Número 866 | noviembre 11 de 2012 | Año 7º
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NINGÚN PIBE NACE CHORRO
Habrá plebiscito sobre la baja de la edad de la imputabilidad para los menores de 18 años. Eso significa que los uruguayos se deberán pronunciar sobre si les parece bien que a los menores que tengan menos de 18 y más de 16 años que hayan cometidos delitos sancionados por el código penal, se los considere adultos y se los recluya por más tiempo y en condiciones más severas que hasta el presente. El principal argumento de los que proponen la iniciativa es que a esa edad los menores ya saben lo que hacen, que son extremadamente peligrosos y además, la sociedad tiene derecho a defenderse. Está claro que los promotores de bajar la edad saben que con esa medida no van a solucionar lo que supuestamente pretenden. Saben perfectamente bien que lo que lograran es sacar de circulación por un tiempo más o menos largo a alguna decena de menores actualmente criminales y que pasado un tiempo volverán como adultos a sus hábitos y costumbres hasta que la policía los detenga. No tiene mucho sentido preguntase porqué sabiendo que esto es así promueven la medida; es obvio que lo hacen para explotar en su beneficio político el miedo que existe en buena parte de la población. Alguien tiene que escuchar el clamor de los que temen ser víctimas de los menores delincuentes; y ellos, con tal de ganar popularidad, están dispuestos a hacerlo. Es mucho más fácil y redituable políticamente seguir la corriente, decirle a la gente lo que la gente quiere escuchar y explotar su miedo, que oponerse, intentar hacerla pensar y que te dé la espalda. No hay que subestimar la estupidez y el miedo de la gente como elementos siempre presentes fácilmente utilizables por los políticos que aspiran a una carrera facilonga; la demagogia siempre rinde; Hitler o Bush son buenos ejemplos. Los políticos que promueven la iniciativa saben perfectamente bien que la solución no es tal, que una buena cantidad de los menores infractores de hoy serán los grandes criminales del mañana, especialmente si arrancan su carrera profesional en forma temprana. Ellos no lo admitirán jamás pero es así. Hablarán de que los pondrán en instituciones que los rehabiliten antes de que se conviertan en delincuentes empedernidos, etc.etc. Todas mentiras. Saben que las experiencias en todo el mundo dicen lo contrario; que en países con más recursos y criterios que el nuestro eso es lo que ocurre; porque el axioma es claro, cuanto más temprano se entra en el sistema penitenciario, más delincuentes se cosechan en el futuro; en la inmensa mayoría de los casos y tratándose de delincuentes habituales, las cárceles no corrigen, empeoran. Por 100 que entran, más de 70 vuelven empeorados. ¿Las razones? Varias, pero no vienen al caso. Lo que importa es que el remedio es peor que la enfermedad y que hay mucha gente que no lo sabe o que no lo quiere saber. Pero que tampoco sabe ni le interesa saber las causas del delito; de cuáles son las razones que lleva a algunos menores y a otros tantos que no lo son, a incursionar en la "senda del crimen". Los que honestamente están convencidos que se debe bajar la edad de imputabilidad "para terminar de unas vez por todas con la delincuencia juvenil" o no se preguntan o no les importa las verdaderas causas del delito. Ellos saben que hay delincuentes y que hay que terminar con ellos. Porqué o cómo se hicieron delincuentes no les interesa especialmente, lo que predomina en su actitud es el miedo irracional, el odio, el rencor. ¿Por qué? Seguramente se explica por su historia personal; gente que ha tenido una infancia difícil, que arrastra una vida de desengaños y frustraciones, que en algunos casos ha sido víctima de los delincuentes, etc. A ellos no les importa saber cómo o porqué llegaron al crimen la mayoría de los menores, son culpables y merecen un castigo. A esta gente no les preocupa la "rehabilitación", lo que quieren es que se "termine con los chorros"; lo que les interesa es su tranquilidad, su vida; la del chorro, la tiene sin cuidado. Esta gente no piensa ni quiere pensar Quiere creer que el criminal es criminal por generación espontánea; que entre él, -persona honesta- y el criminal no hay ninguna relación de causalidad. Que los criminales son como aerolitos caídos del cielo y que por lo tanto nadie, ninguno de nosotros, los que vivimos y hacemos esta sociedad tenemos algo que ver con su existencia. ¿Por qué, qué pasaría si el criminal en lugar de ser un objeto extraño, algo marginal, algo externo,es una consecuencia necesaria? ¿Qué pasaría si la Sociedad, esta, la nuestra, de la que formamos parte y hacemos con nuestros actos y pensamientos, esla que fabrica a los criminales que irónicamente no los reconoce como sus productos? Ojo, no estoy exculpando al criminal, no estoy diciendo que él es una víctima inocente, no estoy haciendo un juicio moral de su conducta; no estoy justificando lo que hace con el argumento de que "el mundo lo hizo así". Estoy intentando no dejarme llevar por la indignación y tratar de entender y denunciar los mecanismos mediante los cuales esta Sociedad contemporánea, (la nuestra), produce cada vez más y desde la infancia, algunos individuos a los que llama criminales y después mira para otro lado, como si esos individuos hubieran caído del cielo. No digo esto para defender a los criminales, a los cuales no les tengo especial simpatía, como tampoco se la tengo a los oligarcas, a los milicos torturadores, a los que les pegan a los niños y a las mujeres o a tantos otros; lo hago con la finalidad de comprender, de no dejarme arrastrar hacia la irracionalidad, de intentar encontrar las verdaderas causas que nos llevan a vivir como vivimos para ponerles remedio. Entiendo a la persona que ha sido víctima de un criminal, es natural que reaccione con ira; pero la ira enceguece. La ira animaliza y no es convirtiéndonos en bichos que este problema tendrá solución. Todo lo contrario, es porque no somos muy inteligentes que seguimos pateando el clavo y profundizando las causas del delito. La solución que proponen los que promueven la baja se parece a lo que hacen los niños cuando quieren terminar con las hormigas; las intentan matar una por una. Esto es algo parecido, pretender terminar con la criminalidad en general y la juvenil en particular, mediante la persecución policial, algo tan ineficaz como matar a las hormigas de a una. Si uno quiere terminar con las hormigas sabe que debe liquidar al hormiguero. Muy bien, en este caso, ¿Cuál es el hormiguero? Nueve de cada diez menores infractores provienen de hogares con problemas. No todos los menores que se encuentran en situaciones similares se convierten en infractores y menos en delincuentes empedernidos, es verdad. Esos significan que no hay una causalidad mecánica entre ser hijo/a de padres pobres, y/o separados y/o golpeadores y/o delincuentes habituales y convertirse en chorro; pero es mucho más probable. Algo similar ocurre con el barrio en que se cría, en el ambiente que vive, las relaciones que tiene, las amistades que cultiva, los ejemplos que recibe. Es cierto que no toda la gente, ni siquiera la mayoría que vive en los barrios marginales son delincuentes, pero no es menos cierto que la mayoría de los pibes que incursionan en el delito violento, provienen de ahí. Es natural que eso ocurra, al fin y al cabo es donde hay más niños, más miseria (material y moral), más hogares fracturados, más madres solteras, más delincuentes adultos, etc. En esas circunstancias, lo raro, lo difícil, por momentos lo milagroso, es que el pibe que vive y crece en ese ambiente no se convierta en delincuente. Pero “esos barrios” muchos de ellos verdaderos guetos, donde su concentran cientos de miles con un perfil socio-económico más o menos idéntico, donde se comparte una misma cultura que va de la música a la ropa y del peinado a los valores- tampoco surgieron de la noche a la mañana; son la consecuencia de décadas de capitalismo periférico duro y puro con la consiguiente destrucción no sólo y no tanto de fuentes de trabajo de muchísima gente, sino sobre todo y principalmente, de hábitos, de costumbres, de valores de vida asimilados y transmitidos durante generaciones. En el caso de Uruguay, el capitalismo en crisis y raquítico de la segunda mitad del siglo XX no solo empobreció a cientos de miles durante cincuenta años, los dejó librados al "rebusque", a la changa, al delito, los expulsó del país, del centro a la periferia y del campo a la ciudad, sino que además, consecuentemente, le cambió la cabeza a la gente. A los que quedaron en la "vía", -que pasaron de trabajadores formales a "changarines" y de changarines a lo que "pintara" - también se la cambió y mucho, a la de los que se "salvaron". La "lumpenización" en masa fue la consecuencia inevitable de lo que nos ocurrió en los últimos sesenta años, negarlo es una tontería; no reconocerlo, sobre todo cuando se han tenido responsabilidades "políticas" porque se estaba en el gobierno o porque se apoyó a quienes estaban- es una hipocresía inaudita. ¿Porque al fin y al cabo qué suponían que iba a ocurrir cuando para acumular más, para "vivir mejor", se condenaba a decenas de miles a la desocupación, a la precariedad, al subempleo y a la miseria durante años y años? ¿Qué nada ni nadie de alguna manera -a veces de la forma más insospechada- no nos iba a pasar la"factura"? Vamos por la tercera o la cuarta generación de decena de miles de uruguayos nacidos o criados en la subcultura de la "marginación"; personas que como adultos trasmiten y reproducen la cultura en la que se formaron; ¿es razonable esperar que porque ahora hay una mejoría en las condiciones de trabajo se van a transformar mentalmente de un día para el otro? Los cambios culturales que han provocado el aumento de la criminalidad en general y la de los menores en particular, no solo fueron una consecuencia del "aggiornamiento" del capitalismo dependiente yorugua al capitalismo surgido después de la segunda guerra, también fueron consecuencia de algunos cambios culturales de gran magnitud provocados por la instalación de la "sociedad de consumo" en el mundo capitalista occidental que repercutieron de forma negativa en todos los ámbitos, contribuyendo a agravar mucho más un panorama ya de por sí complejo. La sociedad de consumo es una manera de referirse al tipo de sociedad desarrollada en los países capitalistas centrales (USA, Europa, Japón) después de la segunda guerra mundial y que se extendió posteriormente a todo el mundo. La sociedad de consumo es una "manera de vivir" que se ha hecho posible como consecuencia de las transformaciones ocurridas en las técnicas de producción dando lugar mediante la serialización, al abaratamiento relativo de miles de productos; el automóvil familiar y los electrodomésticos son ejemplos paradigmáticos de este fenómeno, relativamente reciente por estos lados, pero con muchos años de vigencia en los países capitalistas desarrollados. Inculcado mediante la publicidad y respaldado en el financiamiento masivo, se han logrado imponer en las masas nuevas formas de comportamiento, de valores, de estilos de vida, diferentes a los que eran tradicionales. Se caracteriza porque más allá de la necesidad de satisfacer la aspiración a una vida más confortable, se vive socialmente una ansiedad por poseer cada vez más . El hombre contemporáneo es llevado a consumir irracionalmente, y para ello cualquier medio es válido. Como la sociedad lo juzga por lo que tiene y no por lo que es, se siente permanentemente acosado a tener más, a consumir más, única vía para lograr la aceptación de los demás y de sí mismo. El consumir ha devenido consumismo, una forma exacerbada, cuasi paranoica, de poseer, de gastar, de tener, de renovar objetos (autos, electrodomésticos, ropa, celulares, etc.) no tanto por el uso que se pueda hacer de ellos en tantos que objetos, sino por la irresistible compulsión de estar a la moda o de sentirse satisfecho de pertenecer al grupo de los privilegiados que los poseen. De tener lo que todos (los de mi grupo, de mi clase, de mi categoría, etc.) tienen. Es el tipo de consumo cuya única finalidad consiste en demostrar que se tiene suficiente dinero para comprar cosas caras, no importando la utilidad que tenga lo que se compra pues lo que realmente interesa, es por un lado, demostrar a los demás y a sí mismo que se pertenece a un grupo determinado, y por otro lado, diferenciarse de los que no pueden comprar esos objetos. Esta forma de consumo lleva consigo toda una forma de vida. Está claro que la inmensa mayoría de los que devienen criminales no lo hacen para comer,sino para darse los "gustos". Piénsese lo que significa la ropa Niké (la de la "pipa", como dicen los "planchas") para tantos pibes de los "cante" para entender de que estoy hablando. No es casual que si no la pueden tener por "las buenas" salgan a robar para poder comprarlas; al fin y al cabo no viven adentro de un frasco. La compulsión que ellos sienten por esos objetos es muy parecida a la que siente un pibe de Pocitos; seguramente más. La diferencia reside en que el pibe de Pocitos tiene otros objetos con los que identificarse por lo que con o sin Niké siente que "está", que "es", en cambio el otro no. El pibe del "cante", siente que tiene que afirmarlo y tener la "pilcha" es la manera de sentir que "está", que "es", que pertenece a una Sociedad que por otro lado y a pesar de su ropa igual lo escupe. Dicho sea de paso, no importa que el pibe "chorro" desprecie al "cheto" que le roba los championes, lo desprecia por un lado, (porque no se defiende, porque se deja robar, etc.) pero por otro lado y hasta cierto punto, se quiere parecer a él aún cuando no pueda ser más que su parodia. El pibe "chorro" como cualquier otro ciudadano que se identifica con algún producto en especial, no compra (o roba) únicamente un par de championes, compra (o roba) un símbolo de pertenencia. El "tener o reventar", facilitado por el crédito fácil, está exacerbado por una publicidad que pregona la satisfacción inmediata; la legitimidad (el derecho) de darse los gustos ("tú te lo mereces"). El hedonismo, (la búsqueda del placer) como supremo valor de vida, es la nueva ética que durante el siglo XX se ha impuesto como instancia justificadora de la actitud consumista. Nada de sufrir, nada de postergar, nada de renunciar; "lo quiero todo y lo quiero ya", esa es la consigna que se machaca como la forma razonable de vida, como la manera de vivir la vida que paulatinamente se ha ido imponiendo en todas partes; ¿por qué el pibe "plancha" va a ser una excepción y querer ser un monje mendicante, si la sociedad en la que vive lo induce, lo aconseja, a que viva de esa manera? Desde sus comienzos la ética capitalista jerarquiza el tener por encima del Ser; pero entonces la adquisición de riqueza material era un medio para el perfeccionamiento espiritual no para el disfrute. Se debía trabajar duro y parejo para hacerse rico, no con la finalidad de gozar de los bienes adquiridos, sino para "agradar a Dios".Riqueza y goce estaban divorciados. En aquella época todavía existía un "más allá" en donde se debía rendir cuentas de lo que se había hecho "acá". Sufrir para hacerse rico estaba bien, dar placer a la "carne" estaba mal. Una ética de trabajo duro y de frugalidad era lo que distinguía al buen cristiano y al buen burgués, que por aquel entonces era más o menos lo mismo. Pero siglos después, por razones que no vienen al caso, desaparecido el "más allá", injustificado el sufrimiento, ¿por qué no gozar de lo que se tiene; por qué no aspirar a tener más de lo que se tiene, por qué no? "darle alegría al cuerpo Macarena" si al fin y al cabo no hay más que una vida y la vida es buena o mala dependiendo de lo que se "goce" Desde sus orígenes la ética capitalista distingue entre lo que son los deberes para con uno mismo, de lo que son los deberes para con los demás. Separa entre los deberes para con uno mismo de los deberes para con el colectivo del que supuestamente se forma parte. Los deberes para con uno mismo se consideran por encima de los deberes para con los demás y eso incluye al Estado. No solo se considera que está bien anteponer los intereses personales a los colectivos sino que es "natural" hacerlo. Si alguien considera que su interés personal está en contradicción con el colectivo peor para el colectivo. En un conflicto entre un particular y el Estado, el Estado tiene la fuerza, pero no significa nada más que eso: que la fuerza está de su parte, no la razón. Puede no ser sabio desafiar el poder del Estado pero hacerlo no constituye deshonra alguna. Dios no existe. ¿La ley? Es una imposición hecha por otros iguales que yo que cumplo en la medida que me sirve o que no tengo más remedio. ¿Los demás? Excepto mi familia y amigos, recursos para mi ambición. Yo soy el bien supremo al que me debo, todo lo demás es secundario. Estas son las reglas del juego del diario vivir en "este mundo"; así es como viven los "ricos y poderosos". ¿Por qué las del pibe "plancha" debería ser diferente? ANDRÉS FIGARI NEVES 06-11-2012
posta - postaporteñ@ 866 - 2012-11-
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¿Dónde vas MUJICA con
mantón de manila?
Los hijos de Tabaré nacían con una
ceibalita bajo el brazo,
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CRISTINA EN SU PAÍS DE
LAS MARAVILLAS
Cada vez está más clara la fantasía que nos quiere meter en la cabeza el kirchnerismo a todos los que habitamos este suelo. Cuando habla la "señora" pinta un "país de las maravillas" que sólo existe para ella y sus cortesanos. Evidentemente ellos no sufren los avatares que nos hacen pasar a los demás. Seguramente a ellos no se les corta nunca la luz y, en todo caso, tienen generadores a su disposición. Sin embargo, los permanentes cortes que sufre el pueblo, más allá del gran apagón de esta semana, SON CULPA EXCLUSIVA DE SUS POLÍTICAS Subsidiar con el erario público a las empresas privadas que brindan un pésimo servicio, mientras no invertían un sólo peso para mantener y renovar la estructura de distribución energética, es responsabilidad del gobierno. El DESASTRE que han hecho las administraciones desde los '90 hasta aquí en el área, incluido (y magnificado por) el kirchnerismo, requerirá varios años de reparación para lograr que el servicio sea medianamente normal. Por eso, el apagón del miércoles no fue casualidad, sino CAUSALIDAD. El mismo gravísimo problema existe en otras áreas. Y por supuesto, "ellos", que han construido esta realidad, no lo sufren. Jugarse la vida cada vez que se toma una formación ferroviaria, porque se favorece el NEGOCIO de los concesionarios privados en lugar de los derechos del pueblo, ellos no lo sufren. Abrir una canilla y que salga un chorrito de agua (y encima no totalmente "limpia") porque sólo se emparcha y no se hacen las obras que deben hacerse, ellos no lo sufren. Enfermarse y hacerse atender en un hospital que no tiene insumos, después de hacer horas de cola para pedir turno en la madrugada y conseguirlo para meses después, ellos no lo sufren. Mandar a sus hijos a escuelas con paredes derruidas o techos a punto de caer, sin calefacción en invierno ni refrigeración en verano, ellos no lo sufren. Ellos no tienen problema para acceder a la canasta familiar, la que superan largamente sus dietas. No tienen problema en acceder a una vivienda más que digna (más bien fastuosa), y en barrios cada vez más aislados y lejanos de los conglomerados donde la inseguridad, provocada por ellos, no es una sensación sino una realidad palpable. Estas cosas pasan “A PESAR” DE QUE CLARÍN O CUALQUIER “CORPO” LAS DIFUNDA. Y el pueblo las sufre, mientras “ellos” no “Ella” (y “Él”) lo hicieron posible, y se tardará décadas en repararlo. Por eso nadie puede sorprenderse si "la gente" sale a la calle por cientos de miles, para gritar su descontento Porque en el "País de la Maravillas" que discursea Cristina Fernández viven solo ella y los cortesanos
GUSTAVO ROBLES
- postaporteñ@ 866 - 2012-11-11 |
EL 8 N "EL FETICHE"
Soy argentino, vivo en Uruguay hace 30 años y acá aprendí en dictadura, a ser un bicho político que vive y se nutre de las dos realidades. Ayer miraba asombrado la movilización en Argentina y fui pasando por todos los canales intentando comprender, qué estaba sucediendo realmente. Lo único que me quedó claro, es que era un rejunte de gente con muy poca formación política, con necesidades diferentes, pero sin saber identificar la responsabilidad de cada uno frente a los hechos. Por ejemplo atribuirle el “oportuno” corte de luz en los barrios claves, y la “extraña” acumulación de basura en capital, a la gestión de Cristina. Tampoco tenían un líder político referente; lo que sí vi muy claro, es que había una suerte de creencia religiosa en la actitud irracional y enfervorizada de esa masa, que defendiendo la santa libertad de los grupos mediáticos, los transforma, manipulados por esos mismos grupos, en un fetiche que hay que proteger y que los protege del “chivo expiatorio”, Cristina. Voy a hacer un poco de historia. Hoy de mañana leía en la revista uruguaya “Caras y Caretas”, una nota del excelente sociólogo Rafael Bayce acerca de la decadencia política de Mujica.; en la cual recurría a Herbert Spencer que a fines del siglo XIX escribía sobre el fetichismo político, basado en el concepto antropológico de fetiche, observado en indígenas australianos que investían cualidades mágicas a un trozo de madera donde depositaban sus deseos difíciles de cumplir. Luego Marx, analizó cómo el fetiche reemplaza la verdadera comprensión de los hechos, por una ceguera ideológica; y cómo cuando esto lo trasladamos a la masa, ésta se cree siempre inocente de las desventuras colectivas, no aceptando jamás su responsabilidad por ellas. Finalmente habla del auto imagen de fetiche que supo construir Mujica y cómo ésta se va transformando en chivo expiatorio por la no realización de sus promesas políticas. Gracias Bayce!!
Volvamos a la Argentina. ¿Qué pasó?
A diferencia de Mujica,
Cristina sí cumplió con sus promesas, y fue mucho más allá de lo que, nuestra
audacia pudiera imaginar. No es ella la que construyó ningún fetiche. El fetiche lo fueron construyendo los grupos mediáticos (Clarín, Nación, Perfil) dependientes de otros grandes monopolios mediáticos financieros internacionales, que comprendieron rápidamente, lo peligrosa que podría ser la política independiente y popular de Cristina para sus intereses depredadores. Tanto fue así, que día tras día, sin dar respiro, este monopolio fue usando su poder de difusión para construir la auto imagen “fetiche de impolutos defensores de la libertad ciudadana”, contra el “chivo expiatorio de los oscuros y corruptos intereses de Cristina”. Debo agregar además, que cuando uno habla con los fetichistas, jamás son responsables de nada, y quiero detenerme en esto, porque un tema común a todos ellos es la inseguridad, de la que reitero no sienten tener la menor responsabilidad. Yo, que también me crié en Bs. Aires en una familia burguesa, opino exactamente lo contrario. Mi familia a mis 7 años me mandaba en colectivo cuatro veces por día más cuarenta cuadras caminadas, a un importante colegio privado, junto con miles de niños como yo, sin que a nadie se le ocurriera pensar por nuestra seguridad. Pero llegaron las dictaduras; primero Onganía destruyendo la educación y luego la bestial, que bajo la mirada cómplice de muchos de los que ayer estaban en la marcha tratando de dictadora a Cristina, no sólo mataron y desaparecieron a miles de argentinos, sino que también comenzaron la destrucción sistemática de la economía, bajo la bendición de “La Nación” y “Clarín”. Luego vino Menem a terminar el desquicio, y “la gente de ayer” lo disfrutó y lo volvió a votar mientras destrozaban el país y se patinaban la plata mal habida (robada al trabajo del pueblo) en sus orgías de consumo en Miami. A causa de toda esta historia, quedó mucha “mano de obra sin trabajo” (militares y policías implicados). Éstos fueron los que armaron las primeras empresas de seguridad, que luego de algunos atentados perpetrados por ellos mismos, vendieron el servicio a los “ciudadanos fetichistas”, para protegerlos de los delitos que ellos generaban. Este sistema se vio potenciado, cuando luego de la orgía menemista la pobreza extrema invadió las calles. Son en definitiva, los estimados fetichistas, los que con egoísmo e irresponsabilidad política, no sólo permitieron que esto sucediera sino que aprovecharon corruptamente sus consecuencias, provocando la inseguridad que nos daña hoy a todos. Hubo otro lugar común que me intrigó en la marcha anterior y luego también en ésta: la frase “no tenemos miedo”. Uno que lo ve desde la realidad de otros países, y también desde el miedo tangible y brutal que nos helaba la sangre en la dictadura, se pregunta: ¿esta gente de qué miedo habla realmente? Jamás en la historia argentina hubo tanta libertad de expresión; jamás hubo tanta discusión y respeto por la diversidad de opiniones, costumbres y culturas. Basta que se corran un poquito afuera del país; en Uruguay por ejemplo, se puede ir preso por injurias. Pero además, el gobierno impone proyectos y leyes anti populares sin discusión alguna. Y si vamos más lejos, ejemplo México, nos vamos a encontrar con grupos de policías fuertemente armados, que te van a parar por cualquier motivo; y una sociedad altamente fragmentada en la que los antiguos dueños de las tierras hoy son prácticamente esclavos. Pero también podemos si desean irnos a Europa, e intentar hacer su marcha de protesta y ahí sí conocerán el verdadero miedo. Entonces: ¿qué decía realmente esta gente? ¿A qué “no le tienen miedo”?. Vuelvo al fetiche. Esta frase “no tenemos miedo”, es la firma patética de la gran manipulación ejercida por los medios y grupos de poder, sobre esta masa ignorante, que simplemente termina gritando y haciéndose cargo, del miedo que sí tienen los que tradicionalmente vivieron del robo y la corrupción. Porque éstos ven, cómo poco a poco se les van cerrando sus posibilidades de negociados. Quiero agregar a esto, algo que vi verdaderamente positivo, y es que nunca en la otra Argentina, habría podido salir a protestar a la calle tranquilamente, en familia, esta gente que salió ayer. Y si lograran profundizar un poco en las causas, porque por supuesto no todo lo hecho por Cristina tiene por qué satisfacerlos, debería agradecer esta posibilidad democrática que por primera vez en la historia pueden ejercer. Para finalizar la pregunta del millón es cómo desmantelar esta operación. No va a ser nada fácil, y la situación es sin lugar a dudas peligrosa. Lo único que pude pensar hasta ahora, es que nuestra presidenta tomando en cuenta la preocupación de los manifestantes, disponga de talleres públicos en las plazas de las ciudades, donde funcionarios del gobierno aclaren directamente, cara a cara, las dudas sobre el proyecto popular; creando así talleres de formación política participativa. Debe haber muchas otras formas; pensémoslas. Porque el Poder corrupto no va a descansar en su trabajo de masificar la ignorancia de buena parte de nuestro pueblo; poniendo en peligro el inmenso trabajo hecho por los que sí saben actuar en democracia con amor y responsabilidad. Riachuelo 9 de noviembre 2012 JORGE DE GIACOMI
posta - postaporteñ@ 866 - 2012-11-11
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PLUNA ¡CLAVO REMACHADO!
NADIE PAGARÁ
LOS 14 MILLONES DE DÓLARES AL BROU DEL AVAL DE COSMO…
En primer lugar no hay un PODER CERTIFICADO para que “El Caballero de la Derecha” esté debidamente autorizado a representar a COSMO. Los accionistas de COSMO ni se preocupan, solo han confirmado que su empresa no comprará los aviones. Me imagino que una empresa como COSMO que tiene en su paquete de capitales 7 millones de dólares como patrimonio, estaría desesperado si ven que crean una deuda por 14 millones, el doble de su capital, simplemente porque alguien en su nombre adquirió en un remate siete aviones y luego desistió. El Escribano que certificó la oferta en el remate, lo hizo con un nombre que no es el del oferente, una barbaridad legal que cualquier escribano puede opinar, es la regla más importante de cualquier escribano, CERTIFICAR con documento en mano y detallar claramente el nombre de la persona. No hay entonces garantía solvente y certificada a la que se pueda cobrar esa cifra. ¿Pensarán seguramente que todos los uruguayos somos tarados, que se puede llegar al país, dar un nombre cambiado, presentar un aval trucho, rematar por 137 millones de dólares, intentar vender el boleto a su ex patrón, no pagar ni la comisión del rematador y irse lo más campante? No es posible que el presidente del BROU declare alegremente en la prensa que el trámite del aval debería demorar un mes y algo, que debería ser aprobado por el Directorio, pero que como había prisa para que el remate sea exitoso él y solo él lo autorizó en dos horas. Pero aquí no se condena a nadie, deben acordarse, se le termina armando una empresa a los ex trabajadores de PLUNA, los tenemos que bancar, hay que subsidiarlos, y las cuentas quedarán impagas de PLUNA, y terminaremos pagando unos 500 millones de dólares cuando lleguen los resultados de los juicios viejos, los nuevos y hay que pagar al banco los aviones Bombardier. ¡Para eso no la hubieran cerrado! Le terminamos pagando a CAMPIANI un despido, algo insólito, regalamos la zona Franca Aguada Park, pagamos 900 mil dólares de comisión para el que nos trajo a LEADGATE y los CAMPIANI. ¿Somos tontos? ¿Son tontos Tabaré Vázquez, Danilo Astori, Rossi y Lepra? No, no tienen ni un pelo de tontos, ni se equivocaron, no, por favor, que nadie se crea que Astori y Vázquez fueron engañados en su buena Fe, estos tigres sabían todo como se haría, cada paso, por eso pusieron a Jorge Lepra de Gerente General de PLUNA cuando vieron que las papas quemaban. La fotografía que colocamos con esta crónica es un poema, salió en El País creo hace un tiempo cuando “CAMPIANI era el muchachito de la película” y Rossi solo faltaba que le… y Astori como en la foto levantara el trasero. Tabaré Vázquez era efusivo con CAMPIANI públicamente, todo armado, toda un gran culebrón que tendrá un final feliz para los que hicieron las cosas mal, y los uruguayos deberemos pagar todos esos millones de dólares sin chistar, porque la Justicia no hará nada, o mejor dicho si hará, se lavará las manitos y colorín colorado este cuento se ha terminado ---el bocón No 864. - 7/11/12
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Montevideo:
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A la Huella Vieja, vidalitay,
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BOLIVIA
PLATAFORMA DE LUCHADORES SOCIALES
CONTRA LA IMPUNIDAD,
LA JUSTICIA Y LA MEMORIA HISTÓRICA
DEL PUEBLO BOLIVIANO
Bolivianos, que durante las dictaduras militares instauradas en nuestro país entre los años 1964 a 1982, hemos luchado desde nuestras organizaciones, estudiantiles, sindicales, académicas, periodísticas y políticas, por la recuperación de la democracia. En ese tiempo fuimos jóvenes idealistas que no hemos regateado ningún esfuerzo, hemos enfrentado muchos riesgos, persecuciones, pérdida de trabajo por despidos, pérdida de los derechos ciudadanos y la libertad individual, sufriendo detenciones en casas de seguridad, en cárceles y cuarteles, confinamientos en Madidi, Ixiamas, Pekín, Puerto Rico y otros lugares ubicados en la selva amazónica, o en la Isla de Coati en el lago Titicaca, sólo durante la dictadura del Cnel. Banzer más de 4.000 personas fuimos expulsados del país, o sea que fuimos exiliados, algunos de nuestros compañeros entregaron la vida y varios aún están desaparecidos. Nuestros padres, hermanos, esposas, hijos han sido víctimas de hambre, discriminación y zozobra, porque no sabían del lugar donde estábamos, perdieron los medios de subsistencia que les dábamos, dando lugar a problemas sociales tales como divorcios, abandonos y orfandades. Cuando ingresamos a la lucha NUNCA pensamos obtener alguna recompensa por nuestra decisión, pero ahora hay una ley que queremos que se cumpla.
Ley 2640 de 11 de marzo de 2004
Denominada de Resarcimiento a las víctima de la
violencia política, en períodos de gobiernos inconstitucionales,
ha sido promulgada por la obligación que tienen los Estados para reparar los
daños que ha ocasionado la violencia que han ejercido sobre algunos
ciudadanos y sólo debía ubicarse e identificarse a las víctimas por mandato
de la Convención Americana de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de los
Derechos Civiles y Políticos y las garantías constitucionales bolivianas.Lamentablemente el DS 28015 que reglamenta la Ley dice: “La carga de la prueba está bajo la responsabilidad del potencial beneficiario...” o sea que teníamos que probar que estuvimos perseguidos, confinados, detenidos, exiliados en circunstancias en que no dieron crédito a las publicaciones de la prensa, llegando al extremo de exigirnos certificados médico forenses de las torturas o declaraciones testificales de la represión ejercitada sobre nuestras personas, en contraposición y violación de la jurisprudencia establecida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Y en contradicción con el Art. 8.1 de la Convención Americana de los Derechos Humanos. Que han establecido que la carga de la prueba corresponde al propio Estado. El Art. 22 de la Ley establece la “colaboración pública” que obliga a los poderes públicos colaborar con la Comisión Calificadora, mandato que NO SE HA CUMPLIDO, el ejército no ha entregado información sobre las personas que tuvo bajo su custodia en los centros de confinamiento, en los cuarteles, en Chonchocoro, Viacha, Achocalla o en “casas de seguridad”, ni el Ministerio de Gobierno ha entregado nómina de quienes fueron expulsados del País imprimiendo en sus pasaportes el SELLO ROJO como señal para que no se les permita reingresar al país. La última Comisión Calificadora denominada COMTECA ha aprobado sólo 1714 casos con derecho a resarcimiento, y la Unidad de Apoyo a la Gestión Social de la Presidencia está pagando a estos compañeros el 20 % de lo previsto en la Ley 2640, las solicitudes presentadas fueron más de 6200, o sea más de 4500 han sido desestimadas, calificadas como no procedentes . ¿Por qué estamos en vigilia? Desde el mes de marzo (por más de siete meses) estamos frente al Ministerio de Justicia, para que la opinión pública sepa que a ocho años de dictada, no se ha dado cumplimiento a la intención original de la Ley 2640, pues se ha rechazado a la gran mayoría y a los calificados sólo se les ha abonado el 20%. Indignados por la indolencia de la burocracia estatal que no ha atendido nuestros reclamos hemos tomado la decisión de permanecer en vigilia bajo la consigna de AHORA O NUNCA. ¿Qué pedimos? 1.- El cumplimiento de la letra y el espíritu de la Ley 2640 2.- La reapertura y un nuevo plazo para presentar nuevas peticiones. 3.- La revisión con carácter extraordinario y con participación de nuestras Organizaciones de los casos rechazados Solicitamos el apoyo de la opinión pública, de las organizaciones sociales, de los trabajadores, de la prensa, de los estudiantes, con pronunciamientos expresos porque la democracia actual es producto de nuestra lucha, que no sea Bolivia el único país que no respeta y no reconoce a sus luchadores sociales.
Plataforma de Luchadores Sociales
La Paz, octubre de 2012
posta - postaporteñ@ 866 - 2012-11-11
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domingo, 23 de diciembre de 2012
qué me hablan de enseñar a pescar si no han robado las cañas, los anzuelos y el pescado
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