Número 1789 | 03JUL2017 | Año 12
El quiebre del MLN-T en Argentina: el nacimiento de Nuevo Tiempo(I)
por Lic. Jimena Alonso y Lic. Magdalena Figueredo
Revista Encuentros Uruguayos / Volumen VII, Número 1, Octubre 2014, pp. 111 – 135
En el artículo que sigue a continuación nos proponemos analizar los hechos que culminaron en la renuncia de cuatro dirigentes Tupamaros a la dirección del MLN- T primero (en julio de 1974) y a la organización después (noviembre de 1974), generando por tanto el fraccionamiento de la misma.
El objetivo central, es esbozar los factores que impulsaron y gestaron tal decisión y en este sentido desarrollar sus casuales y su posterior desenlace. Los “Renunciantes” -como fueron conocidos en un primer momento por su renuncia a la dirección -, lograron consolidarse como grupo a la interna y se alejaron del movimiento de un modo organizado a través de la creación de “Nuevo Tiempo”, grupo político que funcionó hasta 1977
Durante un período de cuatro a cinco meses, los “Renunciantes” analizaron la historia del MLN- T y la situación del Uruguay basándose fundamentalmente en la teoría marxista- leninista como herramienta de análisis. Por otro lado, analizaremos, el proceso que dio nacimiento a “Nuevo Tiempo” como organización independiente fuera del MLN-T, exponiendo las principales líneas políticas de este nuevo grupo, las alianzas políticas, su disolución y la posterior vinculación a los partidos tradicionales
El quiebre del MLN-T en Argentina:
el nacimiento de Nuevo Tiempo
En este sentido, la idea central será la de profundizar en el caso específico de una de ellas, la renuncia de cuatro miembros de la dirección en julio de 1974 y la posterior creación de Nuevo Tiempo.
A lo largo de la historia de los partidos políticos en el Uruguay se ha asistido a múltiples procesos de escisiones y fracturas derivadas de las coyunturas externas e internas de los mismos. La diferencia principal radica en dónde se manifiestan esas fracturas, si adentro o afuera del proyecto político en el que se encuentran.
En el caso de Nuevo Tiempo, esta se manifiesta por dentro del movimiento alejándose de manera organizada. Luego de 1972 y hacia 1973, otra etapa comenzará para el Movimiento de Liberación Nacional- Tupamaros, la “derrota militar” /1 había dejado como saldo el encarcelamiento de muchos de sus miembros, y el exilio de otros tantos. El desmembramiento de la organización, debido a las circunstancias vividas, hizo que se buscaran nuevas alternativas desde dónde actuar. Ante este panorama, un gran número de militantes pasaran a residir en el exterior, reorganizándose desde allí. Los lugares que supieron ser sede de pequeños grupos de militantes Tupamaros fueron variados y disímiles desde el punto de vista de su incidencia y acción en el Uruguay, no obstante, hubo al menos dos centros que marcaron al MLN- T en el exterior, uno fue Chile y el otro fue Argentina
Debemos recordar que estos no fueron los únicos países que brindaron refugio a los militantes Tupamaros; Cuba y otros países de Europa también fueron espacios de importancia e incidencia para un cúmulo de militantes. Sin embrago, y por la temática que nos convoca no profundizaremos sobre la reorganización del MLN- T en esos ámbitos. De esta manera entre 1972 y 1973 un número importante de militantes Tupamaros se encontraba en la República Argentina, lugar que los amparará por un largo tiempo.
Según Porta y Sempol ya hacia 1970 “se calcula que la cantidad de residentes uruguayos en Argentina (que habían emigrado por razones políticas y/o económicas) superaba fácilmente las 60.000 personas.” (PORTA y SEMPOL. 2006: 98). Argentina, aparecía en el escenario del Cono Sur, como unos de los posibles lugares de concentración ya que si bien hacía 1972 continuaban con un gobierno militar –debido al golpe de Estado de 1966- en 1973 con la asunción como presidente de Héctor J. Cámpora, el país vecino se mostraba como uno de los espacios desde dónde era posible reorganizar al movimiento. Argentina además “ofrecía una ventaja adicional al clima político, su posición geográfica le permitía transformarse en una retaguardia estratégica para acciones que bolivianos, chilenos y uruguayos pudieran planificar desde allí” (MARCHESI 2008: 15) en el marco fundamentalmente de la Junta Coordinadora Revolucionaria (JCR)/2
Las razones que impulsaron a un núcleo importante de militantes del MLN- T a cruzar a la vecina orilla se basaron principalmente en la situación que se había desencadenado en Uruguay luego de abril de 1972 y que se agudizaron hasta el golpe de Estado de 1973. Como mencionamos, la “derrota militar” había dejado a la organización completamente desmembrada y fragmentada, hecho que llevó a la consolidación del MLN- T en Buenos Aires. Recordemos además que Chile, luego del golpe de Estado del 11 de setiembre de 1973, desapareció como otro de los posibles espacios de resguardo para los Tupamaros, lo que condujo además a un importante número de integrantes a emigrar hacia Argentina. Buenos Aires, de este modo, ofrecía a los extranjeros “un respiro para recompaginar y reorganizar su situación personal y a las organizaciones para estructurar el trabajo en el exilio.” (PORTA y SEMPOL. 2006: 100). Porta y Sempol agregan además que “la presencia activa de los legisladores Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruiz, Enrique Erro y Wilson Ferreira Aldunate configuró un espacio de representación simbólica del exilio.
Confluirán como espacio de exilio más general otros destierros de la región y unos y otros serán afectados, primero, por la acción desde 1973 de la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A) y en adelante por el trabajo de la coordinación represiva denominada Operación Cóndor” (PORTA y SEMPOL. 2006: 98)
La gestación de “Nuevo Tiempo”: “los Renunciantes”
Por otro lado, las responsabilidades de la derrota de 1972 y los sucesivos golpes sufridos en los intentos de reorganización en 1973 y 1974, también fueron un tema de discusión y conflicto que dieron lugar a interpretaciones ideologizantes que condujeron a agudizar aún más los enfrentamientos políticos entre los miembros del movimiento. Los enfrentamientos de ese momento, son vistos “como frutos de peleas por el poder y el control de la organización más que por un verdadero debate ideológico.” (PORTA y SEMPOL. 2006: 107)
La convivencia a la interna del MLN- T, en este período, se hizo cada vez más ardua y compleja. Era evidente, por otro lado, que la gestación de al menos dos fracciones que entrarían en pugna -los “Renunciantes” y La Tendencia Proletaria debilitaba aún más la cohesión de los Tupamaros en el exterior. Las medidas de seguridad y el riesgo constante hacían muy difícil y compleja la generación de una discusión fluida; por otra parte el manejo de la información en forma compartimentada no hacía más que profundizar las confusiones y el ambiente de desconcierto.
El factor subjetivo, cobró mucha importancia en esta época, de este modo lo que se informa, quién lo informa y cómo lo informa tenía mayor trascendencia ante los hechos que podríamos considerar reales u objetivos. La carga subjetiva fue tenida en cuenta en varios documentos de la época, ya que se entendió que la mayoría de las acusaciones y cuestionamientos provenían principalmente de las visiones de los individuos, cargado de ataques personales. Marcelo Estefanell relata que “al negro Mansilla fueron a matarlo también, estaba condenado a muerte, y el tipo que lo fue a matar, estaban así como vos y yo y el negro lo adivino y le dijo me venís a matar y el otro se desarmó y terminó llorando, pero no cumplió la orden.”/3
La continuidad de la lucha armada, base fundamental del MLN- T, como táctica y estrategia a continuar, será otros de los temas de conflictos, aunque a diferencia de los otros puntos de tensión, este no se explicitará concretamente en aquel momento. Lógicamente estás no fueron las únicas causales de la división y del posterior fraccionamiento, la coyuntura en la que se encontraba inserto el MLN- T también jugó un papel clave. En este sentido, las relaciones con el Partido Revolucionario de los Trabajadores- Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT- ERP) y su incorporación a la JCR fue otro de los elementos condicionantes de esta situación
“Dos corrientes que expresan a dos concepciones distintas”:
la “Tendencia Proletaria” y los “Renunciantes” en pugna
Con respecto a lo que cada una proponía añade: “La Proletaria era la línea más dura, que quería meter gente adentro (de Uruguay) para darle continuidad a la lucha armada. En principio se trataba de tareas organizativas, de la creación de infraestructura. La Tendencia Proletaria era favorable al partido de masas. Nuevo Tiempo tenía otra tesitura completamente distinta: aunque en aquel momento tenía una ideología tremendamente leninista, quería dejar la lucha armada de lado. Era muy crítico, un poco por toda la influencia que había tenido el PRT- ERP y del MIR chileno. (...). Nuevo Tiempo en ese momento estaba en una línea muy ortodoxa, pero no quería seguir (con la lucha armada) de ninguna manera.” (LESSA. 2002: 302)
En términos generales, los Renunciantes y la Tendencia Proletaria, tenían planteos y propuestas contrastantes entre sí, sus contradicciones hacia inhóspita la convivencia y compleja la construcción de una táctica y estrategia común, por lo cual se trazaba lo inevitable, el quiebre interno. Recordemos además, que éstas no eran las únicas tendencias existentes a la interna del MLN- T, aunque si serán las más destacadas y preponderantes en términos de discusión política. A grandes rasgos, las controversias entre las dos orientaciones del grupo dirigente de la organización fueron encendidas.
“Los renunciantes básicamente argumentaban que el MLN-T debía volverse un partido marxista leninista, que la vía revolucionaria había fracasado y que era hora de replegarse y reformular la estrategia de lucha política buscando involucrar a las masas”(PORTA y SEMPOL 2006: 205), en este sentido comenzaron a propiciar la salida de los militantes a Europa. Por otro lado, la “Tendencia Proletaria” por el contrario hacía hincapié en mantener la organización clandestina y fortalecer la resistencia a la dictadura. Rechazaba las acusaciones de foquismo, y buscaba también la consolidación de un partido que no desconociera los ejes de la organización revolucionaria.(PORTA y SEMPOL 2006: 205)
Aldrighi señala con respecto a este último punto que “el núcleo Buenos Aires que luego permaneció en el MLN (...) Insistía en no dejar de lado el análisis de los errores del pasado, pero sin perder de vista, en el ímpetu de la rectificación ideológica, los puntos de referencia de la organización revolucionaria.” (ALDRIGHI. 2001: 122).
La ruptura del MLN-T se procesó entre abril y noviembre de 1974, y el mismo fue protagonizado y conducido por cuatro dirigentes, quienes tuvieron un papel preponderante en ese proceso, ellos fueron: Luis Alemañy, William Whitelaw, Lucas Mansilla y Kimal Amir, integrantes de la Dirección del MLN- T en aquel entonces y renunciantes a la misma en julio de ese año. La división del movimiento se materializó en noviembre con el alejamiento de estos cuatro dirigentes. El profundo ambiente de desconfianza entre los integrantes del MLN- T tocó su punto máximo en la reunión del Comité Central “Miguel Enríquez” del 8 de octubre de 1974. Los cuestionamientos emanados allí estuvieron en parte dirigidos a los temas vinculados entorno a la “desviación de clase, [y a la] desviación pequeña burguesa”, que vivía la organización.
Recordemos además que en esa ocasión se criticaron las decisiones y acciones de la Dirección, además de cuestionarse el “aislamiento de las bases, [el] estilo de trabajo, [la] no concreción de las políticas, [las] renuncias, [la] inorganicidad, [el] subjetivismo e inclusive [el] estilo no proletario de vida.” Desde esta perspectiva y el planteo central de la Comisión Política del MLN- T –integrada por miembros de la Tendencia Proletaria- estaba focalizada en que la tarea principal era “la construcción del Partido en el Uruguay/4 esto es el Partido proletario, clandestino y armado” /5
En aquella instancia se resolvieron, entre otras cosas, “la necesidad de dar forma y límites precisos (...) [al] Partido proletario de combate”, y por tanto “constituir la Comisión de obreros Tupamaros que se integrará con todos los compañeros en condiciones de ser considerados militantes del partido”. La Comisión de obreros Tupamaros –según estas resoluciones- “tendrá como tarea principal la construcción del partido, adoptado un funcionamiento partidario y en adelante ejercerá la dirección de nuestra fuerza militar: el MLN (T) y de organismo y organizaciones por el creados hasta la conformación orgánica de nuestro partido en la 3 Convención Nacional.” /6
Por otro lado, se aclaraba que el Comité Central, la Comisión Política, y la Comisión Militar, constituidos como la Dirección del partido y del MLN- T tendrán su sede en el Uruguay y por tanto se encargarán “de elaborar las orientaciones políticas del Partido de acuerdo a la línea del Partido y de dirigir prácticamente las células y las zonas del Uruguay.” /7
El Partido en consecuencia deberá ir construyendo “la fuerza militar que permita realizar acciones de mayor envergadura y nivel.” Por otra parte y en relación a la caracterización de los cuadros, se plantea y define que el Comité Central nombre “una comisión integrada por compañeros obreros en su mayoría y que en su práctica hayan demostrado una absoluta adhesión a la causa, su compromiso con la revolución y capacidad para esta tarea de gran responsabilidad a lo largo de su práctica.”/8
Esta resolución, culmina en la designación de cuatro cañeros o “peludos”/9, para integrar la dirección o la “comisión política”. Para Aníbal De Lucía la decisión de designar a los cuatro “peludos” fue un grave error que culminó con el MLN- T. Según este militante “ahí se termina de alguna manera, ahí los Renunciantes como ven que no hay arreglo como ven que los otros conspiraron y como ellos ya venían conspirando se termina el Comité Central, renuncian a la Dirección, y lo que se resuelve es poner a los cuatro peludos en la Dirección del MLN, que es como enterrarlo para siempre al MLN. (...).”/10
Críticas a la Tendencia Proletaria
En el mismo, se desarrolla, el tema de la “contradicción principal”, en el que se pone en evidencia y se polemiza sobre las principales diferencias tácticas y estratégicas que tienen con la Tendencia Proletaria. Los que integraban el núcleo de los “Renunciantes” comprendían que el MLN-T se encontraba enfrentado a través de dos posturas el “foquismo de nuevo tipo”/11 por un lado, y el marxismo- leninismo por otro. Ubicaban allí por tanto que “la contradicción fundamental que debe resolverse en nuestro movimiento está dada entre el foquismo (...) por un lado, y la concepción proletaria marxista- leninista que plantea como la primera cuestión para poder avanzar correctamente por el camino de la revolución el análisis crítico de la historia de la lucha de clases en el Uruguay y el papel cumplido por el MLN dentro de ella -por otro-.”/12
Esta contradicción se agudiza entre la concepción proletaria y la no proletaria, dando nacimiento a la tendencia continuadora y restauradora del foquismo. En base a ello, los “Renunciantes” plantearon que los integrantes de este tendencia buscaron, “ubicar la contradicción principal entre militantes pequeñoburgueses y obreros, sin otra consideración que la extracción de clase de los mismos, apartándose del punto de vista marxista que exige tomar como rectora la línea ideológica y política, lindan así de hecho con el corporativismo de clase premarxista. ” /13
El foquismo que fue durante doce años el promotor de las acciones del MLN- T, es visto por los “Renunciantes” como un error estratégico y táctico, principalmente si se tienen en cuenta las consecuencias producidas. Entendían que “este pequeño grupo de compañeros continuadores y restauradores del foquismo, que hegemoniza la tendencia “proletaria”, habla de la clase obrera, del estilo proletario de dirección y de vida, dice combatir contra el pequeño- burgués, agita el marxismo- leninismo, para en los hechos, atacar el marxismo- leninismo y volver a hacer lo que la historia se ha encargado de negar. Agita banderas de rectificación en cuestiones secundarias, y errores que hemos cometido en este período, pero lo hace para mantener inamovible la concepción, pretendiendo transformar el pasado en perspectiva desconociendo así las enseñanzas de nuestra propia experiencia y la de las masas, y encubriendo de ese modo su verdadera posición y punto de vista militarista” /14
Por último, expresan ante “la afirmación de que nos habíamos “adueñado arteramente de la dirección y sin ánimo de largarla” /15, los “Renunciantes” afirman que: “Lo dijimos mucho antes de las renuncias, durante y después de ellas, que, por sobre la cuestión de estar o no en la dirección, habían insoslayables principios a resolver; historia, ideología, línea política, análisis de situación, etc. Pero además lo reiteramos en el CC, pidiendo ser relevados de este. Y lo reiteramos hoy, en el sentido de que estamos más convencidos que nunca que lo primordial es servir al pueblo y a la revolución, lo demás, dirección, MLN, etc., es secundario. (…). El error de cálculo de los compañeros de dicha tendencia radica en que nosotros la cuestión esencial, rectora, de nuestro comportamiento reside no en la lucha por los cargos, sino en el compromiso asumido con los intereses de nuestro pueblo y la revolución.” /16
Críticas a los Renunciantes
Quien no compartía esos esquemas, no entendían la verdad. No concebían que se tuviera una posición diferente: quien no comprendía era un pequeño burgués desviado. Sus discusiones eran una suma de insultos políticos, que terminaban coartando la participación y la discusión. (...). Nosotros pensábamos que lo más importante era mantener unida a la organización clandestina y reunir gente para la lucha contra la dictadura. Ellos pensaron que no (...). Tenían poder, porque realmente, hasta la renuncia, eran los que gobernaban la organización. Al irse se llevaron gente –no la mayoría- pero sí casi toda la infraestructura, gran parte de los “locales” y el dinero. (...).
Con sus documentos y sus declaraciones de pureza izquierdista, engañaron a mucha buena gente. Ahora bien, no se puede decir que todos los renunciantes fueran pésimos y las únicas buenas personas quienes estábamos del otro lado. No. Basta pensar en Whitelaw. Muchos militantes adhirieron en un primer momento y luego entendieron como eran en realidad las cosas por detrás de las palabras. Pero importante es el fenómeno político que generaron: la desarticulación del MLN” (ALDRIGHI. 2001: 122)
Eleuterio Fernández Huidobro, realiza en su libro, “En la Nuca” una exhaustiva crítica a los sucesos de aquellos años y a las decisiones asumidas por el colectivo tupamaro en general y por los “Renunciantes” en particular.
Sobre este aspecto, plantea: “(...) el gran golpe al MLN se produjo después de 1972 debido a las gravísimas decisiones tomadas en Chile y Argentina. Entre ellas hubo una que resultó fatal: se resolvió la autocrítica. (...).
Esa autocrítica y sus funestas consecuencias deberían formar parte de la de hoy. Autocrítica de la Autocrítica porque fue el golpe en la nuca del MLN. Costó demasiadas vidas ese asunto. (...). En los casos de más cruda responsabilidad, los que entonces dirigían con absolutismo al MLN y lo transformaron por decreto en el “Partido del Proletariado” para sacarlo de sus deformaciones pequeño- burguesas (causa principal según ellos de la derrota del 72) terminaron en el Partido Nacional unos y en el Colorado otros...Hasta hoy.” (FERNÁNDEZ HUIDOBRO. 2001: 13)
Ahora bien, a través del análisis que realiza Fernández Huidobro, en su libro, accedimos a uno de los documentos que la Tendencia Proletaria elaboró criticando las posturas y acciones de los “Renunciantes”. En términos generales, las críticas se dirigieron tanto a los modos de vida de los ex integrantes de la dirección, así como también a la ostentación de dinero y comodidades que estos tenían.
Por otro lado, las acusaciones económicas fueron centrales, y en este sentido, la apropiación indebida de dinero, armas y locales, fue otro de los centros de conflicto. Además, en otro orden, se ubicaron también los cuestionamientos vinculados a la manipulación u omisión de la información, así como la falta de compromiso de éstos dirigentes. Como mencionábamos, la Tendencia Proletaria cuestionó los modos de vida cotidiana y las costumbres que los “Renunciantes” tenían, los cuáles según éstos eran absolutamente objetables por la realidad en la que estaba insertos.
De esta manera, puntualizaban “los delirios de grandeza y la falta de modestia, se documentan también en el estilo de vida y de trabajo de los dirigentes y en la forma en que se administró el patrimonio y la seguridad de la Orga; aunque en todo ello ha contribuido la naturaleza preponderantemente pequeño- burguesa de la base. (...). No es de extrañar, igualmente, que en todo este último período brillara por su ausencia algo que es esencial en el quehacer revolucionario: la lucha armada, las acciones(...).”(FERNÁNDEZ HUIDOBRO. 2001: 33)
En este sentido lo más criticable era que se creaba una profunda diferencia entre los modos de vida de la base y la dirección, generando por consiguiente que la organización tupamara perdiera paulatinamente sensibilidad social y agudizaba aún más “las desviaciones de clase.” (FERNÁNDEZ HUIDOBRO. 2001: 36). Las acusaciones de tipo económicas fue otro de los duros planteos esbozados por la Tendencia Proletaria, en contra de los “Renunciantes”.
En este sentido, se los acusó de “malversación de fondos y apropiación indebida de un millón doscientos mil dólares que se entregaron en febrero último a la Dirección del MLN, para ser entregados a una organización hermana. Hasta el día de hoy esa suma tan importante de dinero no se ha entregado a sus destinatarios, existiendo una reclamación de los damnificados, la que no ha sido satisfecha.” (FERNÁNDEZ HUIDOBRO. 2001: 36)
Por otro lado se los cuestionaba por la “gran concentración de armas en un solo local y caída de la totalidad de las mismas (...), sin que nadie haya sido responsabilizado hasta ahora por el hecho y lo que ello significa: como irregularidad en la administración de las cosas y como perjuicios para la revolución.” (FERNÁNDEZ HUIDOBRO. 2001: 36)
Alfonso Lessa, plantea que para Martínez Platero lo de la presunta falta de dinero y el cuestionamiento por las armas “pudo haber formado parte de una campaña de desprestigio de la Tendencia Proletaria en contra de los que no la acompañaban, como Whitelaw.”
Ya que, y según el recuerdo de Martínez Platero: “Dio la casualidad que en los correos el que llevaba toda la infraestructura de la organización era Whitelaw. Y el usó dos o tres correos para llevar la plata dividida a Chile. Una parte se dio en Argentina y otra parte se llevó a Chile.” (LESSA. 2002: 305).
Un análisis publicado en el periódico de Nuevo Tiempo en abril de 1975, valoraba que no sólo el MLN- T sino que toda la izquierda uruguaya enfrentaban “una profunda crisis de carácter ideológico y de línea política. En su interior se han desarrollado en pugna dos tendencias principales, claramente antagónicas. Por una parte, las posiciones que se caracterizan por aferrarse al pasado y sus errores, sin analizarlo críticamente, (...). Por otro lado, quienes nos orientamos por corregir los errores y por una alternativa política independiente y revolucionaria de la clase obrera y el pueblo. (...).” (ALDRIGHI. 2001: 121)
Vigencia de la lucha armada y el aparato armado:
balances y cuestionamientos
De todas maneras los ex militantes tupamaros, esbozan superficialmente su postura con respecto a este tema. En el documento de su renuncia a la organización, plantean lo siguiente: “Los compañeros de la tendencia “proletaria” insisten en no extraer enseñanzas ni siquiera de nuestra propia experiencia. Es sabido que la Organización, al tomar como lo fundamental su actividad militar, perdió de vista las posibilidades que para la lucha política de las masas encerraban las libertades democráticas, en la idea errónea de que un mayor nivel de acciones de nuestro aparato conduciría al pueblo al enfrentamiento decidido con la burguesía.”/18
Ahora bien, volviendo a los hechos concretos, luego de la derrota de 1972, hubo quienes quisieron organizar la contraofensiva desde Buenos Aires con el apoyo de los pocos cuadros y militantes que aún quedaban en Montevideo. Alemañy, junto a otros como Lucas Mansilla, fue uno de los actores decisivos en desarticular esta iniciativa.
Para Alemañy, “se trató de un intento de evitar un segundo baño de sangre que acabaría con la vida de jóvenes que estaban aislados en Uruguay, sin la preparación ni el apoyo necesario.” Martínez Platero quién efectuó un análisis similar, plantea que: “No había cuadros militares que pudieran compararse con un cuadro del Ejército. Había tiratiros, que eran carne de cañón y a los que podían matar en cualquier momento.” (LESSA. 2002: 51)
Efraín Martínez Platero quién permaneció en el país durante un tiempo, continuó ocupándose de lo poco que quedaba, aunque no era el único. Otros, “como Luis Alemañy, viajaban clandestinamente desde Buenos Aires a Montevideo para analizar con qué contaba la organización dentro del país, a fin de cumplir con la contraofensiva que promovían las líneas más duras.” (LESSA. 2002: 17). Entorno a ello, Luis Alemañy señala que a comienzos de 1973, la dirección del exterior propuso la suspensión de la lucha armada por razones tácticas, de esta manera expresa: “Vuelvo a Uruguay en enero de 1973, como miembro de la dirección en el exilio. No estaba de acuerdo con la resolución de reemprender las actividades armadas en Uruguay, la que había quedado de 1972. Pedí que me dieran la posibilidad de discutir las razones que teníamos nosotros para reemprender inmediatamente las acciones armadas. La realidad me ayudó mucho para convencerlos.” (ALDRIGHI, 2001: 119).
No obstante ello, y en ese contexto se reunieron en abril de 1974, en la Playa de la Agraciada, Luis Alemañy y William Whitelaw para analizar la situación. Whitelaw había cruzado clandestinamente por el río Uruguay buscando una ruta para ingresar armas. Sin embargo las noticias que tenía Alemañy eran desalentadoras: “la estructura era casi nula y sólo aguardaban órdenes algunos militantes muy jóvenes y sin ninguna preparación.” Alemañy señala con respecto a este hecho, lo siguiente “el 17 de abril de 1974 se lo comunico a Willy Whitelaw en la playa de la Agraciada, adonde había venido a visitarme desde Buenos Aires. Le explico que estaba en minoría, tres a uno; que había puesto como condición esperar a que pasara el 1º de mayo para hacer acciones armadas, para ver si había movilización popular. Estaba convencido de que eso no se iba a producir. Me decía que sí, que había resistencia silenciosa que se iba a expresar ese día.
Se antepuso entonces un plan de movilización de masas para el 1º de mayo, con el cual también estaba en contra, porque debía generar enfrentamientos en un plano de desigualdad, donde podía ir a la muerte un montón de gente gratuitamente.” (ALDRIGHI, 2001: 119)
Alianzas políticas
De esta manera, por ejemplo, el fluido relacionamiento que los “Renunciantes” mantenían con personalidades tales como Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz, según Alemañy no iba en correspondencia con las líneas políticas del MLN- T (LESSA. 2002: 295), lo que hacía más dificultoso la posibilidad de aunar criterios. Por otro lado, el paulatino alejamiento político de la JCR, profundizaba las grietas. En este sentido Astrid Arraras, plantea que “el análisis de los “renunciantes” [sobre] el contexto uruguayo también los condujo a (...) re evaluar sus alianzas anteriores y las modificaron.
De este modo, “los “renunciantes” decidieron alejarse de la JCR porque ellos abogaron la teoría “foquista”. Para los “renunciantes”, los miembros de la JCR no analizaron las condiciones particulares en Uruguay y mecánicamente transfirieron sus opiniones y tácticas al Uruguay. Finalmente, los “renunciantes” decidieron participar dentro de una nueva alianza independiente orientada, la Unión Artiguista de Liberación (UAL), para tomar los primeros pasos hacia la unidad de todos los grupos sociales y políticos para derrocar la dictadura y sustituirla por un gobierno democrático y patriótico.” (ARRARAS 1998: 256). Para Alemañy las principales críticas de las que eran objetos, se basaban en su condición de pequeños burgueses -según los integrantes de La Tendencia Proletaria- y sus propuestas de alianza política, con otros políticos uruguayos en la Argentina. “Se nos criticaba por ser pequeño- burgueses y porque propugnábamos alianzas con políticos burgueses como Erro y Michelini. Nos alegrábamos mucho de que no supieran de nuestra amistad con Gutiérrez Ruiz, porque ahí sí que nos hubieran condenado. Por supuesto, tanto él como Michelini fueron una gran ayuda para nuestra evolución en las ideas. Todos nosotros discutíamos con ellos, se encontraban con todos los uruguayos en Argentina, resolvían problemas. Hablábamos de la política uruguaya, podíamos hablar de política, cosa que en el MLN ya no se podía.” (ALDRIGHI. 2001: 120)
Propuestas de Nuevo Tiempo
En síntesis, la propuesta estratégica de Nuevo Tiempo, era la construcción de un partido de masas, ideológicamente vinculado al marxismo leninismo, y que se planteara –en esta etapa-el abandono de la lucha armada. También sugerían que era inconveniente volver a entrar al Uruguay clandestinamente por las condiciones que existían en el país y proponían ampliar su política de alianzas, a los grupos democráticos de los partidos tradicionales que luchaban contra la dictadura.
En la primera Circular Interna de la organización, ellos mismos se definen de la siguiente manera: “la organización Nuevo Tiempo surge del nucleamiento de los elementos que habiendo comprendido la situación y las necesidades políticas anteriores, aspiran a formar parte y a trabajar consecuentemente en la construcción del partido marxista- leninista, del frente revolucionario y de las fuerzas armadas populares, proviniendo su núcleo central de le escisión del MLN y del “26 de Marzo.”/20
Como hemos visto en apartados anteriores, el debate sobre la necesidad de desarrollar un partido y su eventual contradicción con la teoría del foco no era nuevo en el MLN- T. En 1967 dicha organización daba a conocer su Documento 1, donde ya se explicitaba su idea con respecto a la construcción de un partido. En él indicaban que era “necesario contar con un Partido Revolucionario profundamente arraigado en las masas, para hacer la Revolución Socialista, ese Partido hoy no existe como tal si bien puede existir embrionaria o potencialmente (…). La construcción del Partido Revolucionario es un producto de la lucha de clases y no se pueden adoptar recetas sobre el mismo. (…). Mientras esto no suceda, la Revolución no puede esperar. A cada revolucionario, o a cada grupo revolucionario solo cabe un de hacer la revolución con o sin partido.” (CULTELLI 2006: 69)
En agosto de 1971 el grupo había emitido el documento “Foco o partido, un falso dilema”, en el que se aseguraba que no era conveniente contraponer elementos referidos a la organización, con lo que tiene que ver con el método. Es decir, el partido es una forma de estructurar internamente una organización, y el foco es el método de lucha guerrillera que dicha organización puede utilizar. Según Andrés Cultelli, allí se planteaba la necesidad de construir un Partido de masas, dejando afuera lo central, el Partido de cuadros, el que debió crear el MLN- T para dar el gran salto cualitativo necesario en el curso de su desarrollo. Y luego agrega, “el partido revolucionario de cuadros es inseparable de la teoría marxista leninista y ésta no puede aplicarse cabalmente sin la construcción de aquel.” (CULTELLI. 2006: 88).
Esta cuestión, no se relacionaba sólo con el MLN, sino que atravesaba a la izquierda latinoamericana y constituía uno de los asuntos centrales de debate entre los partidos comunistas (en especial los prosoviéticos) y las guerrillas guevaristas. (LESSA. 2002: 109). A partir de la influencia de la revolución cubana y de su declaración marxista leninista, esta ideología ocupó un lugar destacado en el pensamiento de la izquierda latinoamericana. Andrés Cultelli, señala tres fases por las que pasó la organización para adentrarse en la teoría del marxismo leninismo. “Una, de carácter dogmática. Con gran esquematismo y poca reflexión. Pretendemos conocer la realidad, nada más que citando los clásicos, sin más. Como si todo el conocimiento del medio que deseamos transformar estuviera en los libros. Nada más negativo e impropio que esto. Dos, sin tanto apego formal a los textos, comenzamos a reflexionar con alguna independencia de los mismos, y a vincular los hechos que deseamos dominar con la teoría. Esta fase ya no se puede calificar de negativa. Es más crítica y acaso sirva de puente para llegar a la tercera, a la necesaria en el proceso de formación teórica. Pero es a nivel de esta fase en la que quedan la mayoría de los militantes y los cuadros intermedios, ya que los grandes cuadros o los de mayor nivel –cuyo proceso de formación lleva décadas, no años- hay que ubicarlos en la fase siguiente. Tres, cuando se profundiza en la filosofía marxista leninista y de ella se ha aprehendido el método de análisis, como guía para la acción. Cuando se ha incorporado la dialéctica a la conciencia, como diría Lenin.” (CULTELLI. 2006: 66)
De allí en adelante se profundizó la etapa de división del MLN y surgieron con más fuerzas las discusiones teóricas sobre el marxismo y acerca de la creación de un partido de masas. En la primer Circular Interna de la organización, Orígenes y situación actual de la escisión, los miembros de Nuevo Tiempo, señalan claramente su adhesión a esta ideología. “El nuevo período interno que se abre luego de la ruptura con el MLN debemos caracterizarlo marxismo-leninismo.”/21
Profundizando un poco más en este concepto, la elección de los militantes del núcleo central de Nuevo Tiempo, tenía como ejes centrales: “la trayectoria política del militante alabada históricamente; su adhesión a la línea política y la profundización en los aspectos ideológicos que la sustentan; la puesta en práctica de manera creadora y consecuente en la línea política; el estudio, la propaganda y la defensa de la línea política y sus fundamentos; el compartir y practicar los principios ideológicos leninistas de carácter orgánico: el centralismo democrático, la crítica y la autocrítica, el principio de trabajo colectivo y la responsabilidad individual; la disciplina partidaria referida a la puesta en práctica de la línea política del partido entre las masas; el militar organizadamente en una célula u organismo del partido.”/22
A la vez, cada militante tenía la obligación de extender y construir el partido, en cada frente de masas en el cual estuviera inserto, formando Círculos de Nuevo Tiempo entre aquellos que simpaticen con la línea política de la organización. Esto significa que los círculos son organismos partidarios de carácter amplio, en donde sus integrantes deben aceptar la construcción política, siendo la única condición la da ser aspirantes a integrar el partido. Desde el punto de vista ideológico, la construcción del partido debía darse sobre la base de algunos lineamientos básicos. El primero de ellos, es el carácter proletario de la ideología del partido. “El carácter proletario se debe fundamentalmente al papel dominante que desempeña la ideología proletaria y el partido portador de esa ideología, más q que el papel determinante en la revolución lo constituye la ideología y la política proletarias.” /23
En segundo lugar, y como eje fundamental, tenemos la ideología marxista leninista, como base para la construcción del partido. “La teoría para la revolución en Uruguay surge de la aplicación de las leyes generales del marxismo leninismo a la situación concreta del Uruguay, para así poder transformarla. Esto implica necesariamente el conocimiento de la sociedad en lo que se refiere a: desarrollo del capitalismo y formas particulares de la dependencia, análisis de clases, movimiento y relación entre las mismas, historia de la clase obrera uruguaya, carácter de la revolución y la vía de acceso al poder, teoría de construcción del partido (entendiendo por esta el carácter de la organización leninista y los aspectos ideológicos de la misma), la teoría del partido, expresada en su programa y en su línea política.”/24
Este partido debía tener una amplia relación con las masas y sus militantes un estrecho contacto con el pueblo y las clases proletarias. “Si no existe una relación dialéctica entre el partido y las masas, este se transformará en una secta “árida”, dogmatico y sin vida, incapaz de cumplir con sus objetivos. El vínculo principal del partido con las masas lo constituye su línea política y los cuadros marxistas leninistas.” /25
Y más adelante agrega, “el partido que aspiramos construir tiene que tomar como punto de partida la síntesis del movimiento obrero internacional, así como la síntesis de la experiencia de la clase obrera uruguaya.”/26 Los integrantes del colectivo Nuevo Tiempo, entendían que transformar el MLN- T en un partido marxista leninista, terminó siendo sólo una ilusión.
De esa manera, esta propuesta no hizo más que producir durante dos años un dificultoso proceso de enfrentamiento interno entre corrientes que se mostraron como incompatibles en el plano ideológico. Por consiguiente “la ilusión de transformar el MLN (T) en un partido marxista leninista, basados en la modificación de su política y los aspectos positivos que por aquel entonces encontrábamos en su práctica desato durante dos años un arduo proceso de lucha interna entre corrientes antagónicas en el plano ideológico: el populismo foquista y el marxismo leninismo.”/27
Entendían además que “el partido no es quién le hace la revolución a las masas, sino que por el contrario, es la voluntad concentrada de aquella su papel principal es dirigirlas, en todos los aspectos y situaciones. Pero para que esto sea posible el partido debe mantener con las masas una profunda relación dialéctica de interioridad. Solo así cobra su real sentido proletario y dialéctico el centralismo democrático que debe reglar el funcionamiento del partido.”/28
Comprendían que estos aspectos condujeron a incurrir en errores políticos de importancia para “las masas y para los revolucionarios”, de este modo se contribuyó negativamente a aumentar aún más la confusión política existente en aquel momento. Desde esta perspectiva, y claro está, desde su enfoque los mayores errores fueron: “la interpretación dogmática, contraria al leninismo y de fuerte influencia trotskista, del carácter de la revolución en el Uruguay, al confundir de la etapa de liberación nacional. (...). Esta desviación nos condujo a ubicar la contradicción principal entre la burguesía y el proletariado, desestimando entonces, la necesidad de establecer una sólida alianza con las demás clases populares frente al enemigo principal: la oligarquía y el imperialismo.”/29
Desde el punto de vista de las tareas concretas a desarrollar, podremos señalar que en 1975 publican el periódico “Nuevo Tiempo”, del cual pudimos acceder sólo a dos ediciones, desconociendo hasta cuando se realizó dicha publicación. La propaganda y la agitación, son las tareas fundamentales de esta nueva etapa. En los fundamentos de esta publicación, se señala: “la esencia de la propaganda reside en la vinculación del partido con las masas y, en forma particular con la vanguardia obrera, es uno de los instrumentos fundamentales para fundir las ideas socialistas con la clase obrera y sus clases aliadas (…). Por estas razones, la propaganda constituye un eje de construcción del partido marxista leninista, al educar permanentemente a la clase obrera y a las más amplias masas, en la interpretación de todos los hechos políticos, ideológicos, culturales, etc., y el comportamiento actual de todas las clases sociales, es decir, el carácter del imperialismo del sistema capitalista, el papel del estado burgués (…), el reformismo, así como la influencia de estas corrientes en el seno de la clase obrera y el pueblo” /30
En cuanto a la agitación, señalan: “la agitación en cambio, consiste en el arte de introducir en las más amplias masas populares, una o dos ideas claras y precisas, dirigidas a de régimen.”/31 Y luego agregan, específicamente “la tarea práctica de cada militante de Nuevo Tiempo es: difundir el periódico, estudiarlo, discutirlo, y una vez comprendida la línea política, aplicarla creadoramente a la situación particular, organizando a la clase obrera y al pueblo.”/32
Como objetivo a corto plazo, “el partido debe impulsar una amplia política sindical (…) con una gran representatividad tendiente a reunificar a la clase obrera en la lucha contra la dictadura y la reestructuración de la CNT bajo una política revolucionaria. Esto implica, además tener una plataforma concreta y amplia, impulsar la constitución de agrupaciones amplias (…) dentro de las cuales los militantes deberán desarrollar un trabajo en profundidad sobre los elementos más conscientes en torno a los planteos políticos e ideológicos de Nuevo Tiempo.”/33
Luis Alemañy, sostiene que si bien los miembros de Nuevo Tiempo, se fueron más o menos organizados del MLN-T, luego casi no existió un funcionamiento orgánico entre ellos. Como veremos en el apartado siguiente, fueron reconociendo otros líderes políticos, como Wilson Ferreira Aldunate, y Zelmar Michelini, quienes los alentaron a tomar un camino diferente al de las armas. “De acuerdo a la visión de Alemañy, el asesinato de Michelini, y Héctor Gutiérrez Ruiz junto a Whitelaw y su pareja Rosario Barredo, liquidó un proceso de acercamiento iniciado en Bs As, y destinado a promover la restauración de la democracia en Uruguay. Muchas veces se subrayó la condición de tupamaro de Whitelaw, pero ignorando el proceso de fracturas del MLN en el exterior y el papel que estaba cumpliendo el ex guerrillero, partícipe del grupo que evitó la contraofensiva.” (LESSA. 2002: 316)
La tarea fundamental en esta etapa, era organizar en todos los niveles posibles la resistencia contra la dictadura. “Solo la lucha tenaz y organizada de los que viven de su trabajo; sólo la voluntad inquebrantable de los orientales de hacer temblar a los tiranos; sólo la decisión del pueblo en el combate por la independencia nacional, las libertades públicas y la justicia social, logrará voltear a la dictadura.”/34
El plan consistía luego en la instalación de un gobierno provisorio “integrado por representantes de todas las fuerzas políticas, y sociales y de todos los orientales, civiles o militares, que hayan luchado contra la dictadura; que no sea una vuelta atrás ni una estafa a las legitimas aspiraciones por las que luchó el pueblo.”/35
Este gobierno debía tomar las siguientes medidas: libertad de todos los presos políticos; vigencia de las libertades públicas sindicales e individuales y cese de las persecuciones; derogación de toda la legislación represiva; expulsión de misiones militares extranjeras y denuncia de todos los tratados militares contraídos; aumento general inmediato de salarios, jubilaciones y pensiones, adecuados al costo de la vida; reapertura de todas las fuentes de trabajo; garantizando el derecho a ocupación y combatiendo toda forma de tráfico de empleo, recomendaciones, etc. aplicación de medidas de emergencia para resolver los problemas de vivienda y salud de la población; reposición de todos los despedidos por causas políticas y sindicales; aplicación de las medidas que posibiliten la vuelta a la patria de los miles de uruguayos expulsados por la desocupación y la persecución política; depuración de todos los organismos públicos de quienes hayan incurrido en prácticas de represión y despojo; juicio a todos los responsables de torturas, crímenes, vejámenes y atropellos a la dignidad y los intereses del pueblo; eliminación de todas las medidas promulgadas por la dictadura cívico militar a espaldas del pueblo uruguayo; derogación inmediata del CONAE, y de la Ley de Enseñanza, cese de las persecuciones a profesores y estudiantes; respeto de la autonomía universitaria; adopción de drásticas medidas que impidan la fuga de capitales que por cualquier vía intenten evadirse hacia el extranjero; libre funcionamiento de todos los partidos políticos y medios de difusión que no hayan estados comprometidos con la dictadura; suspensión del pago de la deuda externa; restablecimiento de las relaciones con Cuba; convocatoria inmediata a elecciones por unidades de decisión popular en la ciudad y el campo, con base en los centros de trabajo y agrupamientos barriales y regionales, de una asamblea nacional constituyente y legislativa que deberá consagrar las bases de las nuevas formas de organización social /36
Recordemos que en 1970, antes de la caída de la dirección que se encontraba en Almería, ya se habían realizado algunas negociaciones entre los tupamaros y algunos miembros del Partido Nacional, con el fin de establecer un gobierno de coalición para cuando se produjera la renuncia de Pacheco. Podemos pensar, entonces, que en algunos de los miembros que fundaron Nuevo Tiempo, esta idea seguía generando atracción y posibilidades desde el punto de vista ideológico. Debemos tener en cuenta, que quién en aquel momento, negociaba con el Partido Nacional en nombre del MLN-T era Lucas Mansilla, uno de los principales dirigentes de Nuevo Tiempo De este momento, Efraín Martínez Platero, señala “Nosotros, todavía teníamos la confianza de que Ferreira ganara las elecciones, porque sabíamos que el trato iba a ser distinto.”/37
Como veremos más adelante, los vínculos con las fuerzas democráticas de los partidos tradicionales –fundamentalmente el Partido Nacional- se estrecharán aún más. Algunas de las reivindicaciones que planteaban los militantes de Nuevo Tiempo, eran viejas aspiraciones de la izquierda uruguaya: reforma agraria, nacionalización de la banca, nacionalización del comercio exterior, ruptura con el FMI, suspensión del pago de la deuda externa, expropiación de las industrias estratégicas y sectores claves de la economía, planificación general de la economía, desarrollo de una marina mercante nacional, impulso de obras viales y energéticas de acuerdo a las necesidades de desarrollo del país, creación de mecanismos de control, planificación y decisión popular en todos los lugares de trabajo, eliminar la intermediación de distintos ámbitos de la actividad productiva, realización de una efectiva producción social que no sea una limosna y que permita la protección efectiva de la niñez, la vejez y la invalidez, viviendas decorosas y atención de la salud, desarrollo de un sistema único que permita al pueblo a todos los niveles de la enseñanza, control obrero y popular sobre los medios de difusión y los servicios culturales, defensa de la soberanía nacional y autodeterminación de los pueblos , política exterior independiente de las grandes potencias, reorganización del servicio exterior y realización de una Asamblea Constituyente que garantice estas propuestas /38
- postaporteñ@ 1789 - 2017-07-03
El quiebre del MLN-T en Argentina: el nacimiento de Nuevo Tiempo (II)
Vínculo con la Unión Artiguista de Liberación (UAL)
Luego de producido el golpe de Estado en Uruguay, en junio de 1973, varias figuras de la política nacional, emprendieron también su exilio a Buenos Aires, como Enrique Erro y Zelmar Michelini. Desde el comienzo de su exilio, ambos trabajaron para denunciar a la dictadura en Uruguay. En el caso, del ex senador Enrique Erro, intentó trabajar en la creación de una alianza de la oposición. “Un informe de diciembre de 1973 bosquejaba la coalición y establecía las tareas de cada sector: la corriente / tendencia para nutrir la organización, fracciones de los partidos tradicionales para hacerla más representativa y tupamaros, para llevar adelante acciones de sabotaje.” (MARKARIAN 2006: 60)
En el medio de prensa de Nuevo Tiempo, también se planteaba la posibilidad de conformar una alianza que uniera a las fuerzas políticas y sociales que se encontraban en Argentina, y que tenían como punto central dentro de su estrategia el derrocamiento de la dictadura.“La unión más amplia de todas las fuerzas dispuestas a enfrentar la dictadura, y la acción a todos los niveles de una organización política revolucionaria, son imprescindibles para desarrollar la resistencia y conquistar la victoria/”39 La creación de la Unión Artiguista de Liberación (UAL), fundada en Baires en octubre de 1974, fue un primer paso hacia la creación de una alianza, con éstas características, aunque no integró a miembros de los partidos tradicionales. En el acuerdo programático de esta unión, se señala que “la UAL se define revolucionaria, Artiguista, nacionalista, latinoamericanista y socialista, luchando por una sociedad donde se eliminen todas las formas de opresión del hombre por el hombre, y solidaria con las luchas de liberación de todos los pueblos oprimidos.”/40
Los principales miembros de esta unión, además de las figuras de Erro y Michelini, fueron los miembros de Nuevo Tiempo, los Grupos de Acción Unificadora (GAU), las Agrupaciones de Militantes Socialistas (AMS) y los dos grupos en que se dividió en Buenos Aires el Partido Comunista Revolucionario (PCR).
Algunas investigaciones señalan, que el grupo denominado “Tendencia proletaria”, participaba de esta organización en calidad de “oyentes”, por no haber tomado definiciones al respecto. (PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA. 2007: 159). Nuevo Tiempo, señalaba con respecto a la necesidad de unir las fuerzas que se pronunciaban contra la dictadura, “teniendo presente el carácter del enemigo principal, las tareas inmediatas del período, los profundos deseos unitarios de nuestro pueblo y ateniéndonos firmemente a los principios, estimamos imprescindible trabajar en función de un gran frente de lucha contra la dictadura basado en la unidad de acción, en torno a las conquistas de las libertades democráticas, el bienestar popular y la soberanía nacional. (…) con tal amplitud, que permita abarcar al conjunto de las fuerzas sociales y políticas, en todas sus manifestaciones: patrióticas, democráticas, progresistas, marxistas, nacionalistas, civiles, militares, blancos, colorados, religiosos, etc., para golpear concentradamente contra el enemigo principal.” /41
El acuerdo programático de la UAL, establecía que “nace en este momento histórico trascendente para nuestro país y América Latina, con el propósito de reivindicar la tradición y la doctrina del artiguismo, tantas veces traicionadas y deformadas por las oligarquías nativas (…). Inspirándonos en las luchas históricas del pueblo oriental, desde la colonia hasta la fecha, tomamos el legado de José Artigas, tan vigente hoy, como guía de las futuras luchas de nuestro pueblo”/42
Después de realizar un exhaustivo análisis de la realidad de nuestro país, y de las características del régimen, señalan que “está claro que la única alternativa real de liberación y bienestar para el pueblo pasa por la revolución nacional y popular, que destruya definitivamente los lazos de dependencia con el imperialismo y elimine la dominación oligárquica. Para ello, es necesario crear las condiciones del nuevo poder popular y revolucionario, organizar al pueblo para defender su programa en todos los terrenos, preparándose para nuevas ofensivas que derroten la dictadura y frene cualquier intento de detener la lucha popular o desviarla de sus objetivos con alternativas de “recambio” que sólo buscan prolongar la explotación y la miseria de los orientales. (…).”/43
Como propuesta política inmediata, se plantea “la preparación de una confrontación global con la dictadura que determine su caída y la toma del poder por el pueblo, avanzando así en el proceso de liberación. Para lograr este objetivo es necesaria una firme alianza de los sectores revolucionarios más allá de las extracciones ideológicas de cada uno de los integrantes, la construcción de un amplio frente de lucha contra la dictadura y la organización armada del pueblo. En esa misma dirección es fundamental recuperar la central de trabajadores, desplazando las concepciones ahora predominantes y obteniendo así su fortalecimiento, así como también lograr la reconstrucción del movimiento estudiantil y reorganizar los de base populares.”/44
La creación de la UAL, entonces, “marca hoy un primer paso decisivo hacia estos objetivos, teniendo como cometido fundamental la integración de todas las organizaciones revolucionarias para desatar la más firme y amplia lucha del pueblo. Distintas organizaciones, con orígenes y experiencias diferentes, nos unimos estrechamente hoy para avanzar firmemente en el camino de la revolución.”/45
Según la historiadora Vania Markarian “la creación de la UAL evidenciaba el deseo de romper con la alianza tanto con los comunistas, como con el resto del Frente Amplio. El acuerdo fundacional incluía la creación de la CNT y las nuevas formas de acción revolucionaria entre los antecedentes del nuevo grupo, pero evitaba cualquier referencia explícita al FA, más allá de su estilo organizativo" (Markarian 2006 61)
En términos generales, mantenía la vieja discusión en la izquierda, entre los grupos nucleados en lo que se conocía como la “tendencia o corriente” y por otro lado, los grupos aliados al Partido Comunista Uruguayo. De hecho, durante el año 1975, la UAL emitió el periódico “Liberación”, en donde –de los ejemplares que pudimos ubicar- la parte se refiere a información y análisis relativos a la situación del movimiento sindical en Uruguay. Con respecto al análisis de sus objetivos revolucionarios, los documentos de 1974 eran particularmente optimistas.
“En esta etapa nos planteamos la preparación de una confrontación global con la dictadura que determine su caída y la toma del poder por el pueblo, avanzando así en el proceso de liberación.” (MARKARIAN. 2006: 62) Nuevo Tiempo, también veía cercana la posibilidad de volver al país, luego de derrocada la dictadura.
En un documento de fines de 1974, señalan “Artigas siguió el camino del exilio. En él estamos muchos por razones económicas y políticas. Artigas no regresó porque la vida no le dio condiciones para ver a los traidores feudales del campo y a los mercaderes de Montevideo desplazados de sus privilegios. Pero nosotros sí volveremos para reencontrarnos con nuestras familias, con padres, tíos, abuelos, hermanos, mucho de los cuáles –los mayores principalmente- alentaron en la confusión y con errada fe los padecerse actuales de la patria. No aflojen, viejos, hermanos, hijos. En 1825 volvieron 33 orientales. En esta época el regreso será de más de 333 mil. No será de inmediato, pero el día no está lejos. En la patria tenemos que caber todos. Para trabajar, para hacer justicia y para que el Uruguay limpie su imagen de país vergüenza en América Latina. (...). La dictadura se estallará en el auténtico patriotismo!”/46
La adhesión de Nuevo Tiempo a la UAL señalaba … "consustanciados e impulsamos los acuerdos que en materia de programa, tácticas y vías de acceso al poder, ha definido la Unión Artiguista de Liberación (U.A.L.), considerando que el desarrollo de esta dependerá de la justeza el vigor y la consecuencia con que tome en sus manos las tareas de la lucha antidictatorial, definiendo políticas concretas en el interior de los distintos sectores sociales que se integran en el pueblo. Sólo a partir de estas premisas se conquistará la adhesión y la simpatía de las masas populares.” /47
En otro documento, señalan más adelante “la UAL expresa la política de alianza básica del partido es decir la alianza de la clase obrera con otros sectores interesados en la revolución democrática, popular y antiimperialista.”/48
En este sentido, impulsan a los militantes de su organización –tanto a los que se encuentran en Argentina como en el exterior-, a desarrollar la construcción de los comité de la UAL, agitando las consignas que la misma plantea, llamando a la unidad de acción y a la construcción de los comité patrióticos y democráticos en torno a la lucha por la libertades, por salario, y mejoramiento del nivel de vida y, soberanía nacional.
En marzo de 1975, Erro fue detenido en B. Aires, por violación a las normas del asilo político. La voz que quedó entonces, fundamentalmente fue la de Zelmar Michelini, que además tenía con Ferreira Aldunate y Gutierrez Ruiz y con muchos exiliados en Argentina
Luego de producido el golpe de Estado en Argentina, en marzo de 1976, los militantes de Nuevo Tiempo se exilian en Europa La mayoría de los miembros de este grupo pidió y obtuvo visas en los países europeos especialmente Alemania, Bélgica, Francia y Suecia. Luego de los asesinatos de Michelini, Gutiérrez Ruiz, Whitelaw y Barredo, la UAL se diluyó silenciosamente, sin saber cómo fue su disolución final
Disolución de Nuevo Tiempo y proceso de acercamiento a los partidos tradicionales
En la entrevista que Astrid Arrarás realiza a Luis Alemañy, él mismo señala: “cuando llegamos, queríamos rehacer nuestras vidas, tener una familia y niños, tener una vida normal, para estudiar, para reunirse y discutir.” (ARRARAS. 1998: 204). Según el estudio de esta misma autora, “en el exilio, ellos han estudiado y reflexionado sobre la historia del Uruguay, los principales postulados del marxismo leninismo y los debates de la Izquierda Europea. Además, viajaron a los países de Europa del este y compararon los sistemas socialistas con las democracias liberales.” (ARRARAS. 1998: 202)
Como parte de su actividad política dentro de Nuevo Tiempo, estudiaron reflexionaron y mantuvieron discusiones sobre la historia del Uruguay desde una perspectiva marxista. Comenzaron a leer a Vaz Ferreira, a Methol Ferré, a Reyes Abadie y a Real de Azúa.
“Y buscan como entroncarse en la historia nacional, como estaban entroncados los partidos tradicionales. (…) Artigas y el “habrá patria para todos o no habrá patria para nadie” no es de izquierda, es una frase de Aparicio Saravia, en una carta creo que a Gaboto, no me acuerdo a quien de esos personajes de la época. Pero esto lo llevaron ya, estando fuera del MLN trabajando dentro del Partido Nacional, en el sector wilsonista. (…) Mansilla, no sé si sigue ahí, pero cuando vuelve del exilio es el secretario político de Zumarán.”/49
A través de estas reflexiones y debates, algunos miembros de Nuevo Tiempo señalaron en las entrevista con Arrarás , haber "descubierto" el Uruguay. Por lo tanto, este proceso de estudio, la reflexión y el debate los ayudó a aprender y descubrir la historia de nuestro país.
“A partir de estas reflexiones y debates, los miembros de Nuevo Tiempo llegaron a sentir que la lucha armada era un extraño fenómeno en la historia uruguaya del siglo XX.” (ARRARAS. 1998: 211). Por ello, concluyen que el error estuvo en no considerar la historia del Uruguay para poder armar una estrategia acorde.
La última revolución señala , fue la de Aparicio Saravia, a comienzos del siglo XX. Confirman, entonces, que la lucha armada no es parte de la cultura política de nuestro país. En una entrevista realizada a Lucas Mansilla, éste indica: “en una sociedad como la nuestra, con la democracia política prácticamente sin interrupción durante la mayor parte del presente siglo, la confrontación armada como una forma de resolver las diferencias políticas se considera como algo que no pertenece a su tiempo, como algo extraño al clima en el que se establecen las relaciones políticas en el Uruguay de este siglo.” /50
Por otra parte, a través de su reflexión y discusión de textos clásicos, los miembros de Nuevo Tiempo comenzaron a ser cada vez más críticos del marxismo leninismo. Según Luis Alemañy: “viviendo en Europa, hemos visto que Europa no tiene nada que ver con la Europa de Marx. Todas las transformaciones que se habían venido produciendo desde la revolución científico técnica de convertir a Europa en una sociedad diferente que la de Marx el capitalismo salvaje. Por encima de todo, desde la crisis del petróleo, hemos visto como un síntoma de cambio de la era industrial a la era post industrial, y que rompió con todos los marcos ideológicos elaborado en el momento de la aparición del capitalismo salvaje. Por ejemplo, hemos visto cómo la clase trabajadora fue desapareciendo lentamente en algunos países como Suecia “ARARAS. 1998: 213).
El marxismo leninismo, ya no les era válido, para explicar – por ejemplo- las transformaciones socio económicas de la Europa de 1970. Y por otra parte, sus viajes a los países de Europa del este, y analizar la situación que allí se vivía, los llevó a desilusionarse del socialismo real como forma viable. Eduardo Pérez González, ex militante del MLN-T, señala: “cuando viajo a Europa oriental, me impresionó ver cómo el socialismo en esos países fue equivalente a la generalización de la pobreza y la falta de libertades políticas. (…). Así, llegué a la conclusión de que no quería el socialismo para mi país.” (ARRARAS. 1998: 217)
A partir de 1977, las críticas al marxismo leninismo, hicieron insostenible seguir adhiriendo a dicha ideología, por lo que definen separarse totalmente de ella. “Hubo un momento en que se decidió no continuar la adopción de una dogmática y esquemática forma de pensar, queríamos romper con ella, quería alejarse de ella, hemos querido romper con la línea de pensar de la izquierda” (ARRARAS. 1998:217 señala Alemañy
En este proceso de separarse también de la izquierda en general, es que resuelven en julio de 1977, disolver Nuevo Tiempo.
“Hemos tenido que disolver Nuevo Tiempo porque era la única forma en que podría romper con la izquierda y el marxismo leninismo, porque el pensamiento de la izquierda y del marxismo sigue siendo hegemónico en el Nuevo Tiempo, y para nosotros como dirigentes, supone una enorme carga para llevar a cabo un proceso de debate que nos parece como demasiado lento y tuvimos que hacer una ruptura radical.” (ARRARAS. 1998: 218)
A partir de allí, es donde comienzan a valorar a la democracia liberal, como el sistema ideal para e de 1980 en nuestro país, Lucas Mansilla, ex líder de Nuevo Tiempo, escribió y envió una carta a los medios de comunicación anunciando su compromiso ideológico con la democracia y la libertad.
En ella señalaba: “Mi compromiso actual no es otro que con la libertad, la democracia y la justicia social, que los militares han socavado hasta el oprobio. (…). Allí, en esos ideales, se encuentran algunas de las raíces sustanciales sobre las cuales seguramente un día lejano, los uruguayos nos concertaremos para construir todos un país de libertad, de tolerancia, al margen de odios y mezquindades.”/51
Una vez derrocada la dictadura, se volvió a plantear la idea de conformar un gobierno provisional, junto a los sectores democráticos de los partidos tradicionales.
Ya hemos visto, que muchos de ellos tienen descendencia del Partido Nacional, por lo que este acercamiento, tiene fuertes antecedentes. Según, el ex militante tupamaro Roberto Jones, “había muchísimos blancos” en el MLN que retornaron al Partido Nacional por motivos ideológicos.” (LESSA. 2002: 167). Efraín Martínez Platero, señala con respecto a los orígenes del movimiento guerrillero en Uruguay: “somos desde el punto de vista tradicional de la historia del movimiento guerrillero, blancos. Y desde ese punto de vista, no del Partido Nacional, blancos desde el punto de vista de la historia, de la defensa de la nación, de la defensa de los intereses más jodidos en los momentos más cruciales de la historia nacional.”/52
Contrariamente a este planteo Marcelo Estefanell, opina: “lo raro de ese fenómeno es que esta gente la mayoría de ella , termina en el Partido Nacional, ese es un fenómeno rarísimo, para el cual no tengo mucha explicación. (…) Yo creo que se enamoraron de Wilson, es mi explicación.
En Francia, Wilson era una persona terriblemente seductora. Según ellos, lo que me contaron, es que se dieron cuenta que experiencia de masas no tenían ninguna, que todo lo que quisieron hacer por las masas fueron unos rotundos fracasados y que si habían tenido éxito en el trabajo de masas solamente de la izquierda era el Partido Comunista y en el resto fuera de la izquierda los blancos y los colorados. Ellos si sabían trabajar con las masas.”/53
Fernández Huidobro, señala con respecto a este vínculo entre los exmilitantes tupamaros y el líder del Partido Nacional, “la operación procesada en el exterior fue la del apoderamiento liso y llano de una organización por parte de una camarilla, que de acuerdo a los pasos posteriores demostró su carácter profundamente corrupto en todos los órdenes, para finalizar en el actual período –fracaso del proyecto “Nuevo Tiempo” mediante- en un pasaje liso y llano al campo de la burguesía con su apoyo a la perspectiva ferrerista en lo político y eventualmente en lo orgánico (…). En el camino dejaron a centenares de militantes que sufrieron la experiencia política más decepcionante, aplastados por la mentira y la calumnia y las amenazas, de un aparato que era agresivo solamente hacia adentro. (...). En suma, si hubiera sido toda una actividad cuyo fin expreso fuera quebrar y paralizar a las fuerzas que restaban del MLN en el exterior, sembrando la confusión y haciendo pedazos a la Organización y a centenares de militantes en lo particular, no podía haber sido mejor hecho.” (FERNÁNDEZ HUIDOBRO. 2001: 84)
Lucas Mansilla, en 1980, hace también su análisis intentando explicar la derrota de la organización y relatando las causas futuras de su separación de la misma. “Creo que en los últimos años, (…) aumentó mucho el esquematismo y el sencillismo, la imaginación fue desapareciendo, y para ello vino a colmarlo todo, el marxismo leninismo que nosotros le metimos en Viña /54, que a la decadencia existente le agregó la mediocridad cotidiana de resolver los problemas políticos y concretos por medio de esquemas abstractos y frases hechas que ni tan siquiera nosotros habíamos inventado. Igualmente en esas condiciones renacieron viejos esquemas como los del endurecimiento, la peludización, la proletarización u otros por el estilo, como lo de desarrollar lo de vivir mal para emanciparse, etc. Creo que el clima se fue enrareciendo y yo cada día me encontraba más hacinado y sin aire. (…).”/55
En 1982, al realizarse las elecciones internas de los partidos políticos en Uruguay, el Frente Amplio y varios sectores de la izquierda, llamaron a votar en blanco. En ese momento, Lucas Mansilla, asume públicamente su vinculación con el Partido Nacional e invita a los electores a votar por los sectores democráticos de los partidos tradicionales.
El mismo, en una declaración pública, en noviembre de 1982, señala: “insistimos en nuestros reclamos: ahora como en el futuro, deseamos fervorosamente contribuir al reencuentro de todos los orientales, sin odios ni rencores. (…). En circunstancias adversas y difíciles, las fuerzas democráticas se organizaron y apelaron a la conciencia nacional de la ciudadanía. Fieles a sus raíces y sus aspiraciones de libertad, los orientales dijeron no a la tiranía…”Teniendo en cuenta las enseñanzas el pasado y el desafío que implica salvar al Uruguay para la libertad y la concordia, tenemos la convicción de que los sectores democráticos de los Partidos tradicionales estarán a la altura de las circunstancias y que en las próximas contiendas políticas sabrán obrar por el reencuentro fraterno de la comunidad.” /56
Si bien, los miembros de la dirección de Nuevo Tiempo, definen –luego de disuelto el grupo- alinearse con los partidos tradicionales, no podemos dejar de señalar que muchos de sus militantes no compartieron esta opción, retirándose entonces de la militancia política
Conclusiones
Por otra parte, contribuyen al estudio del Movimiento de Liberación Nacional- Tupamaros, y a la historia reciente de nuestro país. Además nos permiten analizar la gestación de fracciones en las organizaciones de izquierda en general, y de este movimiento en particular permitiéndonos delinear algunos procesos. Por otra parte estos análisis enriquecen la historia hasta ahora narrada del MLN- T, aportando otro enfoque a las pesquisas tanto de los investigadores como de los protagonistas
Por otro lado, los documentos plantean temáticas relativas a algunos aspectos de Nuevo Tiempo, tales como su conformación social y sus propuestas políticas, sus instancias de discusión y debate; así como también sobre las consecuencias de su accionar, sus alianzas y su proceso ideológico que los condujo a vincularse a los partidos tradicionales.
Ahora bien, sobresalen a grandes rasgos dos elementos destacados de análisis al abordar Nuevo Tiempo, por un lado aquello que tiene que ver y se vincula con la reorganización del MLN- T en el exterior, en este sentido, las tácticas y estrategias trazadas tanto en Chile como en Argentina en donde se intento explicar porque el movimiento había sido derrotado y de este modo cómo continuar y hacia dónde.
No debemos olvidar en este aspecto las influencias ideológicas de otras guerrillas como el MIR chileno y el PRT- ERP argentino que introducen a través de su vínculo ciertas propuestas de cómo seguir en este contexto.
Por otro lado, es interesante lo que surge en relación al proceso político que realizan los miembros de Nuevo Tiempo, delineando su camino desde el marxismo-leninismo hacia el P Nacional Alemañy y Mansilla y hacia el P Colorado Kimal Amir
Este trabajo aporta además una visión de las discusiones que en la década de 1970 vivieron los grupos armados latinoamericanos sobre las estrategias a seguir para lograr su objetivo revolucionario. Podemos señalar que paralelamente en varias de las organizaciones Latinoamérica estuvo presente el debate sobre el marxismo leninismo, sobre la lucha armada y la creación del partido
De esta manera, entendemos que el análisis aquí expuesto aporta elementos para comprender el proceso de una organización hasta ahora poco estudiada
notas
2/ La JCR estaba integrada por el MLN- T, el ERP de Argentina, el Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) de Chile y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Bolivia, tenían como principal objetivo la coordinación de estos grupos y buscaba prestar protección y apoyo a los guerrilleros que debían trasladarse hacia algún país o insertarse en alguna zona.
3/ Entrevista a Marcelo Estefanell, realizada por Jimena Alonso, Magdalena Figueredo y Carla Larrobla.
4/ Se exhorta además la necesidad de aprobar un estatuto para el Partido Marxista- Leninista.
5/ Archivo CEIU, colección David Cámpora. Documento “Aprobado en el Comité Central. Proyecto de Resolución de la Comisión Política para el próximo Comité Central”, 23 de setiembre de 1974. Pág. 1.
6 /Ídem. Pág. 3
7/ Ídem. Pág. 4.
8/Ídem. Pág. 5.
9 / Atalivas Castillo, Antonio Bandera Lima, Félix Maidana Bentín, Walter González. Ataliva Castillo, fue detenido en Buenos Aires el 23.12.1977, posiblemente trasladado al “Pozo de Quilmes” aún permanece desaparecido. Félix Maidana Bentín, también fue secuestrado en Buenos Aires el 13.08.1978, posiblemente trasladado al “Pozo de Quilmes” aún permanece desaparecido. Antonio Bandera Lima y Walter González lograron salir de Buenos Aires y marchar al exilio
10 /Entrevista a Aníbal De Lucía, por Jimena Alonso, Magdalena Figueredo y Carla Larrobla
11/ La denominación “foquismo de nuevo tipo”, hacía alusión a la discusión ya procesada en la interna del MLN- T hacia 1970, que planteó el conflicto ¿foco o partido? En aquella instancia, ya se habían dado enfrentamientos teóricos e ideológicos en torno a estas concepciones y por tanto eran visibles las diferentes posturas entorno a ello. Ya que y como señala Vescovi, “por un lado estaban, principalmente, los defensores de la visión leninista del partido, y por otro, los de las tesis foquistas de Guevara y Debray. La tendencia partidista privilegió, como tarea del momento, la construcción de un partido, con clase obrera, al cual denominó partidista o cartilla, en referencia a una circular o cartilla que se había difundido antes de las escisiones.” Varios de sus adherentes fundaron posteriormente el grupo FRT (grupo anterior a Nuevo Tiempo), y como veremos más adelante fue otra de las fracciones escindas del MLN- T aunque en un momento coyuntural totalmente distinto. (VESCOVI, Rodrigo. 2003:237)
12/ Archivo CEIU, Colección David Cámpora. “Documento de los Renunciantes de Noviembre de 1974.” Pág. 6.
13 Ídem.
14 Ídem. Pág. 7.
15 Ídem. Pág. 19.
16 Ídem. Pág. 20- 21.
17/ Entrevista a Aníbal De Lucía, realizada por Jimena Alonso, Magdalena Figueredo y Carla Larrobla
18/ Archivo CEIU, Colección David Cámpora, “Documento de los Renunciantes de noviembre de 1974”. Pág. 24
.
19/ Archivo CEIU, Colección David Cámpora. Documento “Aprobado en el Comité Central. Proyecto de Resolución de la Comisión Política para el próximo Comité Central”, 23 de setiembre de 1974. Pág. 6.
20/ Archivo CEIU. Colección David Cámpora. Circular Interna Nº 1: “Orígenes y situación actual de la escisión”, s/f, Pág., 9.
21/Archivo CEIU. Colección David Cámpora. Circular Interna Nº 1: “Orígenes y situación actual de la escisión”, s/f, pág., 4.
22 Ídem. Pág., 10 – 11
23 Ídem. Pág., 11
24 Ídem.25 Ídem. Pág., 12
26 Ídem. Pág., 13
27/ Archivo CEIU, Colección David Cámpora, artículo del periódico “Nuevo Tiempo.” Primer número, abril 1975. Pág. 3
28/ Archivo CEIU, Colección David Cámpora, “Documento de los Renunciantes de noviembre de 1974.” Pág. 3
29/Colección David Cámpora, artículo del periódico “Nuevo Tiempo.” Primer número, Archivo CEIU, abril 1975. Pág.
30/*Archivo CEIU. Colección David Cámpora. Circular Interna Nº 1: “Orígenes y situación actual de la s/f, Pág., 17. Pág. 3.
31 Ídem.
32 Ídem.
33 Ídem. Pág., 19
34/ Archivo CEIU. Colección David Cámpora. “Informe de integrantes de Nuevo Tiempo titulado “Programa. Frente al Callejón sin salida que la dictadura cívico- militar agresión a llevado a….
35 Ídem.
36 Ídem pág. 2 y 3
37/ Entrevista a Efraín Martínez Platero, realizada por Jimena Alonso, Carla Larrobla y Magdalena Figueredo
38/ Archivo CEIU. Colección David Cámpora. “Informe de integrantes de Nuevo Tiempo titulado “Programa. Frente al Callejón sin salida que la dictadura cívico- militar ha agresión armada que ha lanzado sobre nuestro pueblo…”, 1976, pág. 4-7
39/ Colección David Cámpora. Informe de integrantes de Nuevo Tiempo titulado “Programa. Análisis y fundamentos”, 1976, pág. 11.
40/ Archivo CEIU. Colección Marta Ponce- Ricardo Vilaró. “Acuerdo programático de la UAL”, julio 1974 pág. 5
41/ Archivo CEIU. Colección David Cámpora. Órgano de prensa de Nuevo Tiempo 2° numero Junio 1975. Artículo: “Editorial. Unidad de acción de todo el pueblo”, pág. 8
42/ Archivo CEIU. Colección Marta Ponce- Ricardo Vilaró. “Acuerdo programático de la UAL”, julio 1974 pág. 1
43 Ídem. Pág. 3
44 Ídem. Pág. 4
45 Ídem. Pág. 5
46/Archivo CEIU. Colección David Cámpora. “Nota de integrantes de Nuevo Tiempo dirigida a la población en general.” Diciembre 1974, Pág. 3
47/ Archivo CEIU. Colección David Cámpora. Órgano de prensa de “Nuevo Tiempo”, segundo número. Junio 1975. Artículo: “Editorial. Unidad de acción de todo el pueblo”, pág. 8
48/ Archivo CEIU. Colección David Cámpora. Circular Interna Nº 1: “Orígenes y situación actual de la escisión”, s/f, pág. 19
49 /Entrevista a Marcelo Estefanell, realizada por Jimena Alonso, Carla Larrobla y Magdalena Figueredo.
50/ Archivo CEIU. Colección David Cámpora. Revista Diálogo, Nº 3, 03.04.1979.
51/ Archivo CEIU. Colección David Cámpora. “Carta abierta a “El País” de Montevideo, Uruguay.” 14.04.1980, Pág. 2. Por Lucas Mansilla, desde Ginebra.
52/ Entrevista a Efraín Martínez Platero, realizada por Aldo Marchesi
53/ Entrevista a Marcelo Estefanell, realizada por Jimena Alonso, Carla Larrobla y Magdalena Figueredo
54/En febrero de 1973 se celebra en Chile lo que se conoció como el “Simposio de Viña del Mar”. En el mismo se discutieron temas internos de la organización, fundamentalmente los vinculados a las causas de la derrota del movimiento. El nuevo camino, estaría dado ahora por rearmar el movimiento sobre las bases del Marxismo- leninismo
55/ Archivo CEIU. Colección David Cámpora. “Carta de Marcelo a Mazoka”. Lyon, 26.06.1980, Pág. 4.
56/ Archivo CEIU. Colección David Cámpora. “Declaración de Lucas Mansilla ante las elecciones internas de los partidos políticos.” Noviembre 1982.
Bibliografía y fuentes
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3. CENTRO MILITAR, CENTRO DE OFICIALES RETIRA DOS. Nuestra Verdad. La lucha contra el terrorismo. 1960- 1980, Montevideo, Artemisa Editores, 2007
4. CENTRO MILITAR. El Uruguay y los Tupamaros, Montevideo, Departamento editorial Gral. Artigas, 1996.
5. COMANDO GENERAL DEL EJÉRCITO. Testimonio de una nación agredida, Montevideo, 1978.
6. CULTELLI, Andrés. La Revolución necesaria, Montevideo, Ediciones Colihue 2006
7. DE SANTIS Daniel . Entre Tupas y Perros, La Plata, 2005
8. ESTEFANELL, Marcelo. El hombre numerado, Montevideo, Editorial Aguilar, 2007
9. FERNÁNDEZ HUIDOBRO, Eleuterio. Historia de los Tupamaros, Tomo I, II, III, Montevideo, Editorial TAE 1987
10. FERNÁNDEZ HUIDOBRO, Eleuterio. Historia de los tupamaros. En la nuca, Banda Oriental 2001
11. GATTO, Heber. El cielo por asalto, Montevideo, Editorial Taurus, 2004.
12. GILIO, María Esther. El Cholo González, un cañero de Bella Unión, Montevideo, Trilce, 2004.
13. LABRUSSE, Alain. Los Tupamaros. Guerrilla urbana en el Uruguay, Buenos Aires, Editorial Tiempo Contemporáneo
14. LABRUSSE, Alain. Tupamaros de la Guerrilla al partido de masas, Chile, Tercer Mundo Editores, 1971
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16. MARCHESI, Aldo. Geografías de la protesta armada, guerra fría, nueva izquierda y activismo transnacional en el cono sur, el ejemplo de la Junta de Coordinación Revolucionaria (1972-1977), presentación para II Jornada Académica “Partidos Armados en la Argentina de los Setenta. Revisiones, interrogantes y problemas” (CEHP-UNSAM), 25 de abril de 2008.
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18. PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA. Investigación histórica sobre Detenidos-Desaparecidos, Montevideo, IMPO, 2007
19. PORTA, Cristina y SEMPOL, Diego. En Argentina: algunas escenas posibles. EN DUTRENIT BIELOUS, Silvia (Coord.) El Uruguay del exilio. Gente, circunstancias, escenarios, Montevideo, Trilce, 2006
20. REY TRISTÁN, Eduardo. A la vuelta de la esquina. La izquierda revolucionaria uruguaya Montevideo, Editorial Fin de Siglo, 2008
21. TAGLIAFERRO, Gerardo. Adiós a Robin Hood. 7 Tupamaros, 40 años después Montevideo, Editorial Fin de Siglo, 2004.
22. TAGLIAFERRO, Gerardo. Fernández Huidobro. De las armas a las urnas Montevideo, Editorial Fin de Siglo, 2004
23. TORRES, Jorge. Tupa maros: la derrota en la mira, MontevideoSiglo, 2002
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24. VESCOVI, Rodrigo. Ecos revolucionarios, Montevideo Editorial Noos, 2003
Fuentes
(I) Archivo del Centro de Estudios Interdisciplinario Uruguayo (CEIU), Colección David Cámpora.
1. Carta de Prudencio (Luis Alemañy). Julio de 1974.
2. Carta de Maciel (William Whitelaw). 6 de Julio de 1974.
3. Carta de Marcelo. (Lucas Mansilla) 6 de Julio de 1974.
4. Carta de José. (Kimal Amir) 15 de Julio de 1974
5. Aprobado en el Comité Central. Proyecto de Resolución de la Comisión Política
6. Documento de los Renunciantes. Noviembre de 1974.
7. Circular Interna Nº 1: “Orígenes y situación actual de la escisión”. Sin fecha.
8. Nota de integrantes de Nuevo Tiempo dirigida a la población en general. Diciembre 1974.
9. Periódico Nuevo Tiempo. Órgano de prensa de “Nuevo Tiempo”, primer número. Abril 1975.
10. Periódico Nuevo Tiempo. Órgano de prensa de “Nuevo Tiempo”, segundo número. Junio 1975.
11. Nota de un integrante de Nuevo Tiempo dirigida a Ivonne y Fernando. 31 de Diciembre 1975.
12. Informe de integrantes de Nuevo Tiempo titulado “Programa. Análisis y fundamentos”. 1976.
13. Informe de integrantes de Nuevo Tiempo titulado “Programa. Frente al Callejón sin salida que la dictadura cívico- militar ha llevado a nuestro país y a la agresión armada que ha lanzado sobrenuestro pueblo llamamos a todos los orientales que viven de su trabajo y quieren la libertad, a luchar ahora para:...” 1976.
14. Declaración (comunicado público) de Nuevo Tiempo ante el asesinato de William Whitelaw, Rosario Barredo, Zelmar Michelini y H Gutierrez Ruiz ocurrido el 20 de mayo de 1976 en Argentina. Mayo 1976.
15. Renuncia de “D” a Nuevo Tiempo. 16 de febrero de 1977.
16. Nota de J. y Mcio. a Nuevo Tiempo. 23 de agosto 1977
17. Carta abierta a “El País” de Montevideo, Uruguay. Por Lucas Mansilla, desde Ginebra. 14 de abril de 1980.
18. Carta de Marcelo a “Mazoka”, Lyon. 26 de junio de 1980
19. A propósito de la carta abierta a “El País” del compatriota Mansilla Callero. En:“Revolución socialista”, Nº 7- 8. Estocolmo. Setiembre 1980.
20. Nota de Lucas Mansilla. “Evolución”, Lyon. Noviembre 1982.
21. Declaración de Lucas Mansilla ante las elecciones internas de los partidospolíticos. Noviembre 1982
(II) . Archivo del Centro de Estudios Interdisciplinario Uruguayo (CEIU), Colección Marta Ponce De León- Ricardo Vilaró.
1. Acuerdo programático de la Unión Artiguista de Liberación (UAL)julio 1974
2. Comunicado de la UAL s/f.
3. Periódico “Liberación” Nº 2. 00.03.1975.
4. Periódico “Liberación” Nº 3. 00.08.1975.
Entrevistas
Aníbal De Lucía, realizada el 10 y el 12 de diciembre de 2008.
Efraín Martínez Platero:
1. Realizada el 16 de diciembre de 2008, por Jimena Alonso, Magdalena Figueredo y Carla Larrobla.
2. Realizada en febrero de 2008, por Aldo Marchesi.
3. Realizada en julio de 2006, por el equipo de la colección David Cámpora
posta - postaporteñ@ 1789 - 2017-07-03
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