SE VINO EL AJUSTE!:
EL GOBIERNO "POPULAR"
Y
LAS CUENTAS DEL CAPITAL
Aún antes de asumir su tercer mandato, antes incluso de anunciar su nuevo gabinete, CFK se vio obligada a mostrar las cartas con las que jugará
en este próximo período que acaba de iniciar.
Y, disipando cualquier duda y rompiendo los corazones de los eternos centristas
(empezando por los siempre dispuestos intelectuales de las ”carteras abiertas”), ha comenzado a instrumentar una serie de medidas que indican, claramente, que el régimen se ha comenzado a alinear con las necesidades del capitalismo internacional ante la crisis en curso, dejando de lado las charlatanerías acerca del “blindaje”, la “fortaleza” de la economía nacional y, sobretodo, de la ”justicia social” como eje de su gestión.
TIEMPOS DE VACAS FLACAS
En sólo un par de meses ha quedado claro que no había blindaje ni había fortaleza ni, mucho peor, había confianza de la burguesía en su gobierno:
una persistente fuga de divisas se puso en marcha inmediatamente después del triunfo electoral, pegando un salto en un proceso que ya venía de antes, pero que ahora alcanza la significativa
cifra de más de 20.000 millones de dólares en
este año.
Las restricciones a la venta de divisas han instalado un próspero mercado negro, en el que el dólar, impulsado no por las compras de Doña Rosa,
sino de las grandes empresas, ronda ya los cinco pesos.
En tanto, el impacto de la crisis internacional se está haciendo sentir sobre el precio de las materias primas, empujadas a la baja por la declinación de la demanda china y por la salida del negocio de los fondos especulativos.
Así es como nuestra estrella exportadora, el “maldito yuyo”, la soja, ha caído de 540 U$S/Tn. a apenas 410 en sólo treinta días, con la
consiguiente sangría para la recaudación de retenciones del sector.
Y esa caída no se limita a la soja, sino que
involucra a todos los demás productos agrícolas, con lo que el perjuicio para las arcas públicas es muy grande.
Por otra parte, la caída de la actividad económica
de nuestro gran socio latino americano, Brasil,
ya al borde de la recesión, está hundiendo el saldo de la balanza comercial bilateral: cada día les vendemos menos y cada día ellos nos venden más. Los propios chinos están presionando para lograr
un mayor acceso a nuestro mercado interno, como forma de paliar la caída de la demanda en los países metropolitanos.
Así es como llegamos a una situación en la que el Banco Central ve reducir sus reservas de manera continua, a pesar de los ingeniosos trucos que utiliza Marcó del Pont para disimular la caída.
Lo cierto es que, en estos momentos, las reservas rondan los 46.000 millones de dólares, cifra a la
que hay que descontarle 15.000 millones de
dólares de garantías de depósitos bancarios y
4.000 millones de préstamos recibidos de otros bancos centrales.
En consecuencia, quedan, apenas 26.000 millones de dólares para respaldar la circulación monetaria
y para hacerle frente los 35.000 millones de dólares que el BC adeuda a la banca local.
O sea, si se trata de números no maquillados por Guillermo Moreno y compañía, las finanzas del gobierno están seriamente comprometidas y la tendencia es a un agravamiento de sus problemas.
Como habíamos señalado en números anteriores
de LA MAZA, el impacto de la crisis en nuestro
país sólo era cuestión de tiempos y formas.
Los tiempos ya se agotaron y la forma que asume está dada, en primer lugar, por la profunda extranjerización de la economía nacional, heredada y alentada desde el gobierno, y por el saqueo que practican esas empresas con sus remesas de utilidades hacia sus casas matrices.
En segundo lugar, la crisis llega por el intercambio comercial y está signado por la vulnerabilidad del monocultivo exportador sojero, por la dependencia absoluta de un par de grandes compradores y por
la volatilidad de los precios de los productos agrícolas
EL SUBE QUE NO BAJA, EL AUMENTO DEL TRANSPORTE PUBLICO
En éste contexto, mantener la política de generosos subsidios a los consumos energéticos –luz y gas-, de aguas y de transportes y todos los planes sociales que adjudicó el gobierno como eje de su política de contención social, se torna, hoy mismo, muy dificultoso y altamente improbable en el futuro cercano.
Para el gobierno se impone, con urgencia, desmontar el principal agujero negro del sistema
que es el subsidio al transporte público y a los combustibles en todas sus formas.
Casi el 40 % de aquellos 80.000 millones de pesos -32.000 millones- son devorados por las generosas ayudas a los colectivos, el precio diferencial de los combustibles del que gozan diversos sectores de
la economía y el sistema ferrovial.
La urgencia con la que De Vido está tratando de
que Macri se haga cargo de los subtes y de sus subsidios oculta una intencionalidad política: que sea el tilingo ingeniero el que dé el puntapié inicial con el aumento del pasaje para después colar ellos con el tarifazo de trenes y colectivos.
La masificación de la tarjeta SUBE va en ése sentido: el plan sería imponer un alza
general de tarifas, pero cargando en ése plástico un subsidio personalizado –decidido por el gobierno-
al usuario que ellos determinen como “realmente necesitado” de esa ayuda.
De este modo, ingenuamente, aspiran a camuflar el tarifazo general con una parcelación clientelista de los consumidores.
Y cómo el universo a seguir siendo subsidiado será un criterio establecido por el Gobierno, lo que cabe esperar es que el grueso de los millones de pasajeros del área metropolitana debe prepararse para pagar un fuerte aumento de las tarifas, con el consecuente impacto en los precios generales que el mismo acarrea.
DIME CON QUIEN ANDAS Y TE DIRÉ QUIEN ES TU AMO
Con ese cuadro desalentador, imprevisto por el guitarrista Boudou y su sucesor Lorenzino, el gobierno ha puesto el pie en el acelerador y lo hace en el sentido en que le marcan las metrópolis:
la crisis ya llegó y la receta de los capitalistas argentinos es la misma que Goldman Sachs y Merkel-Sarkozi imponen en Europa.
Así, en la 17ª Conferencia Industrial y frente a toda
la cúpula de la UIA, el discurso de Cristina dejó en claro que el gobierno va a una “relación carnal” con la elite capitalista. Entre los elogios de los Rocca, Pagani y Mendiguren y con críticas a los reclamos obreros, a la ley de reparto de ganancias impulsada por Moyano y brindando garantías para que las empresas puedan seguir fugando dólares extranjero bajo el eufemismo de remesas de utilidades,
Cristina desbordó de alegría a los capitalistas presentes, los que la aplaudieron como nunca.
Para CFK se acabaron los tiempos de la dulzura
y el reparto, llega la hora del ajuste.
Y, actuando como el que se quemó con leche y llora al ver la vaca, salen a imponer, de manera desordenada e inmediata el desmantelamiento de
un complejo sistema de subsidios que lleva casi
una década y compromete una cifra que resulta inalcanzable en el contexto en que se desenvolverá la economía local. Claro que de los subsidios destinados a solventar la ineficiencia capitalista,
no se habla, o, al revés, como dijo Julio De Vido
“al racionalizar el sistema de subsidios al consumo podremos mejorar la ayuda a las empresas productivas”.
Tanto es así que CFK se encargó de darles tranquilidad a los grandes capitalistas extranjeros para que sigan enviando sus jugosas ganancias a las casas matrices, alimentando la fuga de divisas, el dólar negro y la caída de reservas del Banco Central. En este sentido, CFK dijo:
“Aprovecho para pasar un aviso frente a tanta cosa que se publica y se dice que no se va a permitir
por ley remitir ganancias… Son rumores de lo más disparatados .
Realmente no me preocupan, porque sé los intereses que representan; a mí lo que más me preocupa es que haya tontos que pueden creer cosas como éstas después de 8 años y medio
que lleva este gobierno”.
Esto significa que no está, en absoluto, en los planes del gobierno controlar el mercado de divisas, el comercio exterior o ponerle límites al accionar de los inversores extranjeros.
Y claro, es contundente, CFK, cuando llama
“tontos” a los que imaginan que ella tomará alguna medida contra los capitalistas, si ya llevan ocho años en el poder defendiendo sus intereses!!
Sería bueno que, de estos discursos se hicieran cargo los cagatintas del “modelo”!!
EL TARIFAZO SERÁ UN MAZAZO EN LA ECONOMÍA POPULAR
Claro que, fieles a su trayectoria discursiva,
intentan que los aumentos aparezcan como un acto de justicia social, en donde los ricos, que han gozado generosamente de agua y luz casi gratis para sus countries y piletas, sean los primeros en pagar.
Así resulta que el nuevo vicepresidente, un “concheto” de Puerto Madero según CFK, estará entre los primeros en ser afectados, lo cual no quiere decir que el ajuste termina entre los tilingos
y los parásitos sociales: es vox populi que la meta del gobierno es que sólo sea un pequeño sector de la población el que pueda lograr la eximición del
alza en las tarifas de gas, agua o luz.
Para hacerlo más claro: el plan confeso del
gobierno es que el tarifazo elimine el 80 % de los subsidios. Entonces es de esperar que el impacto de las
subas de tarifas de gas-electricidad-aguas, sobre todo en las clases medias, sea durísimo.
De manera directa se sacarán de los bolsillos de los clientes de esas empresas más de 30.000 millones de pesos, los que irán a las arcas de las concesionarias en reemplazo de las “ayudas” estatales”. El golpe que tendrá ésta decisión sobre la economía, el humor social y la política se dilucidará a lo largo de los primeros meses de
2012, pero nada indica que sea recibida con indulgencia por una población que viene
soportando estoicamente el saqueo silencioso
de la inflación sin una mísera compensación salarial. La idea es que sólo serán aceptados para
mantener el subsidio los que vivan con jubilación mínima, Asignación Universal por Hijo y planes sociales.
Todo el resto, empezando por las hoy oficialistas clases medias urbanas, sentirá crujir
sus bolsillos a partir de marzo, pagando tarifas que triplicaran las actuales. Por otra parte, nadie puede imaginarse que panaderos, carniceros, supermercadistas o verduleros, por citar algunos actores económicos esenciales para la economía popular, pagarán de sus rentas los aumentos que
se vienen. Marzo, definitivamente, será un mes muy duro, en el que se combinarán esos aumentos de tarifas con su arrastre en el índice general de precios, el tradicionalmente crítico inicio de las clases y la sequía económica de las post vacaciones.
Y, precisamente en ese mes, comienzan a discutirse los aumentos salariales en las convenciones colectivas de trabajo.
MOYANO ES “NEGRO, SUCIO, CORRUPTO,
FEO Y VIOLENTO”
Precisamente en ése terreno, el de las paritarias,
se dará una gran batalla entre el gobierno y los sindicatos. No de otro modo debe interpretarse la feroz pelea –ya pública- que se está dando entre
el gobierno y la CGT. Hay en discusión temas que no tienen que ver ni con la educación, la
honestidad ni los buenos modales de Hugo
Moyano, aunque el gobierno pretenda que así es.
De lo que se trata, como siempre, en las peleas entre capitalistas entre sí -o entre ellos y los burócratas sindicales-, es de dinero, de mucho dinero.
En primer lugar, el gobierno les adeuda a las obras sociales de los sindicatos una cifra que orilla los 3.000 millones de dólares en concepto de
reintegros a las mismas, dinero que no ha pagado
ni piensa, remotamente, pagar CFK.
Por el contrario, en las cerradas tolderías del cristinismo más cerril, imaginan una virtual estatización de las obras sociales sindicales, con la consiguiente apropiación de todos los aportes de los trabajadores, los que, demás está decirlo, se transformaran en subsidios para los ricos y agobiados capitalistas.
Por otra parte, detrás de la espada justiciera del siempre afín al poder juez Oyarbide persiguiendo
a Moyano, se esconde la declarada intención gubernamental de imponer un tope salarial de no más del 18-20 % en las próximas paritarias, techo que la CGT ya ha advertido que no piensa respetar. Precisamente ese límite es un elemento central
en la política de ajuste que está instrumentando el gobierno.
Se trata de seguir sosteniendo la transferencia de ingresos desde los sectores populares hacia la burguesía parasitaria, en sintonía con la quita de subsidios, la apropiación de los fondos de la
ANSES y la tolerancia a índices inflacionarios cercanos al 25-30 %.
El gobierno va a expropiar, pero no a los usureros sino al pueblo trabajador para sostener el proceso
de acumulación de capitales de sus amigos, amenazado por la crisis internacional.
Y, aunque esté muy lejos de proponerse ser un defensor de los derechos de los humildes, el moyanismo y una CGT que no sea absolutamente incondicional al régimen son un obstáculo en ese camino.
Y LA GENDARMERÍA ES “RUBIA, ALTA, PACIFISTA Y DE OJOS AZULES”
O algo por el estilo, según la nueva categorización de las fuerzas armadas que acaba de lanzar la señora de Bonafini, en su nuevo rol de defensora
de las instituciones represivas del régimen.
Lo cierto es que todo el giro antipopular que está encarando el gobierno sólo cierra con una fuerte represión sobre el movimiento obrero, los luchadores populares y sociales y hasta sobre los propios burócratas sindicales.
Por otra parte, el nuevo gabinete implica un cierre del oficialismo sobre sí mismo: es un equipo de leales, de incondicionales, unidos por lazos muy profundos y antiguos, tanto de sangre como de dinero.
El “diálogo” político o social– si lo hubiera- se hará desde la cima del poder absoluto y desde una profundización del rol bonapartista que pretende para sí CFK.
El incesante despliegue de Gendarmería por los barrios pobres, la creación de nuevos cuerpos policiales para actuar en las villas de la Capital y
la creación de las policías municipales que acaba de anunciar Scioli y que legaliza a los matones de Curto, Otahece y los demás mafiosos del PJ bonaerense, constituyen una clara señal de cuáles son las verdaderas herramientas discursivas con
las que el gobierno “popular” intentará hacernos comer el reaccionario tarifazo y el congelamiento salarial.
Los operativos de control de pasajeros que ha comenzado a realizar la Gendarmería en los accesos a la Capital, escudados en prevención
del delito, son una clara reedición de los operativos cerrojos de la dictadura: los viajeros son obligados
a descender del micro, a ponerse contra una pared
o contra el mismo y a exhibir sus documentos personales (algo que ninguna ley sostiene); el que no porta su DNI o algo parecido deberá esperar que sus datos sean chequeados con la base de datos, mientras el colectivo sigue viaje sin él
Y lo mismo sucede con los recientes procesamientos de decenas de luchadores por cuenta y orden de jueces alineados con el gobierno, con los reiterados casos de gatillo fácil y con los desbordes policiales ante los conflictos.
Marzo, tiempo de lluvia y neblinas, será, sin dudas, el mes inicial del impacto de la crisis mundial en nuestro país; será, también el mes de las
máscaras caídas, las ilusiones rotas y los puños cerrados.
por
HÉCTOR RIBERA LA MAZA Nº 30
la MAZA - postaporteñ@ nº688 - 2011-12-25
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