lunes, 12 de abril de 2010

NoTE olvides QUE TODOS Somos HIJOS de la Muerte....!

* Nº 293 Febrero 26 de 2010 - Año 5

Caminatas del Queguay

Como prometí les envío mi versión de ese episodio de las "caminatas del Queguay", se podrían decir mucho mas cosas, pero lo central es la figura
del compañero. Como muchas cosas poco conocidas este episodio produjo ruidos de diverso tipo entre cierta gente, en lo personal, nunca pensé que fuera necesario aclarar nada, las líneas de confianza real no van por rumores o palabras fáciles. Pero hoy frente al exabrupto del hiperdemokrata y excompañero Mujika sobre el turismo tanto si se refiere a los que luchan hoy, como si se refiere a los de antes, hoy, hay que al menos decir algo. Mañana ya se verá que hacer.
Fraterno
TURISMO PEQUEÑO BURGUÉS RADICALIZADO EN QUEGUAY
"SIN LA CONCIENCIA DE LA MUERTE TODO ES ORDINARIO Y TRIBIAL".
LOS AVISOS.
La señora de los huesos algunas veces nos envía claras señales de su disposición obligatoria a hacernos su primera y única visita.
Su cercanía habitual pasa generalmente desapercibida, pero los chamanes mejicanos dicen; "ella camina siempre un paso detrás nuestro", algunas gentes, quién sabe por qué, podemos intuir su presencia, como los perros de Horacio Quiroga, y entonces con valiente cobardía medio negociamos el cuando, el momento en que tocará nuestro hombro, o por lo menos tratamos de manejarnos de perfil cuando ella viene de frente arrollando, si tenemos suerte hoy podemos escribir, si no, seremos memoria, por un tiempo.
EL HOMBRE COMPAÑERO.
Con ese siniestro humor que tenemos los uruguayos para poner apodos, "nombretes", les decimos, a él desde muchacho le pusieron "Martillo". Causa, cabeza grande, Delgado, un metro cincuenta de estatura, fuerte, bien proporcionado, coronado por una magnífica cabeza, armónica, rostro fuerte, con cabello más bien largo, con lo que adquiría una aún mayor dimensión estatuaria.
Martillo, ciudadano, de la ciudad de Paysandú, de profesión taxista, de sonrisa fácil, amigable, humorista, famoso cebador de mate, arte en que no le conocí rivales, ni en aquella época de los setenta ni hasta hoy.
ATENCIÓN AVISO UNO.
Esa noche veníamos caminando apretados, llegamos al pozo de Lumba, bajamos, cerramos, el Negro Juan la ajustó la tapa con cuidado por afuera, al día siguiente, él abre a medio día y salimos los cinco a estirarnos un poco, estamos en eso cuando oigo el chasquido de las hélices, doy la alarma y digo:
-Todos abajo hay un helicóptero, el Negro se ríe y dice,
-Pero no hombre, ese es el tractor de Lumba,
-Un helicóptero de verdad repito,
-Si habré arado horas con ese tractor, es mi trabajo,
-Por si las moscas dice el Manso, responsable del grupo y la columna 25, vamos abajo, y vos Juan asomáte al borde de estos eucaliptos, das una mirada y nos avisás.
Estamos bajando cuando viene Juan, esta vez blanco como un papel y dice:
-Está parado en el aire a veinte metros de altura y cerquita del borde de los árboles.
Cuando terminó de hablar ya estábamos en el fondo del pozo.
Este helicóptero "de verdad" nos dejó en un punto justo tangencial del perímetro del cerco que estaba montando el ejército, no fue grave pero sí fue un aviso claro.
Unas horas después fue cuando el Manso dijo una frase inolvidable que perdura en mi recuerdo:
-"Haremos un repliegue táctico desde el río Negro hacia Paysandú"
Yo pensé, callado: Este repliegue táctico puede transformarse en retirada estratégica, adivino que fui, hasta hoy no hemos parado.
Juan llevaría un mensaje para hacer la conexión vía telefónica y nos traería la respuesta.
Horas después nos avisa:
-A la una de la noche vendrá una camioneta y un auto a la carretera, en el punto de contacto aquí cerca.
EL POZO TATÚ
Este era el espacio residencial de reposo que había elegido el Bebe para los turistas de la columna del interior.
Lo habíamos tomado de la experiencia del General Grivas de su lucha en Chipre, en nuestra versión se construía en base a un método muy simple y efectivo.
Se tomaba un tanque de gasolina vacío, se le quitaba fondo y tapa y se lo aplicaba sobre el terreno elegido, uno se metía adentro y comenzaba a escarbar, sacando la tierra sobrante, el tanque se iba
transformando en la pared de un pozo cilíndrico , cuando la parte superior llegaba a ras del suelo , se agregaba un segundo tanque y se proseguía la operación, con esto habíamos construido un pozo de unos tres metros de profundidad, ahora se ampliaba el diámetro un medio metro en forma de círculo con unos cincuenta centímetros de profundidad y dejábamos un reborde en forma de escalón para eventualmente poner utensilios o las cosas para limpiar los fierros, a partir de este pozo se excavaban lateralmente cinco huecos con techo de semicírculo de sesenta de altura, piso de cincuenta de base, plano, dos veinte de profundidad, lo que quedaba con una forma de estrella.
En esos huecos, a tres metros bajo la superficie, entraban cinco un hombres, empujando su mochila al fondo, las armas a su costado, la cabeza hacia el centro de la estrella, de forma que era posible hablar en voz baja, la boca del pozo tenía una tapa recubierta con troncos y piedras, y unos caños de polietileno se incrustaban en algún tronco bien ocultos y nos aseguraban oxígeno suficiente para los cinco.
CUBIERTOS PARA CINCO
En estas condiciones, perseguidos, enterrados vivos, forzosamente sigilosos, de pronto, tirado boca abajo en mi cubículo veo las manos de Martillo, que con movimientos limpios, precisos, medidos, de neurocirujano, saca de un costado un calentador, lo enciende, toma de no sé donde una ollita de aluminio, le pone agua de su cantimplora, espera que hierva, y pone un paquete de fideos, ¿¿¿, luego esas manos a punta de cuchillo abren una latita de pomidoro la agrega, y con unos sobres de algo completaba la cocción.
No se ha volcado nada, ni una gota de agua, todo preciso impecable, es repartido en cinco jarros de aluminio y ofrecido en silencio, apreciamos la primera comida caliente en varios días, apreciamos la sonrisa de triunfo modesto del cocinero.
Y yo pienso en silencio, este hombre, este compañero, que está haciendo aquí, bajo tierra, con gente limpiando fierros, con rostros quemados por la fatiga crónica de caminatas nocturnas, pérdidas de rumbo, desencuentros, pocas municiones, sin contactos ni comunicación, integrado a un entorno tan lejano al suyo natural de autos, transito, bocinas, semáforos, el bar con los amigos y la discusión política en el comité de base, la semana de turismo y la salida en grupo a pescar.
Y yo pienso en silencio, que fuerza tiene este jodido para caminar un camino que no es el suyo propio, en un andar en la cuerda floja sin los reflejos propios del circense.
AVISO DOS
Casa en la ciudad, un compañero avisa, mirá que la Sandra va a pasar a las cuatro por la vereda de enfrente con los dos niños, para que los veas.
Y cuando pasan, uno de mas o menso seis, otro caminando mal que bien, y los ojos idos de un amor sólido de Martillo., que los mira.
Y yo pienso en silencio, muy yo secreto, amor individual y lucha, combinación peligrosa, amor al pueblo, fortaleza y justificación, muy para mí, casi avergonzado.
AVISO TRES
Era una casa de dos plantas, la de abajo normal, vivía la familia del compañero, la de arriba nosotros con un altillo hechizo y una pared con entrada falsa para un "berretín" con unas tablas de construcción mal puestas como piso.
Ahí teníamos que entrar rápido como Charlie Chan para desaparecer de la vista en caso de allanamiento por el ejército.
Ahí hubo otras historias que un día les cuento, pero ahora el centro es Martillo Varela y éste su último aviso, como en el teatro en los camarines de los actores "Atención último aviso Cleopatra, segundo acto".
En el susodicho altillo había un ojo de buey que nos daba una buena perspectiva de la calle, decidimos hacer guardia por turnos de una hora.
Discutimos el repliegue posible y ensayamos la entrada al berre hasta hacerla bien rápido, un poco como en el cirque du soleil
estamos, no estamos.
Se decidió en caso de problemas no combatir, para no poner en peligro a nuestros compañeros ni a los inocentes vecinos de abajo, pero como precaución el que estuviera de guardia tendría un arma por si las moscas, se eligió el arma de Martillo por ser la mas manuable para el caso.
Estamos hablando de un Winchester 44-40 como los de las películas de cowboys de nuestra infancia.
Atención, mucha atención, nos acercamos al punto exacto, matemáticamente exacto, de inflexión en el que la Señora decidió el destino de Sandro-Martillo, quién podría pensarlo, yo lo adiviné, advertí, avizoré, avisé, pero como otras veces había perdido de antemano mi confrontación con la Señora de los Huesos, vergüenza que no me atrevo a llamarla de otra forma por miedo a una partida como la del caballero del Séptimo sello, por cierto.
Para la guardia Sandro es el primero, yo voy de segundo, y luego el Flaco, el Manso, el Canario seguirían el turno.
Subo a la hora señalada, el compañero tendido boca abajo domina la perspectiva de la calle, se levanta, me da el arma y va a bajar, reviso el Winchester y noto una bala en la recámara, muevo la palanca y la saco y le digo a Martillo, en voz baja -"no podés tener este fierro montado, el gatillo es muy celoso y se te va un tiro en cualquier momento", creyendo que era un error involuntario.
La Señora mueve sus piezas y Sandro, con voz airada, de tono violento que nunca imaginé en él -"Vos quién creés que sos para enseñarme a mí como usar mi arma", síntesis complementada con el lenguaje corporal, palidez, sudoración, plena respuesta del síndrome "lucha o huída".
Bajo detrás de él y hablamos un momento con los compañeros y decidimos por mayoría que en las guardias el arma no estaría montada.
La Señora pierde un alfil pero la noto sonriente, porque Sandro afirma tajante, que él -"fuera de la guardia la usaría como quisiera".
EN EL CAMINO
En la ciudad vienen cayendo los compañeros los locales y compañeros, la tortura funciona y cumple su triste tarea, nos reagrupamos en "el pozo de la vía", pero sabemos que tiene las horas contadas, se decide ir al pozo cinco a buscar arroz, polenta y alguna poca cosa de comer que haya, seguimos caminando buscando el monte del Queguay para irnos hacia arriba hasta la Horqueta, donde nos encontraríamos con el grupo del Manso y del Tito, supuestamente.
Martillo tiene gripe, dolor de cabeza, evidente fiebre, fluido nasal, camina algo mareado.
La hija de perra Señora, enroca, asegurando la partida.
Somos un grupo de once, el baqueano un compañero de la zona, con sus catorce años y muchos kilómetros caminados en la noche de la esperanza, de la lucha, del sacrificio.
La oscuridad es sólida, casi es difícil respirar, vamos en fila india muy cerca uno de otro, unos tres metros, cruzamos la carretera por grupos, con cuidado, después un alambrado con hilos de púas nos endentece.
Pasa uno, pasa sus armas y mochila, cruza y lo mismo el siguiente, así todos, lenta y cuidadosamente la Señora piensa -"Jaque en dos jugadas", yo puedo sentirlo en el aire, en la noche oscura, en mi pecho, no sé de donde vendrá, 'pero sí sé que viene, indetenible, irrevocable en silencio, pulcra y eficiente va a cumplir su tarea, me pregunto en silencio, el cuando es ahora, el quién será el más lento en la marcha.
La voz que pasa de boca en boca hacia el grupo vanguardia, Sandro pide un alto, está bien son cinco minutos contesta el Tambero.
Un alto significa acuclillarse cada uno en su lugar, restañar el sudor de la caminata, abrigarse del frío húmedo de la noche, la silueta del monte puede intuirse a unos cien metros imposiblemente más oscura que nuestro entorno.
Cuando suena el disparo, mi cuerpo a tierra de reflejo automático mi cerebro por su cuenta percibe algo extraño en el ziziziziz lento de la bala y no el seco PAC del disparo de fusil cuando rompe la barrera de sonido.
Jaque mate dice Ella y se repliega a su infra espacio, lenta, como aburrida de ganar-ganar siempre.
Levanto la cabeza y veo a la Parda parada un poco mas adelante, tiráte al suelo le digo, nos atacan, y ella con esa voz ronca y atiplada que tiene dice-"no, el disparo fue aquí".
EN EL VIAJE
Como es en el grupo de atrás, digo fuerte -"nadie se mueve", y voy caminando hasta encontrar a Martillo, hombre, compañero; hermano de lucha, arrodillado y caído hacia delante, un ronco estertor salía de su garganta, con un ritmo lento, claro, en esa una noche sin estrellas, y el navegando sin brújula en el espacio sideral.
Me inclino sobre él y levanto su pulóver junto con la campera por delante y veo un círculo negro unos centímetros sobre el esternón por encima de su plexo solar, bajo la ropa y repito la operación en la espalda para descubrir una mayor siniestra mancha sobre el lado izquierdo en la escápula.
A la compañera mas cercana le digo-"Avisá al Tambero que el compañero tiene de tres a cinco minutos de vida", ella que es nurse me dice cuchicheando -"No hables fuerte porque ellos pueden oír aún", y yo digo para que él me oiga
-"Compañero estás muriendo no puedo mentir, te recordaremos siempre en la lucha".
Aún hoy a miles de horas y miles de kilómetros de distancia no siento románticamente cursi, ni grotescamente propagandístico este último, por ahora, diálogo entre Sandro y Carlos entre Martillo y Alberto.
La fila de compañeros acuclillada refugiada en un silencio espeso, siento que hay que moverse, salir de esa burbuja siniestra de vacío que nos va envolviendo y aprieta.
Traigan una manta, Juanca, Peludo, Flaco, Canario, los más enteros, pónganlo encima y agarramos por las puntas, vamos a buscar el monte, los demás esperan en silencio, el disparo pudo alertar una pinza de la carretera.
El Peludo nos guía, pasamos unos chaparrales de espinillos y luego nos toma la oscura protección del monte.
Encontramos un espacio alto y vamos a la tarea, hay que cavar una fosa profunda para protegerlo de los zorros y otras alimañas, usando los cuchillos, única herramienta a mano.
Consejo útil para el futuro, nunca intenten cavar una tumba para un compañero a cuchillo limpio, tiene que haber otra forma, pero no había, trabajamos de a dos por turnos, en silencio, las caras brillosas de un sudor aceitoso, una tenue luz de linterna en las últimas, otra que el monólogo de Hamlet, ahí sólo podía oírse si se ponía atención con cuidado, los ecos de una carcajada lejana de la señora, de "misión cumplida".
Cuando se llega a la altura del pecho dice el Canario -"Parece suficiente", subimos lo tomamos de las axilas y de los pies, cuando, para nuestro asombro martillo no cabe, es más largo, está mas largo, -"y si le doblamos las rodillas" dice alguien, -No pará, respetemos al Compañero", otra ronda de cuchillos y terminamos el rostro del Juanca, amigo de la vida, está brillante y blanco como el mármol de por aquí.
Antes de irnos, decimos tres palabras de adiós a Sandro y regresamos al grupo, retomamos la caminata hacia la Horqueta, no, no es así, retomamos nuestras propias caminatas hacia el encuentro necesario con la Señora que con su paciencia habitual nos espera.
La Parda venía muerta de frío le doy la campera de Martillo, y me dice, tímida,-"Pero está manchada con sangre", le doy la mía y me siento protegido por la del compañero, porque significa hasta hoy mismo un compromiso blindado de no olvido.
LOS ECOS DE UNA RISA
Días y noches mas tardes, otras historias, interrogatorio entre sesiones de máquina, -"Vos sabés algo de anatomía"¿¿, lo vi venir,
-"No nada no soy médico",-"Hijos de puta, ejecutaron a Martillo y ahora nadie sabe nada, la familia nos está acusando a nosotros".
-"Vos sabés donde lo enterraron en el monte", -"No conozco yo soy de la ciudad".
Al otro día de la noche oscura del Queguay, siento la imperiosa necesidad de saber como fue el accidente, me quedo con el 44-40, y en los días siguientes con una determinación obsesiva trato de encontrar el hecho mecánico que lo determinó.
Cientos de veces, sin proyectil en la recámara intento disparar el martillo sobre la aguja percutora. No hay forma. El martillo no cae por más que apriete el gatillo, si está trabado en el punto de descanso.
En una guardia en la noche, frente a un ruido extraño, silenciosamente monto la palanca y queda pronto para disparar.
Pasa el momento de alarma, aprieto suavemente el gatillo, dejo caer el martillo hasta su punto de descanso. Para mantener el silencio no desmonto el proyectil de la recámara.
En la madrugada ya hay visibilidad, voy a manejar la palanca para sacar el proyectil de la recámara y lo que veo me deja pasmado, con el famoso sudor frío corriendo por toda mi piel. El martillo estaba apoyado directamente sobre la aguja percusora y ésta apoyada directamente sobre el fulminante de la bala 44-40.
Entonces comprendí lo sucedido, la mala leche de la Señora, que no satisfecha con su poder, aún tuvo que apoyarse sobre la necedad de Sandro, y aún más sobre una falla milimétrica en la manipulación del mecanismo del arma.
Vi claramente a Martillo, pequeño, con su gran mochila a cuestas, empapado en sudor febril, recuerdo que todo el camino traía un pañuelo en la mano, pide un descanso , viene la orden, se detiene a sacar un brazo de la correa mochilera mientras tiene el rifle en la mano izquierda, cuando saca el otro brazo, fusil en mano derecha la carga se desliza al suelo y él se inclina hacia delante para sentarse, va a apoyarse en el arma para ayudarse, golpea suavemente el suelo con la culata. La ley de la inercia se cumple, "Jaque mate",
el propio peso de proyectil lo empuja contra la aguja, el fulminante cumple su función, deflagra la pólvora y el proyectil 44-40 de punta mocha hace su ciega obra destructiva en el pecho del compañero.
Otra vez el interrogatorio burocráticamente apoyado en la máquina,
-"No, pará fue un accidente",
-"no jodás si he tratado docenas de veces hacer dispara accidentalmente ese Winchester y no hay caso",
-"Probá dejando caer suavemente el martillo sobre la aguja, y luego golpeá la culata en el suelo, verás como trabaja la inercia",
-"Si es una joda te va acostar caro".
Unos minutos después se oye un disparo.
Al menos, pensé logré patearle el tablero, tendrá que esperar la próxima partida, me sale una mueca que quiso ser sonrisa.
De cualquier forma en los titulares de los medios y en el informativo nocturno que nos pasan por los parlantes, la noticia del día es
"El ajusticiamiento de un militante Tupamaro por su propio grupo".
NO HAY MAL...
No hay mal que por bien no venga, dicen las gentes de campo y la verdad, Compañero Martillo es que si bien el mal fue que los milicos fueran a quitarte de tu tierra, ellos al menos te dieron a tu familia, hoy por hoy leyes mediante los ex ex ex compañeros, te quitarían esos dos metros por uno que como toma a tierra tuviste, y todavía hubieras terminado preso.
Como dijo el Tambero los que nos van a reprimir son nuestros viejos compañeros.
La muerte es nuestra eterna compañera, se halla siempre a nuestra izquierda a la distancia de un brazo detrás nuestro, ella es la única consejera sabia con la que cuenta un guerrero.
Dicen los chamanes.
Dicen los nicas:
"No te olvides que todos somos hijos de la muerte".
postaporteñ@_______________________________________

La vida no es tan generosa

Comentando un artículo de Ernesto Herrera

FERNANDO MOYANO

En el Nro. 288 hay una nota de Ernesto Herrera, "Mujica encandiló a los empresarios..." que ya había aparecido en otros medios de prensa, nos complace que un conocido articulista como Herrera participe también ahora en este intercambio de Posta Porteña. Aunque coincidimos en general con lo que dice hay cosas que nos motivan al comentario.

Para Herrera ha ocurrido:

« Un derrota que impacta sobre las fuerzas de izquierda anticapitalista que están por fuera del Frente Amplio y que no se asimilaron al régimen burgués de dominación. Su debilidad y fragmentación no se debe solamente a "carencias metodológicas", "sectarismos" o "confusiones ideológicas". Inciden otros factores: generacionales, teóricos, programáticos. Y, finalmente, una relación de fuerzas ampliamente desfavorable en el campo popular. » (Subrayados míos).

Nuestra debilidad y fragmentación se debe también aunque no solamente a esos factores de "condiciones subjetivas", y también está la "condición objetiva" de la relación de fuerzas desfavorable.

¿Cuál es el factor de primera importancia frente a los otros? Claro está que el factor objetivo, esa relación de fuerzas tan adversa. Aunque nuestro accionar fuese excelente y tuviésemos una metodología irreprochable, amplitud, gran claridad ideológica, teórica y programática (tal vez alguien piense que lo tenemos) igualmente NO podríamos revertir esta situación sino con un gran esfuerzo sostenido durante mucho tiempo, de no mediar circunstancias extraordinarias.

Me queda una duda, sin embargo, cuando escribo "mucho tiempo". Porque mucho tiempo ha pasado. Quienes vienen (venimos) trabajando desde hace décadas en el seno de la izquierda anticapitalista en varias experiencias y combinaciones posibles, varias organizaciones y frentes de lucha en lo ocurrido en estos años, como Herrera -que es un conocido articulista pero no solo eso-, como otros compañeros que participan en este debate, como yo mismo, por más que nuestra responsabilidad pueda tener una pequeña incidencia en el resultado final adverso dada la poquita cosa que somos y las condiciones objetivas tan desfavorables, NO PODEMOS soslayar esa responsabilidad.

La metodología, tanto en el trabajo de masas como en la construcción de las distintas experiencias frustradas de unidad, algunas de las cuales han sido MUY IMPORTANTES y han involucrado a CIENTOS de militantes y un área de influencia mucho mayor durante VARIOS AÑOS ¿ha sido correcta?

Dice Herrera que "la hegemonía política y socio-cultural del progresismo es asfixiante... ha conseguido neutralizar a los movimientos sociales a través de escasas concesiones y un estricto disciplinamiento social...la atmósfera de resignación es mayor... las luchas sociales son poco significativas... la legitimidad del gobierno es inocultable... ".

Me pregunto por qué serán tan así las cosas. Recuerdo al socialista argentino Manuel Ugarte, pionero del antiimperialismo latinoamericano a principios del Siglo XX, que decía:

«Lo que debemos cultivar es... la inquietud de nuestra propia existencia. Si buscamos una reacción de la voluntad colectiva... que no sea para calificar la actitud de los otros, sino para orientar la nuestra; porque lo que urge considerar no es lo que el adversario hizo para perjudicarnos, sino lo que nosotros no hicimos para contrarrestar su agresión y lo que tendremos que realizar mañana si no queremos ser aniquilados.» (Subrayados míos).

Si hubiésemos hecho las cosas medianamente bien no estaríamos como estamos, por más condiciones objetivas adversas que hubiese.

Sigo con Herrera:

« Las relaciones de fuerzas entre trabajo y capital seguirán en confrontación. Como a lo largo de la historia. Los trabajadores - el proletariado en el sentido amplio que le asignaba Marx - seguirán luchando y resistiendo. Son constataciones casi banales. Tanto como decir que habrá victorias y derrotas, avances y repliegues»

«El dilema vuelve a ser si el "espíritu de círculo" (que tanto criticaba Lenin) continuará imponiéndose por sobre la necesidad de "hacer la revolución". O si, por ejemplo, la necesidad de organizar un 1º de Mayo clasista y combativo de todas las corrientes radicales, consigue romper la fragmentación y establecer un espacio de unidad.»

Herrera es injusto consigo mismo al calificar sus palabras de "casi banales". Está diciendo una gran verdad. La lucha de clases seguirá, y hemos vivido una derrota. Pero ¿tenemos o no responsabilidad en ella? ¿Alcanza con decir que ya vendrán tiempos mejores, dejando de lado las experiencias pasadas?

Será necesaria una presencia en el 1ro. de Mayo, una instancia simbólica tradicional. Y POCO MÁS QUE ESO en la medida que no hemos podido hasta ahora (pese a los años transcurridos) engarzar esa actividad puntual con un trabajo SISTEMÁTICO de construcción clasista, que sigue brillando por su ausencia.

Tenemos aquí el "espíritu de círculo" y la "necesidad de hacer la revolución", dos fuerzas enfrentadas. ¿Qué son esas fuerzas, de dónde salen? ¿Cómo es que ese espíritu de círculo ha burlado las ganas de hacer la revolución?

Hablando del aspecto INTERNO de las experiencias política vividas, ese espíritu de círculo se manifiesta en desconfianza mutua, competencia feroz, prácticas conspirativas, fraccionalismo, copamiento, entrismo, intransigencia enfermiza en pequeñas cuestiones simbólicas, ritualismo, falta de seriedad en el trabajo teórico, etc.

Y en cuanto al TRABAJO DE MASAS podemos hablar de elitismo, activismo despegado de las masas, utilización oportunista de cualquier trabajo incipiente muchas veces quemándolo, falta de respeto hacia la gente que sigue al reformismo de buena fe, desaprovechamiento de las oportunidades de trabajar juntos con ellos, privilegiar la disputa mediática con el reformismo....

Un trabajo sistemático de construcción clasista no puede dejar de lado los problemas ideológicos, teóricos y programáticos, y metodológicos, tanto hacia afuera (estilo de trabajo de masas) como hacia adentro (unidad en la diversidad) de esos espacios que se quieran construir. El "objetivismo" de ver solamente las condiciones externas lleva a una AUTOCOMPLACENCIA, pensarse como víctima de las circunstancias y no como responsable de la propia situación.

Hay y habrá lucha de clases. Pero toda lucha es con armas, en este caso con armas políticas, teóricas, organizativas, redes de organismos y dispositivos de acción, aprendizajes. Ese "espíritu de círculo" o lo que sea se ha encargado de PULVERIZAR el arma política de los explotados, los ha dejado inermes frente a la agresión del enemigo.

En esas experiencias frustradas, hay una responsabilidad especial de parte de las DIRECCIONES, que quedaron presas de esas prácticas que han llevado a este espacio político a su ruina actual, y que es necesario DESTERRAR completamente si queremos encarar un trabajo revolucionario futuro.

Pero hasta aquí, solo estamos en la superficie del problema.

Hay un punto que menciona Herrera: los factores TEÓRICOS y PROGRAMÁTICOS. Y tiene toda la razón, si los que reclamamos contra ese estilo aparatista y autodestructivo del "espíritu de círculo" o lo que sea nos quedásemos solo en eso estaríamos tomando el SÍNTOMA por la ENFERMEDAD, por más que peligroso que sea el síntoma. Lo dijimos en otra oportunidad, no se trata de cuestionar PERSONAS sino ideas, prácticas, actitudes. Tenemos aquí prácticas y actitudes muy dañinas, pero queremos prestar atención a las ideas.

Podemos pensar que el problema es que esas direcciones se entregaron a luchas fraccionales y aparatistas, con alianzas sin principios, oportunismo, etc. Y es cierto. Pero ¿por qué ocurrió? Dice Herrera que en el FA "tupamaros y comunistas, socialistas y trotskistas, independientes y economistas de izquierda, han sido integrados política y materialmente" y también es cierto. Abandonaron la lucha anticapitalista. Pero hay una pregunta todavía más trascendente que los abarca a ellos los asimilados, como también a los que no se asimilaron al régimen burgués de dominación, esa izquierda anticapitalista por fuera del Frente Amplio, también con tupamaros, comunistas, trotskistas, anarquistas, zapatistas...

La pregunta es sobre EL SOCIALISMO MISMO, porque bien miradas las cosas solo se puede abandonar el barco que existe. Ante la propuesta de una lucha por la revolución socialista, un trabajador uruguayo cualquiera podría decir:

El Pepe dice que no se puede porque Uruguay es un país atrasado, sin desarrollo capitalista, y que en esas condiciones el socialismo en los países del Este fracasó, y que lo que hubo en cambio fue un "monstruito". (1)

Podemos responder que lo que fracasó en esos países no fue el socialismo. No sabemos si Herrera seguirá usando la categoría de "estado obrero degenerado" o la habrá abandonado como han hecho algunos trotskistas, el británico Callinicos, el argentino Romero, el uruguayo Labat ya fallecido, etc. pero lo que importa es lo que ese obrero uruguayo preguntaría a su vez

¿Por qué se dio ese "monstruito" y no un verdadero socialismo? ¿Había condiciones? ¿Está preparado el proletariado para ello? ¿Por qué no hizo una REVOLUCIÓN POLÍTICA derribando a la burocracia? Y si todo eso no fue posible en todos esos países ¿sería posible en Uruguay? ¿Y cómo?

El problema se nos presenta con un "obrero uruguayo" y también en cualquier país del mundo. No es un problema de Herrera sino de TODAS las corrientes que participaron en intentos de una izquierda alternativa, aquí y en todas partes.

En todo caso, el oportunismo y la falta de firmeza de ideas es simplemente una consecuencia de NO TENER IDEAS. No es extraño que esas direcciones hayan fracasado, porque no tienen NADA QUE OFRECER a la gente salvo un planteo GENERAL Y ABSTRACTO, más acciones de resistencia y luchas reivindicativas DENTRO del sistema. No es extraño que predominen las prácticas destructivas y aparatistas llenando el vacío. Esos "círculos" unen la paz sin principios en lo grande con la disputa sin cuartel en lo chiquito, porque la política falta de proyecto pasa a ser la política por la política misma.

Ahora podemos comprender mejor POR QUÉ ocurre esa situación en que "las ganas de hacer la revolución" no logra vencer al "espíritu de círculo".

Porque esos "círculos" son los resabios de izquierda derrotada que no ha podido superarse EN EL TERRENO DE LAS IDEAS, y con las ganas no alcanza.

No alcanza con indignarse porque Mujica ande franeleando en Punta del Este con unos cuantos capitalistas. Porque Mujica se basa en una idea-fuerza muy poderosa: "¡EL SOCIALISMO ES IMPOSIBLE!". Es por el predominio de esa idea entre nuestro pueblo que puede ser presidente con el voto popular, e incluso con el voto más "izquierdista", y al mismo tiempo franelear con los capitalistas. No ganaremos mucho descubriendo su naturaleza pro-capitalista, porque ÉL MISMO la proclama abiertamente como única opción posible. Podemos agregar todas las crónicas descriptivas que queramos sobre las andanzas de Mujica en los pasillos capitalistas. ¿Y?

¿Se va a revertir esta derrota con llamados generales a la unidad y manifestaciones de deseos, o con actos puntuales? Luego de décadas de intentos fracasados no podemos HACER DE CUENTA QUE NADA PASÓ porque la vida no es tan generosa. Si llamamos a las clases explotadas a la lucha revolucionaria tenemos que hacernos cargo de la derrota y responder por lo hecho y lo no hecho.

En alguna nota anterior quisimos señalar que la reconversión de los ex guerrilleros Mujica y su elenco en gestores del capitalismo tiene por base el fracaso del proyecto revolucionario de los 60. El diálogo con algunos compañeros nos fue llevando a agregar que EN PARTICULAR el fracaso de la guerrilla foquista en América Latina fue producto (incluso en sus aspectos técnicos y militares) de su comprensión limitada o simplista de las condiciones para una revolución de la CLASE trabajadora, y esa limitación ideológica que borra las fronteras entre el socialismo revolucionario y el nacionalismo burgués es lo que llamamos POPULISMO.

Hoy queremos agregar algo más, que implica a otra vertiente ideológica de nuestra izquierda, el marxismo revolucionario internacionalista. Si la izquierda guerrillera latinoamericana (que generalmente se llama GUEVARISMO) no ha logrado aún dar cuenta de su propia derrota, el marxismo internacionalista carga sobre sus hombros una derrota mucho mayor. Primero, la distorsión y enajenamiento de su propio proyecto revolucionario (el surgimiento del "monstruito"). Y luego el colapso del "socialismo monstruito" y la restauración del capitalismo. Para colmo se prepara todavía un TERCER ACTO de la tragedia: de una de las principales revoluciones socialistas del Siglo XX emerge la nueva potencia capitalista mundial.

Si nuestro deber revolucionario es dar un "VUELCO DRAMÁTICO" en ese tercer acto, esa no puede ser la tarea solitaria de los revolucionarios de Uruguay, que está en vías de convertirse en un país SIN PENSAMIENTO.

Una de las pocas apariciones del pensamiento de Marx que hay en Uruguay es en un programa televisivo de filosofía (¡!). Su conductor Sandino Nuñez preguntaba hace poco sobre la banalización de la política que llega de la mano del histrionismo violentista, en el parlamento y en la calle. ¿De dónde sale, decía, esa hiper-valorización de la exposición agresiva de las posiciones, gritarle en la cara al adversario? Y mencionaba de paso... ¡el escrache!

Si somos sinceros con nosotros mismos podemos dar una respuesta. Sale de nuestra propia falta de confianza en el poder de convicción de nuestras ideas. Grita el que no puede convencer, grita el que no puede hacer. La banalización de la política es también la banalización de la violencia, de partera de la historia a puteada de la historia.

Un acuerdo puntual entre todos los grupos radicales para hacer un acto clasista y combativo el 1ro. de Mayo nos parece bien. Pero no nos va a sacar del problema.

Lo único que puede hacerlo es reconstruir la idea socialista.

(1) Usamos textualmente el término usado por Mujica: "No creo que una sociedad pobre, intelectualmente sometida y sin una alta capacitación pueda plantearse la construcción de una sociedad superior. De pretenderlo, se puede construir un monstruito, como ya ha pasado". Del reportaje: "La liberación nacional, una etapa inevitable", Carlos Caillabet, Rel-UITA, 2 de julio de 2004. http://www.rel-uita.org/internacional/mujica.htm. Como no sirve reclamar a los demás el dar una lucha ideológica y no hacerlo uno mismo, nos ocuparemos de esta afirmación de Mujica en una próxima nota.

postaporteñ@_______________________________________

El amigo de Pepe

Banda presidencial fue financiada por dueño de Fripur

La banda presidencial que colocará Tabaré Vázquez a José Mujica en la transmisión de mando del próximo lunes 1º de marzo fue encargada por el empresario Alberto Fernández, dueño de la empresa Fripur.
Según informa hoy el semanario Búsqueda, anteriormente han sido las esposas de los presidentes electos las que encargan la banda que bordan en las Congregación de las Hermanas Oblatas.
Sin embargo, en esta ocasión, quién ha hecho el encargue de la misma, y la ha financiado, fue el empresario pesquero, que además prestó durante la campaña su avión particular para el viaje de Mujica y el vicepresidente electo, Danilo Astori, a Brasil.
De todas maneras, Mujica aseguró que el Estado le reembolsará a Fernández, el costo de la banda. . Este empresario ya le ha dado una mano al presidente electo, y en el gremio de la pesca es conocido las ventajas, que saca, Fripur;en sus plantas y como zafan de las inspecciones, dadas las condiciones de laburo de terror de los trabajadores , frente al silencio del Sindicato de la pesca


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FUENTE:

http://www.observa.com.uy:80/Extras/redirnota.aspx?id=93479&sec=1&cont=3&ex=27&ar=1&fi=16

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