POR LA INDEPENDENCIA POLÍTICA DE CLASE y
LA UNIDAD PARA LUCHAR
Compañeras y compañeros
Me presento, mi nombre es Aldo Gili, como tantos he pasado por varias situaciones críticas, eufemismo para definir la cárcel, la tortura y el exilio.
Ello no significa absolutamente nada en el debate actual, ni subjetiva ni objetivamente.
Esta es para mí una discusión esencialmente política y de enorme trascendencia para aquellos y aquellas que nos reivindicamos del espacio de intención revolucionaria.
Antes de proseguir, dos cosas.
La primera agradecer a Posta Porteña esta página de intercambio y discusión abierta.
Cosa no menor en el espacio rioplatense, aunque esté bastante rezagado respecto a los debates en otros lados de América del Sur (Brasil, Colombia, Venezuela, Ecuador e incluso Chile).
Gracias compañeros y espero que no se ofendan si los considero camaradas.
Hay un problema estratégico fundamental en el debate actual y que no se plantea abiertamente como tal,
¿Es necesario construir una organización que pregone la revolución?
y si ello es cierto
¿Cómo hacerlo en la realidad actual del Uruguay del hoy día?
Al compañero Ornaldo Collazo le advierto, Soy integrante del Consejo Central de AEBU desde hace diez años de manera continua,
Fui integrante del Consejo de Banca Oficial desde 1989, la primera elección con el nuevo Estatuto que daba participación a la minorías.
Soy el más viejo integrante en actividad de la vieja 1955, no de la actual de la que me fui por integrar una Comisión para entrevistarse con el Banco Mundial y el FMI en 1998, sino de la histórica.
Lamento decirlo, entre otras cosas porque me siento muy viejo al plantearlo, y bastante poco humilde al hacerlo, pero lo considero necesario, no obstante, soy el último dirigente en actividad que participó de la” Huelga General del 73”, en actividad y siendo un guacho irresponsable en ese entonces.
Me integré luego a la 810 de AEBU, de lo cual me siento muy orgulloso.
¿Por qué planteo todo esto?
¿Tal vez para darme autobombo?
Espero que entiendan el aspecto subjetivo del asunto. Uno quiere verse reivindicado alguna vez, pero les aseguro que no es por ello.
Simplemente es decirle al compañero Ornaldo que su postura respecto a AEBU no solamente es falsa sino canallescamente infundada.
No me refiero a las posturas de camarada (espero que me acepte como tal) Orlando. Sino a su información.
La postura que da es actualmente minoritaria y traidora. Insisto en el adjetivo, Traidora.
Lo lamento camarada Orlando.
No tengo y nunca tuve en el debate dos caras. Pregunte a los que considero compañeros todavía, Lalo Fernández, Cholo Blasina y mi compadre Bernini.
Ellos les dirán quien es este trosko viejo que dos por tres grita en medio de las calles y avenidas en pelotas y a los gritos, a pesar de considerarme bastante racional en esta sociedad asquerosamente burguesa, liberal y explotadora, Marx Dixit (Grundrisse tomo 3 pág. 143, edición Siglo XXI 1973).
Voy a dejar por acá mis especulaciones, disculpen el auto bombo, a veces es necesario, sobre todo cuando se intenta utilizar el argumento de Autoridad (A saber, AEBU dijo tal cosa, lo cual es falso).
Por otro lado el camarada Tambero sabe cuáles son mis diferencias respecto a él.
Otra parte de mi autobombo que me faltó decir, y espero que me disculpen quien esto lea, es que fui fundador y dirigente hasta que me fui del Frente Sindical del MPP, junto a Luis Puig, el Pata Beltrán, Silvia Carrero, Anita Durán, entre otros, que no nombre porque están casi todos acomodados con el gobierno actual.
Quiero que sepan todos Uds. mi postura.
Pueden darme la espalda, pero sepan jamás mi cuchillo irá contra Uds.
Adjunto mi visión respecto al movimiento sindical y, obviamente político.
Disculpen la extensión, pero creo que el tema lo amerita. E insisto, no es autobombo, pero es que a veces algunas voces mediáticas y no me refiero ni al Tambero ni al camarada Orlando, esconden otras, que no es mi caso, aviso por las dudas.
Salud y Fuerza y Arriba Los que Luchan.
En el Movimiento Sindical...
¿Somos todos Iguales?
(O EL PROBLEMA DE LA UNIDAD)
La pregunta y su respuesta pueden parecer retóricas.
Si fuéramos todos iguales no se entendería la multiplicidad de corrientes, listas y agrupaciones que plagan cada uno de los sindicatos y el PIT-CNT. Ni tampoco sus historias y tradiciones que, se dice, representan.
Estas diferencias tienen múltiples causalidades:
a) desde intereses personales menores de control de esferas de poder (que los hay, aunque más no sea como plataforma de ascenso «político» - a saber candidatearse con posibilidades a distintos cargos - o acomodos de cualquier tipo);
b) pasando por circunstanciales diferencias de intereses -sean del tenor que sean-;
c) prosiguiendo por reales desacuerdos políticos y programáticos, metodológicos de forma, etc. y
d) finalmente a disputas que suman a esto último una larga historia y tradición clasista y de intención revolucionaria.
Nosotros nos reivindicamos de la alternativa d)
Podemos tener muchos errores cuando tratamos de plasmar nuestra visión, pero jamás se nos podrá acusar de acomodados, ni de oportunistas, ni de corruptos o frívolos.
La corriente de opinión en la que nos autoreconocemos tiene décadas de existencia, y su gestación se produjo desde el mismo momento en que los trabajadores en cualquier parte del mundo se juntaron para luchar por sus intereses, reivindicaciones y aspiraciones sociales, tratando tomar la sartén en sus manos.
En nuestro país esta corriente, al principio formada por una mayoría de compañeros anarquistas, se remonta a finales del siglo XIX, con la venida de la primer gran ola de inmigrantes europeos que escapaban del hambre o la persecución política, luego reforzada por los huidos de la Primera y Segunda guerra mundial, cuando ya se habían formado sindicatos autóctonos y militantes y activistas sindicales «enteramente nacionales».
La impronta marxista también desde sus comienzos se notó en nuestro país en esos tiempos como en casi todo el continente.
Así nacieron primero la FORU, luego la USU......
Por otro lado dejando aparte las diferencias políticas e ideológicas, que siguen subsistiendo hoy día, y que remarcamos porque son parte de la historia del movimiento sindical uruguayo, estas distintas posturas políticas gestaron sindicatos distintos, así como centrales y federaciones sindicales sustentadas en organizaciones o planteos ideológicos basadas en esas tradiciones
Esta historia tiene dos culminaciones: las dos sintetizadas en procesos de unidad.
Toda la lucha de las décadas del 50 y 60 del siglo 20 termina en el Congreso del Pueblo del 65 y la fundación de la CNT en el 66.
La resistencia y la oposición a los planes de los gobiernos blancos y colorados producto de la crisis económica estructural de los 50, con el comienzo de la Deuda Externa y disposiciones anti trabajadoras, empujaron a todas las corrientes sindicales a unirse para combatirlos y proyectar planes alternativos.
Pero nunca dejaron de lado sus diferencias. Nunca. Y eran y son de fondo
Lo mismo sucedió en el segundo caso.
Producto de la resistencia a la dictadura, donde los trabajadores organizados cumplieron un rol fundamental, se conformó el PIT, usando una ley de la propia dictadura, a la cual los cuadros «viejos» de la CNT en el exterior sobre todo del Partido Comunista, pretendieron boicotear.
Primó la opinión de los que luchaban desde «adentro» del país.
Otro proceso de unidad producto del acuerdo a pelear contra el enemigo común.
Esta vez no solo no se dejaron de lado las diferencias sino que explotaron poco después en el III Congreso de la CNT en 1987, donde se produjo una ruptura.
El movimiento sindical estuvo dividido por más de tres meses.
La historia oficial del Cuesta-Duarte y de la sociología en boga, casi nunca mencionan este pequeño problema.
La CNT se fundó como Convención Nacional de Trabajadores. Ni Central ni Federación, es decir la CNT era una Asamblea de trabajadores, con estatutos claros, unidos para luchar por el programa votado
Con varios acuerdos:
1. Independencia de clase ante cualquier patrón, partidos político, religión, Estados (lo cual implica gobiernos), no significando esto apoliticismo, dejar de apoyar las medidas consideradas correctas por el gobierno y el Estado, sean cuales sean, o que cada militante y/o dirigentes sindical apoye o pertenezca a cualquier tipo de organización (política, religiosa, etc.)
- Artículo 2 inciso d del Estatuto de la CNT;
2. A Mesa representativa de la CNT primero y el PIT-CNT después estaría compuesta por la máxima cantidad de sindicatos posibles, si es que no por todos, bajo la consigna un sindicato un voto, no aceptándose que un sindicato tuviera más de un voto, a pesar de no estar prohibido por el Estatuto;
3. Se respetará la participación y representación de todas las corrientes sindicales, sobre todo las minoritarias;
4. La CNT tendrá relaciones fraternas con todas las organizaciones sindicales internacionales del mundo, no afiliándose a ninguna;
5. Los dirigentes de la CNT no serán rentados, es decir no serán profesionales, de la CNT;
6. Se apoyarán a sindicatos en conflicto.
Punto de lo más conflictivo hoy en día.
Estos son algunos de los puntos de acuerdos que permitieron la unidad.
La Unidad, insistimos, en la lucha contra los regímenes represores y opresores pro imperialistas y preparadores de la dictadura posterior.
Se le llamó el Pachecato primero y el Bordaberrismo después.
Las diferencias desde el pique estuvieron presentes y fueron parte de la vida cotidiana:
Las había metodológicas, como funcionar más democráticamente en los sindicatos, casi todos controlados en forma absoluta por la mayoría, así se ganara por un voto en las elecciones.
No había reparto proporcional de cargas. AEBU era un paradigma en este sentido;
Las había políticas, como negociar y como luchar, (igual que ahora);
Las había ideológicas, el papel de la lucha sindical en la lucha política y de acumulación de conciencia y fuerzas por parte del pueblo y los trabajadores para cambiar la sociedad (con múltiples opciones, revolución sí o no, guerrilla y/o rebelión, organización previa o creada en el proceso, foco, etc.), se discutía en asambleas y directivas la forma de llegar al poder (Igual que ahora también ¿no?).
Nada de pelotudeces del tipo humanización del capitalismo.
Las diferencias metodológicas devinieron rápidamente en políticas.
Por ejemplo en relación como negociar con el poder político y el gobierno.
La fundación del FA y su mayoría empujó y dio fuerzas a las posturas conciliadoras y reformistas dentro de la CNT.
El Partido Comunista principalmente, pero no sólo, daba impulso a la tesis de los militares nacionalistas y progresistas al estilo peruano, para enfrentarse al gorilaje y la ultra derecha en curso.
Eran momentos de represión asesinatos de compañeros trabajadores y estudiantes, de tortura salvaje a los presos ya políticos desde el 63.
La Consigna era que los Zubía y el Goyo Álvarez eran el sector nacionalista opuesto al «fascismo» fomentado por EUA, la CIA, etc.
Los comunicados 4 y 7 de febrero del 73 produjo una franca ruptura, no orgánica, de la CNT.
La Tendencia Combativa a través de la declaración de las tres F se opuso a esta visión francamente suicida.
Ello se dijo entonces no ahora.
La Huelga General había sido votada por la CNT en caso de amenaza o golpe de estado derechista o «fascista», (los términos variaban según quien hiciera el planteo y no eran solo meras diferencias de palabras).
Esa gloriosa Huelga General, que sí lo fue, fue acatada de inmediato por los sindicatos clasistas.
No por la mayoría controlada entre otros por el PC.
La historia se ha mentido y jamás se ha querido discutir un balance de la Huelga General por parte de la mayoría de entonces.
Todo ha quedado en palabrerío vacío, grandilocuente y mentiroso.
Se dice que la dictadura nació vacía de apoyo social.
Mentira. La apoyaron, casi sin exclusiones, todos los gremios patronales, todos.
Fue un Golpe de Estado, como el de Chile después, el de Argentina, etc., con un gran peso clasista patronal.
Además de tener el apoyo del imperialismo hegemónico, pequeña cosa ¿verdad?
Hablamos de esos mismos gremios patronales que este gobierno y el anterior favorecen y pretenden que sean aliados estratégicos para el «crecimiento» del país.
Humanizar el capitalismo otra vez.
El pueblo y los trabajadores de a pie asumieron lo que la mayoría de las direcciones sindicales no querían.
Ocuparon sus puestos de trabajo y se prepararon a resistir.
Esas mayorías de dirigentes estaban dedicados a otra cosa.
¿En qué?
En negociar con los militares progresistas - por supuesto - la «salida» peruanista primero y el levantamiento de la Huelga después.
No se pudo hacer mucho más con una dirección mayoritaria así.
Igual se resistió durante quince días.
Se pretende esconder las culpas bajo el manto de que «la gloriosa Huelga General fue un triunfo del pueblo y el movimiento obrero uruguayo que hizo nacer huérfana de apoyo social a la dictadura fascista», y que además tenía sus días contados.
Aunque Ud. no lo crea.
Menos van a creerlo cuando contemos que inmediatamente después de la «revolucao dos cravos» (revolución de los claveles) portuguesa del 74, en plena dictadura y con una represión salvaje que se agravaría después, nuevamente se potenció la tesis maravillosa de los militares nacionalistas.
Pocos sabrán que para octubre del 74 se pretendió realizar otra Huelga General para apoyar a los militares nacionalistas, a saber Trabal apoyado por los Zubía y el Goyo Álvarez, gente progresista si las hubo, como todos sabemos
¿verdad?
Los compañeros del PC de aquel entonces lo promovieron.
¿Por qué contamos esto?
Porque es verdad, en primera instancia, y para desvelar toda la tortuosa mendacidad de algunos planteos, no solo de los camaradas del PC.
No todos planteamos a fondo, a pesar de usar las misma consigna, verdad y justicia.
No solo los compañeros del MLN tienen cola de paja
La resistencia a la dictadura y la aceptación de la oportunidad que ofrecían los golpistas con la ley sindical comenzaron la a cambiar la realidad del país.
La formación del Plenario Intersindical de Trabajadores tuvo dos vertientes básicas.
Una histórica, derivada de la tradición de la CNT y sustentada en el básicamente en el exterior, otra interna fundada en cuadros jóvenes forjados en la lucha contra la dictadura, utilizando creativamente instrumentos promovidos por los militares como la amordazadora ley sindical del régimen, recreando sindicatos de bases que derivaron en el PIT.
Los 1ros, de mayo a partir de 1980 (y cuando ni se soñaba todavía con el Referéndum) fueron determinantes en la creación de consciencia del pueblo y en la derrota de los militares.
Desde el principio se dieron encontronazos entre los de “afuera” que pretendían seguir controlando el movimiento sindical uruguayo bajo la bandera de la CNT y subidos al carro de la “gloriosa huelga general en que el pueblo uruguayo hizo nacer huérfana de apoyo a la dictadura fascista”, y los compañeros de “adentro” que estaban creando el PIT prácticamente solos, enfrentando no solo a la dictadura sino también con la oposición de los compañeros exilados que sintieron amenazados sus intereses.
El accionar de distintas fuerzas de izquierda tuvo mucho que ver con todo esto, los compañeros/as organizadas o independientes vieron muchos choques de trenes de enfrentamientos de movimientos y partidos de la izquierda.
El control del movimiento sindical siempre fue crucial.
Pero primó la Unidad para Luchar, al igual que en el 65/66, contra un enemigo común, en este caso la dictadura.
No sucedió lo mismo respecto a cómo había que tratar a los partidos de la oposición.
Fieles al principio sin claudicaciones de la independencia de clases, los dirigentes agrupados en el PIT propusieron realizar el 1ro., de Mayo de 1983 sin la invitación ni la participación de dirigentes de los Partidos Tradicionales.
Postura que triunfó luego de varias votaciones y crisis.
Desde el voto de 1980 contra la Constitución dictatorial, pasando por las elecciones internas de los partidos -menos el FA-, y culminando con el gran acto en el Parque de los Aliados de 1983 (el Río de Libertad), en el movimiento sindical se reprodujeron sistemáticamente las diferencias en cómo encarar la lucha, esta vez plasmadas en la salida a la dictadura.
Si había que negociar o no con los militares, lo cual implicaba algún tipo de perdón a los crímenes contra lesa humanidad, si se negociaba o no con los partidos pro patronales, si se paraban o no las luchas, luego del compromiso político de los militares de elecciones, si se participaba o no de la CONAPRO y un largo etc., etc., etc.
La derrota de las posiciones clasistas en lo político dio lugar al nacimiento de la democracia tutelada que se plasmó con la ley de impunidad.
Dentro del movimiento sindical las cosas se agravaron.
Los viejos cuadros de la CNT volvieron al país con la intención de agradecer a las generaciones nuevas que ayudaron a voltear a los militares, pero con el justo cometido docente de decirles a esos magníficos muchachos que los dirigentes eran ellos.
¡Faltaba más!
Con una palmadita en la espalda y un ¡Bien por Uds. gurises! estos insignes dirigentes exilados, en su mayoría respondiendo al Partido Comunista, creyeron que nada había pasado en el país en diez años.
Que las correlaciones de fuerzas en los sindicatos eran las mismas, que los acuerdos seguían igual, que la CNT era el instrumento de Unidad (¿¡a quien le importaba eso que llamaban el PIT?!).
Sin embargo las cosas habían cambiado.
No solo en lo organizativo con la reconstrucción de casi todos los sindicatos y del PIT, sino que las nuevas generaciones de sindicalistas, forjadas al calor del enfrentamiento con la dictadura, represora y asesina no tenían la más mínima pretensión de que los dejara a un lado, como un instrumento ya usado a la que se le agradece el papel cumplido.
Nuevamente las diferencia políticas surgieron y se produjo el lío.
Fue en el III Congreso
El nombre ya fue un problema.
Si se aceptaba que fuera el III Congreso de la CNT implicaría que el PC y sus aliados impusieran sus concepciones.
Si se llamaba el I del PIT, significaba que las nuevas concepciones, más clasistas y participativas triunfaban en sus criterios.
No había casi discusión de programa, salvo si se aceptaba o no a la CONAPRO y sus derivados, todavía vivos en ese entonces, cuestión nada menor.
El Partido Comunista quiso imponer la aplanadora, y el movimiento sindical se rompió. No fueron todos contra el PC.
Quienes nos fuimos en un comienzo representábamos el 30% de los delegados.
Los compañeros que respondía a lo que hoy es Articulación (sin los militantes del ex PC), al PS, etc., se quedaron casi un día más en el Congreso.
Al no haber tampoco acuerdo con ellos, decidieron retirarse también.
Mientras tanto el Congreso seguía teóricamente funcionando como si nada.
No obstante ya nada sería igual.
Los acuerdos de reunificación dieron al traste los sueños de hegemonía de algunos, comenzando una rutina de funcionamiento difícil de comprender para propios y ajenos, dividido el PIT-CNT en tres corrientes básicas hasta el día de hoy, tal cual planteamos al comienzo.
El resultado es que ese Congreso de 1987, no fue el III de la CNT, ni tampoco el I del PIT, fue el III PIT-CNT.
Imposible que fuera central, cosa que se refrendó a partir de más de cinco congresos ordinarios y extraordinarios en que sistemáticamente se pretendió cambiar el estatuto para transformar al PIT-CNT en una central.
Nunca se pudo.
Este rápido raconto, que no agota para nada todas las vicisitudes del movimiento sindical uruguayo, y que a pesar de ser rápido es bastante extenso considerando los parámetros actuales de lectura, tiene la impronta de nuestra corriente de opinión y no pretendemos ocultarla.
La planteamos para explicar, desde nuestro punto de vista, por qué no somos todos iguales:
Pensamos que la Unidad no está en peligro porque tengamos posturas, posiciones y conceptos organizativos diferentes para el movimiento sindical.
Tampoco porque algunas defendamos nuestras posiciones de maneras que otros compañeros y corrientes opinen que son indebidas, con movilizaciones o llamados a las bases para resolver las cosas, pasando por encima de la democracia institucionalizada de los sindicatos;
Es decir, la Unidad no está en peligro por los diferentes conceptos democráticos y organizativos, si el PIT-CNT es Central o Confederación, del peso de las Asambleas vs., las elecciones, etc.;
La Unidad está en peligro porque hay corrientes sindicales que han abandonado toda crítica y postura de pelea contra un gobierno que consideran suyo, por encima de los intereses de los trabajadores que dicen representar;
La Unidad también está en peligro cuando hay dirigentes sindicales que defienden su silla a cualquier costo, por encima también de cualquier interés de clase, abandonando justamente su carácter de representar una clase en lucha contra el poder existente;
La Unidad está en peligro cuando existen corrientes sindicales que no aceptan ser minorías y presionan hacia la ruptura cuando ello sucede, como es el caso de Articulación y la lista del PIT-CNT constituida por el PC, el MPP, el PVP y otros;
La Unidad está en peligro finalmente, cuando hay compañeros y corrientes sindicales que abandonan definitivamente cualquier defensa a ultranza de la independencia política y de clase, no importa quién gobierne ni quien sea el patrón;
La Unidad está en peligro cuando no se respetan las asambleas y se pasan por encima de la democracia representativa de los trabajadores.
Cuando dirigentes y corrientes sindicales oyen prioritariamente las voces de sus organizaciones y gobiernos y no de sus compañeros de trabajo.
Cuando dirigentes y corrientes aceptan cualquier cosa de viejos amigos hoy en el Estado, antes de las propuestas de sus asambleas;
Esto no quiere decir hacer un llamado al apoliticismo, ni que cualquier cosa es igual, ni dejar de reconocer los avances que puedan promover cualquier gobierno, ni que todos los partidos políticos sean iguales, ni que todas las organizaciones que llegan al gobierno representan de la misma manera a quienes nos dominan, ni que nos dé igual gobierne quien gobierne.
Hay diferencias, no podemos meter todo en la misma bolsa.
Eso nos permite comprender alguna de las cosas que pasan.
Ahora bien, tenemos sí claro que quienes defienden o defenderán a los trabajadores, solo serán los propios trabajadores.
NINGÚN GOBIERNO LO HARÁ, SALVO QUE SEA UN GOBIERNO DE CLASE DE LOS TRABAJADORES CON UN ESTADO CONTROLADO POR LOS TRABAJADORES.
Y aun así habrá conflictos y muchas contradicciones.
No somos tampoco de los que creemos que todos los compañeros que integran Articulación piensan de la misma manera, pero consideramos sí que una mayoría de ellos tienen claro que la defensa de los gobiernos del FA es esencial para el progreso del país y por ende de los trabajadores, a pesar de los pesares, sobre todo a pesar de los intereses de los trabajadores.
Lo mismo decimos de los compañeros integrantes de la lista 1 del PIT-CNT para la última elección de la Mesa Representativa, lista integrada por (según los mismos participantes) compañeros que responden al PC, MPP, PVP, PS y otros.
No son todos los mismos, pero junto con Articulación representan a la inmensa mayoría de fuerzas del F.A.
Hubo momentos en el Congreso que la lucha de cargos se parecía más a una Mesa Política y Secretariado del F.A. que a un congreso del PIT-CNT.
Poner a todos en una misma bolsa es un error.
Desconocer que las intenciones de una mayoría de llevar el movimiento sindical a ser una especie de apéndice social de los gobiernos del FA es un error aun más mucho grave.
Ante cada instancia crucial, desde el 65 a la fecha, nos reivindicamos de medidas claves:
1. Estuvimos y estamos para que el PIT-CNT no sea Central y tenga carácter cada vez más federativo y asambleístico; para que sus dirigentes no sean rentados; para no afiliarnos a ninguna Central Internacional; para que exista un sindicato un voto en la Mesa Representativa; para que todos los sindicatos que quieran y puedan integren la Mesa representativa; para no cambiar el Estatuto como pretendió hacer durante seis Congresos desde 1989 hasta 1999; para tener un programa del PIT-CNT que verdaderamente promueva los cambios sociales necesarios; para apoyar a todos los gremios en conflicto;
2. Estuvimos y estamos con la concepción que solo la lucha genera conciencia y avance en los logros de los trabajadores, además de organización.
La negociación, sin lucha, lleva a la cooptación de dirigentes y sindicatos por parte de la ideología dominante, a saber, la capitalista.
El conformismo, la siesta consumista burguesa que hemos vivido últimamente ha favorecido cada vez más a los eternos negociadores.
Así nos va, y así nos fue, hasta ahora.
Pretendemos en el futuro cambiar las cosas;
3. Nos opusimos en el golpe de Estado a la negociación con los milicos.
Nos opusimos antes, con las Tres F, ( Las tres “F”, las FUS, la FOEB, y FUNSA, la salud, la bebida, y el sindicato de Funsa) a los comunicados cuatro y siete de las fuerzas conjuntas de febrero de 1973, cuando la mayoría de la CNT los apoyó.
No nos duelen prendas al respecto y asumimos, con la modestia del caso, el papel cumplido en la Huelga General y en su organización.
Papel que otros no cumplieron ni quisieron y que se vieron arrastrados a asumirlo;
4. Fuimos, con muchos otros gestores del nacimiento del PIT y de sus posturas clasistas que impidieron que los Partidos Tradicionales participaran del acto del PIT del 1ro., de Mayo de 1983.
Fuimos parte de quienes rompimos el III Congreso del PIT-CNT cuando se pretendió arrollarnos;
5. Nos opusimos a la CONAPRO, a la ley de Caducidad, a las privatizaciones, fuimos parte de casi todas las luchas de las últimas décadas y estuvimos contra la permanente rebaja programática del movimiento sindical durante la década del 90 hasta ahora;
6. Nos opusimos y oponemos a los ataques contra todos los trabajadores en particular los públicos, a los cuales este gobierno y el anterior pretendieron y pretenden aplicar ajustes, cortes de beneficios, etc. como nunca se atrevieron a hacer los tradicionales partidos burgueses;
7. Seguimos pensando que no hay posibilidad de humanizar el capitalismo.
Mientras exista el capitalismo habrá explotación y opresión.
Quien apoya esta tesitura apoya a los explotadores y está por lo tanto en el mostrador de enfrente al nuestro;
8. Apoyamos la formación de la lista 41 para elegir la Mesa Representativa del PIT-CNT, bajo la consigna de Independencia Política y de Clase total y en apoyo a los conflictos de todos los sindicatos.
Como programa parece poco, pero provocó una convulsión a la interna del PIT, a tal punto que llovieron los ataques y acusaciones contra los rupturistas;
9. Apoyaremos siempre la democracia contra los acuerdos entre cuatro paredes, como siempre hicimos y nos aliaremos con quienes defiendan la democracia representativa y proporcional.
Esta fue la pelea que también se dio luego del Congreso del PIT, cuando la lista 1 (PC, PS, PVP, MPP) querían ganar en la cancha lo que perdieron en el Congreso no respetando la proporcionalidad, fundamentalmente atacando cargos y posiciones de la lista 41, y también de Articulación;
10. Seguimos procurando conseguir que los clasistas realmente se organicen y peleen posiciones en conjunto, sin nombres y/o etiquetas preestablecidos que hasta ahora lo único que han hecho ha sido complicar aún más las cosas.
Pretendemos organizarnos para pelear mejor por nuestras posiciones y ser mayoría en los sindicatos y el PIT-CNT.
Tampoco en esto ocultamos nuestros objetivos
Por todo esto no somos iguales y esperemos que ahora se comprenda.
¡ARRIBA LOS QUE LUCHAN!
POR LA INDEPENDENCIA POLÍTICA Y DE CLASE
UNIDAD PARA LUCHAR, UNIDAD PARA GANAR
Perdón por el largor, el anchor, pero no me disculpo por la poca profundura
Aldo Gili
NdeR:
No solo no molesta sino que es un privilegio ser tratados de camaradas por este jovato trosko y gritón; se agradece con el compromiso militante de redoblar los esfuerzos para que este espacio siga abierto para todos los que luchan por la unidad de los que no entregan sin hijos ni entenados y sin permisos...
salute Aldo
Posta
GILI - postaporteñ@ nº671 - 2011-11-30
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