Número 1496 | vier 30 oct 2015 | Año X
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La sanción al fiscal Enrique Viana y el cáncer de la
República
Marcelo Marchese Rebelión | 29/10/15 No hace tres meses nos enteramos que Obras Sanitarias del Estado guardaba estudios que indicaban que nuestra agua potable podía ser considerada de varias formas, pero nunca potable. Esta agua que tomamos, como había advertido el ingeniero agrónomo Daniel Panario, contiene una serie de sustancias poco aconsejables para la salud. No es ya la opinión de algún “enemigo de la patria”; es algo que emana directamente de informes internos de los técnicos de OSE; lo dice, digamos, la ciencia. El agua está corrompida y no sólo el agua, pues si los encargados de la OSE obtienen informes que dicen que el agua está corrompida y los esconden y no advierten a la población, resulta que también la OSE está corrompida. Pero resulta que el asunto salta a la luz pública. Nos enteramos que quienes dirigen la OSE sabían que nos hacen beber toxinas y deciden cerrar la boca y el superior gobierno, enterado, no pide informes ni investiga el proceder de los jerarcas responsables de esta animalada. Tampoco el parlamento. Esperamos que alguien haga algo, pero nos responde un silencio cósmico. Nada. Nadie ¿Sucede esto en dictadura? No. Ya la volteamos con sacrificios inenarrables y reinstalamos el estado de derecho, disfrutamos ahora de la Democracia. El estado de derecho significa unas cuantas cosas, y entre ellas, que todos somos iguales ante la ley, que el poder de los que tienen más será atenuado por las leyes y que el poder del Estado será repartido en tres ámbitos, para evitar que uno sólo lo acapare, pues el pasado nos ha indicado que la concentración de poder en una persona siempre es dañina para los más. Por eso, primero en Inglaterra, luego en Norteamérica y Francia y más tarde en Hispanoamérica, se hicieron unas buenas revoluciones para acabar con el despotismo. He aquí que transcurridos dos siglos, volvemos al principio con unas repúblicas de utilería que ni siquiera llega a la talla de David frente al Goliat de las trasnacionales. El Capital, que en un principio se benefició de los Estados nacionales que lo protegían, ha desarrollado sus músculos de tal manera que desbordan ahora las estructuras nacionales Las leyes de nuestra República no rigen para el capital trasnacional. Rigen para nosotros, que pagamos cada vez más impuestos, pero no para quienes se instalan con exoneraciones impositivas y apelan, ante cualquier conflicto en nuestro suelo, ante tribunales anacionales. Si descubrimos que cualquiera de las megaempresas contamina nuestra agua, aire, tierra o gente, no deberíamos hacer nada, pues ello alteraría el lucro de las megaempresas y ante ese sacrilegio, acudirían a sus propios tribunales y pagaríamos multas astronómicas por atrevernos a defender la salud de nuestra gente. Esta es la nueva fase de la civilización del Capital, el neofeudalismo y la erosión de las Repúblicas. ¿Por qué un gobierno autodefinido de izquierda no hace nada ante esta invasión? Porque cree que es ineluctable y no habría otro camino y considera que a pesar de que todo se contamina, al menos se reduce el desempleo y aumenta nuestro PBI. El gobierno no enfrenta a las megaempresas porque son sus aliadas, o en rigor, el gobierno es aliado de las megaempresas Pensábamos que los partidos de izquierda llegarían al gobierno para muy diversos propósitos, pero llegaron al gobierno para abrirle aún más las puertas al capital trasnacional, darle una serie de garantías consideradas innecesarias por eminentes economistas y cambiar nuestro sistema judicial, debilitando el poder de los jueces en aras de los fiscales que perderán su independencia técnica, pues pasarán a ser subalternos de un director general que impartirá órdenes. El poder judicial pierde su capacidad de investigar y de acusar, y en suma, de controlar a los otros poderes toda vez que un director nombrado por el Ejecutivo maniata a los fiscales de la nación. Cuando esta propuesta se hizo pública, el fiscal Enrique Viana, entre otros, advirtió del peligro que significaba. Como mejor manera de confirmar lo acertado que estaba este fiscal, se lo sanciona. Tiempo atrás fue sumariado; en un episodio oscuro e impune, fue baleado en las piernas; luego fue separado del cargo por seis meses y ahora se lo traslada por ineptitud. Cualquiera que ha visto la destreza con que se mueve Enrique Viana y ha observado la coherencia afilada de un discurso que nunca se pierde en digresiones, no puede acreditar ninguna ineptitud. Es una acusación cobarde y vil. El argumento sería que Viana, por acciones que no encuentran respaldo en una Justicia maniatada, nos hace perder dinero. También podríamos decir que la Educación y la Salud Públicas generan pérdidas al Estado Ante este subterfugio frívolo e inadmisible, suscribimos las palabras de Víctor Bacchetta: « ¿Desde cuándo la función de un fiscal es ganar juicios? La función es defender las leyes y litigar. ¿Desde cuándo perder un juicio significa que no se tiene razón o que no se sabe de derecho? ¿Quiénes aplauden este traslado no escucharon alguna vez hablar de "las dos bibliotecas" en derecho? Las decisiones de la Justicia deben ser acatadas, pero la ejercen seres humanos y están sujetas a interferencias de todo orden. Aunque pierda un juicio, el fiscal litigante cumple la función clave de obligar al otro a justificar sus actos. Si se elimina esta función, la del que cuestiona lo hecho por otros poderes, estamos instaurando una dictadura. Es así de sencillo. Yo puedo discrepar con el fiscal Viana pero debo defender absolutamente su deber de luchar por lo que cree justo. Y en esto a Viana no le falta idoneidad, por favor. Es de una puerilidad asombrosa que argumenten, para tomar esa decisión, que genera "gastos innecesarios"». Al tiempo que se informa que el fiscal Viana ha sido trasladado, se anuncia que ha resucitado el proyecto de Megaminería ante el cual interpuso un recurso de inconstitucionalidad. No es el primer servidor público perseguido por anteponer su ética a la abominable comodidad del que sigue la corriente. Fue trasladada una inspectora que detectara que FRIPUR alteraba las etiquetas vendiendo pescado podrido; fue sumariada una funcionaria del INAU que fotografiara los containers donde se sucuchaba a los internos; fue trasladada la fiscal penal Diana Savio; fue trasladada la jueza Mariana Mota; fue relevado Carlos Liscano de la Biblioteca Nacional por osar responder una entrevista al diario El País y ahora fue obligado a renunciar el maestro Juan Pedro Mir, por declarar en una reunión interna de su partido oficialista, que así como van las cosas será imposible cambiar el ADN de la educación No sólo no se pueden hacer las cosas bien, ni siquiera se puede decir la verdad. El gobierno de izquierda que habría llegado al poder porque ejercíamos el pensamiento crítico, ahora rechaza el pensamiento crítico y gobierna, no por el respaldo que tiene, no por una masa social reclamando una vida mejor, sino por el vacío generado por la apatía política; gobierna por la ausencia de pensamiento y ante una oposición que no hace ni puede hacer oposición a lo que ella hizo o hará a su turno. Ante esta coyuntura ya no vienen a cuento definiciones de izquierda o derecha. El problema es mucho más profundo y nos retrotrae al principio de la cosa política. Aquellos pocos pero en aumento que hemos decidido ponerle freno, tenemos una gama de aliados que sólo tiene parangón en el marco de alianzas de la apertura democrática. Está en juego la salud de nuestra gente, está en juego la salud de nuestra economía y está en juego la salud de nuestra Democracia La soja arrasa el monte nativo que protege los cursos de agua y su monocultivo ha llevado a que abandonemos otros rubros, al tiempo que permitimos que los aeroplanos fumiguen la soja y las escuelas. Miles y miles y miles de eucaliptus, como un pulpo gigante, absorben toneladas de agua antes de ingresar a la zona franca de las pasteras que son, por añadidura, las principales latifundistas de nuestro país y a las cuales ni siquiera les cobramos esa valiosa agua que devoran para hacer la pasta, antes de arrojar 150 toneladas diarias de desechos al río. Les dejamos hacer, dejamos que primaricen nuestra economía, dejamos que dicten las leyes o que no les afecten, y dejamos que presionen para sancionar a los fiscales que nos defienden y que defienden, antes que nada, y para eso están las leyes, a los más desprotegidos. Algunos podremos comprar agua embotellada para beber, para hacer el mate y para cocinar, pero una inmensa mayoría está condenada a tomar el agua de la canilla ¿Hasta cuándo soportaremos esto? No alcanza con culpar al gobierno y a quienes protege. La raíz del problema está en la apatía ciudadana. Una democracia no sobrevive sin ciudadanos que participen y que defiendan sus instituciones. Vivimos una época oscura signada por la carencia de ideales; un vacío que apenas llenamos acudiendo a los shoppings, esos templos modernos. Los medicamentos, lejos de vencer las enfermedades, las cronifican; el cáncer ocupa el lugar que antaño ocuparon la lepra y la peste negra; el sol se convierte en un agente peligroso; los tomates no tienen gusto a tomates, las frutillas no saben a frutillas; los medios de comunicación envían al instante cartas ayunas de espíritu, pues hemos avanzado en el arte de comunicar rápidamente la nada; el cine, agoniza; la literatura, se arrastra y nos acostumbramos a aceptar lo inaceptable Sin embargo, hasta en las épocas más oscuras la humanidad ha necesitado héroes, y cuando no los tuvo, los rescató del pasado alterando los hechos históricos. La búsqueda de héroes debe responder a la necesidad de encontrar una personificación de ciertos ideales. Una sociedad precisa de ideales y precisa de artistas que los sitúen y defiendan como una manera de defender a la belleza, porque la humanidad necesita de la belleza como del agua y del aire. Ayer veía una entrevista a Enrique Viana asombrado por su capacidad de respuesta, siempre yendo a la raíz del problema y sin escurrir el bulto ante preguntas que conducían a un terreno peligroso para un funcionario de la nación. Veía la entrevista agradecido a un hombre que se enfrentaba al poder, que suele significar enfrentarse a todos los demás, anteponiendo la felicidad general a los perjuicios que su lucha le podría a carrear, y en tanto esas cosas veía y pensaba, sentía que me encontraba ante algo bello, ante una manifestación de la belleza. «Nada ennoblece y nada une más que la lucha», decía en un discurso Zelmar Michelini, y yo pensaba en la verdad que encierran esas palabras y pensaba en otras palabras, bellas y verdaderas (bellas porque son verdaderas) con las cuales nos despediremos del lector hasta el próximo artículo: «He visto la valentía en el hombre. He visto la valentía de un hombre que se enfrenta a un caballo desbocado. Pero no he visto valentía más grande que la del hombre que se enfrenta a los demás y piensa con su propia cabeza»
“caso” VIANA
| FISCAL VERDE, TRASLADO OSCURO
INDISCIPLINA PARTIDARIA, la columna de Hoenir Sarthou Semanario Voces 29/10/15 “En el mundo ha de haber cierta cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz. Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres…” JOSÉ MARTÍ Es probable que lo que voy a decir parezca fragmentario y hasta deshilachado. Es que ya Marcelo Marchese y Víctor Bacchetta, entre otros, han expresado muy bien lo que pienso sobre este asunto, y yo mismo he tenido oportunidad de hablar sobre ello. De modo que lo que sigue son reflexiones complementarias, cuando no imágenes o asociaciones libres disparadas por el “caso” del fiscal Enrique Viana. Lo llaman “el fiscal verde”, un apodo que hace pensar en una especie de Robin Hood, o en un hippie devoto de la naturaleza. ´Sin embargo –para los que no lo hayan visto en persona o por televisión- Viana produce otra impresión. Es un hombre grande, morocho, de aspecto severo y con cierta tendencia a la obesidad. Tal vez el pelo corto, o el bigote negro, le dan un aspecto rígido y casi marcial. Aunque la impresión se disipa cuando se le ven los ojos y se lo oye hablar. Tiene la mirada más ágil e inquieta que el cuerpo, y habla a velocidades cambiantes, con momentos de aceleración que desmienten su apariencia disciplinada y serena. ¿Por qué este hombre se ha convertido en un incordio para el gobierno? ¿Qué ha hecho para desatar la ira oficial y hacer que se lo suspenda, se lo investigue y ahora se lo transfiera de materia? Insisto, lo llaman “el fiscal verde” porque muchas de sus acciones como fiscal han sido dirigidas a investigar o a controlar a empresas que ponen en riesgo el medio ambiente. Sin embargo, las veces en que hablé con él, no habló de ecología. Habló de republicanismo, de democracia y de Estado de derecho. Viana piensa –y está lejos de ser el único- que esas cosas están en peligro, amenazadas por los avances de las corporaciones multinacionales que se apoderan de la tierra, del agua, de la energía, de los recursos minerales, esos capitales que dominan, compran, chantajean y manipulan a los Estados y a los gobiernos. Ese estado de cosas, que él denomina “neofeudalismo”, lo desvela. Ahora, ¿por qué un fiscal, un funcionario público al que todos asociamos con alguien que se dedica a despachar divorcios y sucesiones, se ha convertido casi en el principal escollo para un modelo económico que cuenta con la apertura a la inversión extranjera, sobre todo a la que se dedica a la extracción de recursos naturales, como su principal recurso? Permítanme evocar un recuerdo de infancia. Veo un dibujo animado. El protagonista, cuyo nombre no recuerdo, está en la Legión Extranjera. El comandante se dirige a la tropa, que lo escucha rígidamente formada. El comandante solicita que un voluntario dé un paso al frente para confiarle una misión riesgosísima. El resto de la fila de soldados retrocede un paso, y el protagonista queda en primera línea, convertido en voluntario. ¿Necesito aclarar la analogía? Quizá no es que Viana esté colocado en posturas demasiado audaces. Quizá el resto del país, sus colegas, los fiscales, los jueces, los gobernantes, por supuesto, y también nosotros, los ciudadanos, todos, salvo honrosas excepciones, hemos dado un paso atrás y dejamos que las cosas sucedan. No nos preocupamos por investigar las condiciones secretas que se pactan con los megainversores, los controles que no se practican y los regímenes de excepción y privilegio que se les conceden. Por eso Viana parece quedar solo y al frente de la fila, cuando en realidad está cumpliendo con su deber, en un lugar en el que muchos deberían (o deberíamos) estar. La resolución por la que se dispuso el traslado se funda, inusualmente, en la supuesta falta de idoneidad de Viana, dado que –siempre según la resolución- ha promovido numerosas acciones judiciales que no han sido acogidas por los jueces o por la Suprema Corte de Justicia. A los fiscales (en tanto Ministerio Público y Fiscal) les corresponde legalmente “la protección y defensa de los intereses generales de la sociedad”, tarea que deben cumplir en régimen de independencia técnica, es decir de acuerdo a los criterios técnicos que el fiscal entienda adecuados al asunto del que se trate. Pueden actuar como denunciantes de una situación irregular, pueden promover inconstitucionalidades, pueden oponerse en interés del Estado o de la legalidad a pretensiones particulares, pueden requerir informes e iniciar acciones preparatorias que luego darán o no lugar a un juicio, según las circunstancias. De acuerdo a esas competencias, Viana y cualquier otro fiscal no sólo puede sino que debe actuar cuando percibe que los intereses generales de la sociedad pueden verse afectados. Y debe hacerlo con independencia técnica, es decir en la forma en que su criterio técnico se lo indique. Va de suyo, entonces, que las inconstitucionalidades, las actividades que comprometen la salud o la seguridad de la población, las que comprometen el medio ambiente o el patrimonio del país, y por supuesto las que afectan a menores de edad o a incapaces son –o deberían ser- materia típica de los fiscales. ¿En qué ha transgredido Viana, entonces, sus responsabilidades como fiscal? Si no hubiera iniciado acciones, podría imputársele irresponsabilidad. Pero se lo sanciona por actuar con un celo mayor que el promedio. Y por no lograr sentencias favorables en casos súper complejos, en los que su adversario tiene enormes ventajas de recursos materiales y de protección por parte del poder. Así y todo, fue gracias a Viana que el INAU debió ocuparse de que los niños no estuvieran limpiando parabrisas en la calle. Y fue gracias a él que se supieron las vergonzosas condiciones pactadas por el Estado con Montes del Plata y con otras megainversoras. Basta decir esas cosas para saber por qué no es querido por el gobierno y por qué se lo persigue Alguna gente –sobre todo en épocas de más prestigio del Frente Amplio- me ha dicho: “¿Pero quién se cree que es Viana? ¿Quiere poner en jaque al gobierno él solo? ¿No se da cuenta de que el gobierno tiene el respaldo de más de un millón de votantes?”. Entramos en uno de los aspectos más difíciles de la relación entre la política y el derecho. Me refiero al carácter contramayoritario del sistema de justicia. Cuesta entenderlo, porque mucha gente cree que la democracia consiste sólo en respetar a las mayorías. En democracia, el sistema de justicia (del que los fiscales forman parte), tiene –o debe tener- una de las tareas más difíciles e ingratas. Debe o debería contrariar a veces la voluntad del gobierno electo por mayoría y en ocasiones contrariar también a la voluntad circunstancial de la mayoría de la población. Porque, los derechos son eso: límites al poder político, y, por ende, en una democracia, son límites al poder de las mayorías. Lo paradójico es que esos límites los establece la misma mayoría al aprobar la Constitución y las leyes. Entonces, los choques entre los fiscales y el gobierno no deberían ser vistos como una anomalía. Deberían ser frecuentes, mucho más de lo que lo son, porque eso indicaría que los intereses de la sociedad están siendo protegidos, en lugar de quedar librados a la voluntad del poder político y al hábito –frecuente en el poder- de esconder o falsear la información. Lamentablemente, vivimos en una cultura política que no tiene clara la importancia del control ciudadano y menos del de los órganos de contralor (basta ver el presupuesto que se les asigna) y que ignora y vive como una agresión cualquier intervención de un fiscal, de un juez, del Tribunal de Cuentas o de cualquier organismo creado para controlar al poder. Un déficit de institucionalidad que no es nuevo pero se ha agudizado en estos últimos años. La persecución a Viana es una manifestación explícita de esa cultura. Algo que no deberíamos dejar pasar
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postaporteñ@ 1496 -
2015-10-30
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REPUBLICANISMO - ANCAP
En estos tiempos donde hay tanta revuelta, cuesta ubicar adonde anda uno mismo. Por mi parte he conocido por dentro uno de los proyectos de ANCAP, aunque muy afuera de donde pasan los números, las decisiones, las prebendas, los privilegios. He sido testigo de parte del despilfarro, como cualquier ciudadano que quiera ver los disparates de propaganda, de apariciones públicas ostentosas, los viajes de "negocios". He podido ver, lo que a mi parecer, no alcanza a ser solidario en las propuestas del SUNCA (rama extractiva) y de FANCAP para estos proyectos, para los trabajadores y el pueblo. Hay proclamas sindicales que llegan a mostrarse hasta reaccionarias y corporativistas. Sobre todo aquellas que defienden chacras de trabajo para cada sindicato, paros y exigencias sin mucho convencimiento hasta para trabajadores, que por supuesto son disciplinados y acatan, o desidia en cuanto ponerse al hombro los proyectos productivos en curso. Leo declaraciones de proclamas que solo muestran críticas luego de que el barco ANCAP notoriamente hace agua y tiene riesgo de hundirse. La gravedad del endeudamiento y de la pérdida patrimonial, no creo que haya generado medidas antes, cuando se fueron efectivizando. Con dirigentes sindicales en el directorio de ANCAP Los gastos interminables en los proyectos productivos, de los cuales el que conozco están a mí vista ahora, parado por una rotura más y van....??? Son al parecer interminables, es cierto. He tratado de seguir por la prensa en cuanto a la "investigadora" y sus consecuencias En general veo un rasgarse vestiduras, muy hipócritamente, a la "oposición" que tuvo directores, poder de prensa, y tiempo suficiente para impedir o denunciar antes cualquiera de los despilfarros denunciados hoy. Ellos, la "oposición", hoy se erigen en acusadores éticos, inflamados de moralina, acusan. Pertenecen a los mismos partidos políticos, que en su mayoría, crearon o ampararon desde leyes hasta dictaduras para seguir teniendo privilegios y despilfarros, y "honrosos" pagos de deuda externa eterna, miles y miles de millones de dólares para los vampiros financieros del mundo. Nunca la deuda externa les mereció una comisión investigadora. A nadie. A los del FA-EP los dejaron comer. Ahora llegó el turno de cobrarles, y lo hacen con mucha desfachatez, porque los pillaron bien. Y desde el gobierno actual, dividido y sin principios, se alimenta el escarnio, y se aprovecha para cobrarse internas inmorales Desde la "oposición" solo quieren volver a dirigir el barco. Y repartir de nuevo. Creen que ya es hora. No les importa de verdad si se funde del todo ANCAP y se va todo el negocio de una empresa pública a la mierda. Si cierra la refinería, y todos los proyectos productivos, incluso todas las "líneas de negocios" y todas empresas privadas que lo manejan. O si se privatiza todo. Es costo que pagará este sufrido, bastante desmovilizado, y crédulo pueblo. Lo importante es dejar en bolas públicas y bien escrachados, expuestos, lo malos y poco cuidadosos, corruptos que son los "administradores del FA-EP" al intentar hacer lo mismo que los burgueses que los antecedieron. Sendic y Cía. son como un pequeño botín de caza. Y a Astori, quien desde hace años es un tipo útil e inteligente para el establishment, se le ensuciará algo la ropa junto a Tabaré, con alguna salpicadura de la degollina, como para que no se haga el loco y cumpla aun más a fondo, con su deberes de pequeño burgués encomendado para mantener el control social y pagar la deuda externa. Aquí, desde donde veo esta parte del negocio ANCAP, da vergüenza ajena lo poco avanzados que aun somos. La colonización y dependencia tecnológica es inmoral, indignante, y lamentablemente anestesiante para una gran parte de técnicos con alguna cabeza que se puede apreciar que están por aquí. En Alur de B Unión, en Minas Cemento también, en Paysandú, Alur y Cemento, que directamente no rinden. Los datos y rumores de que no rinden, de que compraron humo, y que se comieron promesas tecnológicas que no funcionan. Y hay rumor de que la desulfurizadora en la refinería tampoco funciona. Si no es así, al menos el rumor daña. Pero en eso no solo el FA-EP es responsable. Las consultoras, las empresas vendedoras de proyectos, de equipos, de insumos, tienen relaciones carnales con todos los partidos. Están todos representados. Porque ese es el modo, DEBEN hacer negocios con el que venga, asesoran, cobran y se van con los bolsillos llenos. Todos saben eso. Si se miran los apellidos, sus relaciones empresariales, sociales y hasta deparentesco de los integrantes de directorios, de equipos de marketing, de relacionistas públicos, se podrá ver la base del viejo esquema del reparto de utilidades, en apellidos. Aunque se escondan en acciones innominadas de S.A. Escuché por radio a una contadora que declaró en la investigadora con bastante conocimiento de todo esto, habló hasta de la contaminación y del aumento del cáncer en Minas. Pero como quien cuenta anécdotas de noches en vela. Fue la que dijo que debía volver a ANCAP por eso no hablaba mas. No es una inocente. Es de las que calló para sobrevivir dentro de los privilegios que seguramente tiene por estar dentro del equipo de profesionales que ANCAP mantiene. Siguiendo las repercusiones, no registré que esté en cuestión el cómo industrializar mejor éste país, en serio, como negociar y con quien, y para qué. Como beneficiar al pueblo, ese que mira desde la tribuna ésta cacería. El FA-EP --sobre todo aquéllos del equipo de políticos y técnicos que tuvieron en sus manos el negocio-- comió en ANCAP, y en tantos otros lados, con el hambre de haber mirado tanto tiempo el festín de siempre, desde afuera, de los gobiernos que lo precedieron. Y lo hizo de forma torpe. No supo hacer leyes, elegir jueces, crear constitucionalidades, crear tradiciones de sumisión, sometiendo o comprando mejor al resto de la clase media, al resto que dejaba de comer un tiempo de los excelentes negocios que sigue generando el estado para enriquecerse y vivir de ellos. Al FA-EP le faltaría más habilidad, más crueldad, mas desparpajo, para ganar en impunidad y aceptación social. No basta con ganar elecciones para tener el poder, ese poder. Son paparulos a la hora de imponerse. No son la vieja burguesía uruguaya y sus aliados construidos en cientos de años de existencia y formación profesional para robar y expoliar. Son oportunistas ascendidos. No debieron atreverse a tanto La mayoría del negocio que algún día resultara de este fracaso ANCAP, sigue y seguirá de éste modo, en manos de los agentes burgueses locales, representantes fieles y siempre bien trajeados de la burguesía transnacional, de correcto hablar y mucha firmeza y simpatía, recibidos en oficinas con mucha prensa, con mucho agasajo y glamour. Sean del pelo que sean. Todos en mayoría blanquicolorados , o "independientes" Y en minoría, corriendo y pellizcando algo del carro, ladrando como cusquitos, los "progresistas" , sindicalistas ascendidos al parlamento, los pequebu profesionales aprendiendo a gobernar algo, en ésta nueva era de reparto. Siempre y cuando aguanten el baño de realidad. El coscorrón de la prensa y el parlamento. Un pequeño precio que deben pagar si quieren seguir, y no patear el tablero. Deben ser fieles al sistema, a las instituciones, y sobre todo hay secretos que no deben salir a luz. Si no miren como le fue a Amodio Conozco una oficina entera de ANCAP que tiene como referente, no dejan de escuchar, anhelantes lo que dicen o denuncian en radio El Espectador, en un programa llamado Rompekabezas, dos periodistas Uno de ellos por estar del lado de una huelga gráfica en el diario de Federico Fasano perdió su trabajo. En aquel momento ganó respeto por su dignidad, entereza, compromiso con los trabajadores. Ahí fue que le escuché decir a ese periodista, y me pareció notarle un tono casi jocoso, que le pararon el carro en la comisión investigadora del parlamento a algún jerarca de ANCAP, que había manifestado porqué no se llamaba a una auditoría externa para investigar. Y le había respondido, algún legislador de los investigadores, que ahí mandaban ellos. Y este periodista de referencia comentó algo como que la soberbia de los del directorio de ANCAP tenía que someterse a... "el republicanismo" que rige el parlamento. Que no mandaban como en ANCAP de forma autoritaria. La credulidad en ésta democracia, llega al punto de hacer confiar en que éstos lobos, juzgando lobitos, son algo bueno para la democracia, para el pueblo tal vez No es lo mas importante en juego hoy en Uruguay, pero la prensa, los diarios, la radio, la tv, Internet, cada vez juegan roles más incisivos influyendo en la despolitización existente. Y Radio El Espectador, un medio de difícil acceso para muchos opiniones disidentes, críticas desde la izquierda que quisieran hacerse oír, puso mucho de sí para que este "asunto" ANCAP tuviera éste enfoque de difusión, y lo está logrando. Creo que el ejercicio de este "republicanismo" no apunta al mismo objetivo que nos llevó a miles de trabajadores y vecinos, hace tantos años, a recorrer las calles de la Teja en aquel "tejazo" para defender a ANCAP para que no fuera privatizada, aun contra la opinión del emergente senador Mujica, que se manifestó en contra de aquella movida. Y si vamos un poquito atrás, no es el mismo republicanismo que generó aquella heroica resistencia obrera y barrial contra el desalojo de ANCAP ocupada en los comienzos del golpe de estado de Bordaberry y asociados. Creo también que éste "republicanismo" de hoy, nos amenaza para imponer algo que ya circula entre muchos trabajadores que escucho por aquí : " el estado no sirve para nada" Este estado, en cuanto a formas de propiedad pública, estatal, no es mejor que se privatice y que se maneje según los avatares del mercado puro y duro. No es el FA-EP el defensor que el pueblo tiene para no perder más terreno en todas aquellas condiciones de vida que aun maneja el estado. Más bien es el de turno para oprimir y contener reclamos populares. Habrá que seguir bregando para construir las alternativas organizativas y políticas para que surja esa oportunidad en la historia que vendrá. Pero mientras no haya otra forma de organización de las funciones públicas de un país, la propiedad estatal de organismos como ANCAP tiene que ser defendida, teniendo como objetivo construir organismos de control popular sobre éstas empresas Para barrer los sucios negocios, para levantar la moral de sus trabajadores, para construir algo mejor del futuro. Y porque no, un republicanismo de los trabajadores y el pueblo.
MARCOS ROJO
postaporteñ@ 1496 - 2015-10-30 |
EL TERRITORIO URUGUAYO A MERCED
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Vázquez deberá explicar ante la Justicia cuál era su
vínculo
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postalinas y chamuyos
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Siria/ Sobre la intervención militar de Rusia
Entrevista a Gilbert Achcar * por Ilyá Budraitskis ** Lefteast | CRITICATAC -Ilyá Budraitskis: Han pasado varios días desde el comienzo de la intervención militar rusa en Siria y los objetivos y la estrategia de esta operación siguen estando poco claros. La explicación que dan los portavoces rusos no aclara nada, pues por un lado afirman que el motivo principal es la lucha contra el Estado Islámico (EI), mientras que por otro la presentan, como hizo Vladímir Putin en la ONU, como un acto de ayuda al gobierno legítimo de Bachar el Asad ¿Cuál crees que es el objetivo real de esta intervención? Gilbert Achcar: La justificación oficial inicial de la intervención estaba destinada a obtener para Rusia la luz verde de Occidente, en particular de EE UU. Puesto que algunos países occidentales están bombardeando posiciones del EI en Siria, está claro que no estaban en condiciones de oponerse a que Rusia hiciera lo mismo. Este fue el pretexto con el que Putin vendió su iniciativa a Washington antes de ponerla en práctica, y Washington compró. Al principio, antes de que los aviones rusos empezaran a bombardear, las declaraciones emitidas por Washington daban la bienvenida a la contribución de Rusia a la lucha contra el EI. Fue una reacción totalmente ingenua y, por supuesto, por parte de Putin un puro engaño. Pero yo estaría de veras sorprendido si en Washington creyeron realmente que Rusia estaba desplegando fuerzas en Siria para combatir al EI. No es posible que no supieran que el objetivo real de la intervención rusa consiste en apuntalar el régimen de Asad. El caso, sin embargo, es que Washington aprueba incluso este objetivo real de la intervención de Moscú: evitar el colapso del régimen sirio. Desde los primeros días del levantamiento en Siria, el gobierno estadounidense, por mucho que, de entrada, dijera que Asad debía dimitir, siempre insistió en que su régimen debía mantenerse. Contrariamente a lo que creen críticos simplistas de EE UU, el gobierno de Obama no está en modo alguno a favor de un “cambio de régimen” en Siria, sino más bien lo contrario. Lo único que quiere es mantener el régimen de Asad sin el propio Asad. Esta es la “lección” que sacaron del fracas o catastrófico de EE UU en Irak: retrospectivamente, entienden que deberían haber optado por un “sadamismo sin Saddam”, en vez de desmantelar los aparatos del régimen. De ahí que la intervención de Putin fuera vista más bien con buenos ojos por Washington. Hay bastante hipocresía en las quejas actuales del gobierno de Obama ante el hecho de que la mayoría de incursiones rusas estén dirigidas contra la oposición siria ajena al EI. Acusan a Rusia de no golpear suficientemente al EI; si la proporción de incursiones rusas contra el EI hubiera sido mayor, se sentirían más cómodos en su connivencia. Habrían lamentado menos los golpes encaminados a consolidar el régimen de Asad. Aun así, la esperanza de Washington es que Putin no solo evite el colapso del régimen y ayude a consolidarlo, sino también que llegue a alguna especie de solución política del conflicto. De momento, esto es más una ilusión que cualquier otra cosa. El objetivo principal de la intervención militar rusa en Siria era el de apuntalar el régimen en un momento es que este había sufrido graves pérdidas desde el verano pasado. El propio Asad reconoció en julio que el régimen era incapaz de mantener el control sobre partes del territorio que había controlado hasta entonces. La intervención de Moscú está destinada a prevenir el colapso del régimen y a permitirle reconquistar el territorio que perdió el pasado verano. Este es el objetivo básico y primario de la intervención rusa Existe, sin embargo, un segundo objetivo que va mucho más allá de Siria y se concreta en el hecho de que Rusia haya enviado a Siria un muestrario de su fuerza aérea y haya lanzado misiles de crucero desde el mar Caspio. Esto parece ser algo así como el “momento del Golfo” del imperialismo ruso. Quiero decir que Putin está haciendo a escala reducida lo que hizo EE UU en 1991 cuando exhibió su armamento avanzado contra Irak en la primera guerra del Golfo. Era una manera de decir al mundo: “¡Mirad qué poderosos somos! ¡Mirad lo eficientes que son nuestras armas!” Y fue un argumento importante para reafirmar la hegemonía de EE UU en un momento histórico crucial. La guerra fría estaba terminando; el año 1991 resultó ser el último de la existencia de la Unión Soviética, como todos sabemos. El imperialismo estadounidense necesitaba reafirmar el papel de su hegemonía en del sistema global. Lo que hace Putin ahora con esta demostración de fuerza es decir al mundo: “Los rusos también contamos con armamento avanzado, somos capaces de todo y en realidad somos más de fiar como aliados que EE UU” La actitud prepotente de Putin contrasta mucho con la timidez del gobierno de Obama en Oriente Medio durante los últimos años. Putin está ganándose amigos en la región. Mantiene buenas relaciones con el autócrata contrarrevolucionario egipcio Sisi y con el gobierno iraquí. Irak y Egipto son dos Estados que se consideraban parte de la esfera de influencia de EE UU, pero ambos apoyan ahora la intervención rusa, ambos compran armamento ruso y desarrollan relaciones militares y estratégicas con Moscú. Se trata, por supuesto, de un importante paso adelante del imperialismo ruso en su competición con el imperialismo estadounidense. Desde este punto de vista, la intervención en curso de Rusia debe contemplarse como una jugada en un torneo interimperialista. Hace más de 15 años analicé la guerra de Kosovo como parte de una nueva guerra fría. En su tiempo me criticaron esta caracterización, pero ahora ya estamos de lleno en ella, es evidente. -I. B.: Mucha gente dice que lo que tenemos actualmente en Siria, con la intervención rusa, es un fracaso total de la política de EE UU. Otros creen que existe un plan secreto de EE UU para involucrar a Rusia en este conflicto. Y por lo visto existe un cisma real en la elite estadounidense en torno a la cuestión siria. ¿Cuál crees que es la posición de EE UU en esta situación? G. A.: Es indudable que se ha producido una discrepancia creciente en las altas esferas de EE UU con respecto a Siria. No es ningún secreto que hubo una disputa en torno a la cuestión del apoyo a la oposición popular siria entre Obama e Hillary Clinton cuando ella era secretaria de Estado, y que hubo militares y miembros de la CIA que compartían sus puntos de vista En 2012, cuando comenzó este debate, la oposición popular siria, representada por el Ejército Libre (ELS), todavía era la fuerza dominante de la oposición al régimen. En realidad, es la debilidad de esta oposición popular, debida a la falta de apoyo de Washington, y en particular al veto de EE UU al suministro de armas de defensa antiaérea, la que ha permitido que las fuerzas “yihadistas” islámicas se desarrollaran en paralelo y después resultaran más importantes dentro de la oposición armada al régimen sirio. Quienes abogaron por el apoyo a la oposición popular, como Clinton y el entonces director de la CIA, David Petraeus, consideran ahora que los acontecimientos les han dado la razón y que el deterioro catastrófico de la situación siria es, en gran medida, fruto de la política equivocada de Obama. Obama se enfrenta, en efecto, a un balance terriblemente negativo de su política en Siria. El desastre es total desde todos los puntos de vista, humanitario y estratégico. Los países miembros de la Unión Europea están bastante molestos con la enorme oleada de refugiados provocada por una catástrofe humanitaria descomunal. El gobierno de Obama trata de consolarse diciendo que Rusia está cayendo en una trampa y que será su segundo Afganistán. No es ninguna coincidencia que en su reciente crítica a la intervención rusa, Obama utilizara el término quagmire (atolladero), un término aplicado en su tiempo a EE UU en Vietnam y a la Unión Soviética en Afganistán. Ahora se dice que Rusia está metiéndose en un atolladero en Siria. Eso también es confundir los deseos con la realidad con ánimo de endulzar la píldora de un fracaso estrepitoso -I. B.: En efecto, de momento importantes aliados de EE UU, como Alemania y Francia, no parecen adoptar una postura claramente contraria a la intervención rusa. ¿Crees que la intervención rusa ha provocado alguna división entre EE UU y Europa y podría brindar a Rusia la oportunidad de negociar con la UE al margen de EEUU? G. A.: No, no lo creo. Ante todo, no existe ninguna diferencia sustancial entre las posiciones de Francia y EE UU. Al contrario, se parecen mucho. La postura de Alemania es un poco diferente porque este país no está implicado directamente en las acciones militares contra el EI. Francia ha criticado a Rusia por atacar a la oposición ajena al EI. Además, la postura francesa es muy estricta en lo que atañe a Asad. Al igual que Washington y de forma incluso más categórica, París dice que Asad debe irse y que no puede haber una transición política en Siria con la participación del dictador. Cosa que de hecho es bastante lógica, porque si la transición política ha de basarse en un acuerdo, en un compromiso entre el régimen y la oposición, no es posible de ninguna manera que esta última pueda aceptar alguna forma de g obierno conjunto bajo la presidencia de Asad. La postura de Washington y Paris está condicionada por ello. Contrasta con la visión de Moscú, que considera que Asad es el legítimo presidente e insiste en que cualquier acuerdo debería ser aprobado por él. Hay una distancia significativa entre las dos posturas en estos momentos. Como ya he dicho, Washington y sus aliados europeos confunden sus deseos con la realidad. Esperan que una vez consolidado el régimen sirio, Putin presionará para que se abra la vía a una solución de compromiso en la que Asad aceptaría entregar el poder tras un periodo de transición que culminaría en unas elecciones. Angela Merkel, pese a que rectificó su posición un día después, dijo en un momento que la comunidad internacional debería negociar con Asad. Eso mismo hemos escuchado en algunos rincones de Europa y de EE UU: “Después de todo, Asad es mejor que el EI; con él podemos hablar, así que lo mejor es que acordemos algún tipo de transición con él.” En realidad esto es capitular por todo lo alto. Lo único que han logrado es unir a la oposición no vinculada al EI frente a esta perspectiva. La oposición armada incluye todas las variantes del “yihadismo”, que compiten entre sí para ver quién se opone más a Asad. No hay ninguna posibilidad de que cualquier sector creíble de la oposición acepte un pacto que implique la continuidad de Asad. Su retirada es condición indispensable para cualquier arreglo político encaminado a detener la guerra en Siria. De otra manera, simplemente no se detendrá. Washington ha emitido muchas declaraciones hipócritas de condena de la intervención rusa, pese a que de entrada le dio luz verde. El principal motivo de ello es que no desea aparecer abiertamente como defensor del rescate del régimen y enemistarse así con los suníes de la región. De hecho están aprovechando la intervención rusa para introducir una cuña entre Moscú y los países de mayoría suní. Los saudíes habían entablado conversaciones con Rusia y se dice que le ofrecieron un acuerdo de elevar los precios del petróleo si los rusos cambiaban de actitud con respecto a Siria. Ahora están muy decepcionados con la intervención de Moscú, aunque tal vez sigan confiando en que Putin logre finalmente imponer la retirada de Asad. Mientras tanto, sin embargo, entidades como los Hermanos Musulmanes y los clérigos musulmanes del reino de Arabia Saudí han proclamado la guerra santa contra el segundo Afganistán de Rusia, en asombrosa simetría con la calificación de “guerra santa” que ha hecho la iglesia ortodoxa rusa de la aventura militar de Putin. Nótese la diferencia con las anteriores guerras imperialistas de los últimos tiempos: la guerra solo se presentaba con tintes religiosos por el lado musulmán. Ahora, por primera vez en mucho tiempo, tenemos un choque entre “santos guerreros”. En este sentido, Putin es una “bendición” para los yihadistas, el enemigo perfecto. -I. B.: Probablemente ya sabes que este verano hubo una visita secreta del general iraní Qasem Soleimani a Moscú. La decisión definitiva sobre la intervención rusa se adoptó después de aquella reunión. ¿Qué interés crees que puede tener Irán en la intervención rusa? G. A.: Irán comparte con Rusia un interés común por preservar el régimen de Asad, que es un aliado estratégico de ambos países. Para Irán, Siria es un eslabón fundamental del eje que va de Teherán a Hezbolá en Líbano, pasando por Irak y Siria. Este país es crucial para los suministros iraníes a Hezbolá, y además facilita a Irán el estratégico acceso al mar Mediterráneo. Y para Rusia, Siria es el único país de la costa mediterránea que alberga bases navales y aéreas rusas. Por eso estamos asistiendo ahora en Siria a una contraofensiva que combina las fuerzas del régimen de Asad, las tropas iraníes o patrocinadas por Irán y el apoyo aéreo y de misiles de Rusia. El régimen de Asad, desde hace un tiempo, depende completamente de Irán; en todos los sentidos. Irán exhibe su poderío en Siria. Evidentemente, Rusia también ejerce una influencia importante sobre Damasco, no en vano es su principal proveedora de armas. No cabe duda de que la intervención militar en curso ha reforzado el papel de Rusia. Los hay en Occidente que creen que este incremento se produce a expensas de Irán: de nuevo confunden sus deseos con la realidad. -I. B.: Los medios rusos pretenden hacernos creer ahora que Siria tiene un gobierno legítimo y goza de plena “normalidad” por un lado, mientras que por otro distintas fuerzas tratan de destruir el Estado y hacer cundir el desorden. Sin embargo, el otro punto de vista es que ha habido una profunda transformación del régimen de Asad durante la guerra civil y no se puede decir que existe un Estado “normal” que se enfrenta a fuerzas contrarias a este Estado. Se ha producido una degeneración del Estado y el régimen actual de Asad es fruto de ella. ¿Cuál es la verdadera naturaleza del régimen de Asad en la actualidad y cómo ha cambiado durante los años de guerra? G. A.: Empecemos con la descripción habitual que hacen Putin y [el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi] Lávrov del régimen de Asad como un gobierno “legítimo”. En realidad, refleja una concepción muy limitada de lo que se entiende por legitimidad. Se puede decir, desde luego, que Asad representa el gobierno legítimo desde el punto de vista del Derecho internacional, pero está claro que no es así desde el punto de vista de la legitimidad democrática. Puede que sea el gobierno “legal” según los criterios de las Naciones Unidas, pero sin duda no es “legítimo” porque nunca ha sido elegido democráticamente Se trata de un régimen surgido de un golpe de Estado perpetrado hace 45 años. Se mantiene en el poder tras un cambio de presidencia por vía hereditaria en el seno de una dinastía casi real que reina en el país a través de los servicios de seguridad y de una dictadura militar. Siria es un país en el que no ha habido elecciones libres ni libertad política desde hace medio siglo. Y este régimen se ha alejado todavía más de la población durante los dos últimos decenios con la implementación acelerada de reformas neoliberales que provocaron el empobrecimiento de amplios sectores de la población, especialmente en el campo, y un fuerte aumento del paro y del coste de la vida. La situación se había vuelto intolerable y esto explica el levantamiento popular que ocurrió en 2011. Claro que este brutal régimen dictatorial no podía responder a las manifestaciones masivas –que al comienzo eran muy pacíficas– de una manera democrática, como la convocatoria de elecciones verdaderamente libres, eso quedaba totalmente descartado. Así que la única respuesta del régimen fue la fuerza bruta, que fue escalando gradualmente con el asesinato de cada vez más personas y creando una situación que convirtió el levantamiento en guerra civil. Además de esto, es bien sabido que el régimen puso en libertad, en el verano/otoño de 2011, a los yihadistas que mantenía en prisión Con esto pretendía favorecer la creación de grupos yihadistas armados –eso era la consecuencia inevitable de su puesta en libertad en una situación de levantamiento popular– con el fin de confirmar la mentira que hizo correr el régimen desde el comienzo, a saber, que se enfrentaba a una rebelión yihadista. Se trataba, en efecto, de una profecía autocumplida, y los activistas que el régimen sacó de la prisión dirigen ahora algunos de los principales grupo yihadistas de Siria. Es importante ser conscientes de que, diga lo que se diga sobre el carácter reaccionario de gran parte de los grupos que combaten al régimen, ha sido el propio régimen el que los ha creado. Esto en primer lugar. Más en general, por su crueldad, el régimen ha generado el resentimiento que ha sido el caldo de cultivo del yihadismo, hasta llegar al EI. El EI es una respuesta bárbara a la barbarie del régimen, en lo que yo llamo un “choque de barbaries” Hay otro aspecto en todo esto. El régimen de Asad es actualmente bastante peor que lo que era antes del levantamiento. Ahora no solo es un Estado dictatorial, sino un país en que campan por sus respetos bandas de asesinos, los shabbiha, como los llaman en árabe, que aterrorizan a la población, lo que explica que una parte importante de la reciente oleada de refugiados sirios que huyen a Europa provenga de zonas controladas por el régimen. Son muchos los que no pueden seguir soportando permanecer sometidos a esas bandas criminales que ha fomentado el régimen de Asad. La población siria no confía en absoluto en el futuro del régimen. Por consiguiente, todos aquellos que podían permitírselo decidieron huir a Europa. Muchos de los refugiados que huyen a Europa, como puede verse en los reportajes de la televisión, no provienen de los sectores más pobres de la sociedad. Hay una proporción significativa de personas de clase media entre los refugiados. En muchos casos han vendido todo lo que tenían en Siria porque no albergan ninguna esperanza de poder volver alguna vez. Esto pesará como una losa sobre el futuro del país. Quienes permanecen en Siria son, por un lado, quienes no pueden hacer otra cosa y, por otro, los que se benefician de la guerra. La situación es muy mala. Nadie puede criticar a los sirios por el hecho de abandonar el país, pues hace falta una buena dosis de optimismo para conservar alguna esperanza en el futuro del país. No obstante, en la historia hemos visto situaciones trágicas incluso peores que esta y que han venido seguidas de una recuperación, por mucho que esto pueda llevar muchos años. La primera condición para el final de la guerra y el comienzo de cualquier proceso de recuperación en Siria, sin embargo, es la retirada de Asad. Mientras él esté allí, no será posible poner fin a esta horrible tragedia. -I. B.: Los medios occidentales todavía hablan de una oposición moderada en Siria. Y el principal contraargumento de Putin es que no existe ninguna frontera clara entre yihadistas y moderados en la oposición armada. Lávrov incluso ha dicho recientemente que está dispuesto a hablar con el Ejército Libre Sirio, pero que el problema es que no está claro quiénes son sus líderes y si realmente existe o no. ¿Puedes hacer una valoración de los grupos de oposición ajenos al EI? G. A.: Existe toda una gama de grupos. Desde los grupos armados iniciales del Ejército Libre Sirio (ELS), que eran relativamente laicos y abiertos, pasando por yihadistas de todos los matices, hasta Al Nusra, la rama siria de Al Qaeda. Todos los yihadistas comparten el objetivo de imponer la sharía y la imponen efectivamente en las zonas que controlan. Sin embargo, ninguno de estos grupos, incluido Al Nusra, se acerca a la barbarie increíble del EI, que es la peor caricatura de un Estado fundamentalista que podría haberse calificado de “nada plausible” si hubiera sido una obra de ficción. Los grupos de oposición islámicos ajenos al EI representan un continuo de las fuerzas fundamentalistas islámicas desde los Hermanos Musulmanes hasta Al Qaeda, todos ellos opuestos al EI Nada de esto, por supuesto, infunde optimismo sobre el futuro de Siria Es cierto que la barbarie del régimen ha matado a muchas más personas de cualquier otra, incluida la del EI. Sin embargo, la mayoría de fuerzas de oposición representan alternativas que no son nada esperanzadoras. Sin embargo, la condición necesaria para invertir esta tendencia, que como he explicado genera el propio régimen, es deshacerse de Asad. Sin esto no será posible invertirla También están las fuerzas kurdas en Siria, que constituyen el grupo armado más progresista de los que participan en esta gran batalla, por no decir el único. Su actividad se ha centrado hasta ahora en el combate contra el EI, al tiempo que han adoptado una postura relativamente neutral entre el régimen y el resto de la oposición. Desde el año pasado reciben el apoyo de EE UU en forma de incursiones aéreas y suministros de armas. Se dedican fundamentalmente a controlar y defender las zonas pobladas por kurdos. Para intervenir en el combate más allá de sus fronteras y de este modo incidir en el devenir de Siria en su conjunto tienen que aliarse con fuerzas árabes y otras minorías. Esto es lo que Washington ha estado impulsando con algún éxito, primero al lograr que colaboren con grupos del ELS y ahora con tribus árabes sirias, de acuerdo con el modelo que EE UU aplicó en Irak en contra de Al Qaeda y que ahora repite contra el EI. -I. B.: ¿Piensas que puede formarse alguna especie de coalición en Siria capaz de representar una perspectiva progresista para el futuro del país? G. A.: Para ser sincero, no soy nada optimista con respecto a las fuerzas en liza, a todas ellas. De momento, lo mejor que cabe esperar es que se acabe la guerra. Detener esta terrible sangría y la destrucción del país es prioritario. Habrá que reconstruir una alternativa progresista a partir del potencial todavía existente. Aunque no existen fuerzas organizadas significativas que representen una alternativa progresista, todavía existe un importante potencial formado por muchos de los jóvenes que iniciaron el levantamiento en 2011. Miles de ellos están ahora en el exilio, otros en prisión, y muchos otros permanecen en Siria, pese a que no pueden desempeñar un papel decisivo en la guerra civil Lo primero es que termine la guerra. Lo que sea que pueda comportar el fin de la guerra, será positivo desde este punto de vista. Hará falta la aparición de una nueva alternativa progresista sobre la base del potencial existente para que podamos decir que la situación invita al optimismo. -I. B.: Pero ¿podemos decir que solo será posible poner fin a este conflicto con alguna ayuda o alguna intervención del exterior? ¿O piensas que toda intervención extranjera, sea rusa u occidental, no hace más que prolongar la guerra? G. A.: Hasta ahora, la intervención occidental se ha dirigido exclusivamente contra el EI. Las incursiones de la coalición dirigida por EE UU se producen todas en territorio del EI y han evitado por completo las zonas controladas por el régimen. Por otro lado, muy pocas incursiones rusas golpean al EI, y la gran mayoría de ellas se han dirigido contra la oposición ajena al EI en zonas disputadas entre el régimen y la oposición Así que existe una diferencia importante a este respecto. La intervención rusa contribuye, en efecto, a prolongar la guerra civil siria. Por muchas ilusiones que puedan hacerse los occidentales con respecto al posible papel de Rusia, el caso es que antes de la intervención rusa el régimen estaba exhausto, estaba perdiendo terreno y parecía estar a punto de colapsar. Este es en realidad el motivo de que Putin haya decidido intervenir, como ya he dicho. Habría sido una derrota terrible para él si el régimen de Asad se hubiera hundido. La expansión espectacular el EI se produjo hace más de un año, y ni Rusia ni el régimen de Asad hicieron nada serio para combatirle. Lo que más preocupa a Putin, como lógicamente también a Asad, es la supervivencia del régimen. Rusia lo apuntala y con ello contribuye a prolongar la guerra. Esto es criminal. Al final, por supuesto, lo más deseable sería que las ilusiones de Occidente se hicieran realidad y Putin obligara a Asad a dimitir. Es difícil adivinar cuál es la perspectiva de Putin en este terreno. Es cierto, sin embargo, que Rusia corre un grave riesgo de verse atrapada en un atolladero, para utilizar el término empleado por Obama, si la guerra no concluye pronto. De modo que estaremos al tanto de cómo evolucionan las cosas. Ahora, el gran sueño de la gente corriente de Siria es que termine la guerra con un despliegue de fuerzas de la ONU para mantener el orden y reconstruir el Estado y el país. * Gilbert Achcar, de origen libanés, es actualmente profesor de Estudios sobre el Desarrollo y Relaciones Internacionales de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de la Universidad de Londres. ** Ilyá Budraitskis es historiador y cursa el doctorado en el Instituto de Historia Universal de la Academia de Ciencias de Rusia en Moscú; es miembro del consejo editorial de la revista OpenLeft.ru. Traducción de Viento Sur Correspondencia de Prensa - Ernesto Herrera
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postaporteñ@ 1496 -
2015-10-30
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#34: La Revolución Alemana
(1918-1921)
ANÁBASIS
– Ανάβασις
HISTORIA, MEMORIA, CONFLICTO en RADIO QK, 107.3 FM | archivos de audio programa radio española de Oviedo Anábasis / radioQK https://ia800506.us.archive.org/7/items/kuartoscuro. podcast/LaRevolucinAlemana1918-1923.mp3 entrega tercera En el programa de hoy, charlamos con Harald Piotrowski acerca de lo que se conoce como la Revolución Alemana (1918-1921). Tras el Octubre soviético en Rusia, la cuestión social llamaba a las puertas del Imperio Alemán, la segunda potencia industrial del momento, y muy pronto lo haría en Hungría. Era Alemania el país donde supuestamente el movimiento obrero era el mejor organizado del mundo y, sin embargo, su fracaso será estrepitoso. Abarcamos entonces las siguientes cuestiones: - Análisis de la situación territorial, social y económica del II Reich Alemán (1871-1918). El Estado “social” de Bismarck - El mundo del trabajo: los obreros especializados, la “nueva” clase obrera y el proletariado agrícola - El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) y todo el universo que gira a su alrededor (sindicatos, cooperativas, asociaciones…); su teoría y su práctica, su concepción del socialismo, sus divisiones internas - La I Guerra Mundial, las ilusiones que generó y la realidad de una carnicería imperialista. La incorporación de las mujeres a la industria. Las primeras protestas, el malestar social y las deserciones - El estallido de la Revolución con el amotinamiento de la marina en Kiel (3 de noviembre de 1918). El papel de los “Hombres de Confianza”. La formación de consejos de obreros y soldados y su rápida extensión por todo el territorio. El colapso del Reich. La escisión en la socialdemocracia: formación del USPD. Cómo maniobran los dirigentes del SPD (Ebert, Scheidemann, Noske…) ante el estallido de la Revolución: doble juego reconstituyendo el aparato estatal mientras preparan la desarticulación del poder de unos consejos de los que se presentan como adalides. La actuación del grupo “Spartakus” - El Alto Mando Militar del ejército y el papel de los cuerpos francos, freikorps - Frente a idealizaciones frecuentes, cuál fue el papel real de los consejos: hasta dónde llegaron en el terreno político, económico… Cómo se hicieron el harakiri en la Asamblea General de los Consejos celebrada en Berlín a mediados de diciembre de 1918, al votar por la Asamblea Constituyente, lo que implicaba votar contra su propio poder. La actuación de algunos de estos consejos. Grupos que pugnaron por la radicalización del movimiento y su dictadura - La formación del Partido Comunista Alemán (KPD) y sus posiciones. La “semana espartaquista” en Berlín (enero 1919). La expulsión de la mayoría y la formación del Partido Comunista Obrero Alemán (KAPD); el radicalismo de los “izquierdistas”, sus posiciones antiparlamentarias y antisindicales. La fusión del KPD y la izquierda del USPD - El auge del anarcosindicalismo (FAUD) y el fenómeno de las “uniones” (AAU) - El aislamiento característico de la Revolución Alemana y su represión por partes, escalonada: Bremen en febrero (donde funcionó, de manera problemática, uno de los consejos más radicales), Baviera en abril (caracterización de la República de los Consejos o “República Soviética de Múnich”; la figura de Kurt Eisner) - La entrada en vigor del Tratado de Versalles y sus consecuencias inmediatas: la ocupación francesa de la cuenca del Rhur; las huelgas salvajes y las guerrillas; la crisis económica. “El Putsch de Kapp” en mayo de 1913: la respuesta obrera, la respuesta gubernamental y la formación del “Ejército Rojo del Rhur”; la consiguiente represión. El papel de la guerrilla del legendario Max Hölz y sus golpes de mano - La “Acción de Marzo” de 1921, última faena revolucionaria de envergadura, aislada a Alemania Central; empresa decidida en gran medida por los hombres de Moscú en el país (Karl Radek, Bela Kun). El fracaso del movimiento y el fin de la perspectiva revolucionaria en Alemania Las posiciones actuales de la historiografía oficial sobre aquellos hechos. Harald es coautor (junto con Carlos García Velasco) del libroAntifascistas alemanes en Barcelona (1933-1939). El Grupo DAS (Sintra, Barcelona) y coeditor (junto con Carlos García Velasco y Sergi Rosés de Barcelona, mayo 1937 (Alikornio, Barcelona)
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2015-10-30
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