelga de hambre.
Desde ya agradecemos la solidaridad de los y las compañeras que se han acercado.
Salú compas!
Arriba los que luchan!
Trabajadores Rurales “peludos” de UTAA
Grupo denominado «Seu Pedro»
en memoria de Bandera Lima
continúa ocupando
tierras en Colonia Acevedo
Publicado en 23.02.2017 El Pueblo de Salto
Este corresponsal conversó horas atrás con uno de los trabajadores acampantes, nos referimos a Ricardo Ferreira, quien nos dijo: «Continuamos con la ocupación y el 6 de febrero el grupo decidió poner nombre a este núcleo de trabajadores. Decidimos poner «Seu Pedro» en homenaje a Bandera Lima. Fue un trabajador de la caña en la zona.
Trabajó en la fábrica de Calpica. Fue guerrillero.
Un hombre olvidado por muchos en la zona, pero que para nosotros ha sido un héroe como vecino, como persona. Aún vive su esposa doña Eva y sus hijos, entre ellos Enrique que está con nosotros en el campamento. Bandera Lima se movilizaba por estas tierras que hoy ocupamos.
Él estuvo preso en Punta Carretas y fue uno de los guerrilleros que se escapó en la recordada fuga masiva. Después nunca más estuvo preso ya que era hombre conocedor de montes, por lo que se escondía en lugares inaccesibles»
FRACCIÓN 49 B
Agregó: «En homenaje a Seu Pedro Bandera Lima es que resolvimos ocupar la fracción 49 B de Colonia Eduardo Acevedo.
Se trata de un campo de 248 hectáreas. Sabemos que existe una situación irregular de ese campo del Instituto de Colonización, el cual había sido adjudicado a una persona que nada tiene en el lugar. De acuerdo a la ley, el colono debe residir en el campo.
En ese campo siempre hubo animales de otras personas. Nosotros tenemos un proyecto bastante sustentable para llevarlo adelante, para no fracasar. Sabemos que el INC adjudica predios a la gente, pero los manda al matadero. Les da la tierra pero no les da como el poder sacar un lucro mínimo de esa tierra para la familia.
Nuestro grupo tiene un proyecto, el que hemos presentado al Instituto y a la Sra. Juez Letrado de Bella Unión y Fiscal ya que fueron al lugar a charlar con nosotros.
En esos campos hubo plantaciones de arroz en el pasado. Cuando crece el Río Uruguay de forma importante, hay 40 hectáreas que son afectadas por las inundaciones.
Algunos productores de arroz ya se han acercado a nosotros para preguntarnos, si en caso que tuviéramos acceso de forma legal a esa tierra, si podríamos unirnos para plantar arroz.
Se beneficiaría el Instituto con 4. 000 bolsas de arroz que no es poca cosa, y tendríamos beneficios con el arroz restante, tanto el arrocero como nuestro grupo Seu Pedro. Pensamos en construir invernáculos para hortalizas, tener una quinta y una granja»
INC y ocupantes enfrentados por una fracción en Bella Unión
Hace casi dos semanas, tuvieron una reunión en la que reclamaron la entrega de un predio de 248 hectáreas en Artigas, y desde el organismo estatal se les negó, alegando la existencia de mecanismos que aseguran “transparencia y orden” en la adjudicación.
Como respuesta, ayer dos de los peludos iniciaron una huelga de hambre, con el apoyo de la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA).
La tierra en cuestión es la fracción 49B, conocida como Colonia Eduardo Acevedo, a 30 kilómetros de Bella Unión, y la historia de su adjudicación se remonta al menos a dos años atrás.
Según informaron desde el INC, el 14 de octubre de 2015 se adjudicó esa fracción a un colono que no ha podido tomarla debido a que en principio el pastoriante -la persona que firma un contrato a corto plazo con el INC para usufructuar un predio hasta su adjudicación- lo ocupó y, una vez que se realizó el juicio y el desalojo correspondiente del ocupante, el predio pasó a ser ocupado por el grupo São Pedro, llamado así en memoria del peludo y guerrillero tupamaro Bandera Lima.
São Pedro está conformado por los cuatro peludos que reclaman la tierra, aunque a la huelga de hambre se sumó en solidaridad Jesús Gérez, quien conversó ayer con la diaria. “Nadie nos atiende. Por eso llegamos a esto”, afirmó. Los artiguenses plantearon que necesitaban la Colonia para su explotación.
Desde el instituto, su presidenta, Jacqueline Gómez, contó a la diaria que “escuchamos su planteo” y que la respuesta otorgada fue que existen vías formales para llevar a cabo la adjudicación. “La forma de acceso a las tierras es por medio de llamados públicos o en acuerdo con organizaciones sociales del territorio, y ellos no quieren hacerlo de esta manera, entonces estamos ante un problema de difícil solución”.
Los peludos dicen que es imposible acceder mediante concurso. “Hay amiguismo y mucha política, entonces no podemos acceder”, sostuvo Gérez. Por el contrario, Gómez consideró que el proceso de selección mediante llamados públicos “exclusivamente técnicos” es el que “transparenta la gestión” del INC. “Basta con decir que entre 2015 y 2016 realizamos más de 120 llamados, a los que se presentaron más de 1.500 familias, y sólo el año pasado adjudicamos 13.500 hectáreas. Es el procedimiento que para nosotros garantiza igualdad de condiciones para todos los postulantes”, afirmó.
Además, la presidenta del INC sostiene que el proyecto presentado por los ocupantes “no es viable”, en el sentido de que “casi 70% de la tierra está pensada para medianería de arroz, que entra en el marco de un proceso de tercerizaciones que no es a lo que apuntamos con el instituto, que tiene como eje fundamental del trabajo del colono la explotación directa de las tierras”.
Por su parte, el secretario general de la UTAA, Sergio Pintado, dijo a la diaria que existe una “fuerte necesidad” de empleo en Bella Unión y que por este motivo, si bien consideran “un tanto apresurada” la decisión de iniciar una huelga de hambre, “la apoyamos”, y sostuvo que “en los próximos días” la directiva viajará a Montevideo.
21/3/17 la diaria
posta - postaporteñ@ 1743 - 2017-03-23
POSTALINAS
MVD | invitación de la
Casa Bertolt Brecht
MARX HOY EN ALEMANIA ¿POR QUÉ Y CÓMO ESTUDIAR El CAPITAL?
Charla con Antonella Muzzupappa (Grupo PolyluxMarx de la FRL, Berlín)
[Con traducción del alemán al español]
Viernes 24 de marzo, 18:30 h / Andes 1274, esq. San José
Entrada libre
IMPACTOS DEL 'FRACKING' EN EL SUR DE ARGENTINA
Visita de Uruguay Libre a la Provincia de Río Negro
Dos integrantes del movimiento Uruguay Libre, Ana Filippini e Isabel Domínguez, invitadas por la organización internacional 350.org.
Visitaron comunidades de la Provincia de Rio Negro, al sur de la Argentina, afectadas por los impactos ambientales y sanitarios del Fracking, la explotación de hidrocarburos no convencionales con la técnica de fracturación hidráulica...
Los “petroleros”, como llaman los lugareños a las empresas norteamericanas Apache, Chevron y otras, llegaron en el año 2012 a la ciudad de Allen, ubicada a 1.120 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires con promesas de prosperidad y grandes ganancias. Sin embargo, en estos cinco años los efectos del Fracking han provocado una crisis social y ambiental.
La ciudad de Allen es una de las ciudades medianas, de unos 26.000 habitantes, ubicadas dentro del Alto Valle del Rio Negro. Conocida como la Capital de la Pera, la fruticultura era una de sus actividades principales. El centro de la ciudad se ubica a 6 km al norte de la costa del río y muy próxima al borde de la meseta (conocida regionalmente como barda).
Uno de los principales problemas se ha generado por la gran cantidad de lodos tóxicos acumulados provenientes de las perforaciones. Los lodos son depositados en piletones en las mesetas altas, las bardas, y ya ha sucedido que las lluvias arrastran esos lodos hasta el valle. Las autoridades no tienen conciencia del grado de toxicidad de esos lodos e incluso han propuesto rellenar con ellos los pozos de las calles de la ciudad.
El especialista Roberto Ochandio /1 asegura que hay muchas interrogantes para las cuales las autoridades no tienen respuesta aun.
Entre otras, cuál es exactamente la composición química de esos desechos del Fracking, si están contaminados con elementos radioactivos, quien está a cargo del control, quien se hará cargo de los análisis de laboratorio necesarios para determinar la peligrosidad de los residuos y de la disposición final de los mismos.
Con relación a los problemas de salud, los lugareños aseguran que se están produciendo más abortos espontáneos, que nacen más niños con malformaciones y hay más niños con asma.
Ochandio asegura que esto es así dado que en Estados Unidos se llevaron a cabo estudios en zonas de Fracking donde se pudieron constatar los efectos que relata la gente de Allen. Muchos profesionales de la salud conocedores de esta situación han abandonado la ciudad, por lo que además existen problemas derivados de la falta de profesionales en los servicios asistenciales.
Esto trae aparejado un malestar social, ya que la gente acusa a los profesionales de falta de ética por no realizar denuncias ni llevar estadísticas de los problemas nuevos de salud existentes en la ciudad.
Hay problemas con el agua. Además de estar contaminado con hidrocarburos y metales pesados, el Río Negro, la fuente de agua más cercana a la ciudad de Allen, existen problemas de abastecimiento de agua potable a la población.
En marzo de 2016 la Suprema Corte de Justicia de la Nación dictaminó que el agua de Allen contenía combustible y que no era potable. Hasta hubo que cerrar escuelas para que los niños no bebieran el agua que salía de las canillas, con olor a gasoil, aspecto aceitoso y con partículas similares a talco o ceniza.
Quizás la parte más dolorosa porque afecta a mucha gente tiene que ver con la fruticultura. Muchos productores han vendido o rentado sus campos a las petroleras y se han ido de la ciudad.
Los que todavía producen tienen dificultades para vender su producción y el hecho de que el mercado haya sido invadido por manzanas chilenas con un sello que dice “Manzanas Chilenas Libres de Fracking” sólo empeora aún más la situación.
Existen problemas con los pozos abandonados por las petroleras que no tienen ningún plan racional de cierre. Las filtraciones subterráneas de estos pozos han afectado los frutales y hay campos donde han muerto todos los árboles.
El colmo de la extracción de gas es que las casas cercanas a los pozos, la mayoría resquebrajadas por las vibraciones, en el duro invierno que hasta el agua se congela, no tienen gas!
Muchas poblaciones de la Provincia de Rio Negro se encuentran movilizadas para lograr la prohibición del fracking. 37 ciudades en la provincia de Entre Ríos, 70 municipios de Brasil, 5 departamentos de Uruguay, 3 estados de EUA, y 4 países europeos ya han prohibido el fracking..
La visita de Uruguay Libre a la Provincia argentina de Río Negro nos proporcionó una evidencia más sobre los impactos negativos del fracking.
En Uruguay tenemos un proyecto de ley de prohibición de Fracking a estudio en el Parlamento.
Es imperioso que se apruebe lo antes posible.
Montevideo, 21 de marzo 2017
Contacto: Ana Filippini 098407572
URUGUAY LIBRE
- postaporteñ@ 1743 - 2017-03-23
VNZL | ROLAND DENIS:
"YA ES TARDE PARA LA CRÍTICA, ESTE GOBIERNO ESTÁ MUERTO"
La Iguana / Clodovaldo Hernández 19/3/17
Roland Denis es un revolucionario crítico, pero no de la camada más reciente, sino de una que lleva años de disidencia, luego de haber sido viceministro de Planificación a principios del gobierno del comandante Hugo Chávez.
Roland Denis (Caracas, 1958) Licenciado en Filosofía, antiguo militante del movimiento Desobediencia de los años 80, este hombre que en su adolescencia dejó de usar el oligarca apellido Boulton, explicó en entrevista exclusiva para LaIguana.TV dónde se originan las desviaciones que, en su concepto, arrastra el proceso revolucionario venezolano.
-¿Qué se siente el haber desmentido el aserto marxista según el cual “el ser social determina la conciencia social”?
-¿Haberlo desmentido… cómo es eso?
-Sí, porque usted ha logrado tener una conciencia social distinta a su ser social.
-¡Ah, ahora entiendo la pregunta! Primero que nada, eso es un determinismo marxista, muy propio de Marx y de su época, del positivismo de su época y de todos los determinismos. Todo se ha dialectizado y se ha hecho mucho más complejo. El ser social determina la conciencia social, pero la conciencia social también puede determinar el devenir del ser social. En mi caso, simplemente me dio la gana de abrirme de mi clase social… o mejor dicho, no fue porque me dio la gana, sino porque me encontré en el camino ventanas de la vida que se abren, seres que uno se encuentra, escenarios, cruces de personajes que, obviamente, si no me hubiese topado con ellos, mi trayectoria hubiese sido otra. Aparecieron realidades, circunstancias que, poco a poco, me fueron enamorando de otra opción de vida. Eso es todo.
-Algunos analistas dicen que la Revolución entra en crisis a partir de la muerte del comandante Hugo Chávez, pero de usted puede decirse que es disidente desde mucho antes de ese hecho. ¿En qué momento sintió que el proyecto comenzó a desviarse?
-Hay que recordar que este proyecto comenzó a forjarse en los años 90, a través de una interacción que se fue generando entre un líder y el movimiento popular, entre un movimiento militar y los movimientos sociales que venían gestándose desde los años 80.
Eso derivó en una síntesis feliz hasta el punto de que se logró la toma del poder. Pero la crisis ya estaba en su corazón porque en esa suma de movimientos había elementos muy contradictorios con el propósito revolucionario. La opción de Chávez de optar por la vía electoral tuvo mucho apoyo, pero también muchos cuestionamientos.
Entre los grupos críticos estuvimos nosotros, por una razón obvia: la creación de una opción electoral amplia iba a traer como consecuencia la entrada dentro al proyecto de cambio revolucionario de una cantidad de sujetos que lo harían con un criterio netamente oportunista. Eso, frente a continuar en la opción insurreccional, provocaba un debate difícil.
Finalmente gana la opción electoral y el movimiento popular se convierte en gobierno, pero lleno de una cantidad de cruces con las viejas castas políticas, con mafias sindicaleras, con una izquierda reformista, con una cuerda de batequebraos, como se dice, que solo andaban buscando cargos, procurando ser parte de lo que vino a continuación, que fue el gran saqueo de la renta.
Esos sectores se pusieron a hablar el lenguaje de los movimientos sociales, que Chávez adoptó y del que se convirtió en un ícono, pero en realidad no compartían las ideas concretas.
Se limitaron a imitar el lenguaje bolivariano, de género, soberanista, independentista, pero el conjunto de las fuerzas que aparentaban impulsar la Revolución estaba plagado de agentes oportunistas.
También había un componente militar que sí, tenía una posición nacionalista, pero desde una posición ideológica francamente de derecha, que se fue develando con las posiciones que asumieron hombres como (Jesús) Urdaneta, (Luis Alfonso) Dávila, (Jesús Acosta) Chirinos, etcétera.
Fue un movimiento muy heterogéneo y diverso, pero no en el buen sentido de la palabra, sino que esa heterogeneidad, esa diversidad, que en otras situaciones son características tan bonitas, en este caso jugó como un elemento terriblemente regresivo.
-¿La desviación comienza entonces desde muy temprano?
-Sí. Y se nota con los grandes fenómenos de corrupción, con el famoso Plan Bolívar 2000. Pero la crisis no es tanto la corrupción en sí misma, sino la impunidad que también comienza a manifestarse desde el principio.
Y también comienza a expresarse la actitud de ciertos militares que se creen dueños de un poder que, en realidad, no era de ellos, sino de la sociedad y del movimiento popular.
El hecho de que la crisis comience temprano no niega que haya habido, paralelamente, hechos muy hermosos, como el fenómeno constituyente, la dinámica de los movimientos populares, la defensa del país frente a la enorme conspiración oligárquica que vino desde afuera y desde adentro.
Eso fue hermosísimo, reflejó cohesión, de multiplicación de organizaciones populares, pero eso que estaba pasando le dio mucho miedo, no solamente a los oligarcas y a la gente que pensó que le iban a quitar su carrito o que le iban a llevar a sus hijos a Cuba.
También asustó a los oportunistas que se habían internado en el movimiento. Allí comienza esa gran diatriba que alcanza su máxima expresión en la presidencia de Nicolás Maduro.
La ruptura
-¿Por qué cree que no supo manejar el poder?
-Tuvo muy poca autoridad, en el fondo, a pesar de ser un personaje de apariencia muy caudillista y hasta autoritaria. O tuvo poca autoridad o lo fueron neutralizando. En eso no solo trabajaron los personajes internos, sino yo diría que hasta los propios cubanos.
Eso permitió que entraran más y más personajes siniestros, que el Estado se hiciera más y más burocrático, que las redes de corrupción resultaran cada día más fortalecidas, y el proyecto como tal comenzó a cambiar su visión. Chávez, al final de su vida, trató de corregir las deformaciones, siendo muy autocrítico, pero ya era muy tarde, ya se estaba muriendo.
Ese discurso del golpe de timón fue un último intento verborreico, pero ya no había tiempo.
-Cuando usted estuvo en el Ejecutivo, como parte del equipo de Felipe Pérez Martí, ¿qué vio allí adentro? ¿Cómo fue esa experiencia de gobierno?
-Bueno, fue una experiencia de no-gobierno porque ocurrió en 2002-2003 y en esos momentos casi que nos quedamos sin gobierno, de hecho, tumbaron a Chávez. Cuando él regresó sí hubo una experiencia interesante porque comenzaron a tener un nivel decisivo de influencia los movimientos populares organizados, multiplicados, fortalecidos y hasta envalentonados en contra de esa reacción tan dura que había tenido la derecha.
El equipo al que yo pertenecí estaba montado en la idea de reconstruir el gobierno y, a la vez, cambiar el Estado, mantener la economía y adelantar un plan transformador impulsado no por la renta estatal sino por las fuerzas revolucionarias.
Fue un momento muy bonito. Por ejemplo, en pleno paro petrolero, fuimos capaces de coordinar los recursos populares para darle de comer a buena parte de Caracas, que ya se estaba quedando sin alimentos.
Fue una experiencia de gobierno realmente revolucionaria.
-¿Y qué pasó entonces?
-Era obvio que había gente que ya estaba trabajando en la otra agenda. La presión adentro era tremenda. Había un componente personal muy determinante. Por ejemplo, un personaje increíblemente negativo de este proceso ha sido Jesse Chacón, no solo por el tema de la corrupción, sino porque empezaron a crear un espectro ideológico de un populismo barato, inmediatista, despilfarrador, sin estrategia alguna, donde lo único que vale es salvar el camino inmediato. Pero él es solo un ejemplo.
Lo que quiero decir es que el mundo estaba incidiendo sobre nosotros para crear de nuevo todas las relaciones que la IV República ya había creado para garantizar el control de nuestras riquezas. Hay que entender cómo nos miran desde fuera.
Nosotros, cuando hablamos de Europa, de Estados Unidos, de los grandes países del mundo, decimos que son imperialistas, pero también vemos lo que producen, el campo civilizatorio que generan. Pero, ¿cómo nos miran ellos a nosotros? Bueno, je, je, je, como un pedazo de tierra con un poco de negritos y de indiecitos fastidiosos encima, y piensan que deben quitarnos esa tierra porque aquí hay riquezas.
-¿Usted mantiene contacto con quien era el ministro de Planificación de aquella experiencia de gobierno suya, Felipe Pérez Martí?
-Felipe es muy amigo mío, pero él se pasó totalmente a la derecha. Incluso está en un movimiento que yo le he criticado muchísimo, a favor de una supuesta Constituyente originaria que yo no sé qué coño significa. Me imagino que una constituyente originaria será la que hicieron los primeros humanos, por allá en África o, en nuestro país, el Congreso de Angostura.
En todo caso, detrás de ese planteamiento absurdo se esconde un movimiento dentro de la derecha para plantear la reforma de la Constitución de 1999, pues saben que contiene muchas trabas para la entrega final, que va más allá de los recursos petroleros, de la renta y del arco minero, que ya se hizo con el chavismo, que lo está haciendo Nicolás.
Para la siguiente fase, necesitan cambiar la Constitución en el sentido reaccionario, conservador. Y Felipe, inocentemente, les está haciendo el juego, lo cual considero muy lamentable porque yo lo quiero mucho, para mí es una gran persona.
“Esto se acabó”
-¿Es inevitable que venga un gobierno encabezado por los líderes políticos de la derecha?
-Inevitable no hay nada. Se está preparando una transición que se ve clarita. Lo que pasa es que la derecha, que yo no sé dónde comienza y dónde acaba, pero digamos que la derecha más visible, es muy torpe. Entonces mantiene una actitud de que “yo te voy a sacar del poder y al día siguiente amaneces preso”. Y frente a eso, la otra gente dice: “No, yo tengo aquí 17 años y tú no me vas a meter preso, a menos que me tumbes”. En ese sentido tienen mucha razón Nicolás, Diosdado y todos ellos.
Pero, por otro lado, se está preparando todo para la transición. Eso puede apreciarse, por ejemplo, en las políticas de Petróleos de Venezuela o en materias como el Arco Minero y en los planes gasíferos…
Ya desfalcaron totalmente al país entre escuálidos y chavistas. Se han sacado esas cuentas, lo ha dicho hasta el FMI: desde los años 80 para acá se han recibido alrededor de 500 mil millones de dólares y eso está por encima de las reservas del país más rico de la OPEP, que es Arabia Saudita, y de muchos países sumados. Ahora, esa centrífuga de dinero no se detiene allí, sino que el mundo entero mira con gula toda la región petrolera de la Faja del Orinoco y la zona del Arco Minero. Esa gula está metida dentro del Estado, a través de políticos que han estado trabajando muy bien para alcanzar ese objetivo.
Para el entrevistado, se trata de una conspiración exitosa, que ya lleva muchos años en desarrollo, luego del fracaso del primer intento, que fue netamente oligárquico e imperialista.
“Una parte de esa conspiración ha sido bloquear todos los planes de desarrollo que teníamos. Bloquearon los proyectos para las industrias agrícola, química, farmacéutica, básica, pesquera, la pequeña industria. Todos los elementos que estaban proyectados han fracasado.
Lo único que se puede mostrar como un logro es eso que siempre han sabido hacer los italianos: poner un ladrillo sobre otro para construir un edificio, pero eso no es absolutamente nada si se le compara con el proyecto inicial que teníamos, y no nos ayuda mucho a dejar de ser un país rentista”.
-¿Culpa de eso a los sucesores del equipo del que usted formó parte en el Ministerio de Planificación?
-Bueno, luego del bloqueo de todos esos proyectos, se puso allí un ministro para justificar ideológicamente una fuga gigantesca de capitales y preferir estratégicamente la importación frente a la producción nacional.
Ese ministro fue (Jorge) Giordani, quien implantó un modelo nefasto que todavía está aplicándose hasta llevar al sistema cambiario al caos total. Ahora se ha entrado a otra etapa, que está muy bien representada por la política del Arco Minero.
Yo defendí el Arco Minero en un primer momento porque era una propuesta de movimiento minero de la región, pero esto que se ha hecho es otra cosa: negociar con las grandes corporaciones, monstruos gigantes de la minería más devastadora del mundo, tipo Barrick y otras parecidas.
Ahí está clarito: la conspiración ha tenido éxito porque ellos están negociando la riqueza minera más importante del mundo, mientras nosotros estamos ocupados aquí buscando dónde comprar una harina Pan o un pote de margarina. Hay que reconocerles ese éxito en neutralizar la conciencia y la rebeldía revolucionaria desde adentro, no por las redes escuálidas.
Fue muy bien jugado.
-¿Cuáles son las posibilidades de recuperación del movimiento popular? ¿Hay que pensar en tocar fondo, pasar algunos años y procurar volver con un nuevo proyecto?
¿O estamos condenados a asumir la senda del neoliberalismo, por la que transita el mundo entero?
-El devenir humano es tan impredecible que yo no puedo dar ninguna respuesta certera al respecto.
Lo que puedo decirte es que la recuperación de las fuerzas populares puede tardar mucho, pero también puede venir en dos semanas porque siguen latentes las semillas de un movimiento popular gigantesco, que además tiene más experiencia, que ya no es tan inocente como lo era hace veinte años y que podría despertar en cualquier momento.
Ahora, yo soy pesimista. Creo que va a ser un proceso largo, de reconstrucción muy difícil porque hay una pérdida de confianza, una pérdida de acumulación de fuerzas, de aquel pueblo que acompañaba el proceso. Eso fue lo que lograron, desapegar totalmente la fuerza social del espíritu revolucionario.
Recuperar ese puente es realmente jodido.
Tal vez sí haya regiones donde eso sea posible, no tanto en Caracas, que es una ciudad absolutamente intervenida y corrompida por la burocracia.
Yo creo en los movimientos rurales y semi-rurales que giran alrededor de ciudades importantes en el centro-occidente, Barinas, los Andes y algunos puntos de Oriente.
Allí hay experiencias no solo de elementos revolucionarios, en el sentido tradicional del término, sino también de pequeños propietarios y nuevas iniciativas. Cuando uno ve ese tipo de expresiones se convence de que el pueblo no está muerto, que para matarnos totalmente van a tener que eliminarnos de verdad.
-¿Qué rol tiene gente como usted en ese trabajo de reconstrucción?
-Nos toca explicar, con capacidad autocrítica, qué fue lo que pasó claro y raspado, con la verdad en la mano. Eso puede ayudar a renovar un pensamiento, un espíritu, pero eso será tarea de nuevas generaciones, que están naciendo, que no vivieron las viejas épocas, algunos ni siquiera vivieron el 2002, sino que comenzaron a estar activos a partir del chavismo tardío.
Esas generaciones están muy confundidas porque casi todos ellos quedaron moldeados con cuatro o cinco símbolos que ahora mucha gente odia.
Por ejemplo, eso de “aquí nadie habla mal de Chávez” no era antes una orden dictada por un déspota en un programa de televisión, sino un lenguaje propio de la gente. Eso ya se perdió.
Ya es muy tarde para la crítica, ya este gobierno está muerto, y tiene que renacer otra cosa. ¿Cómo va a renacer, cuáles van a ser sus tiempos y sus espacios? Nada de eso se sabe.
-Volvemos a la pregunta: ¿viene entonces un gobierno de derecha?
-Lo que se está negociando todos los días, de una manera franca, porque las mesas de diálogo son para eso, es una manera de traspasar el poder.
El diálogo significa que el gobierno está dispuesto a dejar el poder en manos de la derecha goda, de la godarria, representada por los sifrinitos de Altamira y, específicamente, a un personaje al que le están construyendo una especie de épica personal, que es Leopoldo López, quien podría ser el llamado a ocupar el mando, luego de unos personajes de transición que podrían ser desde (Manuel) Rosales hasta (Henri) Falcón, qué sé yo cuál.
En todo caso, eso se está negociando, igual que nuestro subsuelo, la entrega final de todas nuestras riquezas, luego de cuatro décadas de hablar de nacionalizaciones y de cuanta paja pueda haber.
Eso es lo que se está moviendo y allí participan muchas conexiones: la de (Álvaro) Uribe, la de la ultraderecha mundial; la conexión republicana de Estados Unidos; y la del neoconservadurismo ruso, que viene internándose dentro del continente americano a través de pensadores, algunos muy interesantes, por cierto, y que tienen mucha influencia en la nueva derecha europea, que no es liberal y que empiezan a penetrar acá mismo, y eso se ve muy claro en discursos como el de Diosdado Cabello.
Insisto en lo mismo: en todos estos movimientos se ve cómo al mundo entero le interesa Venezuela, pero no la Revolución Bolivariana, sino las riquezas y los negocios gigantescos que pueden hacer. Sobre todo esto estoy escribiendo algo que espero sea mi último aporte para entender lo ocurrido.
-¿Por qué el último?
-Porque ya he pasado demasiadas cosas. Mi rollo con Chávez comenzó en 2004, luego de unos artículos en Aporrea, de donde, por cierto, también salí. Yo nunca dejé de apoyar a Chávez, pero no me iba a calar que la relación con él fuera de dirigente a caudillo. Nosotros somos hijos de Chávez, pero Chávez también fue un hijo nuestro. Nosotros le enseñamos muchas cosas.
Yo siempre busqué una relación mucho más horizontal con el mando, pero fue un fracaso completo. Luego aparecieron las trabas burocráticas y las mafias que me sacaron absolutamente de todo, incluso de los medios públicos.
Ni Vanessa Davies, que es como una hermana, que combatimos juntos y a quien adoro, se atrevió a darme espacio cuando estaba en puestos de mando comunicacional.
-¿Los movimientos disidentes del chavismo tienen alguna posibilidad de asumir la conducción política de la Revolución?
-No, no creo, son movimientos muy pequeños, con poca fuerza. El grueso del movimiento chavista está del lado del PSUV. Esa fue la gran operación de captura del movimiento popular y fue concluida con éxito
-----------------------
Almagro protagoniza un
momento brusco
tras ser increpado sobre Venezuela
(Video)
Emisora Costa del Sol FM 21 Marzo, 2017El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, protagonizó, este martes, un momento brusco tras ser increpado por un activista anónimo que le reprochó que denuncie la situación en Venezuela y, a su juicio, no la de otros países de la región.
“Debería estar avergonzado de hablar de esa manera sin saber lo que la OEA ha hecho en esos casos, es increíble que bajo esas circunstancias de ignorancia haya expresado su opinión, por favor vaya y vea lo que se ha hecho”, le respondió Almagro, en inglés, visiblemente enojado.
Acto seguido, Almagro abandonó la sala haciendo la seña “V” con los dedos entre aplausos de los defensores de derechos humanos venezolanos que fueron hoy a la OEA invitados por él para denunciar al Gobierno de su país y los abucheos de una decena de personas que acudieron a protestar contra el secretario.
El hombre que lanzó los reproches a Almagro, en inglés, lo hizo en el turno de preguntas abiertas al público, pero se negó a identificarse después cuando los periodistas se le acercaron y abandonó rápidamente la sala.
A la mesa redonda sobre Venezuela asistieron alrededor de una decena de personas para protestar contra Almagro, ninguna de ellas venezolana quien, en declaraciones a la prensa, aseguraron haberse enterado de la convocatoria por la web de la OEA y negaron haber sido invitadas por el Gobierno venezolano.
Estos ciudadanos, que dijeron no pertenecer a ninguna organización, portaron carteles de “Almagro traidor, HDP” y “OEA-US fuera de Venezuela”, mensaje que también le gritaron cuando abandonó la sala.
Estas personas defienden que Almagro no ha condenado violaciones de derechos humanos en otros países, como la detención de la activista argentina Milagro Sala, aunque lo cierto es que el secretario general pidió su liberación en una carta pública el pasado noviembre.
Almagro abrió hoy las puertas del salón más solemne de la OEA, el Salón de las Américas, a cuatro de las principales organizaciones de la sociedad civil de Venezuela: Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, Transparencia Venezuela, Foro Penal Venezuela y Provea.
Estas entidades expusieron que en Venezuela la corrupción está generalizada, que no hay separación de poderes, que el Estado permite que las personas mueran de hambre, que se está militarizando la seguridad ciudadana y que se persigue a los que protestan contra el Gobierno, entre otras denuncias.
Almagro les prometió que la sociedad civil “nunca será callada”, mientras él sea secretario general de la OEA.
A la mesa redonda solo asistió una embajadora ante la OEA, la de Paraguay, quien estuvo sentada en la fila de autoridades junto a los observadores permanentes de España, Italia y Francia ante la organización.
Entre el público también pudo verse a funcionarios de menor perfil de las delegaciones de Argentina, Chile, Honduras, Uruguay y Venezuela.
Este lunes, la representante de Venezuela ante la OEA, Carmen Luisa Velásquez, interrumpió una rueda de prensa de Almagro con Lilian Tintori y Patricia de Ceballos, esposas de políticos venezolanos presos, para protestar porque, a su juicio, usa la organización “con fines proselitistas”.
Almagro y el Gobierno de Venezuela están enfrentados desde que hace año y medio el excanciller uruguayo comenzó a denunciar violaciones democráticas y de derechos humanos en Venezuela, país que ha pedido suspender de la OEA si no convoca elecciones generales, algo que requiere 24 votos de los 34 miembros.
EFE
https://youtu.be/P79CyOq1js8
- postaporteñ@ 1743 - 2017-03-23
PERÓN Y LAS 3 A
Por Sergio Bufano Revista Lucha Armada en la Argentina Nº 3, 2005
(NdeR: volvemos a publicar esta nota, ya que para
nosotros es fundamental ante un nuevo 24 de marzo, aniversario del golpe
de la dictadura en el 1976, tener memoria completa sin versos, ni
tapujos sobre cuando comenzó la represión en Argentina; y lo hacemos
convocando a marchar este 24 del 2017 Junto
al Encuentro Memoria Verdad y Justicia:
con la consigna Son 30.000 y Fue Genocidio)
La vinculación entre Juan Domingo Perón y el accionar de la Triple A es uno de los episodios más controversiales de los años setenta. Para salvaguardar la imagen del líder o evitar responsabilidades propias, esta cuestión fue relegada por buena parte de la militancia y la historiografía peronista. El siguiente artículo recupera episodios que echan luz sobre esta problemática.
La memoria es una construcción social que necesita de insumos precisos (hechos, datos, testimonios, fechas, escritos) que requieren su correspondiente interpretación
Pero, como se sabe, esa interpretación variará de acuerdo con los intereses de los actores que asuman la tarea de analizarlos. En el marco de la multiplicidad de miradas, distintos sectores sociales intentan preservar su propia memoria y en muchos casos es prácticamente imposible hallar puntos de unión que concuerden en la significación de un suceso. Es entendible y legítimo que las madres de desaparecidos instalen a sus hijos en el sitial donde la heroicidad y la nobleza de ideales sean sus virtudes y desaparezca por completo todo lo que enturbie su recuerdo.
Lo mismo ocurre con los hijos de las víctimas de la represión: la sublimación de sus padres asesinados por la dictadura militar es inevitable y probablemente necesaria. No hace falta decir que en el extremo del cinismo los personajes involucrados en la represión ilegal han construido un sentido supremo a su acción que justifica cualquier atrocidad.
En el espejo en que se miran ven a nobles cristianos que impidieron el mal absoluto del comunismo
La memoria se convierte, así, en un instrumento que en la construcción histórica puede llegar a justificar el terrorismo de Estado, las prácticas políticas ilegales o cualquier otra actividad humana. En buena parte de los casos se intenta ganar la adhesión social a la propia memoria sectorial.
¿Cómo, entonces, se indaga en el pasado para reconstruir la historia y quiénes son los deben hacerlo?
La única respuesta verosímil es que debe ser la sociedad desde sus múltiples expresiones la que asuma la tarea. Investigadores, organismos de derechos humanos, universidades, intelectuales y todos aquellos preocupados por sondear en la historia son los encargados de realizarlo.
Pero sólo podrán hacerlo si existe un Estado que incentive esa búsqueda y que no retacee esfuerzos. El Estado debe estimular espacios para rever, discutir y legitimar esa tarea que finalmente deberá contribuir a formar una conciencia colectiva. La creación de la CONADEP, el Juicio a las Juntas, la fundación del Museo de la Memoria en la ESMA y la anulación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida son probablemente los ejemplos más elocuentes de una participación estatal que incide favorablemente en la reconstrucción de la historia.
Hoy la mayoría de la sociedad –aún aquellos que con su silencio alentaron a los represores- saben que los militares cometieron atrocidades y han incorporado a su bagaje cultural valores que antes desdeñaban.
Pero ¿qué ocurre cuando en la indagación de la historia se rozan íconos intocables, figuras emblemáticas ubicadas en el altar de próceres de la patria que deben ser protegidos de cualquier acto impuro?
Ese es el dilema que se plantea con un protagonista crucial de la historia argentina: Juan Domingo Perón. Derrocado por un golpe militar, proscrito durante 18 años, usurpados sus derechos políticos y ciudadanos y vilipendiado como pocos, Perón se convirtió sin embargo en el líder de una mayoritaria porción de la sociedad beneficiada por sus leyes sociales y castigada luego por gobiernos que impidieron que se expresara democráticamente.
No resulta fácil, por lo tanto, criticar a esa figura-emblema de justicia social. Hay, además, un factor humano delicado y crucial: para alguien que gritó la vida por Perón puede ser muy doloroso enfrentar una imagen del líder que no sea la que se construyó en el imaginario social.
No sólo porque estuvo dispuesto a cumplir con la consigna, sino porque fue testigo de que muchos la llevaron –con una generosidad sin límites- hasta sus últimas consecuencias
El grito La vida por Perón debe ser ubicado en los distintos contextos históricos en que se proclamó. Voz de rebelión y demanda de justicia social desde 1955 en adelante, se convirtió a partir de 1973 en un grito que enfrentó a quienes intentaron darle un nuevo contenido, con los grupos más recalcitrantes de la derecha peronista, alentados por quien había sido el objeto de culto de la política nacional.
La llegada El 21 de junio de 1973, un día después de su arribo definitivo a la Argentina, Juan Domingo Perón pronunció un discurso a través de la cadena de radio y televisión desde la residencia presidencial de Olivos, cedida por el presidente de la Nación Héctor Cámpora.
Evitando toda referencia a la matanza de Ezeiza del día anterior, el general llamó a todas las fuerzas políticas y al pueblo argentino a colaborar para “volver al orden legal y constitucional como única garantía de libertad y justicia”.
Su discurso exhortó a una convocatoria “sin distinción de banderías” para la reconstrucción nacional y para “la paz constructiva”. Sin exclusiones ni sectarismos, Perón pidió que el pueblo contribuyera para alcanzar la máxima prosperidad
Fue un discurso generoso que pretendía la unidad de todas las fuerzas sociales en pos de un objetivo común. Conciente de la situación nacional y de los conflictos en su propio partido dedicó, además, tres párrafos que en su transparencia no podían dejar lugar a dudas:
1- “Los peronistas tenemos que <...> neutralizar a los que pretenden deformarlo desde abajo o desde arriba. Nosotros somos justicialistas. Levantamos una bandera tan distante de uno como de otro de los imperialismos dominantes <...>;
2- No hay nuevos rótulos que califiquen a nuestra doctrina ni a nuestra ideología. Somos lo que las veinte verdades peronistas dicen. No es gritando la vida por Perón que se hace Patria...”. Para que no hubiera equívocos en cuanto ha quién estaba dirigido su mensaje, insistió una vez más
: 3- “Los que ingenuamente piensan que pueden copar a nuestro movimiento o tomar el poder que el pueblo ha reconquistado, se equivocan”.
A partir de ese momento las mismas palabras fueron repetidas una y otra vez, casi obstinadamente, hasta el día en que falleció. En la CGT, con estudiantes, con dirigentes de otros partidos, con asociaciones sectoriales, con periodistas nacionales o extranjeros, en la entrega de subsidios o en charlas personales, Perón machacó sin disimulo su mensaje.
Nadie podrá reprocharle nada al respecto. Directo, sin eufemismos, volvió una y otra vez sobre el tema. Si alguna vez había elogiado a las “formaciones especiales”, eso era cosa del pasado; ahora se iniciaba una nueva etapa cuyo propósito era la armonía, la paz y la tranquilidad del país.
Luego de la renuncia del doctor Cámpora a la Presidencia de la Nación y la convocatoria a nuevas elecciones en las que el candidato era el general, el 3 de septiembre se refirió a la izquierda, las barricadas del Mayo francés y la guerrilla:
1 “ La gente que quiere emplear la metralleta para <...> imponer también una voluntad que no es la voluntad que fija la ley; eso tiene un solo nombre: es un delincuente que hay que hacerlo tomar con la policía, para eso está la policía.” Sin embargo, atento a los enfrentamientos que se producían entre sus propios partidarios, durante la presidencia de Lastiri convocó el 8 de septiembre a las agrupaciones juveniles a la residencia de Gaspar Campos
Lo hizo, aparentemente, como un intento de conciliación entre las facciones en pugna, aunque su mensaje fue dirigido única y exclusivamente a uno de los sectores. Allí estuvieron presentes Eduardo Firmenich, Roberto Quieto y otros dirigentes en representación de Montoneros; Envar El Kadri por la Fuerzas Armadas Peronistas; Rodolfo Galloso, de Concentración Nacional Universitaria (CNU), Jorge Catterbetti, de la juventud Sindical Peronista y dirigentes de numerosos sectores juveniles violentamente enfrentados entre sí.
La reunión se realizó en un clima cordial en el que Perón puso en juego toda su capacidad para armonizar la indisimulable animosidad entre los distintos agrupamientos
Allí estaba la ultraderecha vinculada a los sectores más ortodoxos del sindicalismo y la ultraizquierda que había usado sus armas –y volvería a usar muy poco después- para atacar a los máximos dirigentes sindicales.
Perón lo sabía y no se privó de enviar un mensaje otra vez manifiestamente unidireccional: el peronismo nada tiene que ver con el socialismo: “algunos quieren pasar de un sistema a otro sistema, cambiando el sistema.
No, no; el sistema no se cambia.
El sistema va a resultar cambiado cuando las estructuras que lo conforman <...> se hayan modificado.
¿Y cómo se modifican? Hay un solo camino <...> que es la legislación. No es de ninguna manera constructivo romper un sistema.” “...ustedes quieren hacer igual que Allende en Chile y miren cómo le va a Allende...
Hay que andar con calma”. Inmediatamente, conciente del formidable peso que tenía cada una de sus palabras, felicitó al delegado de la derechista Juventud Sindical Peronista: “ese es el espíritu que debe impregnar a todos”.
Finalmente, adelantándose a los hechos, Perón aconsejó “no jugarse en una aventura generacional y que puede conducir a un desastre. Un desastre en el que ustedes mismos se van a matar unos con otros <...>
Eso es lo que hay que evitar”. El mensaje estaba claro y nadie podía confundirse. Toda referencia al socialismo quedaba descartada, todo cambio de sistema también era descartado, cualquier semejanza con el gobierno socialista de Chile debía ser desechada y sería la policía la que se ocuparía de los que usaran armas y trataran de provocar un cambio radical.
Es impensable que los dirigentes de Montoneros y de la Tendencia no entendieran que todo el discurso estaba dirigido a ellos y que el aval a las formaciones ultraderechistas era manifiesto por parte del líder.
Si en el exilio Perón impulsó la existencia de grupos radicales de izquierda, con su retorno a la Argentina dejó en claro que no los iba a tolerar.
El 8 de noviembre de 1973, asumido como Presidente de la Nación, Perón concurrió a la CGT y puso en estado de alerta a los líderes sindicales acerca del peligro que amenazaba al Justicialismo.
Primero, dijo, intentaron a través del terror, con fusilamientos y masacres; luego mediante la asimilación a otras fuerzas políticas a fin de absorber al peronismo. “¿Cómo se intenta hoy conseguir lo que no consiguieron durante veinte años de lucha? Hay un nuevo procedimiento: el de la infiltración”.
Sin sonrojarse, Perón equiparó a los represores de 1955 con los Montoneros, diferenciándolos únicamente en el procedimiento.
Este, el de Montoneros, era un nuevo procedimiento para destruir al justicialismo. El Presidente de la Nación no habló, en esa oportunidad, de los grupos armados marxistas. Se refirió a quienes alejados de la doctrina justicialista intentaban imponer en el peronismo una patria socialista que estaba en las antípodas de su pensamiento
Pero con la certeza del dirigente político que conoce a sus huestes, agregó un concepto que muchos años después sería reconocido por los propios montoneros: “esto ha calado en algunos sectores, pero no en el de las organizaciones obreras”.
Si de algo estaba seguro el Presidente es que los obreros nunca se plegarían a un proyecto que proponía la violencia revolucionaria cuando existía un gobierno democrático elegido por el 62 por ciento de los ciudadanos, deseosos de paz y justicia luego de años de dictadura y represión.
Mientras Montoneros insistía en torcer la voluntad del líder y recurría a la teoría del cerco para justificar los dichos del dirigente, Perón fue cada vez más explícito en sus discursos:
“En la juventud peronista, en estos últimos tiempos, especialmente, se han perfilado algunos deslizamientos cuyo origen conocemos, que permiten apreciar que se está produciendo en el movimiento una infiltración, que no es precisamente justicialista.” A medida que pasaban los días y el mensaje de Perón era desatendido por los montoneros, su cólera se fue incrementando:
“¿Qué hacen en el justicialismo? Porque si yo fuera comunista, me voy al Partido Comunista y no me quedo ni en el Partido ni en el Movimiento Justicialista”. “Todos esos que hablan de la tendencia revolucionaria, ¿qué es lo que quieren hacer con la tendencia revolucionaria?”.
Convencidos de la inevitabilidad del proceso revolucionario y de que finalmente torcerían la voluntad de líder a fuerza de movilizaciones masivas y acciones armadas, Montoneros se negó a escuchar los mensajes sumido en el más profundo autismo político. El epílogo es conocido: encolerizado por las consignas que lo cuestionaban a él, a su esposa y a sus colaboradores, el Presidente no ahorró insultos que obligaron a retirarse de Plaza de Mayo a la masiva columna de jóvenes decepcionados.
El otro costado Hay, sin embargo, otra historia. Una historia paralela a los mensajes del líder.
Porque si es necesario reconocer que Perón se cansó de proponer a los jóvenes que se sumaran al justicialismo como ala progresista, abandonando naturalmente el uso de la violencia, también es cierto que sucumbió a la tentación de estimular una maquinaria de represión que inició sus actividades antes de que asumiera como Presidente, continuó durante su gestión y mucho después de su muerte.
Él sabía que aunque Montoneros abandonara la violencia, los grupos revolucionarios marxistas nunca dejarían las armas. Ante todo, era un general formado ideológica y políticamente en el más riguroso anticomunismo y que conocía la historia de la Unión Soviética, China comunista y Cuba.
No se le escapaba que “el cambio revolucionario de sistema”, como él lo llamaba, nunca sería abandonado por el marxismo que históricamente ha tenido la certeza de hablar en nombre de un actor: el proletariado protagonista de ese cambio.
La tentación de combinar métodos legales de represión con procedimientos al margen de la ley fue demasiado grande para un Presidente que veía que su antiguo enemigo, el “comunismo” (ahora “comunismo” armado) había adquirido una fortaleza nada desdeñable.
“Muchas veces me han dicho que creemos un ´batallón de la muerte´ como el que tienen los brasileños, -alegó diplomáticamente- o que formemos una organización parapolicial para hacerle la guerrilla a la guerrilla.
Pienso que eso no es posible ni conveniente”, dijo en diciembre de 1973, cuando ya actuaba la Triple A.
Pero las instrucciones habían sido emitidas una semana antes de asumir como Presidente de la Nación. El Consejo Superior Peronista aprobó una “orden reservada” en la que se estableció claramente cómo serían las reglas del juego:
“En las manifestaciones o actos públicos los peronistas impedirán por todos los medios que las fracciones vinculadas al marxismo tomen participación”.
El punto 9 decía: “Medios de lucha. Se utilizarán todos los que se consideren eficientes, en cada lugar y oportunidad”. Para los grupos de la ultraderecha peronista esa fue – aunque no la necesitaban- la luz verde para salir a matar.
En el plano cultural ya se había preparado el terreno para lo que vendría.
Dos días antes de asumir Perón la presidencia se dictó el decreto 1774/73 por el que se prohibían alrededor de 500 títulos de literatura presuntamente subversiva.
Los autores previsibles de censura eran Mao Tse Tung, Lenin, Trotsky y Rosa Luxemburgo. Pero la represión cultural alcanzó a N. Ostrovsky, Así se templó el acero; Dugald Sterner, El arte en la Revolución; E. Troise, Aníbal Ponce; y curiosamente a Eduardo Galeano, Jorge Amado y León Tolstoi. Entre los libros prohibidos se incluyó, seguramente por error, Estudios revisionistas, de José María Rosa, que en ese momento desempeñaba el cargo de embajador en Paraguay. El 4 de enero de 1974, con Perón como Presidente de la Nación, la Policía Federal allanó en Buenos Aires las librerías Fausto, Atlántida, Rivero y Santa Fe.
Los empleados fueron detenidos y prontuariados por difundir libros tales como La boca de la ballena, de Héctor Lastra; Territorios, de Marcelo Pichón Riviere; Sólo ángeles, de Enrique Medina y The Buenos Aires affaire, de Manuel Puig. Todos los ejemplares fueron secuestrados.
Los refugiados chilenos. El recelo de Perón hacia todo lo que fuera socialismo ya se había manifestado cuando el 11 de septiembre de 1973 un golpe de estado en Chile derribó al presidente socialista Salvador Allende. Faltaba un mes para que asumiera la Presidencia de la Nación cuando un grupo de 112 chilenos alcanzó a llegar a Ezeiza y solicitó asilo. Inmediatamente fueron rodeados por la policía y se les impidió salir del hotel, quedando en calidad de detenidos.
Los refugiados recurrieron en primer lugar al Presidente Lastiri y ante la falta de respuesta solicitaron a Perón mediante una carta –en su calidad de Presidente electo-, que les concediera asilo.
El silencio fue la única respuesta de Perón. Los detenidos solicitaron entonces a la Justicia que se expidiera y el juez Miguel Inchausti hizo lugar a un recurso de amparo y ordenó su inmediata libertad, pero el gobierno justicialista no acató la orden judicial y dio plazo de 24 horas a los chilenos para que se fueran del país. Peor situación fue la de 374 chilenos que se refugiaron en la embajada argentina en Santiago. Hacinados y con el salvoconducto de la dictadura listo para viajar a la Argentina, no fueron autorizados a hacerlo por el gobierno, a pesar de las denuncias realizadas por diputados y diplomáticos argentinos.
El 1 de noviembre el diario italiano Domenica dell´Corriere publicó una entrevista a Perón, ya Presidente, para interrogarlo sobre si otorgaría asilo político a los refugiados chilenos.
“Por supuesto –respondió- (obraremos) de acuerdo con el derecho internacional. Pero también es cierto que serán confinados en Misiones, en el norte y en medio de la selva”.
En mayo de 1974, en ejercicio de la Presidencia, Perón recibió al dictador Pinochet y se convirtió en el único presidente constitucional de América que se encontró con el tirano, en el preciso momento en que el Estadio Nacional de Santiago de Chile era un campo de concentración en el que se torturaba y fusilaba a cientos de opositores.
La excusa para justificar ese recibimiento fue el tratamiento sobre los hielos antárticos, pero es poco creíble que dos militares anticomunistas que afrontaban problemas con la izquierda en cada uno de sus países, se juntaran para hablar de cuestiones territoriales. En ambos lados de la cordillera la guerrilla y la represión paraestatal cobraba numerosas víctimas y el clima de violencia se acrecentaba día tras día.
Ese encuentro Perón-Pinochet fue el primer antecedente del Plan Cóndor que consistió en la colaboración interregional para la utilización de métodos ilegales de represión, claramente violatorios de los derechos humanos.
Anteriormente ya se habían producido episodios de intercambio de prisioneros.
2 Esa política continuó en 1975, ya muerto Perón, cuando el canciller Vignes viajó a Chile y otorgó la Orden del Libertad a un miembro de la dictadura e invitó nuevamente a Pinochet para que visitara la Argentina.
En abril de ese año el gobierno argentino y el dictador firmaron declaraciones conjuntas y ratificaron el primer acuerdo Perón-Pinochet para que los servicios de inteligencia actuaran conjuntamente en la represión. Prosiguiendo con esa política de Estado, el gobierno justicialista se opuso en las Naciones Unidas a una resolución que condenaba al régimen chileno por las violaciones a los derechos humanos y que intentaba crear una comisión que investigara las torturas. Decretos 1858 y 562 Los ya famosos decretos que reincorporaron, y luego ascendieron, a dos policías federales que habían sido expulsados de la fuerza y que resultaron ser jefes operativos de la Triple A, señalan también una política de estado reñida con la ley.
El primero (Decreto 1.858) fue firmado por el presidente Lastiri el 11 de octubre de 1973,
3 vale decir, un día antes de que asumiera Perón la Presidencia. Por él se reincorporó al comisario Juan Ramón Morales y al subinspector Rodolfo Eduardo Almirón al servicio activo, nada menos que para ser miembros de la custodia del general. El segundo lo firmó Perón el 18 de febrero de 1974, pasando a Morales a comisario inspector y a Almirón a inspector. Meses más tarde, Rodolfo Walsh denunciaría públicamente a ambos como los jefes operativos de la Triple A.
4 El 29 de enero de ese año el presidente designó subjefe de la Policía Federal y Superintendente de la misma fuerza a los comisarios Alberto Villar y Luis Margaride, respectivamente. Ambos eran responsables de la represión durante la anterior dictadura militar y autores de gravísimas violaciones a los derechos humanos. En coincidencia con estos nombramientos, la Triple A difundió ese mismo día una lista negra de personalidades que debían “ser ejecutadas inmediatamente donde se las encuentre”.
Algunas de ellas serían asesinadas en los meses siguientes. (Ver Cronología) Similar recompensa recibió el subinspector de la Policía Federal Carlos Benigno Balbuena, quien había sido detenido cuando intentó secuestrar al Cónsul soviético en Buenos Aires.
Balbuena, indultado por el dictador Alejandro Lanusse en mayo de 1972, ascendido a inspector por el gobierno justicialista, había sido el fundador de MANO (Movimiento Argentino Nacional Organizado), una copia del MANO (Movimiento Anticomunista Nacional Organizado) centroamericano, autor de múltiples asesinatos en Guatemala.
Pero la adopción de métodos ilegales fue claramente manifiesta un
día antes de la designación de Villar y Margaride.
El 28 de enero el teniente coronel Antonio Domingo Navarro asaltó a mano armada la Casa de Gobierno de Córdoba y apresó al gobernador Obregón Cano, a su vice, Atilio López, y a todos los ministros. Maltratados y amenazados de muerte, fueron trasladados y permanecieron secuestrados mientras Navarro se hacía cargo del Gobierno. En esos episodios hubo muertos y heridos.
Es imposible imaginar que el Presidente de la Nación ignorara que en la provincia mediterránea se iba a producir un golpe de estado. Nadie podía pasar por encima de la autoridad de un líder que no sólo tenía el aval del 62 por ciento de los votos, sino que se trataba ni más ni menos que del general Juan Domingo Perón, un hombre al que no le temblaba el pulso para ejercer su autoridad.
Para deshacerse del gobernador le hubiera bastado apenas una sugerencia a Obregón Cano –un hombre leal al Presidente- y él hubiera renunciado a su cargo; pero el general dejó que se produjera el episodio para que fuera explícito que estaba dispuesto a recurrir a todos los métodos necesarios.
Fueron inútiles los numerosos pedidos de las fuerzas democráticas para que Perón condenara el episodio y restituyera a las autoridades legítimamente constituidas. El Presidente convalidó el atentado de Córdoba y tiempo después Navarro, acusado de sedición, privación calificada de la libertad, usurpación de propiedad y usurpación de autoridad, fue premiado con un cargo en el consulado argentino en Barcelona a través de un decreto reservado.
Frente a cada episodio, Perón negaba que se utilizaran métodos ilegales.
A la periodista Ana Guzzetti, quien durante una conferencia de prensa le preguntó sobre la actuación de grupos parapoliciales y el asesinato de doce personas, recomendó públicamente que se la procesara.
Y ella misma fue objeto más tarde de un atentado.
Retornamos entonces a la pregunta inicial.
¿Cómo indagar en la historia cuando al hacerlo desacralizamos la imagen que se ha construido sobre la figura de uno de los políticos más importantes de la Argentina, icono de un movimiento popular que trascendió el Siglo XX y se proyecta como uno de los principales protagonistas del Siglo XXI? No es una herejía mostrar el lado oscuro del líder.
En el contexto de una época compleja, Perón recurrió a métodos terroristas ajenos al mandato que la sociedad, ansiosa de paz y democracia, le había otorgado. Podría haber optado por la ley y probablemente el final de la guerrilla montonera o marxista no hubiera variado.
Quien derrotó a las organizaciones armadas no fue sólo el terrorismo de Estado, sino también su propia ceguera, la de militantes que no supieron comprender que entre dictadura y democracia había una sustancial diferencia.
El Perón que desde el exilio había utilizado la política del péndulo entre izquierda y derecha resolvió de la peor manera la contradicción que él mismo había provocado. Y optó por un camino en el que pesó más su condición de militar que la de político. La elección de José López Rega y su consentimiento para que actuaran bandas paraestatales como instrumento para depurar a su movimiento y para derrotar al marxismo fue su peor decisión.
5 Hasta ahora –y esto es una deuda pendiente- no se ha elaborado un recuento de los crímenes cometidos por esas bandas desde 1973 hasta 1976.
Algunas fuentes arriesgan desde 1.200 hasta 1.500 víctimas de matadores que hoy caminan libremente por las calles
envióHoracio -
-------------
Como parte de la Semana de la Memoria, la Comisión de Derechos Humanos de la Facultad realizará en el emblemático Bosque de la Memoria el acto por el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.
Luego sobre la vereda pública de la Av. de las Casuarinas - frente al mástil - se colocarán las seis Baldosas x la Memoria con los nombres de los estudiantes desaparecidos por el terrorismo de Estado.
Al finalizar este acto y junto a los estudiantes colocaremos otra Baldosa por la Memoria frente a la sede del Centro de Estudiantes de Agronomía -CEABA
Los esperamos junto a familiares y la Comunidad Universitaria de la FAUBA.
Más tarde participaremos de la histórica marcha hacia la Plaza de Mayo.
ESTUDIANTES DE LA FACULTAD DE AGRONOMÍA - UBA
DESAPARECIDOS / ASESINADOS POR EL TERRORISMO DE ESTADO
L. ISABEL ACUÑA DE GUTIÉRREZ Desaparecida por el terrorismo de Estado 26-08-1976 /MARÍA MARTA BADANO Asesinada por el terrorismo de Estado 10-11-1977 / CLAUDIO ARGENTINO CASOY Desaparecido por el terrorismo de Estado 17-04-1977 / CARLOS ARMANDO CASTRO Desaparecido por el terrorismo de Estado 21-12-1976
/ MARÍA ELOÍSA CASTELLINI Desaparecida por el terrorismo de Estado 11-11-1976 - Embarazada / LUIS MARÍA DELPECH Desaparecido por el terrorismo de Estado 11-12-1976 /VALERIA DIXON DE GARAT Desaparecida por el terrorismo de Estado 27-12-1977 / JORGE LUIS DOMÍNGUEZ BLANCO Desaparecido por el terrorismo de Estado 07-08-1976 / GABRIEL MARÍA ESTÉVEZ Desaparecido por el terrorismo de Estado 22-08-1977 / JOSÉ MARÍA ESTÉVEZ Desaparecido por el terrorismo de Estado 02-04-1977
/ DANIEL FERREIRA MONTEIRO Desaparecido por el terrorismo de Estado 30-07-1976 / NORBERTO ROLANDO FERREYRA Desaparecido por el terrorismo de Estado 24-08-1977 / CARLOS DANIEL FONDOVILA Desaparecido por el terrorismo de Estado 25-04-1977
/ MARIO ALFREDO FRIAS PEREIRA Asesinado por el terrorismo de Estado 19-04-1977 / ESTEBAN FRANCISCO GARAT Desaparecido por el terrorismo de Estado 27-12-1977 / MÓNICA SOFÍA GRINSPON DE LOGARES Desaparecida por el terrorismo de Estado 18-05-1978 – Embarazada / JORGE ALBERTO IRIARTE Asesinado por el terrorismo de Estado 12-05-1977 / CLAUDIO ERNESTO LOGARES Desaparecido por el terrorismo de Estado 18-05-1978
/ DANIEL ALDO MANZOTTI Desaparecido por el terrorismo de Estado 24-08-1977 / ENRIQUE PASTOR MONTARCE Desaparecido por el terrorismo de Estado 1-08-1977 / GABRIEL ADRIÁN PORTA Desaparecido por el terrorismo de Estado 25-11-1976 /
PABLO RAVIGNANI Desaparecido por el terrorismo de Estado 13-07-1976/ MIGUEL ANGEL RIVEROS Desaparecido por el terrorismo de Estado 13-11-1977 / MIGUEL ANGEL RÍZZOLO Desaparecido por el terrorismo de Estado 14-07-1976
/ RICARDO LUIS ROSSI - “Pipo” Desaparecido por el terrorismo de Estado Fecha ¿? / CLARA MARÍA ROSSI Desaparecida por el terrorismo de Estado 18-03-1975 / RUBÉN OMAR SALAZAR Desaparecido por el terrorismo de Estado 06-12-1977/
CLAUDIO ALBERTO SLEMENSON Desaparecido por el terrorismo de Estado 04-10-1975 / JOSÉ ORESTE SORZANA Desaparecido por el terrorismo de Estado 16-02-1977 / SUSANA ELBA TRAVERSO Asesinada por el terrorismo de Estado 30-06-1977 / CARLOS TURICA Desaparecido por el terrorismo de Estado 01-09-1977
BARRIOS X MEMORIA Y JUSTICIA - BALVANERA
Grupo Autónomo - Horizontal - Autofinanciado
al Encuentro Memoria Verdad y Justicia:
con la consigna Son 30.000 y Fue Genocidio)
La vinculación entre Juan Domingo Perón y el accionar de la Triple A es uno de los episodios más controversiales de los años setenta. Para salvaguardar la imagen del líder o evitar responsabilidades propias, esta cuestión fue relegada por buena parte de la militancia y la historiografía peronista. El siguiente artículo recupera episodios que echan luz sobre esta problemática.
La memoria es una construcción social que necesita de insumos precisos (hechos, datos, testimonios, fechas, escritos) que requieren su correspondiente interpretación
Pero, como se sabe, esa interpretación variará de acuerdo con los intereses de los actores que asuman la tarea de analizarlos. En el marco de la multiplicidad de miradas, distintos sectores sociales intentan preservar su propia memoria y en muchos casos es prácticamente imposible hallar puntos de unión que concuerden en la significación de un suceso. Es entendible y legítimo que las madres de desaparecidos instalen a sus hijos en el sitial donde la heroicidad y la nobleza de ideales sean sus virtudes y desaparezca por completo todo lo que enturbie su recuerdo.
Lo mismo ocurre con los hijos de las víctimas de la represión: la sublimación de sus padres asesinados por la dictadura militar es inevitable y probablemente necesaria. No hace falta decir que en el extremo del cinismo los personajes involucrados en la represión ilegal han construido un sentido supremo a su acción que justifica cualquier atrocidad.
En el espejo en que se miran ven a nobles cristianos que impidieron el mal absoluto del comunismo
La memoria se convierte, así, en un instrumento que en la construcción histórica puede llegar a justificar el terrorismo de Estado, las prácticas políticas ilegales o cualquier otra actividad humana. En buena parte de los casos se intenta ganar la adhesión social a la propia memoria sectorial.
¿Cómo, entonces, se indaga en el pasado para reconstruir la historia y quiénes son los deben hacerlo?
La única respuesta verosímil es que debe ser la sociedad desde sus múltiples expresiones la que asuma la tarea. Investigadores, organismos de derechos humanos, universidades, intelectuales y todos aquellos preocupados por sondear en la historia son los encargados de realizarlo.
Pero sólo podrán hacerlo si existe un Estado que incentive esa búsqueda y que no retacee esfuerzos. El Estado debe estimular espacios para rever, discutir y legitimar esa tarea que finalmente deberá contribuir a formar una conciencia colectiva. La creación de la CONADEP, el Juicio a las Juntas, la fundación del Museo de la Memoria en la ESMA y la anulación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida son probablemente los ejemplos más elocuentes de una participación estatal que incide favorablemente en la reconstrucción de la historia.
Hoy la mayoría de la sociedad –aún aquellos que con su silencio alentaron a los represores- saben que los militares cometieron atrocidades y han incorporado a su bagaje cultural valores que antes desdeñaban.
Pero ¿qué ocurre cuando en la indagación de la historia se rozan íconos intocables, figuras emblemáticas ubicadas en el altar de próceres de la patria que deben ser protegidos de cualquier acto impuro?
Ese es el dilema que se plantea con un protagonista crucial de la historia argentina: Juan Domingo Perón. Derrocado por un golpe militar, proscrito durante 18 años, usurpados sus derechos políticos y ciudadanos y vilipendiado como pocos, Perón se convirtió sin embargo en el líder de una mayoritaria porción de la sociedad beneficiada por sus leyes sociales y castigada luego por gobiernos que impidieron que se expresara democráticamente.
No resulta fácil, por lo tanto, criticar a esa figura-emblema de justicia social. Hay, además, un factor humano delicado y crucial: para alguien que gritó la vida por Perón puede ser muy doloroso enfrentar una imagen del líder que no sea la que se construyó en el imaginario social.
No sólo porque estuvo dispuesto a cumplir con la consigna, sino porque fue testigo de que muchos la llevaron –con una generosidad sin límites- hasta sus últimas consecuencias
El grito La vida por Perón debe ser ubicado en los distintos contextos históricos en que se proclamó. Voz de rebelión y demanda de justicia social desde 1955 en adelante, se convirtió a partir de 1973 en un grito que enfrentó a quienes intentaron darle un nuevo contenido, con los grupos más recalcitrantes de la derecha peronista, alentados por quien había sido el objeto de culto de la política nacional.
La llegada El 21 de junio de 1973, un día después de su arribo definitivo a la Argentina, Juan Domingo Perón pronunció un discurso a través de la cadena de radio y televisión desde la residencia presidencial de Olivos, cedida por el presidente de la Nación Héctor Cámpora.
Evitando toda referencia a la matanza de Ezeiza del día anterior, el general llamó a todas las fuerzas políticas y al pueblo argentino a colaborar para “volver al orden legal y constitucional como única garantía de libertad y justicia”.
Su discurso exhortó a una convocatoria “sin distinción de banderías” para la reconstrucción nacional y para “la paz constructiva”. Sin exclusiones ni sectarismos, Perón pidió que el pueblo contribuyera para alcanzar la máxima prosperidad
Fue un discurso generoso que pretendía la unidad de todas las fuerzas sociales en pos de un objetivo común. Conciente de la situación nacional y de los conflictos en su propio partido dedicó, además, tres párrafos que en su transparencia no podían dejar lugar a dudas:
1- “Los peronistas tenemos que <...> neutralizar a los que pretenden deformarlo desde abajo o desde arriba. Nosotros somos justicialistas. Levantamos una bandera tan distante de uno como de otro de los imperialismos dominantes <...>;
2- No hay nuevos rótulos que califiquen a nuestra doctrina ni a nuestra ideología. Somos lo que las veinte verdades peronistas dicen. No es gritando la vida por Perón que se hace Patria...”. Para que no hubiera equívocos en cuanto ha quién estaba dirigido su mensaje, insistió una vez más
: 3- “Los que ingenuamente piensan que pueden copar a nuestro movimiento o tomar el poder que el pueblo ha reconquistado, se equivocan”.
A partir de ese momento las mismas palabras fueron repetidas una y otra vez, casi obstinadamente, hasta el día en que falleció. En la CGT, con estudiantes, con dirigentes de otros partidos, con asociaciones sectoriales, con periodistas nacionales o extranjeros, en la entrega de subsidios o en charlas personales, Perón machacó sin disimulo su mensaje.
Nadie podrá reprocharle nada al respecto. Directo, sin eufemismos, volvió una y otra vez sobre el tema. Si alguna vez había elogiado a las “formaciones especiales”, eso era cosa del pasado; ahora se iniciaba una nueva etapa cuyo propósito era la armonía, la paz y la tranquilidad del país.
Luego de la renuncia del doctor Cámpora a la Presidencia de la Nación y la convocatoria a nuevas elecciones en las que el candidato era el general, el 3 de septiembre se refirió a la izquierda, las barricadas del Mayo francés y la guerrilla:
1 “ La gente que quiere emplear la metralleta para <...> imponer también una voluntad que no es la voluntad que fija la ley; eso tiene un solo nombre: es un delincuente que hay que hacerlo tomar con la policía, para eso está la policía.” Sin embargo, atento a los enfrentamientos que se producían entre sus propios partidarios, durante la presidencia de Lastiri convocó el 8 de septiembre a las agrupaciones juveniles a la residencia de Gaspar Campos
Lo hizo, aparentemente, como un intento de conciliación entre las facciones en pugna, aunque su mensaje fue dirigido única y exclusivamente a uno de los sectores. Allí estuvieron presentes Eduardo Firmenich, Roberto Quieto y otros dirigentes en representación de Montoneros; Envar El Kadri por la Fuerzas Armadas Peronistas; Rodolfo Galloso, de Concentración Nacional Universitaria (CNU), Jorge Catterbetti, de la juventud Sindical Peronista y dirigentes de numerosos sectores juveniles violentamente enfrentados entre sí.
La reunión se realizó en un clima cordial en el que Perón puso en juego toda su capacidad para armonizar la indisimulable animosidad entre los distintos agrupamientos
Allí estaba la ultraderecha vinculada a los sectores más ortodoxos del sindicalismo y la ultraizquierda que había usado sus armas –y volvería a usar muy poco después- para atacar a los máximos dirigentes sindicales.
Perón lo sabía y no se privó de enviar un mensaje otra vez manifiestamente unidireccional: el peronismo nada tiene que ver con el socialismo: “algunos quieren pasar de un sistema a otro sistema, cambiando el sistema.
No, no; el sistema no se cambia.
El sistema va a resultar cambiado cuando las estructuras que lo conforman <...> se hayan modificado.
¿Y cómo se modifican? Hay un solo camino <...> que es la legislación. No es de ninguna manera constructivo romper un sistema.” “...ustedes quieren hacer igual que Allende en Chile y miren cómo le va a Allende...
Hay que andar con calma”. Inmediatamente, conciente del formidable peso que tenía cada una de sus palabras, felicitó al delegado de la derechista Juventud Sindical Peronista: “ese es el espíritu que debe impregnar a todos”.
Finalmente, adelantándose a los hechos, Perón aconsejó “no jugarse en una aventura generacional y que puede conducir a un desastre. Un desastre en el que ustedes mismos se van a matar unos con otros <...>
Eso es lo que hay que evitar”. El mensaje estaba claro y nadie podía confundirse. Toda referencia al socialismo quedaba descartada, todo cambio de sistema también era descartado, cualquier semejanza con el gobierno socialista de Chile debía ser desechada y sería la policía la que se ocuparía de los que usaran armas y trataran de provocar un cambio radical.
Es impensable que los dirigentes de Montoneros y de la Tendencia no entendieran que todo el discurso estaba dirigido a ellos y que el aval a las formaciones ultraderechistas era manifiesto por parte del líder.
Si en el exilio Perón impulsó la existencia de grupos radicales de izquierda, con su retorno a la Argentina dejó en claro que no los iba a tolerar.
El 8 de noviembre de 1973, asumido como Presidente de la Nación, Perón concurrió a la CGT y puso en estado de alerta a los líderes sindicales acerca del peligro que amenazaba al Justicialismo.
Primero, dijo, intentaron a través del terror, con fusilamientos y masacres; luego mediante la asimilación a otras fuerzas políticas a fin de absorber al peronismo. “¿Cómo se intenta hoy conseguir lo que no consiguieron durante veinte años de lucha? Hay un nuevo procedimiento: el de la infiltración”.
Sin sonrojarse, Perón equiparó a los represores de 1955 con los Montoneros, diferenciándolos únicamente en el procedimiento.
Este, el de Montoneros, era un nuevo procedimiento para destruir al justicialismo. El Presidente de la Nación no habló, en esa oportunidad, de los grupos armados marxistas. Se refirió a quienes alejados de la doctrina justicialista intentaban imponer en el peronismo una patria socialista que estaba en las antípodas de su pensamiento
Pero con la certeza del dirigente político que conoce a sus huestes, agregó un concepto que muchos años después sería reconocido por los propios montoneros: “esto ha calado en algunos sectores, pero no en el de las organizaciones obreras”.
Si de algo estaba seguro el Presidente es que los obreros nunca se plegarían a un proyecto que proponía la violencia revolucionaria cuando existía un gobierno democrático elegido por el 62 por ciento de los ciudadanos, deseosos de paz y justicia luego de años de dictadura y represión.
Mientras Montoneros insistía en torcer la voluntad del líder y recurría a la teoría del cerco para justificar los dichos del dirigente, Perón fue cada vez más explícito en sus discursos:
“En la juventud peronista, en estos últimos tiempos, especialmente, se han perfilado algunos deslizamientos cuyo origen conocemos, que permiten apreciar que se está produciendo en el movimiento una infiltración, que no es precisamente justicialista.” A medida que pasaban los días y el mensaje de Perón era desatendido por los montoneros, su cólera se fue incrementando:
“¿Qué hacen en el justicialismo? Porque si yo fuera comunista, me voy al Partido Comunista y no me quedo ni en el Partido ni en el Movimiento Justicialista”. “Todos esos que hablan de la tendencia revolucionaria, ¿qué es lo que quieren hacer con la tendencia revolucionaria?”.
Convencidos de la inevitabilidad del proceso revolucionario y de que finalmente torcerían la voluntad de líder a fuerza de movilizaciones masivas y acciones armadas, Montoneros se negó a escuchar los mensajes sumido en el más profundo autismo político. El epílogo es conocido: encolerizado por las consignas que lo cuestionaban a él, a su esposa y a sus colaboradores, el Presidente no ahorró insultos que obligaron a retirarse de Plaza de Mayo a la masiva columna de jóvenes decepcionados.
El otro costado Hay, sin embargo, otra historia. Una historia paralela a los mensajes del líder.
Porque si es necesario reconocer que Perón se cansó de proponer a los jóvenes que se sumaran al justicialismo como ala progresista, abandonando naturalmente el uso de la violencia, también es cierto que sucumbió a la tentación de estimular una maquinaria de represión que inició sus actividades antes de que asumiera como Presidente, continuó durante su gestión y mucho después de su muerte.
Él sabía que aunque Montoneros abandonara la violencia, los grupos revolucionarios marxistas nunca dejarían las armas. Ante todo, era un general formado ideológica y políticamente en el más riguroso anticomunismo y que conocía la historia de la Unión Soviética, China comunista y Cuba.
No se le escapaba que “el cambio revolucionario de sistema”, como él lo llamaba, nunca sería abandonado por el marxismo que históricamente ha tenido la certeza de hablar en nombre de un actor: el proletariado protagonista de ese cambio.
La tentación de combinar métodos legales de represión con procedimientos al margen de la ley fue demasiado grande para un Presidente que veía que su antiguo enemigo, el “comunismo” (ahora “comunismo” armado) había adquirido una fortaleza nada desdeñable.
“Muchas veces me han dicho que creemos un ´batallón de la muerte´ como el que tienen los brasileños, -alegó diplomáticamente- o que formemos una organización parapolicial para hacerle la guerrilla a la guerrilla.
Pienso que eso no es posible ni conveniente”, dijo en diciembre de 1973, cuando ya actuaba la Triple A.
Pero las instrucciones habían sido emitidas una semana antes de asumir como Presidente de la Nación. El Consejo Superior Peronista aprobó una “orden reservada” en la que se estableció claramente cómo serían las reglas del juego:
“En las manifestaciones o actos públicos los peronistas impedirán por todos los medios que las fracciones vinculadas al marxismo tomen participación”.
El punto 9 decía: “Medios de lucha. Se utilizarán todos los que se consideren eficientes, en cada lugar y oportunidad”. Para los grupos de la ultraderecha peronista esa fue – aunque no la necesitaban- la luz verde para salir a matar.
En el plano cultural ya se había preparado el terreno para lo que vendría.
Dos días antes de asumir Perón la presidencia se dictó el decreto 1774/73 por el que se prohibían alrededor de 500 títulos de literatura presuntamente subversiva.
Los autores previsibles de censura eran Mao Tse Tung, Lenin, Trotsky y Rosa Luxemburgo. Pero la represión cultural alcanzó a N. Ostrovsky, Así se templó el acero; Dugald Sterner, El arte en la Revolución; E. Troise, Aníbal Ponce; y curiosamente a Eduardo Galeano, Jorge Amado y León Tolstoi. Entre los libros prohibidos se incluyó, seguramente por error, Estudios revisionistas, de José María Rosa, que en ese momento desempeñaba el cargo de embajador en Paraguay. El 4 de enero de 1974, con Perón como Presidente de la Nación, la Policía Federal allanó en Buenos Aires las librerías Fausto, Atlántida, Rivero y Santa Fe.
Los empleados fueron detenidos y prontuariados por difundir libros tales como La boca de la ballena, de Héctor Lastra; Territorios, de Marcelo Pichón Riviere; Sólo ángeles, de Enrique Medina y The Buenos Aires affaire, de Manuel Puig. Todos los ejemplares fueron secuestrados.
Los refugiados chilenos. El recelo de Perón hacia todo lo que fuera socialismo ya se había manifestado cuando el 11 de septiembre de 1973 un golpe de estado en Chile derribó al presidente socialista Salvador Allende. Faltaba un mes para que asumiera la Presidencia de la Nación cuando un grupo de 112 chilenos alcanzó a llegar a Ezeiza y solicitó asilo. Inmediatamente fueron rodeados por la policía y se les impidió salir del hotel, quedando en calidad de detenidos.
Los refugiados recurrieron en primer lugar al Presidente Lastiri y ante la falta de respuesta solicitaron a Perón mediante una carta –en su calidad de Presidente electo-, que les concediera asilo.
El silencio fue la única respuesta de Perón. Los detenidos solicitaron entonces a la Justicia que se expidiera y el juez Miguel Inchausti hizo lugar a un recurso de amparo y ordenó su inmediata libertad, pero el gobierno justicialista no acató la orden judicial y dio plazo de 24 horas a los chilenos para que se fueran del país. Peor situación fue la de 374 chilenos que se refugiaron en la embajada argentina en Santiago. Hacinados y con el salvoconducto de la dictadura listo para viajar a la Argentina, no fueron autorizados a hacerlo por el gobierno, a pesar de las denuncias realizadas por diputados y diplomáticos argentinos.
El 1 de noviembre el diario italiano Domenica dell´Corriere publicó una entrevista a Perón, ya Presidente, para interrogarlo sobre si otorgaría asilo político a los refugiados chilenos.
“Por supuesto –respondió- (obraremos) de acuerdo con el derecho internacional. Pero también es cierto que serán confinados en Misiones, en el norte y en medio de la selva”.
En mayo de 1974, en ejercicio de la Presidencia, Perón recibió al dictador Pinochet y se convirtió en el único presidente constitucional de América que se encontró con el tirano, en el preciso momento en que el Estadio Nacional de Santiago de Chile era un campo de concentración en el que se torturaba y fusilaba a cientos de opositores.
La excusa para justificar ese recibimiento fue el tratamiento sobre los hielos antárticos, pero es poco creíble que dos militares anticomunistas que afrontaban problemas con la izquierda en cada uno de sus países, se juntaran para hablar de cuestiones territoriales. En ambos lados de la cordillera la guerrilla y la represión paraestatal cobraba numerosas víctimas y el clima de violencia se acrecentaba día tras día.
Ese encuentro Perón-Pinochet fue el primer antecedente del Plan Cóndor que consistió en la colaboración interregional para la utilización de métodos ilegales de represión, claramente violatorios de los derechos humanos.
Anteriormente ya se habían producido episodios de intercambio de prisioneros.
2 Esa política continuó en 1975, ya muerto Perón, cuando el canciller Vignes viajó a Chile y otorgó la Orden del Libertad a un miembro de la dictadura e invitó nuevamente a Pinochet para que visitara la Argentina.
En abril de ese año el gobierno argentino y el dictador firmaron declaraciones conjuntas y ratificaron el primer acuerdo Perón-Pinochet para que los servicios de inteligencia actuaran conjuntamente en la represión. Prosiguiendo con esa política de Estado, el gobierno justicialista se opuso en las Naciones Unidas a una resolución que condenaba al régimen chileno por las violaciones a los derechos humanos y que intentaba crear una comisión que investigara las torturas. Decretos 1858 y 562 Los ya famosos decretos que reincorporaron, y luego ascendieron, a dos policías federales que habían sido expulsados de la fuerza y que resultaron ser jefes operativos de la Triple A, señalan también una política de estado reñida con la ley.
El primero (Decreto 1.858) fue firmado por el presidente Lastiri el 11 de octubre de 1973,
3 vale decir, un día antes de que asumiera Perón la Presidencia. Por él se reincorporó al comisario Juan Ramón Morales y al subinspector Rodolfo Eduardo Almirón al servicio activo, nada menos que para ser miembros de la custodia del general. El segundo lo firmó Perón el 18 de febrero de 1974, pasando a Morales a comisario inspector y a Almirón a inspector. Meses más tarde, Rodolfo Walsh denunciaría públicamente a ambos como los jefes operativos de la Triple A.
4 El 29 de enero de ese año el presidente designó subjefe de la Policía Federal y Superintendente de la misma fuerza a los comisarios Alberto Villar y Luis Margaride, respectivamente. Ambos eran responsables de la represión durante la anterior dictadura militar y autores de gravísimas violaciones a los derechos humanos. En coincidencia con estos nombramientos, la Triple A difundió ese mismo día una lista negra de personalidades que debían “ser ejecutadas inmediatamente donde se las encuentre”.
Algunas de ellas serían asesinadas en los meses siguientes. (Ver Cronología) Similar recompensa recibió el subinspector de la Policía Federal Carlos Benigno Balbuena, quien había sido detenido cuando intentó secuestrar al Cónsul soviético en Buenos Aires.
Balbuena, indultado por el dictador Alejandro Lanusse en mayo de 1972, ascendido a inspector por el gobierno justicialista, había sido el fundador de MANO (Movimiento Argentino Nacional Organizado), una copia del MANO (Movimiento Anticomunista Nacional Organizado) centroamericano, autor de múltiples asesinatos en Guatemala.
Golpe en Córdoba
El 28 de enero el teniente coronel Antonio Domingo Navarro asaltó a mano armada la Casa de Gobierno de Córdoba y apresó al gobernador Obregón Cano, a su vice, Atilio López, y a todos los ministros. Maltratados y amenazados de muerte, fueron trasladados y permanecieron secuestrados mientras Navarro se hacía cargo del Gobierno. En esos episodios hubo muertos y heridos.
Es imposible imaginar que el Presidente de la Nación ignorara que en la provincia mediterránea se iba a producir un golpe de estado. Nadie podía pasar por encima de la autoridad de un líder que no sólo tenía el aval del 62 por ciento de los votos, sino que se trataba ni más ni menos que del general Juan Domingo Perón, un hombre al que no le temblaba el pulso para ejercer su autoridad.
Para deshacerse del gobernador le hubiera bastado apenas una sugerencia a Obregón Cano –un hombre leal al Presidente- y él hubiera renunciado a su cargo; pero el general dejó que se produjera el episodio para que fuera explícito que estaba dispuesto a recurrir a todos los métodos necesarios.
Fueron inútiles los numerosos pedidos de las fuerzas democráticas para que Perón condenara el episodio y restituyera a las autoridades legítimamente constituidas. El Presidente convalidó el atentado de Córdoba y tiempo después Navarro, acusado de sedición, privación calificada de la libertad, usurpación de propiedad y usurpación de autoridad, fue premiado con un cargo en el consulado argentino en Barcelona a través de un decreto reservado.
Frente a cada episodio, Perón negaba que se utilizaran métodos ilegales.
A la periodista Ana Guzzetti, quien durante una conferencia de prensa le preguntó sobre la actuación de grupos parapoliciales y el asesinato de doce personas, recomendó públicamente que se la procesara.
Y ella misma fue objeto más tarde de un atentado.
Retornamos entonces a la pregunta inicial.
¿Cómo indagar en la historia cuando al hacerlo desacralizamos la imagen que se ha construido sobre la figura de uno de los políticos más importantes de la Argentina, icono de un movimiento popular que trascendió el Siglo XX y se proyecta como uno de los principales protagonistas del Siglo XXI? No es una herejía mostrar el lado oscuro del líder.
En el contexto de una época compleja, Perón recurrió a métodos terroristas ajenos al mandato que la sociedad, ansiosa de paz y democracia, le había otorgado. Podría haber optado por la ley y probablemente el final de la guerrilla montonera o marxista no hubiera variado.
Quien derrotó a las organizaciones armadas no fue sólo el terrorismo de Estado, sino también su propia ceguera, la de militantes que no supieron comprender que entre dictadura y democracia había una sustancial diferencia.
El Perón que desde el exilio había utilizado la política del péndulo entre izquierda y derecha resolvió de la peor manera la contradicción que él mismo había provocado. Y optó por un camino en el que pesó más su condición de militar que la de político. La elección de José López Rega y su consentimiento para que actuaran bandas paraestatales como instrumento para depurar a su movimiento y para derrotar al marxismo fue su peor decisión.
5 Hasta ahora –y esto es una deuda pendiente- no se ha elaborado un recuento de los crímenes cometidos por esas bandas desde 1973 hasta 1976.
Algunas fuentes arriesgan desde 1.200 hasta 1.500 víctimas de matadores que hoy caminan libremente por las calles
envióHoracio -
-------------
BsAs : BALDOSAS X LA MEMORIA
EN LA FACULTAD DE
AGRONOMÍA - UBA
VIERNES 24 DE MARZO A LAS 10 HS.
Av. San Martín y Nogoyá Cdad. de Buenos Aires
Como parte de la Semana de la Memoria, la Comisión de Derechos Humanos de la Facultad realizará en el emblemático Bosque de la Memoria el acto por el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.
Luego sobre la vereda pública de la Av. de las Casuarinas - frente al mástil - se colocarán las seis Baldosas x la Memoria con los nombres de los estudiantes desaparecidos por el terrorismo de Estado.
Al finalizar este acto y junto a los estudiantes colocaremos otra Baldosa por la Memoria frente a la sede del Centro de Estudiantes de Agronomía -CEABA
Los esperamos junto a familiares y la Comunidad Universitaria de la FAUBA.
Más tarde participaremos de la histórica marcha hacia la Plaza de Mayo.
ESTUDIANTES DE LA FACULTAD DE AGRONOMÍA - UBA
DESAPARECIDOS / ASESINADOS POR EL TERRORISMO DE ESTADO
L. ISABEL ACUÑA DE GUTIÉRREZ Desaparecida por el terrorismo de Estado 26-08-1976 /MARÍA MARTA BADANO Asesinada por el terrorismo de Estado 10-11-1977 / CLAUDIO ARGENTINO CASOY Desaparecido por el terrorismo de Estado 17-04-1977 / CARLOS ARMANDO CASTRO Desaparecido por el terrorismo de Estado 21-12-1976
/ MARÍA ELOÍSA CASTELLINI Desaparecida por el terrorismo de Estado 11-11-1976 - Embarazada / LUIS MARÍA DELPECH Desaparecido por el terrorismo de Estado 11-12-1976 /VALERIA DIXON DE GARAT Desaparecida por el terrorismo de Estado 27-12-1977 / JORGE LUIS DOMÍNGUEZ BLANCO Desaparecido por el terrorismo de Estado 07-08-1976 / GABRIEL MARÍA ESTÉVEZ Desaparecido por el terrorismo de Estado 22-08-1977 / JOSÉ MARÍA ESTÉVEZ Desaparecido por el terrorismo de Estado 02-04-1977
/ DANIEL FERREIRA MONTEIRO Desaparecido por el terrorismo de Estado 30-07-1976 / NORBERTO ROLANDO FERREYRA Desaparecido por el terrorismo de Estado 24-08-1977 / CARLOS DANIEL FONDOVILA Desaparecido por el terrorismo de Estado 25-04-1977
/ MARIO ALFREDO FRIAS PEREIRA Asesinado por el terrorismo de Estado 19-04-1977 / ESTEBAN FRANCISCO GARAT Desaparecido por el terrorismo de Estado 27-12-1977 / MÓNICA SOFÍA GRINSPON DE LOGARES Desaparecida por el terrorismo de Estado 18-05-1978 – Embarazada / JORGE ALBERTO IRIARTE Asesinado por el terrorismo de Estado 12-05-1977 / CLAUDIO ERNESTO LOGARES Desaparecido por el terrorismo de Estado 18-05-1978
/ DANIEL ALDO MANZOTTI Desaparecido por el terrorismo de Estado 24-08-1977 / ENRIQUE PASTOR MONTARCE Desaparecido por el terrorismo de Estado 1-08-1977 / GABRIEL ADRIÁN PORTA Desaparecido por el terrorismo de Estado 25-11-1976 /
PABLO RAVIGNANI Desaparecido por el terrorismo de Estado 13-07-1976/ MIGUEL ANGEL RIVEROS Desaparecido por el terrorismo de Estado 13-11-1977 / MIGUEL ANGEL RÍZZOLO Desaparecido por el terrorismo de Estado 14-07-1976
/ RICARDO LUIS ROSSI - “Pipo” Desaparecido por el terrorismo de Estado Fecha ¿? / CLARA MARÍA ROSSI Desaparecida por el terrorismo de Estado 18-03-1975 / RUBÉN OMAR SALAZAR Desaparecido por el terrorismo de Estado 06-12-1977/
CLAUDIO ALBERTO SLEMENSON Desaparecido por el terrorismo de Estado 04-10-1975 / JOSÉ ORESTE SORZANA Desaparecido por el terrorismo de Estado 16-02-1977 / SUSANA ELBA TRAVERSO Asesinada por el terrorismo de Estado 30-06-1977 / CARLOS TURICA Desaparecido por el terrorismo de Estado 01-09-1977
BARRIOS X MEMORIA Y JUSTICIA - BALVANERA
Grupo Autónomo - Horizontal - Autofinanciado
postaporteñ@ 1743 - 2017-03-23
Resistencias a las propuestasdel gobierno Temertendrán que derrumbar losmuros de la izquierdaGabriel Brito, Redacción Correio da Cidadania, 20-3-2017 Traducción de Ernesto Herrera – Correspondencia de Prensa Siete días después que las mujeres tomaron las calles en Brasil para afirmar las demandas feministas, el país volvió a ver grandes manifestaciones en sus principales ciudades, esta vez a partir de la propuesta de la Previsión Social presentada por el gobierno Temer, que unificó manifestaciones de diversos sectores de trabajadores. En el caso de San Pablo, la mayor de todas las marchas, con al menos 200.000 presentes en la Avenida Paulista, tuvimos la inclusión del acto de los profesores que salió de la Plaza República y fue al encuentro de las columnas ligadas a las centrales sindicales, lo que garantizó músculo y vigor a la protesta. En tanto, y más allá de los análisis y posiciones que buscan influenciar la política macro, nuevamente se evidenció el distanciamiento de la llamada izquierda tradicional, capitaneada por la CUT y sectores lulistas, de nueva generación, que pasó a ser considerada a partir de 2013 “No podemos direccionar nuestras acciones hacia la disputa electoral de 2018, como quiere hacer el PT. Tampoco podemos aceptar el camino que lleva a la división de clases, con propuestas de enmiendas puntuales al proyecto del gobierno. Es preciso derrotar las reformas previsionales y laborales”, afirmó a Correio da Cidadania Paulo Pasin presidente nacional de los metroviarios, dando idea del dilema en que se encuentran aquellos que quieren dar vuelta la página del lulismo. Si en la internet los defensores del ex presidente ofenden e intentan desmoralizar a los nuevos movimientos y sus componentes, con el pueril y autoritario discurso de “ustedes hacen el juego a la derecha”, en las escenas reales de la lucha de clases brasilera, tales movimientos necesitan desesperadamente de la llamada “nueva izquierda anticapitalista” para animar sus actos y marcar posiciones. “Unir a la izquierda”. ¿Ahora? Pero, las propias dinámicas de cada lado son notoriamente distintas y ambos se apartan naturalmente, a pesar de las fotos aéreas que sugieren una gran comunión. En torno a los camiones de la vieja burocracia sindical, que desde el ajuste fiscal de 2015 comandado por Joaquim Levy (NdT: banquero, ministro de economía en el segundo mandato de Dilma Rousseff) hizo pequeñas manifestaciones propias de repudio a la austeridad, quedan los militantes antiguos, de 40 años o más. Oyen a los mismos dirigentes de siempre haciendo discursos relativamente calculados, al lado de jóvenes pagados para portar las banderas sin compromiso militante alguno. Del otro lado, grupos con equipos de sonido para manifestaciones que se autodenominan de autonomistas, lo que no debe ser confundido exclusivamente con anarquistas, ignoran solemnemente tales discursos. Primero por falta de fe en aquellas figuras que prácticamente hibernaron las luchas sociales y antecedieron la llegada del PT al poder federal; en segundo lugar porque priorizan cuestiones pocos trabajadas por la izquierda tradicional, sindicalista, partidaria, como el propio feminismo evidencia (y los transportes en 2013 también) Uno de los camiones altoparlantes en la manifestación Paulista, que no estaba identificado con ninguna central sindical ni con el sindicato de profesores de San Pablo, era dominado por mujeres sexagenarias que se pasaron gritando “Vuelve Dilma”, sin ser acompañadas por otro grupos en momento alguno. Un papel de la oratoria llegó a sonar folklórico para la juventud que conforma el “precariado”, por sus definiciones y análisis de la actual clase trabajadora. Esa juventud que fue a las calles en 2013 y defiende pautas anti-mercado ignora el discurso de “defensa de la democracia” por aquellos que participaron de la (¿fracasada?) transición de la dictadura en los años ’80. Para esos nuevos militantes, es casi como una ofensa a su inteligencia la defensa de un gobierno que ayudó a criminalizar las luchas de las cuales participaron en 2013 y 2014, inclusive por medio de leyes, decretos y militarización. Como defiende el filósofo italiano Antonio Negri, se trata de una generación que, mundialmente, cambió la defensa de los procesos constituyentes (como el de 1988 en Brasil) por “destituyente”, simbolizados en las luchas asociadas a ocupación de plazas públicas y grandes asambleas, como la del Sol (Madrid) Tahrir (el Cairo) y Taksim (Estambul). Tales movimientos, no poseen relación alguna con las reacciones conservadoras contra la globalización y su crisis económica, marcadas por el Brexit, y la elección de Trump y el regreso de la extrema derecha en diversos países. Basta ver el perfil social, laboral, cultural y generacional de cada proceso para escapar de los falsos análisis de una izquierda que se paró en el tiempo e intenta vender todo y a todos los que se salen de su control como harina de la misma bolsa. En medio a toda esa complejidad, aquellos que deseaban colocar a Lula en los actos en San Pablo, tuvieron extrema cautela y no anunciaron su presencia. Al final de la jornada, cuando el grueso de las personas ya se retiraba para la casa, fue que el ex presidente aparece y discursa encima del camión de la CUT, frente a sus fieles seguidores. Además de haber personas contratadas para levantar banderas y pancartas de la mayor central sindical, se registró una lamentable agresión de matones de la CUT contra un cineasta independiente, en el acto de Río de Janeiro. Pocas formaciones se ciñeron, pero una colocación de dichos “sindicalistas” en internet da la noción de un grupo similar a una policía paramilitar, lo que no es novedad para aquellos que conocieron y vivieron algunas disputas del sindicalismo brasilero. “El PT en tanto partido de izquierda, popular y de masas, francamente, no tiene posibilidades de resurgir. El PT en el poder recusó siempre un debate por la izquierda. No recuerdo una sola vez a Lula, en todos sus años de presidente, hacer alguna mención positiva de las izquierdas, inclusive dentro del PT. Una desconsideración cabal. Claro que al PT le interesaba preservar sus sectores de izquierda, pero el lulismo siempre lo aceptó como margen, nunca como centro, una vez que de hecho el lulismo buscaba la conciliación de clases. Y, en última instancia, acababa en la personalización de la política, donde el líder siempre tiene la última palabra”, decía el sociólogo Ricardo Antunes en noviembre de 2015, cuando Dilma iba a un desastre irreversible y la derecha se aprontaba a capitalizar la revuelta. El hecho es que esa izquierda acusó el golpe y comprendió que el ex presidente no goza de ninguna admiración de los más jóvenes, que no tuvieron la oportunidad de conocer al partido de militantes de calles y bases que un día el PT fue. “Primero es necesario apuntar que la articulación de su presencia causó mal estar en otros sectores organizadores del acto. Este oportunismo fue calculado por el petismo para hacer el encuadramiento de la defensa de los pobres y de las causas sociales y de paso adelantar el debate presidencial de 2018. Si la presencia de Lula agradó a militantes petistas, por otro lado desagradó a algunos activistas que estaban en las calles”, escribió Paulo Spina, del Foro Popular de la Salud de San Pablo, en Correio da Cidadania. Más allá del rechazo y diferencias político-ideológicas, el análisis que muchos hacen es que trabar esa o cualquier iniciativa del PT, encuentra un límite en términos de adhesión popular. Al fin de cuentas, quedaría todo entre aquellos que ya hacen parte de los círculos tradicionales de la militancia, alienado al ciudadano medio, galvanizado por los conservadores de verde y amarillo. “El mayor error de aquellos que luchan contra la reforma de la Previsión será aceptar la identificación de esta importante reivindicación al PT, pues esto impedirá una mayor adhesión de aquellos que todavía no salieron a las calles a protestar contra la reforma”, señala Spina. El “Fuera Temer” está mucho más allá de la política pura En este escenario de confusión también se encuentra el “Fuera Temer!”, que, tal como se hizo visible el 8 de marzo, no significa “Vuelve Dilma”. Gobierno identificado como símbolo de la sociedad blanca, heterosexual, patriarcal, el repudio a sus miembros traspasa toda coyuntura política y asume contornos de “movimiento cultural”. Indignados contra la figura del nuevo presidente fueron los momentos como la Movida Cultural de 2016 en San Pablo y el Carnaval de las calles este año. “El núcleo dominante del PT, que está en parte cerrado, en parte procesado, no tiene más como llegar al PSOL, el PSTU, a los diversos grupos y movimientos, y decir ‘vamos a tejer, ahora que estamos muriendo, un Frente de Izquierda’. Digo con tristeza: la más dura de las medidas tomadas por los gobiernos del PT a lo largo de cuatro mandatos fue destruir a la izquierda brasilera. El PT de 2015 tiene muy poco que ver con el PT de 1980. La CUT perdió, a lo largo de los años 2000, un conjunto enorme de tendencias y militantes sociales que estaban ahí desde su formación, en 1983. Así, un frente amplio, de izquierda, bajo dirección del PT, es una provocación”, decía Antunes, probablemente el mayor conocedor del mundo brasilero del trabajo. De esa forma, queda el desafío, casi ciertamente de largo plazo, de reorganizar una alternativa que presente otro proyecto al país, distinto de aquellos que serán recalentados en 2018; o sea el o bate-estaca neoliberal que busca privilegiar al capital financiero, sea el neodesarrollismo que consagró a los “campeones nacionales”, desmoralizando exactamente cuándo publicamos este texto, por cuenta del escándalo de la Friboi ( Ndt: se refiere al escándalo de la “Carne Flaca”, producción de los frigoríficos con carne contaminada de bacterias y uso de productos cancerígenos, impropios para consumo humano), además del tercer aniversario de la Operación Lava Jato.
- postaporteñ@ 1743 - 2017-03-22
|
||
No hay comentarios:
Publicar un comentario