ARGENTINA: Y Se Va La Segunda
Coincidencias:
Seguridad. "La
guerra al narcotráfico". Ambos
quieren el traspaso de la Policía Federal a la ciudad de Buenos Aires,
solamente matices los diferencian. En realidad lo que
verdaderamente les preocupa es el
dinero. Lo gastado durante 2015 superó los 6.000 millones de
pesos (aún el año no terminó.
Hay unos 17.500 federales
en el territorio porteño, sumando a la Metropolitana con alrededor de 5.000
efectivos, más 2.400 de Prefectura y Gendarmería en la zona portuaria y sur
de la ciudad. Un total de 25.000 uniformados, que en proporción a la cantidad
de habitantes representa uno
cada 112 habitantes. (ConUrbano). La ONU estima que haya 300
policías por cada 100.000 habitantes. Los números que arroja hoy la
cuenta en la Ciudad Autonoma de Buenos Aires - CABA (duplicando la
población), supera 800 milicos en sus diversos colores por cada 100.000
personas.
Coinciden también en la
propuesta de creación de nuevas agencias represivas, especialmente en "la guerra al
narcotráfico", que las fuerzas de seguridad dirigen.
Macri propone una agencia
especial contra el crimen organizado que define como "FBI local".
Scioli una agencia de inteligencia criminal que generaría "planes de acción".
Lo que sugiere que gane el que gane, aumentarán
las detenciones arbitrarias, el gatillo fácil y la tortura.
Mano dura
Esta idea fue impulsada por
Carlos Menem, y remite al propio kirchnerismo, que apoyó al general César
Milani y limpiar la reputación
del ejército.
Los tres representantes de
las principales centrales obreras (Moyano, Micheli y Yasky) pese a sus
diferencias promueven el "derecho"
de la policía a agremiarse, como si pertenecieran a la clase
trabajadora, cuando en realidad siempre fueron sus verdugos.
Policías y penitenciarios no pueden ser considerados
trabajadores, son parte del aparato represivo del Estado. La
gran mayoría provienen de barrios populares pero sirven a la clase dominante
y reprimen a los trabajadores en sus protestas o como con el gatillo fácil con
el objetivo de controlar y disciplinar socialmente.
Desde las estructuras
sindicales se promueve la defensa gratuita a los represores o, como ocurre en
otros lugares donde se aprobó la sindicalización, se ejerce presión sobre los
gobiernos logrando censurar a los medios en noticias sobre hechos represivos,
obteniendo más presupuesto, mayor presencia policial en las calles, rebajas
de penas para los policías, etc. "Conquistas
laborales".
En tiempos de 'democracia'
sigue en vigencia el funcionamiento de un plan sistemático de las fuerzas
policiales para asesinar y "desaparecer" a niños adolescentes de
los barrios pobres del Gran Buenos Aires, que son utilizados por los mismos
policías para ejercer operaciones delictivas. (En el resto de Argentina
también)
Desde el retorno de la
democracia a la actualidad, un total de
4278 muertos por gatillo fácil y tortura seguida de muerte en
cárceles y comisarías. Más de 210 personas desaparecidas y 69 asesinatos en
el marco de protestas y manifestaciones sociales.
Nunca más, es una consigna pendiente en la
actualidad.
En el año 1996, Carlos
Menem, entonces presidente, intentó explicar por qué crecían las denuncias
por fusilamientos policiales: "hay
periodistas de pluma fácil", dijo. Meses después, el jefe de
la Policía Federal, el comisario Adrian Pelachi, y el ministro del Interior y
responsable de las fuerzas de seguridad federales, Carlos Corach, agregó una
frase que hizo recordar al dictador Jorge Rafael Videla respondiendo sobre
los desaparecidos: Dónde
están los nombres?
En la categoría de muerte
de personas privadas de su libertad, confluyen suicidios por ahorcamiento o
incendios en cárceles y comisarías, que encubren, en una enorme proporción,
la muerte por tortura. Casi la mitad de la totalidad de las muertes en
comisarías corresponde a personas que no estaban detenidas por acusaciones
penales, sino arbitrariamente, por aplicación de las más efectivas
herramientas de control social, la averiguación de antecedente y los códigos
de falta y contravenciones. Algunas desapariciones, en las que se sabe que la
víctima pasó por una comisaría, están listadas bajo esta categoría. Otras lo
están en la de "otras modalidades".
Es necesario traer estos
hechos a la memoria cuando tanto Scioli y Macri están hermanados con Menem. Y
sus planes son continuar con una política represora en avanzada.
Las
desaparecidas en democracia
Las "desaparecidas en
democracia", es decir, mujeres víctimas de trata para
explotación sexual, son ignoradas
por las autoridades y las fuerzas de seguridad, considerándolas
"perdidas" o "extraviadas", porque "desaparecidos" son sólo
los de la dictadura militar
Los gobiernos kirchneristas
se precian de paladín de los derechos humanos, mientras tanto hay mujeres
desaparecidas víctimas de trata. Recordemos un ejemplo. Cuando el padre de Paulina Lebbos, desaparecida
en Tucumán, y luego encontrada muerta, reclamaba y pedía ver a la Sra.
Presidenta para pedirle que se esclarezca el caso, fue reprimido brutalmente por la
Policía. Otro caso similar fue el de María Soledades Morales en
Catamarca, en
realidad se encubre a los hijos del poder.
El gobierno actual es
cómplice como lo son los candidatos que se presentarán a las elecciones,
Macri y Scioli. Hipocresía
y corrupción
Este gobierno que protege
los intereses de monopolios y bancos se sostiene por el miedo y los viejos
fantasmas. La misma táctica ha sido utilizada durante toda la campaña
electoral y por supuesto hoy ante el balotaje se reafirma.
Macri es un buen
representante de las oligarquías financieras, necesita del terror para
gobernar e imponer políticas de explotación y exclusión que sólo beneficiaran
a una minoría.
Por supuesto que Scioli no
plantea ningún compromiso real que garantice tierra, pan y paz social. Será un
nuevo administrador de las cajas y la mano de obra barata del estado. Y sin
ninguna duda seguirá aplicando su conocida política represora.
Quién recuerda al
primer desaparecido en democracia el 18 de septiembre de 2006?
Me refiero a Julio López. Caso archivado;
olvidado. Y nos siguen hablando de derechos humanos, los
mismos de siempre, los que durante el kirchnerismo se han adueñado de ellos
sacando grandes
dividendos.
De crisis social no se habla
Los mismos políticos hoy
"enfrentados" son aquellos que garantizaron la entrega de las
conquistas conseguidas y son los que sostienen la enorme desigualdad actual.
Desplazaron a las villas de emergencia para construir barrios privados,
empresarios enriqueciéndose mientras precarizaban el trabajo, no construyeron
rutas, ni cloacas, ni repararon hospitales, todo lo contrario.
El gobierno socialista de Santa Fe,
asumió como suya la herencia de desigualdad menemista.
Siguieron
privatizando, los sojeros
de gran fiesta, la contaminación ambiental tomó sus víctimas. No
obstante el crecimiento económico prosiguió, ganancias extraordinarias, del
mismo modo creció la precarización laboral, el trabajo al negro, los
accidentes laborales, la tercerización, bajos salarios, etc. Es así como un
sector de la población es empujado a la delincuencia o a formar parte de las
redes del narcotráfico, que bien sabemos es organizado por la policía, que
recluta sus soldaditos y
funcionan con la protección estatal y pagan mejor a sus empleados que cualquier
otra empresa.
Los Scioli, los Macri no
serán los que resolverán los problemas de la salud, educación, del trabajo,
habitacional y de los salarios. Es religioso "No podrás servir a dos señores"; ellos
servirán a los grandes sojeros, a Monsanto, los Cargill, grandes empresarios,
y a la casta política y policial que se enriquecen. Más temprano que tarde,
gobierne quien gobierne se unirán para una política de mano dura y represión
La cartelera usada por
ambos bandos sobre la seguridad
tiene sus orígenes en las bases sindicales que fueron montadas
sobre una serie de casos de trabajadores víctimas robos o asaltos violentos,
siendo la cúpula de los sindicatos peronistas que comenzó una campaña contra
la "inseguridad"
y fueron ellos que a través de Antonio Caló, gestionaron la
visita del represor, Sergio
Berni, con 700 nuevos policías.
Estos mismos sindicalistas
que negocian salarios miserables en las paritarias e imponen una prohibición
de delegados y se jactan de haber logrado una militarización que afectará a
todos los trabajadores.
El tinte peronista de Macri
Pocos días antes de ir a
las urnas, Macri inauguró la única estatua de Perón en la ciudad, enlazando
en su discurso la figura del general y sus "valores
de justicia social". De fondo sonaba la marcha peronista: "Perón, Perón, qué grande
sos....". Para juntar votos hay que parecer peronista.
Macri ha utilizado en la
campaña su reconocimiento logros de la gestión kirchnerista como la
asignación por hijo y otras políticas de inclusión social y defendió las
nacionalizaciones de YPF y Aerolínea Argentinas a las que supo oponerse
frontalmente.
Al igual que otros grupos
políticos del Río de la Plata, en Uruguay, para las elecciones del 2004, el
Partido Nacional utilizó eslóganes frenteamplista en la campaña; ahora vemos
a Macri utilizando eslóganes peronistas.Por supuesto que Macri no piensa
cumplirlos cuando muchos de ellos ni el mismo peronismo cumplió.
Las medidas económicas que
Macri propone supondrían una pérdida del poder adquisitivo de los
trabajadores y generarían más conflictos sociales.Lo increíble de esta
historia es que la gente hastiada del peronismo, o el kirchnerismo se deje
seducir con eslóganes peronistas, está vez en voz de un ultra conservador.
Quizás el nudo georgiano esté en parecer
peronista sin serlo, pero no tanto para asustar a los no
peronistas, que son sus votantes.
Scioli no las tiene nada
fácil, renovado pero no
tanto, no puede distanciarse de Cristina y perder los votos del
kirchnerismo.
Creo que para entender un
poco el peronismo, especialmente en estos tiempos, no es nada fácil al
"ojo ajeno".
He hablado con algunos
suecos interesados y otros extranjeros, les cuesta entender como la
presidenta argentina en su primer discurso después de los resultados del 25
de octubre no nombró al candidato, por más que no le guste es el candidato
Menos entienden la política
equilibrista de Scioli para seducir a los que votaron por Massa, que también
son peronistas. Un amigo me dijo: es
como tener varias esposas para conformar, esto del peronismo.
Se balancea Scioli entre
dos aguas, conseguir los votos massistas, con su careta kirchnerista, sin
parecérsele mucho. Por su parte, Massa se ha acercado al cambio. Lo que no es
seguro como reaccionaran los votantes.
Cómo queda Argentina?
No alcanzarán todos los bombos peronistas para
silenciar el estallido en materia económica y social, toda la corrupción y
los subsidios que han
saqueado las arcas del Estado.
Los ganadores son los que
viven en los countries del Gran Buenos Aires, con piscinas climatizadas,
pagan tarifas inferiores a las que abonan millones de los argentinos que
vivwn sin cloacas y aún compran el gas envasado ya que el servicio no llega a
todos los hogares.
Al parecer quien asuma, no
tendrá otra alternativa de devaluar aun mas el peso, prometan lo que
prometan. Quién pagará el precio será como siempre el pueblo con aumentos de
tarifas que impactarán en el poder adquisitivo.
Mago deberá ser el próximo
gobierno si en realidad quiere implantar un programa del blanqueo
generalizado que les otorgue garantías a todos los argentinos, que hoy
guardan sus dólares en los colchones o en cajas fuertes y de invertir en el
país sin que el Estado le pise los talones.
Importante sería poner en
marcha el aparato productivo, generar empleo genuino y terminar con el
clientelismo. Quizás sería propicio pedirle a Francisco una oración
milagrosa.
Según un artículo de Aldo Pignanelli (ex
presidente del Banco Central) wn la administracion Lavagna Habría que hacer
una profunda auditoría para ver a dónde van los subsidios, ya que las mayores
contribuciones no van al usuario, sino a las empresas.
Hay familias del interior
del país que no reciben subsidio, pero sí pagan impuestos. Los más necesitados financian el
resto.
Creen realmente que el
nuevo gobierno mantendrá un régimen de subsidios para quien los necesite y se
los quitará a aquellos que pueden pagar?
Sin duda alguna Argentina
es un país rico, endeudado, enajenado, contaminado, pero rico.
Aún hay para robar
Se decía que Menem había
robado. Luego vino el que
se vayan todos.
Además de rica Argentina es poética.
Me recuerda el poema de
Gustavo Adolfo Bécquer, pero con arreglos míos.
Volverán las oscuras
golondrinas
en el balcón de la
rosada sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a
sus cristales
al pueblo volverán a
estafar.
Voten, no voten.
Definitivamente nada se resuelve. Prefería no votar o votar nulo, blanco.
Aún no ha llegado el
momento para los cambios reales. Creo que estamos muy lejos. Si sirviera de
consuelo; no habrá
grandes cambios en América Latina.
Como el voto es secreto, en
poco tiempo, cuando las esperanzas de cambios se
vean frustradas, va a pasar lo de siempre, o casi siempre: yo no lo voté.
Han quedado muchos temas en
el tintero, importantes. Como la lucha de los pueblos originarios, los
desastres ecológicos, el
maltrato a la mujer y los asesinatos de las mismas, por
nombrar algunos.
Quisiera para terminar
transmitir un pedido que se hizo el pasado sábado desde el acampe de los Qom;
por favor si pueden
llevar agua.
Macri los visitó
pero no abrió el grifo de agua. La presi, anda tratando de salvar algo de lo
propio en su inundación.
Hace calor y no
tienen agua para beber
Hasta la próxima.
PELUSA
Más
represión Nac & Pop,
continúa el Modelo
Daniel Scioli prometió tolerancia cero a los piquetes para "no joderle
más la vida a la gente"
El gobernador bonaerense
aseguró que, de ser Presidente, él mismo va a dar indicaciones a la Policía
para desalojar cortes de tránsito
Lunes 09 de noviembre de
2015
Daniel Scioli prometió tolerancia cero
para los piquetes
El gobernador bonaerense y
candidato a Presidente del Frente Para la Victoria, Daniel Scioli, aseguró
hoy que, en caso de llegar a la Casa Rosada, impulsará una política de
tolerancia cero para piquetes y cortes de tránsito, y que él mismo se
encargará de enviar las órdenes a las fuerzas policiales para que dispersen
las protestas sociales en calles y avenidas.
"Quiero orden en las
calles. No más cortes de calles, de avenidas", prometió Scioli durante
una entrevista en Canal 13 y, en ese sentido, se refirió a la necesidad de
"no joderle más la vida a la gente".
"Los reclamos, donde
corresponde, se van a atender, pero la gente tiene derecho a la libre
circulación", explicó el candidato del kirchnerismo, y reiteró:
"Quiero libertad para moverse".
Además, durante la
entrevista se le consultó si él mismo sería el encargado de ordenar a las
fuerzas policiales el desalojo en caso de protestas sociales.
"Exactamente. Como muchas veces lo he hecho", fue la respuesta
La justificación
El gobernador bonaerense
justificó su eventual accionar en el "avance" que, según él, puede
advertirse en la clase trabajadora. "No son las mismas condiciones
socioeconómicas que en algún momento había que comprender, cuando era un país
con una gran desocupación y altos niveles de pobreza", expresó.
http://www.lanacion.com.ar/1843874-daniel-scioli-prometio-tolerancia-cero-a-los-piquetes-para-no-
joderle-mas-la-vida-a-la-gente
FACUNDO
Intelectuales
y Académicos por Scioli, Contra el Voto en Blanco
Rolando ASTARITA
Por estos días recibí un
mail enviado por la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, con la
resolución de su Consejo Directivo llamando a apoyar a Scioli en el balotaje.
En ella se alerta sobre el riesgo “del retorno a políticas neoliberales,
privatistas y excluyentes de las mayorías populares”. Por eso decide convocar
“a la comunidad educativa a defender las conquistas” y “alertar sobre
probables políticas de ajuste y mercantilización, inspiradas por el explícito
neoliberalismo de uno de los proyectos en pugna en el balotaje electoral”. Se
trata, sigue el texto, del mismo neoliberalismo “que sumió en la pobreza
material y cultural a millones de argentinos hasta llegar a la crisis sin
precedentes de 2001”. Se informa también que la resolución tuvo el apoyo “de
todas las expresiones políticas representadas, a excepción de los consejeros
del Partido Obrero”.
También en la Universidad
de Quilmes se hizo circular entre los alumnos y docentes un mail en el cual
el Departamento de Economía y Administración convoca a apoyar al candidato
oficialista. “[Como integrantes de la comunidad de profesores,
investigadores, estudiantes, graduados, becarios y personal administrativo y
de servicios de la Universidad Nacional de Quilmes, consideramos necesario
manifestar públicamente nuestra posición sobre las perspectivas de país que
se abren para los próximos cuatro años” ] , afirma. El eje del
argumento es la mejora del presupuesto para las universidades, y la UNQUI en
particular.
Dado que en otras notas he
presentado argumentos a favor del voto en blanco, es obvio que no me siento
representado por ninguno de estos comunicados (doy clases en ambas facultades
desde hace años). Reafirmo entonces lo que escribí en otras notas: desde una perspectiva socialista no
hay ninguna razón para preferir a Scioli o Macri. El viejo
criterio del marxismo –véase aquí- se aplica a la actual situación. Los trabajadores
no ganan nada apostando a pequeñas y sutiles diferencias entre los
candidatos, tan sutiles y pequeñas, que hay que buscarlas con lupa. Agregando
que el estatismo burgués cumplió, a lo largo de estos años, un rol
reaccionario con respecto a la clase trabajadora de conjunto (véase aquí).
Pero la campaña para
votar por izquierda al candidato oficialista está con las velas desplegadas.
Y los que nos
oponemos, somos considerados poco menos que traidores a la patria. Además,
cualquier tipo de argumento parece servir. Como botón de muestra: un
reconocido intelectual de izquierda, Atilio Borón, llama a votar al
oficialismo, entre otras razones, porque Scioli “muy probablemente seguirá
con la política kirchnerista de no reprimir la protesta social. Y no me
parece que para cualquier militante de izquierda esta sea una diferencia
insignificante” (https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=1059493484102915&id=
158512757534330).
Aunque Scioli afirma que
tendrá “tolerancia cero hacia los piquetes”. ¿Cómo cuadra con el argumento
Borón? Vaya uno a saber. ¿Quieren otro argumento estilo “sociología Borón”? Pues
que Scioli viajó a visitar a Fidel Castro, en tanto Macri llamó por teléfono
al embajador de EEUU (sic). ¿Y los delegados de Scioli a la asamblea del FMI,
a sondear en Wall Street y Washington el ambiente? Nada, Borón nos va a decir
que Beim y Urtubey andaban de vacaciones. Pero… ¿y si aplicamos el criterio
“recibir apoyo de Castro” a Videla, Idi Amin, Mengistu, Sassou-Nguesso,
Mugabe y personajes semejantes? Entonces nos van a responder que esa actitud
mental es propia de quien “vomita su odio contra las revoluciones realmente
existentes” (sic, cualquier parecido con el argumento tradicional del
stalinista tradicional no es casualidad). Con la conclusión, lógica en
las concepciones nacional-stalinistas, de que la izquierda que llama a votar
en blanco es “aliada del imperio”. Y así discurren los discursos de los
oportunismos de toda la vida.
En cualquier caso, y a los
efectos de colaborar a la elaboración de futuros, sesudos y esclarecedores
comunicados de las altas autoridades académicas de las facultades en las que
trabajo, y de los intelectuales afines, aquí van algunos datos de
complemento.
Salarios
En 2011 el salario real
promedio en Argentina era más bajo que en 2001. Con un índice 100 en 2001, en 2011
se ubicaba en 98,9. El dato lo presenta Emiliano López, “La situación
económica de las clases subalternas en la Argentina post-neoliberal
(2003-2011)”, en Cuadernos
de Economía, Año 1 Nº 1, octubre 2014. López elaboró el índice en
base a datos del INDEC, Ministerio de Economía y Finanzas, CENDA y Ministerio
de Trabajo y Seguridad Social. Deflactó los salarios reales hasta el año 2006
con el IPC-GBA del INDEC; entre 2007 y 2011 utilizó el índice de 7 provincias
construido por CENDA (era dirigido por Axel Kicillof). Y desde 2011 hasta la
actualidad el salario promedio se ha estancado.
También en el estudio
citado se muestra que en 2011 los trabajadores pobres eran el 15,7% del
total. Esto resultaba de tomar como parámetro los trabajadores que recibían
un ingreso familiar menor de la Canasta Básica Total calculada por el INDEC.
La proporción de trabajadores que recibían en 2011 ingresos por debajo del
salario mínimo vital y móvil vigente en ese año era el 43,7%. En 2011 los
salarios de los trabajadores públicos habían bajado, con respecto a 2001
(índice 100) a 71,16 (trabajo citado). ¿Hay que recordar que los salarios de
estos trabajadores dependen directamente del Estado?
Agreguemos que, según el
INDEC la mediana del salario es $5500. Aunque todo hace pensar que el
organismo “infló” los ingresos de los trabajadores informales (habrían
aumentado más que los ingresos de los trabajadores formales, en condiciones
de estancamiento de la economía).
Trabajo precarizado
El empleo no registrado
como % del total fue del 33,9% en 1993; 37,5% en 1998; 34,3% en 2011; 34,4% a
fines de 2014, según datos del INDEC. Esto significa que hoy hay más de 7
millones de trabajadores en condiciones de informalidad. Esta cifra no toma
en cuenta a los cuentapropistas que tienen empleos en negro; según
estimaciones privadas, si se incluye estas personas, el trabajo precarizado
llega al 42%. Según el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la
Universidad Católica Argentina, en 2013 el 49% de la población ocupada no
tenía aportes provisionales.
Pobreza
En 1999, esto es, al final
de la presidencia de Menem, el índice de pobreza era del 26,7%. Según el
Índice Barrial de Precios, la canasta básica que define el nivel de pobreza
era (septiembre 2015) de 7377 pesos mensuales para una familia tipo. La
Canasta Básica Alimentaria era de 3250 pesos. Usando esta metodología, el
Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales,
CIPPES) ubica el nivel de pobreza, en el segundo trimestre de 2015, en el
26,7% y el de indigencia en el 5,5%.
Según Jorge Sola
coordinador del Observatorio de Datos Económicos y Sociales de la CGT, la
cifra de pobres en el país es de 12 millones de personas; teniendo en cuenta
que el mínimo para una familia tipo (4 integrantes) es de $8600. Para el
Observatorio Social de la UCA la pobreza en 2014 alcanzaba al 28,7% de la
población, que equivale a casi 11,5 millones de personas. De acuerdo a la CTA
oficialista, en abril de 2014 la pobreza alcanzaba al 17,8% de la población,
7,5 millones de personas; estimaba la canasta de pobreza, en 4267 pesos.
Según la Comisión Técnica
de la Junta Interna de ATE-INDEC, usando la metodología tradicional que venía
utilizando el organismo ante la intervención, y solo corrigiendo los precios
de los productos, la pobreza alcanza al 25,1% de la población y la indigencia
al 5,6%. De acuerdo a Cynthia Pok, si se hacen los ajustes metodológicos y se
incluyen otros productos de consumo necesarios, hay un 44% de pobres y un
11,3% de personas que no alcanzan a cubrir la canasta alimentaria.
Situación en el
sector salud
Como complemento de lo
anterior, presento extractos de una carta abierta dirigida a Scioli y Macri
por el Consejo Ejecutivo Nacional de la Federación Sindical de Profesionales
de la Salud de la República Argentina (Fesprosa), que acaba de publicarse, en
la que plantea que el debate presidencial no puede eludir los temas
sanitarios. Reproduzco las partes que se refieren al diagnóstico de la
situación sanitaria.
“Los indicadores de salud
colectiva reflejan una situación social que marca la persistencia de severos
déficits, no superados durante el ciclo de crecimiento económico que
comenzara en el 2003 y que hoy se encuentra detenido.
No ha habido mejorías
sustanciales en indicadores sensibles que hacen a la situación socio
sanitaria: niños y niñas bajo la línea de pobreza, niños y niñas bajo la
línea de indigencia, tasa de mortalidad infantil, tasa de mortalidad
materna y embarazos adolescentes. Podemos afirmarlo a pesar de las
dificultades para el diagnóstico producidas por la tergiversación cuando no
destrucción de las estadísticas oficiales. (…)
La Argentina gasta en salud
entre el 8,5 y el 10% del PBI. La deformación de las estadísticas públicas
impide hoy tener valores confiables y precisos. El sector público consolidado
(nación, provincias y municipios) invierte solo el 2,6% del PBI, es decir,
del 25 al 30% del gasto total en salud. El 85% de ese gasto lo siguen
aportando las provincias. El gasto de bolsillo de la población (medicamentos,
insumos, aranceles, seguros privados, copagos) supera el 40%. El sistema
público de salud en la Argentina cuenta con 1.500 hospitales y 6.000 unidades
sanitarias. El sistema posee 70.000 camas de internación (52.000 menos que al
finalizar la gestión de Carrillo en 1954).
Los planes focales,
aplicados verticalmente como paquetes promovidos por los organismos
financieros internacionales, no han solucionado los grandes problemas de la
salud.
No mejoraron las tasas de
mortalidad infantil y materna. El Plan Remediar no disminuyó el gasto de la
población en medicamentos. El Plan Nacer y luego el SUMAR no impactaron
positivamente en las tasas sanitarias y agravaron la precarización laboral.
Las tercerizaciones y
las privatizaciones fragmentaron y debilitaron al sistema público de salud,
sin ofrecer respuestas.
Un ejemplo paradigmático h
a sido el fracaso de la privatización del Hospital
Materno-Infantil de Salta.
El Sistema de Formación
de Posgrado se encuentra en crisis.
El síntoma más elocuente es que no se cubren más del 25% de los cargos en las
Residencias del equipo de salud.
Situación de los
trabajadores de la salud.
En la Argentina, en el Sector Público, trabajan 300.000 agentes
(profesionales, técnicos, administrativos y personal de apoyo). Siendo la
salud una actividad relacional de índole humano-intensiva (gente que atiende
gente), la situación de los trabajadores se convierte en un nudo crítico de
las políticas sanitarias.
El 30% de la fuerza laboral
está precarizada, con provincias que alcanzan el 80% (San Luis) o superan el
50% (Santiago del Estero, Formosa). El principal programa del Ministerio de
Salud de la Nación, el plan de médicos comunitarios, hoy en vías de
reconversión, tiene al 100% de su fuerza laboral precarizada, con bajos
sueldos y cobro irregular.
En el Hospital Posadas se encuentran precarizados el 70% de los
profesionales. La situación persiste a pesar de la desprecarización de
treinta mil trabajadores de todo el país gracias a la lucha de las regionales
de FESPROSA.
En muchos casos los
salarios se encuentran por debajo del valor de la canasta familiar regional
(canasta básica total), y en algunas provincias, como Santiago del Estero,
por debajo de la canasta alimentaria. La baja tasa de sustitución del salario
por el haber previsional (40%) lleva al envejecimiento de los planteles, dado
que los trabajadores postergan al máximo el momento de su jubilación.
Las condiciones laborales
antes descriptas, el deterioro edilicio y la violencia intra y extra
institucional, conforman un cuadro que impacta negativamente en la salud de
los trabajadores de la salud. Hoy se reconoce al desgaste laboral
crónico y los riesgos psicosociales como parte del propio proceso de trabajo
en salud. (…)
En el orden nacional
no existe una instancia de negociación colectiva entre el Estado y sus
trabajadores.
A ello se suma la ausencia de instancias de negociación en muchas jurisdicciones
provinciales y municipales, unida a la falta de libertad sindical”.
El deterioro del medio
ambiente impacta negativamente en la salud colectiva
El 5 de junio de
2015, varias ONGs, colectivos sociales del país, Cátedras de la Universidad
Pública y profesionales de la salud, el derecho, las ciencias sociales y
agrarias realizaron una presentación ante el SENASA a fin de que inicie el
procedimiento de Análisis de Riesgo de todos
los registros con el principio activo Glifosato, conforme lo
establece el Punto 3 del Capítulo 18 de la resolución SENASA 350/1999. El
glifosato fue declarado como "probablemente cancerígeno para los seres
humanos" (Grupo 2A) por el informe del mes de marzo de 2015 del Centro
Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, órgano que actúa dentro del
marco de la Organización Mundial de la Salud. Las evidencias
epidemiológicas en los pueblos fumigados y la resolución de la OMS hacen
necesarias la prohibición inmediata del glifosato y el 2,4D.
La "Megaminería a cielo abierto"
es una de las más devastadoras formas de extracción de
materias primas minerales (oro, plata y cobre principalmente). Tiene
enorme impacto negativo a nivel ambiental, social, económico y cultural. Sus
efectos más nocivos son el agotamiento del agua, la contaminación de los
bienes comunes, la pérdida de la biodiversidad, la destrucción del paisaje y
la destrucción de las economías regionales. La utilización y liberación de
sustancias tóxicas constituye un grave riesgo para la salud de la población,
como acaba de demostrarse en Jáchal”.
Todo esto se da en
tanto en la última década el país recibió una extraordinaria renta, producto de la suba de los precios
de las materias primas. Según cálculo de El Cronista Comercial,
solo lo recaudado por retenciones en 14 campañas equivale a 149.458 millones
de dólares. Sin embargo, no se generó ningún cambio significativo en la
estructura económica: la misma sigue siendo la típica de un país dependiente
y tecnológicamente atrasado. Incluso los principales pilares del crecimiento
–el complejo sojero, el complejo maicero, la Megaminería y el complejo
automotriz- son herencias del menemismo (en el cual participaron, además,
tantos y tan destacados miembros del actual gobierno, empezando por los
Kirchner y el propio Scioli).
Aunque para algunos
destacados intelectuales de izquierda, lo que importa es que Scioli le haya
dado la mano a Raúl Castro.
Como decía Hegel,
la medida de un espíritu la da aquello en que se satisface
posta - postaporteñ@ 1503 - 2015-11-11
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DEBATE: El agotamiento de los gobiernos
"progresistas":
¿Un Giro A La Derecha?
Desde hace más de una
década, se han instalado en Latinoamérica gobiernos que se autodenominan
“de izquierda”, “progresistas” y en algunos casos hasta
“revolucionarios”
Fue con la instalación de
gobiernos como el de Hugo Chávez en Venezuela, de Evo Morales en Bolivia,
Néstor Kirchner en Argentina, Lula en Brasil y Tabaré Vázquez en Uruguay, que
ese discurso ganaba peso, y muchos auguraban una “nueva etapa” contraria a
las políticas típicas de la derecha de ajuste, represión y sometimiento.
Pero pasada más de una
década de dichos gobiernos, este “ciclo progresista”, comienza a mostrar
señales claras de agotamiento conforme se profundiza la crisis económica
mundial en nuestro continente y la región. Y no podía ser de otra manera,
pues estos gobiernos se limitaron a gobernar dentro de los marcos del sistema
capitalista, dentro de sus instituciones, sus leyes y sus reglas.
Ante la crisis
cada vez más profunda de estos gobiernos “progresistas”, los mismos comienzan
a difundir el discurso de que nos encontramos frente a un “giro a la derecha”
en la situación política en América Latina (un “resurgir” de la derecha),
principalmente frente a la situación del gobierno de Dilma-PT en Brasil o del
gobierno peronista liderado por Cristina Kirchner en Argentina
Ambos sumidos en una crisis
política de características importantes, que podría abrir pasó a una victoria
electoral del PRO liderado por Macri en Argentina, y en el caso de Brasil, un
posible juicio político contra Dilma en Brasil. En estos dos elementos
principalmente, se apoyan dichos gobiernos para sostener su discurso de que “se viene la derecha”
A esto, se suma además, el
descontento en Venezuela por la altísima inflación que se come los salarios y
la falta de productos básicos; y también suceden las masivas protestas contra
Correa en Ecuador. En Chile, la “socialista” Michele Bachelet, también está
enfrentando fuertes movilizaciones en la educación y ganando el repudio por
las medidas represivas.
Uruguay, no se ha quedado
atrás en este debate. El Partido Socialista (de donde proviene el presidente
Tabaré Vázquez), ha salido en estos días a poner sobre la mesa la siguiente
posición, en palabras de Yerú Pardiñas:
"Nos preocupa que las
fuerzas progresistas estén perdiendo territorio y que el trabajo de la
derecha conservadora esté teniendo resultados".
Por otra parte, el diputado
del Frente Líber Seregni (FLS), José Carlos Mahía, frente a los resultados
electorales en Argentina afirmó que el suceso “debe llamar la atención del Frente
Amplio. (…) Si ubicamos al kirchnerismo en el campo de la izquierda o del
progresismo, entonces tenemos que poner las barbas en remojo. Las sociedades
están enviando señales que deben ser atendidas.” (1)
Es en este contexto que se
da la discusión acerca de los gobiernos “progresistas”. Desde IST, queremos
debatir con los trabajadores, estudiantes y sectores populares, cuáles son
las características de estos gobiernos y por qué comienzan a entrar en
crisis. ¿Realmente lograron algún “cambio profundo”?
¿O se mantuvieron, en lo esencial, las mismas políticas históricas de los gobiernos
neoliberales que gobernaron previo a los triunfos electorales de la
“izquierda progresista”?
Veamos el caso emblemático
(y con un impacto económico y político muy fuerte para nuestro país) de los
dos países más importantes del continente (Brasil y Argentina), para apreciar
cuales han sido las consecuencias de las políticas aplicadas de los distintos
gobiernos en estos más de diez años.
Brasil: el gobierno de Dilma y el
Partido de
los Trabajadores (PT)
En el caso de Brasil, la
debilidad del gobierno del PT de Lula y Dilma, no se debe a las profundas
transformaciones de “izquierda”. La crisis política en este país, está atada
por un lado a la profunda corrupción dentro del partido de gobierno que quedó
en evidencia con las estafas y denuncias por coimas de varios funcionarios
del gobierno que llevaron al PT a una gran crisis. Solo por mencionar un
caso: “Joao Vaccari
Neto, tesorero del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil fue condenado a
15 años de prisión por participar activamente en la corrupción que defraudó a
Petrobras”. (2)
Por otro lado, los parches
puestos sobre los sectores mas sumergidos (con las políticas asistencialistas
de Bolsa Familia, similar al Plan de Emergencia y ayudas del MIDES en
Uruguay, a las Misiones en Venezuela, o los planes en Argentina, etc.), no
solucionaron la miseria de amplias capas que viven en favelas cada vez más
colosales. Ni hablar sobre las necesidades de los trabajadores, que son cada
vez más atacadas por parte del gobierno.
Hoy los obreros deben
salir a las calles para reclamar contra los miles de despidos, a luchar por
sus salarios que son devorados por la inflación y protestar contra las
medidas de ajuste fiscal aplicadas con las viejas recetas de la derecha,
impuestas ahora por Dilma y el PT.
Es debido a estas medidas
de ajustes que más de 16.000 escuelas públicas fueron cerradas en Brasil. En
San Pablo, el gobierno de Alckmin (PSDB) quiere cerrar mil escuelas más.
Quienes van a pagar esta situación serán los hijos de la clase trabajadora y
todos los sectores populares.
Otra consecuencia de la
política económica del gobierno de Dilma, es el crecimiento de la inflación y
del desempleo. Siete trabajadores son despedidos por minuto en el Brasil. Son
más de 10.000 por día, y se prevé cerca de 2 millones de nuevos desempleados
al 2016.
Y es que tanto el PT, como
el PSDB de Cunha respaldan la aplicación del ajuste fiscal. Eso significa
continuar pagando los intereses de la deuda (solo este año, ya fueron pagados
R$ 970 mil millones -US$ 249 mil millones- a los banqueros), a costa del
dinero de la salud, de la educación y hasta de la Bolsa Familia. Están juntos
en la defensa de otra Bolsa mucho más grande e importante para ellos,
la Bolsa de los Banqueros y los capitalistas.
Para ello, el PT se
comprometió a salvar el mandato del diputado corrupto Eduardo Cunha, de quien
se demostró que sus cuentas bancarias en Suiza se llenaron con dinero robado
de la Petrobras.
Es para aplicar este ajuste
que Eduardo Cunha es mantenido en la presidencia de la Cámara. El gran
acuerdo entre el PT, PSDB y PMDB (Partido del Movimiento Democrático
Brasileño) es para cargar los costos de la crisis sobre las espaldas de los
trabajadores, para mantener las ganancias de los grandes banqueros,
empresarios y hacendados.
El giro a la
derecha en todo caso, es el del PT, que busca un acuerdo para evitar el proceso de
Juicio Político a Dilma y garantizar este brutal ajuste contra los
trabajadores y el pueblo.
¿Podemos encontrar
algo de “izquierda” en las políticas del PT en más de 10 años de gobierno?
Argentina:
el gobierno de Cristina y el
peronismo
En el 2011 Cristina
Fernández de Kirchner elevó al Congreso la Ley Antiterrorista. Esta ley tiene
el objetivo de impedir y reprimir toda protesta social y política del pueblo,
para “evitar” que causen “terror” a los capitales extranjeros, y es así que
muchas protestas son calificadas como “actos terroristas”. Estas leyes
“antiterroristas”, están siendo aplicadas de distintas maneras en toda
Latinoamérica por exigencia del imperialismo yanqui.
Por medio de leyes de este
tipo, hoy en Argentina hay más de 6000 luchadores procesados por cortes de
calles y rutas, por “usurpación” de establecimientos, acciones tipificadas
como delitos en el nuevo código penal. A esto se suma el Proyecto X, donde la
inteligencia recaba datos personales y políticos de los militantes y
activistas que van a parar a una vasta y detallada base de datos con el único
fin posible: fichar y perseguir militantes y activistas.
El gobierno de Cristina ha
reprimido y ocupado militarmente empresas en conflicto como Lear y Gestamp.
Actualmente los trabajadores petroleros de la cuenca del golfo San Jorge, de
la provincia de Santa Cruz, están sufriendo una fuerte persecución judicial
por luchar contra los despidos.
En los últimos dos años se
despidieron a más de 750.000 trabajadores en el sector privado. En los
últimos cuatro años se registra una inflación que osciló entre el 25 y el
40%. Los sindicatos dirigidos por la burocracia sindical, negociaron aumentos
salariales muy por debajo de esas cifras y en cuotas, con lo que el poder
adquisitivo de los trabajadores viene cayendo constantemente.
Mientras Cristina decía en
un acto que no quería parecerse a los países que dejan morir niños en la
playa (refiriéndose al caso de Aylan Kurdi y a la terrible situación de los
refugiados en Europa), Oscar, que era parte de la comunidad aborigen de la
etnia Qom, moría por desnutrición.
Pesó apenas 9 kilos al morir. Su muerte, reabrió un debate que lleva varios
años en Argentina: el
de las verdaderas cifras de pobreza y hambre, en particular
en la zona donde vivía Oscar, la provincia del Chaco.
En cuanto a la deuda
externa, en 2003 la deuda del estado central en Argentina era de 150.000
millones de dólares. Desde entonces hasta el 31 de diciembre de 2014 el
gobierno pagó 174.000 millones de dólares. A pesar de ello, la deuda
del estado (sin contar provincias) aumentó hasta llegar a 260.000 millones de
dólares.
Del total que pagó el
gobierno de Cristina, de deuda a los banqueros y fondos buitres, nada menos
que 90.000 millones de dólares salieron del ANSES (dinero de los aportes
jubilatorios de los trabajadores que no fue para los jubilaciones, sino para
los buitres) y del Banco Nación (dinero que no fue a créditos productivos).
Estas medidas que
beneficiaron a la banca y las grandes empresas, aplicadas por el gobierno
“Nacional y Popular”, son las que allanaron el camino a la derecha, hoy
encabezada por el empresario Mauricio Macri.
Sabemos que la posibilidad
de derrota de Scioli por parte de Macri, no traerá ningún cambio que
favorezca a los trabajadores y sectores populares. Tampoco la derrota de
Macri por parte de Scioli impedirá que éste siga aplicando el ajuste que ya
está en marcha, a través de la inflación, las suspensiones y despidos, los
retiros “voluntarios”, los techos salariales y la entrega del petróleo y demás
recursos naturales a empresas privadas y multinacionales como Chevron o la
Barrick.
“La década ganada” tan
auspiciada por el kirchnerismo, no pasa de una ilusión que busca ocultar la
verdadera realidad de fondo, y que quiere disimular la profunda crisis que
sufre el Frente Para la Victoria de Cristina Kirchner, donde los trabajadores
cada vez depositan menos confianza.
Tabaré Vázquez y el gobierno del Frente Amplio
Es en ese marco que aquí en
nuestro país, los dirigentes del Frente Amplio (FA) -como vimos al principio
de este artículo-, hablan de la amenaza de la derecha, poniendo como ejemplo
este marco regional.
Se hace necesario entonces,
analizar cuáles fueron y cuáles son, las políticas del Frente Amplio en
nuestro país. La preocupación de los dirigentes frenteamplistas es válida,
pues se ven en el espejo de Brasil y Argentina.
Hoy, como en los anteriores
tres periodos parlamentarios, el FA cuenta con mayoría absoluta en dicho
parlamento. Con sus votos puede aprobar o rechazar el presupuesto actual y
muchas leyes. Por ello, es responsable claro y directo, de las políticas que
se aplicaron en estos tres períodos de gobierno.
En estos días vimos a Juan
Salgado, presidente de una las mayores empresas de transporte en Montevideo
(CUTCSA), que lucra con el transporte público, cobrando un boleto caro donde
los trabajadores dejamos una parte importante del salario (solo en ir y
volver a trabajar), estuvo de gira en Francia junto a Tabaré Vázquez. El
patrón Salgado, es amigo de larga data de Vázquez, y fue nombrado por éste,
asesor.
Alberto Fernández, el dueño
de FRIPUR que acaba de cerrar la planta pesquera dejando a más de mil
trabajadores sin empleo, dejando deudas incobrables en el BROU, es sin duda
parte de la derecha rancia de la patronal, y tiene relación con todos los
partidos políticos, a los que “aportó” dinero para sus campañas electorales.
Pero muy especialmente al Frente Amplio. Basta recordar que esta empresa, fue
la que pagó la banda presidencial de Mujica en 2010, y en las dos últimas
campañas, “prestó” su avión privado a los entonces candidatos Vázquez y
Mujica, que lo presentaban como un patrón “progresista”.
Los cierres de ECOLAT,
Chery, de la contratista OAS de Brasil, que dejaron a miles de obreros sin
sus fuentes de trabajo, muestra que la vieja política de derecha, de no
cobrar impuestos a las multinacionales para “favorecer la inversión”, termina
siendo un arma contra los trabajadores que después de trabajar por unos pocos
pesos para enriquecer a sus patrones, son empujados a la calle mientras estas
multinacionales se retiran del país con sus cuentas bancarias repletas de
dólares, para seguir haciendo negocios en otros países y/o rubros. El
gobierno del FA en estos primeros meses ha aumentado los proyectos privados y
extranjeros que no pagan impuestos, y el ministro Astori dijo que esta
seguirá siendo la política privilegiada.
El conflicto de la
educación le reclama al FA aplicar las promesas de la campaña electoral del
6% para la educación y la mejora salarial. Frente a este conflicto el FA
aplicó nuevamente, la vieja receta de la derecha: el decreto de esencialidad
del Pachecato. Medidas que recortan el derecho de huelga y fueron aplaudidas
por los partidos de derecha, que desde sus medios de comunicación
desprestigiaban la lucha y pedían mano dura para “hacer cumplir la ley”.
Posteriormente, en medio de
la ocupación del CODICEN, el gobierno del FA usó –otra vez- el viejo discurso
de la derecha, para culpar a los “radicales” por el conflicto, y desalojó en
medio de una brutal represión a los estudiantes y a quienes protestaban. Pero
no terminó allí. Bajo este gobierno de “izquierda”, la Inteligencia infiltró
marchas y protestas. Utilizó las cámaras colocadas en nombre de “la
seguridad”, para identificar y perseguir manifestantes que terminaron
procesados de forma fugaz, por lanzar piedras a la Republicana que reprimía.
¿Acaso no es esta la
política histórica de la derecha que tanto repudiaba el Frente Amplio?
Por si fuera poco, los
lugares que ocupan en las comisiones de Educación y Seguridad del parlamento,
los partidos Blanco, Colorado e Independiente, fueron concedidos por los
gobiernos frenteamplistas. Es así que hombres de Pedro Bordaberry y de
Lacalle Pou, hoy ocupan esos cargos y no solo en estas comisiones, sino
también por cuota política en los directorios de las empresas públicas.
El actual presupuesto que
presentó el gobierno del FA, es de grandes recortes y de ajuste contra los
trabajadores, también al viejo estilo de la derecha. Se recorta la inversión
en todas las empresas del Estado, se alientan las PPP (Participación Público
Privada) es decir privatizaciones. Se baja la inversión en la Universidad y
no se cumple con el 6% prometido. Se recorta con este presupuesto las
inversiones que se necesitan en salud, educación y viviendas.
Este parlamento con mayoría
del FA en las dos Cámaras, solo discute como sacar un peso de acá, para
ponerlo allá, y se ciñen a los lineamientos de los organismos internacionales
para tener buena nota con las multinacionales.
Ni una palabra de obtener
recursos no pagando la fraudulenta deuda externa, ni una palabra de colocar
impuestos progresivos a los capitalistas. Hoy con políticas calcadas de la
derecha, el FA en medio de la desaceleración económica, le mete la mano en el
bolsillo es a los pobres, trabajadores y jubilados. Así, nos deja con sueldos
deteriorados y sumergidos (más de 600 mil trabajadores cobramos menos de 15
mil pesos) y permite aumentos en alquileres, tarifas y precios, mientras a
los grandes patrones los exonera de impuestos.
El gobierno, al estilo de
la derecha, marcó pautas de salarios favorables a los patrones y de miseria
para los trabajadores que no llegan a cubrir ni la inflación real. Y no hemos
siquiera tocado el tema de la corrupción y el despilfarro en los casos como
PLUNA y ANCAP –entre otros-, al mejor estilo de gobiernos Blancos y
Colorados.
Cabe preguntarse
entonces, ¿es el Frente Amplio un “gobierno de izquierda”?
Los dirigentes del PIT-CNT reproducen el
discurso del gobierno en los sindicatos
Un documento reciente del
PIT-CNT que se bajó a los sindicatos, también analiza esta nueva realidad en
Latinoamérica. Haciéndose eco del discurso de los gobiernos “progresistas”,
afirman:
“En este cuadro,
América Latina presenta una evolución de carácter continental. Los gobiernos
progresistas del continente, de izquierda o revolucionarios, muestran la
emergencia de una nueva correlación de fuerzas entre nuestros pueblos versus
las clases dominantes y el imperialismo norteamericano, que no habrá de
renunciar pacíficamente a su hegemonía trasnacional. En este cuadro el
imperialismo apela a los llamados “golpes blandos'' con la pretensión de
neutralizar, hacer retroceder en los afanes de transformaciones profundas
cuando no desestabilizar directamente a los gobiernos transformadores del continente.
El imperialismo se prepara a lanzar su contraofensiva a escala continental.
Los hechos en Ecuador, Bolivia, Venezuela y Brasil avalan esta afirmación.
Hoy está en juego en América Latina se profundizan los cambios o se instala
la contraofensiva del imperialismo y el capital financiero” (3)
Los dirigentes del PIT-CNT,
“olvidan” que tanto el primer gobierno de Vázquez que recibió con honores al
repudiado Bush, como el segundo de Mujica que viajó al Salón Oval a abrazarse
con Rockefeller y el imperialismo para mostrarnos como buenos alumnos dóciles
de sus políticas, fueron gobiernos, como vemos, con excelentes relaciones con
los EEUU. Tanto es así, que ahora nuestro país integra el Consejo de
Seguridad de la ONU, donde el imperialismo yanqui y europeo legitima sus
ataques, represiones e invasiones, siempre hablando en nombre de “la lucha
contra el terrorismo”. Ni hablar de nuestra colaboración en las “misiones de
paz”, y del sometimiento y dependencia de nuestra economía, gracias a ser
obedientes mandaderos del FMI y el BID, los principales organismos
imperialistas.
Estas políticas, se repiten en todos los países
latinoamericanos, más allá de algún que otro discurso confrontativo.
Cabe preguntarse entonces a
estos dirigentes del PIT-CNT, ¿qué le ven de “antiimperialista” a estas
políticas?,
¿Cuáles son las “profundas transformaciones” que el imperialismo
no soportaría?, ¿Dónde están las políticas antiimperialistas que nos
enfrentarían con este?
La cierto, que los
dirigentes del PIT-CNT no quieren decir, es que la ofensiva imperialista más
bien, la están llevando adelante los propios gobiernos “progresistas” con sus
políticas, que hacen los mandados siempre al amo del norte.
Entonces, el verso de la
derecha y el golpe (que repiten también las burocracias sindicales de toda
América Latina que están ligadas a sus gobiernos), es para mantenernos sin
luchar, para así justificar esta política siniestra de estar aliado y cerrar
filas junto al gobierno, ante el peligro de un supuesto golpe, o de un “gran
retroceso” por el “avance de la derecha”.
Lo peligroso, es que con
este discurso, los dirigentes del PIT-CNT y el FA (junto a todos los
“progresistas”), crean un precedente muy negativo para los trabajadores. Hoy
ellos mienten para su beneficio, para defender estas medidas a favor del
capital, y cuando en realidad pueda estar en marcha la posibilidad de un
verdadero golpe, ningún trabajador les va a creer.
Necesitamos construir una verdadera Izquierda
Estos gobiernos
“progresistas”, que subieron prometiendo “cambios profundos” a favor del
pueblo, y en muchos casos con discursos “anticapitalistas” y hasta hablando
sobre la necesidad del Socialismo, hoy muestran los límites de su política
“humanizadora”, “reformadora”, del capitalismo.
Los trabajadores y sectores
populares continuamos con los mismos problemas centrales en toda
Latinoamérica: los bajos salarios, el alto costo de vida, los desmantelados
servicios públicos, el saqueo de los países por las empresas y potencias
extranjeras, etc.
Su tarea solo ha sido la de
amortiguar las luchas populares con discursos “de izquierda”, y otorgando
algunas migajas, apoyados en más de una década de crecimiento económico muy
grande. Como vemos, la política del “progresismo”, solo ha sido la de darle
un barniz social y asistencialista a la vieja política capitalista de beneficio
a privados, a las multinacionales. La vieja política de pagar religiosamente
la deuda externa y ser los mejores sometidos del imperialismo yanqui y/o
europeo.
Los trabajadores,
estudiantes, jubilados y sectores populares, debemos sacar conclusiones de estos
procesos. Nuestra corriente, hoy en día conformada en la LIT-CI, advirtió y
denunció, incluso en los momentos de auge de esta “izquierda progresista”,
que su destino estaba marcado, al unir en un frente político permanente a los
trabajadores y la burguesía, diluyendo las fronteras de clase y liquidando la
independencia política de la clase obrera y llevándola como furgón de cola de
la burguesía “progresista”.
Hoy, vemos claramente el
resultado de esa política impulsada por amplísimos sectores que se denominan
de izquierda y hasta revolucionarios. Esa “izquierda progresista” terminó
administrando los negocios de los capitalistas, y hoy en día no se
diferencian de la derecha tradicional, más que por algún símbolo o discurso.
Los trabajadores,
estudiantes y sectores populares, estamos nuevamente ante la necesidad de
construir una verdadera izquierda, con independencia de clase, sin
capitalistas ni militares “patriotas”, sin financiamiento empresarial, que es
el primer paso para poder tener independencia política.
Necesitamos retomar las
ideas de Marx y Engels, cuyo eje fundamental sea la participación junto a la
lucha de los obreros, estudiantes y los sectores explotados y oprimidos.
Un partido que se ponga del
lado del reclamo de las mayorías, como lo es la clase trabajadora, y luche
junto a ella proponiéndole que para solucionar los problemas de fondo hay que
dar una gran batalla y avanzar hacia el socialismo.
Debemos limpiar el nombre
de la izquierda y de la lucha por el Socialismo internacional con democracia
obrera, que durante décadas han ensuciado los “progresistas” y que los
stalinistas de toda estirpe han caricaturizado, instalando el pensamiento
único, las listas únicas, los dirigentes eternos, infalibles e
incuestionables.
Desde IST sabemos que este
es un enorme desafió, por eso te llamamos a ser parte de esta construcción y
formar parte de la LIT-CI junto a los miles de militantes que estamos dando
la batalla por la construcción de partidos revolucionarios en todo el mundo,
y la Internacional necesaria para poder triunfar en el planeta.
1) http://www.elobservador.com.uy/el-frente-alerta-que-camina-la-derecha-am...
2) http://www.elpais.com.uy/mundo/brasil-anos-carcel-extesorero-gobernante.html
3) http://www.pitcnt.uy/index.php/sala-de-prensa/item/download/107_24abfe6d...
Izquierda Socialista de los Trabajadores –Uruguay
LIT-CI - postaporteñ@ 1503 - 2015-11-11
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SOBRE RUSIA - TEXTOS 25
EL PAÍS DE LA MENTIRA
DESCONCERTANTE –
de ANTE
CILIGA
DISCUSIONES SOBRE LA NATURALEZA
SOCIAL RUSA
Para valorar los
importantes puntos programáticos que Ciliga desarrolla en esta parte, es
imprescindible entender el punto de vista que Ciliga tenía antes de llegar a
Rusia. Solo así puede valorarse el profundo significado de su ruptura con el
leninismo y el trotskismo.
Ciliga cuando llega a Rusia
se la cree toda.
Es decir llega a Rusia totalmente mistificado con la “revolución proletaria
en Rusia” y cree firmemente en el discurso oficial interno a los
partidos oficialistas. No ha participado en las oposiciones, no conoce nada
de la represión proletaria y hasta cree que encontrará algo del “triunfo del
socialismo”.
Por eso irá de desilusión en desilusión, como tantos otros que descubren la
triste realidad del capitalismo basado en el trabajo esclavo de los campos de
concentración. No será el único en esos años llegue pensando en el socialismo
y termine en los campos encerrado por el capitalismo estalinista. Unos años
después el caso de Valentín González González, conocido en todas partes como
“El Campesino” resultaría todavía más traumático como cambio violento: había
sido denunciado en España como represor
estalinista, llegó a Rusia como gran “general” del
estalinismo y terminó descubriendo la imponente realidad de ese país, la
denunció y por supuesto también
fue a parar a los campos de concentración (Ver: Vida y muerte en la URSS
1939/1949, prologado por el conocido militante del POUM: Julián Gorkin)
En esta parte Ciliga sigue
criticando los límites del trotskismo, su inconsecuencia programática, su
superficialidad…, su no contraposición al fundamento mismo del estalinismo,
su defensa del capitalismo (“de Estado). Todo lo reducía a una cuestión
personal de Stalin o se limitaban a criticar la burocracia sin llegar nunca a
una crítica social de todo el edificio. El trotskismo llegaría hasta
cretinismo ideológico de calcular el porcentaje de “socialismo” al que
supuestamente habría llegado la URSS. Ciliga desenmascara al trotskismo y a
Trotsky mismo como una variante de la misma clase dominante en Rusia. Trotsky
no había hecho nada muy diferente a Stalin y ahora seguía defendiendo el
mismo programa fundamental de desarrollo forzado del capital en Rusia.
Ciliga es muy explícito al respecto. Trotsky esconde lo esencial del
capitalismo: “Calla sobre la explotación de los obreros” (¡como siguen
callando hoy los trotskistas sobre la explotación del proletariado en Cuba
por ejemplo!). Trotsky nunca cruzó el Rubicón y siguió defendiendo al Estado y
oponiéndose a la lucha por la revolución social en Rusia. Los trotskistas
siguieron siendo cómplices
de Stalin.
En la medida que el libro
de Ciliga fue haciéndose conocer en occidente el trotskismo perdía una gran
parte de militantes que todavía organizaba y que poco a poco tendieron a
romper con el leninismo mismo y empezaron a comprender en fin que lo que
había en Rusia no era un “Estado obrero degenerado”, sino un vulgar Estado capitalista (dentro
de esa concepción la “teoría del capitalismo de Estado”, que no comparto en
absoluto, solo era una variante). Un ejemplo de ello lo daría Munis autor de
uno del mejor análisis de clase (a pesar de que entonces todavía no había
roto con el trotskismo) de la “guerra civil” en España en los años 30 (“Jalones de derrotas, promesas de
victoria”) que comienza entonces su lento proceso de
ruptura con el Estado y el trotskismo oficial.
Sin embargo en ese como en otros puntos los provenientes del trotskismo no
llegaban nunca a la raíz de la cuestión y seguían siendo centristas con
respecto a leninismo. Llegamos así a lo más profundo de la teoría
revolucionaria: la contraposición invariante entre revolución y
contrarrevolución, entre interés proletario y desarrollo del capital. Los “ex
trotskistas” raramente llegaban a la critica misma de desarrollo capitalista
defendida por Lenin. Dicha ideología, la de “la necesidad de las tareas
democrático burguesas” , de que “Rusia no era lo suficientemente capitalista”
era la misma que había siempre tenido Trotsky y en general la
socialdemocracia. Ella se contraponía a la concepción de los socialistas
revolucionarios, incluso a la del propio Marx: el interés del proletariado se
contrapone siempre al interés del capital por más “progresista” que este sea.
Esta es la contraposición clave entre revolución y contrarrevolución, la
misma en la época de Marx, de Ciliga, hoy…
Contra quienes creen que este debate sobre Rusia está superado, esto
muestra su candente
actualidad: no solo hoy en 2015 está ya marcando fronteras de
clase, sino que se jugará en esa contraposición todo el futuro del movimiento
actual de abolición de
la sociedad capitalista.
Ricardo
Extractos
¿Y
AHORA?
Mientras nosotros
discutíamos y luchábamos contra la G.P.U. los acontecimientos en el país se
precipitaban. En 1931 y 1932 el Plan Quinquenal llegaba a su apogeo.
¿Hacia dónde va Rusia?
¿Explotará como una caldera a presión o logrará pasar la prueba y veremos
cómo se extiende un nuevo orden? ¿Defender o combatir el orden existente?,
¿en nombre de quién, con qué programa? Todo el país se planteaba estas
preguntas y también la oposición.
En nuestra prisión, los
trotskistas, tras la escisión, enfocaron el problema de distinta forma. A la
“mayoría” –es decir, la derecha y el centro– no le interesaban los aspectos
políticos del Plan Quinquenal. Los profesores rojos, en numerosos artículos,
demostraban que habría que haber creado tal industria y no esta otra, que
mejor hubiera sido empezar por esta fábrica y no por aquellas. Analizaban
profundamente las cifras de los planes anuales y se peleaban por los
porcentajes. Todas estas reflexiones no carecían de seriedad ni de
competencia, ni de potencia dialéctica, pero no dejaban de ser pedantes y estériles.
El país estaba en
guerra: guerra social y económica.
¿Qué pintaban todos esos horarios en los que todo se planificaba minuto a
minuto? ¡No obstante, estaba claro que esta Rusia indigente y atrasada no
podía realizar su revolución económica sin antes, con un esfuerzo
sobrehumano, levantar algunos bastiones esenciales, permitiendo que más tarde
el conjunto de su economía se alineara sobre estas posiciones avanzadas! Por
eso todos esos lamentos de los profesores de ciencias económicas sobre las espantosas desproporciones del
Plan Quinquenal no me conmovían
En el verano de 1932,
cuando el hambre
se precipitó sobre el país y el ritmo de la industrialización había superado
visiblemente el límite de sus posibilidades, una nueva misión surgió en el
espíritu de los teóricos de la “mayoría”: preparar el plan de retirada.
Decían: “Como el Partido, a través de la persona de Stalin, ha tomado de la
oposición su plan de industrialización, ahora que la oposición planeaba su
retirada el Partido ya no podía dejarla de lado.” De ser esto cierto, la
política estalinista no estaría determinada por la realidad social del
régimen ni las necesidades de su desarrollo, sino únicamente por “la miopía y
la estupidez de Stalin”…
Resumiendo, la
“mayoría” trotskista no tenía ningún programa político de gran envergadura
que oponer al programa oficial de Stalin.
Pero es más, ni
siquiera trataba de criticar seriamente el carácter social del Plan
Quinquenal y de todo el régimen estalinista
Si se criticaba la
“política obrera” de Stalin, era por la cantidad de sacrificios que exigía,
no por los principios sociales que violaba. Si bien se fijaban
pormenorizadamente en las “deformaciones” y el “burocratismo” de Stalin, no
por ello dejaban de calcular
el porcentaje de socialismo al que había llegado la URSS,
midiendo el porcentaje de los logros y fracasos de la industrialización
estalinista. Todas estas preocupaciones de la “mayoría” trotskista no me
causaban ninguna impresión
Esta gente para mí
no se diferenciaba mucho de los burócratas de Stalin. Eran algo más correctos y humanos,
eso es todo. Todas mis esperanzas estaban puestas en la “minoría”, que
en 1931 y 1932 discutía apasionadamente las cuestiones de principio que
planteaba el Plan Quinquenal y el régimen soviético en su conjunto. La
primera cuestión que se discutió fue la del carácter del Estado soviético. ¿Se trataba de un Estado obrero y
socialista? Y si no era así, ¿a qué clase representaba?
La discusión duró más de
seis meses. Albergábamos además una segunda intención que nos desaconsejaba
las prisas: estábamos
esperando que Trotsky cruzara el Rubicón y negara el carácter obrero del
Estado estalinista. Muchos de nosotros estaban convencidos de
que ya no quedaban restos de la “dictadura del proletariado” en la URSS, pero
pensaban que no era oportuno declararlo en público antes de que Trotsky se
pronunciara. Por mi parte, aunque esperaba como el resto un gesto político
decisivo por parte de Trotsky, que parecía inevitable dadas sus anteriores
declaraciones: “la preparación para la instauración del bonapartismo en el
partido ha concluido”, pensaba al igual que otros camaradas que debíamos
pronunciarnos sin esperar a sus palabras
¿Acaso no le sería más
fácil formular las conclusiones esperadas si veía que en el espíritu de los
propios militantes éstas ya se estaban plasmando espontáneamente? Por otra
parte, ¿debíamos estar siempre a la espera de ver cuáles eran las palabras
del “jefe”, como vulgares estalinistas?
Al final se sometieron a
votación tres resoluciones diferentes. La primera admitía el carácter obrero
del Estado, a pesar de sus numerosas “desviaciones burocráticas”, pues aún
sobrevivían “vestigios de la dictadura del proletariado”, como la
nacionalización de la propiedad privada y la represión contra la burguesía.
Quienes negaban que hubiese dictadura del proletariado en la URSS presentaron
dos resoluciones distintas. Unos pensaban que aunque no hubiera dictadura del
proletariado en la URSS aún “subsistían los fundamentos económicos de la
Revolución de Octubre”
Su conclusión era que había
que hacer una revolución política además de una “profunda reforma económica”.
Los otros “negadores” de la dictadura del proletariado –entre los cuales
estaba yo– pensaban que no sólo era el orden político, sino también el social
y el económico, el que era extraño y hostil al proletariado. Así, no sólo nos situábamos en la
perspectiva de una revolución política, sino también social,
que abriera el camino al desarrollo del socialismo. Para nosotros la
burocracia era una verdadera clase, y una clase hostil al proletariado.
Todas las resoluciones
lograron el mismo número de votos, alrededor de quince. Se salió de este
impasse declarando que la cuestión del carácter del Estado soviético
permanecía abierta.
La consigna del “retorno a
la N.E.P.” también se discutió acaloradamente, y finalmente fue rechazada por
una aplastante mayoría. La actitud de los presos respecto a lo que sucedía en
el país y la política estalinista puede definirse así, esquematizando un
poco: la mayor parte de los presos políticos, fuera cual fuera su matiz,
pensaban que la política del gobierno era una aventura absurda, que violaba
las leyes de la evolución y de revelaba la incapacidad de los dirigentes. Se
esperaba que en cualquier momento una catástrofe trajera un completo cambio
en el personal dirigente y esta espera ahogaba cualquier deseo de indagar el
sentido social de los acontecimientos. Pero también había presos, menos
numerosos y más aislados, que pensaban que había “un sistema en esta locura”
de gobierno
Para ellos su tarea
consistía en poner en evidencia la coherencia que había en todo ese aparente
caos de la política burocrática. ¡Y desde luego no les faltaba materia para
analizar! Durante el año 1930 y comienzo de 1931, para llevar a cabo su plan
de industrialización y producción, el gobierno se valió principalmente de
métodos administrativos coercitivos hacia los trabajadores: “emulación”
obligatoria en las fábricas, las obligadas gestas de los udarniks (obreros de
élite), abolición del derecho del obrero a abandonar la fábrica en la que
trabajaba, “derecho” de las mujeres y adolescentes al trabajo nocturno en las
minas, etc. Estas medidas provocaron en el extranjero una campaña contra el
“trabajo forzado”, pero por otra parte la fraseología oficial daba pie a que los occidentales pensaran que el
gobierno soviético estaba levantando, aunque fuera con medios bárbaros, algo
parecido al socialismo.
Las reformas que se
sucedieron a partir de junio de 1932 revelaron el verdadero rostro del
régimen. Stalin empezó anatemizando una de las aspiraciones más deseadas por
los obreros, una de las pocas conquistas de octubre que aún no les habían
arrebatado: el principio de igualdad económica en el proletariado. Sobre un
orden dictatorial, se instauró un nuevo evangelio: la jerarquía obrera, la
“reforma del sistema de salarios” con el objetivo de crear “mayores
diferencias en la remuneración entre grupos diferentes”.
Este principio esencialmente capitalista se declaró conforme al socialismo y
el comunismo. ¡Al antiguo principio se le declaró una guerra sin cuartel y se
le estigmatizó con el nombre de “nivelacionismo” pequeño-burgués!... Ya no
era el colectivismo ni la solidaridad, aunque fuese obligatoria, lo que debía
estimular al obrero para producir, sino el viejo principio capitalista del
egoísmo y el beneficio
Además se introdujo un
sistema de trabajo a destajo –el “destajo con primas progresivas”– que hacía
mucho tiempo que había sido abolido en occidente gracias a los esfuerzos del
movimiento obrero.
Tras doblar la coerción administrativa con un nuevo
sweating system, los dirigentes soviéticos proclamaron que la intensidad del
trabajo no tenía límites: el límite fisiológico que tiene la producción
capitalista “nosotros lo hemos abolido en el país del socialismo gracias al
entusiasmo de los obreros”.
El “ritmo de las galeras” en el trabajo en serie de los países capitalistas a
partir de ahora había que… acelerarlo.
Si se esforzaban en crear “mayores diferencias en la remuneración” entre los
obreros según su cualificación, ¿qué decir del abismo que existía entre los
obreros y los funcionarios, fueran comunistas o no?
La “vida alegre” de la que
disfrutaban las capas superiores en prejuicio de las masas miserables no deja
de sorprender al turista extranjero que visita la URSS y se preocupa en mirar
un poco a su alrededor. Esta “vida alegre” se legalizó por vez primera tras
el discurso de Stalin de junio de 1931. Para aumentar aún más los privilegios
que tenían en el abastecimiento y el alojamiento se creó una nueva red de
distribución cerrada y unos restaurantes reservados a los altos
administradores comunistas o sin partido.
En fin, se crearon “almacenes estatales” para su uso exclusivo en los que se
podía comprar absolutamente todo a unos precios inaccesibles para el obrero.
Los restos del “comunismo de guerra”, como le gustaba llamarlos a la
burocracia al comienzo del Plan Quinquenal, se tiraron a la basura. Todo esto
olía a puro egoísmo de clase, y los relatos de los presos recientemente
llegados a la prisión confirmaban la impresión de que esta nueva política
respondía a una tendencia profunda y duradera. El pueblo no se engañaba
cuando definía la situación con estas amargas palabras: “No hay clases entre
nosotros, sólo hay categorías”
En efecto, toda la
población de Rusia estaba repartida en cinco o seis categorías desde el punto
de vista de su nivel de vida, que situaban a cada uno en el lugar que le
correspondía en la sociedad. Pero en la época de la que hablamos la etiqueta
de “dictadura del proletariado” aún no se había reemplazado por la de “pueblo
soviético”; los obreros más favorecidos aún pertenecían a la Categoría Nº 1 y
la burocracia designaba sus privilegios con el anodino título de “categoría
número cero”. Sin embargo el giro era tan manifiesto y brutal que quienes
estaban en libertad no podían estar equivocados.
Un director de una fábrica
de Moscú que llegó a 1932 a nuestra prisión definía de esta forma la
situación del personal comunista: “Durante el día hacemos propaganda entre
los obreros a favor de la línea general y les explicamos que el socialismo
está a punto de triunfar; pero por la tarde, entre colegas, mientras tomamos
el té, nos preguntamos si realmente representamos al proletariado o a una
nueva clase explotadora…”
La tendencia a consolidar
este nuevo orden de cosas surgido del Plan Quinquenal también se manifestaba
mediante un deseo de conciliar los diversos elementos que componían la élite
social. Los “especialistas sin partido”, a los que ayer aún se acosaba si
piedad, hoy se proclamaba que eran aliados de la burocracia comunista. “Hay
evidentes síntomas de que estos medios intelectuales están cambiando su
actitud”, decía Stalin. “Estos intelectuales que antes simpatizaban con los
saboteadores hoy apoyan al poder soviético… Es más: una parte de los viejos
saboteadores empieza a colaborar con la clase obrera.”
El “nuevo estilo” de las
ciudades soviéticas, la reapertura de elegantes tiendas, restaurantes y clubs
nocturnos, la fácil y relajada vida de los dirigentes, todo esto recordaba a
la N.E.P. Pero no había iniciativa privada, ni comerciantes ni “nepman”… La
N.E.P. sin los nepman era el símbolo de la nueva Rusia que sustituía el
comercio privado por el estatal, al comerciante por el burócrata, ¡la N.E.P.
privada por la N.E.P. de Estado!
Las cartas desde el exilio
de Rakovski nos ayudaban mucho a entender esta evolución. A partir de 1928
Rakovski escribió varios estudios sobre la estructura y el funcionamiento de
la burocracia soviética, aunque el más importante, “Las leyes de la
acumulación socialista durante el periodo ‘centrista’ de la dictadura del
proletariado”, no se llegó a conocer en el extranjero. Destacaba el carácter parasitario y explotador de la
burocracia que “se ha trasformado en un estamento social
particular, en perjuicio de los obreros y los campesinos”. De ahí a decir que
esta burocracia no era más que una nueva clase dominante no había más que un
paso; pero Rakovski no tuvo la valentía de franquearlo
En el momento decisivo,
decidió “salvar lo que aún podía ser salvado” y “volver a la N.E.P.”. Su
política, en lugar de inspirarse en los nuevos intereses del proletariado, se
dejó dominar por el temor a que se produjera una restauración del capitalismo
privado. En el estudio que acabamos de citar, Rakovski supo revelar uno de
los rasgos más destacados de la burocracia soviética: el culto sacerdotal a
dos verdades, la verdad “esotérica”, en palabras de Rakovski, la cierta,
destinada únicamente a los iniciados; y la pseudo-verdad exotérica destinada
a la multitud.
Le gustaba comparar estos procedimientos con los de la Iglesia católica, los
Jesuitas y otras órdenes religiosas. La burocracia “administraba únicamente”
los medios de producción que según la ley pertenecían al proletariado, así
como la Iglesia administraba para su provecho el patrimonium pauperum. En
nuestras discusiones en prisión, la industrialización estaba lejos de
provocar tanta tempestad como la
“colectivización total”. En
efecto, si bien la oposición trotskista había adoptado una postura definida
respecto a la industrialización, no se podía decir lo mismo de la cuestión
campesina. En el terreno industrial, Stalin no había hecho más que
seguir el camino trazado por la oposición trotskista desde 1923. La postura
de la oposición trotskista respecto a la “colectivización total” era mucho
más compleja.
No es Trotsky –al contrario
de lo que se cree comúnmente–, sino más bien Zinoviev, quien cuando la N.E.P.
estaba acabando defendió que había que reforzar la política anti-campesina.
El programa del bloque Trotsky-Zinoviev, en 1926-1927, en lo que respecta a
la cuestión agraria, era obra de los zinovievistas. Cuando en 1923 Trotsky
propuso por primera vez el plan de industrialización, preveía al mismo tiempo
que el desarrollo agrario sería del tipo farming. (Véase su célebre discurso de Dniepropetrovsk).
Stalin fue quien empezó a
ejecutar el programa de la oposición trotsko-zinovievista; luego, al calor de
la ofensiva contra los campesinos, se vio obligado a proclamar la
“colectivización total” y la “liquidación de los kuláks como clase”. Pero si
bien Zinoviev aceptó esta política, Trotsky se opuso a ella con furor. Pasar
de “la lucha contra las tendencias explotadoras de los kuláks” a su completa
expropiación, impulsar la colectivización parcial hasta hacerla “total”,
según él, dadas las condiciones históricas, no era más que una utopía
antimarxista que además llevaría a la catástrofe. En febrero de 1930, en
plena colectivización a ultranza, Trotsky escribió que no se debía
colectivizar “hasta que acabe del Plan Quinquenal, más que un 20-25% como
mucho de las explotaciones campesinas, so pena de superar los límites que
impone la realidad”
Las prisas de Stalin, que
ni siquiera esperó a que se terminaran de construir las fábricas de
tractores, exacerbaba la ironía de Trotsky: “Juntando los viejos azadones y
los pobres potros de los mujiks no se crean grandes explotaciones agrícolas,
así como juntando varios pesqueros no se hace un trasatlántico.” Los últimos
escritos de nuestro líder, en los que modificaba un poco su postura, no nos
llegaron. Así, la confusión llegó a su apogeo cuando, por fin, en el verano
de 1932, recibimos los últimos documentos de Trotsky. La pieza principal del
bloque, que se publicó en el extranjero en abril de 1931, llevaba por título:
“Los problemas del desarrollo de la URSS” y su subtítulo era: “Esbozo de un
programa de la oposición internacional de izquierda sobre la cuestión rusa”
El objetivo de este
documento, así como el propio autor, le conferían una particular importancia.
Por ello decidimos someterlo a discusión:
¿No debía pronunciársela oposición rusa sobre su propio programa? Sin embargo
a la discusión le faltó entusiasmo.
Nadie se mostró satisfecho, pero todos,
excepto la extrema izquierda, testimoniaban su respeto por el documento,
evitando abordarlo. En él Trotsky hablaba ahora de “unos éxitos verdaderamente inauditos…”,
de un “ritmo de industrialización sin precedentes… que ha demostrado de una
vez por todas la potencia
de los métodos económicos del socialismo”. En cuanto a la
famosa colectivización a ultranza, Trotsky la definía como “una nueva época
histórica de la humanidad, el inicio de la liquidación del cretinismo
aldeano”. Incluso llegaba a admitir que se podría llevar a cabo la
colectivización total “en dos o tres años”. Después de esto, aquellos de
nosotros que se referían al Plan Quinquenal como de un “espejismo de las
cifras” y “bluf estalinista”, tuvieron que callarse. Sin embargo, el nuevo “programa”
de Trotsky no despertó ninguna simpatía.
Los trotskistas de derecha
y de centro pensaban que su jefe exageraba los éxitos del plan, que este tipo
de actitud era comprensible en el extranjero, donde había que proteger el
plan contra los ataques de la burguesía, pero que no era conveniente en
Rusia. Por su parte, a la izquierda no le gustaba que en el programa no
hubiera ninguna crítica social y política del régimen. Hay que decir que
desde el punto de vista social y político el “Programa” de Trotsky acababa
con todas las esperanzas de la “izquierda”. Habían estado esperando desde
1930 a que su jefe se posicionara y declarara que el actual Estado soviético
ya no es un Estado obrero. Y he aquí que desde el primer capítulo del
“programa” Trotsky ya lo definía claramente como “Estado proletario”
La derrota era aún más
grave en lo que respecta al Plan Quinquenal: su carácter socialista, el
carácter socialista de sus objetivos e incluso de sus métodos se afirmaba
insistentemente en el “Programa”. Toda su polémica en el terreno social se
reducía a una mala disputa: “La Unión Soviética no ha entrado aún la fase
socialista, tal y como demuestra la fracción estalinista en el poder, sino
tan sólo en una primera fase de la evolución hacia el socialismo.” Es más, el
Plan Quinquenal, que se basaba en el exterminio de los campesinos y la
explotación implacable de los obreros, se interpretaba como “un intento de la
burocracia de adaptarse al proletariado”
En resumen, la URSS se
desarrollaba “sobre los fundamentos de la dictadura proletaria…”. Ahora ya era inútil esperar a que Trotsky
distinguiera algún día entre burocracia y proletariado, entre capitalismo de
Estado y socialismo.
Lo mejor que podían hacer aquellos “negadores” de izquierda que no veían nada de socialismo en lo que se
estaba construyendo en Rusia era romper con Trotsky y abandonar el
“colectivo trotskista”
Hubo una decena, yo entre
ellos, que resolvieron dar el paso. Como era costumbre, hicimos una
declaración escrita explicando los motivos de nuestra salida. En ella
veníamos a decir principalmente que la actitud positiva de Trotsky respecto a
los fenómenos sociales, unida a su actitud negativa hacia la superestructura
política, llevaba lógicamente a la concepción de una revolución puramente
política. Pero semejante revolución, como mucho, cambiaría al personal burócrata,
traería un poco de liberalismo sin modificar los fundamentos del régimen.
Sería una repetición de 1830…
Lo que más me sorprendía
del programa de
Trotsky era que podía reforzar las ilusiones del proletariado occidental
respecto a Rusia, más que disiparlas. Pues siStalin decía:
“Ya hemos realizado el socialismo”, Trotsky se limitaba a precisar: “Perdone
usted pero no, nada de socialismo, sólo una primera etapa.” Así, tras haber
participado en la vida ideológica y en las luchas de la oposición rusa,
llegué a la siguiente conclusión, como muchos otros antes que yo: Trotsky y
sus partidarios están demasiado íntimamente ligados al régimen burocrático de
la URSS como para luchar contra este régimen hasta las últimas consecuencias
En su “Programa”, Trotsky
subrayaba incluso que su crítica no era la de un extranjero hostil y que
consideraba los problemas del régimen “desde dentro, no desde fuera”. Para
él, la tarea de la oposición era mejorar el sistema burocrático, no
destruirlo, luchar contra “los exagerados privilegios” y la “extrema
desigualdad en el nivel de vida”, no luchar contra los privilegios y la
desigualdad en general. Mitiguémoslos un poco y todo estará en orden, bajo
los auspicios de una auténtica “dictadura del proletariado”. Quienes no se
quedaban satisfechos con esto corrían el riesgo de ser tratados de “utópicos
pequeño burgueses de extrema izquierda”, si no de contrarrevolucionarios. La
posterior evolución de Trotsky terminó confirmando este pronóstico. La
Revolución traicionada que Trotsky publicó en 1936 es fiel a las grandes
líneas trazadas en el “Programa” de 1930. Aunque critica con ánimo y
severamente algunos aspectos de la sociedad soviética, Trotsky no modifica
su perspectiva de conjunto sobre la URSS como “Estado obrero”; contribuye así a mantener en el
espíritu del proletariado internacional la mayor mentira y la más peligrosa
de las ilusiones contemporáneas.
Los inhumanos métodos de
explotación burocrática a los que el Plan Quinquenal debe su éxito, son
calificados por Trotsky como “probados métodos socialistas”. Calla sobre la explotación de los
obreros, y sólo menciona la explotación de los campesinos
para fulminar a “los expertos economistas al servicio del capital” que se
atreven a hablar de ello. Es cierto que desenmascarar a los abogados del
capitalismo privado es una tarea noble.
¿Pero es razón suficiente
para convertirse en el abogado del capitalismo de Estado? Trotsky no quiere
comprender que las “desviaciones” y los feos contra los que protesta no son más que la consecuencia
lógica e inevitable de todo el sistema que él defiende encarnizadamente.
Trotsky, en el fondo, no es más que el teórico
de un régimen del que Stalin es el ejecutor.
“Oposición
burocrática o proletaria”,
ese fue el título que puse a un artículo en el que exponía, en prisión, mi
nueva actitud hacia el trotskismo. Pasé
al campo de la oposición rusa de extrema izquierda:
“Centralismo democrático”, “Oposición Obrera” y “Grupo Obrero”.
Lo que separaba a esta
oposición del trotskismo no era sólo la forma de juzgar el régimen y de
entender los actuales problemas. Sobre todo era la manera de entender el
papel del proletariado en la revolución. Para los trotskistas, era el
partido, para los grupos de extrema izquierda era la clase obrera quien debía
ser el motor de la revolución.
La lucha entre Stalin y
Trotsky se limitaba a la política del partido, al personal dirigente del
partido; tanto para uno como para el otro el proletariado no era más que un
objeto pasivo. A los grupos de extrema izquierda comunista, en cambio, les
interesaba sobre todo la situación y el papel de la clase obrera, lo que era
de hecho en la sociedad soviética y lo que debía ser en una sociedad que se
impusiera con sinceridad la tarea de edificar el socialismo.
A. Ciliga
RICARDO
postaporteñ@
1503 - 2015-11-10
|
URU / UNA OPCIÓN PARA EL CAMBIO
Declaración de la
Lista 5 ante el
XVI Congreso de la Fuecys
Federación Uruguaya de Empleados
de Comercio y Servicios
A días del congreso y a
casi 3 años de trabajo y debate, la lista 5, Corriente “Espartaco” queremos
informar sobre nuestra decisión y postura para esta nueva instancia de
Congreso electivo. Haciendo un poco de historia y explicando nuestro accionar
dentro y fuera de FUECYS es que llegamos hoy a las decisiones de conformación
de una lista unitaria con la agrupación Alcides Lanza, que da como resultado
la conformación de la Lista 5-1930.
Hace un poco más de año y
medio, empezamos a juntarnos con la lista 3 y un grupo de compañeros de lista
1 que venían teniendo discrepancias con las formas y decisiones de las
máximas figuras de su lista, inclusive con el retiro de cargos de dirección
en algún caso.
Temas como Parque FUECYS,
Call Center, seguridad, manejo de los recursos de la federación, manejo de
las bolsas de Maldonado, funcionamiento del CDN, redes sociales y su manejo
por parte de directivos, el gas, limpieza, supermercados, etc., fueron temas
de estas mesa de coordinación.
Así fue hasta que se
propuso empezar a conversar y coordinar un programa para la construcción de
una lista unitaria, meses de debate y acuerdo entre estas tres corrientes
llevaron a lograr un acuerdo de un programa único. Posterior a esto se empezó
a discutir el cómo llevar adelante este programa y la estructura de la
federación necesaria para aplicarlo, la redistribución de los recursos y las
decisiones políticas necesarias para poder encaminar a la federación en este
programa.
La forma en que se
desarrolló este intento de construcción de lista unitaria es la correcta a
nuestro entender y realmente su función es mucho más profunda y a largo plazo
que la de un acuerdo meramente electoral, donde principalmente se acuerdan
cargos y no programa. Realizados todos estos pasos, se entró en el debate de
como ordenar la lista. Fue en este punto y a 3 meses del congreso que los
referentes de la lista 3 dicen que por problemas en la interna del gas y de
Tienda Inglesa no lograban el consenso para firmar el acuerdo y piden 30 días
más.
En el correr de estos 30
días mantuvimos varias reuniones entre los referentes de lista 3 y de lista
5, donde los compañeros de la lista 3 nos invitan a sumarnos a un acuerdo
electoral con la lista 1, donde se nos ofrecen 4 cargos en el CDN y 1
secretaria. Como lista nueva y minoritaria en el pasado congreso, se nos
hacía muy difícil entrar en un acuerdo de este tipo con personajes que a
nuestro entender han tenido un accionar nefasto para el movimiento sindical y
para la FUECYS, reyes de la demagogia y la mala praxis, donde la metodología
que se impulsa desde esta gente es el debatir por medio de los agravios y
descredito, que imponen sus ideas hasta el punto de llegar a amenazar a
compañeros/as; es el de la irresponsabilidad en el manejo de los recursos y
sobre todo pocos cristalinos al no lograr comunicar correctamente el manejo
de los mismos; donde se impulsa la idea de que para ser un militante
comprometido hay que estar todos los días en el local de FUECYS, liberado con
horas sindicales, que son para desarrollar el trabajo sindical, trabajo
sindical que a nuestro entender se tiene que desarrollar en donde están los
trabajadores, no solamente en el local, que no permiten la diversidad ya que
si pansas diferentes o por lo menos tratas de construir un espacio diferente
ya es suficiente para que se te aísle y no se te de participación, el tildar
de amarillos, rupturistas y carneros a los que tienen el tupe de cuestionar a
alguna dirección que responde a su lista o el llevar adelante sindicatos
paralelos donde no tienen direcciones alineadas, el llevar u impulsar medidas
arbitrarias en contra de disidentes o trabajadores que no hacen acuerdo con
sus direcciones y cometen el pecado de cuestionar, son formas que no
compartimos y que pesan y mucho al momento de decidir si nos sumábamos o no
al acuerdo que se nos propuso
Así se lo hicimos saber a
los referentes de la lista 3 y les propusimos llevar adelante una expresión
electoral donde llevaríamos el programa ya acordado y seguiríamos avanzando
en la construcción de un bloque alternativo que principalmente cuestionara y
construyera una alternativa a la metodología descripta que hoy lastima y
erosiona al movimiento sindical.
Esta fue nuestra postura en
las varias reuniones que mantuvimos donde los compañeros de la 3 nos dieron
muchos argumento y fórmulas para que nos subiéramos a este acuerdo,
entendemos que son válidas muchas de las razones que nos dieron, desde su
punto de vista para hacer el acuerdo electoral con la lista 1 pero no las
compartimos. Se nos planteó el tener un cogobierno de la federación y desde
este espacio que se lograba cimentar la nueva FUECYS e impulsar el programa
acordado, desde los cargos cambiar el rumbo de la federación
Como lista 5 debatimos y
mucho, sobre todo tuvimos en cuenta qué sería lo mejor para los trabajadores,
cual es el problema que daña hoy a la herramienta y el aporte que podemos
hacer como colectivo para incidir en la línea ideológica y accionar de
nuestra Federación. Tal es así que resolvimos seguir profundizando las
contradicciones del seno del movimiento sindical donde se enfrenta la
construcción de aparatos que aseguran la permanencia de algunos dirigentes en
sus cargos a la construcción de una organización que profundiza su democracia
sindical y que como principal cometido tiene la formación de cuadros que
cuestionen este sistema capitalista y que aporten al hombre nuevo de los
cambios (como lo llamo el Che), que tienen que ser el relevo en la lucha, en
el avance incansable de la clase obrera en este mundo para terminar con la
injusticia y la explotación
La lucha por tener la
hegemonía en el movimiento sindical y en la izquierda de nuestro país creemos
son el principal freno a lograr un mayor desarrollo y a profundizar en la
construcción de un modelo alternativo al sistema capitalista.
Estamos convencidos que la mayoría de los compañeros que siguen y son hoy
funcionales a estas formas y a que algunos se eternicen en sus cargos son, en
muchos casos, compañeros y compañeras de buena fe que no logran ver la
mezquindad y enfermedad que genera la lucha por el poder en algunos actores y
que sin querer se terminan enfrentando a compañeros que de buena fe
cuestionan y ven este hecho, creemos que es necesario para el movimiento
sindical y para nuestra FUECYS lograr dar este debate, entender y aportar a
la palabra “UNIDAD”. Unidad no es la hegemonía de ideas, unidad es una
construcción diaria donde todos dejamos algo en pos de ella
El problema es cuando
partimos de la base de la siniestra lógica que “todo espacio que yo dejo es
espacio que otro avanza y no se lo permito ya que algún día va a llegar a
donde yo estoy”. Como corriente cuestionamos esta forma desde que nos
conformamos, creemos que hemos sido coherentes con nuestro accionar y que
desde los diferentes espacios que nos tocó trabajar, siempre fue nuestra
premisa y que confrontamos a esta forma organizando y dándole el espacio a la
gente, a los trabajadores, a esos miles de almas anónimas que sufren el
primer frente de lucha que es con el patrón en su lugar de trabajo
Por esta razón es que
podemos sostener que los que integramos la Corriente Espartaco no estamos por
los cargos y no nos duele en prenda el tener o no una secretaria, no es
nuestro principal objetivo el lograr cargos a costa de cualquier cosa, es
más, todos trabajamos para un patrón y vivimos de nuestro trabajo, además en
muchos casos somos referentes en nuestro espacio de trabajo y nos proponemos
construir una sociedad más justa y equitativa identificando a la clase obrera
como la fuerza principal de los cambios revolucionarios anti capitalistas
Es desde este lugar que
trabajamos hacia y en la FUECYS, es desde este lugar que definimos no
sumarnos al acuerdo de la lista 1 y 3 y si llevar adelante una lista unitaria
y un programa en común con la Alcides Lanza, construyendo la Lista 5-1930,
con la cual esperamos conformar y emprender un espacio de renovación que
cambie la dirección y metodología que hoy tenemos en la federación, que
permita espacios más participativos para todos los trabajadores y que
democratice los diferentes organismos, que las minorías sean tenidas en
cuenta como necesaria y como control necesario, donde se tire hacia el mismo
lado que es la defensa de los trabajadores sean de la lista que sea
Sabemos que algunos actores
de la corriente mayoritaria de la Fuecys tienen la mala costumbre de atacar
por lo bajo, de ensuciar, inclusive mentir, de entender al enemigo en mis
compañeros y compañeras que opinan diferente, en usar el poder para aplastar
a la oposición, desafiliar, suspender, corromper, entregar a los patrones,
hacer camas, no defender, etc., son métodos y acciones que lamentablemente se
dan siempre y se acentúan previo a un Congreso y a una nueva elección de
autoridades de nuestra federación, son métodos que algunos usan y que los
referentes por acción u omisión son responsables también y generan mucho daño
al movimiento sindical y a nuestra federación ya que cada militante que se va
o se quema son brazos que faltan para enfrentar a nuestro real enemigo, el de
clase, el que nos explota
Por esta razón como
corriente llamamos a la reflexión sana y honesta, pedimos por este medio
bajar los decibeles, dar el debate por lo alto, que marquen la línea las
ideas, las propuestas, la lucha y que nuestro principal objetivo sea el
fortalecimiento de la FUECYS y del PIT-CNT. Sabemos que las elecciones van a
pasar y algunos estaremos y otros no en la nueva dirección pero nunca podemos
perder de vista que nuestro principal cometido es por y con los trabajadores
y que el programa que acordamos previo a los acuerdos tiene que ser la guía
para este nuevo periodo.
Que los acuerdos electorales son solo eso, acordar espacios de trabajo para
adelante y para la implementación del nuevo programa de medidas de cambio
dentro de la federación, programa acordado entre la lista 5 y la 1930, pero
que también era parte la lista 3 que finalmente opto por el acuerdo de cargos
con la lista 1. Cada uno se hará cargo de sus decisiones, seguiremos
igualmente buscando los acuerdos cuando los haya y entrenándonos sanamente a
lo que creamos inadmisible.
Estamos convencidos que se
vienen cambios importantes en nuestra federación, que tenemos que lograr un
cambio de cabeza y de compromiso con la herramienta que sean los cimientos
del movimiento sindical del futuro. Llamamos a votar la 5-1930, esta nueva
opción que propone y se compromete a llevar adelante este programa y de esta
forma. Una opción puede ser votar más de lo mismo, la otra votar para
cambiar, ahí nuestro compromiso
Porque hay cosas para cambiar,
Rumbo una Fuecys diferente!!!
VIVA LA FUECYS!!
corriente espartaco
postaporteñ@
1503 - 2015-11-10
http://postaportenia.blogspot.com
https://twitter.com/postaportenia
|
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