Número 1532 | lun 4 ENERO 2016 | Año XI
Cuba/ Una emigración que suscita un zafarrancho en
Centroamérica
Redacción de A l’encontre, 31-12-2015 Traducción de Ernesto Herrera – Correspondencia de Prensa "Una tragedia." La palabra está en muchos labios en La Habana en esta temporada de fiestas, a finales de diciembre, para designar la crisis migratoria a la que son impulsados miles de cubanos, atrapados entre el Ecuador y Nicaragua, en espera de una hipotética visa para los Estados Unidos. Los refugiados son entre 7.000 y 10.000, en Costa Rica y Panamá, se alojan en los almacenes y casas de huéspedes improvisadas. Y su número están creciendo exponencialmente en las últimas semanas. Resultado, Nicaragua, Guatemala y Belice han cerrado sus fronteras a los refugiados. "Los cubanos salen del país hacia Ecuador con una idea positiva, que no se le quita. En detrimento de toda la realidad. Ellos piensan que su viaje a los Estados Unidos ocurrirá como un sueño y que las historias de terror que han oído sobre el cruce no va a pasar con ellos ", dice un ex funcionario del Departamento de Inmigración de Cuba. "Se olvidan de que para volver a los Estados Unidos, debe pasar a través de Colombia, donde serán esquilmados y las mujeres violadas por los guerrilleros. Cuba es un país pacífico, sin violencia, tal vez porque no tenemos suficiente para comer no andamos a fuerza de golpes", bromea. Esta crisis migratoria hacia el "Tío Sam" es la mayor desde 1994, cuando miles de balseros cubanos (que huyeron en balsas desde el puerto de Mariel) partieron hacia los Estados Unidos. "Muchos de mis amigos se fueron a Ecuador este año. Estos no eran pobres. Tenían buenas profesiones. Vendieron sus casas (compradas por especuladores, de hecho, de varios países en un mercado cada vez menos gris), abandonaron sus oficios. Una locura. Una colega partió a Florida hace 15 años en una balsa. Ella tuvo que dejar a sus dos pequeños de 4 años y 7 años en Cuba y no pudo verlos hasta 15 años más tarde ", confía Virgen, un librero habanero. Las razones de la afluencia de refugiados, se debe al temor de que los Estados Unidos enmienden las leyes de asilo preferentes que disfrutan los cubanos, a diferencia de todos los demás países de América del Sur. Si todos los medios son buenos para ir a los Estados Unidos, los migrantes cubanos han cambiado su enfoque. Durante mucho tiempo, la mayoría fue probando suerte en balsas improvisadas para llegar a la Florida. Este sigue siendo el caso, pero la presión de los guardacostas cubanos y norteamericanos lleva a los balseros a transitar por México. Cada vez más son candidatos a volar a Ecuador, uno de los pocos países que no requieren visa...hasta el 1 de diciembre de 2015. El 27 de noviembre de 2015, el vicecanciller de Ecuador, Xavier Lasso, anunció que a partir del 1 de diciembre, el país de Rafael Correa requeriría visas de turista a todos los cubanos que deseen ingresar al Ecuador como tal. Esto marcó el final de una decisión de 2008, que fue objeto de un marketing político en 2018: la condición de "ciudadano universal" de la que se derivó el reglamento de migración para residentes cubanos. Esta decisión ha provocado las reacciones de los cubanos en la propia Cuba. Los que han comprado billetes de avión a Ecuador, pero sin visa, se manifestaron frente a la embajada de Ecuador en La Habana. Sin dificultades. Un signo. Este decreto del gobierno de Correa -integrante del “bloque progresista de amigos Cuba"- también forma parte de la decisión del gobierno de Nicaragua para bloquear a unos 3.000 inmigrantes cubanos en la frontera con Costa Rica. El ejército se desplegó para este propósito Por su parte, Costa Rica ha prolongado, finales de noviembre, el permiso de residencia temporal a los cubanos que querían continuar su ruta a los Estados Unidos. Ecuador, como específica el corresponsal de BBC Mundo (27 de noviembre de 2015), se transformó en una plataforma de lanzamiento hacia los Estados Unidos. El gobierno de Quito ha creado una página web - consuladovirtual.gob.ec- que debe ser visitada por los “turistas cubanos" y, posteriormente, deben llenar un formulario de solicitud de una sola visa de turista por 90 días Se firmó un acuerdo el 24 de noviembre en El Salvador -país centroamericano utilizado para el paso a Guatemala y México- entre los gobiernos de la región. El 30 de noviembre de 2014, el diario cubano Granma, el único que en el país puede informar con "precisión", se felicita del entusiasmo laborioso de los funcionarios de la embajada de Ecuador. Según una "investigación" de Sergio Alejandro Gómez, los empleados ecuatorianos no dudaron en realizar horas extras para conceder visados a los ciudadanos de Cuba. Los dirigentes de América del Sur han multiplicado en las últimas semanas las reuniones para encontrar una solución a la crisis. Después de una larga negativa a involucrarse en el caso, Washington llegó a un acuerdo esta semana con los países de América Central. Un primer grupo de cubanos, cuyo número no se especifica, viajará por avión en enero de Costa Rica hasta El Salvador. A partir de ahí, los refugiados pasan a través de Guatemala y México, en autobús, a los Estados Unidos. Muchos detalles de la operación siguen siendo oscuros, Washington no deseaba crear un nuevo flujo de refugiados. Los habaneros, ellos mismos, miden de más en más el desastre humanitario actual. Como Pedro, dentista: "Partir? Nunca. Con un poco de dinero, lo poco que tenemos, podemos vivir bien en Cuba" (Fuentes BBC Mundo, Le Figaro, Héctor Lemieux 30 de diciembre 2015; Granma 30 de noviembre de 2015). Nota El número de balseros cubanos que se lanzan al mar para tratar de llegar a los Estados Unidos sigue aumentando a pesar del reciente deshielo en las relaciones diplomáticas entre La Habana y Washington, dijo un guardacostas norteamericano este miércoles. Desde el 1 de octubre de 2014, 4.084 cubanos trataron de entrar a los Estados Unidos "ilegalmente por el mar", según los guardacostas, son más que los 3.940 registrados en todo el año fiscal anterior, que sirve como referencia para esta declaración y termina el 30 de septiembre. Unos 116 inmigrantes cubanos capturados en el mar en los últimos días en el estrecho de la Florida fueron repatriados a Cuba, afirma un comunicado de los guardacostas. Los 150 kilómetros de mar que separan la punta del estrecho de Florida con Cuba, están infestados de tiburones. "La Guardia Costera desalienta enérgicamente el intento de ingresar ilegalmente al país por vía marítima", dijo el capitán Mark Gordon, en un comunicado. "Estos viajes son extremadamente peligrosos." Los inmigrantes clandestinos cubanos son los únicos autorizados a permanecer en los EE.UU. si logran tocar tierra. Pero son repatriados si se los descubre en el mar Con el deshielo entre Cuba y Estados Unidos, iniciado en diciembre de 2014 y la reanudación de las relaciones diplomáticas en julio de 2015, algunos cubanos temen que este régimen especial de inmigración desaparezca. Este temor ha provocado un aumento en el número de balseros, según las autoridades estadounidenses. Washington ha asegurado no querer cambiar sus leyes de inmigración, por ahora, a pesar de la reconciliación. (AFP, 9 de setiembre de 2015)
EH - postaporteñ@ 1532 - 2016-01-04
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Macri y el país ante una guerra prolongada
Panorama político nacional de los últimos siete días Jorge Raventos El gobierno de Mauricio Macri no ha completado aún su primer mes de ejercicio y ya ha debido enfrentar numerosos y exigentes desafíos. El más reciente –y más acuciante- ha sido la fuga inverosímil desde un penal bonaerense de tres delincuentes peligrosos que conectan el mundo del narcotráfico con el de la política y los organismos de seguridad: ese episodio, todavía inconcluso, es otra metáfora de la deconstrucción del Estado que se consumó durante una larga década bajo el paraguas de un discurso agresivamente estatista. Quizás la principal tarea que debe afrontar el nuevo gobierno es la recreación de un Estado que, liberado de contaminaciones criminales, discrecionalidad facciosa y capitalismo de amigos, curado de la mentira estadística y del burocratismo ineficiente, pueda garantizar defensa y seguridad, educación y salud de calidad a los ciudadanos, independencia a la Justicia, una moneda nacional sana, clima amigable a los emprendedores y a la inversión, promoción al trabajo y la productividad, protección social a los sectores más vulnerables, fortalecimiento e integración a las provincias, presencia activa en el mundo a la Argentina Del frío al calor No se pasa instantáneamente del frío al calor. Pero es importante que el cambio de rumbo se observe con claridad. La nueva administración lo intentó desde el primer momento. Con gestos (conferencias de prensa, exposición de los funcionarios a la demanda del periodismo) y con medidas. El cepo cambiario se levantó en tiempo récord y se evitó que el dólar saltara a las insondables alturas que algunos, con malicia, habían pronosticado. El Banco Central fortaleció su posición de divisas. El gobierno se ha visto presionado por reclamos contrapuestos: se le exige que evidencie gobernabilidad y al mismo tiempo se le ponen condiciones por temor a un fortalecimiento excesivo de su poder. Con el Congreso en receso y con un justicialismo que, aunque resiente de la conducción kirchnerista que determinó su derrota electoral no se decide a liberarse de ella y acentúa rasgos pocos dialoguistas, la Casa Rosada decidió emplear el recurso legal de los decretos de necesidad y urgencia. Lo hizo para designar dos miembros de la Corte Suprema en comisión y también para intervenir la AFSCA (el organismo de control de medios que regenteaba Martín Sabatella e integrarla con la AFTIC (Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones) en un unificado Ente Nacional de Comunicaciones, cuyo horizonte estratégico reside en facilitar la convergencia de las tecnologías telefónicas, informáticas y de televisión para atraer inversiones y desarrollar su calidad, competitividad e integración nacional, regional y mundial. Era previsible que el kirchnerismo (y el pejotismo que aún lo sigue) se opusiera ácidamente a esas señales de autoridad de la Presidencia. Desde Calafate, la señora de Kirchner propicia telefónicamente el asedio al gobierno, para demorarlo y desgastarlo en los primeros meses, que suelen ser aquellos en que los presidentes recién electos cuentan con una cuota mayor de crédito social. Son muchos los peronistas que no acompañan esta postura, pero pocos aún los que expresan sus reparos en voz alta. Uno de quienes sí lo hizo fue Gustavo Marangoni, ex presidente del Banco Provincia y uno de los hombres en quienes Daniel Scioli buscaba consejo político. Marangoni cuestionó a quienes formulan “desde el vamos, un posicionamiento duro y rústico para interpelar la administración Macri” y señaló como ejemplo “las declaraciones y acciones de estos últimos días de los voceros más ortodoxos del kirchnerismo” La coherencia y los decretos Tiene su gracia que justamente el kirchnerismo, el usuario históricamente más compulsivo de los DNU (instrumento que turnó con el empleo del Congreso como escribanía), cuestione a un Macri que apenas estrena la lapicera en esos menesteres, pero quizás sea una ingenuidad esperar coherencia lógica de ciertos discursos políticos. Paradójicamente, muchos aliados de Macri se disgustaron con él por temor a perder su propia coherencia: cuestionaron los DNU del Presidente junto al kirchnerismo de ahora porque no querían parecerse al kirchnerismo de antes. Prevalece aún en ellos la pretérita identidad anti-K sobre la flamante circunstancia de ser oficialistas, es decir, del deber de hacerse cargo de la responsabilidad de gobernar. Lo explicó con lucidez el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo: “Las decisiones del Estado son complicados. Es muy raro que vos tengas una opción siempre entre el bien y el mal. Muchas veces hay cosas donde tenés que elegir el mal menor, o por hacer un bien postergar otro. El Estado es complejo. No es un lugar para tener placer”. Los papeles han cambiado, pero mientras el kirchnerismo no vacila en ponerse el traje de oposición “dura y rústica”, algunos actores del elenco de Cambiemos, una parte de su electorado y un fragmento de los factores de influencia que respaldaron su ascenso parecen decepcionados por las herramientas que puede reclamar el ejercicio del poder. Hay un fetichismo de los instrumentos. En esta columna se señaló, en vísperas de la asunción del nuevo gobierno que “los desafíos de Macri residen en garantizar gobernabilidad (algo que va más allá de los acuerdos legislativos o institucionales) y reinstalar al país en las corrientes centrales del mundo”. Mientras actúe dentro de la ley, el Presidente hace bien en eludir ese fetichismo: su apuesta consiste en fortalecer el principio de autoridad legítima con la mayor eficacia y al menor costo político posible Hostilidad y angustia Parece obvio que no será posible gobernar permanentemente por decreto, pero en este período de receso parlamentario y mientras se da tiempo para tejer los consensos indispensables en el Congreso (con ayuda de los gobernadores) el uso de los DNU le permite al gobierno avanzar y eludir el rechazo legislativo que le procuraría un Senado que aún está bajo el influjo del kirchnerismo. Esta influencia irá cediendo. De hecho, la virulencia esconde una debilidad esencial. En su escrito más reciente, los intelectuales K de Carta Abierta describen la situación de su sector como de “desconcierto” y “angustia”, sentimientos que exhortan a cambiar por “lucidez” e “indignación”. Es un retrato realista y una expresión de deseos. Hoy desempleados, estos pensadores que votaron a Daniel Scioli “desgarrados”, ven venir una etapa de soledad y se enojan ante el hecho de que el gobierno de Macri consiga aliados u opositores constructivos tanto en el peronismo que estaba al margen del kirchnerismo (como el de Sergio Massa, José Manuel De la Sota o Adolfo Rodríguez Saa) como en el que acompañó al gobierno K hasta el final. Los de Carta Abierta los llaman “conversos políticos” y sin mencionar al gobernador salteño Juan Manuel Urtubey, en el que seguramente piensan, se encarnizan con “los señores Lino Barañao y Jorge Telerman”, a quienes atribuyen “la obsesión de figurar siempre en algún lugar del poder formal”. Lo que detectan es que, en menos de tres semanas, ya empieza a observarse en las filas que antes se disciplinaban detrás de la señora de Kirchner un deslizamiento hacia distintos grados de convergencia con el nuevo gobierno, una tendencia que probablemente se acentuará como producto de los trabajos y conversaciones que despliegan el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, el presidente de la Cámara de Diputados, Florencio Monzó y el presidente del Pro, el discreto Humberto Schiavone Asignaturas del gobierno Esa tendencia, claro está, se acelerará o se frenará condicionada por la eficacia de la acción de gobierno para resolver cuestiones. En principio, aquellas que afectan a los sectores mayoritarios y aquellas vinculadas con los principales compromisos de campaña. Por caso, el compromiso de dar batalla a la inseguridad y el narcotráfico. En este sentido, la fuga de los hermanos Lanatta y de Víctor Schillaci, tres protagonistas de crímenes ligados al tráfico de efedrina (un negocio que aportó fondos a campañas electorales K), es un reto tanto para el macrismo bonaerense como para la Casa Rosada. A una semana del hecho, las idas y vueltas de los fugados entre Ranchos y el sur del conurbano burlando cercos de seguridad, baleando policías, cambiando de móviles y refutando en la práctica declaraciones precipitadas que hacían presumir su captura inminente incrementa la inquietud oficial y siembra frustración. Aunque la gobernadora María Eugenia Vidal y su ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, son los que operan en la primera línea en esa batalla, es a Mauricio Macri a quien un fracaso del operativo dañaría más: sería un traspié temprano en un conflicto que todo el mundo reconoce difícil. Si, por el contrario, Vidal y Ritondo (con el apoyo de fuerzas nacionales) consiguen atrapar a los fugados (preferentemente sin que haya nuevas víctimas, en primer lugar los propios delincuentes), la victoria fortalecerá a la gobernadora (a quien suele ningunearse llamándola “Heidi”) y representará una inyección de confianza para el gobierno nacional para persistir en la guerra prolongada contra el amasijo de crimen y política La inflación y el 49 por ciento El otro campo de batalla en el que el gobierno juega mucho es el económico. Particularmente el microeconómico: el escenario del bolsillo, de las góndolas, de las tarifas de servicios. En suma, el de la inflación. Resuelto con éxito el intríngulis del cepo cambiario, ahora se trata de que la devaluación no se traslade devastadoramente a los precios. El gobierno dio respuesta a reclamos de las clases medias y también a los de los exportadores, en especial a los del campo. Fueron satisfacciones para sectores que le dieron respaldo electoral en octubre y en noviembre. Ahora tiene que dar confianza a sectores que, en gran medida, no formaron parte del 51 por ciento victorioso, sino del 49 por ciento derrotado. Si no genera respuestas y expectativas para esos sectores, el gobierno alentará a los sectores “rústicos y duros” de la oposición, facilitará el juego de hostigamientos del kirchnerismo cerril y le hará difícil la tarea a los sectores del peronismo dispuestos a ejercer una oposición racional y sensata mientras trabajan para renovar su movimiento. Esta guerra se gana cerrando la brecha que otros abrieron
JR - postaporteñ@ 1532 - 2016-01-04
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Marcelo Birmajer:
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AL | ¿EL FIN DEL PROGRESISMO
EN EL GOBIERNO?
Sin dudas, estamos viviendo el fin del ciclo en el que el “progresismo” y la “izquierda” asumieron directamente la gestión de la explotación y la opresión capitalista, con una relativa impunidad social, en una parte importante de países de América Latina Dicho ciclo se basó en condiciones relativamente buenas de colocación de las materias primas en el mercado internacional y en el reparto (sumamente relativo y mentiroso) de algunas migajas de las divisas entradas. Mientras esos Estados hacían propaganda sobre las migajas que otorgaban, mintiendo descaradamente sobre la “eliminación de la pobreza”, seguían al pie de la letra los dictámenes de la dictadura de la ganancia del capital, dosificando al mismo tiempo una política clientelista, dando prebendas y sueldos sin contrapartida laboral a algunos sectores de los “sin reservas” para movilizarlos en apoyo al Estado. Se aplicaba así la vieja receta populista, en base a un modelo muy similar al del peronismo en los años 40/50 o al fascismo de Benito Mussolini. El éxito electoral que estos sistemas tuvieron durante las últimas décadas, se debe, sin dudas, al desgaste general de las otras fracciones del capital, al discurso basado en la promesa de cambio y también a la conquista de capas del lumpen proletariado organizadas y movilizadas directamente por el aparato estatal, en base a la gestión y el reparto de esas migajas Pero digámoslo claramente, ninguno de esos regímenes cuestionó nada importante del capital, sino que, al contrario, intentaron canalizar la lucha proletaria contra el capitalismo, que había llegado a tener un carácter insurreccional en muchas partes, tirando abajo gobiernos y haciendo tambalear a los Estados (como en Argentina, Bolivia…), hacia la oposición al “neoliberalismo” Esta palabreja se transformó en el discurso del poder para que no se fuera a las raíces de los males sociales y se atacara al capital mismo, y en última instancia, en la forma con mayor legitimación social para asegurar el aumento de la tasa de explotación, que, digámoslo netamente, siguió aumentando en todas partes. Las migajas necesarias para cooptar lumpenes al aparato del Estado en defensa de la “revolución boliviariana" o “la lucha contra el neoliberalismo”, nunca cuestionó, en ninguna parte, los constantes esfuerzos del poder para buscar la mayor rentabilidad en todos los espacios que esos Estados gestionaban. Sin dudas, la lista que puede hacerse de los países que intentaron esa política es muy grande, aunque no todos sean reconocidos como tales, porque sus discursos antiimperialistas no solo eran todos mentirosos (¡como lo hemos dicho tantas veces no se puede hacer capitalismo no imperialista!), sino que ni siquiera lograron un discurso unificado antiyanqui primario y a cada rato uno u otra de las republiquetas latinoamericanas se abrazaba económicamente con los “gringos”. Probemos igual hacer esa lista, sabiendo que no se trata de una realidad sociopolítica, sino de la imagen supuestamente diferente que esos gobiernos intentaron dar, en algún momento, diciéndose más o menos de izquierda, progresistas o socialistas, y verificamos que en la misma están concernidos más de la mitad de los países latinoamericanos: Brasil, Argentina, Chile, Uruguay, Perú, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Nicaragua… ¿Qué es lo que realmente está cambiando hoy? Para nosotros, principalmente y en primer lugar, el desgaste de haber mentido tanto, durante un tiempo considerable, sin que el proletariado haya tenido ninguna mejora sensible, en segundo lugar, que la dictadura de la tasa de ganancia del capital, especialmente de las grandes multinacionales, tan celosamente respetado e impuesta por el progresismo, ha hecho más evidente y explosivo su antagonismo con la especie humana (apropiaciones, contaminaciones, asesinatos, escuadrones de la muerte, desapariciones…), suscitando cada vez más protestas y rabia contra el modelo, y por último, pero no menos importante, el hecho de que ni siquiera aquellas migajas repartidas puedan considerarse estabilizadas, dado el evidente cambio en las propias condiciones de rentabilidad del capital que agudiza lo que llaman “crisis” y las contradicciones con las fracciones burguesas competidoras Claro que ello no quiere decir que el progresismo se suicidará o desaparecerá del poder, sino que aquellas formas populistas, tan basadas en la “esperanza” y la “voluntad popular”, van cediendo paso cada vez más claramente a las formas abiertamente represivas y dictatoriales, que antes mantenían más escondidas: hay que estar demasiado distraído, o comprado por el poder, para creerse todavía que en América Latina el terrorismo de Estado es un privilegio de la derecha, como verificamos en las denuncias compañeras que publicamos( NdeR: en posta se vienen continuamente reproduciendo notas de Brasil, Uruguay, Argentina, Venezuela y Ecuador entre otras) En cuanto al cuestionamiento del modelo del supuesto “cambio”, el mismo comenzó desde el principio. Sobretodo en los países adonde el proletariado había masiva y violentamente destituido y expulsado al gobierno mismo, al “progresismo” le costó muchísimo venderse como sinónimo de ese “cambio”. Al Estado le fue muy difícil responder, ante el “¡que se vayan todos!” y la rajada de sus presidentes (y otros personajes del poder) para que no los lincharan, con patrañas y “progresismos”. El poder siempre tiene dificultad en transformar una relación de fuerzas desfavorable, producida en la calle, en la ilusión de que el “cambio” podía ser desde arriba. Por eso, por ejemplo, en Bolivia desde la imposición del Gobierno de Morales, el proletariado salió a la calle, vanguardizado por los mineros, gritando “si esto es el cambio el cambio es una mierda” En Argentina a los KK (Kirchner y Kirchner) les costó dos o tres años imponer una relativa disminución de la conflictividad social, que duró menos de una década, aunque hay que reconocer que lo hizo con una gran habilidad (el “¡que se vayan todos!” seguía en la calle), tanto en la organización estatal de capas del lumpen (cuya expresión culminante es lo que se llama hoy “la Campora”), como habían hecho todos los populismos anteriores, como en la criminalización de la protesta social y una represión mucho más selectiva, organizada, perfeccionada, tecnificada. ¡Si Argentina tiene un récord mundial hoy, es en luchadores sociales criminalizados y procesados judicialmente por protestas en las calles! En los últimos tiempos, lo que más cambió la cosa en todo el continente fue sin dudas el gigantesco movimiento de protesta social del proletariado en Brasil, en 2013…Cuantitativamente, nunca el mundo había visto tanta humanidad protestando en tantas ciudades al mismo tiempo y desbordando todas las fronteras de los Estados brasileros y de América del Sur Desde ese momento, el globo del progresismo se pincha y empieza a perder por todas partes. El fin de las condiciones favorables de acumulación capitalista en toda la región siguió desinflando la cosa. La lumpenización de la propia fracción burguesa en el gobierno progresista, su corrupción generalizada, su inconsecuencia sobre su propio discurso se hicieron más patentes. Desde Venezuela a Argentina, desde Ecuador a Uruguay el verso del progresismo se sigue desinflando… “Las empresas más grandes del mundo”, como Petrobras, se mostraron como las de la “mayor corrupción del mundo” ( NdeR: ahora estamos justamente viviendo la Vergüenza nacional de ANCAP) Por todas partes y en todos los progresismos en los gobiernos, se constatan los acomodos, las coimas, la arbitrariedad insoportable de los grupos de choque ligados al poder, la prepotencia policial y parapolicial, los pactos secretos con las multinacionales o el gobierno del “Imperio”, los tráficos de drogas y de influencias, la importancia de lo militar en el poder así como la militarización de la vida misma, las farándulas de corruptos, los “abusos” de los servicios de inteligencia del Estado... Las banderas, como los “derechos del hombre”, se transforman en negocios del personal gubernamental y el dinero público se utiliza en beneficio de la mafia en el poder. Frente a la lucha histórica contra la impunidad, es verdad que el Estado hizo juicios y condenó a algunos de los desaparecedores y torturadores más importantes, pero en general se aseguró la impunidad de lo más sustancial del aparato, llegándose a extremos como premiar con cargos oficiales (en lo interior y exterior) a los más inmundos torturadores, como fue denunciado en Chile, Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Guatemala, Nicaragua, Colombia… Poco a poco, el ciudadano medio se fue enterando que la impunidad generalizada fue pactada desde el principio mismo, cuando la estrategia general del Estado Internacional del capital en todos esos países, en donde se había desaparecido a decenas de miles de luchadores sociales…, había decidido presentarse con jeta “democrática” y “progresista” Los “guerrilleros” en el poder (Chile, Brasil, Uruguay…) habían traicionado en general a sus propios compañeros y no solo habían colaborado con el aparato represor desde el principio, sino que habían pactado la impunidad con los torturadores y desaparecedores, como en el emblemático caso del Uruguay y el presidente “pobre” y “guerrillero” Ello no solo garantizaba la paz social y la seguridad nacional, sino que posibilitó que los ejércitos de todos esos países hicieran el trabajo sucio imperial, como por ejemplo la represión del proletariado en Haití. Poco a poco se verificó que la única lucha contra la impunidad era la que seguía llevando adelante el proletariado contra todos los Estados y los gobiernos, que la única condena real era la condena social y que el asunto de los juicios, lo jurídico y las prisiones, para los torturadores y desaparecedores, no era más que circo y teatro indispensable para el pueblo, cuando no quedó al descubierto que quienes supuestamente estaban presos no lo estaban o tenían un régimen especial de “hoteles de 5 estrellas”
Diciembre 2015 - n° 65 Revista del Grupo
Comunista Internacionalista
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2016-01-04
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Masacre de Once
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VHM: eterno maquillador de su pasado
24.11.15 | El informante - blog de Leonardo Haberkorn El método de Víctor Hugo Morales siempre es el mismo: de a poco va torciendo los hechos de su pasado, dándole giros, acentuando ciertos detalles, omitiendo otros, torciendo un poco más lo que antes ya había torcido un poco, así hasta que la mentira se transforma en verdad y viceversa. En una entrevista que se publicó el fin de semana en el Sábado Show del diario El País, al relator le preguntaron por qué no se presentó en el juzgado el día que debía dirimirse la demanda penal que él mismo había presentado contra Luciano Álvarez y contra mí. El diálogo fue así: —Hace tres años, el libro Relato Oculto señalaba algunos vínculos suyos con militares en tiempos de la dictadura uruguaya. Usted entabló una demanda contra los autores pero no se presentó, ¿por qué? —Porque entendí que lo único que hacía era fomentar la promoción del tema. Yo había pedido que fuera una cosa absolutamente sin participación periodística. No quería una situación escandalosa porque de ese río revuelto siempre se sale mal. Para colmo tenía un cólico nefrítico. Había gente que me decía "¿para qué vas a ir?" Yo estaba en la duda. Estaba enfermo y tenía miedo a la exposición... La ausencia del relator de fútbol en el juzgado de la calle Bartolomé Mitre para comparecer en su propia demanda ya fue explicada otras veces por él mismo de un modo distinto. Primero le dijo al diario El País que no vino a Montevideo debido a "un alto nivel de contractura y de estrés". Solo después la contractura y el estrés se tornaron "cólico nefrítico" y aparecieron los consejos de sus "políticos amigos". Como siempre, el relator reescribe los hechos. Hace unos días en una entrevista radial que me hizo el programa Segunda Pelota conté como fueron las horas previas al juicio. Lo repetiré ahora para que los lectores puedan comprender mejor por qué Morales no vino a impulsar la demanda penal que él mismo había iniciado. Un par de días después de ponernos la denuncia, el relator nos hizo llegar a Luciano y a mí, a través de sus abogados y del nuestro, una propuesta de conciliación. Era un documento de tres puntos que él y nosotros firmaríamos y entonces él desistiría de querer enviarnos a la cárcel. ¿Qué decía esa fórmula de paz? Básicamente, afirmaba que nuestro libro era una "investigación histórica seria y objetiva" y admitía la participación del relator en "algunas reuniones sociales" celebradas en el batallón Florida entre 1975 y 1977. Pero también agregaba que de los hechos narrados en el libro no se podían sacar conclusiones generales sobre la personalidad de Morales ni dudar de su fe democrática ni concluir que fue "complaciente o condescendiente con la dictadura militar". Cuando uno tiene que presentarse en un juzgado penal con la eventual posibilidad de ir preso, uno tiende a buscar una salida. La declaración, por otra parte, reconocía que el libro que algunos habían denostado con tanta virulencia es serio y solo cuenta hechos reales. Pero cuando uno analizaba el asunto con un poco más de calma surgían las dudas. ¿Luciano y yo teníamos que firmar un documento avalando las credenciales democráticas de Víctor Hugo Morales? ¿Por qué? Visto en perspectiva, la respuesta era: No. Nosotros habíamos hecho un trabajo serio y documentado, que -por otra parte- no solo trataba sobre los famosos episodios del batallón Florida. A pesar de todo el escandalete montado, nadie le había podido rebatir ni una línea (hasta hoy). Si Morales es un demócrata o no, si el haber vivido de fiesta con los militares en los años más duros de la dictadura, si haberse olvidado luego de esos amigos justo cuando el viento cambió, si mentir sobre su pasado, si decir que lo prohibió la dictadura cuando en verdad lo prohibió la AUF y la dictadura fue corriendo a rescatarlo, etc., etc. si todo eso lo hacen un demócrata, un buen o mal tipo, un embustero, el Che Guevara o un acomodaticio, eso no lo teníamos que decir ni Luciano Álvarez ni yo. Eso lo tenía que decidir el público. Entonces dijimos que no firmábamos nada. Que íbamos a juicio. Que Morales demostrara en el juzgado que nos habíamos equivocado. Que dijera y demostrara dónde y cómo. Que probara que había difamación e injurias ante un juez del Uruguay, no ante la tribuna de alcahuetes. Entonces fue en ese momento, en ese preciso momento, justo ahí, lo que son las cosas, no se puede creer, en un periquete aparecieron la contractura, el estrés, el cólico nefrítico, las ganas de no hacer bulla y el consejo de los "amigos políticos". Que cada uno saque sus conclusiones
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Venezuela ¿DEMOCRACIA O PARTICOCRACIA?
La crisis continuara y la esperanza de cambio nacida de ese proceso electorero, se irá desvaneciendo poco a poco y llegara el momento en que los pobres del campo y la ciudad, en su diversidad plural sentirán la necesidad de reunirse, agruparse, organizarse y que divorciados totalmente de los partidos políticos y enfrentadas al fundamentalismo neoliberal y sus prácticas de gobierno, asumirán soberanamente su destino histórico, para abrir las puertas a un nuevo país, a través de una constituyente originaria, para reafirmarse y legitimarse en los valores sustantivos de la Venezuela profunda y verdaderamente bolivariana… ENRIQUE CONTRERAS RAMÍREZ Despues de lo que llamaron “debate electoral”, donde la pobreza ideológica y política quedo demostrada con una dirigencia que no estudia ni tampoco investiga, dejando sus campañas electorales a cargo de empresas publicitarias extranjeras que de manera subliminal, le hace creer a la población que vivimos en democracia, fueron nombrados los diputados a la Asamblea Nacional donde aparece la vieja conclusión: los partidos eligen y el pueblo vota, por los candidatos que los conciliábulos de las organizaciones partidistas nombran. ¿Y que queda de todo esto? Un país azotado por el neoliberalismo, fuente energetica del imperio del gran capital, escenario de ancestrales contradicciones sociales que vienen del universo precolombino a la cometida globalizadora que hoy cumple su tarea recolonizadora, para seguir sometiendo al país a ese extractivismo salvaje, que además de llevarse nuestros recursos naturales, deja el triste saldo de pobreza para nuestra gente –claro esta- bajo la complicidad del poder constituido, conformado por los partidos que hacen oposición y constituyen gobierno y de esta manera consolidar sus privilegios. La doctrina y práctica social del neoliberalismo, en su version venezolana, doctrina impulsada por los que dicen representar el socialismo del siglo XXI y en una “extraña” combinación y confabulación con la llamada oposición que se autodenomina democrata, es la expresión de una alianza solapada y responsable de esta crisis económica que nos agobia, producto de sus ejecutorias como elites políticas, económicas, militares, intelectuales de la llamada derecha e izquierda. PODER DEL PUEBLO El llamado poder del pueblo, “representado en las comunas”, es utilizado de la manera más perversa por los intereses de las cupulas corrompidas de la clase dominantes y de esa derecha endógena que dirige el PSUV y que se ha enriquecido a costa de la aspiración de un pueblo, que sigue esperanzado en una revolución que le reivindique en sus más nobles aspiraciones. Ese “poder del pueblo” es una mascarada, que opera publicitariamente como “caza bobos”, utilizando a los sectores más humildes para hacerles creer que vivimos en democracia participativa y protagónica y donde se explota los sentimientos más insignes del ser humano. Esto es posible, porque el ciclo vital de los partidos y su sistema de gobierno se ha cerrado con el despojo de la soberanía popular y su exclusión totalitaria del ejercicio de cualquier forma de poder soberano, privandolo de todo mecanismo de revitalización de las relaciones sociales y de su capacidad de inventar formas de gobierno, tal y como lo planteara nuestro Simón Rodriguez. La crisis continuara y la esperanza de cambio nacida de ese proceso electorero, se ira desvaneciendo poco a poco y llegara el momento en que los pobres del campo y la ciudad, en su diversidad plural sentiran la necesidad de reunirse, agruparse, organizase y que divorciados totalmente de los partidos políticos y enfrentadas al fundamentalismo neoliberal,y sus prácticas de gobierno, asumiran soberanamente su destino histórico, para abrir las puertas a un nuevo país, a través de una constituyente originaria, para reafirmarse y legitimarse en los valores sustantivos de la Venezuela profunda, que ha estado sepultada por la cultura política del realismo petrolero, para recobrar su memoria y ratificar el perfil de identidad de una nueva humanidad que avanza por el camino de la utopía en la edificación de un país distinto, de una patria digna, emancipada, donde la justicia y la libertad, la paz y el bienestar de todos sea posible. Ese es el proyecto de un país que concebimos posible e inmediato y avanzaremos en su construcción con nuestro pensamiento y acción colectiva, como alternativa a la debacle total que nos amenaza impulsada por el llamado socialismo real y el capitalismo globalizado en un nuevo escenario que nos conduzca a inventar un Tercer Camino. LA ORIENTACIÓN DEL FLACO PRADA Hoy, más que nunca recuerdo las orientaciones del hermano de ayer, hoy y siempre Francisco Prada Barazarte (Comandante Arauca), en sus tertulias nos decia: “Asumamos de una vez como válidas y en plena vigencia en este tiempo de confrontación inevitable lo expresado por el Che en su memorable mensaje a la CONFERENCIA TRICONTINENTAL, realizada en la Habana 1966, resumido en las consignas: “CREAR UNO, DOS, TRES VIETNAM”. Eso de continentalizar la lucha, de combatir al enemigo en el gran Teatro de Operaciones del Nuevo Mundo, esa era y esa es la estrategia vigente para alcanzar la victoria de nuestros pueblos. Nosotros, el PROYECTO UTOPÍA TERCER CAMINO ASÍ LO ASUMIMOS más que nunca tiene plena validez” Y esto lo decía, porque estaba convencido, que la única manera de derrotar el imperio del gran capital, era y sigue siendo la unidad de todos aquellos patriotas, verdaderos demócratas y revolucionarios, que unidos bajo el estandarte del ideal bolivariano, es y representa la única manera de derrotar a los enemigos de nuestros pueblos y de la humanidad entera. “Así lo tomamos las fuerzas de reserva de nuestro pueblo representadas en todos aquellos que nos involucramos en el combate de las FUERZAS ARMADAS DE LIBERACIÓN NACIONAL (FALN), la primera batalla contra el mismo enemigo imperialista y sus aliados internos en las décadas de los años 60-70-80”. (Ibídem). Este es el objetivo central del PROYECTO UTOPÍA –TERCER CAMINO para un debate verdadero, contradictorio, de encuentros y desencuentros, polémico, de cara a la búsqueda auténtica de una ruptura para cancelar el régimen de propiedad privada para el ESTADO y la propiedad privada para los dueños del capital, impulsado por el neoliberalismo del socialismo del siglo XXI junto a sus aliados estratégicos representado por los grupos socialdemócratas disfrazados de oposición, para construir la nueva Civilización que hunda sus raíces en nuestra ética, en nuestra estética, en nuestros orígenes, que aliente la afirmación de emancipación irrenunciable de esta humanidad, de este continente. A los revolucionarios del gobierno que vienen siendo excluidos y se ven acorralados en todas sus instancias les angustia y lo discuten con nosotros. Ellos nos han venido estimulando a lanzar esta propuesta y promover este debate. Porque ciertamente se ha intensificado el conflicto por la hegemonía en el seno del estado, en el aparato del gobierno, en todas las instancias del poder civil y militar. Y los factores revolucionarios más auténticos vienen siendo desplazados; y la vieja burguesía, la más tradicional de la IV república, servidora del imperio ha entrado en alianza con la nueva burguesía de la V república de origen burocrático, que se ha fortalecido en el poder y desbrozado el camino para la nueva alianza que se viene gestando Una sola pedrada puede incendiar
a Venezuela
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Brasil / El Lulismo en jaque
Paulo Passarinho (economista) Correio da Cidadania Traducción de Ernesto Herrera – Correspondencia de Prensa El año de 2015 entrará en la historia como el marco de capitulación final del lulismo ante los sectores que determinan la hegemonía de la economía brasilera desde los años 1990. Desde 2003, cuando se abrió la oportunidad histórica de la afirmación de un nuevo modelo económico en Brasil -con el objetivo de enfrentar los problemas estructurales que nos condenan a la dependencia y al subdesarrollo-, las opciones políticas adoptadas por el gobierno federal negaron esa posibilidad. En nombre de la llamada gobernabilidad, imaginada para atenuar conflictos con los sectores hegemónicos, se construyó la ilusión de la posibilidad de convivir con crecimiento económico, distribución del ingreso y mejoría de los padrones de bienestar de la población, sin alteraciones sustantivas en el orden institucional, administrativo y macroeconómico que fue dejado por Fernando Henrique Cardoso. A pesar de las excepcionales condiciones que abrían en el comercio internacional, en combinación con sucesivas derrotas electorales del neoliberalismo y la emergencia de gobiernos con vocación de cambios en los principales países de América del Sur, incluyendo al propio Brasil, las opciones adoptadas por la cúpula del PT al llegar al gobierno, y no interpeladas por sus aliados, fueron de extrema cautela y “respeto a los contratos”, un eufemismo para alejar cualquier perspectiva reformista seria, en relación al orden que fuera constituido a lo largo de la década anterior en el país. Así, lo que designo como la era de las imposturas -con la apología del real fuerte, de la responsabilidad fiscal, del equilibrio de las cuentas públicas, o el fin de la inflación-, fue reforzada por el discurso lulista del fin de la miseria, del surgimiento de una nueva clase media, del pago de la deuda externa, del neodesarrollismo o de la política externa independiente y de proyección del país como potencia global. El primer mandato de Dilma Rousseff, con todo, dio muestras del agotamiento de ese padrón de gobierno, conciliador entre el orden constituido en el país a partir del Plan Real y de las aspiraciones del país y de nuestro pueblo por mejores condiciones de vida. Los efectos prolongados de la crisis económica internacional de 2007/2008, claros equívocos de conducción de la política económica y las consecuencias políticas de las investigaciones de la llamada Operación Lava Jato, hicieron que -ya en 2014, antes del inicio formal de 2015 y de su segundo mandato, y luego del anuncio de su apretada victoria contra Aécio Neves- Dilma adoptase medidas de claro compromiso con la hegemonía liberal y sus intereses. La retomada del ciclo de apriete monetario, a través de la elevación de la tasa básica de intereses; las restricciones crediticias; los sucesivos cortes presupuestarios, con el objetivo de reducir gastos e inversiones del gobierno; y las medidas adoptadas en el ámbito de la dirección de Petrobras, en relación a su plan de negocios e inversiones, incluyendo venta de activos estratégicos a la esfera privada, se constituyeron en variables que impulsaron un fuerte movimiento recesivo en la economía. Derrumbaron la recaudación fiscal -imponiendo una pesada carga a los estados, municipios y áreas sociales- y provocaron el crecimiento del desempleo y la reducción de la masa salarial y del ingreso medio de los trabajadores. Lo que está en curso es un claro proceso de desajuste fiscal y económico que torna la situación política de Dilma y su gobierno todavía más frágil. Pero, ¿cuál es al final la lógica que orienta a la presidenta? En rigor, la misma adoptada por Lula en 2002. En 2014, apremiada por una fuerte desaceleración del crecimiento económico, presiones inflacionarias latentes y la crisis decurrente de las investigaciones de la Lava Jato, incentivada por el propio Lula, procuró reeditar la operación realizada en 2002 por el ex presidente y partió en busca de un hombre del mercado financiero para el comando de la economía. El objetivo seríiacute;a asegurar el apoyo de los sectores dominantes hegemónicos y “blindar” el gobierno de las investidas de la derecha parlamentaria. Como es sabido, en la imposibilidad de Luiz Trabuco, presidente de Bradesco, para asumir el cargo de ministro de Hacienda, la función acabó confiada a Joaquim Levy, ejecutivo del mismo banco y ex secretario del Tesoro en la gestión del primer mandato de Lula. La estrategia lulista de anclar el gobierno Dilma y su segundo mandato en nombres de total confianza de los sectores hegemónicos, fue completada con el anuncio de los nombres de Kátia Abreu, para la cartera de pasta de Agricultura, y de Armando Monteiro, para el ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior. Entre tanto, al contrario de 2002, cuando ya se descontaba una coyuntura internacional extremadamente favorable a los exportadores de commodities, donde se incluyó Brasil, el cuadro actual es totalmente inverso. Lo que está en curso es un ciclo de caída acentuada de precios de los productos primarios, lo que pone en jaque al propio dinamismo de una economía que, dado el modelo dominante -refractario al papel regulador del Estado como planificador e inductor del desarrollo- en mucho depende de la generación de divisas y de la atracción del capital privado y externo En ese contexto, la terapia recesiva de ajuste apenas agrava el cuadro macroeconómico. Al apuntar como bandido al llamado “desajuste fiscal”, el gobierno promueve cortes presupuestarios que afectan el funcionamiento de la máquina pública y especialmente a las inversiones. Con eso, la tasa de inversión en la economía -que ya había sufrido una fuerte desaceleración durante el primer mandato de Dilma, en comparación con el período a 2010-2014- se desfondó. Se agravó el cuadro recesivo, se derrumbó la recaudación fiscal -con fuerte elevación de las tasas de interés- aumentó sustantivamente los gastos financieros de la Unión, con crecimiento de la deuda bruta y la ampliación del déficit nominal (déficit primario + gastos con pago de intereses). La política de Dilma y e Levy, bajo el pretexto de combatir la inflación y evitar la pérdida del llamado grado inversor conferido por las agencias de riesgo, se reveló un total fracaso y agrava la crisis del forma indiscutible. Las medidas promovidas por el gobierno -con el apoyo del sector financiero y de los medios de prensa dominantes- tiene como objetivo la preservación de los márgenes de rentabilidad de los sectores rentitas dominantes, bancos y grandes empresas ancladas en la deuda pública, en tanto se gestan en la sociedad las condiciones para el avance de reformas al gusto de los liberales. En ese complejo cuadro, la amenaza de impeachment de Dilma adquiere una enorme funcionalidad a lo que la Operación Lava Jato Revela, fragilizando todavía más, al gobierno y los partidos que lo sustentan, principalmente al neoPT. Un primer ejemplo fue la presentación al país de la Agenda Brasil, un conjunto de propuestas articulado por João Roberto Marinho (Organizaciones Globo), Paulo Skaf (FIESP, grandes industriales de Sao Paulo) y Renan Calheiros, presidente del Senado, con el pretexto de alejar la amenaza de impeachment, en un momento donde la estabilidad de la presidenta se encontraba en riesgo. La otra iniciativa, que evidencia lo desbarajuste macroeconómico producido por Dilma, fue el lanzamiento por el PMDB, del programa Un Puente para el Futuro, presentado al país por Michael Temer, el vice de Dilma y el indefectible Moreira Franco. Ambas propuestas apuntan a la profundización de las privatizaciones, avance en los cambios en la reglas de la previsión social, alteraciones en la legislación laboral, apertura del sector del petróleo del présal, fin de las vinculaciones presupuestales constitucionales y mayor liberalización financiera. En fin, la cristalización y agudización del proceso de debilitamiento del Estado y la consagración plena del proceso liberal inconcluso. En suma, 2015 representó el resultado objetivo de la estrategia lulista de gobernar sin conflictos con la hegemonía del sector financiero. Con un neoPT desmoralizado, con buena parte de las direcciones de los movimientos sociales cooptada y una izquierda que no se rindió muy fragilizada -además de sus propios errores- la iniciativa más prominente se encuentra en el campo liberal, una vez más.
EH - postaporteñ@ 1532 - 2016-01-04
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Migrantes y Represión
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