Número 680 | diciembre 12/12/11 | Año 6º |
LA TERNURA EJECUTADACultivo una rosa blanca En Junio como en Enero, Para el amigo sincero, Que me da su mano franca. Y para el que cruel me arranca El corazón con que vivo. Cardo ni ortega cultivo cultivo una rosa blanca José Martí Me es difícil escribir sobre Julio Castro al que conocí en mi adolescencia en casa de Reneé amiga y compañera de estudios, de militancia. Fue en su casa donde le encontré por primera vez y luego siguieron esos encuentros esporádicos pero llenos de vida. Mi especial relación con EL MAESTRO solo la puedo explicar en pocas palabras: Me vio. Me descubrió detrás de esa máscara de risas, 'diabluras', chistes, que formaban también parte de aquellos encuentros donde se discutía política, libros, y esas charlas en las que nos regalaba su visión sobre la vida, el ser humano. El Maestro, tenía humor, y sonreía. "ay, ay, ay, Pelusín, ¿que haces subida a la higuera?" Cariñosamente comenzó a llamarme Pelusín, lo de la higuera fue una de esas tantas 'diabluras', 'ocurrencias' mías, en una mañana de febrero en la que se me ocurrió bajar higos maduros antes que calentara el sol. Cuando dije, El Maestro me vio, quise decir que descubrió sin que yo le contara nada las razones de mis 'payasadas'. Compartí mis secretos con el Maestro, en palabras, en silencios, en lágrimas y sonrisas. Descubrí su ternura Imposible describir en palabras el impacto que tuvo en mi vida. Lo que sí sé, es que dejó su semilla en mi corazón, la semilla de la ternura. Julio Castro, El Maestro, nació, vivió y murió como El Che nos enseñó "(...) Y sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario" Julio Castro, El Maestro, fue un revolucionario. Endurecerse sin perder la ternura", decía El Che Julio Castro, El Maestro, jamás perdió la ternura. Sin duda alguna: Julio Castro, El Maestro, fue ejemplo para futuras generaciones de El Hombre Nuevo. A Julio Castro lo ejecutaron a mansalva, cobardemente con un tiro en la nuca. No podían soportar tanta Ternura. Ternura peligrosa, ternura que sembraba la esperanza, el amor, la confianza, la lucha y desde cada poro de su cuerpo, desde cada latido de su corazón, 60 veces por segundo, iba marcando el camino a recorrer, a jóvenes y no tan jóvenes. No dejemos morir la ternura en nosotros mismos. Cultivémosla, como una rosa blanca. No es fácil la tarea, pero sí imprescindible. La última vez que me encontré con El Maestro, fue fortuito, pura casualidad, y compartimos un café. Nos despedimos con un hasta pronto. Un último abrazo. Un último, cuidate Pelusín. Y fue así como Julio Castro, El Maestro, volvió a llamar a mi puerta, aquí en Uppsala, Suecia. Para recordarme de LA TERNURA. A su familia, que no conocí personalmente, toda mi solidaridad y agradecimiento. Nunca fue el tiempo de decirle gracias a El Maestro. No pude imaginarme nunca que fuéramos a vivir los terribles efectos de la dictadura. No podía imaginar tanta maldad. Siempre hubo un 'hasta siempre'. Pero no imaginé que este fuera el encuentro. A sus nietos, quiero decirles que deben estar orgullosos de él. Que lamento desde lo más profundo de mi corazón que no hayan podido conocerlo, de haber pasado juntos hermosos momentos. Eso tenía Julio Castro: hasta en los momentos más difíciles, siempre estaba lo positivo. Y esa ternura que envolvía. Tres personas impactaron mi vida. De las tres el 'mínimo común denominador', fue la ternura. Mi abuelo, Alicia Goyena, esa gran Mujer, que tanto le deben generaciones de mujeres y Julio Castro. Difícil tarea la mía. Seguir el camino que ellos marcaron. No podrán jamás 'ejecutar' la ternura. Julio Castro se levantó como el Ave Fénix, para recordarnos La Ternura. Gracias Maestro 'Pelusín', Lidia Amelia PELUSA - postaporteñ@ nº680 - 2011-12-12 |
PALMIRA DIJO BASTA...!
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Y LA JUSTICIA?...¿CUÁNDO?...Hace ya más de 33 años que fueron desaparecidos, en la ciudad de Buenos Aires, República de la Argentina dos coterráneos nuestros: Héctor y Célica. ¿Quiénes eran ellos?... Héctor Giordano era un joven abogado, que dedicó su vida a defender los derechos de los trabajadores .esencialmente… primero fue abogado laboral y luego estudió penal, para defenderlos mejor, (como decía en sus cartas a sus padres y hermanos …) Había sido un alumno brillante del entonces Instituto “Miguel C. Rubino” (de +8 Durazno, nuestra ciudad)… uno de los más lúcidos, comprometidos y solidarios estudiantes que tuvo nuestro liceo… Poseedor, también, de un amor a la Patria y a las causas justas que supo defender siempre… Decidido, dirigente natural de sus compañeros donde los tuviera… activo, manso, esencialmente manso en su forma de actuar y de pensar…maduro. Soñador de un mundo en el cual pudiéramos entrar todos en igualdad de derechos y posibilidades y de oportunidades de trabajo. En el cual pudiéramos también expresarnos por medio de nuestras ideas… y del arte. Donde se respetaran las diferentes formas de pensamiento y en el cual fuera posible alcanzar con ética un crecimiento colectivo como pueblo… Solidario siempre… defendió a su hermano Oscar, ( preso político en Libertad) y estuvo siempre a la orden de quienes lo necesitaran sin importarle si podría cobrar o no…sólo quería ayudarlos a salir cuanto antes de prisión… no tenía otro propósito que ayudar a quien lo necesitara y confiara en él… A Célica no la conocí, pero vivimos en la misma calle (Ituzaingó, hoy Baltasar Brun, a una cuadra del entrañable liceo Rubino al que fuimos los tres… (no la conocí porque vivimos en años distintos… cuando ella se vino a Durazno (desde el Carmen) ya no estábamos nosotros en ese barrio… pero siempre pensaba que habríamos estado caminando por las mismas veredas, comprado en los mismos comercios, corrido por esa calle jugando, como todos los niños y adolescentes de nuestro pueblo lo hacen… Por lo que me han contado de ella, era una joven cariñosa con sus sobrinos, solidaria, que estaba trabajando en Buenos Aires, donde tantos y tantos uruguayos buscaron refugio cuando se dio aquí la dictadura… tantos y tantos… Siempre supo tener amigas y querer a su familia en forma entrañable… Cuando la secuestraron, había terminado su jornada de trabajo y se retiraba… con unas compañeras,… iban caminando, charlando,… tranquilas todas… (trabajaba en la agencia de noticias TELAM, una de las más reconocidas actualmente, por la seriedad de sus informes)… se les acercó un auto, frenó cerca del grupo,… un hombre la llamó a Célica por su nombre… ella se acercó y dio la mano a quien la saludaba… ¿sería un conocido? … éste, de un tirón, la entró en el coche y salieron a toda velocidad en el auto, sin dar tiempo a nada… La familia ha tenido algunos datos sobre lo que pasó después… A Héctor vinieron a buscarlo en un auto, varios hombres armados (de particular)… lo golpearon en la cabeza (parecería que con su propia máquina de escribir) y se lo llevaron, sangrando… eran varios… sólo hay algún testimonio de alguien que lo vio detenido en… luego nada, nada más se supo de él… Blanca Rosa, su madre, queridísima y entrañable maestra (por muchos años de primer año… por muchos años de la Escuela No. 8) hizo todo lo posible por saber de él, por encontrarlo… Alguna vez recibió algún dato de alguien que estuvo con Héctor en uno de los lugares de reclusión de presos políticos de la hermana República Argentina… luego nada, nada más… Pero sus nombres están entre nosotros, están escritos en cada pedacito de este pueblo que ellos pisaron… están escritos en cada salón de clase de las escuelas a las que concurrieron, en cada pedacito de pasto o piedritas de sus patios, en cada pizarrón, en el que escribieron alguna vez, una palabra, o una cuenta, o algo… que la maestra les pidiera… están escritos en el luminoso Liceo “Miguel C. Rubino”, al que fuimos todos, cuando era un solo liceo el que teníamos (y estábamos tan orgullosos de él)…en cada uno de los salones donde estuvieron, en el patio, en los corredores, en la bandera de la patria que llevó Héctor, con total orgullo, y compromiso… en sus cielos abiertos, que veíamos desde el patio… Están escritos, también en cada profesor, piense como piense, que les trató de enseñar lo que sabía… y en cada director, desde que entraron hasta que salieron y hasta ahora,… porque nos compromete a todos y a cada uno de nosotros, que vivimos aún en esta ciudad tan especial de Durazno… Fueron secuestrados ambos, dentro de lo que fue ese operativo de guerra de gran envergadura que se llamó “OPERACIÓN CÓNDOR”, que abarcó todo tipo de fuerzas: ejércitos, fuerzas aéreas, marinas, policías, lugares de reclusión, de tortura, personal especializado, tanto militar como civil, dineros especiales, … en el que entraron varios de nuestros países latinoamericanos del sur, con la tutela y orientación del imperio norteamericano y sus representantes de ese momento, en especial Henry Kissinger… Quisieron matar de raíz, todo vestigio de lo que pudiera ser una semilla revolucionaria que pudiera crecer en algún joven de estas tierras, a las que ya había llegado y hablado el Ché, en Punta del Este… y se ensañaron con los estudiantes, los maestros, los profesores, los trabajadores, cualquiera que quisiera levantar su voz a favor de nuestro pueblo… con los grupos revolucionarios que se habían creado, fueran grandes o pequeñísimos, los gremios, cualquier organización de cualquier tipo que nucleara personas… y prohibieron todo, todo… todo lo que pudiera dar lugar a un intercambio de ideas, de palabras, todo lo que pudiera dar lugar a que se reuniera la gente y fueran más de dos… y se dieron las dictaduras en nuestros países del sur… y se llevaron de uno a otro país, los detenidos, los métodos de tortura, que enseñó Dan Mitrione usando a unos vagabundos que estaban durmiendo en las calles de Montevideo como presa para ejecutar sobre ellos los diferentes métodos de tortura, (para enseñar esos métodos a nuestra gente, a nuestros militares…) y muriendo incluso, algunos de esos vagabundos que llevaron como presas de muestra……(y se escapó alguna otra... que era de Durazno, según dijeron entonces los cuentos, que registran, también, todo lo que nos pasa a nuestros pueblos… y queda para siempre en nuestras memorias… para siempre…porque existen los periodistas valientes que nos cuentan e investigan todo…para que nuestros pueblos no queden en las penumbras, detenidos…sin luz). Y fueron años y años de increíble opresión, nunca vivida por nosotros antes… Recién ahora está sabiéndose cómo fueron algunas cosas… recién ahora están apareciendo (dando su verdad a través de los estudios sobre sus restos)… de lo que pasó entonces… imposible de ocultar, aunque quisieron y quizás en algunos casos puedan lograrlo, sobre todo si existen edificaciones grandes o muy pesadas, sobre algunos cuerpos, como se dijo… o algún otro tipo de edificación importante, difícil de destruir… (como también se dijo)… La aparición del cuerpo del maestro Julio Castro nos llega a todos, nos compromete a todos… no podemos ahora falsear la verdad de sus torturas y su asesinato, último destino de su secuestro-detención… lo mataron porque quería un país dueño y hacedor de su destino, libre,… lo asesinaron porque valoraba que las personas se integraran a sus ambientes, a sus lugares de origen, de vida, de trabajo… porque defendió siempre la escuela vareliana donde los niños aprenden a ser iguales todos ante el mundo…fue un hombre justo que iluminó a todos con su pensamiento, ideas, formas de enseñanza integradoras a los medios donde se vivía…desde las Misiones Socio-pedagógicas, amó la libertad, luchó por la soberanía y por la integración latinoamericana… fue un hombre de paz que quiso saber en qué forma vivían los pobres de nuestras tierras latinoamericanas, desde adentro… El no era un joven, no era la posibilidad de que creciera una semillita revolucionaria… era mayor… sabía muy bien lo que estaba planteando y defendía sus ideas… lo mataron porque podía llegar a convencer a otros… pero como decía Tupac Katari: “me están matando… pero volveré y seré millones” La muerte del maestro Julio Castro, la verdad que ha salido a luz ahora, sembrará en nuestros corazones uruguayos la semilla de la justicia… NO PUEDE UN PUEBLO VIVIR SIN JUSTICIA… Es la primera piedra que hay que poner bien firme en una sociedad, para que pueda darse la libertad y finalmente la vida en paz… Esos restos del maestro son como una llama que enciende la vida en contraste a su muerte… que enciende la justicia en contraste a los atropellos injustos que recibió su cuerpo… que da fuerza a las nuevas generaciones para comenzar a caminar en la verdad y la justicia. Cuando se llegue a juzgar a quienes actuaron así con él y reciban el castigo que merecen por ese crimen de lesa humanidad perpetrado tan alevosamente contra un hombre de paz…un hombre de amor a los niños y jóvenes, un hombre símbolo de libertad de pensamiento y de solidaridad con los pueblos… en contraste a la Operación Cóndor, símbolo de muerte, desaparición y sufrimiento… cuando se llegue a juzgar, decía, todos los atropellos que se han dado y que son crímenes de lesa humanidad efectuados por la dictadura y por la Operación Cóndor, entonces habrá comenzado a caminar por nuestra tierra la justicia…en una marcha que será sin pausa y con toda entrega… Nosotros tenemos aquí, en nuestro pueblo, a dos de sus hijos que fueron desaparecidos en la Argentina: Héctor y Célica… estoy segura de que entre nosotros hay quienes saben mucha cosa que podría llevarnos a encontrarlos… estoy segura de que algún día, podrá más que el miedo a contar o dar algún dato sobre ellos, la necesidad de liberar de nuestras mentes esa responsabilidad de saber algo y no animarnos a decirlo… podrá mas el sentirlos parte de nuestra sociedad, hijos de nuestro pueblo… que el miedo… Y entonces se habrá iniciado el camino hacia la verdad y podrá iniciarse también el camino hacia la justicia, el que nos llevará a volver a ser de verdad un pueblo, un pueblo en el cual podremos, “recorrer una vereda sin que nadie se avergüence al caminar”… y también saber que: “nuestro tiempo no es mañana, nuestro tiempo es hoy nomás”… como que también: “nunca existe algún futuro, si el presente no es seguro… lo que queda, lo tenemos que ganar” (extractos de la canción de Eduardo Stein que enseñé en el IFD hace tantos años que se titula: “Si me voy sin despedirme”…) Dependerá de nosotros, como pueblo, como núcleo humano que vive en Durazno. Es la posibilidad que nos da la historia de iniciar una vida sin sombras que pesen por siempre sobre nuestros hijos, nietos, que podamos integrar una sociedad sin secretos sobre nuestros desaparecidos, una sociedad que pueda mirar de frente a sus niños y decir, contar la verdad sobre su historia reciente… una sociedad como la soñamos desde siempre: con los valores de la justicia nuevamente integrados, desde la libertad y hacia la paz. Dependerá de nosotros…es la historia que nos llama… Margarita Merklen Durazno, 3 de diciembre de 2011 ( enviado por N e s t o r rana 059 ) MERKLEN - postaporteñ@ nº680 - 2011-12-12 |
HAMBRENadie sabe quién lo empezó a llamar Pilo desde muy chico, que es el nombre de un pequeño arbusto con flores amarillas oriundo de Chile. Había nacido en un viejo conventillo del Barrio Sur. Cuando tenía 4 años le mataron al padre, y la madre empezó a cambiar de compañero con mucha frecuencia. El que tenía en el tiempo de esta historia ya era el cuarto en seis años; sin duda el peor de todos; un atorrante que la maltrataba y mandaba a Pilo; que había cumplido 10; a la calle a vender curitas y pastillas o simplemente a mendigar. Siempre le parecía poco el dinero que traía y eso era simple motivo para golpearlo. Pilo sentía una sensación incomprensible para su edad. Era... impotencia. En su mundo interior iba acumulando el también todavía indescifrable odio. Cuando lloraba, no lo hacía por el dolor que le causaban los castigos, sino porque no podía devolver los golpes. No entendía por qué su madre soportaba y mantenía a ese hombre. Si bien su propia vida no lo dejaba pensar como un niño de su edad, tampoco estaba en condiciones de hacerlo como un adulto. Su mayor deseo era hacerse grande pronto para poder defenderse. Eran las 3 de la tarde de un día de julio muy frío. Las gotas de lluvia empezaron a caer tímidamente como hebras de hilo, aumentando de a poco hasta sonar golpeando contra el pavimento. Pilo se guareció en la entrada de un comercio de la calle Sarandí, pensando "qué lindo sería ver llover abrigado, desde una cama tibia, en una casa con ventanas de vidrio"... Un sueño inalcanzable. Dormía en un rincón de la pieza cerrada del conventillo con "el Negro" ;su perro compañero; que le brindaba calor en las noches frías y el consuelo que los animales saben darle al amigo cuando está triste. La lluvia seguía. Era un mal día para él. La gente pasaba a su lado casi corriendo, prendida a los paraguas o envuelta en largos impermeables. Se largó a caminar y su grito de "¡Curitas y pastillas de menta para la tos!" se perdía entre lluvia y gente, sin que nadie se percatara que estaba ahí. Hizo dos cuadras más y buscó refugio en un bar. Adentro, en la mesa de la ventana, dos viejos discutían de política frente a los pocillos de café ya cubiertos de ceniza y puchos. Más al fondo, un tipo casi sin edad hablaba solo y escribía. Acodado en el viejo mostrador de mármol, un curda con la mirada perdida en un mundo indefinido, entre mueca y mueca bebía a sorbos cortos el líquido amarillento. En un rincón, un hombre gordo y rosado recibe con regocijo las cuatro medialunas de jamón y queso y la cerveza que le sirve el mozo. Mira el plato con placer y comienza a masticar. Pilo ofrece su mercadería mesa por mesa ante la total indiferencia de los parroquianos. A nadie le importa su presencia más que al mozo, que lo ve como a un intruso. El gordo se apresura a devorar su festín, temiendo que el chico se lo robe. El ebrio ve un mundo de fantasías dentro del vaso que sostiene con la mano... El mozo echa a Pilo del boliche, que al salir le hace burlas gesticulando su carita tiznada con aspecto de payaso. Pasa por al lado del curda que ahora sí lo ve y en su rostro se dibuja una triste sonrisa. Tal vez los recuerdos se le escapan del vaso y a su mente aflora un tiempo no muy lejano, con una familia y un chico como Pilo que hace mucho que no ve, en algún lugar del mundo. El humo, el alcohol y sus nostalgias lo hacen lagrimear. Con el reverso de la mano enjuga las gotas salobres que corren por sus mejillas y vuelve a su sopor. Una vez más la calle, y esa lluvia que lo hace apurar el paso recostándose a las paredes. Es inútil, igual se moja el viejo pantalón gastado y su deshilachada campera está empapada. No le preocupa, está acostumbrado. Desde que salió del bar sólo tiene en mente las medialunas del gordo... "qué bueno hubiera sido haber podido darles tan solo una mordida..." Si hay algo que siempre tuvo en su corta vida fue hambre, como una compañera, conviviendo con ella cada día. Eso también se le ha hecho costumbre. A veces piensa que sería feliz si su madre no tuviera a ese hombre a su lado. Tiene una vaga idea del amor físico, la calle le ha enseñado muchas cosas pero algunas no alcanza a comprender con claridad. Está en la puerta de una pizzería. Ve al pizzero cortar sobre una tabla los trozos triangulares; manejando su filosa cuchilla con rara habilidad; para luego distribuirla entre algunos clientes al pie del mostrador. El aroma lo impulsa a entrar. Su hambre es mucha, pero no puede gastar el poco dinero de sus ventas del que habrá de rendir cuentas cuando regrese. También son muchos sus deseos de pedir, pero su orgullo se lo impide. Como fascinado, tiene los ojos fijos en aquella masa humeante. Espera un milagro... tal vez alguno de los parroquianos le ofrezca una porción. Pero no. Todos comen con avidez, se chupan los dedos... no lo ven. Pilo está allí como petrificado, con todo su ser pendiente de un miserable trozo de pizza. Es muy difícil explicar el hambre con palabras, y más aun a las personas que jamás la han padecido... sólo la conocen bien los que la sufrieron. De pronto ocurre algo que aumenta su tensión: de las manos de un cliente resbala un triángulo de pizza con muzzarella que se aplasta contra el piso cubierto de aserrín, puchos y barro. El hombre entonces le dice, con sarcástica sonrisa: "Si querés ese pedazo que cayó te lo doy, es tuyo". Pilo siente un tremendo deseo de contestarle "Metételo en el culo"... Pero se aguanta, prima el hambre sobre el orgullo. Levanta la sucia porción con bronca y sale corriendo. En la calle, le da una mordida y llora. Llora de impotencia, por no haber podido reaccionar. La llovizna fina y suave le cubre el rostro, acompañando la dolorosa tristeza de esa niñez que el destino le asignó. Muchos Pilos crecerán confiando en que algún día, cuando sean adultos, conocerán las respuestas a las tantas cosas que antes no comprendieron... Tal vez y sin tal vez; ninguno de ellos encuentre alguna que le resulte coherente... Miguel Abalos La Quincena - Montevideo ------- VIDEOS DEL Movimiento “20 DE Mayo”2º video: 15/11/2011 Dinámica de los hechos mundiales Crisis europea y repercusiones en Uruguay Tabaré Vázquez y su participación en un evento del Colegio Monte VI Su anunciado retiro de la actividad política UNASUR-MERCOSUR-CELAC-BANCO DEL SUR Cumbre de mandatarios en Paraguay El camino a seguir 3ª video: 15/11/2011 http://www.youtube.com/watch?v=K3T0h6CAQRw El evento realizado en el Velódromo por el tema Desaparecidos G20 :Uruguay paraíso fiscal ¿por qué no se convocó a los cancilleres de la UNASUR? Reunión de la Agrupación Nacional de Gobierno: división arbitraria de los integrantes con un vallado: ¿”apartheid”? ¿frenteamplistas “supernet plus” y de cuarta? Plenario del FA del 26/11/2011 postaporteñ@ con Corazón Artiguista y Suramericano en el Río de laPlata, Uruguay – Argentina ABALOS - postaporteñ@ nº680 - 2011-12-12 |
viernes, 16 de diciembre de 2011
Si Me Voy Sin Despedirme Es porque Intentan Silenciarme
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