sábado, 24 de diciembre de 2011

NO HAY FORMA de FRENAR el RECLAMO de VERDAD: Ahora Justicia


Número 683 | diciembre 16/12/11 | Año 6º


 

La Ley de Murphy también

 Corre para Ellos:




Era Julio Castro




-Voy a meterle una bala en el cerebro -dijo Sam Parkhill...-El cochino cerebro...
-¡Voy a saltarle los cochinos sesos! -aulló...
Ray Bradbury  Mientras siga brillando la luna

Tabaré Vásquez se iba a veranear mientras un grupo de allegados lanzaba una campaña para que vuelva. El acto ya estaba planeado cuando se supo que los restos del Batallón 14 eran de Julio Castro.

Como ya era algo ineludible, sus organizadores empiezan refiriéndose a eso:

 “Lo raptaron en la calle con 68 años y sin armas. ¿Qué más? Ya está”.(1)

¿Qué más? ¿Ya está?

Tal vez les parezca fácil arreglar así sus propias complicidades.

¿Qué más? Esto más:

Verdad, toda la verdad.


Ahora, identificados los restos del Batallón 14, el secretario de la Presidencia, Alberto Breccia, dijo que el caso“cambia relativamente el panorama” respecto a la teoría de muertes durante la dictadura ya que Julio Castro fue ejecutado. (2)

Hasta ahora la tesis oficial era que los militares uruguayos no ejecutaban a los presos políticos, las muertes se produjeron durante la tortura.

“El caso nos estaría enfrentando al primer desaparecido que no habría muerto como lo venía diciendo el discurso: porque ‘se les fue la mano’”. 
Breccia dijo que "relativamente" porque ya se conocían los casos de los fusilamientos de Soca, pero se escudó en la absurda distinción formal de que esos no fueron "desaparecidos".

Lo que quiere Breccia es ocultar que esa teoría NUNCA se correspondió con los hechos conocidos.

ELENA QUINTEROS, desaparecida.

Esto es lo que dice Wilkipedia (medio que no hace más que consignar lo que saben todos, incluyendo a Breccia, sin duda):

"El 3 de julio se reúne el Consejo de Seguridad Nacional (COSENA) y decide no entregar a la 'mujer', lo que significa que la dictadura no está dispuesta a devolver viva a la maestra Elena Quinteros".

Para sostener la teoría oficial, habría que suponer que habiendo decidido el gobierno militar no entregar a Elena a Venezuela de cuya embajada había sido secuestrada, la condujeron a una nueva sesión de torturas para averiguar algún dato más, y "se les fue la mano".

Me gustaría que alguno de estos voceros oficiales se atreviese a decir ahora que no sabían que Elena fue ejecutada, o que no tenían elementos para suponer eso, o que no se dieran cuenta, o se habían olvidado de ese caso.


MARÍA CLAUDIA GARCÍA DE GELMAN, desaparecida.

En este caso habría que suponer que luego de haber sido secuestrada y mantenida en cautiverio para que diese a luz, luego de haber parido a Macarena, luego de haber sido despojada de su hija, fue sometida también a alguna sesión de torturas vaya uno a saber a santo de qué, "y se les fue la mano".

Lo mismo, me gustaría que alguien diese la cara hoy para sostener que no fue una ejecución, o que se hubieran olvidado de este caso.


ROBERTO GOMENSORO JOSMAN.

El primer desaparecido. LO CASTRARON Y LO DEJARON DESANGRAR.

Importaría saber, ahora que el comandante del Ejército quiere hacerse el desentendido de las ejecuciones considerando que no era ese "el método" que tenían, como consideran este caso y otros más que hubo de castración y muerte desangrándose.

¿Qué intentaron hacer aquí, un interrogatorio y "se les fue la mano"?

¿Fueron o no ejecuciones salvajes?

Si ampliamos esto a los que no figuraron como desaparecidos (lo que no importa en absoluto) podemos preguntar lo mismo para el caso de ÁLVARO 
BALBI, cuyo cráneo fue triturado con una prensa.

¿Era para interrogarlo? De CARLOS ALVARIZA que fue arrojado desde un segundo piso.

¿Era un apremio y calcularon mal?

"Breccia explicó que la teoría de que no siempre las muertes fueron por exceso de los apremios físicos, había sido corroborada ya 'de cierta manera' con el caso de los fusilados de Soca, con la salvedad de que estos nunca estuvieron desaparecidos, sino que fueron entregados a sus familias".

No siempre las muertes fueron por torturas, una "TEORÍA" (sic) apoyada "de cierta manera" porque los fusilados de Soca fuesen la excepción. Memoria muy corta la de Breccia.

Las muertes de Cultelli, Zabalza y Salerno, ¿no fueron ejecuciones? ¿Íbero Gutiérrez no fue una ejecución?

¿Los ocho comunistas de la Veinte?

No podemos dejar esto sin mencionar otro caso más:el NN del Batallón 14, ANTES de ser identificado.

Hoy, el comandante en jefe del Ejército rechaza el asesinato de Julio Castro, y promete un giro (bastante relativo, si leemos entre líneas).

Pero tampoco hay que ser muy sutil y leer entre líneas.

La prensa informa claramente que, lejos de ser esto un acto de "funcionamiento vertical" de los militares, es el resultado de una ASAMBLEA DELIBERANTE del cuerpo de generales que llevó 48 horas. (3) 

Los restos del Batallón 14 fueron hallados hace mes y medio.

Estaban buscando  a María Claudia, presionados por la sentencia de la Corte Interamericana de DDHH. En cambio encontraron esos restos, y se vio enseguida que no podía ser María Claudia.

La identificación por ADN demoró varias semanas.

Pero ya en ese momento tenían que haber sabido, la presidencia, el ministerio, el ejército, que se trataba de una ejecución, ni bien examinaron el cráneo.

¿O vamos a pensar que quien encontró rastros de bala no les avisó?

Sin embargo los hoy consternados no hablaron de inmediato.

Esperaron, si acaso pudiese tratarse de alguien menos notorio, que no fuese un intelectual de primera línea, que no fuese alguien imposible de catalogar de "violento", que no hubiese trabajado en la UNESCO, que no hubiese fundado Marcha junto a Quijano, alguien que no tuviese ese COCHINO CEREBRO que concitó el odio de una bala, alguien que pudiese tal vez pasar con menos ruido.

¿Para qué rasgarse las vestiduras por una ejecución, antes de tiempo?


Pero era Julio Castro


“Todo el informe que nos entregó la Comisión para la Paz fue una gran mentira.


No hay nada ahí que sea verdad.

Desde las condiciones en las que fue ejecutado, porque lo que decía el informe era poco menos que se había desvanecido en un pequeño apremio, como el tema de que sus restos habían sido cremados y esparcidos en el Río de la Plata”,dicen los familiares de Julio Castro. (4)


Ante esto Carlos Ramela, ex presidente de esa Comisión, y Jorge Batlle, su creador, salen a defenderla. Aducen que en las "condiciones" y "mecánica" con que trabajaron, hicieron lo que pudieron.

Aducen que fueron los militares los que les mintieron a ellos.

Pero en aquel momento no hicieron ninguna salvedad al respecto, no consideraron la hipótesis que la información recibida de los militares fuese mentirosa y si lo pensaron no lo dijeron.

La verdadera "operación zanahoria" (sin negar la existencia de la otra así llamada) fue poner esa "verdad posible", esa mentira validada como verdad, como zanahoria en la punta del palo con que se pretendía marcar una dirección que siguiese sosteniendo la impunidad de los militares.

La teoría de las cenizas esparcidas en el mar no surgía como resultado de una INVESTIGACIÓN, todo lo contrario, venía impuesta por la necesidad política de llegar a una CONCLUSIÓN CONVENIENTE.

Si acaso esas supuestas "condiciones de la época" no hacían posible llegar a la verdad (tesis que no avalamos) lo que deberían haber hecho, la única acción honorable, era NEGARSE A AVALAR LA MENTIRA.

El nieto de Julio Castro no hace más que poner los puntos sobre las íes cuando dice:

"Todos estos elementos resultaron ser mentiras...

Si alguien validó y puso su firma y ha resuelto este tema en base a esta mentira tiene que hacerse cargo...

La Comisión hizo un muy mal trabajo de verificación y en vez de salir ofendida debería asumir que se equivocó feo y que hubo errores graves de procedimiento"

Si la verdad no ofende, es inaudito que los responsables políticos de haber avalado esa mentira y falsificación vengan a ofenderse ahora.

Los que hablan son Ramela y Batlle, y ya vemos que a sus socios en esa operación, Gonzalo Fernández y Tabaré Vázquez, ni se les ocurre abrir la boca.

Mejor que ni lo intenten.

Lo que cae hoy es la farsa de la "verdad posible". Hoy ya no hay forma de frenar el reclamo de VERDAD, simplemente.

El "secreto" de las indagaciones de la Comisión para la Paz pretendió justificarse en la supuesta EFICACIA del método para llegar al menos a una parte de la verdad. Incluso ahora el juez y la fiscal del caso Julio Castro habían comprado este buzón, tomaron como hipótesis principal la muerte a causa de torturas.

Vemos aquí un curioso criterio de construcción de hipótesis.
Se podía decir que los hechos conocidos no permitían concluir que Julio Castro hubiera sido ejecutado, y abstenerse de prejuzgar.

Hasta ahí, hubiese sido lo aconsejado por la sensatez y la prudencia
. Pero ¿en base a qué podía suponerse que no había sido ejecutado?

El juez y la fiscal apoyan su hipótesis en una indagatoria que da por buena, sin más, la versión de los posibles autores del delito.

Este criterio es exactamente el contrario a la rutina indagatoria policial o penal, y además a la lógica, y es llevado adelante por quienes no son ingenuos o inexpertos.

No hay forma de explicarlo sino porque es coherente con la decisión política de mirar para el costado.

El secreto de las fuentes militares, el pacto de confidencialidad, en realidad de encubrimiento, que aún hoy se mantiene, no tiene sustento legal.

Precisamente porque no lo tiene es que quieren aprobar una ley (¿querrán, aquí sí, efecto retroactivo?) para canjear información por impunidad.

Hasta ahora no pudieron hacerlo, mucho menos ahora podrán hacerlo
Pero más allá de un sustento legal, que no tiene, lo que cae ahora es el pretendido sustento sustancial de ese pacto.

Tal sustento sería que esa transacción permitiese acceder a una "verdad posible", aunque limitada.

Pero los militares no entregaron ningún grano de verdad a cambio de la impunidad, entregaron una completa mentira.

Ese pacto, aun siendo ilegal, NO LO CUMPLIERON.

¿Qué podrían aducir ahora, ellos, o los que por ellos hablan?

La mentira de la Comisión para la Paz, que hoy cae, es coherente con los otros dos ejes de esa política, que también han caído: la ley de caducidad, y el intento de lavarle la cara a las FFAA.


¿Qué más? Esto más:

 Ahora Justicia.


Hoy ya NO HAY LEY DE IMPUNIDAD que impida juzgar a los asesinos de Julio Castro, u otros autores de delitos de lesa humanidad.

La ley del 27 de octubre significa una ANULACIÓN TÁCITA de la ley de impunidad.

Aclaremos por qué hablamos así.

"Derogación tácita" ocurre cuando una ley contradice total o parcialmente una anterior, y como la más nueva prevalece la hace caer, aunque no lo diga expresamente.

Esta nueva ley, hace caer la ley de impunidad.

Pero en toda discusión debemos mantener el significado que le damos a los términos, para que tenga sentido.

En todo este tiempo se ha sostenido que:

"Derogar" la ley de caducidad sería anular su efecto hacia el FUTURO, pero no hacia el PASADO.

En cambio "anular" la ley de caducidad sería extinguir retroactivamente su efecto, hacia los hechos pasados.

"Pasado" se refiere a delitos ocurridos en el pasado, no los que aún no han ocurrido sino los delitos de terrorismo de Estado amparados por la ley de caducidad.

A eso se refiere expresamente y sin dejar dudas la ley del 27 de octubre.

Esta ley, combinada con el decreto que desarchiva todos los casos amparados por la ley de caducidad, y con el precedente de declaración de inconstitucionalidad por la Suprema Corte de Justicia, despeja todos los obstáculos JURÍDICOS (no los obstáculos de hecho, extrajurídicos) para que esos delitos sean juzgados.

No anula EXPRESAMENTE la ley de caducidad, y por eso hablamos de anulación tácita.

El que no se la anulase expresamente es una vergüenza, y seguiremos luchando porque así se haga. Pero no por eso podemos perder de vista que estamos hoy en una nueva realidad jurídica.

Hoy tenemos que utilizar a nuestro favor todas las vacilaciones vergonzosas del parlamento, y todos los argumentos reaccionarios en contra de la ley del 27 de octubre.

Si tanto les costó decidirse, si tanta negociación interna y problemas de equilibrio político, si tanto PARTO DE MONTES, entonces el resultado (ratón o no) DEBE CUMPLIRSE.

¡Qué vengan ahora los detractores!

¡Qué vengan Sanguinetti y Lacalle a pedir "dar vuelta la página" en el caso Julio Castro!

¡Qué venga Saravia a decir que esto va contra la voluntad popular, que salgan él y Pedro a juntar firmas por un referéndum revocatorio para que los asesinos de Julio Castro no puedan ser juzgados!


¡Que se animen!


Este caso ya había sido declarado delito de lesa humanidad por el juez del caso y ya se había habilitado un grado de apertura algo mayor.

El Movimiento de Docentes por la Paz, denunciante en este caso, está habilitado por el juez a asistir a las audiencias, a presentar testigos y alegatos.

Todo esto se acordó ANTES de saberse que Julio Castro había sido ejecutado.

Todo nuestro apoyo al Movimiento de Docentes por la Paz.

Si hasta ahora no les dio para aprobar una ley que permitiese cambiar información por impunidad,  menos aun podrán ahora que ya está en claro lo que es esa "información".

Si no les dio para aprobar una ley para excarcelar a los "viejitos", menos aun podrán ahora. 

Quiero parafrasear a Mujica, y donde él dice "fuerzas armadas", decir CÁRCEL.

Yo estoy en contra de las cárceles, aspiro a que algún día, dentro de 200 años tal vez, la humanidad pueda existir sin cárceles, y todos felices.

Pero hoy, como no estamos por la justicia por mano propia, y hasta que no llegue ese futuro venturoso, lo mejor es conservar esa institución que no queremos, que nos repugna, la cárcel.

Tal vez esta justicia tenga algo de olor a venganza, pero es mejor que la otra forma posible de venganza.

Por eso le decimos a Mujica, mejor seamos generosos: la cárcel


Por ahora, lo que queremos es simplemente el accionar de la JUSTICIA BURGUESA así como es, y por supuesto, si podemos mejorarla, también.

Resulta evidente además que Mujica no tiene forma de instrumentar esa libertad para los "viejitos".

Se trata de una simple campaña mediática.

Pero como tal, tiene gran importancia, porque forma parte del trabajo ideológico reaccionario que viene realizando, y que es su única tarea verdadera.

El caso de Julio Castro, sobre el cual el gobierno de la época divulgó la falsa información de que había abandonado el país rumbo a Buenos Aires -cuando ya estaba muerto y lo sabían-, es un caso clarísimo de TERRORISMO DE ESTADO. Conspiración oficial, ocultamiento y falsificación de la verdad.
Miguel Soler Roca, educador y amigo personal de Julio Castro, se negó siempre a usar el término "desaparecido", prefirió llamar al pan pan y al vino vino:

Secuestro, asesinato, robo y ocultamiento del cuerpo, y falsificación de los hechos, por parte de la autoridad del Estado. 



Tratemos entonces que Julio Castro abra camino. Tras de él vendrán los otros.


¿Qué más? Esto más:

Desmantelar las fuerzas armadas.


Esto dice Miguel Soler Roca en su declaración sobre el caso Julio Castro:
"Como educador que no cree en la fuerza como recurso regulador de la convivencia humana, me sumo al creciente grupo de ciudadanos uruguayos que se preguntan para qué le sirven al Pueblo Uruguayo contingentes armados todavía integrados por asesinos inconfesos, por torturadores de hombres y mujeres, por violadores de la Constitución y de las leyes nacionales e internacionales ratificadas por la República, por los causantes principales del sufrimiento de miles de familias uruguayas hechas pedazos por el mundo, por individuos que han cultivado y cultivan la mentira ante el Pueblo y ante las máximas autoridades del país y, más recientemente, por soldados que estando al servicio de las Naciones Unidas son acusados de violaciones a los Derechos Humanos y de delitos de corrupción.



Personalmente no encuentro razón alguna para que no procedamos gradualmente a la prescindencia total de las Fuerzas Armadas." (5)


Alguien puede pensar que se trata de la visión idealista de un educador...
Pero veamos lo que opina un militar, el Gral. (R) Pedro Aguerre, preso durante la dictadura, padre del actual comandante del ejército:

"No hay que depender de una potencia extranjera en la provisión de armas y municiones; un país se defiende con lo que tiene, no con armas regaladas, cedidas o compradas. Ningún país pobre y dependiente puede tener una fuerza armada capaz de defenderse de un ataque extranjero.

Se compraron ahora armas modernas, ¿para qué? La solución es tener una fábrica propia de armas portátiles, precisamos aviones para cuidar la frontera del contrabando de drogas y barcos para cuidar la pesca, sobre todo las 11 lanchas que tenemos en Haití, que las van a traer de vuelta cuando ya no sirva para nada.


El Ejército como defensa no nos sirve porque es odiado por la población, y la defensa tiene que ser de la sociedad. Mientras no haya una imbricación del tejido social y un soldado sea bien recibido en cualquier casa civil no hay defensa nacional posible". (6)


La ejecución de Julio Castro es otra perla en el collar, y ya van demasiadas.
Las compras fraudulentas en la Armada.

El uso mal habido de los fondos de las "misiones de paz".

Las "misiones de paz" mismas, rechazadas por los pueblos que son invadidos, y  que incluyen violaciones a los derechos humanos, y casos de vergüenza internacional para el país.

La inutilidad confesa de las fuerzas armadas en cualquier hipótesis de conflicto bélico, como quedó claro a través de los desvaríos irresponsables de Tabaré Vázquez cuando se inventó una guerra con Argentina y los propios militares se negaron a combatir aduciendo que son incapaces de enfrentar a un enemigo en serio

El presupuesto insostenible de "defensa" que ahora ha planteado la necesidad de "pasar a cobre" predios en posesión de las fuerzas armadas que tienen un gran valor de reventa y que no le sirven para nada al país en su destino actual, predios de los cuales las fuerzas armadas pueden desprenderse.

Lo que estamos viviendo es un DESPRESTIGIO CRECIENTE de la institución militar, al cual los militares contribuyen generosamente.

Una institución que siempre fue ODIADA y DESPRECIADA por nuestra sociedad.

El sistema político todo, con el gobierno a la cabeza, ha asumido la pesada tarea de intentar "que el pueblo quiera a sus fuerzas armadas", y cada vez le resulta más Misión Imposible.



Ahora se agrega otro elemento.


La investigación de la UDELAR coordinada por Álvaro Rico permite llegar a la conclusión de que los crímenes de lesa humanidad fueron una ACCIÓN INSTITUCIONAL DE LAS FUERZAS ARMADAS. (7)

Este trabajo esclarece también un elemento poco atendido: que"la lógica del dinero es una impronta de la lógica represiva... conducida [hacia] la captura de un botín de guerra".

Dentro de esto está incluso la casona de Millán en la que mataron a Julio Castro, que fue comprada con dinero robado a víctimas de la represión contra el PVP (8)

La Indio diesel de Julio Castro también corrió la misma suerte, parte del botín.
Es hora que las fuerzas armadas respondan también con la REPARACIÓN MATERIAL por su responsabilidad.

Y también en este sentido hablamos de DESMANTELAMIENTO.

Hay destinos para todos sus bienes mal habidos mucho más útiles y necesarios para la sociedad, que para una supuesta "defensa" que no es tal ni puede serlo.

Esa "motivación económica", el robo descarado, es totalmente coherente con las prácticas indecentes actuales de las fuerzas armadas, para las cuales la principal ocupación es su acción MERCENARIA en "misiones de paz", buscando a cualquier costo alguna ventaja material.

El comandante del Ejército ha condenado el asesinato de Julio Castro, y es la primera vez en CUARENTA AÑOS.

Es inaudito que ahora se nos presente como "positivo" lo que no es nada más que un acto elemental y básico:

¡Que una institución del Estado declare que no es una horda de criminales!

Para cualquiera de nosotros sería una VERGÜENZA tener que andar aclarando que no es un sádico criminal y un cobarde, capaz de matar de un tiro a un anciano enfermo y maniatado, a escondidas en un sótano, enterrarlo subrepticiamente y ocultar y falsificar los hechos durante treinta y cuatro años.

Pero más allá de las palabras, el hecho indiscutible es que efectivamente son eso: una horda de criminales.

No nos debe pasar desapercibida la señal teatral y deliberada de Mujica con la chaqueta del ejército venezolano.

El gobierno tratará de salvar a la institución militar a como dé lugar, aun disfrazándola de "chavista".

Lo único que corresponde es reclamar la desaparición total de esta horda.

Es muy lamentable que nuestra "izquierda radical", aun en sus raquíticas condiciones actuales, ni siquiera se preocupe seriamente en asumir esta posición programática y desplegarla en propuestas concretas y reclamos del movimiento social.


REFERENCIAS


FERNANDO MOYANO


- postaporteñ@ nº683 - 2011-12-16







 

Trascendente fallo condena

 a DGI y delimita el
secreto tributario en favor 

de la transparencia



URUGUAY




El Tribunal de Apelaciones de 5º turno revocó un fallo del Juzgado Letrado de lo Contencioso Administrativo de 3er. turno, a cargo de Pablo Eguren, que había denegado información solicitada a la Dirección General de Impositiva sobre la recaudación por concepto de juegos de azar y casinos.

La solicitud de esos datos fue realizada por el periodista Pablo Alfano en el marco de una investigación periodística, pero la DGI negó el acceso a esa información amparándose en el secreto tributario.


Frente a la negativa, el Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública (CAinfo) decidió patrocinar el caso y presentó una acción de acceso a la información ante el juez competente, quién en primera instancia falló a favor de la DGI.

Desde el comienzo del juicio CAinfo alegó que la información estadística sobre lo recaudado por la DGI en cualquier rubro forma parte del principio de máxima transparencia que estable la Ley de Acceso a la Información Pública y que informar sobre estos aspectos no violenta la intimidad de ningún contribuyente.

La sentencia de primera instancia fue apelada, gracias a lo cual se pronunció una sentencia de segunda instancia a favor de la transparencia en materia tributaria.

El fundado fallo fue aprobado por unanimidad y redactado por el magistrado Luis Simón.

Esta sentencia sienta jurisprudencia sobre varios puntos relacionados con la publicidad y el acceso a la información pública, entre los cuales destacamos:


1.- A criterio del Tribunal, parte de la información solicitada por el pretensor queda comprendida dentro de su derecho al acceso a la información (...)

. En efecto, en esencia, la petición busca obtener información sobre el dinero recaudado por la DGI por las actividades controladas por la Dirección General de Casinos y por la Dirección Nacional de Loterías y Quinielas (ítems “1” y “2” de la demanda, fs. 20/21) por impuestos a la importación y exportación de máquinas tragamonedas (“slots”) y repuestos para casinos o salas de esparcimiento (ítems “3” y “4” de la demanda, fs. 21) durante los años 2009 y 2010.

Con esa conceptualización global, parece claro que se trata de información de carácter público, que se encuentra en poder de la demandada, y no se advierte que informar sobre montos totales de recaudación por los conceptos aludidos lesione normativa alguna o pueda vulnerar derechos de terceros, secreto tributario o requerir especial producción, como para que la denegatoria de información encarte en alguna de las excepciones legales.



2.- La información sobre el total recaudado (por los casinos de administración mixta y privados), sin discriminaciones, no queda comprendida en las excepciones aludidas, que son de interpretación estricta tal como lo indica la ley, sino en los principios generales de transparencia de la función administrativa y publicidad de la información en poder de la Administración. Inclusola DGI tiene el deber de contar con esa información, según lo establecido por el art. 5 literal “F” de la Ley Nº 18.381.

De manera que el acceso a la información del total recaudado, en el ítem, ha de ser garantizado, a cuyo efecto se procederá a la revocatoria parcial.
Similar situación se verifica con respecto al ítem “2”: el total recaudado por los juegos, sin discriminar, puede perfectamente ser informado.


3.- En conclusión, el acceso a la información solicitada, de modo global, sin discriminaciones, ha de ser asegurado, puesresponde al objetivo y principio de transparencia de la función administrativa en que se afinca el régimen legal; sin perjuicio de que el acceso a disponer no enerva las excepciones ya comentadas, relativas a las discriminaciones pretendidas.


Por más información:

Dr. Roberto Gossi (094442631)

Edison Lanza (presidente CAinfo / 099108230)

 

CAINFO - postaporteñ@ nº683 - 2011-12-16






 

LA OLVIDADA GUERRA 

DE VIETNAM







La guerra de Vietnam fue una gigantesca masacre de proletarios en nombre del capitalismo mundial para beneficio de las grandes potencias imperialistas de le época: no sólo Francia y Estados Unidos, sino también Rusia, China...

El socialismo en estos países era un mito.
Ho chi min y compañía no representaban los intereses del proletariado de la región, sino por el contrario, como todo el leninismo y estalinismo, eran la expresión del capitalismo del otro bloque capitalista e imperialista (el "marxista leninista").

En el Rio de la Plata el estalinismo había impuesto un monopolio total en la oposición a los yanquis, controlando todos los aparatos incluidos los guerrilleros (Tupamaros, Montoneros, ERP...) logrando que NO nos enteráramos de que había compañeros que ya denunciaban que luego de la paz de los cementerios en esa guerra, los proletarios continuarían, gane quien gane, trabajando para el capitalismo mundial.

En Argentina y en Uruguay denunciar los campos de concertación estalinistas o al siniestro Frente de Liberación Nacional de Vietnam te hacía acreedor por lo menos a la acusación de "agente de la CIA".

 Para todos esos aparatos como para el "socialismo" y "comunismo" oficial en el Rio de la Plata los verdaderos intereses del "pueblo vietnamita, así como de los de Camboya y Laos"...lo representaba el estalinismo de Ho Chi Min y compañía: ¡es decir te mandaban al frente! te llamaban a contribuir a la guerra cínicamente denominada "de liberación"

Hoy no cabe dudas que aquel triunfo estalinista, en Vietnam, en Laos y Camboya, dirigido por Ho Chi Min fue exactamente eso: más y más capitalismo. En realidad la liberación nacional siempre fue eso en todas partes: una lucha entre potencias que utiliza al pueblo explotado como carne de cañón.

Pienso que ese tipo de engaño de todos esos aparatos no sólo tiene interés histórico para comprender que "la derrota del imperialismo" fue una terrible mentira interesada, porque el imperialismo continuaba con el capitalismo que impuso el Partido de Hochimin y Giap, sino que también tiene que ver con nuestra propia derrota, con el papel funesto que tuvieron todas esas fuerzas estalinistas que después de trancar huelgas y servir a los milicos en nombre del aparato, se dedicaron en América Latina a apoyar militares nacionalistas.

La denuncia es importante porque son los mismos que hoy comparten alegremente el poder con quienes han masacrado a un pueblo,  y que desde los aparatos del Estado defienden descaradamente la impunidad de los milicos.


Presento a continuación un artículo internacionalista producido por militantes vietnamitas que circuló en 1968 en varios países que ya denunciaba todo eso.


Lo presento reafirmando que los métodos de la operación Cóndor fueron exactamente los mismos que los que usaron los estalinistas en Rusia, en China y en todo el mundo.


Andresito



 

Reflexiones sobre la

 guerra de Vietnam




Desde la Ofensiva Tet [enero-febrero de 1968], la propaganda ha recurrido al engaño con una intensidad cada vez mayor.

Mientras que el juego asesino continúa a 10.000 kilómetros de distancia, los periódicos y la televisión en todo el mundo se deleitan con imágenes sensacionalistas de una carnicería intolerable a la que el público está cada vez más habituado.

Este lavado de cerebro por partida doble ayuda a la gente a morir, o a observar al moribundo, si es que su sensibilidad no ha sido totalmente adormecida por este desastre cada vez más horroroso.

Los jóvenes estadounidenses van a defender el “mundo libre” del dólar y de las bases militares en el Pacífico, y terminan pudriéndose bajo el fuego de cohetes rusos o chinos en los campos de arroz y las laderas de Vietnam.

Los jóvenes vietnamitas en un campo u otro son enviados, voluntariamente o por la fuerza, a una masacre en nombre de “la independencia nacional”, “la liberación nacional”, o “el socialismo”.

Tarde o temprano la muerte cesará, cuando la “paz” sea declarada por los amos de los Estados contendientes.

Los sobrevivientes de Estados Unidos retornarán a las fábricas, oficinas y granjas de su país; los veteranos inválidos, aquellos que han quedado sin brazos o sin piernas, van a arrastrarse por el resto de su condecorada existencia.

En el otro lado del globo, los “héroes de la resistencia” — los campesinos y los trabajadores vietnamitas — volverán a sus campos de arroz o serán arrojados a las nuevas fábricas de la industrialización, para perder pronto las ilusiones que pudieron haber tenido.

Ni el régimen capitalista de estilo norteamericano, ni el capitalismo de Estado de Ho Chi Minh pondrán fin a su explotación bajo una dictadura de un Estado policial.

Si la burguesía y los terratenientes son expulsados, la burocracia se hará cargo de la misma explotación con una eficiencia aun mayor.

La guerra de Vietnam es parte de la guerra permanente entre los dos bloques capitalistas de la sociedad actual.

El juego es básicamente el mismo que en las guerras mundiales de 1914-1918 y 1939-1945 — la dominación del mundo.

Lo que ha ocultado este aspecto fundamental es la cooptación y la manipulación de las revueltas campesinas anti-imperialistas que estallaron en Vietnam y en otros lugares cuando las estructuras coloniales se derrumbaron al término de la Segunda Guerra Mundial.

Los nacionalistas burgueses o los partidos “comunistas” que llegaron al poder mediante las “guerras campesinas”, con la aquiescencia directa o indirecta de las grandes potencias, asumieron como burocracias gobernantes y convirtieron al campesinado rebelde en tropas jerárquicas cuya lucha en última instancia beneficiaba a un bloque o al otro.

Las “guerras de liberación nacional” permiten a las dos potencias opuestas de la Guerra Fría poner a prueba sus respectivas fuerzas sin ir a la guerra directa entre sí.

Los Estados recién formados sólo terminan en un mero cambio en la forma de explotación.

Los Estados Unidos, que participan en una política de coexistencia con Rusia y sus satélites, tácitamente aceptan el hecho de que Rusia neutralice la influencia de China mediante la entrega de dosis prescritas de armas a Ho Chi Minh y el Vietcong.

Los rusos, por su parte, no tienen razones para temer a una despiadada guerra prolongada que desangre completamente a los Estados Unidos.

Este baño de sangre también presenta una oportunidad favorable para China, que está esforzándose por convertirse en un gran poder: la lucha de los dos buitres más grandes por la carroña da tiempo a China para desarrollar su armamento nuclear y para preparar su entrada en el todos-contra-todos del Sudeste de Asia.

En cuanto a la clase obrera, siempre y cuando su existencia no esté directamente amenazada permanece indiferente a los planes destructivos de sus amos.


La experiencia de las dos últimas guerras mundiales es trágica, pero instructiva: la mayoría de los trabajadores, como la mayoría de otras personas en cada bando, marcharon detrás de la bandera de sus explotadores, a pesar de la heroica resistencia de un puñado de obreros revolucionarios e intelectuales.


En los Estados Unidos, la participación activa de los estudiantes, los intelectuales y los hippies en el movimiento contra la guerra, aunque significativa, es impotente sin el apoyo de la clase obrera.

En cuanto a los sindicatos estadounidenses, son cómplices de las políticas de Lyndon Johnson.

En Europa, los intelectuales tragan y regurgitan las mentiras del campo “comunista”.

Cuando la gente como Sartre y Bertrand Russell parlotean sobre los juicios de Núremberg para denunciar la “agresión” estadounidense y los “crímenes de guerra”, no condenan a la guerra como tal.

Evitan cuestionar el contenido social de un conflicto que, lejos de liberar a los trabajadores y los campesinos, sólo puede llevar a un mero cambio de amos; en vez de eso se dedican a emplear la jerga legalista de moda desde la última guerra, lo cual le presta una nueva credibilidad en lugar de exponerla como un mentira.

En realidad, los esclavos enviados a la muerte son los engañados y las víctimas de la barbarie de ambos bandos.

¿Qué significado pueden tener para ellos palabras como “agresión” y “crímenes de guerra”, cuando la paz y la guerra son de competencia exclusiva de sus amos?

¿Hemos de creer que esos caballeros que llaman a otros a la resistencia hasta el punto del exterminio total estarían satisfechos si la guerra se librara con bayonetas y rifles en lugar de bombas de napalm y de racimo, o si las bombas de los B52 se lanzaran solamente sobre los combatientes en lugar de arrasar aldeas y volar a mujeres y niños en pedazos?

Todo el mundo es receptivo a la imagen difundida por la propaganda de izquierda orquestada por el estalinismo, que representa el Norte como David derribando a Goliat; todo el mundo es conmocionado por la destrucción; todo el mundo simpatiza con el sufrimiento de una población cruelmente afectada por los últimos veintiocho años; y todo el mundo aplaude ingenuamente el heroísmo de los combatientes sin darse cuenta de que el heroísmo guerrerista es capaz de enmascarar todo tipo de esclavitud y todo tipo de tiranía.

De ahí la tendencia generalizada a pensar que la victoria de Ho Chi Minh y el Vietcong sobre los Estados Unidos restauraría una paz “equitativa” en el mundo.

El Partido Comunista Francés se ha aprovechado al máximo de este sentimiento popular, especialmente después de los últimos acontecimientos: en Hanói, Waldeck-Rochet siguió lealmente la línea de Rusia, por lo tanto sirviendo incidentalmente a la política de De Gaulle.

La única manera de detener efectivamente la matanza y prevenir cualquier posibilidad de futuros genocidios es a través de un despertar de la conciencia de los obreros del mundo.

La lucha contra la guerra tiene que venir de los obreros de los Estados Unidos y de los obreros y campesinos de Vietnam, y debe estar integralmente vinculada con la lucha por la emancipación del capital, ya sea “democrático” o “comunista”.

A pesar de que lamentablemente debemos admitir que actualmente no vemos emerger ninguna de estas perspectivas, no debemos dejar que nada nos impida combatir las mistificaciones que ocultan la verdadera cara de esta guerra, una guerra cuyas víctimas son, como siempre, los obreros y campesinos.


 
NGO VAN
Abril de 1968





 
Andresito-HqAclare - postaporteñ@ nº683 - 2011-12-16




 

Eleuterio Fernández Huidobro
en Decalegrón - 1999


Creo que nunca le llegó el informe de hacia donde queda la izquierda y por eso se convirtió en ministro de "ofensa"
 



postaporteñ@ con Corazón  Artiguista y Suramericano en el Río de la Plata,
Uruguay – Argentina







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