lunes, 9 de mayo de 2016

1601* Soy responsable de lo que digo, no de que lo entiendas | Dr. House

Número 1601 | dom 08 mayo 2016 | Año XI


      La Argentina "del cambio" :
INFLACIÓN Y BAJA DE SALARIOS


Rolando Astarita [Blog]



Devaluación, aceleración inflacionaria –aumento de tarifas en primer lugar- y salarios que se quedan: es el proceso clásico por la que se está operando una gigantesca transferencia de riqueza desde los trabajadores a la clase dominante.

 Recuerdo lo que planteé en una nota anterior, apenas subió Macri:

“Ahora el peso de la clase dominante está puesto en las paritarias. Lo dijo Macri en su tan elogiado discurso ante la Unión Industrial Argentina: ‘hay que bajar la conflictividad gremial, que es permanente’. O sea, los sindicatos tienen que ‘tragarse’ la suba de precios. Tengamos presente que este año la inflación estaría entre el 28 o 30%, y todo indica que se aceleraría con la devaluación y la suba de las tarifas. En el mismo sentido, referentes de las cámaras empresarias (por caso, Mendiguren, del partido de Massa) dicen que las paritarias no deben tomar en cuenta la inflación  pasada, sino la esperada.
El ministro de Trabajo agregó que los aumentos deben otorgarse ‘según productividad’ (otro argumento clásico de los empresarios en tiempos de crisis y ajuste)


En consecuencia, por todos lados se presiona para que se imponga, pacto social mediante, un techo a los incrementos salariales. Para esto se recurre a la amenaza de toda la vida: si no aceptan, habrá desocupación. ‘Tienen que cuidar el empleo’, les dijo Macri a los trabajadores. Es el mismo argumento-amenaza que esgrimía, hasta hace poco, Cristina Kirchner. Así, todo discurre según el necesario orden causal del orden capitalista. Por supuesto, nadie habla del trabajo precarizado, ni de los millones de subocupados, o de los que ni siquiera buscan trabajo porque están desanimados. La otra arma con que cuenta la clase dominante es, como siempre, la siempre presente burocracia sindical” (aquí).


Los números de inflación y pobreza


Pasados cuatro meses desde que escribí esa nota, podemos poner algunos números. Según el IPC San Luis, la suba de precios en los tres primeros meses de 2016 fue del 10,2%. Según el IPC Ciudad de Buenos Aires, en el primer trimestre el aumento fue del 11,4%. No están todavía los datos de abril, pero las consultoras privadas lo ubican entre el 7% y 7,5%, por lo menos. De manera que solo en los primero cuatro meses de 2016 los precios subieron aproximadamente un 18% o 19%. La inflación de marzo 2015 a marzo 2016 fue del 37,3% para el IPC San Luis y 35% según el IPC CABA. La CGT Moyano calcula una inflación desde abril 2015 a abril 2016 del 40%.

Anotemos también que la Canasta Básica Total (para estar por encima del nivel de pobreza) según la CGT Moyano es hoy de $11.832 para la familia tipo; según FIEL es $10.580. El Observatorio de la Deuda Social Argentina, de la UCA, con una CBT mucho menor  ($7033 en diciembre 2015) proyecta que la tasa de pobreza fue del 34,5% (13,8 millones de personas) en el primer trimestre de 2016; y la tasa de indigencia llegaría a 6,2% en abril (esto es, 2,3 millones de personas que pasan hambre). La pobreza a finales de 2015 afectaba al 29% de la población y la indigencia al 5,3%.

Los aumentos salariales en curso


Pues bien, prácticamente todos los convenios que se están firmando establecen aumentos de salarios muy por debajo de lo que ha sido la inflación en los últimos 12 meses. La excusa es que los acuerdos salariales se hacen teniendo en cuenta la inflación esperada; lo cual significa “tragarse” la inflación pasada. Por caso, si en un convenio se establece un aumento de salario, retroactivo a marzo, del 25% hasta septiembre, hay una caída del salario en términos reales de entre 10 y 13 puntos porcentuales (según se considere la inflación anual a marzo del 35% o 38%). Si en septiembre se establece una nueva suba salarial “según inflación esperada”, se sanciona definitivamente la caída salarial. Algo similar ocurre si se firma un aumento salarial a enero o febrero de 2017 por el 30%, por ejemplo.

En este caso, no solo no se recupera todo lo perdido en los 12 meses pasados, sino también el salario real baja todo lo que aumente la inflación en los meses que siguen hasta el vencimiento del convenio. Veamos ahora algunos de los convenios firmados:



Tabaco: 32% retroactivo al 1º de febrero de 2016 y hasta enero de 2017.
Papel y Cartón: 20% hasta septiembre.
Sanidad: 20% en mayo; 9% en agosto; 6% en octubre.
UOCRA (construcción): 22% en un solo pago hasta septiembre.
Gráficos bonaerenses: 25% desde el 1º abril a septiembre.
Empleados de comercio: 20% hasta septiembre
Carne: 20% en dos tramos por 6 meses.
UTA (choferes de colectivos): 29% por 12 meses.
SMATA (mecánicos): 7,5% para enero-marzo y 11% para abril-junio.
Seguros: 20% desde enero y 12% de julio a diciembre.



En muchos casos se han dispuesto algunas cifras fijas, que no alteran este panorama de base.

Precisemos también que los salarios en términos reales ya no aumentaban desde 2012, y en 2014 sufrieron una caída, también impulsada por la devaluación y la inflación. En la primera ronda de convenios laborales en 2014 los sindicatos firmaron aumentos salariales de menos del 30%, (26,5% los metalúrgicos, 29% empleados de comercio, 30% bancarios) y en dos o tres cuotas. En la segunda ronda de paritarias hubo aumentos promedio del 33%, dado el nivel de suba de precios; con algunas adecuaciones, los salarios aumentaron en promedio 34 o 35%. 

Sin embargo, la inflación en 2014 fue del 39% (IPC San Luis); a lo que hubo que agregar la no actualización de ganancias. De manera que el Observatorio Social de la CTA Autónoma (Pablo Micheli) registró una caída del salario real de casi el 4%; diversas consultoras registraron una caída del salario del mismo orden.

Por otra parte, no es cierto que los salarios reales hayan aumentado significativamente en la última década. Lo hicieron con respecto al punto más bajo de la depresión de 2001-2, pero no en relación al nivel pre estallido de la crisis. El salario real deflactado con el IPC de Ecolatina en 2006 llegó al nivel de octubre de 2001. Luego, en 2007 aumentó 3,4%; en 2008 bajó 4,9%; en 2009 subió 0,9%; en 2010 bajó 0,1%; en 2011 subió 3,1%; en 2012 subió 2,7%; en 2013 bajó 0,2%; en 2014 bajó 4,7%. El resultado es que desde 2007 a 2014 aumentó solo el 0,2%. Según la CTA (Micheli) en ese período aumentó un 1,6%. Son cifras prácticamente de estancamiento.

En una perspectiva más general, según el profesor Javier Lindenboim, del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo de la UBA, aunque en la década 2002-2012 hubo una mejora del salario, no se mejoró con respecto a los 1990; y los niveles de precariedad laboral en 2002 eran similares a los de 1992. 

Es desde esta situación global –salarios a nivel de los 1990, pobreza a mayores niveles, precarización laboral de largo plazo- que se está desarrollando el ataque contra la clase trabajadora.


Cuestionar de raíz esta ofensiva contra el trabajo


Como sucede siempre con las devaluaciones y los procesos inflacionarios que le siguen, lo que se está produciendo es una redistribución de los ingresos en favor del capital. 

En este punto, el Estado y las patronales están de acuerdo en lo fundamental: los salarios deben aumentar menos de lo que aumentan los precios

La presión sobre los asalariados no pasa ahora solo por los despidos en curso, sino también por el chantaje de no invertir. Pero también se amenaza con un horizonte de intensificación inflacionaria –responder a los aumentos salariales con más y más aumentos de precios- y devaluaciones si los trabajadores persisten en querer recuperar lo que ya comió la inflación


Frente a esta amenaza, la lucha sindical debería trascender a la lucha política. Es que está planteado un conflicto que afecta a los intereses de las dos clases sociales fundamentales, capitalistas y obreros. Las direcciones sindicales burocráticas, y la conducción peronista, por supuesto, jamás van a dar ese paso. Harán cualquier cosa menos cuestionar las relaciones de propiedad capitalista


Pero las crisis –y las políticas de la clase dominante para salir de la crisis-son precisamente las coyunturas en las que, más que nunca, es necesario comenzar a cuestionar el orden social existente



rolando - postaporteñ@ 1601 - 2016-05-08









      EL MUNDO EN QUE VIVIMOS


Utopía, Bendita Utopía



"Voy a decirte lo que siento. Creo que donde hay propiedad privada y donde todo se mide por el dinero, difícilmente se logrará que la cosa pública se administre con justicia y se viva con prosperidad".


Tomás MoroUtopía, publicada por primera vez en 1516.



El autor narra lo que Pedro Gilles y él escucharon de un explorador, Rafael Hitlodeo, sobre lo que vio en una isla llamada Utopía. Allí había un gobierno en forma de República donde la base social es la familia, la base política es la representatividad popular, la base laboral el trabajo en común y la base económica el comunismo de bienes. La capital se llama Amaurota (del griego 'sin muros') y el río Anhidro (sin agua).

Moro optó por el género utópico para la búsqueda de un buen gobierno y lo convierte con ello en el argumento más valiente y atrevido por las temáticas que trata: la abolición de la propiedad privada, gobierno representativo, eutanasia, matrimonio de los sacerdotes, divorcio, tolerancia religiosa, sacerdocio femenino, etc.

500 años han pasado de la obra de Moro, la isla Utopía fue un sueño, la realidad nos muestra un mundo cruel, deshumanizado, indiferente, poblado de mentiras y superfluo.


"Voy a decirte lo que pienso", podemos seguir creyendo en la utopía?, podemos seguir confiando en aquellos que fueron nuestros guías?


De la filosofía emana el pensamiento crítico, que es lo que sustenta la democracia

En las sociedades de hoy, no se permite el pensamiento crítico a la vez no se estimula a los jóvenes a pensar, a hacerse preguntas ni a plantearse nuevas inquietudes.

Móviles, APPs, drogas, consumismo, es la realidad. Cómo se hacen adultos entonces?


La Sudáfrica que no fue


Han pasado muchas décadas desde que el mundo reclamara por la libertad de Mandela y el fin del apartheid, si bien las condiciones y libertades civiles y políticas han mejorado desde el gobierno de Nelson Mandela, la economía hoy se encuentra en peores condiciones que décadas atrás. Los niveles de pobreza, desempleo y desigualdad son mayores que en 1994 y muchos se preguntan a dónde huyeron los sueños emancipadores regados durante décadas con sangre negra


Esta realidad es consecuencia de la transición que vivió el país entre 1988 y 1999, en la que el acuerdo de las viejas élites política y económica con el Congreso Nacional Africano de Mandela permitió la continuidad de las relaciones de poder preexistentes. Desde entonces el 10% más rico del país ha visto aumentar su capital, mientras más de la mitad de la población sigue atrapada en la pobreza.


F. W. de Klerk, convocó las primeras elecciones democráticas en la historia aprobando una constitución interna que determinarían el camino de la transición. En 1994 el gobierno de Mandela completó dicho proceso promulgando la Constitución sudafricana y las bases políticas y económicas que siguen rigiendo en el país

Los poderes económicos y políticos, en manos de la élite blanca mantuvieron sus privilegios y posición de poder en lo económico y la presión internacional de las élites neoliberales restringieron todo posible cambio; incluso dieron fin a las guerrillas de liberación africanas.


La redistribución de la riqueza y la reestructuración económica fueron ideas concretadas y puestas en marcha mediante la aprobación del Programa para la Reconstrucción y el Desarrollo (RDP por sus siglas en inglés), incluía medidas de desarrollo económico desde una perspectiva de mercado orientadas a la exportación internacional de materias primas.


El RDP, tuvo un alcance muy inferior al prometido. La herencia de un Estado en bancarrota, fuertemente endeudado impidió que se implantaran muchas de sus medidas. El gobierno de Mandela de unidad nacional por mandato constitucional decidió pagar la deuda contraída por el apartheid, condenando al fracaso a los programas de redistribución y derechos socioeconómicos.


Sudáfrica necesitaba financiación lo que llevó a Mandela a integrarse al orden económico neoliberal y a la aprobación de un programa económico como Crecimiento, Empleo y Redistribución (GEAR, por sus siglas en inglés) en 1996. El GEAR a diferencia de la estrategia anterior, tuvo una orientación neoliberal muy fuerte, defendiendo una mayor desregulación de la economía, la privatización de los servicios públicos, recortes en el gasto público y en los salarios. 

ue así que el GEAR se convirtió en un factor determinante de la transición sudafricana y del aumento de la pobreza, la desigualdad y el desempleo desde 1994


Han pasado más de 20 años de la llegada de la democracia representativa, prácticamente muy poco fue modificado, la mayoría de la población rural y urbana no tiene tierra ni para cultivar ni vivir


El Nunca más de Mandela


"Nunca, nunca y nunca más esta hermosa tierra volverá a vivir la opresión de unos sobre otros, ni a sufrir la indignidad de ser la vergüenza del mundo". Palabras de Mandela en su discurso inaugural como presidente.
Fin del sueño, fin de la utopía.

Hoy, he tomado como ejemplo a Sudáfrica y a Mandela, quizás para recordarme y recordarnos que el destino de Sudáfrica no es más que un ejemplo de lo que sucede actualmente en muchas regiones del mundo y especialmente en América Latina.

Muchos Nunca más que se han vuelto frase vacía en manos de los poderosos de turno, 'progresistas' gobernantes. 

Nunca más que en sus bocas es un insulto.


Uruguay



En un primero de mayo, marcado por miles de desplazados por el huracán e inundaciones el expresidente Mujica festeja en el Quincho de Varela.
Según El Observador la gula de los anfitriones llevó a su mesa tres corderos, dos cochinillos y un cerdo. 70 comensales, ministros, empresarios y diplomáticos, y una legión de samuráis de la delegación japonesa se derritieron en elogios a Mujica. Los japoneses son los locos de las cámaras, por lo tanto no debe sorprendernos que hayan fotografiado los perros y gallinas que retozaban en el patio de Mujica.

Antes del postre Mujica tomó la palabra definiendo el encuentro como 'una reunión exótica' y 'un entrevero democrático como carne pa chorizo'.
Entre los honorables presentes se encontraba uno de los personajes más transparentes y files amigos Fernando Calloia, expresidente del Banco República procesado sin prisión por abuso de funciones durante el gobierno precedido por El Pepe

Con su usual y encantador lenguaje, Mujica declaró que:"se pasa por el forro todas las contradicciones del sistema político, me peleo con todo el sistema político". "Si tuviera que elegir al presidente del BROU hoy, lo elijo a él"
La falsedad extrema de Tabaré Vázquez, recordando el holocausto, y sus repetidos Nunca Más según pinten la ocasión.

- Pero que pasa con Siria y los nuevos campos de concentración, Sr. Presidente?.

- Qué me dice Ud. de Alepo?

- Qué me dice de la ocupación ilegal y criminal de sus amigos israelíes en Palestina?.

Un sirio muere cada 25 minutos como consecuencia del conflicto bélico en Siria, según el enviado especial de la ONU. Cada trece minutos, otro ha resultado herido.

Son los civiles que continúan siendo víctima de "ataques intencionados o indiscriminatorios en este brutal conflicto". 94 ataques aéreos o de artillería sobre 63 hospitales y clínicas, Sr. y doctor presidente
Esas armas mortíferas tienen nombre, la de sus amigos, EEUU, Inglaterra, Israel y los restantes serviles de la Unión Europea.


Por lo tanto, Sr. Presidente y restantes politiqueros frenteamplistas o no, Sindicalistas fachos del PIT-CNT; el boicot a Israel es justo y necesario.
En las tierras palestinas ocupadas se cultivaban viñedos, dátiles, olivos, etc. que hoy se exportan y consumen con made in Israel. Saben a sangre.


Desde 1967 Palestina está sujeta a la ocupación israelí, soporta hoy la intensificación por parte de Israel de una política de colonización a gran escala, con el objetivo de expulsar a su población árabe de Jerusalén.


Crímenes de Lesa Humanidad


El desalojo de la población nativa de Al-Quds (Jerusalén), lleva en su seno las restricciones de desplazamiento, de visitar sus recintos sagrados, el impedir la construcción de viviendas o la ampliación de las existentes e implementar procesos de compra de viviendas por parte de entidades judías, que obligan a la sociedad palestina, a convertirse en refugiada o desplazada interna.

 El desplazamiento forzado de personas palestinas forma parte del sistema legal de Israel y ello debe entenderlo la comunidad internacional, de tal forma de contrarrestarlo de manera más firme". Israel, un estado ocupante criminal de guerra, que con el sistemático, cotidiano, permanente, que es necesario investigar y sancionar


Cuando leemos sobre Israel, podemos creer que estamos en el siglo XX de la política del nacionalsocialismo en los países ocupados por el régimen nazista de Adolfo Hitler, de la política de exterminio contra el pueblo judío establecido por los nazis, pero esta política genocida del Nacional sionismo va de la mano de Benjamín Netanyahu y los sectores más reaccionarios.


Boicot a Israel !!


Más sirios buscan refugio en América Latina. Uruguay cerró sus puertas.
No es fácil ser refugiado en el mundo actual. Las experiencias de todos ellos hoy, ya sean en Europa o en América Latina se pueden comparar con la de un joven refugiado en Ecuador.


"Es mi última opción. En este tiempo ya debería haber acabado la universidad, pero están pasando los años y no estoy haciendo nada: no estoy trabajando, no estoy estudiando, no estoy apoyando a mi familia", "Solo espero no llegar al punto de no querer nada de la vida. Cada vez hay que adaptarse 
a una cosa y a otra cosa. Tenía sueños, pero la vida me los está destruyendo"


Ecuador está centrado en el caso colombiano y por eso es reticente a facilitar el refugio a personas de otras nacionalidades. Ecuador, es el país latinoamericano que alberga a más población refugiada en América Latina, acoge en su territorio a casi 60.000 refugiados colombianos.


Chanel en Cuba


"Viva Coco Chanel"


La alta moda no es cultura, al menos eso pienso yo. Puedo estar equivocada, puede que los panoramas cambien, puede que el mundo sea diferente, pero, Karl Lagerfeld, es política y siempre lo fue.

En un artículo de Fashion Magazine dice que a través de él (Coco) las sociedades se expresan, plasman y comunican su identidad o su protesta. Para Lagerfeld la cultura es un eje indispensable para que tanto la moda como el lujo florezcan.

El despliegue de más de 600 invitados, editores, clientes y celebridades se trasladaron directo al Caribe con ganas de escribir la historia y dar fe con sus Smartphone.

Y la historia cambió.

En territorio socialista.

Hay quienes aspiran a ser ricos.


De los once millones de habitantes cubanos, quizás se encuentren candidatos o al menos aspiren a serlo. El desfile de Chanel sembró la semilla del deseo, del sueño americano o de otro, y seguramente recibirá sus frutos.

Quien se adelanta gana, es la firma de la casa Chanel.

Euromonitor Internacional, líder mundial de investigación del mercado estratégica independiente, considera Cuba como uno de los veinte mercados del futuro para los productores de bienes de consumo. 

Con un salario promedio de 25 dólares mensuales poco se puede hacer, pero los jóvenes cubanos tienen amplio conocimiento de marcas internacionales

Las multinacionales no lo van a tener tan fácil. A pesar de las nuevas leyes para empresarios o 'cuentapropistas' y la apertura para socios de inversión extranjera, tendrán que dar pequeños pasos, comenzando por el turismo a gran escala.
Cuando esta y otras maravillas lleguen será posible el retal reglamentado y libre operando bajo la ley de la oferta y la demanda.

Chanel y la afiliación nazi


Cuando la Segunda Guerra Mundial comenzó en 1939, Coco Chanel se mudó al Hotel Ritz de París con su nuevo pretendiente, el oficial nazi Günther von Kluge. Sólo sus perfumes y sus joyas siguieron siendo vendidos en las boutiques existentes.

Cuando Francia cayó bajo el control alemán en 1940, el Hotel Ritz se convirtió en la oficina central. Antes que Coco pudiera tomar control sobre Perfumes Chanel, su nuevo amante lo declaró 'poder ario' para la empresa.

Los rumores parisinos difundían la relación de Coco con los alemanes "en términos amigables". Según el biógrafo de Chanel, Edmonde Charles-Roux, "la inteligencia alemana envió a Coco a visitar al primer ministro británico Wiston Churchill como parte de una misión secreta pacífica. Chanel fue arrestada tras la liberación de Francia, pero Churchill intervino y fue liberada. Luego de la caída del régimen nazi los franceses se vengaron de sus compatriotas colaboradores. Coco fue una de ellos, escapó a Suiza.

Coco vuelve a París en 1953 y colorín colorado el cuento no ha acabado. Chanel en Cuba, colorín colorado otro cuento ha comenzado.


Los negros sudafricanos se preguntan: dónde huyeron los sueños emancipadores...?.

Seguramente esa misma pregunta nos la hacemos muchos latinoamericanos que al igual que los sudafricanos regaron con su sangre aquellos sueños libertarios.

Ya no estoy segura a quién absolverá la historia.



PELUSA
postaporteñ@ 1601 - 2016-05-08








postalinas



Sobre posta  n° 1600

Muy buen material  que nos permite es-clarecer  la realidad. Confieso, que no me resulta fácil digerir el mensaje pero repetiré la lectura

Fraternalmente

MARTIN  ALMADA

Nota. Porque no pudimos construir una Alternativa?

 

 Uruguay: hoy hablamos de una nueva constitución (2)

(Posta 1599 - 2016-5-05)


Me entusiasma el que hombres y mujeres conocedores de nuestra historia  americana del sur; se avengan a guiar a sus pueblos  en lo que hace al conocimiento de nuestras propias raíces históricas como cosa principal; las raíces europeas de viejas revoluciones, cuyo que hacer jurídico  hicieron de condimento de ciertos aspectos de la democracia representativa burguesa; como ya se ha  citado en postas anteriores. En suma pienso  que todo debe ser bienvenido en los marcos del conocimiento universal.

Pero insisto, se deben concentrar en nuestras propias raíces históricas si se pretende rebobinar este nudo gordiano como el medio de proveer a nuestros pueblos del conocimiento que los haga libres de cualquier tipo de despotismo, como bien sentenció  Artigas

Antes de entrar en  tema debo reconocer,  que la constitución pertenece al campo de las ciencias  sociales como eje de otras complejas asignaturas como la economía política y un largo etc., de otras asignaturas que se maman en las universidades donde los pobres de ayer y hoy, no tienen acceso.  Esta es una verdad de la que no me bajo "aunque  GOYO JETA venga tocando a degüello" como  en Salsipuedes entre otros genocidios hasta llegar a nuestros días, crímenes de estados  al amparo de las constituciones. Hecha esta salvedad paso a otro tema de vital importancia en nuestros días.

Aquí aunque yo no quiera, me veo en la necesidad de citar  al viejo Carlos Marx, su investigación que lo llevó a plantearnos, tres  clases sociales dos grandes clases enfrentadas burguesía - clase obrera y clase media, que funge como amortiguador mediante ser   la administradora del gran capital constitucionalmente organizado a nivel mundial.

Hoy  en este siglo 21 se ve desdibujar esta clase media por que rápidamente se empobrece; pero este empobrecimiento de esta clase media, a los pobres nos crean serios problemas consistentes en su intencionalidad de gobernarnos como si fueras gurises, ignorando a Galeano que nos sitúa como seres; senti-pensantes. Esto es solo uno de los grandes problemas que enfrentan, los sistemas progresistas en nuestros  países gobernados por la clase media con su vieja herramienta  partidaria  que usa para esclavizarnos.


A las constituciones democrático burguesa con el agregado del partido leninista son dos elementos centrales que hacen a las desgracias de los pueblos, cabe citar acá : Hugo Chávez en la creación  de la  GPP, esgrimiendo a Gramsci elevo el concepto de trascender pero no tuvo tiempo de formar los cuadros dirigentes y hoy Venezuela esta como esta pese a tener una constitución revo en esta época,  entonces de que vale el tener un presidente obrero pero , inmaduro  con una asesoría encorbatada arrinconada en las oficinas hay videos donde Chávez en vida les critica duramente si el sistema no ha caído aún es porque tiene  unas fuerzas armadas que son constitucionalistas y el temor de la derecha y lleva al imperio a maniobrar con la guerra del desgaste.

Veamos otro tema.


La constitución de 1830 nació con un sistema educativo, mediante leyes y decretos. La que administra la educación es la clase media, son nervio y motor  del sistema representativo. Dentro de estos muchos marcos educan al pueblo desde que nacen hasta su muerte cualquiera sea esta. Nosotros los campesinos, sabemos  de educación, educamos a los animales a garrote hasta que seden y así los esclavizamos, educamos a nuestros hijos-as; aconsejándoles en lo que está bien y lo que está mal y cuando no atienden nuestros consejos le damos una paliza cariñosa! Pa que aprendan.  
Algo similar pasa  con la educación ciudadana, donde no falta el palo y las balas etc. etc.

Plantemos no entonces quienes son nuestros educadores desde las escuelas a la universidad, obviamente la clase media administradora de los sistemas republicanos constitucionalistas. 

El sistema los forma para mandar a igual que los oficiales de las tres armas que los forma el imperio en sus escuelas de esto conocemos la resultante en carne propia, este es un tema pendiente a debatir.

Ho sea que la clase media debe cumplir la tarea encomendada por el viejo Carlos entre otros, consistente en acercarnos el conocimiento a nosotros  los pobres, no es tarea fácil  porque primero, deberían   ponerse de acuerdo entre ustedes hombres y mujeres deponiendo por un momento vuestras concepciones ideológicas de mezquinos intereses y así adoptar, la bandera universal de los derechos humanos para ilustrar un poco mis pensamientos;  no estoy planteando  copiar  de otras experiencias  solo interiorizarnos, fijémoslo que la dirección de Podemos en España, tomo conciencia del progresismo sud americano, pero  por eso no copio sugiero  con ejemplos disculpen  si me extendí demasiado en esto de dar manotones del que no quiere ahogarse y se prende de cualquier rama y ustedes los profesionales no son ramas son troncos y raíces  del conocimiento universal si se avienen al trabajo en equipo


DANTE  ´´GRINGO´´ LÓPEZ


 

LA IZQUIERDA SI ENCONTRÓ

 UNA OPCIÓNCONTRA EL NEOLIBERALISMO


La opción es desastrosa.

Es el marxismo gramsciano. Es decir con la remerita del Che, fumando un porro -droga libre- y reivindicando algún amigo homosexual y a favor del aborto como corresponde a consustanciados militantes con la ideología de género -fundamental bandera de Hillary Clinton, a lo que se suman duras criticas a una religión , -la católica, ni la musulmana ni la judía, ni otras variantes cristianos traídas bajo el auspicio de Rockefeller- con eso tenemos al servicio de los demócratas de USA  la mejor respuesta de izquierda, quién sigue planteando la contradicción burguesía proletariado, cuando la que plantea el neoliberalismo y sistema financiero internacional contra el resto del mundo.

La mayor facturación del capitalismo moderno impulsado por el neo liberalismo de Milton Friedman es la industria financiera y luego la farmacéutica, a lo primero la izquierda le opone la remerita del Che para ver si los banqueros se atemorizan, a la corporación farmacéutica que además condujo la segunda guerra del Golfo se opone la "revolucionaria" reivindicación "droga libre", es decir absolutamente funcionales a los esclavistas. 
No digamos que no hay respuesta la hay, es hipócrita, no sirve para nada más que como masturbación ideológica. 
HOY LA IZQUIERDA DEJO DE SER OPCIÓN, si se sigue manteniendo en la disyuntiva del neoliberalismo en sus mas diversas variantes o en las del fracasado "socialismo real"

Un nieto del Che forma parte de un conjunto de Rock en USA, otro de Fidel es modelo publicitario, los del Comité Central que acompañaron a Mao todos híper millonarios en dólares. Esta es la realidad


ALEJANDRO




- postaporteñ@ 1601 - 2016-05-08 






      Uruguay : HOY HABLEMOS DE UNA NUEVA CONSTITUCÍON (3)

 
"todo debe esperarse de la energía de los orientales y de su denuedo por el sostén de la libertad"
 
"Con esta propuesta sólo pretendemos abrir un debate, que nuestro pueblo oriental se debe y que siempre se le ha negado, porque los cambios profundos, radicales sólo pueden surgir de un pueblo cívicamente consciente de sus derechos y obligaciones"

El CIUDADANO y la DEMOCRACIA


Tiempo atrás, en una entrevista escuché decir al entonces presidente Dr. Jorge Batlle, algo que no se escucha en boca de los políticos:"...el país es algo más que el ámbito político" "...Es la hora de la sociedad más que la hora de los políticos"; "... Llegó la hora de acotar la política y de realzar la sociedad civil" (1) ¿Qué está pasando?, ¿el político siente la orfandad de la sociedad?, ¿comienza a darle el lugar que corresponde a la sociedad?

Si recurrimos al mataburro que siempre nos ayuda a desasnar respecto a nuestros deficientes aprendizajes (porque siempre nos queda algo atrás) dará razón a los conceptos antes expresados por Batlle. Y al respecto se define por DEMOCRACIA como "Sistema de gobierno en el que el pueblo o la plebe ejerce soberanía". Y agrega "doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno". Quizás, aquí y sin profundizar mucho, esté la clave del problema, más allá de los instrumentos restrictivos que use la democracia como sistema -el parlamento, los partidos políticos- para el logro de su objetivo, pero sin duda los trasciende. Sin desmerecer ni quitarle importancia a la democracia representativa,  con estos dichos del Dr. Batlle, se está poniendo en su justo valor la democracia participativa un tanto olvidada, menos preciada y no siempre incentivada por la dirigencia política.

Cultura Cívica y política


No entramos a discutir si nuestros pueblos tienen o no cultura cívica y política porque es una discusión de nunca acabar, donde, como en el fútbol, todos se saben directores técnicos, aunque de fútbol y de política nada se sepa; pero... que hablamos de fútbol y de política, hablamos, y hasta el hartazgo.
¿Dónde comienza y termina nuestra cultura cívica y política? ¿En las discusiones del café?, ¿en la defensa de nuestras banderas partidarias?, ¿en el conocimiento primario de la existencia de una Constitución que rige los destinos de la Patria?, ¿en los actos electorales obligatorios de cada cinco años?, ¿en la obligación de pagar los tributos nacionales y municipales?...

Nuestra ignorancia puede hasta justificarse en la deficiencia de una mala y deficiente formación escolar; pero parece mentira que nuestra dirigencia política se conforme y reduzca la democracia de la sociedad civil a estos términos en cuanto a conciencia popular se refiera, conceptos totalmente restrictivos y carentes de compromiso del concepto DEMOCRACIA.

Es lamentable que también nosotros nos conformemos con tan poco y desconozcamos otros derechos y responsabilidades inherentes a la democracia.
Ahora bien, la ignorancia es el peor enemigo de la cultura cívica y social democrática“porque un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción”  (Simón Bolívar),así como la apatía de negarse a estar allí donde la comunidad lo exige, porque la democracia necesita más que de "coaliciones" contra cargos, de un continuo y libre intercambio de ideas, porque en el debate de ideas surgirán las bases para el consenso. Y aquí importa ver lo que el ciudadano quiere de y para su sociedad.

Comencemos por decir que importa tener claro que el cuerpo político es parte de la democracia y no la democracia en sí misma. Es por ello que no podemos ni debemos transferir toda nuestra responsabilidad a la representatividad política, aunque esto sea lo habitual y lo más fácil de hacer: descansar en nuestros representantes. Como ciudadanos partícipes de la democracia, estamos obligados a conocer todos nuestros derechos y obligaciones inherentes a la democracia y a exigir una mayor participación en todo lo que hace al bien común.

El ámbito político representativo (diputados, senadores) obedece hoy más a las decisiones partidarias que a sus mandantes, olvidando que son mandatados, pues la democracia no es el uso y abuso del poder, sino el ejercicio de la responsabilidad mandatada al servicio del pueblo. Esto se da de hecho porque la democracia representativa hace caso omiso de la democracia participativa cuyo sustento está en la participación de la gente.

Nunca como antes en la historia de los pueblos, la democracia como sistema, como forma política y forma de vida se ha desarrollado en una gama tan diversa como viene manifestándose desde hace una década: conflictos, problemas, tendencias, éxitos, fracasos, se difunden rápidamente y repercuten en forma global en el mundo entero... Derechos humanos, democracia, desarrollo económico, medio ambiente, riqueza y pobreza, corrupción en los Estados, catástrofes y guerras son algunos de estos temas (2)

Por eso, nos importa desarrollar o al menos preguntarnos, sobre la importancia de la democracia participativa y no tanto sobre la representativa, que de vez en cuando la ejercemos, aunque más no fuese por la obligatoriedad.
Sabemos que la democracia participativa incomoda a los políticos, cosa que no tendría que ser con los que hacen de la política una auténtica profesión. Se trata en general, de ignorar la participación del ciudadano, porque gente con conciencia siempre incomoda y desacomoda lo estatuido, creído, presentado y avalado legalmente como único.
La lucha por el poder no puede ni debe reducirse a la conquista de un sillón, sea presidencial o de las cámaras. Democracia sí y siempre con el objetivo de establecer justicia social, donde no hay cabida para la creación y el usufructo de privilegios grupales y/o sectoriales.

Democracia Participativa

¿Es posible, entonces, una democracia inspirada en los valores humanos y que responda a las necesidades económicas y sociales, base de la convivencia humana, que ordena a este mundo cada vez más globalizado, cuando todo se piensa y se justifica en términos de relaciones globales?

Lo global no es sólo un estado (3) es también un desafío para la política, para la economía, para la ciencia y la cultura, que implica riesgos y una acción ordenadora (4) y una reforma ética también global que se constituya en un freno ético (5), no sólo para que nuestro mundo no vaya a la deriva, sino para que nuestra democracia no se someta a los vaivenes del  poder de los mercados.

Todos hablamos de la necesidad de cambios y los reclamamos; pero, ¿de qué cambios hablamos y cuál es nuestro compromiso con los cambios que pretendemos? porque ¿de quién podemos esperar más que de nosotros mismos?

El progreso, el bienestar, y el poder no son intrínsecamente malos, pero cuando los elevamos a valor supremo, como lo único que cuenta, el hombre perjudica a sus congéneres y a sí mismo. Por ello siempre es necesario determinar en qué condiciones y con qué ideas, contenidos e instrumentos son posibles esos cambios mediante y por nuestra participación.

El ciudadano no puede ni debe deslindar ni transferir su responsabilidad que no comienza ni termina en el cuarto oscuro con la emisión del voto ni en el pago de los tributos.

Sin desmerecer el ámbito nacional, que no se debe descuidar, importa y mucho la participación a escala local que tiene muchas formas de expresarse y otras tantas que pueden crearse a iniciativa de la propia gente y que haga a sus propios intereses, federando los movimientos locales, fortaleciendo los movimientos sociales participativos, más que en lo partidista, en los sociales (6)
La globalidad no comienza ni termina, ni  se limita sólo a lo económico, a lo financiero y a lo tecnológico; por el contrario, debe incluir, en un plano de igualdad todo lo que hace a la vida y a la existencia humana.

La sociedad democrática del futuro se centrará, no en las promesas de los políticos, sino en las reformas que se han omitido descuidando y hasta omitiendo, debido a las fósiles estructuras de poder que tenemos.
Bregamos por el cambio y creemos en él y para ello hace falta valentía, visión, amplitud mental, nuevas ideas y poder de acción en la dirigencia política con la efectiva participación del pueblo, que no siempre encuentra eco en sus organizaciones sociales y políticas estatuidas.

No caben dudas que el concepto y rol del Estado están en jaque. Ya no hay lugar para el Estado paternalista, el que todo lo puede, todo lo da y todo lo soluciona; pero sí un Estado que debe estar en la contienda dirimiendo y orientando en orden al bien común.

Por tanto, cada vez importará más la participación efectiva del ciudadano integrado a la comunidad, tanto en el orden local como nacional y la comunidad que esté ajena a la participación en las decisiones, fundamentalmente locales la que será cada vez más manipulada y sujeta a los vaivenes de la dirigencia política y fundamentalmente de los medios de comunicación.

Por tanto la participación del ciudadano en la vida política y social de su comunidad importa cada día más y no debemos dejar en manos de la dirigencia política que establezca el metro de nuestra participación. Es la hora de la sociedad civil y es ella quien debe exigir, a la hora de decidir, lo que debe hacerse en orden al bien común. Tantas veces los políticos se han equivocado, a la sociedad le ampara el mismo derecho de equivocarse hasta encontrar su camino.

Preocupémonos, como ciudadanos, de nuestra comunidad y exijamos a la dirigencia política que impida el deterioro de la participación de la comunidad social.

Es tarea prioritaria de la política, en una sociedad donde conviven individuos y Estado, renovar los valores que los sustentan, hoy un tanto olvidados y menospreciados, donde prima el deber del individuo para con el Estado y no viceversa.

Al respecto muchas son las preguntas que se nos cruzan por la cabeza, ¿de qué valores hablamos?... ¿cuáles son los principios que deben sustentar a la sociedad y a sus miembros?... ¿cuáles los modelos que deben regir la convivencia? ... ¿cuáles deben ser las cualidades de la dirigencia política? ..., entre tantas.

Todo nos está a decir que se abre una nueva etapa donde los espacios en los que los derechos humanos (7), la democracia, la economía de mercado, la justicia social, el medio ambiente (8) podrán desarrollarse con mayor eficacia que en el presente. En el plano político estos aspectos constituyen todo un desafío social como forma de legitimación de la propia democracia y de las dirigencias políticas, aunque éstas no hayan aprendido todavía la lección.


Participación activa


Estamos y nos han acostumbrado nuestras dirigencias políticas que nos basta una democracia representativa. Pero, ¿es suficiente hoy, cuando la democracia está obligada a abandonar sus fronteras nacionales y los Estados no pueden decidir por sí mismos?

Hoy se precisa más que nunca la participación efectiva de sus ciudadanos. Diríamos más, el ciudadano debe compartir la responsabilidad, porque en él radica el punto de partida. Él es el protagonista. Sólo así se podrá reaccionar ante los hechos, manifestaciones y desafíos globales.

El ciudadano no sólo deberá aspirar a tener mayor información, debe exigir una mayor participación y una mayor información, directa y sostenida, sin verdades a media, sin cuentos de cuna, pues en una sociedad informatizada -internet y correo electrónico mediante- la democracia tendrá que encontrar y desarrollar nuevas formas de participación.

Esto pondrá en el banco de prueba, desde el Parlamento, a la Justicia pasando por la administración pública con su consecuente burocracia hasta hoy insospechada e intocable, pero asfixiante.

Una sociedad democrática solo puede concebirse con ciudadanos activos, en todos los niveles del quehacer nacional y local, y no sólo en manos de una élite política.

Diríamos más, la sobrevivencia, su permanencia y crecimiento dependerán siempre de una sociedad cívica activa. Es por ello que la dirigencia política se debe a su sociedad y permanentemente deberán impulsar una política social equitativa de participación del ciudadano, sin que por ello se llegue a una organización perfecta. Lo óptimo es siempre enemigo de lo bueno. P
ara ello, una vez más, insistimos en la necesidad de la descentralización, que no sea una desconcentración de servicios con la consecuente creación de servicios burocráticos (9)

Esto no implica generar un movimiento alternativo centralizado, basado en liderazgos carismáticos (10) -tentación permanente y peligrosa de caer en mesianismos políticos (11)-, generemos, fomentemos, impulsemos movimientos participativos con particularidades propias pero dispuestos a ensamblarse dentro de un fin último:

el bien común de la sociedad, lo que es en definitiva, de la Nación.

Nuestras sociedades latinoamericanas y otras, sometidas a liderazgos de partidos políticos fuertes en el poder o acostumbradas a partidos en el gobierno con pocas alternancias y paternalistas, y, fundamentalmente aquellas que sufrieron procesos dictatoriales, dificultan el cambio de actitudes y frenan el desarrollo de las atribuciones del ciudadano democrático "consciente de su condición de ser libre y que ejerce en forma activa y ofensiva sus derechos y obligaciones" (12), cuando los movimientos están en efervescencia.

Importa, por tanto, cultivar permanentemente la cultura cívica, democrática, que es la esencia misma de la democracia como forma de vida.

La cultura democrática es un bien, un ideal, un código de sentimientos y conductas. Reclama los valores de la democracia como estado y forma de vida. En esa cultura democrática se expresa lo que el ciudadano sabe de su Estado, de sus Instituciones políticas y de sus Derechos como ciudadano, explícitos en la Constitución de cada País y otros a conquistar porque ya son propiedad del ciudadano.

Democracia - Burocracia


Cuando hablamos de burocracia, entendemos por la excesiva influencia que tienen los empleados públicos en el Gobierno del Estado, y que se pone de manifiesto en los sinnúmeros trámites que hay que hacer, que forman parte de una trabazón de nunca acabar para justificar los cargos y más aún en las oficinas públicas. Aunque se han simplificado en estos últimos años, lejos estamos aún de un número ideal.

Nos referimos a las situaciones que, en muchos casos, y a diario, Ud. padece y que pasa de mano en mano sin llegar a destino para encontrar una solución adecuada; cuando no se le diga que el trámite fue extraviado... Las oficinas públicas se han vuelto asfixiantes. El cuerpo político lo ha creado generando a través del "clientelismo político” un monstruo que está matando al propio inventor.

Una de las causas de la ineficacia, inoperancia y de la falta de respeto al ciudadano -al cual se debe, pues es el ciudadano quien sustenta su trabajo y salario- es saberse protegido por la inamovilidad que le da la Constitución. Pero y disculpe Ud. la expresión, "la culpa no es del chancho sino de quien le rasca el lomo"

El propio sistema político se ha protegido detrás de la burocracia, que hoy no puede cambiar, mientras siga interesando la caza del voto más que la propia representatividad política.

Pero hay otra burocracia que es parte de la misma y que está allí. Nos referimos a los tecnócratas -un mal necesario, pero no imprescindible- que ocupan cargos públicos y son parte de un "reparto" inauditamente calculado hasta en el mínimo detalle, olvidando que las reparticiones públicas no son privativas de los partidos. Ahí están en los cargos -¿nepotismo?- y pesan a la hora de las decisiones y muchas veces influyen sobre los parlamentarios, desde el propio Poder Ejecutivo, que se somete a sus recomendaciones.

Ud. habrá sentido hablar de la Oficina de Planeamiento, del Banco Central, del Ministerio de Economía... 
Y allí hay tecnócratas al frente, que ni Ud. ni yo los eligió y sin embargo ellos, actúan en su nombre, en el mío, en el nombre de todos, sin tener en cuenta su voz, la mía, ni la del pueblo. Obedecen dictados que vienen de quien sabe dónde, y... el cuerpo político que Ud., y yo, y todos elegimos, se somete a los mandatos de dichos tecnócratas. Y salvo raras vez, algunas voces que claman en el desierto. Ayer primaban las ideas, donde el hombre era el Centro; hoy priman los números, que arrasan con el hombre.


Conciencia y responsabilidad


Desde que me levanto hasta que me acuesto, las noticias que escucho en la radio, que leo en los diarios, la información de la Tele, las conversaciones que escucho en la calle y en las que a veces me involucro, me recuerdan que vivo en un mundo conflictivo y que vivo en una época en la que la intolerancia, el consumismo, el egoísmo, la indiferencia, la violencia, la pobreza del lenguaje en boca de nuestros políticos, la incomunicación, la incontinencia verbal y la manipulación de las conciencias del poder que nos gobierna a través de los medios de información, y no dije de comunicación, porque comunicar es dar participación, sino de información, donde se vomita lo que se quiere que se trague, lo que se hace con nuestras tierras, con nuestras empresas estatales, gracias a la nueva ley de las PPP, con la educación, donde el respeto por el otro ya no existe. 

Todo esto, y todo lo que usted quiera suma r, me provoca indignación, escepticismo, pero a su vez renuevo mi esperanza.

Indignación: por la impunidad que rodea nuestra vida social y política cuando se protege a los actos públicos y privados de aquellos individuos, que no tienen un mínimo de ética.

Indignación por la forma como nuestros políticos mienten a la población y procuran por todos los medios su despolitización, donde se requiere la participación ciudadana en las decisiones políticas.

Indignación al constatar tanta codicia, tanta ambición en nuestros políticos en la disputa por el poder y de una gerontocracia que no resigna su banca.

Indignación por la forma como los medios se prestan al juego político de manera descarada y sin un mínimo de respeto por la gente.

Indignación porque nuestra gente y fundamentalmente nuestros jóvenes, que han perdido la fuerza de la rebeldía y se han vuelto consumidores de las idealidades políticas de nuestros políticos.

Escepticismo porque observo la desidia, la negligencia y el facilismo con que los seres humanos nos dejamos atrapar y seducir tanto en la vida política como en la vida social por esos valores que nos conducen al vacío, a la inoperancia, al dejar que otros hagan por nosotros y de la manera fácil de cómo reproducimos esos “valores”.
Escepticismo porque no veo una juventud comprometida, aferrada a ideales, que sólo le importa el consumismo o irse del país y no pelear por él.

Escepticismo por esa gerontocracia política, que sigue atada a los sillones del poder y que no son capaces de dejar lugar a gente joven.

Escepticismo al ver que se sigue entregando el país a manos extranjeras, y no se defienden los intereses nacionales.

Pero también, en contrapartida, esperanza, porque en mis vivencias personales de trabajo, en el pequeño mundo que habito, me permiten ver aquí, allá y acullá destellos en esta obscuridad, actitudes alentadoras de algunos ciudadanos, que en el ejercicio de su responsabilidad ciudadana defienden sus derechos, nos orientan y abren nuevos caminos en la vida social y política.

Esperanza porque la vida no ha muerto y la vida es siempre vida. Esperanza porque no hay noche que no tenga su amanecer.

Esperanza porque nuestra vida es un viaje en un claro-oscuro, con momentos fáciles y otros difíciles, con desvíos y extravíos, pero también reencuentros. Porque nuestra vida no es producto del azar ni del capricho de los dioses o de los hombres. Porque si bien no sabemos, cuando nacemos, a qué mundo venimos, somos responsables del mundo que dejamos a nuestros hijos, algo que nunca debemos olvidarlo como ciudadanos.

Recuerde siempre que la inocencia no mata al pueblo, pero tampoco lo salva, lo salvará su conciencia.

Concluyendo


Importa hoy más que nunca y de cara a la globalización, formarnos y educarnos cívicamente cada vez más, si no queremos ser arrastrados por la corriente, que como toda corriente se lleva consigo todo lo que encuentra a su paso.
Esta formación y educación cívica nos pondrá al frente del carro haciendo camino y marcando huella y nos liberará del seguir atados atrás del carro, que, llevado por otros, puede llevarnos a la deriva.

 Allí donde hay gente que piensa y se mueve, no dejemos de participar. 

Y allí donde todo está quieto, generemos y fomentemos movimientos sociales. 
No olvidemos que hacer política no es privativo de una élite, sino de todos.
 No balconeemos, sino estemos, participemos allí donde hay una inquietud.

Exijamos a nuestra clase política a cumplir con el mandato, asumiendo las responsabilidades que se desprenden de sus mandantes, más que a las de sus partidos y escuchando un poco menos a sus tecnócratas que hacen oídos sordos a las voces de los ciudadanos



1) Entrevista de N.Araújo en Agenda Confidencial, el 10/12/99

2) Thesing, Joseph, Globalización, Democracia y Medios de Comunicación, CIEDLA, Bs.As., 1999, p.12-13

3) Sobre el tema Globalización nos hemos ocupado en nuestra sección Torre de Babel, en Punto a Punto, Nº 12 y 13

4) Thesing, Joseph,  ibíd. p.13

5) Snaider, Rogelio, Coherencia e Incoherencia (Editorial), en Punto a Punto, Nº18, p. 3

6) Abella, Gonzalo, en Pensamiento Alternativo, en Punto a Punto, Nº 19, p. 5-6

7) Snaider, Rogelio, Cuando de Derechos Humanos hablamos (Edit), en Punto a Punto, Nº 13, 1998, p. 3

8) Al respecto cfr. Abella, Gonzalo, op. cit


9) Snaider, Rogelio, Descentralización, en Punto a Punto, Nº 15 y 16, 1999

10) Abella, Gonzalo, íbid

11) Snaider, Rogelio, Mesianismo Político, en Punto a Punto Nº 18, 1999, p. 15


12) Cfr. Thesing, Joseph, Formación política y cultura democrática. Desafíos y oportunidades en el contexto de la globalización. INCEP, Guatemala, 1998




PaP - postaporteñ@ 1601 - 2016-05-08 










      El Nuevo Escenario Político Boliviano


¿Traspié electoral o fin de un ciclo?


 Pablo Stefanoni

Revista Nueva Sociedad No 262,

marzo-abril de 2016



 

La derrota electoral del proyecto de reforma constitucional el 21 de febrero pasado ha transformado el mapa político boliviano.


Evo Morales, quien durante una década ejerció como presidente-símbolo de la nueva Bolivia, ya no podrá repostularse en 2019 y su partido se verá ante la inédita situación de buscar otro candidato. La derrota, por escaso margen, tiene como sustrato un debilitamiento «intelectual y moral» del proceso de cambio boliviano, en parte debido al paso del tiempo, pero también como resultado de una forma de ejercicio del poder que genera rechazos especialmente en votantes de las grandes ciudades


El 21 de febrero pasado, Evo Morales sufrió la primera derrota electoral de su mandato. 51,30% de los electores se decantó por el «No» frente a 48,70% que dijo «Sí» a una reforma constitucional que habilitaría un nuevo periodo del presidente boliviano. Se trató, sin duda, de una consulta prematura: poco más de un año después de haber alcanzado 61% de los votos, que le permitieron iniciar su tercera presidencia en enero de 2015, Morales se lanzó a un nuevo acto electoral para modificar el artículo 168 de la Carta Magna pensando ya en 2019 (1)

Para justificar un nuevo mandato, el discurso oficial debió dejar atrás la antigua figura de Evo como «uno más» entre los campesinos y construir una imagen de excepcionalidad del líder, imprescindible para que la Revolución alcance sus fines.
Así, el canciller David Choquehuanca declaró: «Hay un solo Fidel, un solo Gandhi, un solo Mandela y un solo Evo» (2) , y el vicepresidente Álvaro García Linera fue más allá al señalar frente a los campesinos: si pierde Evo, «el sol se va a esconder y la luna se va a escapar y todo será tristeza» (3)



Con posterioridad a la derrota, el copiloto de Morales lanzó: «Si se va, ¿quién va a protegernos?, ¿quién va a cuidarnos? Vamos a quedar como huérfanos si se va Evo. Sin padre, sin madre, así vamos a quedar si se va Evo. Por eso estoy muy triste, mis hermanos, es muy triste pero he oído a mi abuelita y me dijo que no perdimos la guerra, solo una batalla».El vicepresidente hizo estas declaraciones durante una entrega de viviendas en la localidad de Curahuara de Carangas, Oruro. 

Y prosiguió: «Nuestro presidente Evo, tata Evo, igual que vos, de tu mismo color de piel, de tu misma sangre, eso te está regalando, 70.000 bolivianos, casi 10.000 dólares. ¿Cuándo algún presidente se acordó de San Pedro de Curahuara? ¿Cuándo alguien regaló una vivienda al pobre, al humilde?»(4)

Se podrían establecer algunas comparaciones con el anterior referéndum, en el que Morales arrasó. Si en 2008 67% de los bolivianos votó para que el líder cocalero continuara a la cabeza del Poder Ejecutivo, en un referéndum revocatorio convocado por el propio gobierno, esta vez fueron menos de 50% quienes quisieron que se «prorrogara en el poder». 

Y al menos hay dos grandes diferencias entre aquel y este plebiscito: en primer lugar, en 2008 se procesó la definición de la crisis política en favor del gobierno «indígena popular» –en clave pueblo/antipueblo–; y, en segundo lugar, se trataba de completar el mandato constitucional para el cual había sido elegido con más de 50% de los votos a fines de 2005, en una épica victoria electoral que conmovió a los bolivianos, incluso en las grandes ciudades, donde el apoyo al Movimien to al Socialismo (MAS) siempre fue más débil. Esta vez, en cambio, se trató de una consulta tras una dé- cada de ejercicio del poder que debilitó la idea de revolución en favor de la de un gobierno «normal», con un discurso oficial que acentúa la defensa de la estabilidad y de lo conquistado por encima de las imágenes de futuro.

Y todo ello en el marco de una profunda desconfianza de los bolivianos frente a la «perpetuación» de sus gobernantes en el poder, desconfianza que tiene raíces históricas. Todos los que lo intentaron fracasaron en la empresa.

Morales logró adormecer esos reflejos anti reeleccionistas, y como presidente-símbolo de una nueva era se mantuvo imbatible durante una década y llegó a ser el presidente que más tiempo pasó en el Palacio Quemado.

Pero hoy esa magia se ha disipado parcialmente, lo cual –sumado a una mala campaña electoral (5) – derivó en una derrota «por penales». Es más, el gobierno apareció forzando su propia Constitución, mientras que una parte de la oposición, que entre 2006 y 2009 buscó frenarla, quedó ahora como defensora de esa nueva Carta.



Los éxitos del modelo


A diferencia de otros proyectos nacional-populares dirigidos por militares o por exponentes de las clases medias, el ciclo nacionalista abierto por Morales es el producto de una acumulación política de las organizaciones campesinas, cuya actividad se «desbordó» hacia las ciudades y amplió los límites del sistema institucional, democratizando el Estado y descolonizando el ejercicio del poder. El MAS se sostiene en una articulación de organizaciones rurales y urbanas, con poca organicidad y mucho faccionalismo, y se mantiene unido por el liderazgo carismático de Morales.

Su pervivencia en estos 20 años se debe a la eficacia de los equilibrios corporativos logrados, pero el verdadero «pegamento» ha sido el liderazgo de Morales y el avance hacia el Estado, que le permitió al partido campesino fungir como una promesa efectiva de acceso al empleo público. Sin esa promesa, el mas no habría logrado crecer ni probablemente sobrevivir unido (6)


Por eso, la inédita situación de tener que elegir un candidato diferente a su líder máximo no encaja bien en el oficialismo y algunos parecen entusiasmarse con repetir la consulta en 2018, lo cual no sería nada fácil. La investidura de Morales en enero de 2006 fue escenificada como la llegada al poder del primer presidente indígena de Bolivia e incluso de América Latina. Por eso, un día antes de la toma de posesión en el Congreso, el aún líder cocalero fue investido en Tiwanaku –las ruinas de un imperio preincaico cercanas a La Paz y una suerte de cuna mítica de la nación boliviana–.


Las primeras medidas de Morales plasmaron la agenda social construida en las calles desde 2000: convocatoria a una Asamblea Constituyente para «refundar» el país y nacionalización del gas y del petróleo.


Durante el mes de la nacionalización (mayo de 2006), su popularidad superó, según las encuestas, el 80%. 

Entre 2006 y 2009, el proceso político estuvo marcado por los enfrentamientos con el autonomismo cruceño. La oposición de derecha actuó de forma territorializada y se concentró en el este y sur del país –el área no andina–, desde donde trató de resistir los cambios nacionalistas populares impulsados por el gobierno. 

 De esos años son las movilizaciones y los referendos por la autonomía regional, finalmente incluida en la nueva Constitución. Pero el regionalismo se enfrentó a una serie de derrotas. Aunque la derec ha mantuvo el control de estas regiones, Morales logró triunfos electorales aplastantes en la arena nacional. En 2009 fue reelegido con 64% de los votos. La Constitución fue aprobada con más de 50% de los sufragios en referéndum. 

Entre 2009 y 2014 asistimos a un nuevo periodo, marcado por la hegemonía del MAS –con dos tercios del Congreso– y la promesa de «aplicar la nueva Constitución».

En todo este tiempo, el MAS logró también expandirse hacia el oriente. La estrategia fue cooptar a los «eslabones débiles» de las derechas locales y acercase a los empresarios cruceños (de hecho, Morales terminó siendo huésped de la Expocruz, la feria y el orgullo de la burguesía agroindustrial). Finalmente, la segunda reelección, en 2014 (la última posible para Morales sin reformar la Constitución), marca una etapa de «despolarización» al calor del éxito económico.


La oposición dura se debilitó y emergió como principal oposición una centroderecha más moderada y con menos tonalidades «restauracionistas» del ancien régime. Evo ganó en Santa Cruz con más de 50% de los votos, y a escala nacional, con más de 60%


¿Paraísos perdidos o astucias de la modernización?


Para muchos, el de Morales es el más radical de los experimentos de cambio social posliberal en América Latina. No es militar como Hugo Chávez, no es peronista como Néstor Kirchner o Cristina Fernández de Kirchner, no es un economista blanco con tonalidades tecnocráticas como Rafael Correa, ni un izquierdista socialdemocratizado como Luiz Inácio «Lula» da Silva, Dilma Rousseff, Michelle Bachelet o Tabaré Vázquez. Si en verdad existe un «extremo Occidente» latinoamericano, Bolivia es el «extremo del extremo».

En muchos sentidos, espacios antropológicamente densos como el boliviano parecen contener la energía para reencantar parcialmente al mundo desencantado del capitalismo posmoderno y pospolítico y, sin duda, el ciclo iniciado en 2006 proyecta varios imaginarios poderosos con un anclaje más o menos real y más o menos ficticio en el proceso boliviano: antiimperialismo –el núcleo de sentido de la «revolución boliviana»–; indianismo con ecos pachamámicos –indígenas como reserva moral de la humanidad, especialmente en las cumbres internacionales–; discurso del «buen vivir»; socialismo/anticapitalismo –con presencia en los discursos y conferencias de Morales y García Linera–; y comunitarismo –escrito en la nueva Constitución Política del Estado–. La historia, no obstante, suele ser parad

 Por ejemplo, en el censo de población de 2012, la población que se autoidentifica como indígena descendió del 62% registrado en el censo de 2001 a 42%.

Las causas de esto aún son inciertas, pero lo cierto es que el ser indígena ya no es mera «resistencia» como en 2001 y se ha estabilizado en una serie de rituales oficiales – rituales que, obviamente, son hoy parte del poder–.
Por otro lado, una paradoja adicional es que el Estado plurinacional viene siendo una maquinaria de construcción de la nación –en singular– mucho más poderosa que cualquier intento previo(7)


Y finalmente, la combinación de inclusión social – crecimiento del mercado interno– altos precios de las materias primas ha dado lugar a una expansión capitalista desconocida en el pasado –especialmente vía la democratización del consumo–. Estos «paraísos perdidos» de la revolución alimentaron algunas disidencias intelectuales que no lograron traducirse en votos ni expresar un sujeto social realmente existente.

En su «década ganada», Morales logró unas cifras económicas que hubieran sido la envidia de sus antecesores: reservas internacionales equivalentes a 50% del PBI baja inflación, crecimiento sostenido de alrededor de 5% durante casi una década….


Estos resultados se consiguieron con una mezcla de nacionalismo económico y prudencia fiscal que generó amplios elogios, desde el New York Times hasta el Banco Mundial (8)



No se trata ni de una mera continuidad del neoliberalismo (hoy el Estado controla la mayor parte del excedente) ni del tránsito hacia ningún tipo de poscapitalismo, sino de una versión actualizada del nacionalismo popular latinoamericano.

No hay que olvidar que cuando la izquierda gobernó en Bolivia (1982-1985) debió abandonar el poder antes de tiempo, en medio de una brutal hiperinflación que operó como un verdadero trauma social. Y ese recuerdo, sumado a la subjetividad campesina de Evo expresada en su aversión a las deudas y a cierta tendencia a «guardar la plata bajo el colchón», explica que Bolivia tenga hoy 13.000 millones de dólares de reservas internacionales.


El ministro de Economía, Luis Arce Catacora, lleva una década en el cargo, sin duda todo un récord para Bolivia. Es la economía la que contribuyó a operar lo que el analista Fernando Molina caracterizó como la «despolarización» política del país (9)


Al mismo tiempo, la estabilidad económica –que hoy Morales suele resaltar como la principal razón para votar al MAS– plantea una suerte de bifurcación en el bloque bolivariano entre Bolivia y Ecuador (hoy ya en problemas debido al corsé de la dolarización), por un lado, y Venezuela por el otro, junto con un debilitamiento generalizado del «socialismo del siglo XXI» en favor de perspectivas neodesarrollistas.

La nueva etapa de pospolarización en Bolivia se ratificó en las urnas: en 2014, el segundo lugar nacional fue ocupado por una opción de centroderecha que buscó convencer a los bolivianos de que mantendría «lo bueno» que hizo el MAS y no desplegó un discurso restaurador del viejo orden; incluso tuvo candidatos de origen indígena. 
Otro efecto del nuevo escenario es que dos ex-presidentes (Carlos Mesa y Eduardo Rodríguez Veltzé) aceptaron la propuesta de Morales de ser portavoces de la demanda marítima frente a Chile en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, el primero como vocero internacional de las razones bolivianas y el segundo como embajador en Holanda y articulador del juicio.

Adicionalmente, en el éxito del «modelo Evo» hay que incluir la propia estructura del MAS, sede de una alianza entre diferentes sectores sociales, territoriales, gremiales y étnicos, aunque hoy este modelo en alguna medida se ha desgastado. Para muchos sectores sociales, como ha mostrado el sociólogo Hervé Do Alto, las listas electorales del MAS –confeccionadas con una mezcla de participación desde abajo y decisionismo presidencial desde arriba– son una forma bastante eficaz de acceso al Estado y de «autorrepresentación» política (10)


Por eso, entre otras cosas, quienes desde el mundo intelectual se propusieron «reconducir el proceso de cambio» –y recuperar su épica, sus promesas de ruptura y sus paraísos iniciales– no lograron avanzar en sus objetivos.

El vicepresidente García Linera definió así la etapa actual y defendió el rol del Estado y una visión pragmática: 

Mientras no surgen iniciativas comunitarias de parte de la sociedad, tenemos que trabajar con lo que existe y esos son empresarios, que tienen que reforzarse, crecer y generar más riqueza. Sáquense ese chip de en qué momento el gobierno va a dar el golpe y estatizar todo.

Eso no va a suceder, eso ha fracasado y eso no es socialismo, la estatización de los medios de producción llevó a un tipo de socialismo bastardo y fallido. 


No repetiremos ese error. No repetimos la experiencia de la UDP (Unidad Democrática y Popular) en los 80, no repetimos lo de la URSS.

Al mismo tiempo, definió las tensiones del proyecto desde una lectura basada en Antonio Gramsci y Ernesto Laclau: Si un proyecto se queda en su núcleo original es dominación e imposición. Abrirse tanto que los otros sectores te pueden copar e imponer siempre será el riesgo de una hegemonía, por eso es una batalla. Al haber incorporado a tu adversario en tu proyecto universal, [este] deja de atrincherarse en un feudo y ya no podrá generar contrapoder. El riesgo es que tengas un adversario lo suficientemente hábil, inteligente, que desde el interior de tu proyecto convierta al suyo en el hegemón del proyecto universal (11)


Sin duda Bolivia avanzó en la descolonización, pero no en la clave que imaginaron algunos pensadores «radicales» que conciben lo indígena como pura otredad, sino más bien en clave de mestizaje cheje, como lo denominó la socióloga Silvia Rivera; un mestizaje de matriz indígena, abigarrado y sin los complejos de antaño (12) 
La arquitectura andina de El Alto, con sus cholets, podría ser un buen ejemplo visual (13)

Esta descolonización tiene dos vías: la movilidad social vía el acceso al Estado y vía el mercado. Un ejemplo es el acceso mayor de los hijos de comerciantes aymaras a universidades privadas de prestigio, como la Católica de La Paz. Otro, la incorporación de comerciantes aymaras en redes globales que llegan hasta China (14)


 La descolonización es sede de una tensión constitutiva entre la integración y la diferencia, y en la mezcla entre ambos polos está lo cheje. La construcción del satélite Tupak Katari o el impresionante teleférico entre El Alto y La Paz son grandes obras que sintetizan el imaginario de «gran salto adelante» que anida en la visión de país de Morales y que sin duda tiene mucho de ilusión desarrollista desconectada de las potencialidades técnico-científicas reales del país. 

 Las ideas sobre una Bolivia potencia energética contuvieron un exceso de exitismo (y tonalidades de los años 50), que opacaron algunos avances efectivos en materia hidrocarburífera, mientras temas como salud y educación seguían como asignaturas pendientes.

Lo mismo ocurrió con el satélite, que generó demasiada sobreactuación, efectiva al comienzo pero contraproducente después. La posibilidad de dar el salto industrial, sin un aparato técnico-científico que acompañe, se vuelve ilusoria y lineal. El Plan Nacional de Desarrollo Agenda Patriótica 2025 (en referencia al bicentenario nacional) es demasiado general.


La importancia que el presidente boliviano asignó a que el rally Dakar pase por Bolivia –pese a su colonialismo intrínseco, así como a sus efectos ambientales– es uno de los elementos de tensión discursiva en el relato oficial, que transitó hacia vertientes más centristas


Al mismo tiempo, el énfasis en la macroeconomía y sus cifras ocluye algunos debates más generales sobre el horizonte futuro del país. Bolivia no es Corea del Sur: no tiene ni el Estado, ni las elites para avanzar en ese camino de país agrario a industrial, más allá de las valoraciones que tengamos acerca de la deseabilidad de un modelo semejante.


Entonces, ¿qué pasó?


Lo primero que hay que señalar es que el resultado del referéndum muestra un escenario en el que cualquier elemento podría haber trocado el «No» en «Sí». En ese sentido, es necesario escapar al sobre análisis en un contexto en el que todo podía pasar. No obstante, sí se puede pensar en el porqué de la caída en votos del oficialismo desde resultados siempre superiores a 60% a menos de 50% y, más en general, en el debilitamiento «intelectual y moral» del denominado proceso de cambio.

Los resultados pueden leerse como una pérdida de los sectores que el mas había venido conquistando en las urnas –mediante su expansión hegemónica–, pero que estaban lejos de una lealtad electoral absoluta: votantes de las grandes ciudades y del oriente autonomista liderado por Santa Cruz. Pero también hubo pérdida de votos en dos bastiones: Potosí, donde hubo un fuerte voto castigo por la extendida opinión de que el presidente no atendió las demandas de la región (15), y la emblemática ciudad de El Alto, donde en 2015 ganó una alcaldesa opositora (Soledad Chapetón) y, días previos al referéndum, durante una movilización de padres de familia, fue quemada la alcaldía con un saldo de seis muertos.


Sectores afines al oficialismo fueron acusados por acción (sindicalistas como Braulio Rocha) u omisión (la supuesta reticencia al envío de policías por parte del gobierno).


El triunfo de Chapetón, pero también la derrota del MAS para la gobernación de La Paz en 2015, habían proyectado algunas luces amarillas: aunque la lógica de las elecciones locales es diferente de la nacional, el revés en esos dos bastiones del evismo mostraba problemas en el interior del MAS. 

En este marco, los campesinos y los votantes de ciudades intermedias fueron quienes salvaron al presidente de una derrota mayor el 21 de febrero

Más allá de la sociología del voto del referéndum, la campaña mostró una pérdida de iniciativa del gobierno y un desgaste de la gestión –asociado al estilo «soberbio» que muchos críticos perciben en las autoridades–.

Adicionalmente, cabe destacar la extendida sensación de que se fue consolidando una nueva «elite azul», en referencia a los colores del MAS, y la existencia de un republicanismo plebeyo, difundido en la sociedad, que funciona como un moderador del «prorroguismo» en el poder. Por su parte, las redes sociales ocuparon un espacio excepcional en esta campaña, frente a la incapacidad del gobierno para leer estas nuevas formas de hacer política.


Allí se desplegó parte de la energía del «No».


Una serie de figuras –como los periodistas Amalia Pando o el más polémico Carlos Valverde desde Santa Cruz, quien develó el «caso Zapata», que luego abordaremos– se sumó a gran cantidad de autoridades regionales opositoras y dinamizó la campaña antirreforma.


El componente «ciudadano» del «No», tanto real como imaginario, fue clave en la disputa de sentidos entre un «Sí» «desde arriba» y un «No» «desde abajo», lo que revirtió la imagen histórica del MAS como expresión del subsuelo de la política y representante de la Bolivia profunda e invisible que se proponía «asaltar los cielos» en las elecciones de 2002, cuando Morales quedó en un sorprendente segundo lugar.


Fue en las redes donde circularon sin cesar comentarios y «memes» sobre la corrupción en el Fondo Indígena (una institución de desarrollo rural), así como el sonado caso de Gabriela Zapata, una ex-pareja del presidente acusada de conseguir contratos de obra pública para una empresa china. 


El «Sí» quedó entonces simbólicamente del lado del poder, y el «No», del antipoder; allí residió el éxito del «No» en la puja de sentidos de la campaña. Por eso, tras perder, Morales señaló ante los campesinos: «Ahora vamos a prepararnos para ser invencibles contra el imperio, controlando las redes sociales» (16)

El «affaire Zapata» tuvo una fuerte incidencia en la campaña porque, por primera vez, un supuesto caso de tráfico de influencias tocó a la figura presidencial. Se trata de una joven ex-novia (secreta) del presidente boliviano, cuya relación data de 2007, que en 2013 y sin credenciales evidentes llegó a ser gerente de una empresa china con millonarios contratos con el Estado (17)

 El caso se complicó porque Morales negó haber vuelto a ver a Zapata, pero una foto la mostraba al lado del presidente durante el carnaval de Oruro de 2014. Y la historia siguió: el mandatario reconoció haber tenido un hijo con su entonces pareja, pero sostuvo que el bebé había fallecido

Tras la derrota electoral, Zapata fue detenida acusada de enriquecimiento ilícito, y en un desenlace con tintes de telenovela, una supuesta tía de la acusada señaló que el niño está sano y salvo en La Paz


Este costado del caso –el niño no apareció hasta ahora ni tampoco su partida de defunción– también habilitó la crítica feminista, y así la activista María Galindo escribió: Evo Morales tuvo un hijo al que no vio nacer porque estaba ocupado jugando fútbol, teniendo una reunión sindical o de gabinete, lo mismo da. Como cientos de hombres que no están ahí y que se justifican, igualito que el Presidente. Su hijo enfermó y Evo dice que colaboró económicamente, pero no sabe qué tenía. No lo sostuvo en brazos, no lo curó


No estuvo ahí porque tenía cualquier cosa más importante que hacer. Le informaron que el niño murió, pero no lo arropó muerto, no lo lloró, no lo enterró, porque el niño no le importaba (18)


Pero más allá de estas denuncias, el «No» encontró un argumento que se transformó en un arma poderosa porque encajaba con un sentimiento generalizado, sobre todo en sectores urbanos: que el de Evo fue, en efecto, un buen gobierno en muchos aspectos, pero que no es bueno que se «perpetúe» en el poder

Por ejemplo, el escritor Edmundo Paz Soldán declaró que ve a Bolivia en esta década «con una economía que no ha dejado de crecer, que ha permitido la disminución de la pobreza extrema, la expansión de la clase media y la mejora notable de nuestros indicadores de salud y educación»


Agrega que «Morales ha sabido manejar la economía, ha promovido necesarias políticas de inclusión de grupos excluidos, y ha consolidado una política marítima coherente; ha proyectado también al país en el campo internacional»
Sostiene que «en lo negativo, están la corrupción institucionalizada, la falta de independencia del Poder Judicial, la falta de políticas de equidad de género, y la ausencia de un verdadero plan de industrialización que haga que Bolivia deje de ser una economía dependiente de sus materias primas». 


Y concluye: «Yo solo espero que Bolivia esté a la altura y le muestre al continente que, por más que admire a Evo y apruebe su gestión, confía más en sus instituciones y en una democracia que limita los impulsos que tienen sus líderes de quedarse para siempre en el poder» (19)

En este razonamiento están contenidas muchas de las percepciones que fortalecieron el voto por el «No»; las más difíciles de neutralizar desde el gobierno, con sus datos económicos y los power point del vicepresidente con las cifras de la bonanza.

Pero la pérdida de magia también resucitó otros fantasmas.

La mencionada quema de la alcaldía de El Alto dejó en evidencia que los radicales repertorios de acción colectiva que en 2003 abrieron paso a la épica Guerra del Gas pueden ser en otro contexto la pervivencia de formas de protesta violentas, que impiden un funcionamiento normal de las instituciones y causan muertes.


odo esto genera un fuerte rechazo de las «mayorías silenciosas» hacia movimientos sociales replegados a instancias corporativas e incluso asociados a prácticas filomafiosas, como ocurre con el mencionado cacique sindical alteño Braulio Rocha, quien había advertido a Chapetón que él sería «su pesadilla» y que fue detenido tras el incendio


Nuevo escenario


Morales siempre creyó que su hermandad es con los campesinos, que son ellos quienes nunca lo van a abandonar, mientras que el apoyo urbano es siempre desconfiado, poco leal y volátil

Allí residieron la fortaleza y la debilidad del proyecto de Evo durante esta década; paradójicamente, siempre se asentó en una matriz campesina, mientras el país se vuelve cada vez más urbano


No es casual que, tras los resultados adversos, aun en medio del avance del conteo oficial, el presidente recordara los ataques que, como candidato campesino, recibiera en 2005, cuando lo acusaban de «narcotraficante»
Fue una suerte de refugio en el Evo campesino que la gestión del poder ha venido borrando en su figura; un retorno a los orígenes y al entorno en el que se siente más seguro, el del «pacto de sangre» étnico-cultural


Pero precisamente si el MAS quiere reenamorar a los bolivianos desencantados, el repliegue puede ser una trampa que cancele la posibilidad de recuperar votantes, en condiciones más difíciles que en el pasado (y a la derrota se pueden sumar en el futuro cercano restricciones económicas, en una economía tanto o más extractiva que cuando Morales llegó al sillón presidencial y nacionalizó el gas)

Además, el resultado del referéndum volvió a traer a escena la imagen de las «dos Bolivias»: andina/oriental, urbana/rural, en una polarización electoral que no parece fácil de disipar. Los vientos de la región no ayudan al gobierno. Habrá que ver si el «No» da lugar al fortalecimiento de nuevas derechas que hoy controlan gobiernos locales pero no tienen figuras, relatos ni visiones de país de alcance nacional, y si la oposición logra deshacerse de los filones racistas de parte de sus adherentes
Si la imposibilidad de una nueva postulación del líder máximo del MAS deviene en fin de un ciclo. Si el gobierno recupera los reflejos y se repone del desgaste político moral
Todos tendrán casi cuatro años para dar batalla en el nuevo escenario
Un nuevo escenario en el que conviven fantasmas del pasado, problemas del presente e incertidumbre sobre el futuro, pero en el que ni Bolivia ni los bolivianos son los mismos que hace una década


Un nuevo escenario aún abierto




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1.     El primer mandato de Evo Morales-Álvaro García Linera (2005-2009) no se contó por no haberse completado (se convocaron elecciones anticipadas con la nueva Constitución) y por ser parte del «viejo Estado». La pregunta en el referéndum fue: « ¿Usted está de acuerdo con la reforma del artículo 168 de la Constitución Política del Estado para que la presidenta o presidente y la vicepresidenta o vicepresidente del Estado puedan ser reelectas o reelectos por dos veces de manera continua?».

2. Juan Morenilla: «Hay un solo Fidel, un solo Gandhi, un solo Mandela y un solo Evo» en El País, 15/1/2016.

3. «García Linera asegura que si Evo se va, el sol se esconderá y ‘todo será tristeza’» en Página 7, 25/11/2015.

 4. «García Linera: ‘Si se va Evo, ¿quién va a protegernos?’» en Página 7, 28/2/2016.

5. El periodista de origen peruano Walter Chávez, quien dirigió todas las campañas del mas, se distanció del gobierno y apoyó la opción del «No» en el referéndum.

 6. V. Hervé Do Alto: «Un partido campesino en el poder. Una mirada sociológica del mas boliviano» en Nueva Sociedad No 234, 7-8/2011, disponible en .

7. Ver Vincent Nicolas y Pablo Quisbert: Pachakuti: el retorno de la nación. Estudio comparativo del imaginario de nación de la Revolución Nacional y del Estado Plurinacional, Pieb, La Paz, 2014.

8. William Neuman: «Turnabout in Bolivia as Economy Rises From Instability» en The New York Times, 16/2/2014.

9. Fernando Molina: «Elecciones bolivianas, el fin de la polarización» en Infolatam, 27/9/2014.

10. H. Do Alto: ob. cit.

11. Pablo Ortiz: «Sáquense el chip de que el Gobierno va a dar el golpe y a estatizar todo», entrevista a Álvaro García Linera en El Deber, 18/11/2014.

12. S. Rivera: Chinakax utxiwa. Una reflexión sobre prácticas y discursos descolonizadores, Tinta Limón, Buenos Aires, 2010.

13. «Cholet» es una combinación de las palabras «chalet» y «cholo».

14. Nico Tassi, Carmen Medeiros, Antonio Rodríguez-Carmona y Giovana Ferrufino: «Hacer plata sin plata». El desborde de los comerciantes populares en Bolivia, Pieb, La Paz, 2014.

15. «Presidente: ‘Demandas a mí me causan risas, nuestros programas son mucho más avanzados’» en La Razón, 3/8/2015.

16. «Morales: Vamos a prepararnos para ser invencibles controlando las redes sociales» en Los Tiempos, 26/2/2016.

17. La empresa CAMC Engineering Co. recibió contratos por 566 millones de dólares, la mayoría por invitaciones directas. «Gobierno ‘prohíbe’ a CAMC participar en licitaciones» en Página 7, 22/2/2016.

 18. M. Galindo: «Para ella la culpa, para él la disculpa» en Página 7, 2/3/2016.

19. Constanza Cruz D.: «Edmundo Paz Soldán: ‘Evo Morales tiene muchas características de caudillos de siglos pasados‘» en La Tercera, 20/2/2016.


EH - postaporteñ@ 1601 - 2016-05-08 




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