* Nº 305 - Marzo 12 de 2010 - Año 5
- Como nos duele la vida -
Carta a Raúl "Bebe" Sendic
-- Querido Bebe: He elegido una forma diferente de llegar a ti; escribirte. Podrá parecer ridículo, pero si lo piensas bien, no lo es.
La necesidad de comprender, analizar, repasar el pasado para encarar el presente, se hace pesada sin tu palabra, incluidos tus silencios, que por cierto gritaban en nuestros oídos.
"Yo no se si tendrá cielo la eternidad", como dice la canción, pero te imagino en el algún lugar, cercano a un río, debajo de un árbol, cebando mate, compartiéndolo con aquellos que levantaron vuelo detrás de la utopía.
Y, aquí estamos nuevamente un 16 de marzo sin tu presencia física, pero en el corazón de todas y todos aquellos que seguimos el mismo sueño, la misma lucha.
Y hoy, te necesitamos, hoy, quisiéramos tenerte al frente, despejando dudas, hablándonos frente a frente.
Necesitamos de tu voz y tu sonrisa, de tu aliento.
Este marzo tan particular, con un nuevo presidente.
Sí, Bebe, ¡El Pepe, presidente...!
Un presidente a "la Harvard", con menú del Consenso de Washington, y del "capitalismo light".
Un "hombre abierto" a las propuestas del capital, buscando entregar aún más el país al capital extranjero. Con una "reforma agraria", a la inversa. Con un Uruguay con menos territorio y mucho menos conciencia.
Se me ocurre preguntarme en estos momentos, si tus pagos de Chamangá, allá en Flores, aún nos pertenecen, o no. Con tanta zona franca, es cada vez más difícil saber lo que es nuestro.
Aquí no acaba la cosa, Bebe, y te diré francamente, creo recién comienza.
A este hombre, nada tiene que ver con el que conociste, y el que dejaste al irte a París, éste, el presidente, ahora amnistiará a los mélicos, les abrirá las puertas de la cárcel a los pocos que llevó presos, muy a pesar.
Tiene el respaldo de otros, otros que como él, en otras "dimensiones del pasado", llamábamos compañeros.
¿Te lo imaginaste alguna vez? A muchos nos gustaría saber tu respuesta.
Como siempre Bebe, tuviste razón, entrar en el juego electoral de la burguesía no era, ni es el camino.
Pero estabas "loco", y allí te dejaron, con tus sueños de tierra "Pal que Trabaja", con todo aquello que dijiste reiteradamente y afirmaste en el Franzini.
Así nos vemos. Con un Frente Amplio, tan amplio que cabe la milicada, abrazados torturadores y torturados, y una ex defensora de presos políticos, dudando de las torturas, de las muertes, dudando, Bebe, dudando.
Mejor dicho, afirmando que no existieron, sí, Bebe, Azucena Berrutti.
De los jueces, fiscales, del Poder Judicial ni que hablar, Bebe, ni que hablar. Todos (casi) emparentados, por sangre o compromiso, con los represores de la dictadura.
¿Y las cárceles Bebe?, las cárceles a las que condenan al pobre, al que nada tiene, al producto del capitalismo menos light, y el light, progresista frenteamplista.
Peores, Bebe, peores de las que en tiempos de dictadura, por donde pasaron algunos elementos que hoy están sentados a la derecha del dios todo poderoso del imperialismo y ocupando puestos de gobierno.
Todo se archiva en este gobierno "popular y progresista".
Se archiva en la memorias del olvido que quieren imponer, en la falta total de conciencia de un pueblo que protesta puerta adentro, pero que los sigue, los acompaña, los aplaude y espera mansamente alguna dadiva de las que ofrece el Fondo Monetario para "apalear la pobreza".
A groso modo este es el panorama, Bebe, ¿te das cuenta el porque de la carta?
Pasan otras cosas en nuestra América, Bebe. En Honduras por ejemplo se ha dado un golpe militar, pero democrático, así como me oís. Primero dan el golpe, luego llaman a elecciones, a pesar de que la gran mayoría no optó por el voto, (algo a tu gusto, pero aún no llegamos ahí), pero son considerados los nuevos mandatarios como legítimos.
El imperialismo aprende, cosa que la izquierda parece ser, sigue en pañales.
El Pueblo Hondureño se ha levantado en Resistencia. Una resistencia pacífica pero bien encaminada.
Hoy, justamente, vi una entrevista a una de las abuelas de la Resistencia, con sus 80 años Bebe, al Frente, Resistiendo, como lo viene haciendo desde hace más de 60 años, en favor a la lucha de las mujeres, Sufrió cárcel, persecución, pero esta valerosa abuela, sigue el camino emprendido en su juventud.
Otra de las cosas positivas, es que la modernidad, nos ha dado la oportunidad de comunicarnos de alguna manera.
Y algunos "locos y loquitas", solemos plantear la problemática que vivimos por este medio.
Lo positivo, en cuanto a Uruguay se refiere, es que nuevas voces se hacen oír y asimismo se comienza a rescatar historias nada o poco conocidas, que tanta falta nos hacen.
Historias, reales, vividas en los primeros años del surgimiento de la lucha que tú comenzaste en Salto por el 59 fundando junto a otros trabajadores rurales la Unión de Regadores y Destajistas del Espinillar, en la fundación de UTAA en Bella Unión, y las marchas cañeras, las medida prontas de seguridad, tu paso a la clandestinidad.
De ahí Bebe, aún hay compañeros que pueden aportar sus experiencias, la misma convivencia contigo, y que son tan necesarios para escribir poco a poco la verdadera historia de lo que fue el Movimiento de Liberación Tupamaros.
Poco a poco lo vamos rescatando, en lo que llamaría la Columna de la Posta Porteña.
Ahora vamos rescatando la memoria de Lucho Delpino, y junto a ella la de otros compas.
Rescatar la memoria de ellos es rescatar tu memoria.
Tu memoria Viva, Verdadera, para que vuelva a latir en los corazones de los jóvenes de nuestra América.
Por estas razones y muchas más que dejo para otra, te escribo la carta.
Tú día son todos los días de rebeldía, pero este 16 seguirás Presente, como antes, como Siempre.
Te saluda
Pelusa, la flaca de siempre.
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SOBRE las DECLARACIONES de EX MINISTRA URUGUAYA AZUCENA BERRUTTI
AZUCENA Y LA DESMEMORIA
Sobre el peligro de confundir justicia con venganza
María M. Delgado *
En homenaje a quienes resistieron la tortura
y las cárceles de la dictadura,
a 25 años de su liberación.
Y a quienes no pudieron, también.
Cuando conocí a Azucena -a secas, como la llamábamos entonces- en 1981, ella era una abogada madura y aguerrida que defendía presos políticos y que había renunciado al Colegio de Abogados por considerar que éste había tenido una postura demasiado complaciente con la dictadura cívico-militar.
Eran tiempos tan duros que desde el presente es imposible imaginarlos a quienes no los vivieron. Defender presos políticos ante la "Justicia Militar" era una causa perdida en un país donde ni siquiera la Justicia Civil funcionaba de manera independiente.
Se trataba más bien de una excusa para visitar a los presos y presas (que tenían un régimen de visitas tremendamente restringido), darles apoyo moral, demostrar al enemigo que alguien se preocupaba por ellos/as, presentar algún escrito pidiendo la libertad anticipada cuando alguno estaba gravemente enfermo o en fase terminal... y muy poca cosa más. Azucena fue una de las pocas defensoras que, excepcionalmente, consiguió alguna vez que un preso político muriera en su casa y no en el penal de Libertad.
Esa Azucena que forma parte de mis recuerdos entrañables de los primeros tiempos del SERPAJ, no tiene nada que ver -hace mucho rato ya- con la ex ministra de Defensa que acaba de expresar públicamente sus ideas a favor de la impunidad de los criminales de lesa humanidad. Su metamorfosis podría ser un ejemplo más del efecto perjudicial que tiene sobre las personas la convivencia cercana con las altas esferas y el poder.
En este caso, es una pena que esa convivencia -y al parecer identificación- no haya servido para que la ministra ejerciera su autoridad para obligar a las Fuerzas Armadas a colaborar seriamente con las investigaciones y revelar el destino de los detenidos-desaparecidos asesinados por sus integrantes; o al menos para evitar que hicieran declaraciones mentirosas, confundiendo a las instituciones de gobierno, burlando a la opinión pública, ofendiendo la memoria de sus víctimas y jugando con los sentimientos de familiares y sobrevivientes.
Debería sorprendernos -aunque a esta altura me sorprende cada vez menos- que no haya habido reacciones desde los grupos de derechos humanos, y hasta del propio Poder Judicial (tan sensible siempre a cualquier crítica hacia la corporación), ante las declaraciones de una profesional del Derecho -y ex representante del Poder Ejecutivo- que considera "una venganza" cuando la Justicia actúa con todas las garantías del debido proceso y en consonancia con el Derecho Internacional para sancionar a los responsables de gravísimas violaciones de los derechos humanos.
Las/os sobrevivientes de la represión y los familiares de las víctimas del puñado de criminales de lesa humanidad que hoy están en prisión (mientras cientos de ellos todavía permanecen impunes), las/os defensoras/os de derechos humanos y la sociedad en su conjunto, tuvimos que esperar más de dos décadas para que por fin se abriera una mínima fisura en el poderoso muro de la impunidad -construido y defendido por el sistema político a partir de 1985-, y para que Uruguay dejara de ostentar el vergonzoso récord de ser el único país del Cono Sur donde ningún militar o ex dictador había siquiera declarado ante un juzgado.
Azucena Berrutti sabe mejor que nadie que si esos "pobres" señores "viejos y enfermos" están hoy en la cárcel (y apenas desde hace un par de años) es porque la impunidad reinante en el país les permitió gozar de los mejores años de su vida en total libertad, viviendo cómodamente cerca de sus víctimas sin tener que rendir cuentas de sus crímenes, y disfrutando de la holgada jubilación que les pagamos las ciudadanas y ciudadanos con nuestro aporte (también el de sus víctimas).
Y ¿qué pensarán los 8000 presos comunes que se hacinan en las cárceles uruguayas como pollos en una avícola moderna -en condiciones de encierro, alimentación e insalubridad que el mismo Relator Especial sobre Tortura de la ONU Manfred Nowak consideró entre las peores que ha visto en el mundo- de que la Dra. Berrutti considere como 'venganza cruel' las condiciones de absoluto privilegio que disfrutan en una cárcel VIP los peores criminales que ha tenido este país en toda su historia?
¿Cómo calificar a un Estado que -a través de su gobierno progresista- les construye una cárcel especial y de lujo a los autores de decenas de secuestros, asesinatos, desapariciones forzadas, traslados clandestinos internacionales, robos de bebés, y millares de torturas aberrantes, mientras amontona en cárceles inmundas a los miles de hijos del neoliberalismo de los 80 y 90 por robar celulares o vender pasta base al menudeo? (Sí, ya sabemos que hay grandes criminales, y asesinos y violadores en esas cárceles; pero son los menos, como también sabemos).
El flamante presidente José Mujica -quien fue uno de los presos políticos que sufrieron las condiciones más extremas de prisión prolongada, tortura sistemática, total aislamiento y falta de las mínimas garantías- ha expresado en varias ocasiones ideas afines a las de Azucena Berrutti.
No debería sorprendernos demasiado que en algún momento de su mandato tome la iniciativa de 'perdonar' a los pocos militares que están procesados por delitos de lesa humanidad. No sería la primera vez que, en esta materia, Uruguay desconoce y viola groseramente el Derecho Internacional de los DDHH. Lo hizo al aprobar la ley de impunidad en 1986, y al ratificarla por voto popular en 1989 y 2009.
Esa normativa internacional -que Uruguay debería cumplir y respetar, por haberla ratificado- establece que los delitos de lesa humanidad no prescriben, no son amnistiables ni indultables ("tampoco son plebiscitables", habría que haber agregado, para que los partidarios de la justicia no cometieran dos veces el mismo error), y que los Estados están obligados a investigarlos y sancionarlos con todo el rigor y las garantías de la ley.
En realidad, a ese orden jurídico internacional le tiene sin cuidado lo que la ciudadanía uruguaya haya decidido en las tres instancias mencionadas arriba, porque la ley de Caducidad nació ilegítima desde el punto de vista del Derecho Internacional, y seguirá siéndolo más allá de todas las ratificaciones que tenga en el orden interno.
Daría lo mismo que mañana esa misma ciudadanía aprobara por voto popular el retorno de la esclavitud, o ratificara una ley estableciendo que las mujeres no pueden votar. Para la comunidad internacional, Uruguay seguiría siendo un Estado que viola la legislación internacional en materia de DDHH, igual que al mantener la ley de impunidad.
Pero no es buena señal que desde el poder político y sus voceros (o ex voceras) se insinúe que lo poco que se ha podido hacer en 25 años de institucionalidad democrática para combatir la impunidad y cumplir con el Derecho Internacional, es demasiado.
Y peor aún que entre ellos/as haya quienes pretenden confundir el actuar limpio de la Justicia con la "venganza".
Hay que reconocer, no obstante, que a Uruguay su 'inconducta' prolongada y reiterada le ha salido barata hasta ahora, gracias a la debilidad del sistema internacional.
Recién este año, y por primera vez, la Corte Interamericana de DDHH va a juzgar al Estado uruguayo por no haber investigado ni sancionado el secuestro, traslado internacional, prisión clandestina y asesinato en nuestro país, por parte de nuestras Fuerzas Armadas, de una ciudadana argentina de 19 años, y el robo de su bebé recién nacida y la sustracción de su identidad, hace 34 años.
Sería conveniente que quienes están pensando desde las altas esferas en algún prematuro 'acto de generosidad' hacia ese puñado de criminales presos tengan en cuenta este antecedente, antes de implementar cualquier medida de perdón que nos vuelva a avergonzar ante la comunidad internacional.
Y más saludable aún sería que la opinión pública que reclama sin cesar "mano dura" contra la delincuencia cotidiana también exprese enérgicamente su alarma ante la amenaza social que representaría dejar en libertad a estos criminales internacionales -sin importar la edad que tengan.
* María M. Delgado fue co-fundadora e integrante de SERPAJ entre 1981 y 1999. Desde 2000 no participa en ninguna organización de derechos humanos en Uruguay.
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¡ES TIEMPO DE REFLEXIÓN!
UN DÍA EN EL RECUERDO
A 25 AÑOS
Difundirlo es sembrar Memoria
El próximo día, 14 de marzo de este año 2010, se conmemora la fecha de liberación de los últimos presos políticos del país. Día que quedó marcado en los anales de la historia uruguaya.
El umbral de una nueva era, daba paso a la alegría, y a la esperanza. En el año 1985 las calles montevideanas, fueron invadidas por movilizaciones multitudinarias, llenas de coloridos carteles de bienvenidas, tanto a los que regresaban al país luego de un larguísimo exilio, como a los últimos prisioneros políticos.
Se dejaban atrás los años de oscuridad, de oprobio donde, la oligarquía y militares encaramados en el poder habían llevado adelante los destinos del país.
Luego, de pasada la euforia de los primeros meses, una parte de la sociedad fue descorriendo el velo que ocultó el horror de lo vivido. Ya tomaban fuerza los testimonios directos de las prisioneras/os. Y las madres y familiares de lo secuestrados y desaparecidos confirmaban lo que temían desde tiempo atrás; que sus hijos no estaban presos, ni en algún centro clandestino que podría abrir sus puertas, terminada la dictadura.
Las denuncias que durante años se habían realizado, en campañas internacionales y escritos en muros de la ciudad, era la triste realidad, con la cual nos obligaron a convivir.
Han pasado veinticinco años, de aquel momento.
Es tiempo de reflexión:
Las huellas de la represión desatada contra el pueblo uruguayo dejaron sus secuelas.
Casi 200 personas desaparecidas, que aún seguimos buscando, 116 uruguayos/as asesinados en diferentes circunstancias, la mayoría por torturas.
Niños que estuvieron presos con sus madres, niños que habían sido secuestrados y tomados como botín de guerra y cambiada sus identidades por años. Sus padres asesinados y sus verdugos usurpando sus lugares. Cuerpos lacerados por las marcas que se trasforman en estadísticas de bajo promedio de vida, la locura o el suicidio como forma de escape, hijos que no nacieron, hijos que recibieron las descargas de la picana en el vientre de sus madres, mujeres y hombres que fueron violados en las noches de los cuarteles.
A casi un millón de personas parece que les importan estos saberes.
Así lo han demostrado en el último referéndum perdido por segunda vez.
¿Y a los otros? A los que no lo votaron, ¿qué les pasó?
Algunos se olvidaron parece ser, ya no les importa nada, se creen que eso pasó y que nunca más pasará. Otros son los cómplices que avalan lo hecho. ¿Y los nuestros?
El Estado uruguayo sigue siendo responsable aunque cambie la conducción política.
El 1 de marzo de este año, asumió al gobierno un ex detenido en tiempos pre-dictadura y luego cuando se entronizaron los golpistas al poder lo convirtieron en rehén entre otros, pasando largos años de prisión; entre otros.
Sus mensajes previos a su asunción como Presidente, sobre el tema de los genocidas militares y civiles nos han dejado a más de uno atónitos, cuando se ha referido a "los pobres viejitos presos".
Es de suma importancia "tener los ojos en la nuca", así no olvido que hubo atrás mío.
Y atrás mío, como de miles de uruguayos; hubo muertes, torturas y desapariciones de personas.
Hubo una doctrina que se metió en el entramado social y nos cambió las costumbres, la vida, la educación y la economía del país. Condenó a generaciones enteras a pagar un deuda externa que los gorilas rampantes en el poder la quintuplicaron en su proceso restaurador.
La lucha por los Derechos Humanos, fue punto de partida, para cuantificar los daños.
La búsqueda por verdad y justicia; un derecho y un mojón para dejar a las nuevas generaciones.
Sembrar la memoria; un compromiso ético.
Pero la pregunta que surge de todos estos anuncios o declaraciones desde el flamante gobierno, nos dejan el derecho y el deber de saber
¿a dónde nos quieren conducir nuestros destinos como sociedad en este tema crucial? ¿Un nuevo "Salsipuedes" con la generación que dio todo a cambio de nada?
Las cárceles comunes están abarrotadas de seres de todo tipo, y por otro lado están, algunos militares no todos, que sometieron al país y a su gente, a casi doce años de dictadura nunca vivida en estas tierras uruguayas.
Para eso les crearon -cárceles especiales- porque -son especiales-. Asesinos seriales la mayoría de ellos.
Un beneficio de ley que se rumorea que podría votarse para los presos de 70 años, hace pensar y por esa razón el estado de alerta en todas las Organizaciones de Derechos Humanos de acá y el exterior; que dicha ley de concretarse, sume a estos genocidas.
Si esto que por ahora se llama rumor se llegase a concretar tiempos muy oscuros nuevamente nos esperan a los uruguayos.
Es tiempo de templar los tambores al fuego, como lo hicieron los ancestros para lograr una llamada general de anuncio de la mala nueva.
MARTHA PASSEGGI- REPORTERA GRÁFICA
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RECHAZAN PRISIÓN DOMICILIARIA PARA MILITARES PRESOS
http://www.espectador.com/1v4_contenido.php?id=176298&sts=1
El Espectador 12.03.2010
La posibilidad de otorgarle prisión domiciliaria a los militares presos por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, a través de una modificación en la Ley de Humanización del Sistema Carcelario, fue rechazada este jueves por diferentes integrantes del Frente Amplio.
Por ejemplo, el diputado Luis Puig, del Espacio 609, afirmó a Ultimas Noticias que "hay que dar la posibilidad de reinserción, pero no a los terroristas de Estado".
El diputado y ex ministro de Defensa, José Bayardi, dijo que "hay que distinguir entre los mayores de 70 años y quienes cometieron crímenes de lesa humanidad y son responsables de no dar información sobre los niños que permanecen desaparecidos".
El legislador Jorge Pozzi del Nuevo Espacio opinó que "esto no tiene el mínimo goyete".
Este tema, que publicó el diario argentino La Nación, fue planteado el miércoles por Lucía Topolansky en declaraciones a Radio Oriental. Sin embargo, la senadora negó este jueves que esa posibilidad se esté manejando.
"De los militares ni se habló. No se habló nada de nada. Alguien interpretó declaraciones mías lo que quiso interpretar", respondió.
"Es un pelotazo. Nosotros estábamos hablando del tema de las cárceles", añadió.
ESTOY DE ACUERDO EN QUE " ESTO NO TIENE EL MÍNIMO GOYETE"
(Veronika Engler)
Esta reflexión está basada en dos artículos publicados en "La Nación" 11/3/10, sobre el tema de los militares que están presos por haber cometido crímenes de lesa humanidad y la actual polémica de si deben o no deben estar en la cárcel. Un fragmento de uno de ellos lo saqué de la página Pepe tal cual es. Incluyo también una información del espectador del día de hoy y el artículo " OEA pide liquidar la ley de Caducidad"
¿Con qué finalidad?; sencillamente con la de situarnos en el escenario político en el que estamos parados con respecto a este tema, juntar cabeza y voces para recordar a quienes corresponda que este es un tema de todos, y que aquí no estamos hablando de "Madres Teresas" dispuestas a perdonar ni de "Jesús Cristos" prestos a poner la otra mejilla, esto no es una religión ni estamos en la antesala del cielo, no se trata de arrepentimientos ni de rescatar la teoría de los dos demonios, hablamos de la Justicia humana y no divina, esa justicia que está siendo quebrantada de tal manera que hasta la OEA pide terminar con una ley que nos convierte en un país que viola las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos.
Ya lo dije antes y lo repetiré hasta el cansancio; es demasiada soberbia pensar que se tiene la potestad de tomar una decisión de ese tipo pasando por encima de todos esos crímenes y el dolor de quienes aún buscan la verdad sobre la muerte o la desaparición de sus seres queridos. Esta es la realidad política de nuestro país, a muchos les tocó pagar con creces la osadía de rebelarse contra un sistema al que parecemos estar predestinados, otros sufrimos las consecuencias siendo demasiado pequeños, viejos o inocentes como para elegir. Algunos siguen todavía pagando con ausencia, dolor y mentiras. A ellos debemos nuestro respeto y no a un puñado de asesinos, torturadores, violadores de niños y sádicos militares que escudados en un uniforme nos tuvieron a todos de rehenes durante varios años.
"Bolazo" o no, para nadie es desconocido lo que el presidente piensa sobre el hecho de tener a personas mayores de cierta edad en prisión. En uno de los artículos el límite se traza en los 70: "disponer la prisión domiciliaria de personas procesadas o condenadas mayores de 70 años" y en otro en los 75: "-Sí, yo no quiero tener viejos presos. Viejos de 75, 80 años... Pero no sólo los militares, ningún preso a esa edad. Hay algunos viejos que están ahí presos, que Dios me libre..." Palabras de Mujica.
El presidente tiene, si no me equivoco 74 años, entonces el razonamiento que deberíamos seguir es que se puede dirigir un país a esa edad, con las presiones y responsabilidades que esto acarrea, pero un asesino a partir de cierta edad quedaría eximido de pagar su culpa porque no tiene edad para ello (...). ¿O será como dijo Luis Puig?: "hay que dar la posibilidad de reinserción, pero no a los terroristas de Estado", o José Bayardi: "hay que distinguir entre los mayores de 70 años y quienes cometieron crímenes de lesa humanidad y son responsables de no dar información sobre los niños que permanecen desaparecidos", o Jorge Pozzi con quien concuerdo en este punto totalmente: "esto no tiene el mínimo goyete"
OEA pide liquidar la ley de Caducidad
Demanda a Corte Interamericana por el caso Gelman
EDUARDO DELGADO
Fuente: http://www.elpais.com.uy/100303/pnacio-474454/nacional/oea-pide-liquidar-la-ley-de-caducidad
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APOSTASÍA en el BUCHE
Palabra que los bozales acamalan. Voz muerta, panóptico popular de cada día.
Timbre que se pavonea prócer, amansando el verbo arrepentido de las masas.
Espolvoreando la culpa impalpable sobre este pan para unos pocos, los que comen en silencio conformismo a perpetuidad.
Elucubrando desde siempre mentiras consensuadas, apalabrando abracadabras convenientes.
Su lugar es el esfínter, la ilógica razón de la codicia.
Desde allí se enuncia, inmundamente, se legisla este estreñimiento.
Donde los dioses de compraventa se ajustan hoy el correaje, proclamando sin vergüenza su infinita prevaricación
F. Leicht
ARRORRÓ MI LENIN. ARRORRÓ MI MARX.
Criaderos de cerebros colapsados.
Clamando por la revuelta de nuestros egoísmos quietos.
Bajando cuerda vencida; cuerda rota y derrota tras derrota.
Revoluciones amortizadas de conspiraditos onanistas del tedio.
Mientras todo se consume en velas encendidas,
a su querida presencia.
Con el tambor vacío y bien empavonado, los comandantes de la frustración sueñan.
Con sus nuevas banderas de siempre, con sus uniformes y sus partidos al medio.
Comen por separado y quieren cagar en la unidad.
Todos traidores menos ellos y sus madres.
Todos pequeños y burgueses para su talle y su clase.
Y por ahí te abrazan. Por ahí te saltan al cuello.
Equilibristas impolutos.
Imponen su elevada horizontalidad en rancias recetas verdes.
Pastillas para dormir.
Lagrimones geriátricos.
Oscuridad a duras penas.
Asamblea de tres.
Y a eso le llaman siniestra.
Mejor consíganse una virgencita y recen.
Es casi lo mismo que hacer su revolución.
F. Leicht
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EXPERIENCIAS INSURRECCIONALES
RODRIGO VESCOVI en MONTEVIDEO
Sábado 13 de marzo.
19 horas
Biblioteca Anarquista del Cerro. Esquina Chile con Viacaba.
Tel. 3113650
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FFAA uruguayas:
IMPRESCINDIBLES, IMPRESENTABLES
La Diaria 12/3/ - Marcelo Jelen
Lo dijo el presidente José Mujica: las Fuerzas Armadas "son imprescindibles"
Por eso debe de creer que son un buen negocio: el año pasado, por ejemplo, costaron algo más de 350 millones de dólares. O sea que la defensa nacional se devoró casi un millón por día, la suma que se calcula necesaria para construir un liceo.
Demasiado para una nación que declaró su última guerra internacional en 1945, cuando los enemigos, Alemania y Japón, ya habían sido aplastados.
Demasiado para una empresa pública que tiene a la mayoría de sus 30.000 funcionarios buena parte de sus jornadas pintando árboles, haciendo ejercicio, desfilando y preparándose para batallas que nunca terminan de comenzar.
Demasiado para un país cuya hipótesis de conflicto más próxima lo enfrenta con un puñado de argentinos armados de reposeras. Demasiado para una institución que agredió a inocentes hace bien poco y que todavía defiende a los autores de esos crímenes.
Demasiado. Las Fuerzas Armadas podrían emplear mucho menos personal, pagándole mejor y reduciendo bastante el gasto, para cubrir las pocas tareas útiles a su cargo, como vigilar las fronteras y el espacio aéreo y marítimo, construir la paz en países asolados por la guerra y asistir a los afectados por esporádicas catástrofes.
Pero hasta se dan el lujo de usar dinero de todos los uruguayos para defender a los oficiales extraditados a Chile por el caso Berríos.
El presidente Mujica les declaró la guerra a los empleados del Estado que toman mate en horario de trabajo. Al mismo tiempo, considera imprescindibles a miles de funcionarios a quienes, por estar acuartelados y a disposición de sus superiores, se les brinda varias comidas diarias.
Los malos burócratas, por lo menos, se pagan los bizcochos de su propio bolsillo.
El presidente Mujica se queja porque hay muchos abogados y pocos ingenieros, agrónomos y veterinarios. Al mismo tiempo, declara imprescindible el adiestramiento de cadetes a quienes se les paga un sueldo (modesto, pero sueldo al fin) sólo por estudiar.
Los universitarios, en cambio, invierten mucho en su preparación y todavía los amenazan con el cobro de una matrícula. El presidente Mujica piensa que él y el ministro de Defensa, Luis Rosadilla, "conocen las entrañas de las Fuerzas Armadas".
Lo dice porque los tupamaros que estuvieron presos, como ellos, sufrieron tratos inhumanos en los cuarteles.
Los represores, muchos de ellos aún vivos y libres, también conocen entrañas, pero anatómicas y dolientes, de guerrilleros y de pacíficos activistas políticos y sociales a los que asesinaron y torturaron.
El presidente Mujica, al imponer en el ministerio a Rosadilla, dijo: "No somos aficionados". Quiso decir: los ex combatientes tupamaros eran y son militares profesionales, porque tomaron las armas en nombre de ese valor multitarget al que se da en llamar "patria".
La tesis, hija de la teoría de los dos demonios, se aplicó en cenas de camaradería entre miembros del MLN y de la ilegal logia Tenientes de Artigas celebradas en democracia.
El presidente Mujica exhortó a evitar el "ejercicio de saldar cuentas cuando hay que construir". Poco se puede construir con una institución tan desleal hacia la ciudadanía y los gobiernos democráticos.
Encerró en una caja fuerte las citaciones judiciales a militares en la presidencia de Julio Sanguinetti, se insubordinó ante el secuestro del chileno Eugenio Berríos en la de Luis Lacalle, engañó a la Comisión para la Paz creada por la de Jorge Batlle y siguió mintiéndoles a las autoridades en la de Tabaré Vázquez.
Dirigentes de todos los partidos les deparan un inusual respeto a profesionales de la muerte que no son necesarios (o al menos no a tal escala) en un mundo que debería avanzar hacia la paz. Gastar en su mantenimiento les resta recursos a la producción, a la educación, a la salud, a la seguridad ciudadana, al desarrollo social.
Mientras, las Fuerzas Armadas se rehúsan a pedir perdón a la sociedad por crímenes gravísimos a los que les restan importancia, cometidos por sus miembros, utilizando su infraestructura y amparados en la institución que había usurpado los poderes del Estado.
El recambio generacional de los últimos 25 años no ha sido suficiente.
Los soldados más jóvenes han recibido educación impartida por criminales, que serán algunos cientos o unos pocos miles pero sumergen a 30.000 en un denso pantano de sospechas. Nomás la semana pasada, un oficial en actividad, el general Miguel Dalmao, se burló de la justicia al mentir ante un tribunal.
Perdón, Brecht, pero para ser imprescindible no basta con luchar toda la vida.
Es preciso elegir buenas causas, como la verdad y la justicia.
Difícil que estas Fuerzas Armadas lo hagan sin un decidido empujón del comandante en jefe.
Fuente Agenda Radical-Boletín informativo - Nº 1110 - 12 /3
postaporteñ@_______________________________________
FE DE ERRATAS:
1) En el artículo, acerca de Metzen y Sena, de la Agrupación Andresito Artigas publicado en posta porteña nº 303, 10/3, en el párrafo referido a la emisión de dinero para generar actividades productivas y empleos, se escribió por error "1000 de dólares" y debió escribirse 1.000 millones de dólares (5%del P.B.I.)Gracias
FE DE ERRATAS:
2) En la nota "Cuando PEDRO critica al Pepe por izquierda" Nº 304, 11/3; pusimos (dos veces y subrayado, además) "intensidad del trabajo", cuando el concepto que corresponde, explicado además en el propio texto, es PRODUCTIVIDAD DEL TRABAJO. Pido disculpas por este error involuntario. FM
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