Solidaridad con Chicha Mariani
Desde la Asociación de
Ex Detenidos - Desaparecidos, ante los últimos
acontecimientos contradictorios con respecto al posible hallazgo de Clara Anahí Mariani Teruggi y
el consecuente reencuentro con su abuela, queremos expresar nuestra total
solidaridad con Chicha Mariani, poniéndonos a su disposición para lo que ella
pudiera solicitar.
A la vez es altamente
preocupante las formas en que se están comunicando los acontecimientos que
tienen en vilo a una gran parte de la ciudadanía.
Una vez más denunciamos la responsabilidad incumplida por
parte del Estado de investigar y encontrar a los más de 400
jóvenes a los cuales la dictadura genocida les robó y cambió su identidad.
EXIGIMOS LA INMEDIATA APERTURA DE TODOS LOS ARCHIVOS
EL ESTADO ES EL RESPONSABLE QUE APAREZCA CLARA ANAHI Y
LOS MAS DE 400 JOVENES QUE FUERON APROPIADOS
SOLIDARIDAD CON CHICHA MARIANI
ASOCIACION
DE EX DETENIDOS-DESAPARECIDOS
Chicha Mariani sigue buscando
a su nieta:
"Todo fue un error comunicacional"
El colaborador de la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, Juan Martín Ramos
Padilla, confirmó que de acuerdo a los estudios realizados por el Banco
Nacional de Datos Genéticos "no hay relación filial" con María
Elena Wehrlies. La referente de los derechos humanos está "muy triste"
y hay "preocupación" por su salud
Infobae 26/12/15
La joven María Elena Wehrlies,
cordobesa, de 39 años, no es Clara
Anahí, la nieta que durante 39 años buscó incansablemente
María Isabel "Chicha"
Mariani, una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de
Mayo.
Los dos informes que se acercaron a la Justicia desde el Banco
Nacional de Datos Genéticos, única institución que por ley puede determinar
la existencia de un vínculo filial entre ambos, arrojaron resultados
negativos. Así lo confirmaron este mediodía desde la Fundación Anahí, en La
Plata, donde el colaborador y biógrafo de Mariani, Juan Martín Ramos Padilla,
aseguró que hubo "un error comunicacional bien intencionado".
"La búsqueda continúa. Se sigue buscando la verdad y se sigue
investigando", declaró Ramos Padilla, y añadió que Chicha Mariani, de 90
años, está "muy
triste": "Estamos preocupados por su salud",
reconoció.
"Fue un error
comunicacional bien intencionado de personas que quieren mucho a Chicha",
sostuvo el periodista y biógrafo de la referente de derechos humanos.
"Leticia (Finocchi) es una persona muy querida por Chicha y es una
persona que la quiere mucho y trabaja permanentemente junto a ella.
Lamentablemente se dejó llevar por la emoción, por las ganas de traer una
buena noticia", señaló.
"El Banco Nacional de Datos Genéticos cuenta con dos informes que dicen
que esa persona (que se acercó a Chicha Mariani) no es Clara Anahí",
confirmó. Sin embargo, Ramos Padilla evitó hacer declaraciones en relación a
lo que pudo haber llevado a María Elena Wehrlies a una confusión: "No
queremos hablar en nombre de esta joven. Vinimos a transmitir el mensaje de
Chicha Mariani", aclaró.
Consultado sobre el estado de ánimo de la fundadora de Abuelas de Plaza de
Mayo, Padilla indicó que Chicha está muy triste, dolorida".
"Estamos preocupados por su salud, pero está con la misma fuerza de
siempre para seguir luchando", subrayó. Y agregó que Mariani
"insistió mucho con expresar su gratitud hacia todos los que
trasmitieron su cariño".
Finalmente, manifestó que "hay
un montón de cosas que no quedan claras" y se
preguntó "cuál fue la sangre que se analizó en ese laboratorio"
privado de la provincia de Córdoba que indicaba que había un 99,9 por ciento
de probabilidades de que la mujer fuera la mujer desaparecida.
El fiscal a cargo de la Unidad Especializada en casos de Apropiación de Niños
y Niñas, Pablo Parenti, aseguró hoy que "no hubo ningún error del Banco
Nacional de Datos Genéticos" en la fallida aparición de la supuesta
nieta de "Chicha" Mariani.
Parenti detalló que ayer se reiteró el estudio de compatibilidad con las
muestras de sangre almacenadas "y
el estudio está perfectamente hecho y volvió a dar negativo",
por lo que "no hay ninguna correspondencia genética" entre la
supuesta nieta y Mariani.
El fiscal explicó que la confusión se generó porque "la Fundación Clara
Anahí de -Chicha- Mariani anunció un supuesto hallazgo a través de un
laboratorio privado, que es un procedimiento que no corresponde", por lo
que remarcó que "la lección de esto es que los análisis hay que
realizarlos como corresponde".
También explicó que fue Mariani quien se presentó ante la Justicia para
chequear los datos que figuraban en el estudio privado tras declaraciones del
abogado de la joven que daban cuenta de un estudio realizado en el Banco que
había dado negativo.
"Acá no hubo
ningún error del Banco de Datos Genéticos, acá hubo una historia al margen
del Estado", enfatizó el funcionario judicial,
quien advirtió que el juez Ernesto Kreplak, quien está a cargo de la causa
por la apropiación de Clara Anahí, la nieta de Mariani, "va a investigar
lo que pasó".
La información se había dado a conocer el jueves por la Fundación Anahí, que
creó Chicha Mariani en 1996 luego de separarse de Abuelas de Plaza de Mayo,
donde además se difundieron fotos del encuentro en donde se ve a la
reconocida dirigente de los derechos humanos con una joven de un notable
parecido físico a su hija Diana Teruggi.
Clara Anahí Mariani Teruggi fue secuestrada
durante la dictadura cuando tenía tres meses de vida, en
medio de una balacera ocurrida en una vivienda donde funcionaba una imprenta
oculta de Montoneros. Allí murieron cuatro jóvenes: Daniel Mendiburu
Eliçabe, Roberto Porfidio, Juan Carlos Peiris y Teruggi, donde testigos vieron salir a un policía con la beba.
El represor Miguel
Etchecolatz, condenado a cadena perpetua por crímenes de lesa
humanidad, aseguró que la beba había
muerto carbonizada durante el ataque, pero Chicha
Mariani no cesó de buscarla.
Incluso, el año pasado había escrito una carta abierta a la joven en donde le
pedía que buscara fotos de niña y se comparara con los retratos de sus padres
que acompañaban la misiva.
-
postaporteñ@ 1527 -
2015-12-26
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algo hay que hacer...
Pequeño
relato de navidad
Parte -1-
Han sido liberados Gavazzo y Ramas
Están en sus fortines.
Dicen prisión domiciliaria. Que ojalá los vecinos las transformen en sus
celdas. La impunidad tiene de nuevo el prepotente rictus de Gavazzo.
Los vecinos que lo
conocieron de niño –vivía ahí frente a la sede sindical del UNTMRA por Luis
Alberto de Herrera- cuentan que él cazaba pájaros y los mataba
lentamente. La CIA, Mitrione y la Escuela de las Américas (según sus
palabras en medio de la tortura) lo convirtieron en especialista en tortura de mujeres.
Quién entre muchos organismos y grupos de tareas perteneció a la OCOA, a la
División de los 300 del SID–unos 350 militares la integraron- Gavazzo era el
302.
Para Gavazzo un regalito de
navidad, una alegoría
para todos los represores.
Un beneficio para este traficante de crueldades, que instaló un altar en el
hospital militar rezándole a todos sus santos y moviendo todos los hilos para
quedar libre.
¿Es esto un premio por
seguir siendo procesados en Roma por ser parte del Plan Cóndor? ¿Premio
por seguir manteniendo secuestrados a los desaparecidos?
Pero la memoria no
caduca
Está ahí: la cara de
Sara cuando le preguntó en el Penal de Punta de Rieles por su pequeño Simón,
secuestrado con 20 días…su respuesta fue el sarcasmo.
Está ahí: la cara de Mabel
cuando él le robó sus esculturas fantásticas en jabón bulldog. Mabel cada vez
que tenía episodios de delirio creaba.
Sus manos se movían en maravillosos
movimientos tallando obras de arte a una velocidad increíble. Pensaba que
venían los extraterrestres y nos liberaban, ella oía y describía sus naves
que la venían a buscar.
Ese día estaba muy mal.
No supimos si le dieron mal
la medicación o no se la dieron. La Dra. Marsiscano la había “atendido” en la
enfermería muchas horas.
Creo que Mabel ni siquiera
oyó los gritos de la PMF, la soldado Dornelli que gritó ¡Atención Sector E! y
había que pararse al lado de cada cucheta, porque
venían los señores oficiales. No nos dio el tiempo de
esconder sus tallados. Entonces el Pajarito Silveira y Gavazzo vinieron y
después de hostigarnos un rato, se llevaron al S2 las esculturas de Mabel y
requisaron todos los jabones para que no siguiera tallando.
Ella quedó
desolada. Eran los obsequios que ella preparaba feliz para entregar a
nuestros libertadores. Cuando se fueron Mabel se agarró a la reja de la
celda y grito y gritó. De sus gritos -que no preciso recordar porque no
olvido- también son culpables. De que Mabel haya entrado al mar y
terminado con su vida también son culpables (1)
Está ahí: ese diciembre de
1973 en Artillería 1, mientras sonaban las bombas de navidad, Gavazzo y
Silveira enloquecieron en la tortura al
negro Richard de 19 años. Atormentándolo por Tupa y negro.
Richard se quitó la vida pero ellos lo asesinaron, ellos son los culpables (2)
Muy largo prontuario tienen
los beneficiados con prisión domiciliaria. Solo ponemos sus nombres y son
infinitas sus “hazañas” terroristas.
¿Podemos hacer que cada una
de ellas se convierta en piedras que terminen aplastándoles a través s de la
condena social?
El coronel Ernesto Ramas
alias Tordillo Puñales, fue Oscar 1, fue Cóndor, su C.I.
707.695-5, vive hoy en Piriápolis. ¿Qué calle? Qué teléfono?
Está involucrado entre
muchos otros vejámenes en el asesinato de Zelmar y el Toba. Condujo las
torturas junto a Nino Gavazzo.
¿Todo puede ser tolerado?
La impunidad tiene ese que se yo…se puede sentar a tu mesa sin permiso.
El torturador Pajarito Silveira le escribió –hace un tiempo- públicamente,
a Ernesto Rama:
"Le solicito que cuando comande en el cielo esa brigada de fusileros que
custodian las fronteras con el infierno, no permita que todos los que
utilizaron la Justicia para vengarse puedan pisar ese cielo que el Señor nos
brinda"
¡Nos deja tranquilos! Los
impunes y sus dioses ya resolvieron que con nosotros no estarán en la muerte.
Pero lo más importante
sucedió con las compañeras y compañeros desaparecidos: No fueron vencidos. Ni
por Gavazzo ni por Ramas. Y sus sueños siguen vivos y acá están
en la resistencia de cada instante.
El coronel Ramas está
vencido. Porque toda su “cruzada” para hallar la bandera de los 33 no le dio
resultado. Fue derrotado por Soba, por Gatti, por Elena (3)
Gavazzo está vencido cada
vez que alguien vence su impunidad. Fue vencido por Nené la madre de Washington Barrios,
cuando lo acusó de la desaparición de su hijo (4)
Esta hoy en su guarida
en José Martí 3077, 4to. Piso.
Con tobillera o sin
tobillera de la condena a social no escaparán.
25 de diciembre 2015
(1) Mabel Araujo es
una compañera que había escrito un libro (que nunca llegó a publicar) sobre
las FFAA y fue presa y torturada sufría crisis depresivas profundas y al
salir se mató. Con otras compañeras denunciamos al Estado por estas torturas
que pocos denuncian. Duermen en un juzgado. Los milicos secuestraron ese
texto y no se recuperó.
(2) Richard es Richard Piñeiro, un
compañero con el que caí presa al cual lo destruyeron en la tortura. El era
negro y Gavazzo junto a la patota de la OCOA se ensañaron con él igual que
el Ku Klux Klan.
El vivía en la cooperativa donde vivo y años después de arrastrar su
enfermedad depresiva se mató.
(3) Sobre la bandera de los 33 es un
hecho histórico y Rama y Gavazzo torturaron y desparecieron a los compañeros
para que les dijeran donde esta "la extraviada bandera". Y
creo que los torturadores fueron vencidos cuando los y las compañeras
resistieron callando.
(4) Washington Javier Barrios Fernández compañero
desaparecido en Argentina detenido por Policía Federal el 17 de
setiembre de 1974 en la ciudad de Córdoba. Aun nadie está juzgado
aunque se conocen todos los nombres de quienes lo fueron a buscar. Y de los
que luego mataron a su compañera Silvia
Reyes que estaba embarazada con 21 años. Su madre Nené y su
hermana tuvieron un careo con Gavazzo, Armando Méndez y Silveira hace
unos años. Nene murió sin saber de Washington nada.
IRMA LEITES
postaporteñ@ 1527 -
2015-12-26
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Brasil / Es hora de organizar el partido de las luchas
reales
Entrevista a
Plínio de Arruda Sampaio Júnior, economista y profesor de la Unicamp
Alexandre Haubrich
* | Correio da Cidadania
Traducción de
Ernesto Herrera – Correspondencia de Prensa
El cierre de un año
turbulento, marcado por una infinidad de crisis, exige el análisis del cuadro
general y una reflexión sobre sus causas y consecuencias. A continuación,
editamos los pasajes más destacados de la entrevista que el periodista
Alexandre Haubrich le realizara a Plínio de Arruda Sampaio Júnior, economista
y profesor da Unicamp (Universidad Estadual de Campinas).
En ella, Plinio
analiza la coyuntura política económica de 2015, debate la actual crisis de
la izquierda recurrente del quiebre del pacto lulista, y propone la unidad en
torno del “partido de las luchas reales”.
(Redacción de
Correspondencia de Prensa)
- ¿Cuáles las
diferencias más importantes entre el inicio del segundo gobierno Dilma y los
tres primeros gobiernos del PT?
El segundo gobierno Dilma
sufre las consecuencias de las graves contradicciones acumuladas en los tres
gobiernos anteriores. Los problemas de agravaron por la metástasis de la
crisis económica y por la absoluta falta de liderazgo y creatividad de la
presidente. El agotamiento del ciclo de crecimiento impulsado por la bola
especulativa internacional destruyó las bases del llamado neodesarrollismo,
dejando como legado una crisis económica de gran envergadura y difícil
solución.
El fin de la “paz social”,
cuyo marco puede ser asociado a las revueltas urbanas que paralizaron el país
en 2013, solapó el apoyo del llamado lulismo, desatando una monumental crisis
política institucional, cuya esencia radica en el quiebre espectacular del
sistema de representación que sustentaba la Nueva República. Las falsas
soluciones del modo petista de gobernar explotaron en las manos de Dilma,
probando que es imposible resolver problemas fundamentales de la sociedad sin
enfrentar sus causas estructurales, la segregación social y la dependencia
externa. La fantasía construida por Lula se deshizo en las manos de Dilma.
- ¿El segundo
gobierno de Dilma te sorprende?
Para quien observa la
realidad desde una perspectiva crítica, era previsible que, para la clase
trabajadora, el segundo gobierno Dilma sería más desastroso que el primero.
La campaña de 2014 fue una disputa cerrada entre candidatos comprometidos con
el status quo,
donde cada uno buscaba calificarse delante de la burguesía nacional e
internacional como el mejor apto para hacer el “ajuste” de la economía y de
la sociedad bajo las exigencias del capital en tiempos de crisis económica
mundial.
Cuando la Dilma candidata
decía que no haría el “ajuste” contra los trabajadores ni que la vaca
tosiese, camuflaba sus compromisos con los dueños del poder. Su
programa electoral se encuadraba integralmente en la agenda liberal. Las
grandes constructoras, mineras, empresas de agronegocios e instituciones
financieras sabían de eso y no ahorraban recursos para financiar su elección.
Tampoco le faltó apoyo de la comunidad internacional (eufemismo para
designar el imperialismo). Por tanto, era previsible que Dilma estaba
comprometida hasta el pescuezo con el “ajuste neoliberal”. Reconozco, sin
embargo, que no esperaba una rendición tan rápida a la pauta reaccionaria, su
patente cobardía y su total falta de sensibilidad para con el sufrimiento de
los trabajadores.
- ¿Cuál es el
momento de inflexión que llevó a la ofensiva conservadora que hemos visto en
la sociedad brasileña?
La giñada conservadora fue
doblemente condicionada. Por un lado, la sociedad brasilera recibió los
eventos del “régimen de austeridad” que se impuso sobre el mundo capitalista
a partir de 2010. La “solución norteamericana” para la crisis económica
supone una brutal ofensiva sobre el trabajo con los retrocesos democráticos
correspondientes.
El deterioro del nivel tradicional de vida de los
trabajadores requiere de un padrón de dominación más duro y autoritario. No
por casualidad, las calificadoras internacionales de riesgo incluyen en su
análisis la presencia o no de leyes antiterroristas que criminalizan la lucha
social. Por otro lado, el giro conservador responde a la necesidad de
contener los vientos de cambios provocados por las revueltas urbanas de 2013.
La polarización de la lucha
de clases, provocada por el agotamiento del ciclo de crecimiento y por la
quiebra del lulismo, queda patente cuando se observa el contenido de la lucha
de clases. Para los de abajo, el “mejorismo” de los años Lula fue poco. La
juventud fue a la calles para exigir políticas sociales y reformas
democráticas. Para los de arriba, el “mejorismo” petista fue mucho. Sintiendo
que sus privilegios seculares pueden ser amenazados, la plutocracia brasilera
muestra los dientes y afilas sus uñas.
La clase dominante sabe que
el ajuste ortodoxo implica grandes sacrificios para la población y ve con
miedo la emergencia del pueblo en la historia. Juventud luchando por la
movilidad urbana, estudiantes ocupando aulas para exigir enseñanza pública,
trabajadores haciendo huelgas por salarios y derechos, indios luchando por su
tierra y sus ríos, protestas contra la falta de agua, sin techos ocupando
terrenos, etc. Todo eso es altamente subversivo y aterroriza a las clases
dominantes.
- ¿Cuáles las
raíces de las crisis económica y política? ¿Alguna vino antes de la otra?
Las crisis económicas y
políticas se condicionan recíprocamente, pero poseen dinámicas propias no
pueden ser reducidas una a la otra. La crisis económica es determinada en
última instancia por la necesidad de “ajustar” la economía brasilera a una
posición todavía más subalterna en la división internacional del trabajo. La
crisis política, evidencia la quiebra del sistema de representación y es
determinada por el fin de la “paz social”.
La primera queda patente
con el fiasco del llamado neodesarrollismo. Donde una nueva rodada de modernización de los
padrones de consumo, profundizó el carácter subdesarrollado y dependiente de
la economía brasileña. La segunda es caracterizada el agotamiento del “mejorismo”
lulista, cuya esencia consistía en aprovechas el pequeño aire generado por
el crecimiento económico para reforzar las políticas asistencialistas y
mitigar (no
revertir) el proceso de concentración de ingreso
característico del modelo económico brasilero.
La crisis política
extrapola el problema de la crisis insoluble del gobierno Dilma. Es el
régimen instaurado en la Nueva República que ya no agrada a los de abajo, que
exigen que las promesas de la Constitución Ciudadana sean cumplidas; ni a los
de arriba, que precisan erradicar lo que resta de contenido democrático de la
Carta de 1988 para tener condiciones de profundizar la reversión neocolonial
exigida por el ajuste liberal.
- ¿Cuál es la mejor
forma de que los trabajadores y la izquierda se organicen para enfrentar
tanto el avance conservador como en general el ajuste fiscal?
La lucha de clases se
polariza entre dos partidos: el partido del “ajuste” y el partido “contra el
ajuste”, el polo conservador y el polo de la transformación democrática. Las
formas más eficaces de frenar la ofensiva del capital serán definidas
concretamente en el proceso de la propia lucha. Algunas directrices generales,
no obstante, pueden ayudar a la tarea de la reorganización de la clase
trabajadora.
Para vencer al partido del
“ajuste” es preciso, en primer lugar, salir de la trampa que reduce la
política a las opciones binarias, dejando a la sociedad brasilera
entre la cruz y la calderita, la opción del ajuste duro y franco y la opción
del ajuste un poco menos duro y disimulado. En tanto el horizonte político
siga monopolizado por las propuestas del orden liberal, el radio de maniobra
de los trabajadores es mínimo. Para salir de ese antro estrecho, es preciso
dejar de lado cualquier ilusión de una vida mejor sin romper con los
parámetros del orden global.
Esto coloca la necesidad de
radicalizar la crítica y crear instrumentos políticos necesarios para el
cambio. Es el proceso de lucha y aprendizaje que hace avanzar la constitución
de un sujeto histórico capaz de abrir nuevos horizontes para la sociedad. En
términos prácticos, los trabajadores precisan comprender que para derrotar el
ajuste, precisan derrotar la política económica, precisan derrotar el modelo
económico, precisan cambiar las bases del Estado brasilero y crear
alternativas económicas concretas. No es una tarea fácil, pero es la tarea
histórica que se coloca (…)
- ¿Cómo ves la
formación de los frentes como el Pueblo Sin Miedo y el Brasil Popular, en la
actual coyuntura?
La iniciativa del Pueblo
Sin Miedo de organizar a la población para enfrentar el ajuste neoliberal es positiva, pero insuficiente.
El ajuste no es una política del ministro Levy que puede eventualmente ser
derrotada con su sustitución
(1) por un nombre más potable. Es un engaño imaginar que
el gobierno Dilma esté en disputa. Dilma está totalmente sometida
al gran capital y actúa de acuerdo con los dictámenes del ajuste
neoliberal.
Por tanto, es imposible
estar contra el ajuste y apoyar veladamente al gobierno. El hecho de que
Dilma sea un “mal
menor” comparada a Aécio (Neves) y Temer no cambia en
nada la situación.
Si los que combaten el ajuste quedan presos de la disyuntiva del “mal menor”,
el partido “contra el ajuste” -el partido de las víctimas del capitalismo-
no tiene como afirmarse como una referencia capaz de abrir nuevos horizontes
para la sociedad brasileña.
Los
que luchan contra el ajuste no pueden quedar rehenes del Estado.
El Frente Brasil Popular
es una iniciativa desesperada de los petistas para intentar salvar a Dilma. Compuesto de
movimientos sociales y sindicatos enroscados al Estado, el Frente no dio
ninguna señal de vigor para liderar grandes movilizaciones de masas.
El agravamiento de la crisis económica y del desempleo debe disminuir todavía
más su capacidad de convocatoria. No creo que consigan ir más allá de un
amague.
- ¿Qué alternativas
ofrecer hoy a los partidos de izquierda y movimientos sociales? ¿Están
prontos para hacer ese enfrentamiento?
La izquierda precisa
organizar a los trabajadores para resistir la nueva ofensiva del capital y
crear una alternativa al capitalismo.
Sin lucha, el costo de la crisis será
volcado en las espaldas de los trabajadores.
Sin grandes transformaciones
sociales, no hay como evitar el avance de la barbarie.
Lo fundamental es
crear una fuerza política para que la economía y la sociedad sean organizadas
en función de las necesidades efectivas del conjunto de la población.
El punto de partida es superar cualquier ilusión de que los
problemas graves de la población brasileña pueden ser resueltos con
crecimiento y “mejorismo”
. El crecimiento y el “mejorismo” mitigan los
problemas del pueblo, pero son
funcionales a la reproducción del subdesarrollo y de la
dependencia. El compromiso de la izquierda es con la “revolución brasilera”.
- ¿La
socialdemocracia en Brasil llegó a su límite?
La socialdemocracia no
llegó al límite porque ella en verdad nunca
existió en Brasil. No hay bases objetivas y subjetivas
para una política reformista en Brasil. De un lado, el capitalismo
brasilero depende de un padrón de acumulación que se sustenta en la
superexplotación del trabajo y en la presencia dominante del capital
internacional.
En esas condiciones, no hay espacio
para políticas que pretendan enfrentar la segregación social y la dependencia
externa, las dos causas fundamentales de los males del pueblo. De otro lado,
la sobrevivencia del capitalismo dependiente requiere de un padrón de
acumulación que funciona como una democracia restringida, herméticamente
cerrada a las demandas de las clases populares.
En tales circunstancias, no
hay espacio real para que la lucha política institucional avance al punto de
poner en riesgo las estructuras del capitalismo dependiente: la segregación
social y la dominación imperialista. La intolerancia en relación a la
movilización del conflicto social como forma de conquista de los derechos
colectivos -la esencia de un régimen político democrático- cierra las puertas
a cualquier tipo de experiencia reformista.
En Brasil, el compromiso
de la burguesía con la democracia acaba en el momento en que ella pone en
riesgo sus privilegios.
El “mejorismo” de Lula pasó muy lejos de cualquier propuesta socialdemócrata.
Lula no reformó nada.
Su gobierno profundizó el subdesarrollo.
El PT representa la “izquierda” del orden, el orden comprometido con
la reproducción del capitalismo dependiente.
- ¿Cuáles son los
elementos que ya tenemos para desencadenar la Revolución Brasilera y cuáles
nos faltan?
La revolución brasilera
está en curso. Ella es impulsada por las luchas reales de todos los que se
baten con intransigencia contra la intolerancia de los ricos en relación a
cualquier cambio que amenace sus privilegios.
En perspectiva histórica, ella
debe ser entendida como el desenlace de un largo proceso histórico, impulsado
por la necesidad de concluir la larga transición del Brasil-Colonia de ayer
al Brasil-Nación de mañana.
Su punto culminante es la superación definitiva
de las estructuras económicas, sociales, políticas y culturales responsables
por los dolores del pueblo (…)
Las condiciones objetivas
que determinan la revolución brasilera ya están maduras hace algún tiempo y
quedan patentes en la relación perversa entre desarrollo capitalista y
reversión colonial.
En otras palabras, es la absoluta incapacidad de la
burguesía brasilera en defender los intereses nacionales y resolver los
problemas fundamentales de la población lo que pone a la revolución brasilera
en el orden del día. La revolución social es el único medio de evitar la
barbarie.
Las condiciones subjetivas
de la revolución brasilera todavía faltan construirse. El sujeto de la
revolución está ahí para quien lo quiera ver. Son los trabajadores sin
tierra que luchan por un lugar al Sol, son los sin techos que luchan por
vivienda, son los estudiantes y los profesores que defienden la escuela
pública, y la juventud que exige movilidad urbana, son los indios que luchan
por su sobrevivencia, son las mujeres que batallan contra la doble
explotación, son los trabajadores que no aceptan el quite de derechos
sociales.
En fin, es el pueblo
brasilero que lucha por una vida digna.
Las formas de la revolución
también ya fueron esbozadas en la Jornadas de Junio de 2013. La fuerza
propulsora de la transformación social es la revuelta avasalladora del pueblo
contra sus opresores.
Eso ya existe de manera difusa y fragmentada.
Falta unificar los sujetos
dispersos en torno de un programa revolucionario.
Falta crear instrumentos
políticos que permitan transformar la energía difusa de las masas inconformes
en fuerza política condensada. Falta organizar el partido de las luchas reales.
Esto está siendo construido lentamente por todos los que luchan con
intransigencia en defensa de los intereses estratégicos de los trabajadores.
Es imposible prever cuando tal construcción sufrirá un salto de calidad.
Si
demora mucho, Brasil se hundirá en un dantesco mar de barro.
* Alexandre Haubrich
es periodista de los sitios Jornalismo B y Jornal del Sintrajufe.
Nota de
Correspondencia de Prensa
1) La entrevista fue realizada el 8
de diciembre de 2015 para el Jornal del Sintrajufe, unos días antes de que
Joaquim Levy fuera remplazado por Nelson Barbosa como ministro de economía
- postaporteñ@ 1527 -
2015-12-26
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Tragedia de Once:
un tío en los tribunales
Leonardo Menghini es
tío de Lucas, el chico de 20 años encontrado muerto en una cabina dos días
después del accidente. Pero también es abogado de la querella.
En cada audiencia, se
enfrenta a los 28 acusados de ser responsables de la muerte del hijo de su
hermano mayor, Paolo, y de medio centenar de personas más
23 de Diciembre de
2015
MLEWIN TN.com.ar
“Cuando encontraron el cuerpo,
estábamos todos en la comisaría de la estación
Once. Sabíamos dónde estaba Lucas, porque habíamos conseguido las
grabaciones de la municipalidad de Merlo que mostraban que había entrado al cuarto vagón,
o sea que ya no
teníamos esperanzas de que apareciera con vida. Estábamos
resignados”, recordó
Leonardo Menghini, tío de Lucas, la víctima 51 de la
tragedia. La vida de este hombre moreno, de 47 años cambió desde la
muerte de su sobrino.
-¿Por qué decidió
hacerse cargo de representar a la familia?
-Yo me dedico al derecho comercial.
Después del entierro, nos dimos cuenta de que nos estábamos enfrentando a gente de
mucho poder. Y que nos habían elegido para golpearnos, porque
habíamos hecho pública nuestra posición.
“El motorman Andrada
dijo que el tren tenía problemas de frenos y apareció con cuatro balazos en
la espalda”
La cuestión era entonces en quién podíamos confiar
que fuera incondicional. Mi hermano Paolo (Menghini, papá de Lucas) me
preguntó si yo podía. Necesitábamos de alguien que no fuera a traicionar nuestra
confianza. Me puse a estudiar derecho penal y llevé adelante la
querella con la Doctora Leila, en representación de mi familia otras 10. Somos la
número 3.
-¿Qué dificultades
fueron las primeras que enfrentaron en la causa?
-Nos encontramos con que en 15 días se hizo la pericia,
lo había pedido en un discurso Cristina Kirchner.
Nosotros recién el 22 de
marzo empezamos a vincularnos con otros familiares y el juez Claudio Bonadío
ya había mandado hacer las pericias. La causa había avanzado sin darles vista a los familiares directos.
Por eso nosotros empezamos a correr la pericia desde atrás, sin
estar representados, esa fue la sensación que tuvimos.
-¿Hubo presiones a
los testigos?
El peor antecedente es la muerte de Leonardo Andrada,
el maquinista que le entregó el tren a Marcos Córdoba. Andrada dijo que la formación
tenía problemas de freno y apareció muerto de cuatro balazos
por la espalda.
A partir de ese momento todos los testigos estuvieron condicionados.
-¿Qué opinión tiene
sobre los estudios hechos por los peritos?
En la pericia se esconde la
verdad. Había dos
posturas bien claras y diferenciadas, la del ingeniero Juan
Brito y la de los otros dos peritos oficiales, Néstor Luzuriaga y Díaz, que
dicen que Córdoba no
hizo nada para que el tren se detuviera.
“Había una capacidad
económica real para que los trenes estuvieran bien. El dinero estaba, pero
era volcado a las empresas del grupo Cirigliano”
Pero cuando los peritos quisieron defender en el
juicio oral lo que habían escrito, no podían ponerlo en palabras.
Porque ellos no lo habían escrito, ¡simplemente
lo habían firmado! Luzuriaga fue preso por falso testimonio y
Díaz evitó seguir el mismo camino porque declaró que en realidad no sabía demasiado y
que lo que habían hecho era volcar
la opinión de los peritos de parte, es decir de los de los
empresarios de TBA, el concesionario, de la Secretaría de Transporte y la
CNRT ¡los acusados!
La pericia estaba digitada y manipulada para volcar sobre Córdoba la responsabilidad
de la tragedia. Pero el choque no se da por lo que pasa en el momento, sino
porque lo que venía
pasando desde hacía 10 años y por lo que pasó en el r escate,
después.
-¿Qué pudo probarse
acerca de la malversación de los subsidios del estado al grupo TBA?
-El tema de los subsidios que
recibía TBA y su manejo no es tema
de esta causa. Lo que nosotros tratamos de demostrar es que había una capacidad económica
real para que los trenes estuvieran bien. Que el dinero estaba,
pero era volcado a las empresas del
grupo Cirigliano. Eso es parte de los mecanismos de silencio de los
organismos de control que no hacían nada frente a los continuos incumplimientos
de la concesionaria de los trenes, TBA. Por eso nosotros decimos que para
entender la tragedia no hay que mirar solo
el 22 de febrero. Durante 10 años se desmanteló el servicio
y los organismos de control fueron
cómplices.
-¿Por qué cree en
la pericia del ingeniero Brito?
-La pericia de Brito tiene la lógica del
que analiza el manejo desde la ingeniería
de frenado y que toma un dato del GPS, que marca que la
velocidad baja de 26 a 20 km por hora en los últimos metros, o sea que el maquinista frenó
y el freno no respondió.
“Yo considero que
pedir para el motorman 22 años es un despropósito. Y que tiende a exculpar a
Ricardo Jaime, a Juan Pablo Schiavi, a los Cirigliano”
Los otros peritos dicen que
el GPS se equivocó. Pero ese dato del GPS no es falso, ese dato es cierto.
Córdoba no frena 10 metros antes. Aplica la emergencia y esa emergencia degradada
se activa 10 metros antes.
-¿Usted cree que el
tribunal va a tomar en cuenta la pericia del ingeniero Brito?
-Nosotros la tomamos en
cuenta, la fiscalía
también. La querella cuatro a cargo de la doctora Patricia
Anzoátegui la tomó en cuenta. Es
la más ajustada. Las cartas están sobre la mesa y creemos que
la prueba es totalmente
concordante y sobreabundante. Yo considero que el tribunal va
a opinar de la misma
manera.
Pero, futurología
sobre la justicia argentina, yo no hago. Nosotros pedimos
condenas por estrago
doloso en concurso real con administración fraudulenta. Al
maquinista Córdoba no
lo acusamos, hizo lo que pudo con el tren que tenía.
Consideramos que pedir para el motorman 22 años, como hizo otra de las
querellas, la del doctor Gregorio Dalbón, es un despropósito.
Y tiende a exculpar a Ricardo
Jaime, a Juan Pablo Schia vi y a los Cirigliano
FACUNDO
postaporteñ@ 1527 -
2015-12-26
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Balance "progresista"
INDISCIPLINA PARTIDARIA, la
columna de Hoenir Sarthou:
16 dic. 2015 por Semanario Voces
El año 2015 se cierra con
una oleada de crisis políticas y derrotas electorales para varios gobiernos
“progresistas” o “de izquierda” de América Latina.
Las izquierdas gobernantes
se ven en problemas. En Brasil, el gobierno de Dilma está en entredicho por
el interminable asunto de la corrupción en Petrobras. En Argentina, contra lo
que pronosticaban las encuestas, la derrota electoral del kirchnerismo
determinó ya un cambio de orientación económica y política. Y, en
Venezuela, las elecciones legislativas fueron una señal muy clara de lo que
pasará con el gobierno de Maduro si no media algún cambio, que no se ve en el
horizonte.
El Uruguay tampoco es
completamente ajeno al fenómeno. La “desaceleración”, o crisis económica,
comienza a vislumbrarse y trae recortes. Tras ella, asoma una deuda pública
enorme, sobre todo para una perspectiva de vacas flacas. El gobierno tiene el
menor índice de aprobación de los últimos once años y chapotea en un nuevo
pozo embarrado, que esta vez se llama “Ancap”, pero antes se llamó “PLUNA” y
dentro de no mucho podrá llamarse “regasificadora”.
El pozo debe de ser hondo, porque los gobernantes han perdido la elegancia y
se arrojan la culpa entre sí como si fuera una papa caliente.
Alentado por esas señales
críticas, el viejo discurso del liberalismo económico toma fuerza y embiste,
desde dentro y desde fuera de fronteras. Así, volvemos a oír hablar de
“eficiencia”, de “gestión”, de “desregulación”, de “modernizarse”, de
“competencia”, de “libertad de comercio” y de “libertad del consumidor”.
Quien no haya vivido los años 90, podrá creer que se trata de ideas nuevas.
Quienes vivimos esos años sabemos que, cuando fueron puestas plenamente en
práctica, generaron en nuestros países enorme riqueza para muy pocos y una
terrible miseria popular, que, curiosamente, desembocó en la apuesta
generalizada a los gobiernos “progresistas”.
¿Qué ha pasado en
estos años con los gobiernos “de izquierda” y “progresistas” de
Latinoamérica? ¿Por qué este reflujo político e ideológico que amenaza con
devolvernos al pasado?
Para responder a esas
preguntas conviene recordar primero qué es el “progresismo” y en qué forma y
por qué fue sustituyendo al término “izquierda”.
El “progresismo” es un
nuevo nombre y una nueva actitud que adoptaron muchas fuerzas de izquierda
para sobrevivir a la caída del “socialismo real” (la URSS y sus satélites).
Desacreditado el socialismo estatista como vía para la reorganización social,
muchos partidos de origen marxista asumieron
que el capitalismo era una realidad a la que no se podía rehuir. Se
postularon entonces para el gobierno ofreciendo dos cosas:
a) vía libre para el ingreso a sus respectivos países de capitales e
inversiones y el acatamiento de las reglas de juego del mercado global;
b) políticas sociales que suavizaran los efectos más dañosos del sistema
económico, especialmente para los sectores excluidos por el mismo sistema.
En algunos casos (Uruguay
es uno de ellos) el “progresismo” se alió con los defensores de causas que no
contradicen frontalmente al sistema económico, feminismo, movimiento gay,
grupos raciales, dando lugar así a cosas como la llamada “nueva agenda de
derechos”, que ha revestido al progresismo de cierto aire de “corrección
política”.
Si bien el régimen chavista
no calza exactamente en ese modelo, en algunos aspectos, justamente los que
me propongo señalar en este artículo, su diferencia con el “progresismo” es
en cierta medida retórica. Ya veremos por qué.
¿Cuál es el
problema del “progresismo”?
Una primera mirada
hace pensar que el problema es una combinación de ambigüedad ideológica,
corrupción, soberbia y desprecio por el marco institucional.
Tal vez la gran convicción
–no dicha- del “progresismo” es que teniendo buenos números macroeconomicos,
posibilitados por la inversión extranjera o por la venta de materias primas y
de recursos naturales, y dando cosas, servicios médicos, canastas de
alimentos, transferencias económicas, permitiendo el acceso de los más pobres
a ciertos niveles de consumo, es posible hacer cualquier cosa desde los cargos
de gobierno.
Y la realidad, en particular los resultados de las elecciones
hasta ahora, parecía confirmar esa tesis.
Pero, como bien dice el
refrán, “no hay tiempo que no se acabe ni tiento que no se corte”. El talón
de Aquiles del “progresismo” es la falta de recursos. La baja de valor de sus
recursos naturales, o las crisis de los mercados que los compran, deja a esos
regímenes privados de su arma preferida y casi única: la transferencia de
recursos para calmar los conflictos y las disconformidades sociales.
No es casualidad que el
desarrollo cultural y educativo, así como la formación política, hayan sido
descuidados por los regímenes “progresistas”. Es que resulta mucho más fácil
conseguir la conformidad social mediante la transferencia de recursos económicos.
Quizá el gran drama de la
era “progresista” –y esto es aplicable también al chavismo- sea que
acostumbró a la población de sus países a ser satisfecha con cosas
materiales, con consumo, con la sensación de prosperidad.
En lugar de
formar ciudadanos, formó consumidores y público aplaudidor, mientras que los
gobernantes se iban acostumbrando a disfrutar de los privilegios del poder
Pero, ¿qué ocurre
cuando los recursos dejan de ser tan abundantes?
¿Qué pasa, incluso, cuando
los consumidores ven que sus gobernantes abusan de los bienes de todos y a la
vez entonan discursos de austeridad?
El drama de los gobiernos
“progresistas”, y de algunos otros que no se autocalifican así, pero en estos
temas actúan igual, es que creen en la omnipotencia de la política, entendida
como ejercicio del poder estatal.
Olvidan que la verdadera batalla, la que
puede determinar que un pueblo sea libre y se autogobierne, se libra en el
plano de la cultura y de la formación como ciudadanos.
Prometer la abundancia
interminable y el goce de nuevos e infinitos derechos es todo lo contrario de
promover la ciudadanía y la cultura. Porque la ciudadanía es ante todo
responsabilidad. Y la cultura es indispensable para ejercer la ciudadanía.
La crisis que parece
afectar a los gobiernos “progresistas” puede ser una buena oportunidad para
reflexionar sobre el futuro. Porque no todas son pálidas.
Las recientes experiencias
electorales en Argentina y Venezuela demuestran que algo nuevo se ha
incorporado a la cultura política de esos pueblos.
Atrás quedaron los tiempos
mesiánicos en que la izquierda creía que “La Revolución” era un cambio
irreversible, insometible a voluntades populares o a consultas democráticas.
Los gobiernos de Argentina y Venezuela, pese a sus tremendos conflictos con
la oposición, reconocieron su derrota y acataron la voluntad popular.
Ese acatamiento, curiosamente, también legitima sus triunfos anteriores. Y
anuncia la posibilidad legítima de triunfos futuros.
Las conquistas y los
triunfos políticos, que se materializan y dependen de controlar el aparato
del Estado, son logros efímeros.
En cambio, las convicciones que se encarnan
en la cultura de un pueblo son conquistas duraderas.
La era de los gobiernos
“progresistas”, si acaso concluye, dejará pocas innovaciones duraderas en la
cultura de sus pueblos.
No ha aparejado un nuevo concepto de ciudadanía, ni
una revisión de nociones como la de propiedad de la tierra y de otros
recursos naturales, ni nuevos valores culturales y artísticos, tampoco dio
lugar a una revolución educativa, capaz de modificar nuestra mirada sobre la
realidad.
Son temas enormes, sobre
los que deberíamos reflexionar, en lugar de concentrar siempre y
exclusivamente la atención en el juego político electoral
- postaporteñ@ 1527 - 2015-12-26
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América del Sur/Debates
El agotamiento de un modelo
Cansados
Los síntomas del
agotamiento de un modelo son la honda crisis política que golpea en Brasil a
Dilma Rousseff y al Partido de los Trabajadores (PT) y sus aliados
parlamentarios, la derrota de la tensionada alianza entre kichneristas y
algunos peronistas en Argentina, y el descalabro de Nicolás Maduro y su
Partido Socialista Unido de Venezuela.
Eduardo Gudynas *
Brecha, Montevideo,
23-12-2015
Estas circunstancias han desembocado
en un debate por momentos muy entreverado. No faltan voceros conservadores
que predigan la muerte de la izquierda, como dogmáticos progresistas que se
niegan a ver los problemas y defienden ciegamente a sus gobiernos. Dejando de
lado esos análisis superficiales, podemos encontrar una discusión más
sustantiva.
En ese terreno ya no pueden
negarse las dificultades de los progresismos tanto en la práctica, como puede
ser en la gestión gubernamental, como en los conceptos, como ocurre frente a
muchas ideas de políticos e intelectuales progresistas.
Los análisis parecen
dividirse en dos posibles evaluaciones. Por un lado, están los que afirman
que estamos frente a un “final”
de ciclo de los progresismos, y por otro lado, quienes
consideran que es más exacto hablar de su “agotamiento”.
Entre los que señalan un
“final” progresista se invocan argumentos muy distintos y se siguen senderos
de pensamiento diversos, como puede verse en Maristella Svampa (para el caso argentino), Edgardo
Lander (Venezuela) o Raúl Zibechi (apelando a varios ejemplos sudamericanos).
Como no puede ser de otra manera, los intelectuales y funcionarios progresistas
rechazan esas evaluaciones, y sostienen que no hay ningún “final”.
La otra mirada, enfocada en
el “agotamiento”
del progresismo, sostiene que es difícil hablar de una finalización ya que
existen distintos
progresismos que siguen en los palacios de gobierno (por
ejemplo Rafael Correa en Ecuador, Evo Morales en Bolivia y Tabaré Vázquez en
Uruguay). Además, incluso allí donde sus gobiernos están arrinconados (Brasil
y Venezuela) o perdieron las elecciones (Argentina), el progresismo subsiste
en sus grupos parlamentarios y sus apoyos ciudadanos.
Esta posición parece más
acertada, y es la que se sigue en este artículo. Es que más allá de esas
distintas permanencias, es evidente que los progresismos actuales tienen
otros contenidos políticos, han perdido sus capacidades de renovación e
innovación y encuentran enormes dificultades.
Este es un entendimiento
que también es esgrimido por otros analistas, quienes a su vez expresan
énfasis y antecedentes variados. Son los casos de Juan Cuvi y Pablo Ospina
para Ecuador, Salvador Schavelzon sobre el kirchnerismo o de algunos
integrantes de Correio da Ciudadania para Brasil.
Dimensiones
El agotamiento de los
progresismos puede ser descrito en tres dimensiones. La primera es la pérdida
de su capacidad de innovación o renovación en las ideas y prácticas; la
segunda está en que finalmente asumen como fatalidad no poder resolver una
serie de cuestiones clave que habían prometido solucionar; y finalmente, un
cambio en el balance de las prioridades, donde se ponen casi todas las
energías en permanecer con el poder estatal.
En el primer caso, en los
progresismos languidece la innovación política y a algunos se los ve
exhaustos. Años atrás, ofrecían múltiples ideas renovadoras. Por ejemplo,
proponían radicalizar la democracia y ensayaban instrumentos como plebiscitar
decisiones clave o armar presupuestos participativos.
Ese tipo de medidas se ha deteriorado, y hay algunos progresismos que las combaten
(sin ir muy lejos, en Uruguay las consultas ciudadanas departamentales contra
la megaminería fueron rechazadas, y en unos casos anuladas, bajo el gobierno
de José Mujica).
De manera muy similar,
encontramos muy poca o ninguna innovación sobre los fundamentos del
desarrollo, ya que todos siguieron una política de dependencia de exportar
materias primas. Hoy, ante la caída de su valor, siguen sin ensayar
alternativas productivas y se esfuerzan en extraer todavía más recursos naturales
o en darles más ventajas
a los inversores.
Casi todos caminan hacia gestiones económicas más ortodoxas, como los planes
de austeridad de Rousseff en Brasil, o las alianzas público-privadas de
Correa en Ecuador.
Es cierto que la gestión
progresista todavía está lejos de los extremos neoliberales, y por ello no
puede sostenerse que exprese un fundamentalismo de mercado. Pero también hay
que reconocer que esa escasez de ideas los lleva a usar instrumentos de
gestión convencionales. Son gobiernos ensimismados en la cotidianidad, y
algunos de ellos, o sus partidos, han abandonado o cerrado sus centros de
estudios.
En la segunda dimensión
recordemos que los progresismos habían prometido solucionar problemas
persistentes en cuestiones como educación, salud, vivienda popular, violencia
y criminalidad urbana, y corrupción. Se podrá discutir los avances,
estancamientos o retrocesos en cada uno de esos aspectos en los diferentes
países, pero lo cierto es que, en general, la situación no ha mejorado
sustancialmente en la mayoría, y que incluso hay retrocesos.
Hoy parecen haber aceptado que no podrán solucionar sustancialmente esos
problemas, los asumen como una fatalidad inescapable y admiten que habrá que
convivir con ellos.
Esta resignación es clara
ante la corrupción,
como ocurre en Brasil en torno al caso Petrobras, que involucra a políticos
con empresarios de corporaciones que Lula da Silva llamaba “campeonas” del
desarrollo nacional. Pero lo mismo se repite en otros gobiernos.
Por ejemplo, en estas
semanas en Bolivia la administración de Evo Morales debe lidiar con el más
grave caso de corrupción de los últimos años. Allí se descubrieron usos
ilegales de dineros que provenían de los impuestos sobre las petroleras y que
debían destinarse a comunidades campesinas o indígenas pero eran aprovechados
por líderes tanto de organizaciones ciudadanas como de partidos políticos, y
que según las denuncias, también incluyeron apoyos partidarios.
Lo llamativo es que ahora
el progresismo parece
aceptar que la corrupción es endémica a los sistemas
políticos y abandona la pretensión de erradicarla. Aparecen explicaciones
sorprendentes, como los que dicen que nada se le puede reprochar al PT porque
todo el sistema político brasileño es corrupto. Hay en esto un ánimo
fatalista, se bajan los brazos a la tarea de erradicar la corrupción y sólo
se miran sus costos electorales.
La tercera dimensión es un
cambio en el balance de los esfuerzos políticos. A medida que se reducen las
capacidades para nuevos ensayos e innovaciones y se aceptan problemas
recurrentes, cada vez se dedica más energía a retener el poder estatal.
Esto incluye gastos enormes en publicidad, intentos de encauzar los medios de
prensa, controles sobre ONG, reformas electorales, buscar reelecciones
presidenciales e incluso modificaciones constitucionales.
Un caso extremo acaba de ocurrir en Ecuador, donde el presidente Correa
impuso varios cambios constitucionales, incluyendo la reelección
presidencial, esquivando la consulta ciudadana por medio del uso de su
mayoría parlamentaria.
Planos que se
cruzan
Para entender cómo se
intersectan estas tres dimensiones es apropiado observar la problemática del
desarrollo. Estamos ante progresismos que finalmente quedaron atados a las
ideas clásicas del desarrollo, como crecimiento económico y progreso
material, motorizado por las exportaciones de materias primas y la atracción
de inversiones.
El desarrollo lo organiza e instrumentalizan de otro modo, a veces con más
presencia del Estado, otras con mayor cobertura social, usando casi siempre
otros discursos de legitimación.
Pero
siguen siendo desarrollistas
A medida que esas
estrategias se vuelven más inestables, los progresismos recurren a medidas
económicas más convencionales, aceptan alianzas políticas con actores
conservadores o pactos empresariales, y se obsesionan con retener el
gobierno.
En Uruguay hay varios
ejemplos.
El progresismo no logra entusiasmar con nuevas ideas, no hay muchos espacios
de debate, pero en cambio tienen mucha energía para sostener una agropecuaria
trasnacionalizada, amparar la megaminería o darles facilidades a los
inversores extranjeros.
Varios progresismos no
toleran que la izquierda que no está en los gobiernos les advierta sobre sus
contradicciones o les señalen su cansancio. Les responden con eslóganes,
tildan de neoliberal a muchos cuestionamientos, apelan a las burlas y las
descalificaciones (llamando a los críticos “infantiles” o “deslactosados”,
como es común en Ecuador o Bolivia).
Esto muestra que como los progresismos
tienen cada vez menos
argumentos, no les queda más remedio que reaccionar con
adjetivos o burlas.
El agotamiento progresista
por un lado permite mayores opciones de reorganización de la política
conservadora, pero por otro crea escenarios a veces muy limitantes como para
repotenciar una izquierda democrática e independiente que pueda retomar la
tarea de la transformación.
Este es, posiblemente, el problema más crucial que se abre ante nosotros en
el futuro inmediato
ErnestoHerrera
postaporteñ@ 1527 -
2015-12-26
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"La idea de cambiar al FA desde adentro ya está medio
gastada"
ENTREVISTA A JORGE ZABALZA
Carlos Peláez / El espectador
Zabalza
presento su último libro, “La experiencia tupamara. Pensando en futuras
insurgencias"
“Hay que tener un
mínimo de dignidad porque si llamaste a hacer política con las armas y
después renuncias a todo eso, no se puede asumir la jefatura del lado
contrario”, dijo a Rompkbzas el ex dirigente tupamaro Jorge Zabalza sobre el
actual ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, a quien calificó de
“demagogo de palabra barata y un apóstata”
“La idea de cambiar al FA
desde adentro ya está medio gastada” porque la coalición de izquierda
“gobierna para el gran capital”, afirmó Zabalza.
Escuche audio de la
entrevista
http://www.espectador.com/politica/328789/la-idea-de-cambiar-al-fa-desde-adentro-ya-esta-medio-gastada/descargar/audio/1
Los buenos,
los malos y la revolución
la diaria
24/12/15
Zabalza dice en un libro
que Fernández Huidobro y Mujica son “apóstatas” que serán recordados como
“los Malinche del siglo XXI”
Es otro libro escrito
por un ex tupamaro.
Otro libro que narra desde la memoria detalles de acciones y pensamientos del
Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros. Otro libro que coloca el
episodio de la extradición de los vascos y el hospital Filtro en la categoría
de hito de la lucha popular. La
experiencia tupamara: pensando en futuras insurgencias, de Jorge
Zabalza, es todo eso y también una reflexión sobre las transformaciones
ideológicas del Frente Amplio y sobre los resultados de los gobiernos
“progresistas”, con un foco particular, marcado por la experiencia personal
del autor: el papel desempeñado por José Mujica y Eleuterio Fernández
Huidobro en todas esas historias.
Zabalza sostiene que hay
dos hechos o procesos que dan la pauta de un quiebre ideológico en el Frente Amplio.
El primero tiene lugar en
los 90, con la asunción de Tabaré Vázquez como intendente de
Montevideo: Vázquez cambia en lo departamental el horizonte de “Uruguay
productivo” por el modelo de “neoliberalismo con políticas sociales”. “La
práctica del gobierno municipal fue un ensayo de las políticas que impulsaría
un gobierno nacional con el vasquismo como fuerza hegemónica. Por la vía de
los hechos fue la cabecera de puente para la ‘renovación ideológica’ del
Frente Amplio, eufemismo con el que se encubrió el recorte del programa y el
corrimiento hacia el centro”, dice Zabalza.
En paralelo, con la muerte
de Rodney Arismendi, “todo el Comité Ejecutivo del Partido Comunista, casi
todo su Comité Central y todos sus parlamentarios abandonaron la lucha por el
comunismo y pasaron a ser los principales sustentadores del progresismo y su
modelo de ‘neoliberalismo con políticas sociales’. La cúspide del mayor
aparato de izquierda se pasó, con armas y bagajes, a la socialdemocracia. Ya
nada podría detener la metamorfosis del Frente Amplio y su nuevo rol amortiguador
político de la lucha de clases”, señala.
Otro punto de quiebre es,
en opinión de Zabalza, el episodio del Filtro. Desde su creación en 1989 y
hasta entonces, el Movimiento de Participación Popular (MPP) se había
involucrado “decididamente en todas las luchas sociales”.
El “lacallismo creó
las condiciones para la radicalización social y política”, en la que el MPP
-“integrado al Frente Amplio pero ideológicamente afiliado a lo social y la
acción directa”- comenzó a “cosechar lo sembrado por la militancia desde
1983”. “La ‘intención revolucionaria’ desarrolló considerable fuerza
militante”, valora Zabalza.
Pero luego sobreviene el
episodio del Filtro, en el que se manifiesta la tensión dramática de la
historia y se explicita la puja entre dos fuerzas: la revolución y el
pragmatismo socialdemócrata.
Para el autor, lo sucedido en ocasión de la manifestación frente al Filtro,
que concluyó con dos manifestantes asesinados por la Policía, dio cuenta de un
“horizonte revolucionario, clasismo, combatividad y convocatoria de masas,
proceso en curso ascendente que escapó al control de los aparatos
partidarios”
. “El peligro lo calibró de inmediato el sistema. Los partidos y la prensa de la derecha lanzaron
una campaña contra los ‘radicales’.
Empujado desde la reacción, el Frente
Amplio procuró separar aguas de inmediato y atribuyó la derrota electoral de
1994 a las movilizaciones de los ‘insoportables’ que no se dejaban
disciplinar”, sostiene Zabalza.
Afirma que “los asesinatos policiales en Jacinto Vera atemorizaron a la
gente, la horrorizaron, generaron el rechazo irracional a toda forma de
lucha”.
Triunfó el pragmatismo, y
con él la traición a la revolución -en una buena historia de guerra siempre
hay traidores y héroes que adquieren esa cualidad cuando están muertos-,
sintetizada en dos rostros: los del ex presidente José Mujica y el actual
ministro de Defensa Nacional, Eleuterio Fernández Huidobro. “Tienen el poder
de investigar y no lo hacen, prefieren mirar para el costado, hacerse los
distraídos, mantener la verdad oculta y proteger a los responsables de la
masacre de Jacinto Vera
. ¿Por qué no investigan?
¿Qué les pasó?”, se pregunta Zabalza, quien acusa a ambos dirigentes de
involucrarse en “la domesticación y el disciplinamiento del germen de
rebelión”.
“En este 2015 han quedado muy en evidencia las relaciones clandestinas entre
oficiales de las Fuerzas Armadas y Eleuterio Fernández y José Mujica. Tampoco
es noticia su producto, el pacto cívico militar para mantener impunes los
crímenes de lesa humanidad cometidos por militares y policías entre 1968 y
1985”, continúa.
Después vinieron los
gobiernos del Frente Amplio, y, con ellos, el auge del agronegocio y la
inversión extranjera, la intensificación de la concentración de la riqueza,
la pobreza infantil, la pobreza cultural, la segregación territorial.
“La población empobrecida ha sido empujada hacia los barrios que rodean
Montevideo, zonas que parecen trasplantadas del África pobre y están
cuidadosamente separadas de las zonas donde los ricos viven como en el Primer
Mundo”, señala Zabalza.
Concluye que “el síntoma más grave de la degradación
ética y moral de Mujica y Huidobro es la forma en que cumplen su compromiso
de proteger a los criminales de delitos de lesa humanidad”, y entiende que
han retomado la tesis del “nacionalismo revolucionario con las Fuerzas
Armadas como partido de vanguardia”.
“Son apóstatas, y si logran sobrevivir a sus conciencias, serán recordados
por la historia como los Malinche del siglo XXI. Imperdonables”, finaliza.
Más allá de la personificación del mal y la añoranza de los “gérmenes de
rebelión” anteriores a 1994, hay
pocas pistas que ayuden a pensar futuras insurgencias.
posta - postaporteñ@ 1527 - 2015-12-26
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postalinas
El amodismo sin
Amodio
Un puterío de familia o una disputa entre pares
En Brasil, en los ríos que
hay pirañas, se sacrifica un buey aguas arriba para poder pasar la tropa
entera.
La misma táctica viene
empleando lo que resta del MLN desde que Amodio y el Tino implantaron el
"amodismo". No es original ni reciente el cómodo expediente de los
chivos expiatorios para aplacar los dioses. El régimen también lo emplea con
la 1/2 docena de genocidas presos en la cárcel VIP, para salvar la tropa de
los 70.000 torturadores, ladrones, chantajistas, violadores y mentirosos que
asoló y liquidó al paisito. Y que siguen en el poder, claro.
Consiente que voy a seguir
horrorizando a los cómodos ortodoxos, digo que he leído con atención los 2
libros que escribió Amodio que se sedimentarán en el tiempo como documento
histórico. Descubrí que tal vez sin proponérselo deja una valiosa lección que
ojalá sea comprendida y aprovechada X las próximas generaciones que
escribirán las cada día + necesarias páginas de nuestra historia.
Parece pedantería, pero
comprendí que no le es posible a muchos apreciar los matices de la verdad que
a mí me importan como amante de la justicia que soy, engrupiéndome de ser 1
aristócrata de la ética
Las comparaciones son
odiosas pero
publicitar el absoluto monopolio de la traición para el Negro y atribuirle la
total responsabilidad del derrumbe del MLN es una injusticia.
La gloria está repartida; no basta con ningunearlo, ignorarlo y horrorizarse
X que el periférico sin importancia del MAU-MAU fue a hablar con él.
¿ Por qué no se
hacen públicos los archivos de los interrogatorios?
En su momento me sorprendió
mucho la poca trascendencia que tuvo la "Carne Podrida" del año
1977 publicada X los milicos, 5 años DESPUÉS de Amodio;dónde nuestro Ministro
de Defensa de la élite, el sistema y el imperio apuntala a 44
compañeros....es injusto que el Negro siga con la malla Oro!!!.-
MAU-MAU
El pueblo HAITIANO
vive un verdadero INFIERNO
por culpa de EEÚU y muchos
países COMPLICES, como URUGUAY.
Un territorio súper rico,
una historia importante, y un pueblo SALVAJEMENTE TORTURADO por gobernantes
títeres y tropas de "elite" costosísimas ,que van ,llevan violencia
,violaciones, enfermedades(cólera etc.),y mientras los haitianos sufren
horres! Me dirijo a gente de conciencia sana, y les ruego LUCHEN en la
interna de sus organizaciones políticas, gremiales, sociales, barriales,
culturales, artísticas, deportivas, etc. PIENSEN!
En lugar de TROPAS, Uruguay
debería mandar LECHE EN POLVO,UPAS(potabilizadoras de agua),baños químicos.
Eso sí seria verdadera ayuda al sufriente pueblo haitiano! Aun con la última
votación CONTRA HAITI,
Se puede sacar LEY SUSTITUVA ,diciendo "se limitara al mínimo el No de
tropas, incluyendo (asimilados)personal de salud, leche en polvo, UPAS, baños
químicos, expertos en construcción en gral., para que vayan a escuelas
policlínicas a dar leche, ayudar a construir, etc. ,y ayudar con dinero ! YA?
SOLEDAD
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