sábado, 24 de diciembre de 2011

Que SER valiente NO salga tan caro que SER cobarde NO valga la pena

Número 684 | diciembre 18/12/11 | Año 6º

 

SIGUEN LOS AVANCES DE LAS MINERAS
AHORA VAN POR
LA QUEBRADA 

DE LOS CUERVOS



POR LA DEFENSA DEL 

PATRIMONIO NATURAL DEL URUGUAY


Treinta y Tres



La Sociedad Fomento Rural y los vecinos de la Quebrada de los Cuervos denuncian las recientes actividades de empresas mineras en el Área protegida y su zona adyacente.
Vecinos recibieron cedulones de parte de la empresa TINSEL S.A.:

El Sr. Sequeira, padrón 1273, y T. Montiel, padrón 4461, firmaron la notificación el día 2 de diciembre. La familia Olivera Paresi recibió la notificación el 8 de diciembre para los padrones 5482,5483, 5484, 5486 (Catastro minero DINAMIGE: TINSEL S.A., FERLESOL. S.A., prospección. : Oro).

El 8 de diciembre, gente con 4x4 lujoso, sin otros documentos que el logo de UNIÓN MINERALS GROUPS en la remera, se presentaron en el predio Lacuesta, costa del Yerbal Chico, ante el encargado, diciendo que debían sacar muestras de agua y arena para evaluar contaminación.

Realizaron muestras de una cañada y del Yerbal Chico, sin permiso de los propietarios.

Padrones 6868, 6867,7423 y 1165 (Catastro minero DINAMIGE: Empresa PRADERA DE LA REINA S.A., prospección. hierro, oro).

Luego se presentaron en el predio del vecino Christophe Auguin pidiendo atravesar los campos de a pie y "sacar muestras" de arena en cañadas.

Se le negó el ingreso.

Padrones 1186, 6869, 6870 (Catastro minero DINAMIGE: PRADERA DE LA REINA S.A., prosp. hierro, oro).

Mostraron un mapa con varios puntos en el Yerbal Chico, en el Paso Polo, en lo de Familia Demicheli, todos estos en el corazón de las sierras del Yerbal y otros en el arroyo Yerbalito, del lado del camino al Cerro Pelado.

El 10 de diciembre, entraron personas en el campo de Angélica Pintos y al de Julio Machado y pidieron para levantar muestras de arena.

Sacaron las muestras, mostraron las bolsitas pero no se identificaron.

El jueves 15 de diciembre, de mañana, la misma gente volvió a los de Angélica Pintos y Julio Machado que les impidieron de entrar, luego probaron sin más éxito ingresar el predio de Rosa Franco (escuela 10).
TINSEL S.A. - FERLESOL S.A. -PRADERA DE LA REINA S.A.- UNION MINERALS GROUP -OROSUR.

La Quebrada de los Cuervos y las sierras del Yerbal y su zona adyacente deben ser

libres de minería y desclasificadas de « suelos de prioridad forestal ».


Queremos que la Intendencia de Treinta y Tres nos informe de los proyectos de explotación minera sobre esos padrones y tome las medidas cautelares sobre el área de amortiguación del Área protegida Quebrada de los Cuervos, que el Ministerio de Medio Ambiente, SNAP y DINAMA, asuman sus responsabilidades y hagan respetar las leyes, el patrimonio natural de Uruguay por lo cual han recibido enormes fondos internacionales.

 

AGENCIA PATY

- postaporteñ@ nº684 - 2011-12-18





DESCUBRIENDO "MUSEOS"

 DE LA COBARDÍA FASCISTA

 

Y

FLAGRANTES EVIDENCIAS DE

 LOS DELITOS DE

LESA HUMANIDAD DE 

LA DICTADURA


“El mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad” ( A.Einstein)
 

 

Grupo de Artillería Nº 1 sin “Santa Patrona” que lo ampare


Ayer, jueves 15 de diciembre de 2011, ocho ojos gastados pero bien abiertos y la muy buena memoria sensitiva de una ex prisionera y tres ex prisioneros de la dictadura, deambularon febrilmente durante dos horas y media por las instalaciones del cuartel del Grupo de Artillería Nº 1 “Brig. Gral. Manuel Oribe”, del barrio La Paloma, en la Villa del Cerro de Montevideo.

No habían vuelto a caer, obviamente, aunque la vivencia tuvo algo de libertad (esta relativa libertad de los uruguayos) cercenada, sin ninguna duda y sin metáfora alguna.

Iban agobiados aunque resueltos tras lo que hasta unas pocas horas antes parecía una auténtica “misión imposible”, que, sin embargo. resultó ser una fructífera penetración en el “túnel del tiempo”, de un tiempo jodido y tenebroso y de una durísima realidad que golpea fuerte y con la que no podrá competir ni la más audaz creación de la ciencia-ficción o la literatura de terror, jamás de los jamases.

Poco después de las 09.35 de la mañana, Irma Leites, Javier Peralta, Raúl Rodríguez y Gabriel Carbajales –cuatro ciudadanos de a pié mismo-- se animaron a poner en práctica –como testigos directos— lo dispuesto por la fiscal y la jueza actuantes en una denuncia colectiva por gravísimos delitos de lesa humanidad, recientemente presentada ante la Justicia Penal por un número importante de mujeres y hombres víctimas de tales delitos, ya largamente cincuentonas y cincuentones, aunque muchas y muchos aparenten haber llegado hace rato a los 70 cumplidos.

La “misión”, cruda, ingrata --casi dantesca--, pero necesaria, era si se quiere “sencilla” al menos para el sentido común de los que no estamos habituados a tallar con la lógica “formal” de los verdugos impunes:

Buscar, olfatear, ubicar y señalar, casi 40 años después, el lugar físico exacto en el que centenares y centenares de detenidas y detenidos del “proceso” –cerca de 700--, fueron salvajemente torturados por efectivos militares pertenecientes a dicha unidad, en una cacería humana que duró poco más de una docena de años y en la que destacó por su dureza extrema y su insana cobardía, el protagonismo de oficiales, suboficiales y “clases” de Artillería 1 en los sucesivos períodos de represión feroz contra el movimiento popular, entre 1972 y finales de 1984.

(Esta unidad militar no fue la única, por cierto, pero sí una de las que más sobresalieron por llevar la tortura a expresiones brutales, y por repudiables asesinatos aún no aclarados).

Acompañados por personal de Policía Técnica y un médico forense, y escoltados por oficiales a cargo del cuartel y varios soldados a su mando, las dos representantes del poder judicial y los cuatro testigos, atravesamos lenta y oblicuamente la “plaza de armas” en la que antaño eran estaqueados al rayo del sol los prisioneros, u obligados a mantenerse de plantón, desnudos, hasta caer abatidos por el frío, el sueño y el cansancio, y volver a ser levantados a golpes, o simplemente desmayados a culatazos gracias a alguna “orden superior” llegada desde el “casino” de oficiales (el lugar de “recreación” y solaz gastronómico más “clasista”, si los hay, de un cuartel, es ése, el llamado casino de oficiales: allí, salvando distancias, la oficialidad es un símil caricaturesco de la más rancia vacuno-cracia financiera, y el milico raso, el “recluta”, es el peón de estancia siempre listo para servir al “patroncito”, cumpliendo hasta las órdenes más aberrantes imaginables y las no imaginables también).



Nos costó identificar el lugar preciso donde muy intermitentemente recibieron visitas familiares las detenidas y los detenidos que permanecieron más tiempo en esta unidad, antes de ser trasladados a los penales de “Punta de Rieles” y de “Libertad” o a otras dependencias militares en las que seguirían siendo torturados, o serían asesinados o “desaparecidos”.

Debimos seguir caminando sin poder ponernos de acuerdo sobre esa ubicación con exactitud.

Enseguida, entramos a un gran espacio repleto de cuchetas dobles y vetustos guardarropas de madera apolillada, que oficia actualmente de dormitorio de una tropa a la que el hacinamiento y la promiscuidad en el descanso, le recuerdan permanentemente que es el último orejón del tarro de la selva cuartelera.


Allí, hace cerca de cuatro décadas, eran obligados a “dormir” los prisioneros, pero no en las cuchetas, sino sentados, sin recostarse a la pared y sin poder hablar entre sí más que en algún susurro robado a la fiera atención de una guardia que se paseaba con armas largas y mirada bien celosa, desplazándose sin parar sobre un grueso pretil de ladrillo, a cuyo costado estaba estampada en un gigantesco cuadro al óleo sucio y maloliente, “Santa Bárbara”, la “patrona” de los artilleros, según una de las tantas fantasías castrenses elaboradas para buscar protectores divinos para el triste oficio de la muerte y una anacrónica justificación a la disciplina fundada en el terror del arresto a rigor por pretender discutir una orden, por simplemente pensar o porque a alguna charretera histérica se le ocurre nomás.


De ahí seguimos hasta un abandonado y mugriento frontón de pelota vasca, que era tal por aquellos años, pero también jaula de los ovejeros alemanes y los doberman con que se paseaba la guardia custodiando a los prisioneros.

Pegado a él, otro frontón semi cerrado y ahora convertido en leñera, había servido antaño como escenario de los simulacros de fusilamiento, operación especialmente aplicada a la gente más dañada psicológica y físicamente, tendente a destruirla moralmente e inducirla a desmoronarse completamente en “la máquina” (la tortura): palmadita en el hombro, despedida, y la orden de salir corriendo, encapuchado y esposado, hacia una enorme pared de piedra sobre la que inmediatamente se empezaba a disparar con pistolas automáticas, zumbando las balas muy cerca de quienes tenían ya sobrados motivos para creer que aquello podía no ser una terrorífica parodia de ejecución..


(A veces, muy de vez en cuando, ese mismo lugar era el de increíbles “recreos” que duraban diez minutos y de los cuales se volvía invariablemente sancionado por haber levantado la venda y haber mirado al cielo o a los centinelas armados a guerra, en una ronda demencial que no era recreación, precisamente, sino más bien una forma más de la tortura y de la bestialidad cuartelera fascista).


Pero, bueno, abreviemos.

El relato de todo esto –no se lo puede disimular-- agobia espiritualmente mucho más que el mismo peregrinar cuartelero de ayer en busca de la tristemente célebre “sala de máquinas” de La Paloma, que resultará pieza clave para el fallo judicial en curso.

La búsqueda misma, compartida, colectiva, conversada, amenizada con algún comentario tipo humor negro (“Apurémonos –dijo alguien bajo la lluvia--, no sea cosa que nos agarre un golpe de estado aquí adentro”), causa menos pesadumbre que su misma descripción o reconstrucción escrita intentada posteriormente.


Nos dirigíamos hacia el galpón que también fue usado para secuestrar tandas de más de 200 detenidos separados por fardos de paja sucia y restos de vehículos, cuando la mirada hacia una estructura central de ladrillo, al borde la plaza de armas –con inofensivo aspecto de rincón para la meditación trascendental y el retiro espiritual--, nos hizo descubrir el sitio que fue propiamente la antesala de la tortura, para todas y para todos los capturados en los sucesivos “mega-operativos” de las “fuerzas conjuntas” destinados a liquidar cualquier resto de organización del movimiento popular, incluso mucho después de desarticuladas totalmente sus organizaciones políticas armadas.

Imposible no identificar automáticamente en ese apacible lugar, la tenebrosa escalera de piedra de quince peldaños, por la que se empujaba a todo el mundo, apenas capturados, a un par de corredores ladeados por calabozos, para dejarte de plantón, en “la previa”, mientras la milicada pasaba y te reventaba los tobillos, los oídos, la espalda, a cachiporrazos o culatazos, “preparándote” para la que se venía, mientras un tocadiscos de mierda a toda voz repetía y repetía “salta, salta, salta, pequeña langosta”, atenuando los gritos que venían de abajo de la escalera, desde la espaciosa “oficina” de piso de adoquines en la que los Luis María Agosto, Jorge Silveira y José Gavazzo, entre muchos otros oficiales, iban ejerciendo la inmunda tarea de torturar a mansalva, para arrancar información, para divertirse, para saberse los mejores fascistas, para saciar sus apetitos de simples criminales a sueldo y para hacer honor a su condición de ratas “humanas” sin perdón de dios, del diablo ni mucho menos del pueblo.


Suspirando de alivio contradictorio, en cierto modo, fuimos descubriendo en la parte de arriba, de un lado, camuflados restos de calabozos de un metro y medio por dos metros, con paredes desprolijamente tiradas abajo, en los que ahora se guardan las uniformes “de gala” del cuartel, con sus chirimbolos de utilería, pero cuyas puertas conservan todavía las ventanucas de veinte por veinte y sus mirillas, por las que los carceleros controlaban a los prisioneros.

Del otro lado, tras el descanso de la escalera, el espacio total de lo que fueron los otros tres calabozos, es ahora un pequeñísimo dormitorio femenino, tan claustrofóbico y opresivo como antes, a pesar de unas colchas rojas brillantes que se asemejan a las pilchas de papá Noel (“no duerman más aquí –le dijo Irma a una funcionaria--; tendrán malos sueños”).

Volvimos abajo, al pasillo debajo de la escalera que ahora no conduce a ningún lado y que antes era el corredor hacia la “sala de máquinas”…

 Nada, absolutamente nada que pudiera explicar la sobrevivencia sin sentido del corredor: paredes muy bien blanqueadas con cal espesa, evidencias de cosa muy reciente, nada que indicara la existencia de aquel espacio del terrorismo de Estado practicado bestialmente por los que hoy niegan sus respectivas culpabilidades, cayendo en aquella “falta de carácter” que era motivo de arrestos e incomunicaciones tanto para los prisioneros como para los poquísimos milicos rasos que se atrevieran a desoír las sinrazones del “mando superior” inmediato.

Sin embargo, el registro con ojos de albañil y cabeza de ex preso que no puede admitir que el lugar donde fuera torturado se convirtiera en algo atribuible al delirio, permitió detectar los signos bastante chabacanos de una puerta tapiada a las apuradas, seguramente no hace mucho tiempo.

La orden judicial de inspección del cuartel, contemplaba la “visita” a cuanto rincón cuartelero reclamaran los representantes del poder judicial.

Por lo tanto, nos dirigimos hacia el lugar al que debería habernos conducido la puerta tapiada, que hasta ese momento parecía tan solo la representación material de la pérdida de memoria y el desamor por la verdad que la dictadura y la post dictadura pretendieron de todo el pueblo uruguayo con la generosa asistencia de los que votaron la Ley de Impunidad.

¡Oh, sorpresa!...

La sala de torturas es ahora un inútil pero colorido y “pintoresco” museo de cachivaches militares dispuestos para la veneración místico-funebrera de los amadores de la industria bélico-represiva (viejos y lustrosos cañones de fines del siglo XIX; gigantescas balas bañadas en bronce y cobre; pedazos de charreteras de algún viejo personaje de la vieja artillería “oriental”; un busto de algún “guerrero” que la historia apenas reconoce; vetustos calibradores de acero, tenazas, pinzas, picas de zapador, restos de un pasado de ejército que solo mateaba a la sombra de la arboleda de la plaza de armas, a la espera del próximo golpe de estado; y, entre otros pendorchos y emblemas del poder verde, muchas, muchísimas y carísimas monturas y arreos dispuestos abigarradamente para ocultar los vestigios de puertas y ventanas tapiadas, tan mal y burdamente tapiadas, sin embargo, que se pueden apreciar –y fotografiar-- a simple vista desde el exterior nomás, en verdaderos remiendos de ladrillo nuevo sobre ladrillo viejo).

Alguien reconoce en un viejo tomacorriente en el piso, la evidencia de la “modernización” del cuartel de La Paloma de mediados de los ´70, con la adquisición de la picana que el coronel Agosto dice no haber utilizado “jamás”, para afirmar que él únicamente era el jefe de “los apremios físicos” (“el submarino”, “el potro”, “la colgada”, “la estaqueada”, “el plantón”, etc., etc., ¡pero no de la tortura!!!).


Alguien reconoce también las huellas de donde pendía una roldana utilizada para el sumergimiento “automatizado” en el tacho o submarino, cosa de que los sacrificados verdugos no se mojaran sus delicadas manos en pleno invierno congelante y se atacaran de sabañones…

 Alguien llega a reconocer una vieja y podrida silla en la que eran sentados los torturados para recuperar energías y volver a “la máquina” nuevamente…

Imposible describir todas las huellas del “pasado reciente” en esta verdadera escenografía de la hipocresía y la cobardía militar (de ayer y de hoy, ¡qué joder!), en este estúpido “museo” de la maldad que únicamente pueden haber concebido los que no solamente le temen a la verdad y el castigo, sino también los que nos hablan de un “honor” que, la verdad, es el “honor” de los culpables, de los directos y de sus encubridores y cómplices más allá del tiempo y de los plebiscitos y las leyes modificatorias que no pueden modificar nada más que lo aparente.


Fue unánime: tanto los testigos como los acompañantes de visita en La 
Paloma, no pudimos soportar más tanta elocuencia de los hechos, tanta verdad a la vista, tanta ofensa necia a la inteligencia y la sensibilidad humanas.

Habíamos ubicado finalmente lo que habíamos ido a buscar, y todos sudábamos la gota gorda.

Estaba, justamente, en el sitio en el que los arcaicos planos del cuartel, señalaban la supuesta existencia de lo que parecía haberse construido, premonitoriamente, para que un día los verdugos clamaran al cielo un perdón que jamás llegará de la tierra: una capilla, la capilla de Artillería 1, mutada en centro de la tortura masiva y luego, muy luego –muy luego y muy impunemente--, en este macabro, imbécil y auto condenatorio “museo” de no se sabe qué mierda, de cuyas connotaciones e implicancias no te salva ni “Santa Bárbara” ni el más santo de los santos robados por la liturgia homicida de los represores profesionales, manejen los fierros que manejen, ostenten la omnipotencia que crean ostentar, sean artilleros o simples sicarios a la orden de los autores intelectuales de una historia aparentemente “sin fin”, pero que ya nadie podrá mantener socavada en ningún museo o cualquiera otra invención “cultural” al servicio de la mentira o de una “paz” tonta y perdonavidas que es la antítesis del clamor popular por juicio y castigo, que no se arredrará ante ninguna zonza ilusión de seguirnos pasando gato por liebre o tortura y crimen por “malos tratos” o “apremios físicos” practicados por pobres viejitos y viejitas que siguen siendo jóvenes e imperdonables asesinos del pueblo.


La Paloma queda atrás (atrás de un Cerro obrero que sufrió la tortura sin estar en “la capilla”), pero en la camioneta del poder judicial viajan de vuelta una docena de personas muy distintas en muchos sentidos, pero cuyas respectivas conciencias llevan impregnada una pequeñísima parte de la verdad y un muy íntimo sentimiento de que no hacer justicia, aunque parezca tardíamente, es hacerle creer a los asesinos de ayer y de hoy, que nosotros, todos nosotros, somos sus cómplices.


Gabriel Carbajales, 16 de diciembre de 2011



 DESCUBRIENDO “MUSEOS” DE LA COBARDÍA FASCISTA (II)


Estas imágenes  (se publican en el facebook de La Posta Porteña) complementan los relatos ya publicados sobre la visita judicial –con ex prisioneros como testigos directos-- al cuartel del Grupo de Artillería N° 1, del Cerro, en busca del centro de torturas que funcionó allí durante más de 12 años y que contó con la destacada intervención de los oficiales Luis María Agosto, Jorge Silveira y José Gavazzo.

Aún camuflado y burdamente convertido en “museo” ante la posible inminencia de un “allanamiento” judicial, el patético escenario revela la indisimulable reivindicación –y la confesión— de la “gestión”, entre otros claramente identificados ante el poder judicial, de tres de los verdugos más conocidos de la dictadura, de entre los cuales, Luis María Agosto (hoy coronel retirado y de muy buena jubilación), sigue lo más campante, mutado en personaje del negocio editorial amarillo y actuando en representación de multinacionales de la “bioenergía” que negocian muy lucrativos convenios con la Intendencia Municipal de Montevideo, entre otros curros de su “novedosa” vida de militante falangista y de fogosa defensa de los “valores humanos de la democracia”, de a ratos en el Partido “Nacional” y a la vez coqueteando con el Partido “Independiente” (¡!).


G. Carbajales
 

De la capilla de la tortura al Museo 

Alférez Alexis González



Los que entramos a Artillería 1, La Paloma en el Cerro, retrocedimos:
36 años atrás / 37 años atrás / 38 años atrás / 40 años atrás

En la mañana, al partir de mi casa, hacia allí, en un día desaforado, le dejé una notita a mi hija, que aún dormía: “Voy a retroceder a un diciembre de hace 38 años. Voy a atestiguar que el túnel del tiempo EXISTE, ojala vuelva más joven, no te lo aseguro, Ja!”

Pero, por suerte una vez más, lo que comprobamos que existe, sin duda, es el fabuloso ovillo de la memoria, que lo desata un aroma, un susurro, el roce de las botas al sonar subiendo por las escaleras.

Y entonces, ese hilo se desliza por el pasadizo del tiempo, como un pequeño hilo de agua, que se convierte en una pequeña cañada y luego un arroyo, un río un torrente hasta ser mar.

Hasta devolverle a los ojos una imagen certera del sitio donde nos  torturaron. 

Hoy el oficial nos abría las puertas cerradas. Antes, hace 38 años para mí, ese roce nos venía a buscar para bajarnos a la “máquina”.

Pequeños detalles dormidos dentro de nosotros que se despiertan para señalar, acusar, condenar. Pequeñas energías que se encienden, solo basta que sople un viento suave y se activa…aparecen y aparecen, como ráfagas.

De nuevo ese frío, esas presencias que solo los que estuvimos allí podemos percibir.

Ahí mataron al gordo Marcos, a Basilicio López, ahí sobre un banco, hambriento y aterido, dejaron morir una mañana de invierno a un compañero, por omisión de asistencia, después de una ducha fría, ahí torturaron a cientos de mujeres y hombres, ahí enloquecieron al negro Richard… ahí hambrearon, estaquearon.

Ahí, el Cacho los puteaba. Ahí, con lo que se podía se conspiraba para resistir.

Ahí, cuando ubiqué el calabozo en el que me tenían desnuda, vi el rincón de las ratas, sentí el olor a la grasa rancia que nos ponían por el cuerpo, ahí aún, pude oír el chillido de las ratas que usaban para torturar y les conté ante el asombro del policía de la técnica, que le hablé –hace 38 años- a la rata, le decía que no se acercara, ella en un rincón, yo en otro. Y no se acercó.

Al rato la sacaron de mi celda. La rata fue más humana que el Pajarito Silveira

Y la resistencia viva, también en ese sitio, le mostré a la Fiscal la paloma que dibuje la noche anterior, porque la recuerdo en detalle, una paloma hecha con sangre, ahí en ese calabozo: una paloma que quería decir estás acá, un silbo, un texto,

Alguien limpia la celda de la tortura  / Que se lleve la sangre no la amargura…



Ahí, cuando ubicamos la perrera y el frontón donde nos hacían los simulacros de fusilamiento- hoy leñera- pude percibir el frío que te corría por la espalda cuando en la madrugada te gritaban “corre, corre pichi” y estabas desnuda en medio de soldados y oficiales armados y los perros metidos en la perrera se desesperaban ladrando y tirándose contra los tejidos y no sabías si era verdad que te dispararían o largarían los mastines.

Pude oír las ráfagas que daban contra el frontón y los trozos de pared que te golpeaban y luego cuando ellos se arrimaban y en vilo te levantaban y reían, reían… risa de oficiales mandamás  y de soldados cobardes diciendo amén por el juramento de obediencia debida o simple cobardía.

En fin…seguro no volví a mi casa con 20 años pero sí con la certeza de que ese viaje por el túnel del horror, le puso el marco físico a lo que vive en mí y en cada uno de los compas que sobrevivimos.

Ese lugar existe, como existen los archivos, las fotos, estos ejércitos no destruyen ni los papeles, ni sus fotos, ni nada, son trofeos, o salvoconductos, son “museos” se jactan de sus “hazañas” de clase.

 Como conservan esa silla y esa toalla ahí, las mismas de la tortura en el “museo” como simples trofeos de guerra.

¿Dónde tendrán las capuchas? ¿En el sótano?


En el sitio, donde se torturó pervive ese halo de dolor oloroso: mezcla agria a lágrimas y sangre.

Y esos sudores que solo despide el miedo y creo que la dignidad desnuda ensangrentada, atada no desaparece se mete entre el piso de adoquín de la sala de tortura que tan ingeniosamente Gavazzo nombraba como la capilla, él, era el cura.

 Con el cual  todas y todos “se confesaban” colgadas, picaneados, violadas.

En la humedad que despiden las paredes está la sangre.

Sin hablar fuimos a buscar, bajo la escalera, la puerta al infierno.

Esos detalles del que fue torturado, encapuchado y entrado por puertas que no vimos pero todos sabíamos que allí estaba y si, allí está la huella, la marca de una puerta clausurada, la cerraron pero no le colocaron ni siquiera el tramo de zócalo.

Camuflada muy grotescamente –porque la impunidad de los ejércitos tiene eso- ellos cuando están en el ejercicio del terrorismo de estado se creen invencibles.

No prevén que décadas después los que vosotros torturáis, entren a los cuarteles, cierren los ojos y ubiquen escaleras, calabozos, tirantes donde nos colgaban, enchufes.

No importó ni importa al próximo mandón de turno que paso allí.

Ellos heredan  cuarteles para consagrar el credo de todas las FFAA, “morir por la patria y vivir sin razón” como dicen los Sin Tierra.

Y la consagran con la rúbrica del capital: la IMPUNIDAD.   

  ¿Y saben qué? No se siente que el dolor, sea en vano, no

. El dolor de la barbarie sufrida por los y las compañeras que amas, no nos vence.

Nos hace sangrar la herida que te provocó la víbora,  para que salga el veneno, y no te estalle dentro.

Es sanador cualquier peón rural lo sabe.

Es la cura sin doctor.

Sirve para que el poder judicial, que en general re victimiza a los testigos y es ciego, compruebe que la ingeniería de la impunidad no es invento de viejos o viejas resentidas, sino un proceso que DEBEMOS TORCER, QUEBRAR, porque sus efectos son la desintegración de hoy, los datos de hoy, la vida hoy: las mujeres asesinadas en sus casas, la pasta base, la indiferencia, las cárceles hoy, la tortura hoy, la falta de deseos de revolución de hoy.

Va lejos el olfato, para poder hoy mirar, juzgar y condenar.

Va lejos el oído para volver hoy a encontrar los sonidos del horror y los lazos de la resistencia, el combate.

Un sitio, una escalera, un tirante, una pared.

Un falso piso para ocultar vaya a saber qué. Todo lo vimos…en esas 2 horas y media.

Primero reconocimos el lugar donde daban las visitas, a los que permanecieron años allí, el pabellón “DEPÓSITO DE PRESOS”, el de la hambruna, el del maltrato eternizado, un sitio de muerte lenta, luego el frontón, la perrera.


Después pasamos frente al “Museo”, la palmera, los cañones, claro, en  un cuartel no es nada extraño, que los tengan.

Pero en este caso ese museo, lleno de cañones, monturas, casquillos de balas, tiene una puerta, por la que asoma una escalera
ESA ES
nos dijo todo dentro de nosotros, la misma por la que resbalamos mojados, por la que nos bajaban en andas, con la baranda herrumbrada, hoy  pintada de verde… este “Museo” ubicado frente a una palmera en el lugar central del cuartel, como el florero en una mesa, esa era la capilla de Gavazzo, de Cordero, de Silveira, de Scala, de Agosto, como un florero en una mesa…

Pero no, nada de románico, ni familiar, ni cálido.

Un sitio central en Artillería 1 para la sala de tortura. Ahí en medio de todos los pabellones del cuartel, ahí mismo un lugar que nadie podía desconocer.

En el recorrido nos cruzamos con él.   

Los ojos abiertos, los tímpanos alertas, un día de narices vivas, y el burdo camuflaje de los impunes hicieron posible encontrar la escalera. Igual que en el Florida, allí en Artillería 1, ellos dijeron que los compañeros asesinados en la tortura, se tiraron por la escalera.

Burdo argumento plasmado en varias partidas de defunción firmadas por los impunes médicos asesores de tortura.

El sobrevivir nos da el dolor de ver los pactos,  la complicidad de los otrora compañeros con la impunidad, pero también el privilegio de aprender a amar más a los verdaderos compañeros.

El humor negro nos rescata, es el recurso de la sanación en medio de la insania de un cuartel, ese humor  que nos dice:

Vayámonos de acá, antes que se dé otro golpe de estado…y nos encuentre dentro.

Soldados y oficiales, policía técnica oían los horrores contados en la escena del crimen…que alguien se haga cargo.

De alguna manera sentí que me llevaba de allí adentro muy vivo al Gordo Marco, a Anita Rosadilla, a la Pitico, a la Negra Tere, al Vasco. ¡Salú compas!


Para ellos, una vez más, las palabras de Pablo:



Ellos aquí trajeron los fusiles repletos
de pólvora, ellos mandaron el acerbo
exterminio,
ellos aquí encontraron un pueblo que cantaba,
un pueblo por deber y por amor reunido,
y la delgada niña cayó con su bandera,
y el joven sonriente rodó a su lado herido,
y el estupor del pueblo vio caer a los muertos
con furia y con dolor.
Entonces, en el sitio
donde cayeron los asesinados,
bajaron las banderas a empaparse de sangre
para alzarse de nuevo frente a los asesinos.

Por esos muertos, nuestros muertos,
pido castigo.

Para los que de sangre salpicaron la patria,
pido castigo.

Para el verdugo que mandó esta muerte,
pido castigo.

Para el traidor que ascendió sobre el crimen,
pido castigo.

Para el que dio la orden de agonía,
pido castigo.

Para los que defendieron este crimen,
pido castigo.

No quiero que me den la mano
empapada con nuestra sangre.
Pido castigo.
No los quiero de embajadores,
tampoco en su casa tranquilos,
los quiero ver aquí juzgados
en esta plaza, en este sitio.

Pablo Neruda

Dic. /17 de 2011

Irma Leites



 

PARA LOS 4 de La Paloma


 Alguien debería reenviárselo a los jurados que premiaron el libro de Leonardo Haberkorn, (Milicos y Tupas) que, en el fondo, es una tentativa de lavarse la conciencia que hace el "Cabezón" Agosto, oficial que debería ser procesado de oficio por haber reconocido públicamente que aplico el submarino, el plantón, la capucha y otras formas de tortura que disimula bajo el eufemismo de "apremios".

 HAY UNA CORRIENTE DE PENSAMIENTO QUE QUIERE OLVIDAR LA VERDAD, PERO ELLA ES COMO LA LUCHA DE CLASES Y REAPARECE PORFIADAMENTE CADA TANTO.

Un fuerte abrazo a los cuatro de La Paloma

Tambero 
 


SOY UN PRIVILEGIADO



¡Pues, sí, compañeros!- Artillería 1  fue el teatro de mi vida desde el 22 de mayo de 1972 hasta cuatro o cinco  meses después.
Fui obligado, naturalmente, a vivir la rutina salvaje de un centro de reclusión y tortura.- Pero esa rutina, de la que no zafé, me sirvió para reforzar mis convicciones y mis determinaciones.

Allí este pequeño burgués idealista se graduó de luchador social.
Secretamente,  me sentí un héroe, aunque contra mi voluntad.

Sentí que estaba dando testimonio de mis creencias y de mis convicciones.

Sentí el orgullo de convivir con compañeros heroicos que me ayudaron a templar mi ánimo.

Aunque pueda parecer un disparate afirmo que mis cinco años de cana me sirvieron para clarificar mis ideas y para definir el derrotero de mi vida.

La cana es la universidad del militante.

No me malinterpreten pero creo que no hay mal que por bien no venga.

¡Cuántas pequeñas y grandes anécdotas, cuántos recuerdos, tonificantes y terribles!.¡Cuántos miedos y dolores!

Perdonen un rapto de vergonzosa inmodestia: tuve la fortuna que, pese a todo ello, fui premiado con la dicha, la tranquilidad, de que, pese a todo ese tratamiento de rutina que padecí, -nada se me ahorró-, ningún compañero fue mencionado ni denunciado ni detenido  por mí.

¡Soy un privilegiado!

¡A mis casi 79 años puedo mirar a todos los compañeros cara a cara!

Tuve una familia solidaria y afectuosa, que nunca me abandonó, aunque vivió, como la de todos los presos, sus propias angustias.

Tengo conciencia, también que, como yo no tengo tres huevos, si hubiera recibido un "tratamiento" más especial, con mucho dolor en el alma (y en el cuerpo, claro está)  hubiera desembuchado muchas cosas que algunos compañeros -los que sobreviven hoy- saben que yo podría saber.

Me salvé por feliz casualidad, por no sé qué designios, de ser un buchón involuntario, un ortiva plañidero.

Muchas de las vicisitudes relatadas en su nota por el querido compañero Gabriel vuelven a mi memoria.

Y me emocionan.  Y renuevan  mi indignación, mi dolor y mis dolores, mis penas y el agradecimiento por los compañeros que estuvieron a mi lado (muchos de ellos oídos o presentidos a través de la capucha o la venda sobre los ojos), en aquel inolvidable galpón, sobre una colchoneta de paja empapada, entre fardos de forraje.


¡Nunca más!

¡La lucha continúa!- ¡Habrá patria para todos!


Un abrazo fraterno para todos.


      Elbio V. Moreira Piegas    "El agüelo"




 enviado por N e s t o r  rana 059
 
POSTA - postaporteñ@ nº684 - 2011-12-18




 

Gestiones por las Historias

 Clínicas Médicas
de Presos Políticos que pasaron por el Hospital Militar




Informe a la C.D. de CRYSOL


Estimado compañero Presidente de CRYSOL:


Gastón, te reenvío un informe anterior de fecha 22/5/2010 que probablemente algunos compañeros no conozcan y un resumen de gestiones posteriores

Después que el entonces ministro Rosadilla reconoció que sus esfuerzos por ubicar las historias clínicas de los compañeros detenidos fueron infructuosos tuvimos una reunión.

En dicha reunión le pregunte directamente a Rosadilla si él o Mujica tenían algún interés en contra o inconveniente en ubicar las historias clínicas y entregarlas a sus legítimos dueños.

La respuesta fue enfáticamente que no y que eran problemas administrativos.

A pesar de reconocer que dicha tarea no la podía hacer con el personal que contaba descarto toda ayuda voluntaria y honoraria nuestra y del colectivo de CRYSOL.

Como el problema lo definía de carácter administrativo le planteamos la posibilidad de un acuerdo con el MSP y el MDN.

 A Rosadilla le pareció bien esa posibilidad .Contando con el aval implícito del ministro realice gestiones con el entonces ministro de salud pública Olesker y el director de ASSE  Dr. Córdoba.

Olesker y Córdoba apoyaron activamente la idea  ya que por ley el MSP tiene derecho al acceso a las historias clínicas de todas las instituciones del país.

No prospero esta iniciativa porque no dependía de ellos su realización

Posteriormente el MDN contrato al equipo de investigadores oficiales dirigido por Rico para esa tarea

Esta decisión de contratar al equipo de Rico la apoye inmediatamente y me ofrecí para trasmitirle todos mis conocimientos sobre el tema, como una forma de facilitar y acelerar  su tarea.

Este ofrecimiento fue ignorado pero igual encontré formas de transmitirle la información

Cuando asume Fernández Huidobro realice gestiones para reunirme con él pero no tengo respuesta aun.

Hace dos meses trascendió de que el equipo de investigadores contratados para revisar el archivo pasivo de las historias clínicas del hospital militar encontró más de 20 historias clínicas de compañeros internados durante la dictadura...

Las gestiones ante Rico para que  pasara el listado a  CRYSOL, así llamábamos a los compañeros interesados a retirar su ficha fueron infructuosas. Hoy las fichas encontradas deben de ser mucho más.

Sé que para muchos compañeros el usar el "amiguismo" para obtener datos personales les parece mal.

Eso  se explica por los casos muy conocidos de algunos compañeros en el gobierno que treparon por ser amigos de... y no por su capacidad para  el cargo

En este tema hay que utilizar todos los vínculos posibles.

 Yo estoy un poco limitado porque los compañeros a los que tengo más confianza y amistad pertenecieron a un sector político que se partió en mil pedazos.

Están desparramados por todos lados pero ninguno en cargos de confianza o en puestos claves.

Igual me aportan datos importantes como quien es quien en cada lugar o cuando entra o sale alguien arisco para caerle "casualmente"

Hoy los tres lugares que tienen mas información sobre los compañeros detenidos desaparecidos y/o asesinados y/o torturados son por su orden MDN,  
M. del Interior y COMIPAZ


Ni los familiares directos de los compañeros desaparecidos o asesinados ni las víctimas directas que continúan vivas tienen acceso directo a la documentación existente


Estoy convencido de que el Pepe y los tres compañeros de su confianza personal que dirigen estos lugares no ocultan deliberadamente nada .

Simplemente tienen otras prioridades en su gestión

Retomando lo de las historias clínicas pienso que lo más conveniente es que  se reúna con Huidobro la Chela y le pida sobre su historia clínica
Es mejor que vaya ella como torturada emblemática a pedirle datos a sus antiguos compañeros de organización

 El ministro tiene un criterio amplio para dar las entrevistas pero siempre prefiere estar con viejos conocidos a tratar gente extraña

No importa que sea un pedido personal; tras esa búsqueda aparecerán sus datos y de muchos compañeros mas.

Si F. Huidobro le da más prioridad  y da una orden directa en pocos días tenemos resuelto ese tema

Como antecedente tenemos el caso de Bayardi cuando fue ministro de defensa...

El dio la orden de que buscaran todo lo que había sobre mi persona y a la semana me entregaron más de 100 páginas con detalles de todas mis idas a enfermería, quien me trato y la mendicación dada.

Esto sirvió para que a otros compañeros pidieran y le dieran lo mismo
Cualquier duda ampliamos porque no quiero hacerlo largo.

Me parece que tenemos un problema de comunicación en CRYSOL que hay que solucionar Algunos compañeros manifestaron  desconocer cosas que ya  informe

Un  abrazo


                Lewis


            22 de mayo de 2010

A las historias clínicas las hemos pedido a todos los Ministros de Defensa frenteamplistas

A todos ellos la respuesta de los mandos fue la misma: están todas destruidas y no existen mas

Esta misma inquietud se la trasladamos al actual ministro cuando trascendió su posible nombramiento.

A raíz de ello Rosadilla hace gestiones oficiosas  porque aun no lo habían designado ministro y la respuesta también es la misma

Poco antes de terminar su mandato el ministro Gonzalo Fernández ordena una investigación administrativa para determinar cuándo y por orden de quien se destruyeron esas historias clínicas

Del resultado de dicha investigación surge un archivo oculto con más de 40 mil historias clínicas  del hospital militar

Este cambio de actitud frente a las mentiras de los mandos tiene una enorme importancia y crea un precedente que reafirma el poder legítimamente ejercido por las autoridades ministeriales

Una de las primeras medidas del actual ministro es nombrar funcionarios que ordenen esas fichas para que puedan ser entregadas a las personas involucradas o sus familiares

Para facilitar dicha tarea propusimos participar con el equipo de compañeros que viene trabajando en diferentes archivos y que tiene un conocimiento directo del tema

También le entregamos una lista parcial de compañeros que estuvieron internados en el Hospital militar

Señalamos que deben de haber fichas de algunos compañeros que fallecieron en el hospital militar y luego los mandos decidieron desaparecerlos, de otros compañeros a los que decidieron entregar sus cadáveres y de muchos más que sobrevivieron a las torturas


Ese trabajo seria en forma voluntaria tal como aspira nuestro Presidente y en un formato similar al que firmo CRYSOL con la Biblioteca nacional

Hace unos días transmitimos nuestra inquietud al MDN por la lentitud de los trabajos y reiteramos nuestra oferta de ayuda

Es muy clara la voluntad de las actuales autoridades del MDN de solucionar este problema

Confió que en pocos días lo resuelvan por sus propios medios o pongan en práctica el reiterado pedido de trabajo voluntario del Pepe que es reiteradamente correspondido


                                                                       Lewis



 
LEWIS ROSTAN - postaporteñ@ nº684 - 2011-12-



 

POSTALINAS y CHAMUYOS



Entrevista a
Derlei Catarina De Luca


Brasil : por  Colectivo Catarinense de Memoria, Verdad y Justica
 
 DERLEI: 
 Fundó y coordina el Comité de Santa Catarina Pro Memoria y Desaparecidos Políticos... Durante la dictadura militar, fue detenida y, torturada, sobrevivió, física, moral y políticamente. Exiliada  en Cuba y referente del os DDHH, autora de varios libros   El Jazmín del Jardín de Paolo - La sombra de la higuera - En cuerpo y alma - Içara  -
Cumpra-se - A luta em Santa Catarina




Entrevista com Derlei de Luca de Elaine Tavares

 

     LAMENTABLE MANÁ 

EN URUGUAY




Anoche, 17 de diciembre al termino del recital en el Centenario, interactuando con el público el vocalista Fher de Maná bregó por la unidad de Latinoamérica con esa puesta en escena archigastada de las banderitas (mexicana uruguaya) y aprovechó para decir que no lo hacía en forma demagógica "tipo Chávez".

Minutos antes de este infeliz suceso otro de ellos Alex el baterista, agitando al público, no tuvo mejor idea que invitar al edificio de atrás de la tribuna Olímpica a prender y apagar las luces si es que estaban oyendo.

Qué ironía esta de invitar al Hospital de Clínicas que hace unos cuantos años recibió una ayuda económica de unos 15 millones de dólares del gobierno bolivariano de Chávez.

 Será eso demagogia????

Lamentable Maná!!!.....
Rara manera esta de hacer un llamado a la unidad de Latinoamérica.
 


Mabel Fosman


 "..que ser valiente no salga tan caro,
 que ser cobarde no valga la pena."



El uso  del signo @ y nuestra concepción


Yo quiero aportar mis pensamientos al mundo

¿Y quién no?

Aunque a veces no se tiene nada que decir, no se te ocurre nade de que hablar, ni discutir de política ni de futbol, y mucho menos de la vida.

Entre otras cosas porque ¿Quién es uno …
Pero, ahí está esa imperiosa necesidad de ser oído
De ver si detrás de la pared hay otro .
Necesitamos del otro.

Entonces con esto yo sé que  voy a calentar a más de uno. Pero es algo que quisiera manifestar en este mi grupo de amigos, “Antes de hablar, yo quesearía dicir unas palabras “ Tincho Zabala"
¿Por qué, tenemos, con signos, que expresar nuestra concepción del tema “hombre – mujer” @.
Y además veinte veces por página.

 Lleguemos a un acuerdo.
El que no se haya dado cuenta todavía que no podemos desarrollarnos como varones, si no tenemos una buena hembra al lado, no existe .Mas claro es agua.

Mi mujer que es una gallega durísima, más vale que te pase un tren por encima que tenerla de malas, le re jode eso del feminismo. No lo puede ni ver, y cuidado, que a mí, cada tanto, me manda un guantazo eh…

Y creo que la mujer es lo más hermoso que hay en esta tierra, es lo más inteligente de esta tierra, es lo más sincero  de esta tierra, es lo más interesado en lo tangible y práctico de esta tierra, yo no viviría sin una ni en pedo.
Pero una buena minita de aquellas del Uruguay criollo, que aparecen en  los valsecitos, que todos sus ojos son para el machito, eso carajo es lo que quiere todo varón


DANIEL IRIGARAY



 
POSTA - postaporteñ@ nº684 - 2011-12-18

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