sábado, 7 de mayo de 2016

1600 * Si te digo que la chancha es negra, es porque tengo los pelos en la mano

Número 1600 | viern 6 mayo 2016 | Año XI


Una frase muy machista que dijo una mujer


Los "ronin" (vagabundo) en el Japón feudal eran los samurái (militares al servicio de un señor) que quedaban sin amo, por muerte, ruina o caída en desgracia de éste, y pasaban a ser guerreros en banda. Trataban de vengar a su amo, o encontrar otro, o se suicidaban.


 
En Montevideo se acaba de realizar un encuentro sindical de centrales del continente, "Encuentro Sindical Nuestra América". Así comienza su declaración final:

"La realización del VII° ESNA se lleva adelante en el marco de una profunda crisis mundial del capitalismo y una brutal ofensiva imperialista contra los pueblos del mundo. En Nuestramérica se pretende terminar con algunos avances en materia de cambio político e integración, caso del ALBA-TCP, la UNASUR y especialmente la CELAC, que excluye de su seno a EEUU y Canadá. Es evidente la ofensiva imperialista en Honduras y Paraguay, y ahora en Venezuela, Brasil y Argentina. En el plano geopolítico se pretende limitar el papel de China, el acercamiento de este con Rusia y agrupamientos como los BRICS. Es un claro ejemplo de hegemonismo contra cualquier intento de multilateralismo de las relaciones internacionales".

No entraré acá en lo de los BRICS, el concepto del marco capitalista "para los avances, cambios e integración,"y otros temas en los que no puedo estar de acuerdo, para limitarme ahora a este planteo de que en esta coyuntura de freno o final de un período de "cambios y avances" en nuestro continente se deba a una ofensiva imperialista
Es una idea muy repetida en este tiempo, y es la consecuencia lógica de esa concepción general.

Y al cuestionar este planteo quiero relacionar lo qué se dice con quiénes lo dicen, en este caso de los samuráis de la metáfora que quedan sin amo; capítulo aparte en que no entraré (aunque esté relacionado) es este estilo por el cual se realiza en Uruguay un encuentro continental de organizaciones de trabajadores, y los trabajadores uruguayos ni se enteran.


Vamos primero a la idea de ofensiva imperialista. Si me subo a un árbol con raíces podridas y termino en el suelo ¿es porque hubo una "ofensiva gravitatoria"?
¿Se volvió más fuerte la gravedad?

¿O en realidad el factor clave de lo ocurrido es otro? A la interpretación de la ofensiva imperialista quiero contraponer otra: la causa principal es el fracaso del modelo de los gobiernos que caen o están en peligro de caer.
El fracaso del modelo de pretendidos cambios, avances e integración dentro del marco capitalista.

El imperialismo no es ajeno, como no es ajena la gravedad en el caso de la caída del árbol.
La gravedad y el imperialismo son constantes, pero si al hablar de la "coyuntura del porrazo" me invento la existencia de un aumento de la gravedad completamente irreal, es porque quiero ocultar que el porrazo ocurrió porque me subí a un árbol al que no debí subirme, sin negar la obviedad de que caí por la fuerza de la gravedad.

 Siempre se pueden distinguir en un proceso las causas internas y externas, y no es novedad que se combinan. Pero para explicar un resultado que implica una nueva situación tengo que buscar la raíz del cambio en cada uno de los factores.
¿Cuál es el factor determinante del cambio, un nuevo brío imperialista, o la caducidad del modelo que pretendieron estos gobiernos?

El imperialismo es una presencia constante en nuestro continente. Lo que ocurre ahora (que llaman "peligro de regresión" o "giro a la derecha") ¿qué causa principal tiene?
Cuando comenzó hace década y media el ciclo de gobiernos pos-neoliberales en el continente (llamados progresistas, socialdemócratas, nacionalistas, populistas, según el gusto) también se uso la categoría bonapartistas.

Como siempre pasa, el uso de una categoría sociológica en política (el plano político-práctico) provoca a su vez otra discusión referida a la categoría en sí misma (el plano teórico), y se generan dos discusiones paralelas, una sobre qué es lo que pasa en la realidad, otra sobre si son correctas o no las teorías para interpretarla.


En ese entrevero, muchas veces la discusión termina en un galimatías sin sentido, aunque tenga formas eruditas, que lo hacen más galimatías.

El uso de una categoría en el análisis social siempre cambia, porque la sociedad es un fenómeno histórico. Si las realidades sociales cambian, cambian también los fenómenos concretos. Si cada cambio nos haría empezar de cero sin remitirnos a los conceptos construidos previamente, no podría haber ciencia social. Y así, también esos conceptos van cambiando.(*)


Cuando decimos que estos gobiernos latinoamericanos son BONAPARTISTAS queremos decir que surgen en una coyuntura particular, una correlación de fuerzas sociales con un cierto "equilibrio" -al menos superficial- en la que las clases dominantes -sin dejar de ser tales- se ven ante un poder político APARENTEMENTE autónomo, aparentemente popular, sin que lo sea en realidad.


De Evo y Chávez a Tabaré o Dilma, con todas las variantes que un fenómeno social regional siempre tiene -y no por eso dejan de ser variantes de un mismo fenómeno, algo imposible de negar cuando responden a la misma lógica, ocurren en lugares vecinos y similares, y también al mismo tiempo- todos estos gobiernos pueden ser caracterizados como dentro de la categoría de bonapartistas, aunque esa categoría deba aggiornarse en algunos aspectos, como siempre pasa en el análisis histórico.


Ese cierto "equilibrio" en la superficie de la lucha política se produjo por el desgaste de las expresiones burguesas tradicionales que comandaron el ciclo neoliberal y quedaron prendidas a su fracaso (fracaso en el sentido de que no hizo arrancar una nueva onda larga de expansión del capitalismo mundial, incluyendo a nuestro continente, tal como sus ideólogos decían que ocurriría), y las resistencias y levantamientos populares que cerraron ese ciclo

Los gobiernos posteriores, del ciclo pos-neoliberal bonapartista, se caracterizan por tres cosas: Mantienen la estructura capitalista en su aspecto fundamental, aparentan tener una cierta autonomía respecto de las clases dominantes, y logran contener el estallido popular ofreciendo una válvula de escape. Dentro de esa naturaleza general, muestran una gran diversidad que es producto de las condiciones concretas en que ocurre en cada caso ese "equilibrio".
Para decirlo en el lenguaje clásico, los de arriba ya no pueden lo mismo que antes, los de abajo todavía no pueden. 

En ese vacío aparece el bonapartismo.
La discusión sobre si esa categoría se corresponde o no al fenómeno podría seguir durante siglos. Pero los hechos hablaron. Cuando los de arriba comenzaron a poder de nuevo, y los de abajo siguen sin poder, el ciclo bonapartista llega a su fin. Ese FIN y cómo ocurre, es lo que confirma que son bonapartistas.

¿Se debe a que el imperialismo yanqui es hoy MÁS FUERTE que hace unos quince años?
Obviamente es al revés.
Comparemos como sacaron a Gadafi y no consiguen sacar a Asad (mucho más enclenque que Gadafi), comparemos su disputa con la Rusia de Putin, etc.
De paso, estos ejemplos nos sirven para descartar esa pseudo explicación "lo que pasa es que el imperialismo ahora NECESITA...". El imperialismo -lo mismo que cualquiera- no hace lo que quiere, hace lo que PUEDE.



La actual declinación general de los gobiernos bonapartistas latinoamericanos no ocurre por una "ofensiva imperialista", ocurre por el agotamiento del MODELO que siguen, un modelo de aprovechamiento oportunista de condiciones circunstanciales, para llevar adelante un reformismo parcial sin modificar las bases estructurales de la formación social. Entonces, cuando esas circunstancias se agotan, el árbol de raíces podridas se cae.

Esto es muy fácil de entender, y no lo voy a desarrollar acá salvo en el hipotético caso de que alguien quiera discutirlo. Nos queda el tema de los "ronin".

Estos bonapartismos actuales no tienen el carácter militarista del modelo que se tomó a partir de Luis Bonaparte y casos parecidos, las condiciones son diferentes. En ese material arriba mencionado de Trotsky se habla de un nuevo tipo de bonapartismo no militarista que llama "régimen personal".



Pero desde entonces las cosas han vuelto a cambiar, y estos bonapartismos necesitan algo más que un régimen personal, necesitan una estructura orgánica de contención popular.


Estructura orgánica significa aquí una burocracia política que cumpla el papel de intermediación entre el poder político y los sectores populares. Esa burocracia tiene una de sus formas institucionales en las centrales sindicales oficialistas del régimen bonapartista.


Gabriela Lavarello, informativista de Canal 5, dice un par de días antes del 1° de mayo que esta vez el acto del PIT-CNT tendría como consigna central el reclamo de la "flexibilización laboral". Y enseguida fueron al corte.

Al volver, los esperaba la obvia necesidad de hacer algunas aclaraciones, tal vez por el desconcierto provocado

 Se había referido al reclamo del PIT-CNT de una ley de reducción de la jornada laboral CON reducción de salario, aplicando las horas de trabajo perdidas a la capacitación no retribuida del trabajador para innovaciones tecnológicas, para el beneficio ulterior de los capitalistas.


¡Gabriela tenía razón! 


¿Quién dice que no ha habido cambios políticos?
Veamos entonces los "ronin" y su planteo político "antiimperialista".
Malcom X hablaba de la diferencia entre "negros de la casa" y "negros del campo" (**).

El negro del campo vivía en una choza, vestía harapos, comía basura, y odiaba al patrón; si se incendiaba la casa del patrón deseaba un buen viento, cuando éste enfermaba deseaba que muriese. El negro de la casa vivía en la casa del patrón, vestía su ropa en desuso, comía su misma comida; si la casa se incendiaba corría a apagar el fuego más rápido que el patrón, y cuando éste se enfermaba decía:


¿Qué pasa jefe, estamos enfermos?



Estamos enfermos, hay que salvar del incendio la casa del patrón, sacrificarse. Así piensa el burócrata sindical

Tan lamentable es la situación en que estamos, que este planteo no ha motivado un escándalo. Más aun, las únicas propuestas "alternativas de izquierda " que vemos son de "keynesianismo en un sólo paisito".

Esta calamidad no es solamente responsabilidad de los burócratas, nosotros la "izquierda radical" no hemos sido capaces de generar NINGUNA propuesta alternativa.


Y peor aún, algunos compañeros que se sienten sinceramente revolucionarios, así como los oportunistas han delegado la esperanza "socialista" a las calendas griegas, ellos JUSTIFICAN una renuncia simétrica "por la izquierda" a la lucha política,reduciéndola a la resistencia gestual y la vida piadosa.

Esta situación calamitosa es responsabilidad de todos nosotros, pero no todos compartimos ese PONER AFUERA -"ofensiva imperialista"- toda la causa de lo que ocurre. Ni tampoco todos nos plegamos a la actitud de lamentar el incendio de la casa capitalista. En cuanto a las pérdidas de las mejoras parciales...
Con  eso del lamento de las pérdidas me vino a la memoria algo que pasó hace más de quinientos años. Que me dijeron que pasó, no que lo haya visto.
Boabdil fue el último  emir de Granada. Perdió la guerra con los castellanos-aragoneses, pactó la entrega de la ciudad a cambio de que le permitiesen gobernar un rincón de la provincia pagando impuestos a los Reyes Católicos y pidiendo su ayuda para reprimir a los moros rebeldes que no aceptasen esa infame capitulación.


Al irse de Granada, desde una colina (que por eso se llama “Suspiro del Moro”), miró atrás y se puso a llorar. Axia, su madre, parece que era brava. Le recriminó esa actitud pusilánime en los términos propios de aquella época. Pero pensando bien, las cosas no han cambiado tanto.



«Llora como una mujer lo que no supiste defender como hombre»



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(*) Aquí un breve trabajo de Trotsky de 1937 en que discute ese tema:www.razonyrevolucion.org/

secciones/dialectica/32.pdf


"¿Pero qué se puede hacer cuando los buenos viejos libros no nos dan las indicaciones necesarias? Tratar de arreglárselas usando la propia cabeza".
(**)


"Yo soy un negro del campo" en la voz clara e inglés impecable de Malcom. 

https://www.youtube.com/watch?v=9J1bNACn2oE

 


FERNANDO MOYANO
postaporteñ@ 1600 - 2016-05-06 









      Macarena Gelman declaró en Italia por el Plan Cóndor




La diputada frenteamplista Macarena Gelman, nieta del poeta argentino Juan Gelman, testificó el pasado jueves 21 de abril en Roma en el juicio por el Plan Cóndor. La legisladora, de 39 años, fue llamada por la justicia italiana para que contara su experiencia personal en el juicio contra 30 exmilitares y civiles de Bolivia, Chile, Perú y Uruguay, acusados de la desaparición y muerte de 43 opositores, entre ellos varios de origen italiano.


En su comparecencia, la legisladora testificó en relación al asesinato de su padre, Marcelo Ariel Gelman, y la desaparición de su madre, María Claudia García, ambos en 1976 durante la dictadura militar argentina.

"Se me preguntó sobre la historia mía particular y sobre el recorrido de mis padres desde su secuestro hasta el asesinato, en el caso de mi padre, y en el caso de mi madre, hasta su desaparición", explicó Gelman a EFE.



Su madre fue secuestrada cuando estaba embarazada y trasladada a un centro de detención ilegal de Uruguay, donde nació Gelman, quien posteriormente fue entregada en adopción a una familia uruguaya.
Gelman no conoció su verdadera identidad hasta el año 2000 y gracias a una larga búsqueda realizada por su abuelo, el poeta argentino Juan Gelman, considerado uno de los grandes escritores de las letras hispanas.

En la vista también intervino el ex soldado Julio César Barbosa, que conoció a la madre de Gelman en el campo de detención ilegal de Uruguay

"
Cumplió funciones en ese lugar entre principios de 1976 y agosto de 1977, fue una estancia breve pero justamente fue el periodo en el que estos hechos ocurrieron y además coincidió la permanencia de mi madre y mi nacimiento", relató Gelman

"Fue una de las pocas personas que vio a mi madre en ese lugar y supo que yo había nacido", agregó.



 

El silencio ya suena a complicidad!!


Que testigo es Macarena de los hechos si nació allí??

Que testigo es Julio Barbosa que afirmo que en 1976 se había retirado cuando es asesino de Julio Castro y de Ricardo Blanco en 1978??


Y se dedicaba a inyectar venenos al resto de los presos!!!!


HACER UNA MARCHA DEL SILENCIO CON TANTO SILENCIO GUBERNAMENTAL YA ES PASARSE DE CLARO OSCURO



Es recontra pasarse de claro oscuro o más bien que desentona con la realidad que vivimos de DDHH .

No  SON solo las FFAA  que frenan a los antropólogos sino que debemos preguntarnos ¿por qué recién  en este tercer gobierno permitieron que LLEGARAN LOS Antropólogos con más experiencia?  Por que se lee una proclama en un acto Gubernamental como lo es el 1 de mayo del PIT y solo se dice que Manini Ríos es “discriminatorio” con los ni-ni y  SE calla la boca y no lo denuncia  por lo que hacen con HUIDOBRO en los cuarteles. Por que calla la historia de Huidobro con la vieja OCOA y la nueva, cuando defiende asesinos y torturadores (Sarli etc.,) y mete paladas de tierra, sobre la tumba de los desaparecidos?

¿No se preguntan los familiares porque Huidobro ODIA a los desaparecidos?? No se preguntan estos familiares porque Mujica mando a su casa al Asesino Gavazzo y defiende otros “pobres viejitos”

Las marchas del silencio ya cumplieron su etapa ahora ya es una cosa que esta contra pelo de la situación real donde DEBEMOS EXIGIR CON MUCHA MAS FUERZA LOS DDHH  NO SOLO DENUNCIANDO LOS DESAPARECIDOS SINO TAMBIÉN TOMANDO LAS IDEOLOGÍAS DE NUESTROS COMPAÑEROS DESAPARECIDOS

La de los VERDADEROS TUPAS los, COMUNISTAS DEL PCR, los  Comunistas como Balbi y otros del PCU que enfrentaron la tortura sin hablar, a los compañeros de PVP con Gerardo Gatti Duarte y Perro Pérez, a los compañeros todos de la UAL como Bosco de las agrupaciones socialistas del ingeniero Sallé, a los Tupamaros de la UAL que no hacían caso en 1976 a los lloros de Huidobro que enviaba cartitas diciendo “ no hagan nada que nos matan, somos rehenes” y en realidad Huidobro colaboraba con Gavazzo escribiendo el perfil de los cumpas que estaban  en Argentina!!

Todos ellos y otros compañeros no HACÍAN SILENCIO PARA DERROCAR LA DICTADURA NI LLORABAN, DIERON SU VIDA Y SU PELEA PARA AL MENOS TENER ESTA DEMOCRACIA BURGUESA PERO NO ES LA DEMOCRACIA POR LA CUAL ELLOS LUCHABAN Y MUCHOS MENOS ELLOS NUNCA LUCHARON POR ESTOS GOBIERNOS DISFRAZADOS DE IZQUIERDA!!

Hoy más que nunca debemos gritar nuestras verdades!! No se ha avanzado nada solo se retrocedió y se siguen  haciendo concesiones VERGONZANTES, los DDHH su lucha abarca muchas cosas más que los desaparecidos  abarca la ayuda a los pobres de los barrios de Dolores que llevan casi un mes pasando frio, abarca 100.000 jóvenes de nuestro pueblo pobre donde la Iglesia y Jubilar, hace mil veces más que un gobierno que se dice de izquierda!!


Debemos gritar Y DENUNCIAR el total manoseo de archivos de Comisiones para esto y para aquello y solo sirven para pasear informes, re copiar y meterlos bajo llave son hasta la fecha engañapichangas,  comisiones, comisiones y mas comisiones  que solo MANEJAN LOS ARCHIVOS DE JORGE BATLLE Y LA COMIPAZ!! VERGONZANTE

PERO MAS QUE VERGONZANTE Y QUE BORDEA LA TRAICIÓN ES LO QUE SE HACE CON LA DENUNCIA EN ITALIA, DONDE VIENE DE TESTIMONIAR UNOS DE LOS SECUESTRADORES Y ASESINO TORTURADOR DE Julio Castro integrante de cuanto equipo de inteligencia  y grupos de tareas de las FFAA EN ITALIA  Este señor Barbosa  desde 1983 se presento a SERPAJ disfrazado de corderito y fue denunciado su verdadero carácter por muchos compañeros expresos!!

LE PREGUNTAMOS AL GOBIERNO DEL FRENTE AMPLIO, QUE HACE UN TORTURADOR QUE NO ES UN ARREPENTIDO  EN ITALIA!???
POR QUE NO VAN LOS VERDADEROS TESTIGOS A DENUNCIAR a el ex capitán de navío  represor uruguayo Jorge TROCCOLI Y DEMÁS TORTURADORES?

Y POR QUE EL ABOGADO DEL FRENTE AMPLIO LLEVA Y PRESENTA ESTAS PORQUERÍAS!???

EN ESTE MUNDO DEBEMOS GRITAR QUE ESTAMOS CANSADOS QUE SE JUEGUE A LA MOSQUETA CON LOS DDHH




6-5-16  
JULIÁN PÉREZ
postaporteñ@ 1600 - 2016-05-06 













postalinas


Referencias históricas del redactor de Punto a Punto en posta nº 1598 de 3/5/16



Respetuosamente quiero decir que acompaño la necesidad de realizar modificaciones en la Constitución.

Sólo a título de ejemplo, propongo la eliminación de las absurdas FFAA  hoy bajo el comando del brigadier para arriba E.F.H. y del comandante gran jefe Tabaré. Pero en todo lo que has expresado sobre formación de una Asamblea Constituyente y reforma de la Constitución, nunca leí propuestas sobre el contenido de los cambios.

De todas maneras, lo que más me preocupó en el sano afán de tu nota es lo expresado bajo el subtítulo  Constitución Uruguaya, antecedentes.
 
Los errores en años, hechos y conceptos, mismo que en microscópica síntesis, son tremendos.


Me da pena  señalar estas críticas, pero me obliga la conciencia cansada de las tradicionales e intencionales deformaciones y omisiones de la historia oficial y el desprecio por la verdad en todos los tiempos


Un abrazo,

Vasco

 




Nuevo conflicto entre empresa PAMER y gremio

Tras Asamblea celebrada en el mediodía de este jueves el gremio resolvió tomar la fábrica hasta el lunes a las 6.00 horas

AGESOR - Soriano - Uruguay


Un nuevo conflicto se desató entre la empresa PAMER  de Mercedes y el gremio, tras la comunicación por parte del gremio - vía carta - sobre un paro parcial de 9 a 13 horas a cumplirse este jueves, dispuesto por la Federación de Trabajadores Papeleros y Cartoneros como respuesta a la marcha en la discusión de los Consejos de Salarios.

Frente a ello, la empresa intimó a que no parara el sector Contínua 1 señaló a @gesor Richard Ferreira, presidente del gremio de PAMER, como ello no ocurrió, la patronal resolvió no dejar ingresar el personal hasta el lunes a las 6.00 horas.

Tras esto, la directiva del gremio convocó a una Asamblea General que se celebró sobre las 13.30 de este jueves en la puerta de la fábrica, durante la cual se resolvió tomar la fábrica tras la decisión de la empresa de parar la planta hasta el lunes.

La medida del sindicato se extiende hasta las 6.00 horas del lunes cuando reingresaría el personal, según la decisión de la patronal.


Fábrica PAMER ocupada


NÉSTOR GURRUCHAGA  5/5/16

En el día de hoy, la Federación Papelera realizó un paro parcial nacional, con movilización en la ciudad de Montevideo. El motivo, intentar destrabar el Concejo de Salarios del sector, en el que desde hace meses no se registran avances debido a la intransigencia patronal.

El Centro Papelero de Mercedes, sindicato que agrupa a los trabajadores de PAMER, adhirió a la medida. Razón de sobra tienen los compañeros de adherirse a la medida, ya que perciben los salarios más bajos de toda la industria papelera y cartonera del país.

La patronal de PAMER pretendía que los trabajadores no pararan la máquina Continua 1, cosa que los trabajadores no aceptaron.
Un grupo grande trabajadores de PAMER se trasladaron hasta la planta de UPM, a reunirse con los trabajadores de la planta de celulosa que también integran la Federación y que también adherían al paro parcial.
La Patronal de PAMER recurrió a una medida utilizada muchas veces y que en algunas oportunidades, le ha dado resultados para debilitar la lucha de los trabajadores organizados; clausurar el sector de “vapor” hasta el lunes, permitiendo que sigan trabajando los trabajadores que no tienen que ver con el “vapor”.
Ese verdadero lockout patronal con intenciones divisionistas, esta vez no les dio resultado.
Los trabajadores reunidos en asamblea, en la entrada de la fábrica resolvieron: “si no entramos todos no entra nadie” y aprobaron por unanimidad un paro de toda la planta hasta el próximo lunes. A eso se le agregó una moción, que también fue aprobada por unanimidad, en cuanto a garantizar que la planta se parara realmente, no permitiendo que trabaje ningún “carnero”. Se aprobó ocupar la planta hasta el próximo lunes.

La asamblea resolvió además que todos los trabajadores se hicieran responsables de lo resuelto, determinando que cada turno es responsable de la ocupación durante el horario en que le tocaría trabajar.

En momentos en que es muy fuerte la corriente que plantea: que los trabajadores deben ser “cautos” en sus reclamos, en que se plantea reducción de la jornada con pérdida salarial, cuando se intensifica la ofensiva para que la crisis la paguen los trabajadores (como siempre). 
 Se hace necesario, rodear de solidaridad y apoyo a estos trabajadores que hoy se animan a pararse firmes ante una patronal, reconocida por su prepotencia.


Salud compañeros papeleros.

Arriba los que luchan

 

Luis Patti y tres represores fueron condenados por los asesinatos de Osvaldo Cambiaso y Eduardo Pereira Rossi


El final de la historia oficial


Extractos 6/5/16


Luis Patti y Juan Spataro, policías de la provincia de Buenos Aires, recibieron la pena máxima como coautores del secuestro y asesinato de los militantes peronistas, pero seis imputados, entre ellos el dictador Reynaldo Bignone, fueron absueltos.

La lectura de cada veredicto condensa la expectativa no sólo de los meses de testimonios y pruebas, sino de décadas de luchas e insistencia. Gladys y Ethel Cambiaso esperaban ayer en la primera fila del público la sentencia a los responsables del secuestro y asesinato de su hermano Osvaldo, “el Viejo”. Ahí nomás estaba sentado Juan Griffo, el cuñado de Eduardo “Carlón” Pereira Rossi. El juez Jorge Venegas Echagüe leyó la decisión del Tribunal Oral Federal número 2: condenar a prisión perpetua a Oscar Guerrieri y Luis Muñoz, jefes del Destacamento de Inteligencia 121, como coautores mediatos y a Luis Patti y Juan Spataro, policías de la provincia de Buenos Aires, como autores penalmente responsables de los secuestros, torturas y asesinatos de los dos militantes montoneros. 

El siguiente punto fue como una puñalada en el corazón: absolvieron a los ot ros seis imputados. Juan Cabrera, Ariel López, Carlos Sfulcini y Walter Pagano, los cuatro Personal Civil de Inteligencia, integrantes de la llamada “Patota de Guerrieri”. Los magistrados también dejaron libres de culpa a Reynaldo Bignone, dictador y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas el 14 de mayo de 1983, y a Rodolfo Rodríguez, que era jefe de Operaciones del Comando del 2º Cuerpo de Ejército. Durante el proceso, murió otro PCI, Ariel Porra, y fue apartado de la causa por razones de salud Carlos Lucena, que era jefe del Comando de Segundo Cuerpo de Ejército.
Sólo Cabrera y López escucharon el veredicto en la sala. El resto lo hizo por videoconferencia, desde sus lugares de detención.

“Esperábamos que Bignone fuera condenado y esperábamos más condenas de los PCI”, afirmó Ethel Cambiaso tras el veredicto. “La mitad es buena, la otra mitad deja mucho que desear. Desde hace 33 años esperamos condenas y en lo que hace al meollo central estamos contentas, en lo otro falta. Como el 1 de julio van a dar los fundamentos “

Cambiaso y Pereira Rossi fueron secuestrados a media mañana del sábado 14 de mayo de 1983 –una jornada que los testigos recordaron como ventosa– en el bar Magnum, de Rosario. Según profusos testimonios ofrecidos durante el juicio oral, fueron llevados a la tornería Maiorano, sobre calle Biedma, donde los torturaron. Esa misma noche sus cadáveres aparecieron en un camino rural cercano a Lima, en la provincia de Buenos Aires, donde se simuló un enfrentamiento.


Parte del plan


Desde la fiscalía que integran Adolfo Villate y Federico Reynares Solari alegaron que estos asesinatos –así como el de Raúl Yager, el 30 de abril de 1983, en Córdoba– formaron parte del plan sistemático de represión ilegal en la última etapa de la dictadura cívico-militar en Argentina: el recurso a un posible rebrote subversivo para garantizar la impunidad, por la vía de una ley de autoamnistía. Por eso, tanto las querellas como el Ministerio Público acusaron a Bignone. Su absolución causó quizás la mayor sorpresa –e indignación– de la sentencia. “Vamos a insistir en la posición de la fiscalía en cuanto a que quienes intervinieron en el secuestro, quienes llevaron adelante materialmente el secuestro y los tormentos en la ciudad de Rosario fueron los integrantes del Destacamento de Inteligencia 121 que estaban imputados en la causa y también vamos a recurrir en Casación las absoluciones de Bignone y de Rodríguez porque consideramos que en función del rol que cumplían debían tener conocimiento de lo que estaba sucediendo, porque formaba parte de la estructura jerárquica que ellos comandaban con distintos grados de responsabilidad”,


Insistencia


Haber llegado a una condena por delitos de lesa humanidad en esta causa fue una hazaña que comenzó con el tesón de las hermanas de Cambiaso y el denodado trabajo del fiscal federal Juan Murray, cuando asumió su función en San Nicolás. La causa fue reabierta en 2005. Pieza clave de la reconstrucción de lo ocurrido con los dos militantes montoneros, Murray fue durante este debate el blanco de los ataques de los abogados defensores privados de los represores. Es que Murray desmontó la teoría del enfrentamiento, como así también el sobreseimiento que dictó en la década del 80 el juez penal de San Nicolás Juan Carlos Marchetti. El fiscal insistió con que se trataba de “cosa juzgada írrita” y lo peleo con uñas y dientes.



Publicado por Casapueblos - AEDD envío Andrea


 

- postaporteñ@ 1600 - 2016-05-06 










      Neoliberalismo: La Raíz Ideológica De Todos Nuestros Problemas




Desde el colapso económico hasta el desastre ambiental, pasando por el ascenso de Donald Trump: el neoliberalismo ha desempeñado un papel en todos ellos



¿Cómo es posible que la izquierda no haya planteado una alternativa?

GEORGE MONBIOT  | eldiario.es 1/5/16


 

Imaginen que los ciudadanos de la Unión Soviética no hubieran oído hablar del comunismo. Pues bien, la mayoría de la población desconoce el nombre de la ideología que domina nuestras vidas. Si la mencionan en una conversación, se ganarán un encogimiento de hombros; y, aunque su interlocutor haya oído el término con anterioridad, tendrá problemas para definirlo. ¿Saben qué es el neoliberalismo?

Su anonimato es causa y efecto de su poder.
Ha sido protagonista en crisis de lo más variadas: el colapso financiero de los años 2007 y 2008, la externalización de dinero y poder a los paraísos fiscales (los "papeles de Panamá" son solo la punta del iceberg), la lenta destrucción de la educación y la sanidad públicas, el resurgimiento de la pobreza infantil, la epidemia de soledad, el colapso de los ecosistemas y hasta el ascenso de Donald Trump. Sin embargo, esas crisis nos parecen elementos aislados, que no guardan relación.
No somos conscientes de que todas ellas son producto directo o indirecto del mismo factor: una filosofía que tiene un nombre; o, más bien, que lo tenía. ¿Y qué da más poder que actuar de incógnito?

El neoliberalismo es tan ubicuo que ni siquiera lo reconocemos como ideología.
Aparentemente, hemos asumido el ideal de su fe milenaria como si fuera una fuerza natural; una especie de ley biológica, como la teoría de la evolución de Darwin. Pero nació con la intención deliberada de remodelar la vida humana y cambiar el centro del poder.


Para el neoliberalismo, la competencia es la característica fundamental de las relaciones sociales. Afirma que "el mercado" produce beneficios que no se podrían conseguir mediante la planificación, y convierte a los ciudadanos en consumidores cuyas opciones democráticas se reducen como mucho a comprar y vender, proceso que supuestamente premia el mérito y castiga la ineficacia. Todo lo que limite la competencia es, desde su punto de vista, contrario a la libertad.

Hay que bajar los impuestos, reducir los controles y privatizar los servicios públicos.
Las organizaciones obreras y la negociación colectiva no son más que distorsiones del mercado que dificultan la creación de una jerarquía natural de triunfadores y perdedores.



La desigualdad es una virtud: una recompensa al esfuerzo y un generador de riqueza que beneficia a todos. La pretensión de crear una sociedad más equitativa es contraproducente y moralmente corrosiva. El mercado se asegura de que todos reciban lo que merecen.

Asumimos y reproducimos su credo. Los ricos se convencen de que son ricos por méritos propios, sin que sus privilegios (educativos, patrimoniales, de clase) hayan tenido nada que ver. Los pobres se culpan de su fracaso, aunque no puedan hacer gran cosa por cambiar las circunstancias que determinan su existencia.

¿Desempleo estructural? Si usted no tiene empleo, es porque carece de iniciativa. ¿Viviendas de precios desorbitados? Si su cuenta está en números rojos, es por su incompetencia y falta de previsión.
¿Qué es eso de que el colegio de sus hijos ya no tiene instalaciones de educación física?


Si engordan, es culpa suya.
En un mundo gobernado por la competencia, los que caen pasan a ser perdedores ante la sociedad y ante sí mismos.

La epidemia de autolesiones, desórdenes alimentarios, depresión, incomunicación, ansiedad y fobia social es una de las consecuencias de ese proceso, que Paul Verhaeghe documenta en su libro What About Me?
No es sorprendente que Gran Bretaña, el país donde la ideología neoliberal se ha aplicado con más rigor, sea la capital europea de la soledad. 


Ahora, todos somos neoliberales

El término neoliberalismo se acuñó en París, en una reunión celebrada en 1938. Su definición ideológica es hija de Ludwig von Mises y Friedrich Hayek, dos exiliados austríacos que rechazaban la democracia social (representada por el New Deal de Franklin Roosevelt y el desarrollo gradual del Estado del bienestar británico) porque la consideraban una expresión colectivista a la altura del comunismo y del movimiento nazi.

En Camino de servidumbre (1944), Hayek afirma que la planificación estatal aplasta el individualismo y conduce inevitablemente al totalitarismo. Su libro, que tuvo tanto éxito como La burocracia de Mises, llegó a ojos de determinados ricos que vieron en su ideología una oportunidad de librarse de los impuestos y las regulaciones.

En 1947, cuando Hayek fundó la primera organización encargada de extender su doctrina (la Mont Perelin Society), obtuvo apoyo económico de muchos millonarios y de sus fundaciones.


Gracias a ellos, Hayek empezó a crear lo que Daniel Stedman Jones describe en Amos del universo como "una especie de Internacional Neoliberal", una red interatlántica de académicos, empresarios, periodistas y activistas. Además, sus ricos promotores financiaron una serie de comités de expertos cuya labor consistía en perfeccionar y promover el credo; entre ellas, el American Enterprise Institute, la Heritage Foundation, el Cato Institute, el Institute of Economic Affairs, el Centre for Policy Studies y el Adam Smith Institute.
También financiaron departamentos y puestos académicos en muchas universidades, sobre todo de Chicago y Virginia.


Cuanto más crecía el neoliberalismo, más estridente era. La idea de Hayek de que los Gobiernos debían regular la competencia para impedir monopolios dio paso entre sus apóstoles estadounidenses −como Milton Friedman− a la idea de que los monopolios venían a ser un premio a la eficacia.
Pero aquella evolución tuvo otra consecuencia: que el movimiento perdió el nombre.


En 1951, Friedman se definía neoliberal sin tapujo alguno.
Poco después, el término empezó a desaparecer. Y por si eso no fuera suficientemente extraño en una ideología cada vez más tajante y en un movimiento cada vez más coherente, no buscaron sustituto para el nombre perdido.

Ideología en la sombra


A pesar de su dadivosa financiación, el neoliberalismo permaneció al principio en la sombra. El consenso de posguerra era prácticamente universal: las recetas económicas de John Maynard Keynes se aplicaban en muchos lugares del planeta; el pleno empleo y la reducción de la pobreza eran objetivos comunes de los Estados Unidos y de casi toda Europa occidental; los impuestos al capital eran altos y los Gobiernos no se avergonzaban de buscar objetivos sociales mediante servicios públicos nuevos y nuevas redes de apoyo.
Pero, en la década de 1970, cuando la crisis económica sacudió las dos orillas del Atlántico y el keynesianismo se empezó a derrumbar, los principios neoliberales se empezaron a abrir paso en la cultura dominante.
En palabras de Friedman, "se necesitaba un cambio (...) y ya había una alternativa preparada". Con ayuda de periodistas y consejeros políticos adeptos a la causa, consiguieron que los Gobiernos de Jimmy Carter y Jim Callaghan aplicaran elementos del neoliberalismo (sobre todo en materia de política monetaria) en los Estados Unidos y Gran Bretaña, respectivamente.

El resto del paquete llegó enseguida, tras los triunfos electorales de Margaret Thatcher y Ronald Reagan: reducciones masivas de los impuestos de los ricos, destrucción del sindicalismo, desregulación, privatización y tercerización y subcontratación de los servicios públicos.

La doctrina neoliberal se impuso en casi todo el mundo −y, frecuentemente, sin consenso democrático de ninguna clase− a través del FMI, el Banco Mundial, el Tratado de Maastricht y la Organización Mundial del Comercio.
Hasta partidos que habían pertenecido a la izquierda adoptaron sus principios; por ejemplo, el Laborista y el Demócrata. Como afirma Stedman Jones, "cuesta encontrar otra utopía que se haya hecho realidad de un modo tan absoluto"


Puede parecer extraño que un credo que prometía libertad y capacidad de decisión se promoviera con este lema: "No hay alternativa".
Pero, como dijo Hayek durante una visita al Chile de Pinochet (uno de los primeros países que aplicaron el programa de forma exhaustiva), "me siento más cerca de una dictadura neoliberal que de un gobierno democrático sin liberalismo"


La libertad de los neoliberales, que suena tan bien cuando se expresa en términos generales, es libertad para el pez grande, no para el pequeño. Liberarse de los sindicatos y la negociación colectiva significa libertad para reducir los salarios.

Liberarse de las regulaciones estatales significa libertad para contaminar los ríos, poner en peligro a los trabajadores, imponer tipos de interés inicuos y diseñar exóticos instrumentos financieros. Liberarse de los impuestos significa liberarse de las políticas redistributivas que sacan a la gente de la pobreza.

En La doctrina del shock, Naomi Klein demuestra que los teóricos neoliberales propugnan el uso de las crisis para imponer políticas impopulares, aprovechando el desconcierto de la gente; por ejemplo, tras el golpe de Pinochet, la guerra de Irak y el huracán Katrina, que Friedman describió como "una oportunidad para reformar radicalmente el sistema educativo" de Nueva Orleans.

Cuando no pueden imponer sus principios en un país, los imponen a través de tratados de carácter internacional que incluyen "instrumentos de arbitraje entre inversores y Estados", es decir, tribunales externos donde las corporaciones pueden presionar para que se eliminen las protecciones sociales y medioambientales.


Cada vez que un Parlamento vota a favor de congelar el precio de la luz, de impedir que las farmacéuticas estafen al Estado, de proteger acuíferos en peligro por culpa de explotaciones mineras o de restringir la venta de tabaco, las corporaciones lo denuncian y, con frecuencia, ganan. Así, la democracia queda reducida a teatro.


La afirmación de que la competencia universal depende de un proceso de cuantificación y comparación universales es otra de las paradojas del neoliberalismo.
Provoca que los trabajadores, las personas que buscan empleo y los propios servicios públicos se vean sometidos a un régimen opresivo de evaluación y seguimiento, pensado para identificar a los triunfadores y castigar a los perdedores.


Según Von Mises, su doctrina nos iba a liberar de la pesadilla burocrática de la planificación central; y, en lugar de liberarnos de una pesadilla, creó otra




Menos sindicalismo y más privatizaciones



Los padres del neoliberalismo no lo concibieron como chanchullo de unos pocos, pero se convirtió rápidamente en eso.
El crecimiento económico de la era neoliberal (desde 1980 en GB y EEUU) es notablemente más bajo que el de las décadas anteriores; salvo en lo tocante a los más ricos.
Las desigualdades de riqueza e ingresos, que se habían reducido a lo largo de 60 años, se dispararon gracias a la demolición del sindicalismo, las reducciones de impuestos, el aumento de los precios de vivienda y alquiler, las privatizaciones y las desregularizaciones.


La privatización total o parcial de los servicios públicos de energía, agua, trenes, salud, educación, carreteras y prisiones permitió que las grandes empresas establecieran peajes en recursos básicos y cobraran rentas por su uso a los ciudadanos o a los Gobiernos.

El término renta también se refiere a los ingresos que no son fruto del trabajo. Cuando alguien paga un precio exagerado por un billete de tren, sólo una parte de dicho precio se destina a compensar a los operadores por el dinero gastado en combustible, salarios y materiales, entre otras partidas; el resto es la constatación de que las corporaciones tienen a los ciudadanos contra la pared.

Los dueños y directivos de los servicios públicos privatizados o semiprivatizados de Gran Bretaña ganan fortunas gigantescas mediante el procedimiento de invertir poco y cobrar mucho.
En Rusia y la India, los oligarcas adquieren bienes estatales en liquidaciones por incendios.
En México, Carlos Slim obtuvo el control de casi toda la red de telefonía fija y móvil y se convirtió en el hombre más rico del mundo.

Andrew Sayer afirma en Why We Can't Afford the Rich que la financiarización ha tenido consecuencias parecidas:
"Como sucede con la renta, los intereses son (...) un ingreso acumulativo que no exige de esfuerzo alguno". Cuanto más se empobrecen los pobres y más se enriquecen los ricos, más control tienen los segundos sobre otro bien crucial: el dinero.
Los intereses son, sobre todo, una transferencia de dinero de los pobres a los ricos.
Los precios de las propiedades y la negativa de los Estados a ofrecer financiación condenan a la gente a cargarse de deudas (piensen en lo que pasó en Gran Bretaña cuando se cambiaron las becas escolares por créditos escolares), y los bancos y sus ejecutivos hacen el agosto.

Sayer sostiene que las cuatro últimas décadas se han caracterizado por una transferencia de riqueza que no es sólo de pobres a ricos, sino también de unos ricos a otros: de los que ganan dinero produciendo bienes o servicios a los que ganan dinero controlando los activos existentes y recogiendo beneficios de renta, intereses o capital. Los ingresos fruto del trabajo se han visto sustituidos por ingresos que no dependen de este.
El hundimiento de los mercados ha puesto al neoliberalismo en una situación difícil.
Por si no fuera suficiente con los bancos demasiado grandes para dejarlos caer, las corporaciones se ven ahora en la tesitura de ofrecer servicios públicos.
Como observó Tony Judt en Ill Fares the Land, Hayek olvidó que no se puede permitir que los servicios nacionales de carácter esencial se hundan, lo cual implica que la competencia queda anulada.
Las empresas se llevan los beneficios y el Estado corre con los gastos.

A mayor fracaso de una ideología, mayor extremismo en su aplicación. Los Gobiernos utilizan las crisis neoliberales como excusa y oportunidad para reducir impuestos, privatizar los servicios públicos que aún no se habían privatizado, abrir agujeros en la red de protección social, desregularizar a las corporaciones y volver a regular a los ciudadanos.
El Estado que se odia a sí mismo se dedica a hundir sus dientes en todos los órganos del sector público.

De la crisis económica a la crisis política

Es posible que la consecuencia más peligrosa del neoliberalismo no sea la crisis económica que ha causado, sino la crisis política.
A medida que se reduce el poder del Estado, también se reduce nuestra capacidad para cambiar las cosas mediante el voto. Según la teoría neoliberal, la gente ejerce su libertad a través del gasto; pero algunos pueden gastar más que otros y, en la gran democracia de consumidores o accionistas, los votos no se distribuyen de forma equitativa.
El resultado es una pérdida de poder de las clases baja y media.
Y, como los partidos de la derecha y de la antigua izquierda adoptan políticas neoliberales parecidas, la pérdida de poder se transforma en pérdida de derechos.


Cada vez hay más gente que se ve expulsada de la política

Chris Hedges puntualiza que "los movimientos fascistas no encontraron su base en las personas políticamente activas, sino en las inactivas; en los 'perdedores' que tenían la sensación, frecuentemente correcta, de que carecían de voz y espacio en el sistema político".

Cuando la política deja de dirigirse a los ciudadanos, hay gente que la cambia por consignas, símbolos y sentimientos. Por poner un ejemplo, los admiradores de Trump parecen creer que los hechos y los argumentos son irrelevantes.

Judt explicó que, si la tupida malla de interacciones entre el Estado y los ciudadanos queda reducida a poco más que autoridad y obediencia, sólo quedará una fuerza que nos una: el poder del propio Estado. Normalmente, el totalitarismo que temía Hayek surge cuando los gobiernos pierden la autoridad ética derivada de la prestación de servicios públicos y se limitan a "engatusar, amenazar y, finalmente, a coaccionar a la gente para que obedezca"

El neoliberalismo es un dios que fracasó, como el socialismo real; pero, a diferencia de este, su doctrina se ha convertido en un zombie que sigue adelante, tambaleándose. Y uno de los motivos es su anonimato.
O, más exactamente, un racimo de anonimatos.


La doctrina invisible de la mano invisible tiene promotores invisibles. Poco a poco, lentamente, hemos empezado a descubrir los nombres de algunos.
Supimos que el Institute of Economic Affairs, que se manifestó rotundamente en los medios contra el aumento de las regulaciones de la industria del tabaco, recibía fondos de British American Tobacco desde 1963. Supimos que Charles y David Koch, dos de los hombres más ricos del mundo, fundaron el instituto del que surgió el Tea Party.


Supimos lo que dijo Charles Kock al crear uno de sus laboratorios de ideas: "para evitar críticas indeseables, debemos abstenernos de hacer demasiada publicidad del funcionamiento y sistema directivo de nuestra organización".


Las palabras que usa el neoliberalismo tienden más a ocultar que a esclarecer. 

"El mercado" suena a sistema natural que se nos impone de forma igualitaria, como la gravedad o la presión atmosférica, pero está cargado de relaciones de poder.


"Lo que el mercado quiere" suele ser lo que las corporaciones y sus dueños quieren.


La palabra inversión significa dos cosas muy diferentes, como observa Sayer: una es la financiación de actividades productivas y socialmente útiles; otra, la compra de servicios existentes para exprimirlos y obtener rentas, intereses, dividendos y plusvalías. Usar la misma palabra para dos actividades tan distintas sirve para "camuflar las fuentes de riqueza" y empujarnos a confundir su extracción con su creación.


Franquicias, paraísos fiscales y desgravaciones


Hace un siglo, los ricos que habían heredado sus fortunas despreciaban a los nouveau riche; hasta el punto de que los empresarios buscaban aceptación social mediante el procedimiento de hacerse pasar por rentistas.
En la actualidad, la relación se ha invertido: los rentistas y herederos se hacen pasar por emprendedores y afirman que sus riquezas son fruto del trabajo.

El anonimato y las confusiones del neoliberalismo se mezclan con la ausencia de nombre y la deslocalización del capitalismo moderno:

Modelos de franquicias que aseguran que los trabajadores no sepan para quién trabajan; empresas registradas en redes de paraísos fiscales tan complejas y secretas que ni la policía puede encontrar a sus propietarios; sistemas de desgravación fiscal que confunden a los propios Gobiernos y productos financieros que no entiende nadie


El neoliberalismo guarda celosamente su anonimato. Los seguidores de Hayek, Mises y Friedman tienden a rechazar el término con el argumento, no exento de razón, de que en la actualidad sólo se usa de forma peyorativa.

Algunos se describen como liberales clásicos o incluso libertarios, pero son descripciones tan engañosas como curiosamente modestas, porque implican que no hay nada innovador en Camino de servidumbreLa burocracia o Capitalismo y libertad, el clásico de Friedman.


A pesar de todo, el proyecto neoliberal tuvo algo admirable; al menos, en su primera época: fue un conjunto de ideas novedosas promovido por una red coherente de pensadores y activistas con una estrategia clara.
Fue paciente y persistente. El Camino de servidumbre se convirtió en camino al poder


El triunfo del neoliberalismo también es un reflejo del fracaso de la izquierda

Cuando las políticas económicas de laissez-faire llevaron a la catástrofe de 1929, Keynes desarrolló una teoría económica completa para sustituirlas.
Cuando el keynesianismo encalló en la década de 1970, ya había una alternativa preparada. Pero, en el año 2008, cuando el neoliberalismo fracasó, no había nada. Ese es el motivo de que el zombie siga adelante.


La izquierda no ha producido ningún marco económico nuevo de carácter general desde hace ochenta años


Toda apelación a lord Keynes es un reconocimiento implícito de fracaso. Proponer soluciones keynesianas para crisis del siglo XXI es hacer caso omiso de tres problemas obvios: que movilizar a la gente con ideas viejas es muy difícil; que los defectos que salieron a la luz en la década de 1970 no han desaparecido y, sobre todo, que no tienen nada que decir sobre el peor de nuestros aprietos, la crisis ecológica.

El keynesianismo funciona estimulando el consumo y promoviendo el crecimiento económico, pero el consumo y el crecimiento económico son los motores de la destrucción ambiental


La historia del keynesianismo y el neoliberalismo demuestra que no basta con oponerse a un sistema roto.

Hay que proponer una alternativa congruente.


Los laboristas, los demócratas y el conjunto de la izquierda se deberían concentrar en el desarrollo de un programa económico Apollo; un intento consciente de diseñar un sistema nuevo, a medida de las exigencias del siglo XXI



Traducción de Jesús Gómez envió de Walter


 

- postaporteñ@ 1600 - 2016-05-06 












      ¿Para cuándo el libro blanco de la democracia occidental? *



Luis E. Sabini Fernández


 

*(Publicado inicialmente en octubre de 1999, Cuadernos de Marcha,  no 155, Montevideo. Se salvan aquí un par de erratas de aquella edición)

 5/5/16


El Libro negro del comunismo publicado hace pocos meses en Francia establece un macabro y necesario recuento de las víctimas que los diversos regímenes comunistas fueron acumulando a lo largo de sus siete décadas de pesadilla.
Sus autores estiman en bastante más de 90 millones a los muertos que los "campos de trabajo forzado" soviéticos, "el gran salto adelante" chino, "la revolución cultural" asimismo china, el trasiego ciudad-campo de la pesadilla polpotista en Cambodia, fueron "produciendo"

Esta tarea era ineludible y por lo tanto en buena hora un equipo de historiadores procura poner cierta calidad en el manejo de datos de tan desoladora realidad.
Esta investigación nos servirá en la medida en que ayude a responder a una perplejidad perfectamente expresada por Alexandr Solzhenitsin cuando confesara que su Archipiélago Gulag era para él la forma de descubrir ante el resto del mundo "la industria concentracionaria" del régimen estalinista, y que al ser desterrado por el gobierno soviético en 1974, descubrió en las bibliotecas de Occidente que todo lo que él denunciaba ya se sabía, desde los testimonios de Alexandr Berkman y Emma Goldman a principios de la década del veinte y siguiendo con una larga lista de denunciantes (Rizzi, Kravchenko, Ciliga, Istrati, Gide, entre tantos otros) (Per Månsson, cit. p. Ulf Andersson, "Själv rannsakan med förhinder" [Autocrítica con retaceos], Arbetaren, 12/13, 26/3/1999).


Desde ya debemos advertir que el manejo de cifras "en millones", como aparecen en el libro, establece una escalofriante falta de precisión que en muchos casos la agitada vida y muerte social y política ha obligado.
Hay que agregar, sin embargo, un nuevo reparo: algunas de las cifras que se presentan tienen una dudosa calidad, como es el caso de los dos millones de muertos en Camboya/Kampuchea entre 1976 y 1979, que en realidad ha constituido un número fetiche de la propaganda occidental, que ha sido cuestionado con mucho fundamento por diversos analistas, obligando incluso a quien primero diera la estimación, Jean Lacouture, a su rectificación (cit. p. Noam Chomsky, "Il tempo dei campi de concentramento",  Milán, Volontà, 1982, no 1, p. 92).

El monstruoso volumen de los dos millones de muertos en un país que no contaba con más de cinco o seis millones no se alcanza ni siquiera sumando el genocidio previo al polpotista, generalmente olvidado por los denunciantes de los fanatizados khmer rojos. Camboya sufrió entre 1970 y 1975 un arrasamiento sistemático de su pequeño territorio, por un lado gobernado con mano de hierro por el general Lon Nol, un esbirro directamente dependiente del Pentágono y por el otro bombardeado por la aviación estadounidense "para destruir la infraestructura física y social" (en palabras de un subcomité del Senado de EE.UU.; cit. p. Noam Chomsky, La quinta libertad, Barcelona, Crítica, 1988, p. 116).


Se estima que tales masacres alcanzaron a un millón de víctimas entre Laos y Camboya (Chomsky, ídem, p. 344). Ambos países juntos no alcanzaban los diez millones de habitantes, con lo cual se constituyeron en países literalmente diezmados. Semejante "trato"  introdujo, según muy variados testimonios, a la sociedad camboyana/kampucheana en un estado de locura colectiva que en buena medida explica --ya que no justifica-- la política de Pol Pot.


Aunque las estadísticas del país son poco confiables (Camboya carece del instrumental técnico para tales mediciones, como producto primero de la devastación de Lon Nol y los bombardeos de EE.UU. e inmediatamente después por la política de "ciudad arrasada" del régimen de los khmer rojos), la ONU ha estimado groseramente que la población camboyana rondaba los seis millones en 1975 y que a mediados de 1987 llegaba a unos 7,7 millones. Esas cifras no permiten "encajar" una matanza de dos millones en el período.


El alto crecimiento demográfico, empero, permite inferir un faltante muy groseramente estimado en un millón de seres humanos como fruto de las dos pesadillas consecutivas sufridas por la desdichada nación (v. Noam Chomsky, op. cit.). Cifras hay para todos los gustos: el gobierno comunista de Hanói, adversario de los khmer rojos, atribuía a Pol Pot tres millones de muertos; autoridades militares australianas que hicieron su propia investigación estimaban las muertes durante la pesadilla polpotista en no más de 600.000 casi todas atribuibles a las migraciones forzosas con que se procuró desmantelar las ciudades visualizadas como la fuente de corrupción, vicios, burocracia...

De más está decir que precisar las cifras de una matanza, así fuera reduciendo a un tercio o a un décimo lo proclamado, no achica en absoluto la monstruosidad en juego: un solo ser humano asesinado es demasiado y por lo mismo condenable /1

Lo mismo debe decirse de unos difícilmente concebibles ciento cincuenta mil muertos por el comunismo en América.
No atinamos a pensar dónde: ¿En Cuba?; si allí fuera nos habríamos enterado con lujo de detalles por todas las vías de difusión que EE.UU. habría puesto a su servicio. Salvo los miles (¿dos mil, cuatro mil?) condenados al "paredón" a comienzos del régimen castrista, no conocemos, ni Amnistía Internacional jamás ha denunciado, otros miles o centenares o decenas de muertos /2


Tampoco se conocen muertos en cantidad ni siquiera remotamente cercana a la denunciada durante el "comunismo" sui generis nicaragüense. ¿Acaso en Granada? De la desastrosa experiencia de la Granada socialista se supo de decenas de muertos y ello ya fue suficiente muestra del carácter dogmático, intolerante, afiebrado de ese delirio político.

También el dato de  veinte millones de muertos atribuidos a la URSS nos resulta prima facie excesivo (aunque sin ninguna duda el sistema soviético erigió su sistema de opresión sobre la muerte o el asesinato de millones de seres humanos) /3

Pero no son estos ajustes que, por tratarse de vidas humanas, no pueden considerarse de detalle, lo más significativo: lo que resulta sugerente es observar el uso que los medios de incomunicación de masas, los intelectuales y los sistemas de poder establecidos, han hecho de semejante recopilación, que viene a sumarse a otro trabajo reciente que hace el recuento de las víctimas del nazifascismo.

Varios gobiernos europeos, socialdemócratas, promueven en este momento la difusión oficial de ambos informes. Se habla de patrocinar la edición de tales balances, completando así el panorama "totalitario" del siglo con su estremecedora cosecha de muerte.

Con toda lógica, se suman las víctimas del nazismo y regímenes afines con las del comunismo y variantes "socialistas reales".

Lo que resulta curioso es que ni periodistas, ni gobiernos socialdemócratas ni intelectuales diz que de izquierda hayan reparado en otras causales políticas o sociales de muerte, en otros generadores de devastación que, totalitarios o no, han afectado a los seres humanos  con no menos virulencia que las pesadillas nazi y estalinista, con razón puestas en la picota.


No se trata, por cierto, de disputar o pujar en algo tan atroz como la producción de muerte.  Como diría Albert Camus, eso es indisolublemente subjetivo y así como para gitanos de Rumania no debe haber habido agente de destrucción mayor que los nazis, y para campesinos ucranios o kazajos rebeldes y sin partido, los bolcheviques se constituyeron en sus ángeles de la muerte, así para una aldea maya del lado guatemalteco el brazo de la muerte será "ladino" [español], vendrá enfundado en trajes de fajina del ejército "nacional" y con armas y voces de mando de origen USA.

Por ello mismo, no parece sensato ni digno reducir las causas de muerte a determinadas ideologías.

Lo que estamos empezando a presenciar es una operación política y mediática mediante la cual, so pretexto de contabilizar las víctimas del totalitarismo se establece por contraste un autoelogio sobre la actividad política de las democracias /4

En el artículo ya citado "El comunismo y su legado genocida" Gatto habla así de "las dos grandes doctrinas homicidas de este siglo [nazismo y estalinismo]" perdiéndose así por el camino otras doctrinas igualmente generadoras de muerte y devastación de pueblos, es decir a su modo también genocidas.
Así como los regímenes totalitarios arquetípicos, nazismo y estalinismo, han sido grandes generadores de muerte y desolación, la humanidad cuenta lamentablemente con otros sistemas generadores de muertes atroces y numerosísimas; uno comparable por las dimensiones escalofriantes del genocidio y por su extensión ha sido el colonialismo y su "natural" prosecución en el neocolonialismo (hay desafortunadamente otras muchas fuentes de genocidio, como el fundamentalismo religioso, el nacionalismo expansionista, etcétera, que en este contexto nos exceden)

¿Cuántos muertos ha producido el colonialismo?

¿Y cuántos está produciendo el neocolonialismo? ¿Cuántos el mercado, el paleoliberal en su momento, el neoliberal ahora?


¿Y el Nuevo Orden, esa consigna que los nazis fallaran en implantar pero por lo visto no los yanquis?

Causas de muerte que deben ser particularmente tomadas en cuenta puesto que las formaciones sociales de Occidente, los estados y las sociedades en que nosotros vivimos,  provienen más o menos directamente de tales  "realizaciones".

Fácilmente llegamos, por desgracia, a muchas decenas de millones de víctimas.

1. La llamada "trata" --el traslado forzoso de negros esclavizados desde África a América se estima que extrajo por lo menos a 15 millones de humanos de sus hogares  entre 1550 y 1850 (el equivalente demográfico actual rondaría los cien millones).
Se estima asimismo que aproximadamente la mitad son los que sobrevivieron, convertidos en esclavos. La otra mitad son los muertos durante el traslado transoceánico y antes, durante el traslado por tierra africana, y antes aún, en los combates encarnizados que tuvieron los esclavistas y sus aliados para llevar adelante su negocio.


Pero mucho más grave que esa sangría que desestructuró a prácticamente todas las naciones y etnias africanas negras privándolas de sus brazos más fuertes y jóvenes (porque los candidatos a esclavo se escogían con criterio "económico" a razón de unos dos varones por cada mujer y en la franja etaria de los 15 a los 30) fue su resultado sobre las sociedades africanas, condicionando desfavorablemente, hasta la ruina, el desarrollo económico y social de las naciones saqueadas.  Entre 1500 y 1900, la población europea cuadruplicó su población (y además repobló, genocidios mediante, otros dos continentes; América y Oceanía), la de Asia triplicó la suya.
La africana negra se mantuvo casi estacionaria (en unos cien millones): hay así centenares de millones de africanos que no llegaron siquiera a nacer, a causa de la esclavitud a que sus naciones fueron sometidas



2. ¿Y qué decir de la "conquista americana" que es el fundamento sobre el que descansan "nuestras" naciones latinoamericanas?
Demógrafos han estimado que el continente americano estaba poblado por unos veinte millones de humanos a la llegada de Colón. Bartolomé de Las Casas en su desoladora Brevísima relación de la destrucción de las Indias Occidentales da cuenta de que en los primeros cuarenta años de "conquista", hasta 1532, el genocidio ha alcanzado a unos doce millones de nativoamericanos.

Ese proceso continuó y hay estimaciones que hacen llegar ese exterminio al 90% de la población continental aborigen (con zonas de exterminación completa como el Caribe insular, la Florida estadounidense, la Alta California, nuestro Río de la Plata y un largo etcétera). Sólo así se explica que la población india se estime al día de hoy en unos 45 millones para las tres Américas, duplicación al cabo de quinientos años.

(Aunque en América hay toda una alteración del cuadro étnico y demográfico que no se registra en los otros continentes, porque aquí el mestizaje ha sido muy alto, al punto que en la actualidad la población mestiza se considera si no la mayoría al sur del río Bravo, al menos su caudal poblacional mayor.)



3.  El colonialismo europeo, sólo en Angola, entre fines del siglo XV y fines del XIX, redujo su población, que formaba parte del enorme reino africano del Congo, a la mitad. Estamos hablando de una población de varios millones.
Y como Angola, tenemos las tragedias vividas en los territorios de la actual Nigeria, en el Congo, en la cuenca del Níger, en el Sudán, Etiopía, Chad, en la cuenca del Zambeze, en todo el sur africano, etcétera /5



Las guerras provocadas por la acción colonial han asesinado en el cambio de siglo a por lo menos un millón de filipinos, otros tantos en México, una vez más en Nigeria cuando el genocidio a los ibos en la década de los sesenta, y la lista se haría interminable.

La guerra de 1914-1918 (entre imperialistas consumados y aspirantes a) demandó diez millones de vidas humanas. ¿Si habláramos de recuentos y exigencias, a qué sistema sino al capitalista, burgués, atribuírselo?

A lo largo de cinco siglos, si tomamos la historia humana desde 1492, el régimen político dominante, cuyas bases de dominación no han variado sustancialmente, ha sido causante de un genocidio sin parangón, si ponderamos las dimensiones poblacionales en cada momento histórico: la población europea, solo dentro de fronteras, se septuplicó en estos 500 años, con lo cual un genocidio de por ejemplo mil seres humanos en el 1500 tiene un peso relativo cuantitativamente siete veces mayor que si sobreviene en el siglo XX.

(Claro que los señores blancos de entonces apenas si incluían a dichas víctimas entre los humanos, y resistirían así el calificativo de genocida, pero lo mismo pasaba, --pasa-- con los nazis; ni judíos ni gitanos son considerados humanos propiamente dichos; y para los estalinistas, sus críticos, refractarios y hasta indiferentes tampoco formaban parte del género humano, al menos no de la versión proletaria que ellos pensaban implantar en lo futuro, que para semejante salvacionismo era, claro, el futuro profetizado).

El problema tal vez mayor del colonialismo y sus secuelas es --y está bien presente-- que el desarrollo noratlántico produce y a la vez se nutre del empobrecimiento y la desestructuración de las sociedades asiáticas, como las de la India y la China, de los reinos africanos hausa, etíope, de los nubios sobre el Mar Rojo, de los fulanis en el África ecuatorial o del magnífico reino songhai en donde en el siglo XV "la literatura de los mercaderes de Tombuctú [su capital] se medía por el número de manuscritos en sus bibliotecas" (v. 
Guía del Mundo 1997-1998, Montevideo, Instituto del Tercer Mundo, 1998, p. 297) /6

En muchos casos, el colonialismo rompió las economías establecidas so pretexto de "modernizarlo todo". Así en el Sahel africano (actualmente poblado por unos cincuenta millones de habitantes en los actuales estados de Senegal, Guinea-Bissau, Sierra Leona, Liberia, Costa de Marfil, Ghana, Togo, Benin, Níger, Nigeria, Mali, Mauritania, Chad, Burkina Fasso), los colonialistas arrancaron de cuajo, "por atrasada", la ganadería nómade basada en camellos, dromedarios, cabras, asnos, vacas, ovejas y se sedentarizó una ganadería exclusivamente vacuna.

Cuando a mediados de este siglo que se acaba, los franceses se retiran con sus vacas dejan un territorio yermo, devastado. La ganadería  nómade era, como sostienen Frances Moore Lappé y Joseph Collins (L'industrie de la faim, Quebec, Éd. L'Étincelle, 1978, p. 59) una sabia respuesta a un clima semiárido; la variedad de especies de ganado permitía un consumo más integral de los pastos, suministraba lácteos todo el año y el nomadismo, lejos de ser un deambular sin rumbo como resultaba a los ojos "científicos" europeos, era una forma inteligente de ir visitando campos en primavera y oasis en los períodos de sequía para extraer del suelo el máximo de nutrientes sin destruirlo.
El Sahel es al día de hoy una de las zonas más castigadas del mundo por las sequías, la desertificación; las hambrunas que matan a millones de seres vivos en general y a millones de seres humanos en particular  reconocen su causa principal en el colonialismo, espléndido experimento "civilizatorio" a principios de siglo.


Tenemos asimismo que incluir en este macabro recuento a los cientos de miles de muertos en países de pequeñísimas dimensiones como Liberia, cuya capital se llama sugestivamente Monrovia, "inventados" --estado y capital-- por EE.UU. a mediados del siglo pasado para sacarse de encima a los negros libertos (porque se los quería como esclavos pero no como hombres libres) o Sierra Leona, su capital con el igualmente sugestivo nombre de Freetown, países donde la presencia europea ha consistido en emplazar poblaciones forasteras encima de las nativas con las consecuencias lógicamente atroces de tanta ignorancia, tanto desprecio.

4.  Si nos ceñimos al período de despegue industrial, los dos últimos dos siglos, un recuento de las víctimas del florecimiento occidental y presuntamente democrático tiene que tener en cuenta algunos episodios principales del colonialismo ya citado y, dentro de las naciones industrializadas, a las víctimas de la explotación.

Los historiadores están contestes en que los comienzos del industrialismo constituyeron un período particularmente opresivo: la clase obrera sufrió en las primeras décadas un proceso similar al que sufrieran las poblaciones nativoamericanas obligadas a la extracción minera: en algunas zonas de Francia e Inglaterra, la población obrera ni siquiera llegaba a reproducirse a sí misma, "violando", siquiera localmente, una de las "leyes" establecidas por Marx (que el proletariado recibe como salario lo indispensable para su sobrevivencia), y el empresariado estaba más o menos permanentemente reclutando mano de obra forastera para cubrir los puestos de trabajo vacantes por las muertes prematuras de los obreros y de los hijos de los obreros (v. Dólleans, Historia del movimiento obrero, t. 1) /7



En el recuento de las víctimas en los continentes colonizados, hay que registrar las producidas por represión directa, generalmente las menos, a menudo abrumadoramente sobrepasadas por las víctimas civiles, "involuntarias", por falta de "calidad de vida", como se dice ahora: falta de agua y sequías consiguientes en poblaciones rurales; falta de condiciones mínimamente aceptables de vida, de higiene y las consiguientes muertes prematuras en zonas urbanas.


5. ¿Qué significa en pérdidas de vidas humanas la instauración del "nuevo orden", ahora liberado de toda atadura frente al "competidor" comunista?
¿Qué significa en pérdidas de vidas humanas, repito, el fin de la historia, el fin de las ideologías, el fin del estado benefactor, el auge de las privatizaciones, de la política de exclusión?


¿Qué significa que los grupos económicos poderosos, sus intelectuales orgánicos (estilo Bernays, Huntington, Murray, Toffler,) y los aparatos políticos a su servicio (la bien llamada "administración"; la Casa Blanca) hayan tomado conciencia de que el mundo está sobrepoblado (chocolate por la noticia) y que no hay recursos para todos? Una decisión política de exclusión sobre estas bases sí es novedosa.


Los centros de poder han advertido, finalmente, que su política carece de universalidad virtual; lo único que éticamente la haría válida, como diría Kant. Que no es viable imaginar un planeta donde todos tengan los autos, los microondas, los freezers, los lavaplatos que tienen los ciudadanos de Yanquilandia.

Aquí ni discutimos si eso es deseable. Para los titulares del poder actual sí que lo es.
Y saben que no puede ser para todos.


¿Qué hacer?, replantean involuntariamente la pregunta de un viejo enemigo. La abdicación de ese principio de igualación falaz lleva a la respuesta de los titulares del poder: la exclusión.


Es de esa "toma de conciencia", de esa decisión política pero no republicana (porque es todo menos públicamente reconocida) que proviene la política llamada de "los dos tercios" en el Primer Mundo; la decisión de defender el nivel de vida (y a la larga, la vida a secas) y el consumo de dos tercios de población, integrados, admitiendo   –promoviendo, en realidad– el desbarranque del tercio excluido. Proporción ésta  que, cuando pasamos del Primo Mondo al "Tercero excluido", mediante una degradación "matemática" típica de la realización política (¡ah, manes de Murphy!), se convierte en integración para un tercio y exclusión para dos tercios, y cosi via: en algunos estados africanos, por ejemplo, integración para un vigésimo y los diecinueve vigésimo restantes excluido s.


¿Qué es la exclusión sino muertes prematuras, mortalidad infantil acrecentada, genocidio escalonado?


En las víctimas del Nuevo Orden hay que agregar, aunque su volumen resulte mínimo al lado de los "muertos sociales", los de acontecimientos "políticos"  o "militares", como el golpe de estado en Indonesia (Operación Yakarta, 1967) que se estima asesinó a unos 700 000 seres humanos o la actuación colonialista francesa primero y ordenadora norteamericana después en Indochina (Vietnam, Malasia, Cambodia, Laos): los primeros fueron responsables de la muerte de medio millón de "nativos" aproximadamente, los segundos, de unos cuatro millones (a lo que habría que agregar los millones de mutilados, físicos y psíquicos, entre los cuales las organizaciones de ayuda estimaban en 700 000 los mutilados en situación desesperada al fin de la guerra en Vietnam. Chomsky, La quinta..., p. 344).

Vietnam cuenta con una cuota de tarados congénitos única por su altísimo porcentaje en el mundo entero. 
Estudiosos canadienses que la han investigado durante varios años han llegado a la incontrastable conclusión de que provienen del Agente Naranja 2.4.5.T con el cual las fuerzas militares de EE.UU. "regaron" Vietnam durante nueve años (un décimo del territorio total quedó afectado). Las tragedias de seres humanos mutados  y los desastres económicos de tal contaminación hay que atribuirlos al Nuevo Orden.

¿Se puede elegir?


Los "países con ideología" o "estados revolucionarios" como calificaba Adolf Hitler a los experimentos alemán nazi y ruso soviético (cit. p. Hannah Arendt, Los orígenes del totalitarismo, parte III, [1949], Madrid, Alianza, 1982, p. 426) pueden con buenos fundamentos ser entendidos como formas de "locura colectiva" y el holocausto que procuró exterminar etnias o pseudoetnias enteras (como las de judíos y gitanos, pero no exclusivamente) puede concebirse como un estado de malsana fiebre de un sector de la humanidad (fiebres reincidentes; ¿cómo interpretar si no, los estados de ferocidad y ceguera colectiva que propugnan diversas "limpiezas étnicas" como la de armenios en Turquía, la de bosnios musulmanes o kosovoalbaneses en la ex Yugoeslavia?)

Cuando enfrentamos regímenes y sistemas de poder que asesinan y asesinan colectivamente, se hace muy difícil decidir qué es peor: si regímenes sociales enloquecidos que matan enfurecida o místicamente o regímenes sociales cuerdos y serenos que matan fría, científicamente o dejan morir con indiferencia.

Tal vez el error sea precisamente procurar "elegir" lo menos malo. O aun peor: condenar una de estas formas de dominación y aplastamiento y elogiar la otra o silenciar sus crímenes.


¿Criticar lo totalitario o criticar los asesinatos?


Porque si algo no vale en esta presunta campaña de concienciación es el argumento de que se condena al estalinismo y al nazismo porque procuraron cumplir utopías totalitarias, en tanto la sociedad occidental, aunque fruto y semilla de los atropellos coloniales, de las "limpiezas" territoriales y étnicas propias del racismo blanco y wasp, /8 constituye en cambio un (admirable) ejemplo de sociedad abierta, democrática o no totalitaria.

Porque no se trata tanto de condenar lo totalitario como los asesinatos. Si se tratara de criticar lo totalitario, que bien lo merece, habría mucho qué pensar y decir acerca no sólo de las víctimas que ya no viven sino de las víctimas sobrevivientes, y no sólo del nazismo y el estalinismo, ciertamente.

La lógica más elemental nos permite ver que se trata de dos aspectos diferenciados. Porque un régimen puede provocar e incluso mantenerse sobre la base de una enorme cantidad de víctimas o muertos y no ser por ello totalitario (la variante opuesta es más difícil, pero también puede existir un sistema altamente totalitario y por lo mismo altamente victimador y sin embargo --por estar constituido sobre una ideología no violenta o pacifista-- no engendrar muertos).

(Aunque el caso de la secta liderada por Jim Jones, con su suicidio colectivo de ochocientos seguidores, en Guyana, ponga un estremecedor interrogante sobre esa última variante.) /9


La decisión de los actuales gobiernos socialdemócratas europeos que hacen de la difusión de las tristes hazañas del socialismo nazional o internacionalista una cuestión de estado y de relaciones públicas, parte de esa incapacidad radical que tienen los biempensantes para ubicarse en el terreno de las víctimas cuando se trata de las víctimas de su propio bienestar, de sus propios privilegios, de su mundo.

Mutatis mutandis es lo que pasa con los intelectuales occidentales que se afanan por las cuentas de los desastres ocasionados por el estalinismo o el nazifascismo pero no se sienten obligados a reflexionar críticamente sobre la montaña de cadáveres sobre los que se asienta la constelación de poder que conforma sus propias sociedades, las nuestras


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1/ Por la misma razón no parece adecuado que Hebert Gatto, analizando por otra parte con mucho acierto "el legado genocida" del comunismo y planteando algunas preguntas primordiales para entender cómo semejante régimen pudo haber sido entrevisto por algunos como "esperanza de liberación", use con cierta ligereza las cifras que se transforman de algo más de 94 millones de muertos por el comunismo (Hebert Gatto, "El libro negro del comunismo", Cuadernos de Marcha, no 147, ene. 1999) en 100 millones (Hebert Gatto, "El comunismo y su legado genocida", Cuadernos de Marcha, no 148, feb.-mar.1999) como si 6 millones de homicidios fueran un dato insignificante. No resulta suficiente asignar estas equivalencias a un mero efecto literario o de matemático redondeo


2/ Hubo un período repugnante en el cual las cárceles cubanas empezaron a asimilarse a las soviéticas y a las más habituales de todo régimen autocrático, a principios de los sesenta, con el uso de vejámenes y torturas sobre los presos políticos. Ese proceso denunciado y con razón por la derecha exiliada, fue también puesto en la picota por el sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal y fue interrumpido.


3/  Alexandr Solzhenitsin --a quien nadie podrá acusar de benévolo con el estalinismo-- estimaba los muertos en "los campos" en alrededor de la mitad de los allí enviados (lo que hace según sus cálculos la friolera de unos seis millones de seres humanos). Allí estuvo la principal fuente de aniquilación por parte del sistema. Por cierto la colectivización forzosa de 1929 arrasó las vidas de millones de campesinos terratenientes, a menudo minifundistas. Pero las estimaciones del tiempo de la Guerra Fría de hasta diez millones de kulaks asesinados se han reducido en investigaciones más serenas y menos politizadas a unos dos millones de campesinos  --kulaks-- despojados; una parte de ellos linchados o "liquidados" sumariamente y otra obligados a emigrar (muchos fueron trasladados a "los campos") (Nationalencyklopedin,  Estocolmo, 1995). Hay que agregar, claro, los muertos en las cárceles; los "enjuiciados" y "ajusticiados", pero con todo lo atroz de su significado como expresión de terror del estado, en números es indudablemente mucho menos significativo que la industrialización del destierro y la muerte a través de los campos. Algunos historiadores estiman a las víctimas del sistema judicial y carcelario en aproximadamente un millón (v. n. 4).



4/  Especularmente, desde las organizaciones comunistas, que en Europa tienen --aunque debilitadas-- actividad política e intelectual, la reacción  ha seguido diversos trillos, en general diversionistas, negacionistas: la historiadora Åsa Linderborg entiende que con el avance del comunismo [eurocomunismo] dentro de la Unión Europea, El libro negro constituye un intento de golpear esos avances; como vemos una aplicación "redondita" de conspiracionismo. Por su parte, el docente en Historia Económica Lars Herlitz procuró distinguir entre muertes por ejecuciones de condenas y muertes en campos de prisioneros y situaciones análogas producidas por faltas de suministros. La distinción no es errada; lo que es errado, calificándolo con la mayor benignidad,  es su intento de reducir así "los muertos del comunismo" a un millón (en el caso sovi&eacu te;tico) y a cuatro millones los de la pesadilla nazi. En este aspecto, vale la observación de Heber Gatto de que ambos tipos de víctimas lo son del mismo sistema y engrosan lamentable pero significativamente el mismo resultado: la producción de muerte. (v. "El libro negro..." op. cit., p. 28)


5/  África sufre así una triple sangría: la "trata" desde comienzos del siglo XVI a mediados del XIX,  el colonialismo desde mediados del siglo XIX hasta mediados del  que ahora termina y la penetración transnacional más reciente sobre estados declaradamente independientes pero más satelizados que probablemente nunca.


6/ Extraemos de la misma fuente un dato que suele ser desconocido o silenciado no ya por periodistas o gente "informada" sino hasta por universitarios y eruditos: Tombuctú [Timbuctú], misérrima ciudad actual de Malí, fue cuna de una de las universidades más antiguas y mejor equipadas  del mundo “antiguo”, a principios del siglo XIV.


7/ Lo cual nos permite, de paso, verificar que en materia de explotación, exclusión y disposición de mano de obra, nada nuevo hay bajo el sol


8/ White, Anglo, Saxon, Protestant. Blanco, anglosajón y protestante. Perfil étnico que se defendió en EE.UU. a lo largo de todo el s. XIX como el adecuado para dirigir y usufructuar los bienes de la democracia (véase mi "Racismo: nervio motor del american way of life", Cuadernos de Marcha, nos 142, ago 98; 143, set 98 y 149, abr 99)


9/ El que esto escribe formó parte de una diminuta experiencia de tipo comunitario con muy acusados rasgos totalitarios, que eran incluso defendidos ideológicamente desde su núcleo oficialista y, si bien se puede hablar de una alta cosecha de exiliados, defraudados, etcétera, no hubo que lamentar muertos




 
LS - postaporteñ@ 1600 - 2016-05-06 





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