Número 935 | marzo 25 de 2013 | Año 8ª
AUTENTICO
y DESINTERESADO
Veo que el trabajo de William Yohai circula por los hilos invisibles de muchas redes. Dado su nivel y erudición, procuraré responder respetuosa y detalladamente según mi entende
r.
Hay un análisis de clase que los orientales todavía nos debemos:el de la sociedad pastoril ganadera que va desde inicios del siglo XVIII hasta el alambrado de los campos de 1870
El gaucho no fue allí un elemento marginal:
fue una clase social, compuesta de pequeños productores independientes que proveían al mercado capitalista manufacturero de mercancías semi-elaboradas como cuero y sebo
Dentro de los poseedores legales de tierras, tenían sus enemigos de clase en los grandes estancieros ausentistas ("malos europeos y peores americanos") a los que Artigas intentó expropiar, pero tenían aliados entre los hacendados "cimarrones" que vivían en el campo y cuya seguridad Artigas procuró garantizar.
El proletariado rural de las zonas ganaderas se sintió heredero del gaucho; no así el proletariado urbano, usualmente de memoria inmigrante.
Confusamente, las fuerzas que siguieron a Aparicio en 1897 buscaban aquella identidad perdida, "el regocijo abajo" de gente discriminada que exigía "la dignidad arriba" para que hubiera "patria para todos".
El proletariado urbano no lo entendió, Batlle lo convenció de que se trataba de un alzamiento de latifundistas, y se perdió así una magnífica oportunidad para forjar la alianza obrero-campesina en que a veces, en otros países sometidos, participó el "campesinado medo" pues como decía Engels, el canto obrero sin el coro campesino sólo puede ser un canto fúnebre.
El razonamiento falaz de Yohai empieza cuando habla de "todos los terratenientes..." como un mundo homogéneo
Si se refiere a los latifundistas todo lo que afirma es verdad, pero cuando afirma "los intereses de los terratenientes son objetivamente contrapuestos a los de los obreros" e incluye allí a todos los "perceptores de renta" hay que concretar más, por si acaso se habla de los terratenientes no latifundistas:
¿En qué sentido son contrapuestos sus intereses y en qué sentido y cuándo no lo son?
Yohai tiene una capacidad didáctica innegable pero dudo que camine tanto por el campo como yo, y que conozca a la gente de campo como la conozco yo, porque si no, habría advertido que al cúmulo de hacendados pequeños y medianos que resisten ARATIRÍ se les suma el cúmulo de hacendados pequeños y medianos que desde la ruta 27 hasta Rocha, desde Paysandú a Cerro Largo maldicen el monocultivo forestal.
Mientras los latifundistas de la Federación Rural lucran con el agronegocio, y se ponen de rodillas ante las trasnacionales junto a Mujica, en cambio los pequeños y medianos productores se suman a agricultores y apicultores fumigados criminalmente por culpa de la soja transgénica en una protesta del campo que es a veces más aguda que la resistencia actual obrero estudiantil, la cual, aunque crece, todavía está controlada en parte por la burocracia PIT-CNT-FEUU.
Es cierto (claro, no cuestiono su versación) lo que dice Yohai: aproximadamente 800 000 asalariados urbanos gana menos de 11 000 pesos en la mano; sin embargo el pequeño detalle para Yohai de que "según la antigua concepción marxista" (¿antigua?) en su inmensa mayoría "no generan plusvalía" es clave para evaluar su capacidad de paralizar la economía capitalista.
Podrá hacerlo en el futuro, estoy seguro;el campo ya puede hoy ¿No debemos sumar fuerzas contra el modelo entreguista y saqueador?
No creo que hacendados pequeños y medianos se sumen a la campaña de finanzas de la Unidad Popular; ojalá lo hicieran, porque ellos son parte interesada de esta primera fase de la lucha contra el saqueo ambiental
Pero me parece desubicado que Yohai ironice sobre este análisis y lo insinúe como algo mentiroso e interesado, cuando dice: "Claro, en la hora de la campaña electoral los proletarios...no tienen plata para poner."
Por mi parte en cambio, aclaro que siempre pensaré que el generoso apoyo de Yohai a los peludos fue auténtico y desinteresado.
GONZALO ABELLA
- postaporteñ@ 935 - 2013-03-25
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Número 936 | marzo 27 de 2013 | Año 8ª
Análisis con Aciertos, Conclusiones Equivocadas
En el No 934 de Posta Porteña el cro. William Yohai se refiere a los artículos que Gonzalo Abella está publicando en este blog a propósito de un adelanto por capítulos de un libro sobre Aparicio Saravia.
No es esta parte a la que me interesa referirme.
En realidad la referencia a los artículos de Abella es un pretexto de Yohai para ir al verdadero blanco del artículo:el programa de la Coordinación de la Unidad Popular.
El cro Yohai realiza un análisis de la valorización de la tierra desde el 2000 a la actualidad. Sobre la base de un análisis estático y reducido exclusivamente a la valorización de las propiedades y de la renta media por Ha (que reconoce variable, de acuerdo a la calidad de los suelos, ubicación geográfica de los mismos) llega a la conclusión que “tenemos que aceptar que desde la óptica de los terratenientes esta política es altamente beneficiosa.
Y esto incluye a todos los terratenientes perceptores de renta. O sea los que poseen alguna superficie explotable en forma, precisamente, “rentable”.
De esta conclusión válida para el momento actual, extrae Yohai la conclusión de que los propietarios rurales (no importa si sean chicos, productores meramente familiares, medianos, grandes, etc.) son un bloque compacto, sin matices ni contradicciones, tanto entre sí como principalmente con relación a la política económica que favorece la acción de penetración del agro negocio y de las multinacionales en nuestro agro.
Tamaña y categórica manifestación, se contradice con la realidad y es tan falsa como la afirmación contraria en el sentido de decir que todos los pequeños propietarios están en contra de la actual política económica, del agro negocio de la forestación, de la soja, etc.
Hay de todo en el país, cro Yohai.
Hay propietarios rurales que han tenido que vender sus fracciones, amenazadas por los plantíos de eucaliptos, que le han arrebatado la disponibilidad del agua de las napas más accesibles.
Normalmente hay que perforar unos 20 mts para lograr un depósito de agua y por lo que tengo entendido, hasta hace algún tiempo eso salía unos 3 o 4 mil dólares.
Cuando se está rodeado desde hace mucho tiempo de grandes extensiones de eucaliptos, hay que profundizar hasta los 70 mts con un gran aumento de costos, a veces no accesible a un pequeño propietario.
Hay gente que se dedica (o dedicaba) a la apicultura.
Algunos eran propietarios y otros “alquilaban” el uso de campos, para colocar sus colmenas.
La creciente utilización de agro tóxicos ha alterado esta actividad y perjudicado a este sector, que ocupaba varios miles de personas, en varios departamentos del país.
Agreguémosle a ello, todos los propietarios de campos sobre el eje de la ruta 7 y adyacencias (en su mayoría pequeños y medianos ganaderos) que se verán perjudicados por la actividad de megamineria a cielo abierto de ARATIRÍ, a la que se puede agregar otras situaciones similares en otras zonas del país.
Hay colonos que atraviesan dificultades para pagar su renta a Colonización y otros “acomodados” por cuña política desde la época de los blancos y colorados y también con los gobiernos del FA.
Por supuesto que la alta rentabilidad de la soja hace que muchos extranjeros (sobre todo argentinos) no se molesten en comprar tierras (precisamente también por su alto valor) sino que paguen buenos arriendos por ella, sean fracciones chicas, medianas o grandes.
Ello favorece a una fracción de pequeños propietarios, los cuales se transforman en rentistas (y dentro de la lógica del sistema imperante se explica que prefieran la seguridad de la renta, a los riesgos de la actividad chacrera o granjera).
El cro Yohai dice que se busca por parte de Abella la alianza con sectores de terratenientes y compara en cierto modo esta pretensión con la del gobierno y la fuerza política del Presidente Mujica.
No voy a contestar la atribución a Abella, que le corresponde hacerla el mismo, si lo considera conveniente.
Solo haré algunas consideraciones acerca de su peculiar concepto crítico de la “revolución por etapas”.
Como no soy economista como el cro Yohai, sino simplemente un militante político, me siento más cómodo para contestarle en este terreno.
En primer lugar el programa de la Unidad Popular, es provisorio y necesita ser profundizado.
En algunos puntos tiene solo grandes títulos por ej., en el terreno de la política agraria, en lo referente al sistema financiero, etc.
Justamente como integrante de la Comisión de Programa junto a otros cros, tuvimos que ver con la confección del mismo.
Y este es el programa histórico, más o menos actualizado, de la izquierda uruguaya y de la vieja CNT.
Algunos cros dicen que este programa es reformista. Alguna publicación de un grupo de izquierda radical le dedico un articulo analítico, definiéndolo como “democratizante” (¿?)
Bueno, socialista aun no es.
Pero si hiciéramos una prueba hipotética de imaginar una situación en que se dieran las condiciones políticas para que el mismo fuera aplicado ¿cómo reaccionaría la Asociación Rural, la Federación Rural, la Cámara de Industrias, la Asociación de Bancos, la Cámara de Comercio y otras entidades representativas de la gran burguesía en todos sus sectores?
Pondrían el grito en el cielo, moverían cielo y tierra para oponerse con todas sus fuerzas.
Por mucho menos que eso se dio un golpe de estado en Uruguay, cuando las distintas expresiones guerrilleras ya habían sido derrotadas y no estaba a la vista por tanto, ninguna posibilidad de acceso del conjunto de la izquierda al gobierno o al poder en lo más inmediato.
O sea que tan “reformista” no es
¿ Es reformista un programa que proponga la Reforma Agraria, la nacionalización (estatización) de la banca y de la industria frigorífica, la re estatización de las áreas privatizadas ( en Puerto, aeropuertos, gas), la estatización de industrias estratégicas o con elevada presencia de capital multinacional, la eliminación de las Afaps, el no pago de la deuda externa, la ruptura con las políticas del FMI, BM, los tratados de Protección de Inversiones, la salida del CIADI, la integración al ALBA, entre otras medidas?
Más bien se parece a un programa de ruptura...
Claro que Yohai podría decir que los programas no tienen importancia y si la tiene la práctica política real que se lleva adelante. Y en este punto coincidiría con él
Pero a esta altura ni siquiera nuestra practica, ni la mía, ni la suya, ni la de la Unidad Popular, ni la del resto de los cros de la verdadera izquierda molesta mayormente a los detentadores del poder, por la sencilla razón de que no contamos todavía con casi ninguna influencia en los sectores populares.
En eso estamos todos empatados, cro. Eso no me desvela; es por otra parte inevitable en esta etapa. Tampoco es razón para quitarle importancia a un programa, ni desvalorizarlo con el pretexto de mirarlo con una lupa
Estoy en contra del “etapismo” y ya he escrito artículos sobre este tema en la Posta.
Pero una cosa es estar contra el etapismo y otra cosa es creer que al socialismo se llega“de un envión” o sea levantando de buenas a primeras un programa socialista y limitándose a hacer un simple frente de fuerzas de la clase obrera.
¿Qué es el “etapismo”?
Se caracteriza por la separación HISTÓRICA (en tiempos históricos) de la ”revolución” de liberación nacional (concebida en los países de la periferia capitalista, como la conquista de un “capitalismo nacional plenamente desarrollado”) de la revolución socialista.
El ejemplo histórico más clásico era la posición de los mencheviques, en la Rusia prerrevolucionaria, posición que siguieron sosteniendo a posteriori de la misma, diciendo que en un país atrasado y de escaso desarrollo de las fuerzas productivas y proletariado escaso como en Rusia no era posible ir hacia el socialismo sino varios decenios después, cuando el capitalismo se desarrollara y generara en cantidad y organización suficiente a sus sepultureros de la clase proletaria.
También esta era la tesis de muchos PC, en particular después del 4º Congreso de la I.C, cuando se generalizo para todo el mundo y en cualquier lugar, las tesis de los “frentes antifascistas” con sectores de la burguesía.
Hubo dignas excepciones, como la del PC de Perú de José Carlos Mariátegui y en Cuba, la línea que le pretendió imprimir al viejo PC Cubano Julio Antonio Mella.
Ahora, una cosa es rechazar esta tesis, incluidas la versiones criollas de la “democracia avanzada” “el capitalismo productivo “( de Mujica y cía.) y otra cosa es creer que hacia el socialismo se avanza SOLO con la clase trabajadora, por más que ella sea en el Uruguay la mayoría de la población y sea indudablemente, la única clase que no tiene en lo fundamental ( en el plano objetivo) ninguna contradicción con el pleno establecimiento del socialismo en el país y en el mundo.
Ninguna revolución socialista se ha hecho desde el principio CON LAS SOLAS FUERZAS DE LA CLASE TRABAJADORA, por numerosa que ella sea, al menos en los países de la periferia capitalista (que es en el único sector donde se han producido estas revoluciones y por un buen tiempo, creo que va a seguir siendo así)
Ni en Rusia (alianza proletarios y campesinos pobres) ni en Cuba (obreros de la ciudad y el campo, campesinos pobres, intelectuales pequeño burgueses e incluso capas burguesas descontentas con la dictadura batistiana).
Ni en China, ni en Nicaragua, ni en ningún otro lado.
Por lo tanto HAY una fase (prefiero la palabra fase a etapa) de liberación nacional, pues en esta fase el enemigo principal es el imperialismo o sea la burguesía trasnacional respaldada en el imperialismo y sus asociados burgueses internos (la burguesía agro exportadora e industrial o sea casi toda la gran burguesía)
Los aliados de los trabajadores son los pequeños propietarios de la ciudad y el campo, en particular aquellos que trabajan en medios propios de producción, comercio y servicios y lo explotan con su propio trabajo, el de su flia o incluso con unos pocos trabajadores asalariados y orientan su actividad hacia el mercado interno, una parte importante de los profesionales universitarios ( salvo la capa enriquecida de los mismos), intelectuales afines y artesanos, etc.
Una situación intermedia ocupan los sectores de la burguesía industrial y comercial, que no son predominantemente exportadores y trabajan para el mercado interno
stos tienen contradicciones con algunos aspectos de la política económica, pero la misma les orienta por ahora hacia salidas por la vía de una mayor explotación de sus trabajadores y algunos mecanismos adicionales de protección
Ese sector tendera a hacer más solidaridad con el bloque dominante, en particular en los momentos de alza de las movilizaciones obreras y populares.
La necesidad de esa fase ( donde la función dirigente debe corresponder sin ninguna duda a la clase trabajadora y esa es una diferencia fundamental con las tesis mencheviques y del PC arismendiano, que cedían este papel a una hipotética “burguesía nacional” y se reservaban el papel de hacer solo de “picana” desde la izquierda) está dada por el hecho de la imposibilidad de ir a la socialización integral de la economía, no tanto por impedimentos económicos sino por la inexistencia de condiciones políticas en el ámbito de la propia clase trabajadora y sus propios aliados para dar de inmediato semejante salto.
La transición hacia una “ruptura socialista” del capitalismo dependiente, no supone solo la socialización formal de la economía (que durante muchos años se asimilo erróneamente a la simple estatización de los medios de producción) sino a la formación y desarrollo de los organismos obreros y populares para el ejercicio del poder y el control, tanto del Estado como de la economía y la sociedad (tanto en el marco de lo macro como en lo micro económico)
Ello debe procesarse paralelamente a la socialización, debe acompañarla, es en realidad un componente ineludible de la misma y ello lleva cierto tiempo.
De ahí la necesidad de esta primera fase
HAY que quebrar la inevitable resistencia que la gran burguesía realizara por todos los medios a su alcance y sin escatimar esfuerzos, para resistir el proceso, incluso por las vías de la acción violenta como se ha demostrado en todos los procesos conocidos hasta ahora.
Además es necesario convencer a otros sectores de la población con lo que hay que contar de las ventajas del socialismo y eso no se hace de un día para el otro
¿Es necesario y posible acaso, socializar de buenas a primeras la pequeña propiedad, una de las bases de la pequeña burguesía y es la expropiación la vía más adecuada para ello?
Voy a aportar algunos datos sobre Uruguay, para que se vea, que si bien (y esa es una gran diferencia con la Rusia de 1917 y con otros países de la periferia actuales, sobre todo africanos o asiáticos) la clase trabajadora constituye la mayoría de la población, la importancia numérica de la pequeña burguesía es también relevante.
Esto, a los efectos de no mantener esta discusión en términos todavía abstractos:
En términos de la población total del país, la población activa representa un 51,9%, 1.748.300 personas y los inactivos representaban el 28,5%, 960.050 personas
El total se completa con un 19,5% que eran menores de 14 años y, por tanto, no estaban en edad de trabajar el año pasado (1)
Dentro de los activos debemos señalar que la tasa de empleo (cociente entre la población ocupada y la población de 14 años o más), es de un 60,7% en el total del país, lo que implica que hay 1.643.968 personas ocupadas.
La tasa de desempleo ronda el 6%, lo que implica a unas 162. 500 personas en edad de trabajar y que no tienen empleo.
Del total de ocupados, el 57,2%, unas 940.350 personas, son asalariados privados, mientras que un 14,4%, unas 236.731 personas son asalariados públicos.
Si sumamos los asalariados públicos y privados mas lo trabajadores desocupados (162.500) nos da un total para la Clase trabajadora de 1.339.581, que con los familiares que no trabajan o tienen ingresos y están a su cargo, constituyen la mayoría del país.
En realidad esta cifra sería algunas decenas de miles menos, pues habría que restar los “asalariados” correspondientes a altos cargos ejecutivos, gerentes, jefes de plantas y secciones, etc. que sirven directamente al control del capital
Por otro lado, un 5,2% de la población ocupada, unas 85.486 personas, son patrones. Un 18,8% de la población ocupada, unas 309.065 personas, son cuentapropistas con local o inversión, mientras que un 2,8% de la población ocupada, unas 46.031 personas, son cuentapropistas sin local ni inversión.
Hay un 0,2%, unas 3.288 personas, miembros de cooperativas de producción y un 0,1%, 1644 personas, que forman parte de algún programa social de empleo.
[1] MICRO DATOS DE LA ENCUESTA CONTINUA DE HOGARES 2011. Montevideo, 30 de marzo de 2012.
http://www.ine.gub.uy/comunicados/generales/GENERALES0312_1_ECH%20Microdatos%202011.pdf
Podemos considerar los cuentapropistas con local como parte de la pequeña burguesía (son 309.065 personas)
Pero a ello hay que agregarle una parte difícil de precisar de los patronos (unos 85 446, supongamos que sea la mitad de los mismos) y una parte de los jubilados (patronos de Industria y Comercio, profesionales, etc.) que son en total unos 300 mil. Tenemos una cantidad que puede acercarse a las 500 mil personas como parte de la pequeña burguesía; entonces es un sector apreciable de la población.
Mientras este sector tiene por un lado una tendencia al fraccionamiento corporativo por profesiones o actividades pero por el otro una conciencia clara de pertenencia a la “clase media”; ello no ocurre en la clase trabajadora
Esta se organiza con más facilidad, pero como consecuencia tanto del predominio de las concepciones reformistas en su seno, como de las disparidades de ingresos creada por decenios de políticas neoliberales, se reconoce menos a sí misma como “clase trabajadora”
Recientes encuestas señalan que un alto porcentaje de trabajadores de ingresos medios y altos se consideran como de “clase media”, esta es la prueba de lo arraigada que está en la población del país la mentalidad pequeño burguesa.
O sea, que volviendo al hilo principal de esta polémica, es imposible no tener en cuenta esa realidad y limitarse solo al “universo” de los trabajadores, en la tarea de combatir el actual proyecto antinacional y antipopular.
Es más, cuanto menos inserción se tiene en la clase trabajadora (como pasa con la izquierda radical en su conjunto) mas se es proclive a la limitación “obrerista” de los planteos de lucha y cuando mayor inserción se logra en la clase trabajadora, es cuando, por un ensanche natural del horizonte de la practica concreta, se van viendo también la realidad de otros sectores afectados y aliados en nuestro proyecto
Luego sigue Yohai haciendo diversas apreciaciones acerca del Programa de la U.P. tales como que no se señala si las expropiaciones se harán con o sin pago Mi respuesta es: depende de las circunstancias políticas en que se aplique el Programa: si se realiza dentro del actual ordenamiento jurídico, es necesaria una reforma Constitucional ( capitulo que aun no hemos abordado en la Comisión de Programa de la UP, pero a mi entender tendrá que incluir este y muchos otros puntos que faciliten jurídicamente un proceso de cambios o lo aseguren también dándole rango constitucional a los cambios que se realicen).
Sin embargo, los Art. 231 y 232 de la actual Constitución permiten la expropiación para proyectos de desarrollo económico, con posibilidades a indemnizar la totalidad del bien en hasta 10 años, debiéndose pagar por lo menos la cuarta parte del valor del mismo, a los efectos de que la parte expropiante pueda tomar posesión del mismo (Art. 232. Igualmente sigue siendo una limitación importante para un proceso de grandes expropiaciones, pero permitiría ir avanzando algo mientras se generan las condiciones políticas necesarias para la efectivizacion y triunfo de un proyecto de Reforma Constitucional que vaya al cambio de las bases mismas de la sustentación jurídica de la gran propiedad, que está avalada por la actual Constitución.
De paso el cro Yohai señala sin el más mínimo fundamento e información, que sospecha que el retiro de Comuna de la Coordinación de la Unidad Popular se debió a un trasfondo relacionado con aspectos programáticos.
Le informo que está equivocado: los cros de Comuna estaban y están de acuerdo con “las 35 medidas” del Programa; es más aun, participaron en la Comisión de Programa del proceso que condujo a las mismas y nunca cuestionaron ningún punto en particular.
Estamos todos de acuerdo en que se trataba de un programa a profundizar. Los cros se retiraron por otras diferencias, que no tienen nada que ver con lo que “sospecha” el cro Yohai.
Todas estas apreciaciones críticas del artículo del cro Yohai no me impide reconocer la certeza de muchos de los datos que aporta, por lo que siempre leo sus aportes con interés.
Me parece que por algún motivo que no logro dilucidar con claridad,el cro ha extremado el uso de “su lupa” en el programa de la UP
Lamentablemente esa es una práctica que he observado en la izquierda radical y en ciertos sectores de la misma: cuando más cerca estas de las posiciones de alguien, mas se saca la “lupa”, para descubrirte alguna mosca en la leche, aunque sea una pequeña motita
¿Qué importancia tiene cro, que en un Programa recién hecho, de una coalición de 10 grupos ni más ni menos, falte todavía esa cuestión del pago o no pago de las expropiaciones, cuando el mismo aun es preliminar?
Dentro de unos días (el 20 de Abril) se hará un Encuentro Nacional de militantes para discutir la profundización y aportes al programa actual de las “35 medidas”
Saludos a los lectores
JORGE MAIKI
postaporteñ@ 936 - 2013-03-27
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