"EL ENIGMA TRABAL
LA CONEXIÓN FRANCESA"
Un grupo de ultraizquierda maoísta
integrado sólo por franceses fue el responsable del crimen del coronel Trabal en 1974, en París
No Fueron Los Tupamaros y Tampoco El Ejército Uruguayo
El Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T) planeó secuestrarlo en el exterior y los generales lo relegaron, pero el coronel Ramón Trabal, asesinado en diciembre de 1974 en París, fue víctima de un grupo de ultraizquierda maoísta integrado en su totalidad por franceses.
La acción —llevada a cabo por dos hombres jóvenes que mataron de seis disparos al entonces agregado militar uruguayo en Francia y Gran Bretaña en el garaje de su residencia— fue reivindicada el mismo 19 de diciembre de 1974 por las Brigadas Internacionales (BI), una organización hasta entonces desconocida y acerca de la cual cundió de inmediato la sospecha.
Esto es lo que emerge de una investigación del periodista de Búsqueda Sergio Israel, que forma parte del libro “El enigma Trabal. La conexión francesa”, que se pondrá a la venta la semana próxima en el marco de la colección Búsqueda-Fin de Siglo.
La investigación concluyó que está probado que las BI fue una organización que actuó con independencia y que realizó al menos cinco atentados con objetivos políticos bien fundamentados y definidos, siguiendo una línea nacida en mayo de 1968 y que se considera heredera de la resistencia francesa durante la II Guerra Mundial.
Entre sus víctimas estuvo el coronel Trabal, jefe de los servicios de Inteligencia del Ejército durante los años más duros del combate entre los tupamaros y las Fuerzas Armadas a fines de los 60 y comienzos de los 70.
El libro descarta, de todos modos, que terceros hayan intervenido por acción u omisión en ese asesinato.
Las Brigadas Internacionales, un grupo armado que funcionó entre finales de 1973 y 1977, se hicieron también responsables de la muerte de otro militar latinoamericano, el general boliviano Joaquín Zenteno Anaya, asesinado el 11 de mayo de 1976 con una pistola calibre 7.65, el mismo tipo de arma que mató a Trabal.
Como ambos militares se habían transformado en disidentes de los gobiernos de sus respectivos países, las muertes de Trabal y Zenteno fueron adjudicadas a las dictaduras que gobernaban entonces en Montevideo y La Paz.
Para abonar esa teoría sirvieron las muertes del general chileno Carlos Prats y del boliviano Juan José Torres, ambas en Buenos Aires, las equívocas versiones policiales y el sospechoso silencio de los sucesivos gobiernos franceses que se negaron a echar luz acerca del asunto.
En Bolivia, el presidente era entonces el general Hugo Banzer y en Uruguay, aunque nominalmente estaba Juan María Bordaberry, el poder residía en las Fuerzas Armadas, especialmente en el Ejército, a cuyo mando estaba el teniente general Julio César Vadora, que hasta ese mismo año 1974 había sido representante de Uruguay en Washington (Estados Unidos) y a su vez jefe de la logia Tenientes de Artigas, enfrentada a Trabal
“UNA JUNGLA DE CEMENTO”
En relación a la muerte de Trabal, el libro de Israel cita cuatro fuentes francesas de alta credibilidad: un extenso artículo del periodista Pierre Benoît, que en 1976 publicó una entrevista con uno de los miembros de las Brigadas Internacionales en la clandestinidad y un análisis de la organización en el diario de izquierda “Libération”; una entrevista a Fréderic Oriach en el desaparecido diario socialista “Le Matin”, donde este ex dirigente de las BI, diez años después, el 14 de abril de 1986, reivindica y fundamenta los atentados; un libro de memorias del comandante de la Policía retirado Serge Savoie, aparecido en 2011; y, finalmente, una entrevista realizada hace dos semanas por el autor en Marsella, Francia, donde reside en régimen de semilibertad con dos cadenas perpetuas y luego de 20 años de prisión, con el ex dirigente de la organización armada Action Directe, Jann Marc Rouillan.
“Hemos querido crear una práctica política nueva y pensamos que la ‘propaganda armada’ es en sí misma una manera de intervenir políticamente.
(…) No es que sólo existan los torturadores y los embajadores; también hay que pensar en las empresas multinacionales instaladas en Francia y en las estrechas relaciones que París mantiene con ciertos países fascistas”,dijo entonces a Benoît —hoy jefe de informativos del canal paraestatal TV5 Monde
— un vocero anónimo de las BI
“Es posible hacer una y mil pequeñas cosas y ofensivas sin tomar un fusil.
Estamos impresionados de ver cómo los izquierdistas no están interesados en vigilar a los representantes de los regímenes que ellos quieren combatir. Para nosotros la ciudad es una jungla de cemento donde podemos observar al enemigo con mucha facilidad”,advirtió el entrevistado por Benoît
El brigadista Frédéric Oriach fue entrevistado a su vez por “Le Matin” a la salida de una estadía en la cárcel de La Santé y no solamente apareció con su nombre sino también con una foto a tres columnas
Este ex dirigente de las BI había sido detenido en París junto a otros dos militantes portando dos armas involucradas en los atentados: la 7.65 y una 11.36, que equivale a un calibre 45
“La creación de las Brigadas Internacionales —dijo Oriach— se remonta a 1974 y es la continuación lógica de los militantes franceses muy afectados por la muerte del Che Guevara y luego por la de Salvador Allende en 1973. (…)
Para las BI esto fue muy doloroso y quisieron pasar a un estadio superior y adecuarse a los niveles de violencia real. Era inscribirse en un contexto de guerra. Diciembre de 1974 es la fecha de ejecución de Ramón Trabal, agregado militar de Uruguay en París.
Fue él quien creó los comandos caza-tupamaros.
La segunda acción fue el asesinato del general Joaquín Zenteno Anaya en 1976.
Era coronel de los Boinas Verdes en Bolivia.
Fue él quien organizó la captura y el asesinato del Che Guevara. Había sido nombrado embajador en París. Cuando fue asesinado, frente al puente Bir-Hakeim, llevaba en la muñeca el reloj de Guevara. No lo pudimos recuperar, lo tomamos después.
Y él tenía en su departamento la carabina US M2 del Che”
En esa entrevista, titulada “Frédéric Oriach a cara descubierta”, el militante de la ultraizquierda francesa nacido en Valencia (España) aportó también algunos datos autobiográficos.
“Me involucré a los 16 años. Al principio milité en los comités Vietnam y luego en las juventudes marxista-leninistas de Francia. No estaba en la clandestinidad; tenía un trabajo como agente hospitalario.
Siempre milité en un ambiente obrero, especialmente en la fábrica Renault de Boulogne-Billancourt, donde tenía un amigo: Pierre Overney”, luego asesinado por un guardia de la empresa.
Oriach continuó: “El comienzo de los años 70 es la gran época de la Izquierda proletaria en el sentido de su inserción en las masas. Yo era joven y creía en eso.
Los que en aquella época entraban a la fábrica como obreros todavía están ahí. Los otros son hoy especialistas en antiterrorismo o se arrastran en las antecámaras de los ministerios” y puso como ejemplo “las posturas reaganianas del (ex director de ‘Libération’) Serge July”.
En sus memorias, publicadas en 2011, el comandante de Policía retirado Savoie
—un especialista en la represión de la ultraizquierda francesa al punto que sus colegas le habían puesto el apodo de “Monsieur Action Directe”— aportó una breve pero precisa narración acerca de las BI.
Savoie, un policía duro pero respetado como leal adversario, admitió que “oficialmente nadie respondió por los crímenes” y explicó que obtuvo la información más detallada acerca del grupo de forma confidencial pero “demasiado tarde”, en 1980, gracias a “una fuente humana confiable” acerca de la cual no entró en detalles.
Además de los tres detenidos, el experto policial en terrorismo mencionó a otros dos miembros por sus nombres de pila e iniciales del apellido: Denis L. e
Yves D., quienes, según “Monsieur Action Directe”, habrían sido quienes concibieron y ejecutaron los crímenes y luego se suicidaron.
REUNIÓN CON EL MLN
En el otoño de 1979, cuando ya Action Directe era un proyecto en marcha al que se habían integrado varios de los que antes integraron las Brigadas Internacionales, los NAPAP y los GARI —es decir, las corrientes maoísta y la anarquista -(su principal dirigente, Jann Marc Rouillan, propició un encuentro entre los que mataron a Trabal y representantes del MLN-Tupamaros que residían en Francia.
La reunión, a la que asistió el propio Rouillan, se realizó en un apartamento de París durante al menos tres horas.
Al cabo de la discusión —explicó al periodista uruguayo el ex dirigente de Action Directe— ninguna de las partes salió conforme porque no obtuvo una respuesta satisfactoria de la otra.
En su entrevista de hace dos semanas en Marsella con el periodista de Búsqueda, Rouillan declaró lo siguiente:
“En 1977 empezamos la coordinación político-militar que culminó en la creación de un movimiento que se llamó Action Directe (AD), donde confluyeron militantes de los Núcleos Armados Para la Autonomía Popular (NAPAP), las Brigadas Internacionales (BI) y los Grupos Armados Revolucionarios Internacionalistas (GARI), que yo integraba. Aún antes de eso, dentro de la Izquierda Proletaria (GP, por su sigla en francés) había un grupo que se llamaban ‘del Distrito 16’ que fue la base de donde salieron las BI. Por un lado estaban los de NAPAP, que actuaban en medios obreros, y por otro las BI a nivel internacional, aunque ambas organizaciones tenían la misma sensibilidad y un origen maoísta.
Lo de Trabal es algo muy conocido por los militantes de esa época.
Yo personalmente organicé y participé en una reunión con tupamaros en París.
Los refugiados temían siempre quedar implicados en cuestiones locales y a su vez reclamaban el porqué de la muerte de Trabal.
Decían que estaban muy enojados por las repercusiones que tuvo en Uruguay”.
Por alguna razón que nadie ha explicado hasta ahora, los dirigentes tupamaros, entre ellos el ministro de Defensa del gobierno de José Mujica, Eleuterio Fernández Huidobro, descartaron la versión de los militantes franceses e insistieron en que se trató de un ajuste de cuentas dentro del Ejército, tal como hizo creer indirectamente tanto la Policía francesa como el Palacio del Eliseo buscando de esa forma quitar presión en París sobre los crímenes.
Casi una década después de esa reunión, Fernández Huidobro se presentó en el programa “En vivo y en directo” que dirigía el periodista Néber Araújo y dijo que a Trabal lo había matado el propio Ejército.
Fernández Huidobro no era el único que, sin pruebas, acusó al Ejército por la muerte de Trabal. También opinaron de forma similar el ex ministro de Economía de la dictadura Alejandro Végh Villegas, y la ex integrante del MLN-Tupamaros Yessie Macchi, que conoció a Trabal cuando fue herida y atendida en el Hospital Militar
EL SECUESTRO
Además de la muerte de los cinco militantes que aparecieron en una banquina cerca de la ciudad de Soca (Canelones), uno de los motivos de irritación para los dirigentes del MLN-Tupamaros que se reunieron con los miembros de las BI en 1979 era que la muerte de Trabal había frustrado un plan de secuestro
Según el libro, luego de que el gobierno militar uruguayo sacó a 11 mujeres y a nueve hombres de los penales y los recluyó en severísimas condiciones en diferentes unidades del Ejército, los tupamaros comenzaron en La Habana (Cuba) a trabajar en un llamado “grupo Trabal” que planificó en forma compartimentada el secuestro del ex director del Servicio de Información de Defensa (SID) de las Fuerzas Armadas uruguayas con dos objetivos: obtener información acerca de quiénes eran los infiltrados y hacer un contrapeso para al menos exigir que se garantizara la vida de los “rehenes”.
La captura de Trabal se iba a producir en París o en Lille, donde entonces vivía la hermana del militar, y según algunas versiones iba a ser mantenido en Francia, mientras otros contaban con trasladar al coronel a Cuba por vía marítima a través de Argelia.
EL MILITAR REFUNDADOR DEL SID
Nacido en 1929, el coronel de Caballería Ramón Trabal Usera era hijo de un general y nieto de otro
Su abuelo materno había escrito el himno “Mi Bandera”
Como director del Servicio de Información de Defensa (SID) entre 1971 y 1974, potenció la inteligencia militar, participó en la lucha contra los tupamaros y estuvo en la mayoría de los eventos importantes de esa época, entre ellos las negociaciones por el secuestro del embajador británico Geoffrey Jackson, las conversaciones secretas en el batallón Florida, el combate contra los ilícitos económicos y la redacción de los comunicados 4 y 7 de las Fuerzas Armadas, que llevaron al Partido Comunista y a otros sectores de la izquierda uruguaya a pensar que el golpe de Estado que estaba preparándose podía orientarse hacia la instalación de un régimen afín a sus ideas, similar al que dirigía en Perú el general Juan Francisco Velasco Alvarado, que había derrocado en 1968 al gobierno democrático del presidente Fernando Belaúnde Terry y representaba a una corriente conocida entonces como “socialismo militar latinoamericano”.
“Usted está desertando, dejando colgada a su gente”,le dijo sin rodeos su novel consuegro (el coronel Pedro) Aguerre. La tajante opinión fue dicha en presencia del suegro de Trabal, el coronel retirado de Caballería Oscar Antúnez de Oliveira.
—Yo creo que sí, que usted está desertando—se sumó Antúnez de Oliveira, que era historiador militar.
—No puedo negarme al destino. Hay gente que me ha ofrecido apoyo para que me quede, pero eso sería dar vuelta la tortilla y aún es muy temprano—contestó a ambos parientes políticos y camaradas de armas en la puerta del juzgado donde su hija mayor se casó con el hijo de Aguerre.
Antes de irse a París, Trabal almorzó —como a menudo lo hacía en el club de ex alumnos del British Schools— con sus tres amigos de la infancia: Evans, Puig y Cat. Aunque era un hombre extremadamente reservado, se sinceró con ellos:
—Creo que no me van a ver más —les dijo en la sobremesa.
— ¿Entonces por qué aceptás ir a París?
—Soy un soldado y voy donde me mandan.
El ex ministro de Economía de la dictadura, Alejandro Végh Villegas, quien debido a su cargo mantuvo un trato fluido con los generales, opinó que haber enviado a Trabal a París con la idea de que fuera un blanco fácil “es casi peor que matarlo uno mismo”
LA MATRIZ: GAUCHE PROLÉTARIENNE
Para entender el complejo mapa de los grupos de la ultraizquierda francesa posteriores a 1968 es muy útil una cronología elaborada por el investigador francés Sebastien Schifres.
El grupo original, muy fuerte en el Barrio Latino, se llamó Gauche Proletarienne (Izquierda Proletaria o GP, por su sigla en francés) y fue fundado en el otoño de 1968. Ya en 1970 tuvo problemas con la justicia y 400 de sus militantes fueron detenidos.
El 25 de febrero de 1972, Jean-Pierre Tramoni, un vigilante de la empresa Renault, mató al militante de la GP Pierre Overney. Al entierro de Overney concurrieron unas 20.000 personas.
El 18 de abril de 1973 salió a la calle el primer número de “Libération” y en noviembre de ese año, en un congreso en Versalles, la GP se autodisolvió.
En setiembre de ese año se crearon los Grupos de Acción Revolucionaria Internacionales (GARI) y el 19 de diciembre, con el asesinato de Trabal, aparecieron por primera vez las Brigadas Internacionales (BI), que tenían una sensibilidad similar a la de los Núcleos Armados para la Autonomía Popular (NAPAP).
Las BI actuaban contra extranjeros en Francia mientras que los NAPAP lo hacían a nivel obrero y mantenían una fuerte influencia del pensamiento del líder comunista chino Mao Zedong.
Los GARI, en cambio, abrevaron en el anarquismo y en el marxismo.
Aunque algunos, como Frédéric Oriach, tomaron otro camino, la mayoría de los integrantes de estos tres grupos formaron Action Directe (AD), una organización autora de unos 80 atentados, entre ellos los asesinatos del presidente de Renault y de un general, a los que acusaron de estar vinculados en negocios con armas durante la guerra Irán-Irak.
Búsqueda , 01 de diciembre de 2011
El asesinato del Cnel. Trabal y la" nueva pista maoísta"
Hoy ha sido un día dedicado al recuerdo del maestro Julio Castro
Mis respetos para todos sus familiares y en particular para su hija Hebe.
Es una digna hija de su padre y fue mi querida profesora de historia en el Instituto Campos de la ciudad de Mercedes Se confirmaron las torturas, asesinato y desaparición del Maestro y los sucesivos encubrimientos de autoridades militares y civiles.
Quedo en evidencia el papel terrorista del estado uruguayo
Otro hecho que me impacto pero quedo en segundo plano fue el "descubrimiento" publicado en Búsqueda sobre la muerte de Trabal.
La policía francesa descarto la participación del MLN como lo atribuían volantes apócrifos.
El propio hijo de Trabal comenta a prisioneros del MLN "yo sé que ustedes no tuvieron nada que ver con la muerte de mi padre"
La tesis de que fueron militantes de izquierda los que mataron a Trabal cada vez tiene menos adeptos y se fortalece la de que fueron militares golpistas.
Trabal participa y apoya el golpe de Estado siendo director de inteligencia.
Poco tiempo después es desplazado y enviado a Francia como agregado militar.
Según el General(r) González el motivo fue su investigación sobre cuentas secretas que tenían sus colegas en Suiza Es muy probable que la justicia uruguaya reabra el caso y siga esa pista
No opino sobre la intención de Búsqueda ni la del periodista (Sergio Israel) pero si sobre las consecuencias de dicha" información"
De hecho desvía la investigación sobre los militares para centrarla en los grupos maoístas franceses.
Si Búsqueda tiene elementos nuevos está en su derecho a difundirlos y ponerlos a disposición de la justicia Si es la resurrección de una vieja entrevista publicada a Frederic Oriach publicada en "le Matin" del 14 de abril de 1986 le diría que le esta herrando feo. Eso ya fue analizado y descartado por la policía francesa, las principales agencias y numerosos investigadores que tuvimos acceso a dicha entrevista Lo bueno de todo es que la verdad va saliendo a flote pese a todos los interesados en contra
Lewis Rostan
Búsqueda Edición Nro. 1639 1/11
- postaporteñ@ nº672 - 2011-12-02
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